Propuestas de los Pediatras del Primer Nivel de Atención (doc)

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Montevideo, junio de 2014
9ª CONVENCION MEDICA NACIONAL: “CALIDAD ASISTENCIAL”
Los Pediatras del Primer Nivel de Atención de la RAP-ASSE queremos manifestar nuestro
compromiso con la Salud Pública de nuestro Sistema Nacional Integrado de Salud.
Anhelamos que ASSE sea verdaderamente un
Asistencial de Excelencia”
prestador de salud con una “Calidad
Reivindicamos el insustituible rol del Pediatra del Primer Nivel de Atenciónde ASSE como el
Médico de Referencia de niños y adolescentes.
Dificultades actuales en la asistencia pediátrica en el Primer Nivel de Atención:
Entendemos que existen importantes problemas de gestión de los servicios.
En primer lugar queremos puntualizar que existen diversas circunstancias muy complejas de
trabajo para el Pediatra del Primer Nivel en lo que respecta a condiciones edilicias, apoyo
administrativo, posibilidades de trabajo en equipo, tipo de población a la que se asiste, etc.
La falta de recursos humanos disponibles (técnicos y no técnicos) yla falta de recursos
materialesimpiden que se cumpla con un correcto proceso asistencial y con las metas
prestacionales.
Recursos médicos que renuncian o se jubilan no son sustituidos prontamente e incluso a veces
definitivamente. Las licencias por enfermedad o reglamentarias tampoco se sustituyen.
Muchos cargos técnicos no médicos están vacantes o no hay estabilidad en la permanencia de
los mismos.
Dificultades administrativas, de distribución de recursos humanos, así como características de
la población, hacen que sea imposible laconcreción del proceso asistencial como Pediatras de
Referencia. En algunos lugares los niños no acceden sistemáticamente a ser atendidos por el
pediatra con el que realizaron su adscripción como pacientes: ni para ser controlados ni para
ser atendidos en caso de consulta por enfermedad.Esto se debe a que el proceso
administrativo de adjudicación de números para ser asistidos y la forma de agendar los
controles en salud no son los adecuados. Si por casualidad logra por insistencia de la madre el
control con su pediatra de referencia, lo hace fuera de los plazos que corresponden (por ej: a
los lactantes les dan fecha varios meses después, que es cuando hay disponibilidad con ese
pediatra en particular). Por otro lado la concurrencia del pediatra pocas horas semanales a
diferentes policlínicas barriales impide el correcto seguimiento del niño. En algunos lugares la
población es muy inestable y tiene gran movilidad con respecto a la vivienda. En general son
familias de gran riesgo social y biológico con situaciones de exclusión social muy importantes.
El proceso decápitas de pacientes realizado por nosotros pierde todo sentido ya que no es
posible cumplir con el objetivo de ser referentes para el niño y su familia
Especial carencia existe en recursos humanos para la asistencia en Salud Mental en relación
a la demanda que existe en el primer nivel. Los trastornos de conducta y otras situaciones
(agresividad, impulsividad, hiperactividad, etc.) detectados por nosotros y las maestras
superan las posibilidades asistenciales en relación a los recursos humanos.
La cantidad de niños con dificultades del aprendizaje y fracaso escolar, así como con déficit
cognitivos es alarmante, siendo extremadamente difícil realizar una evaluación
psicopedagógica (a veces con una demora de 2 años o más), e imposible el tratamiento ya que
no existen psicopedagogos en la salud pública.
Prácticamente no existen fonoaudiólogos en el primer nivel y los pocos que hay en el HPR no
alcanzan para la evaluación y el tratamiento de los tan frecuentes retrasos del lenguaje.
La enorme mayoría de los niños con estas problemáticas provienen de hogares donde los
padres no trabajan formalmente por lo que no contamos con la posibilidad de derivar a
tratamientos a través del BPS.
No tenemos estrategias institucionales con los adolescentes que repiten en forma reiterada
y/o desertan dela educación formal.
Los niños y adolescentes son potencialmente un capital humano valiosísimo para una nación.
Los niños que atendemos son el futuro de nuestro país, y en ese sentido sentimos que
estamos “monitoreando” lo que nosotros definimos como una “catástrofe neurológica” sin
solución. Tenemos la “urgencia ética” de continuar dando a conocer esta realidad para que
responsablemente y en forma colectiva busquemos soluciones sin demoras. Sentimos que
generaciones de niños y adolescentes se nos “escapan de las manos”.
El laboratorio de urgencia no existe en el primer nivel. Antes podíamos derivar al Filtro donde
rápidamente se lograba la paraclínica y de ser necesario, la asistencia del niño por los pediatras
de guardia. Actualmente solamente podemos derivar a la puerta delCHPR, con lo que esto
implica incrementar la distorsión de los objetivos de la asistencia en emergencia y la
consiguiente sobrecarga a ese nivel.
La demora en los resultados de la paraclínica de laboratorio que no es de urgencia en el
primer nivel asistencial en muchos casos es de hasta un mes (cuando no ocurre la pérdida de
los resultados de los exámenes realizados…)
Dificultades en las coordinaciones con otros niveles asistenciales:
Georreferenciación de los RN que nacen en el HPR:
El RN no sale sistemáticamente georreferenciado del HPR, o sea que los pediatras no siempre
tenemos idea de que niños deberían acudir al primer control en las diferentes policlínicas en
las que trabajamos. Si la madre no concurre con el niño a ese primer control en los primeros
días: este podría ser con suerte captado tardíamente, o en el peor de los casos no es captado
por el sistema hasta pasado mucho tiempo (a veces con la instalación de una situación
adversa: desnutrición,enfermedad o muerte).
Un tema muy importante refiere al egreso de los RNdel CHPR sin documentación: sin haber
sido registrados,sin CI, sin el número de la CI. Esto como es lógico tiene consecuencias
negativas para el niño: entre otras cosas para su asistencia en salud (no se puede realizar
proceso de adscripción a un pediatra de referencia,fuera del sistema para paraclínica,
medicación,vacunación,etc.). Estamos convencidos que en este sentido existe una falla en
elproceso asistencial del RN. Sabemos de la existencia de un decreto presidencial de hace
unos años, que determina que el niño debe salir del centro asistencial donde nace por lo
menos conel número de CI adjudicado. Insistimos: esto no está ocurriendo en un número
importante de niños.
Interconsultas con especialistas:
La inmensa mayoría de las interconsultas se realizan con especialistas delCHPR. El sistema
decoordinación que se utiliza es completamente ineficiente y los resultados insuficientes
yvariables para todas las especialidades (para algunas más que para otras) dando como
resultado un sistema caótico.El acceso a la asistencia de algunas en particular es
vergonzosamente difícil, casi rayando en la omisión de asistencia, por ej.:
neuropediatría,oftalmología, fonoaudiología (diagnósticos y tratamientos), evaluaciones
psicopedagógicas. Como se puede suponer esto puede tener consecuencias muy importantes
cuando no graves para el niño. Entendemos queambas cosas ocurren por falta de recursos
humanos para la asistencia y porineficiencia en la gestión. Muchas veces debemos derivar a
la puerta del CHPR a fin de que el niño sea visto prontamente por el especialista de retén, o
sea derivado con un pase de la emergencia ya que de esa manera cuentan con una acceso más
directo (única posibilidad de sortear un poco los obstáculos existentes en el primer nivel).Esto
distorsiona y sobrecarga la emergencia del CHPR. En algunos casos derivamos a la Policlínica
de Referencia de HPR quienes intentan realizar una derivación más rápida al especialista.
Coordinación para estudios con alta tecnología: demoras inexcusables en la realización de TAC
y RM. En ocasiones suspendidas por tiempo indeterminado por demora en la reparación de los
equipos y porque se suspendieron las derivaciones a prestadores privados de ese servicio.
Entendemos que esto tiene también consecuencias potencialmente graves para el niño.
Proponemos:
Que se jerarquice y priorice en los hechos el Primer Nivel de Atención del Sistema Nacional
Integrado de Salud, lugar donde se podrían resolver, si se cuenta con los recursos necesarios,
por lo menos el 80% de los problemas de salud.
Que se tomen las medidas de gestión y administrativas necesarias paralograr una distribución
de recursos humanossegún densidad de población a ser atendida y según riesgo social
ybiológico de la misma. Que exista un sistema de evaluación permanente y dinámico de las
necesidades cambiantes de la población en cada lugar a fin de cumplir con las necesidades
reales.
Que se adjudiquen máshorasde trabajo semanales a los pediatras que ya tienen cargos(y que
así lo deseen), sin perjuicio de que existan los cargos de alta dedicación en Pediatría y en
Medicina Familiar. El trabajo a realizar por el mismo pediatra en un cargo no puede estar
distribuido en muchos lugares con pocas horas en cada lugar: se debería estabilizar y
concentrar la mayor cantidad de horas de trabajo en un solo lugar según necesidad.
Que se favorezca, se estimule y se promueva el ingreso de pediatras al primer nivel de
asistencia en la saludpública mediante incentivos económicos y buenas condiciones de
trabajo tanto en lo material(por ej.: crear estándares respecto a condiciones edilicias y confort
mínimas) como en lo organizacional. Estamos convencidos de que es imprescindible que exista
un laudo médico nacional único público y privado.
Que el proceso de cápitas tenga el sentido que se busca: que cada niño y adolescente
tengasuPediatra de Referencia para poder colaborar en brindar una Asistencia de Calidad.
Que se formen equipos de trabajo interdisciplinarios como forma de realizar un correcto y
eficaz abordaje de las situaciones.
Que se promueva la formación médica continua dentro del horario de trabajo como forma de
favorecer la calidad asistencial y estimular al pediatra,pudiendo además de esta forma sumar
puntos para la recertificaciónmédica.
Que existan los recursos materiales necesarios para poder cumplir, completar y resolver la
asistencia eficazmente en el primer nivel.
Contar con paraclínica necesaria (en tiempo y forma) para realizar diagnósticos oportunos a
fin de evitar daños, secuelas o incluso la muerte de los niños y adolescentes que atendemos.
Que elC HPR realice el proceso asistencial del RN de tal manera que garantice el egreso del
hospital, así como la derivación y coordinación con el primer nivel de asistencia, con la mayor
seguridad y eficiencia posible. La madre al salir del hospital debería tener lugar, día y hora para
realizar el primer control del RN. En este sentido desearíamos poder realizar sugerencias en la
planificación del mismo aportando datos de la realidad que son difíciles de imaginar desde ese
nivel asistencial, y que muchas veces dificultan o inviabilizan las acciones.
Que la estrategia y el trámite administrativo de interconsultascon especialistas se realicen de
otra manera y que se cuente con los recursos humanos necesarios para la atención de todos
los niños que así lo requieran, cumpliéndose con esto en tiempo y forma.Es necesario
descentralizar la mayor cantidad posible de especialidades pediátricas al Primer Nivel, ya que
la gente tiene dificultades económicas, culturales y sociales para concurrir a otros niveles
asistenciales.
Que se priorice el trabajo de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedadesa través de
actividades de Promoción yEducación para la Salud llevados a cabo por todos los integrantes
del Equipo de Salud, junto a la comunidad organizada y a todas las instituciones de la zona.
Estamos convencidos que los niños son los mejores y más eficientes “promotores de salud”
dela familia y de la comunidad en general, cuando así se los promueve. Esto traerá a mediano
y largo plazo un considerable ahorro en gastos de salud y desde el punto de vista humano
beneficios en términos de calidad de vida para todos.
Que todos los actores involucrados en el proceso asistencial del niño en los diversos niveles,
junto a las autoridades,
gestores de salud, la Universidad (docentes y
alumnos)sociedadescientíficas y sindicatos, podamos participar en la creación de una
estrategia adecuada, visualizando dificultades, buscando soluciones.
Que el proceso asistencial quede claramente definido tanto para el Primer Nivel de Atención
como para otros niveles asistenciales y sus correspondientes coordinaciones.
Que exista un proceso de evaluación permanente de la gestión de nuestras autoridades, del
cumplimiento de losobjetivos asistenciales, así como del desempeño del equipo de salud.
Que se creen nuevos modelos de evaluación, que entre otras cosas permitan evaluar calidad
asistencial. Que los resultados se colectivicen.
Deseamos tener comunicación permanente y fluida con la Sociedad Uruguaya de Pediatría
(nuestra sociedad científica), nuestro Sindicato Médico del Uruguay, asì como con el Colegio
Médico. A todos los convocamos a concurrir a nuestros lugares de trabajo con el compromiso
de trabajar juntos por los NIÑOS, quienes son el PRESENTE Y FUTURO de nuestro país.De esta
manera serán posibles los cambios necesarios que nos permitan brindar una asistencia de
calidad.
Saludamos atte.y muy esperanzados con la concreción de los objetivos con los que hemos sido
convocados aesta 9ª ConvenciónMédica del Uruguay.
Pediatras del Primer Nivel de Atención de RAP-ASSE
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