Núm. 235 - Publicaciones de Defensa

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Revista
ilusirada
!itO
de las Armas
Ministerio
del
Ej
reilo
y S ervicios
ejé rci
REViSTAILUSTRADA
DE
LASARMAS
YSERVICIOS
Madrid, Agosto1959 Año XX Núm. 235
—
—
“Depósito Legal”: M. l6331958.
SUMARIO
CUÁTRO PASOSMÁS EN LA CIENCIA BAUSTICAHIPERSÓNICA.-IDos
satélites cient(ficos militares y do; primeros
asteroides), (Pág. 3,)—General’RuedciUreta.
LAS RELACIONES
HUMANASEN ELEJÉRCITO.
(Pág. 11.(—Comandcmte
Benito Pellicer,
y Teniente Rodríguezde Velasco y SánchezPacheco,
LA -RADIOCONTAM1NACIóN
DE ALIMENTOSPOR LA CAÍDA DE POLVORADIACTIVO,(Pág. 15.) Comandante
I. Banda Egido.
ALGO ACERCADE GUERRILLAS,
(Pág.21,)—ComandanteSancho-Sopranis
y Favraud.
LA GUERRAINDIRECTA.(Pág.31,)—TenienteCoronelBatista Gutiérrez.
DE CÓMO MENÉNDEZPIbALSUPOENCONTRAR
AL CID. (Pág. 33,1—Comandante
Gárate Córdoba.
LA INSTRUCCIÓN
DE TIRO DE LASTRIPULACIONES
DE CARROSDE COMBATE.(Pág.37.)—Comondante
Sánchez
López.
CASTILLOSSOBRE
LOSPASÓSESTRATÉGICOS
DELTAJO, ELDE MALPICARESTAURADO
RECIENTEMENTE.
(Pág. 45.)
Teniente Coronel (retirado) M, López-Castro.
DE ETICAMILITAR,(Pág.51.)—Caitán Villalba y Sánchezde Ocaña,
—
Información
e Ideas y Reflexiones
¿HAY QUE DESECHAR
EL CARRODE CÓMBATE?(Pág. 55.1—De la publicaciónfrancesa ‘Revuede DefenseNa
tionale”, (Traduccióndel TenienteCoronel Mateo Marcos,)
LA AMENAZARUSA.(Pág.58)—Mayor A. Bach. (Traducidoy condensadopor la Revistanorteamerican “Military
Review”.)
LA ARTILLERíA
EN LA DIVISIÓNPENTóMlCA NORTEAMERICANA,
lPág. 60.1—Teniente
Coronel Villalva Aguirre.
LA ECONOMIA DE GASOLINA EN EL ARMA ACORAZADA. (Pág, 61,)—TenienteCoronel C. Obson. (Traducción
del ComandanteEspaiol Iglesias.)
LA TENTACIÓNDELCOMUNISMO.(Pág.64J—ComandanteHogard. (Traducción del Teniente Coronel Ariza.)
NOTAS SOBREPROYECTILES
AUTOPROPULSADOS,
(Pág.68,1—Comandante
Ory.
LA ARTILI.ER(A
EN EL CAMPO DE BATALLAATÓMIÇO, (Pág.71 (—GeneralF, Besancon.(Traducciónde la Redac
ción de EJÉRCITO.)
NOIAS
B.FES
(J-ag 75 )—Nueo
cainion del Ejecito atneruanc
po—Torre
de radar en medio dc’ Océano.
-E
nueo
E;eruto
dlelná.n
‘-
torna io
co-1
MOSCO VISTOPOR UN INGENIERONORTEAMERICANO.
(Pág. 76,(—B,Roberts,(Traduccióndel Teníente Coronel
Carreras González.)
DESARROLLO
DE LA ACTIVIDADESPAÑOLA.
(Pág. 79)—TenienteCoronel Rey de Pablo-Blanco,;1]
Las ideas contenidas en los trabajos de esta Revista representan únicam
a opinión del respectivo firmante y no la doctrin& de los Organismosoficia
Redacción y AdministraciónAkaIó, 18, 3°
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para suscripciones,
al Administrador,
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de Infantería.
Mata
Díez,
Comandante
Cuatro.paso
mas en
la ciencia balislica
hipersóiica.-(Dos-safé
Ji/es den /1/fcos ini7ñres
ladines más destacados. No es usual en la paz for
zar de este modo la máquina, pero es que la época
que verirnos disfrutando o sufriendo d€s.e poco des
pués de la postguerra, es una cosa qne sin ser la
guerra armada, tampoco es la paz.
Esta situación internacional de temor, desconfian
za y mutua amenaza «disuasoria», de cualquier in
tentó de agresión, ha aceerado la fabricación de
los proyectiles balístico.s de alcance medio e ínter-
-
ydospriineros asteroides)
continental,
los cuales, después de logrados,
todo lógico que se intentase
logros científicos que tan útiles resultaban
General de Aviación, Antonio RUEDA URETA, Director
de la Escuela Superior del Aire.
El
El
El
El
«Escore 1» (18-12-1958).Americano.
«Lunik 1»(21-1-1959). Ruso.
«Discoverer 1» (28-2-1959). Americano.
«Pioner IV» (3-3-1959). Americano.
Escribirnos este artículo a mediados de marzo
de 1959.
Los años 57, 58 y 59 han signiflcado
dera
revolución
mental
y científica
una verda
merced a los
avances en el terreno de la balística hipersónica y
a los intentos interespaciales más o menos logrados.
¿Se ha saltado realmente la última «barrera» que
faltal3a para la conquista del espacio exterior inter
planetario? ¿Se ha logrado traspasar la barrera
mental que separa lo aeronáutico -J aerodinámico
de lo astronáutico y gravitatorio?
Parece que sí y que sólo separa a la Humanidad
de la meta que hace muy poco parecía un sueño,
afinar detalles de «conducción» y aumentar las fuer
zas de «impulsión».
En la’ fecha que esto escribimos, han sido bas
tantes los ingenios lanzados con éxito más o menos
completo, varios de ellos como satélites artificiales
alrededor de nuestro planeta y dos intentos de co
locar satélites lunares, que han ido a convertirse en
asteroides artificiales girando alrededor del sol.
Nos referimos, claro es, a los ingenios más im
portantes o principales; pues los cohetes sondas del
espacio de menor importancia, resultan ya por su
número difíciles de recordar.
De los principales a oue hemos hecho referencia
acompañamos una relación al final de este artícñ
lo con los datos someros que nos han parecido
de mayor interés estadístico. Y de todos ellos, sola
mente.siete satélites (uno ruso, el Sputnik III, y seis
americanos quedan efl órbita todavía: Explorer 1,
Explorer IV, Vanguard 1, Vanguard II, Atlas 1 y
Discoverer 1) en el momento que escribo. Además,
ruedan por esos espacios interplanetarios el Lunik
y el Pioner IV, los mencionados asteroides artificia
les alrededor del sol.
Hay que suponer que esto y aún más se habría
llegado a conseguir de todos modos al paso normal
del progreso, tarde o temprano; pero no hay más
remedio que reconocer que todo se ha violentado
en cuanto’ a su ritmo de consecución, debido al fon
do de enemistad y competencia seudomilitar entre
Oriente y Occidente, representados por sus dos pa-
•
•
era del
emplearlos para esos
para real
zar el poder militar de los ingenios empleados y
camuflar así de empresa científica lo que en reali
dad no es más qüe pura propaganda psicológica
cómo parte de la guerra fría...
Lo cierto es que, por eso o por lo otro,’ el mótor
cohete permitió el intento del vuelo fuera del oxí
geno de la atmósfera y fuera de su resistencia al
avance, con velocidades hipersónicas; la consecu
ción de estas velocísimas y poderosas armas balísti
cas hizo pensar en la salida a los espacios exterio
res y en los vuelos interplanetarios, tomando como
ingenios o vehículos espaciales primitivos aquellas
armas de guerra. Ellas son la. base de estos pnitne
ros vehiculos espaciales sin tripulación humana.
-Luego, cuando’ se hayan explorado bien la atmó
fera en ‘sus límites y los espacios cósmicos, garanti
zada hasta cierto punto la posibilidad de supervi
vencia a ‘bordo de unos tripulantes, logrado un mi
niino de habitabilidad y confort de vida, resuelto
en prmcipio el viaje de retorno y la reentrada en
nuestra atmósfera sin quemarse como una «estrella
fugaz», es muy probable que los verdaderos y es
pecíficos futuros vehículos espaciales tripulados se
independicen y caractericen en formas completa
mente distintas y constituyan una propia, y total
mente diferente «familia» de ingenios interplane
tarios.
En estos renglofies sólo queremos hacer reí erencia a cuatro de los últimos logros más característi
cos y ambiciosos que entre tantos se han destaca-.
do; dos de esos logros se. refieren a atélites de
nuestro planeta tierra; otros dos señalan los prime
ros triunfos sobre los espacios que separan los astros celestes.
Vamos a referirnos al «Escore 1» (americano, lan
zado el 18—XII—58),
al «Lunik 1» (ruso, lanzado el
2-1-59), -al eDiscoverer 1» (americano, lañzado el
.28—11-59)y al «Pioner IV» (también americano, lan
zado el 3-111-59); especificando lo que van signi
ficando
cada una de esas conquistas
de la ciencia,
en cuanto a progreso y también en cuanto van ce
rrando día. a día la gran brecha o handicap que
tan sagazmente habían logrado los rusos sobre los
americanos; en virtud de su estilo de obrar siempre
en silencio. Había también por medio la natural
necesidad de lograr un proyectil intercontinental
que alcanzase hasta el corazón del principal ene
migo occidental y rompiese la insularidad america
na. Los rusos no tienen bases próximas a Norte
américa, como los occidentales tienen bases avan
zadas que les permiten alcanzar todos los objetivos
del corazón de Rusia solamente con proyectiles ba
lísticos (1.R. B. M.) de alcances medios (3.000 a 5.000
kilómetros), más baratos y sencillos que los Inter
continentales (1.0. B. M.) y de mayor exactitud de
Impacto.
Pasemos, pues, al estudio de los cuatro Ingenios
que hemos nombrado como de especial Interés para
este trabajo.
Proyecto Escore, WS 107 A 1, Atlas 1.0. B. M., de
la U.8. A. F. (Fuerzas Aérea.s de los EE. UU.).
¿Qué significan estas siglas? ¿Qué es lo que con—
tiene este jerogiífico moderno?
Mirando hacia atrás en la historia del mundo, se
observan estancamientos y repetidones de genera
ciones calcadas, gemelas, como hecnas en un mode
que pareciese insuperabe, y de pronto se provocan
logros que ponen en marcha «mutaciones revolucio
narias», soorevienen síntomas de Intranquilidad y
desazón; un despertar político, social, esiritual.
virulentas
revoluciones, crisis, Incluso cismas...;
luchas, guerras cada vez más genéricas, continenta—
les, mundiales..., y con ellas, por ellas o para ellas
(siempre a causa de ellas) la aceeracióñ del pro
greso científico, mecánico, industrial y económico.
Tres causas principales tenernos ahora çomo pro
motoras de este despertar:
a) El motor cohete, que posee, como el buzo y
como el pez en el agua, una especie de vejiga res
piratoria, porque, además del combustib’e, lleva el
comburente u oxidante indispensable a toda com
bustión (oxigeno líquido o un compuesto oxigenado).
Ello le permite «respirar» fuera de la atmósfera
terrestre y permitió concebir el salto al espacio ex
terior y los viajes interplanetarios ea un vehículo
espacial, sueño irrealizable convertido en Intento.
posible.
b) La adquisición de la energía atómico -nuclear.
La poderosa impulsión que con ella podria lograrse
permitirla conseguir la ansiada «velocidad de es
cape a la gravedad terrestre», que venía teniendo
vedado y encadenado todo intento de salirse del
predominio de la atracción de nuestro planeta, para
ir a sumergirse en el campo predomIante de las
atracciones de los otros astros,,. ¡y regresar a casai
c) Por último, la tercera causa de la actual re
volución científica mundial es, como siempre, la
guerra o la cierta posibilidad de ella; el afán de
predominio mundial del bando marxista, en el cual
se hace tan difícil señalar dónde termina un sano
deseo de seguridad y defensa y dónde empieza el
afán del imperialismo propio...
Todo esto que venimos diciendo se halla conte
nido en las siglas o jeroglificos que encabezan estos
renglones.
Las letras «WS» son las iniciales de las palabras
inglesas «Weapon-strateglc», es decir, de «arma es
tratégica», en cuya denominación y con arregio a
los conceptos y posibilidades actuales, quedan Im
plícitamente comprendidos un enorme alcance, un
altísimo vuelo, una velocidad hipersónica y una car
ga de agresivo atómico-nuclear.
El número 107 es el séptimo grupo de la familia
de los elementos 100. Entre los «ingenios» de la f a
milla 100 están los últimos aviones de altísima ve
locidad y cota de vuelo, que empiezan ya a dejar
de ser aviones para empezar a ser engendros de
proyectil balístico; y los primeros proyectiles baus. -,
tícos, algunos de los cuales son todavía más bien
aviones sin piloto. e llega así al sépLmo grupo o
prototipo de esa familia, el proyecto aei ingeilio in
tércontinental «Atlas», de la U. S. A.F. Luego y den
tro de ese mismo proyecto Atas, van apareciendo
los prototipos A, B, O, y dentro cte ia A, los A-i, A-2...
Podemos recordar qe para que un ingenio sea
propiamente dicno «avión» tiene que ser aerodi
námico, es decir, sostenerse en vuelo por medio
de la susteuac1ón que la fuerza del viento de la
propia marena crea sobre unas suerflcies aares, y
dírigirse o conducirse por medio ce timones que
obren por reacción contia el aire de la atmósfera;
todo eso impiica «voar dentro del aire» y tener
que vencer la resistencia al avance que el propio
aire por su densidad presenta, en tanta mayor re
sistencia cuanto mayor sea la velocidad (propor
cionalmente al cuadrado de la ve1ocidad). Las ve
locidades ehipersónicas» serían muy difíciles de lo
grar dentro de la atmósfera y serían muy poco
prácticas en virtud de la encrme fuerza de impul
sión que exigen y por el t’rribie caicntamiento que
provoca el fuerte rozarninto del avión contra las
moléculas del aire; sobre todo en las capas más
bajas, que son las rnds densas; de ahí que se haya
ido a buscar para los aviones «supersónicos» las más
altas capas y cotas de vuelo.
En cambio, para que un ingenio sea propiamente
balístico y Iler,e ia tendencia natural de ser hiper
sónico y del mayor alcance posible, debe tratar de
salirse cua’to antes de las más altas capas atmos
féricas, y ‘lar en espacios exteriores lo más enrare
cidos p’líbie, en cuyas regiones no habrá nl resis
tencia al avance, ni calor por rozamiento y tam
poco habré, de sostenerse por sustentación con alas,
puesto que allí no hay aire sobre el cual apoyar las
alas ni sobre el cual aire puedan obrar los timones.
ll ingenio balístico no llevará, pues, alas ni timo—
nes, que no le servirían para nada fuera del aire...
Se tiene que sosteher este ingenio balístico puro
en virtud de las leyes generales de la gravitación
universal, que sostienen a los astros en sus órbitas y
trayectorias.
Haber comprendido eso, haberlo aceptado, haber
lo aplicado a los altlsiínos y veloces móvimientos de
estos ingenios balísticos hipersónicos, significa el ha
ber traspasado la última barrera que quizá le que
daba al hombre que vencer para lograr la conquista
total de los espacios Interplanetarios a través del
cosmos. Así, al menos, parece.
Todo eso es, desde luego, una «evasión» del campo
aeronáutico y aerodinámico y una inclusión en el
astronáutico y gravltatorio (1).
(1) Se sostienen en vuelo los ingenios balisticos- super
sónicos por un forcejeo y un triunfo de las fuerzas cen
trifugas (que se provocan en todo movimiento veloz alre
dedor de un centro) contra la atracción de las fuerzas
centripeta.s de la gravedad, que tiran hacia ese centro en
forma de peso.
Si ambas fuerzas se equilibran perfectamente, se pro
vocará un movimiento en órbita circular exacta y con
velocidad de traslación constante en la órbita; si se
compensan no tan perfectamente, pero sí dentro de ciertos
límites, se provocarán órbitas elípticas, más o menos
El Atlas, proyectil IntercontinentaL
VIsta de sus tres motores. El central
principal
forma cuerpo inseparable.
Los otros dos auxiliares se despren
den al agotarse el combustible
excéxitricas (que funcionarán como «péndulos elípticos»),
regulándose el movimiento con velocidades variadas, que
tendrán un máximo en el llamado «perigeo» (distancia
menor al foco que actúe de astro central de atracción)
y un mínimo de velocidad de trasladión en órbita, en
otro punto llamado «apogeo» (el de mayor distancia al
foco y astro central). Una: de las leyes fundamentales
de la gravitación y movimiento de los astro (leyes de
Kepler) consiste en la igualdad de las áreas recorridas
por el radio vector que une el centro de atracción con el
astro exterior móvil en tiempos iguales; o, dicho deotro modo, que esas áreas recorridas por el radio vector
de las órbitas son proporcionales a los tiempos empléa
dos en recorrerlas. (Guando la distancia al foco de atrac
ción sea menor, lo recorrido sobre la órbita tendrá que
ser mayor para que se conserven esas áreas en tlemos
iguales; luego el astro exterior móvil o satélite tendrá
que ir mucho más iápido al recorrer el trozo de órbita
en que esté el perigeo y muáho más Ieito al recorrer el
trozo da órbita en que eCté el apogeo.)
En las leyes de la gravitación, desde hace muchos años
conocidas, pero hasta hace muy poco de posible aplica
ción por el hombre a sus intentcs astronáuticcs, se funda
toda la nueva ciencia y mecánica de los proyectiles ba
lísticos hipersónicos y de los vshículos espaciales para
elevación de satélites y asteroides artificiales 1-asta su
colocación eñ órbita, como también estos primeros inten
tos interplanetarios;
aunque nos pare<’e que los verda
deros vehículos interpiantetarios
tripulados, cuando se
resuelvan los dos problemas que previamente hay que
resolver (habitabilidad y posibilidad de retorno y reentrada a nuestra atmósfera, sin quemarse como un ae
rolito), vendrán a constituir una familfá de ingenios
hipersónicos, comp etamente aparte y diferente de esta
actual de los proyectiles balísticos que se vienen utili
zando para los primeros sondeos y recorridbs.
Regreso y re-entrada garántizados;
habitabilidad y
confort mínimo a bordo aceleracicnes progresivas al
despegar y desaceleraciones también progresivas al ate
rrizar: he ahí las primeras consecuciones que se presen
tan como mínimas indispensables antes de pensar en les
viajes interplanetarios tripulados.
Atlas. - Proyectil
intercontinental
de
las fuérzas aéreas. Pué colocado en
tero oomo satélite artificial con él
norisbre de proyecto “Score”
5
-
4ii
Jrd
cm’er)o
y
t$P9$o
-
,
Es probable que sea incluído este lii
genio en futuros experimentos,
eno
pleánctose el Atlas como vehículo ele
vador
•
Conjurto compieode la carga de la esfera delsatélite.fll diagrame
rnuectralaseparacionde l cuarta Çase consumidadatcohete(breche)
a a -rutaddecaminohaciasupriçneraórbmtaLa
esfera plegadadels
télite esexpulsada
de -sucompartimento
por mediodeun futik e in
fiada ceogasmtrógenoprocedented la botellade presmón.
-
-
Estas consideraciones
están escondidas •en el je
roglífico «WS 107 A-1», que hemos identificado como
«proyecto
Score del Atlas intercontinental
norte
americano»,
de las Fu e r z as Aéreas;
primer
(1. C. B. M.) logrado por aquel Dais con ese alcance
(unos 8.000 a 10.000 Km.), según el peso de la carga
nuclear
que se incluya en su cabeza de combate y
según la potencia cada día mayor de los carbuian
tes que se vayan logrando y empleando (kerosenos
purificados,
combustibles químicos a base de boro,’
litio, etc.; combustión e impulsión atómico-nuclear;
impulsión
jónica por radicales libres...).
Se pretende que el Atlas, empleado como proyec
til balístico de guerra, hoy día, con una carga de
5 megatones (equivalente a 5.000 toneladas de TNT.)
puede llegar a 10.000 Km. de alcance y- proporcionar
una exactitud de impacto dentro de una zona de
50 Km. prefijada (error radial de 25 Km.) a esa dis
tancia
de tiro intercontinental.
También con el «mote» de «Seore» se significa su
-empleo como vehículo para elevar satélites
arti
ficiales;
óon la particularidad
de que el satélite
que elevó el día 18 de diciembre del pasado año 1958
fué su propio cuerpo o estructura total, cuajado de
instrumentos
de investigación
científica, y ‘que to—
davía sigue dando vueltas alrededor de la tierra y
proporcionando
datos e informes en esta fecha de
mediados de marzo de 1959.
Para este experimento
llamado Score (significa
«brecha» y también «medida por tanteos y señales»)
se le dotó al Atlas de un sistema de ayuda al despegue para el alcance máximo, que está constituido
por un zócalo inferior en el cual van instalados
dos poderosos «motores-cohete»
que funcionan
al
despegar, al mismo tiempo que su motor principal
y central, triplicando el impulso inicial. Lleva, ade
más, otros dos equeños
«motorcitos-Vernier»,
que
sólo actúan circunstancialmente,
intermltentemente
y a la orden del sistema de bofltiol en el despegúe
y del sistema de cónchfcciÓn tan ronto
cómo e ini
cia i rama cnra
de sübid. (que siue a la ini
cial vertical de despegue).
Cuando los dos motores auxiliares de despegue
6
colocados en ese zócalo inferior han cumplido su misión y han agotado su combustible, se despren
den en unión de dicho zócalo; con lo cual el In
genio pierde todo el peso del combustible consu- -mido por ellos más el peso de ambos motores y el
del zócalo. Eso significa librarse de casi el 80 por 100
de su peso inicial, y es natural que librarse de ese
lastre provoque un enorme aumento de velocidad
con la sola impulsión de su motor principal central
(el cual, ademas, sigue gastando a chorros el com
bustible y, nor lo tanto, quitando peso); de ahí la
- rápida
aceleración de subida que se logra en for
ma siempre progresiva hasta el consumo total del
- carburante
liquido que alimenta a los motores de
este ingenio Atlas.
Según los datos conocidos, parece que el Atlas,
cargado a tope y listo para el despegue, tiene un
peso total de -poco más de las 80 toneladas;
inclui
dos los 500 kilos que como carga máxima de agre
sivo puede transportar
en su «cabeza de guerra»;
pero para alcanzar los 10.000 kilómetros en hori
zontal como proyectil de guerra no puede cargar
tanto.
Sus dimensiones son unos 26 metros de alto -por
4 de diámetro en la base, y es cilíndrico de un solo
estadio o piso, con un cono en su vértice u ojiva.
Lleva, -pues, casi entero a su «blanco de guerra» o
a su órbita como satélite artificial (salvo el zócalo
y los motores auxiliares de despegue).
Su velocidad máxima de subida es de 17.000 a
18.000 kilómetros por hora (según el lastre-del agre
sivo de guerra que comporte o el de los instrumen
tos científicos que eleve como satélite)
En el ex
perimento
del 18 de diciembre de 1953, que aún
- circula
nor esos espacios de Dios, lleva una - velo
cidad media de unos 17.100 Km/hora.
La inclinación de su órbita es de 45°, una de -las
- mayores
inclinaciones logradas en los lanzamientos
ecuatoriales
des-de Cabo Cañavera1
El apogeo de
sú órbita es de 1.005 kilómetros, y el perigeo, so
lamente de 190; por lo que, como a todos los que
no e encuentran
más altos de 200 Km, se le /ati
cina una corta -vida en órbita.
-
Respecto a la fuerza de impulsión del conjunto
de sus tres motores de despegue, se han dado por
algunas informaciones 150.000kilos de empuje y, se
gún otros datos, unos seis millones de caballos de
vapor... (ambas cosas nos parecen exageradas), y
suponemos debe pasar poco flor encima de los
110.000 kilos, si es que llega a ellos.
Cubre en su exploración la franja más ancha des
de 45° Norte a 45° Sur de todos los satélites ecua
toriales. (Los Sputniks rusos eran, aproximadamen—
te, transpolaies, y así serán en lo futuro todos los
satélites norteamericanos que se lancen desde la
‘base Vandemberg (de California) en dirección Nor
te—Sur sobre el Pacífico.)
La base Vandemberg se dice que será también
la más; empleada para lanzamientos de ingenios In
terplanetarios
(2).
Háblando de los méritos y novedades incluidas en
ese Proyecto-Atlas-Score, sería imperdónable no ha
cer referencia a una de las principales novedades
que han contribuido a su éxito y que puede signi
ficar mricho para el futuro, tahto en el terreno de
los proyectiles balísticos militares como en el de los
-vehículos ‘éspaclales. Nos referimos al• sistema de
teledirección desde tierra, que permite conducirlo
hasta su entrada en órbita. Igualmente si se tra
tase •de un proyectil balístico lanzado contra un
determinado objetivo podría ser teleconducido des—
de tierra corrigiendo su trayectoria
nada
-
se integran todos los datos correspondientes
a la
trayectoria
exacta que debe recorrer el- ingenio. A
su vez, el vehículo Atlas lleva una instalación que
va calculando la trayectoria
que realmente va des
cribiendo,
y de un’- modo insta-ntánéo ‘la va trans
mitiendo a tierra, mediante radiación de determi
nados datos. El cerebro electrónico de la estación
conductora
lo va recibiendo y en centésimas de ‘se
gundo los, compara con los datos que se le habían
incluido- de la trayectoria
que s deseaba seguir;
si coinciden, no hace nada y - deja al ingenio que
siga su camino; pero si no coinciden la trayectoria
deseada y 1-a que en realidad va siguiendo, en ese
casi instanténeo
plazo de tiempo ha hecho la com paracióiçi, -calculando la corrección - y dando- la or den al ingenio en vuelo de la maniobra que debe
ejecutar
-
-
-
la trayectoria
verdadera.
en vuelo recibe esa orden y elecuta exactameiite la maniobra ordenada por el calculador
terrestre,
y sigue la trayectoria
exata previamente
,deseada. Esa es la grande e importante novedad y
perfección
incluida
en. el Atlas intercontinental
americano que se experimentó con éxito en el pro
yecto K<Score».
El T-3
«LiXnik», primer
Hoy día, ya en
asteroide
artificial
1959, con la reiteración
-
(ruso).
-con que
-
de aquellas regiones altísimas de la. atmósfera exterior.
-No sabemos a ciencia cierta si el objeto de ese gran globo
será aumentar la- visión telescópica o aumentar los ecos-
-
para recuperar
-
El ingenio
-
(2) Hay también unos informes que hablan .de una
especie de «embalaje» para ser empleado como satélite
artificial de la Tierra, el cual embalaje-satélite lleva den
tro, entre otros mecanismos, una gran envoltura -de un
globo esférico (muy plegada y comprimida), que puede
expulsarse al exterior cuando desde Tierra se da la orden por radio-radar, y una vez fuera del. satélite se efec
- túa
el llenado a presión,. logrando inflarse hasta un
tamaño considerable, dada la carencia de presión exterior
hasta su or(le
o, lo- que es lo mismo, conduciéndole
electrónicamente desde tierra hasta que se’ termina
toda su trayectoria impulsada.
En tierra hay un cerebro electrónico en el eral
‘
-
máxima
-
radar. También se supone que tenga por objeto intentar
ensayos de (<regreso o retorno a la tierra» y se trate de
experimentar ese sistema (actuando el globo corno frenoparacaídas, pues á medida que fuese entrando el ingenio
colgado del globo-y como barquilla, con los instrumentos)
en las capas-, atmosféricas cada ves más bajas y más den
sas, iría frenando más y más, a pesar de ‘que, debido al aumento de la presión, exterior, el globo iría siendo ceda
ez menor; pero podría aumentarse -también la presión de llenado e inflado, si se quería mantener casi constan
te su tamaño...
En uno de los verdaderos satélites que se tenían pre
parados para el Vanguard del aflo geofísico 195’7-1958y
.que por las veleidades de aquel ingenio científico «perdió
el autobús», iba est-e mismo contenido de un globo infla
ble una ver en órbita; pero en aquel jntento, que iracasó, era sólo para aumentar la visión con telescopio.
Ahora creemos que en este tipo de satéllte-e’napaque, cuyo
diseño incluímos, el objeto debe ser ese otro de «frenado))para recuperar los instrumentos intactos en el regreso, que se efectuará seguramente también a voluntad, orde
nado desde alguna instalación .o estación terrestre. encar
gada de su observación y control.
-2
Y creemos que será ‘con el propio Atlas- con el que se
elevará a órbita ese satélite-empaque del globo, cuya
7.3. t,CB.l’i Ruso
- estructura
metálica o embalaje hará luego de «barquilla
Que se suponelanzo
de instrumentos», pendiente del -globo paracaídas...
ELATL4SíC.B.M.An,encan
Se colocó
en/rocomaS4-TtLITE
el LUi’liK.
- .45/erolde5
Solar
de/a
Tierra;
jesando
envdcio
‘8700 mil/aadeeIcance
/3998A”ns
4.5
tone/o’do’í.dcspueso’eperc’er
263082Kilosdeimpulso
5800O0/ibras lo’
par/e‘nferioráiuxf//drpa0’e/
ComoArma 4/árnica
despegue4Icance
6J25mi//as
con 5 r,ega
Ionesens’ ‘ojiva
J(ms(0200
CoinbVER/a/Lo
fSP4Cf4L
añade
Impulso
1359.ooopound
cohe/eauxii%irde/d?spegue
de52ffÁ’ilosrnas
150.000
Kilos
-
-
-
-
numerosos satélites de la tierra han ido siendo lan
zados y han quedado girando en órbitas más o me
nos altas y de diferentes inclinaciones, ha perdido
toda su novedad y gran parte de su interés cien
tífico este tipo de ingenios lanzados para dar satis
facción a la petición hecha por los organizadores
del Año Geofísico InternacIonal 1957-58, cuya pe
tición desencadenó la competencia ruso-americana
y descubrió el estado de la cuestión de proyectiles
balísticos Intercontinentales que habían logrado en
secreto los soviets.
Ahora todos los nuevos esfuerzos se vuelcan so
bre consecuciones lunares y apuntan para un f u
turo que no aparece lejano, hacia Venus y hacia
Marte. En cuanto a salvar la distancia que nos se
para de nuestro satélite natural, la pálida y casta
Diana, tanto los rusos primero como los americanos
en seguida, han logrado sus respectivos triunfos; y
son dos asteroides artificiales los ue pasaron fren
te a la Luna y fueron a sumergirse en el campo
de atracción solar, girando alrededor del astro rey
en ói’bltas que ‘prácticamente pueden considerarse
eternas...
Parec& que ambos intentos lo que en realidad pre
tendían era colocar como satélite de satélite aque
llos dos Ingenios alredédor de la Luna. Pero la exac
titud de dirección angular y de velocidad rema
nente que ese encuentro o colocación exige, parece
que impondrá’ nuevos estudios y perfeccionamientos
en sistemas de tele, y autoconducción, como asi—
mismo de aceleraciones de emergencia y de frena
dos, provocados a voluntad y en determinados mo
mentos desde la tierra; según las circunstancias
que vayan resultando, cuando el vehículo !nterpla
netarlo haya conseguido pasar la frontera en la
cual se equilibran las dos atracciones que sobre él
ejercen la Tierra y la Luna, durante su viaje entre
ambos planetas.
Son, pues, los intentos interplanetarios los que
han usurnado ya el interés, más ue por aspiracio
nes o pro ósitos científicos, por prestigio internacio
nal y por su gran influencia como efectos psicoló
gicos en la «guerra fría» entre Oriente y Occidente
para atraerse adhesiones de pueblos todavía Inde
cisos para alistarse en uno u otro bando de los
«enemigos en potencia» ue hoy se disputan el•pre
dominio mundial...
Una consecución como la del Lunik ruso, que fué
lanzado por medio de un proyectil balístico «T-3»,
mejorado en cuanto a la fuerza de impulsión auxi
llar para el despegue (a lo cual es posible que sea
a lo que se le empieza a llamar T-4 ruso), hubiera
sido considerada como un acontecimiento digno de
encomio por la opinión mundial, de no haber exis
tido la enemistad actual.
,El enviar un ingenio interplanetario hasta la Luna
e Inclúso mucho más allá, aunque por el momento
falle el impacto directo o el colocarlo como satélite
de nuestro satélite para que nos cuente su historia
y retrate la cara oculta, es Indudablemente seña
lar un hito en la historia de las consecuciones de
la mente y la razón humanas... Esto marca el final
de una era y el principio de la’ Era Astronáutica.
El prestigio ruso conquistó la «Cinta Azul» con
sus Sputniks, uno de ellos de 3.50l kilos, y lo venía
8,
conservando hasta el día 18 de diciembre de 1958
en que los norteamericanos lograron elevar y colo
car en órbita su Atlas-Score con peso de 4 toneladas,
incluídos en ellas unos 500 kilos de instalaciones
científicas y ‘con la novedad propagandística de ser
un satélite ‘parlante y repetidor de mensajes; en
tre ellos un saludo de Navidad y de paz del Presi
dente Eisenhover.
Hay que decir que el éxito del Lunik ruso elevado
con un T-3 de guerra, no ha sido para’ los Estados
Unidos una sorpresa como lo fué la de los Sput
niks, pues se habían filtrado ciertas Informaciones
en relación con ese inmediato intento soviético, ya
que varias estaciones amigas de diferentes lugares
del Globo, dedicadas a un servicio de observación o
escucha radar, hablan interceptado unas extrañas
señales de telecomunicación, que después de anali
zadas se suponía era Intentos o ensayos de comu
nicación a distancias Interplanetarlas que denun
ciaban algún intento de ese tipo.
Y en efecto, en las ‘horas de la madrugada del
2 de enero del actual 1959 la estación de Hawai
avisó que un. vehículo no identificado anteriormen
te se alejaba velozmente de la tierra, lanzando las
mismas señales captadas en días anteriores en 70,2
megaciclos y con clave desconocida...
Por otra parte, tampoco extrañó que la Radio de
Moscow, coincidiendo con la celebración del XXI
Congreso del partido comúnista y con el viaje de
Anastas 1. Mikoyan a los Estados Unidos, se lanzase
a la propaganda del éxito interplanetario logrado
con el Lunik, al sobrepasar la distancia a la Luna y
colocarse alrededor del Sol como primer asteroide
artificial del sistema.
La órbita del Lunik se estima que quedará situa
da entre Jas de Venus y Marte, cruzando, por lo
tanto, dos vecés en cada revolución la órbita terres
tre, aunque en muy diferente plano, y que tardará
unos quince meses de los nuestros en completar
una circunvalación completa alrededor ‘del Sol (ese
tiempo será su año estelar).
No deben «doler prendas» en redonocer que los
científicos rusos han sido los primeros en colocar
satélites alrededor de la Tierra, elevar grandes car
gas y enviar un móvil más allá de la Luna; y tam
poco debe encontrarse inconveniente en reconocer
esa verdad y su Indudable mérito de primada, cuan
to que la raríz o razón de todas ellas es siempre la
misma; y que lograda la primera, por el mismo mo
tivo era lo probable lograr las otras dos victorias;
una simple cuestión de tener resuelto el proyectil
balístico Intercontinental ampliamente, al menos en
cuanto a «fuerza de impulsión» (ignoramos si tam
bién en cuanto a exactitud de dirección. y alcance,
de lo cual depende la de impacto).
Tampoco debe encontrar resistencia ese recono
cimiento de la verdad, porque bien pronto le ha
seguido el triunfo exactamente igual del Júpiter—
Juno-IV «Pioner» del Ejército americano, también
colocado como asteroide artificial alrededor del Sol,
después de su afortunado lanzamiento del día 3 de
marzo’ de 1959. Ello demuestra que los esfuerzos
americanos van consiguiendo realmente cerrar dis
tancias, y si, como parece, logran los carburantes de
alto poder de Impulsión, se pondrán a la, par en
Un Júpiter C con una cáscara o en
vuelta exterior y .varios estadios en
su vértice envió al Pioner IV de siete
kilos de peso más allá de Ja Luna co
mo asteroide del Sol. A este .Júpiter
modificado se le llamó Juno II
la «mcta» que para rusos y americanos señalen las
posibilidades actuales de la ciencia y la técnica, y
hasta puede que lleguen antes a esa meta Que flO
nos atrevemos a profetizar en dónde se encuentra...
No- se ha publicado todo lo Que se sabe respecto
al «T-3» ruso; y gran parte de lo publicado ha de
bido pasar inadvertido para tantos como no tienen
su atención fija en estos tan importantes aconte
cimientos y logros, de los que puede depender tanto
el triunfo de la ciencia humana como la ruina y
hundimiento de la civilización y la Humanidad por
muchos, muchos años; si se emplean todos estos
logros, unidos a la energía nuclear, como átomos
para la guerra, en vez de usarse como átamos para
la paz.
Lo cierto es que se posee bastante información
sobre las características generalés del T-3 soviético
y sobre su fabricación ya en las primeras serles;
incluso hay ciertas noticias de otros ingenIos que lo
superan y que se hallan en periodo de experimen
tación con los indicativos «T-4» (A y B), que pu
dieran ser simples aumentos del alcance del «T-3»
mediante adiciones de ayuda al despegue en cuanto
a motores auxiliares.
Sin embargo, hoy nos ocuparemos concretamente.
del «T—3».
Se sabe aue su longitud es de 36,5 metros, y. que
empleado como proyectil intercontinental de gue
rra, que fué su fabricación inicial, puede transportar
una «cabeza de guerra» (atómica) de 5 megatones
(equivalente a 5.000 toneladas de TNT.) hasta unos
14.000 kilómetros de distancia o albance.
Está constituido por dos cuerpos empalmados, ca
da uno de los cuales tiene su propio motor-cohete;
y un tercer cuerpo, que es el verdadero vehículo
espacial y que va colocado en el vértice, en él pues
to que debería ocupar el cono o «cabeza de guerra».
Ese vehículo espacial pesa unos 1.469 kilos (incluí
dos 361 de instrumentos científicos que lleva a
bordo).
Después de todas las impulsiones sucesivas de los
dos estadios, cuando terminado el combustible se
han ido desprendiendo las sucesivas fases y se que
da ya el vehíulo espacial volando solo y en virtud
nada más que de la velocidad remanente adquirida
en una trayectoria puramente balística, su veloci
dad es de 39.560 Km/hora, con cuya velocidad, a la
distancia a que ya se encuentra de la Tierra y lo
múcho menos sensible de la gravedad terrestre, le
resulta muy suficiente para alcanzar aquella «fron
tera» en que se equilibran sobre el móvil las atrac
ciones terrestre y lunar (en proporción a sus ma
sas e inversas del cuadrado de las distancias MóvilTierra y Móvil-Luna).
Una vez traspasada esa «frontera de equilibrio»,
se comprende que, puesto que entra en el campo
predominante d.c la atracción o gravedad, lunar,
con la mayor aproximación a la Luna aumentará
.
-
-
-
-
-
-
cada vez más su atracción, que actuará como un
motor que tirase del Móvil. Su acercamiento hacia
la Luna equivale a una caída sobre ella, sí vá en
su aproximada dirección, o en una caída tangeñ
cial parabólica, si va a pasar lo suficientemente
cerca de la Luna para que ésta lo atrape como sa
télite suyo antes de que aumente tanto su veloci
dad de caída o aproximación, que llegase a provocarse la «velocidad de escape» a la atracción lu
nar; si se verífica este «escape», será atrapado por
el Sól.
Al motor o «banco de hiotores» del cuerpo prin
cipal que produce el empuje para el despegue se
le achaca una impulsión de unos 265.800 kilos; y
se ha dicho que el sistema añádido de auxilio para
ésa operación del despegué inicial incorpora 5.200
kilos más de fuerza; se constituiría, si eso es ver
dad, una fuerza totál de 270.000 kilos, que no nos
atrevemos a decir que nos parezca exagerada, ya
que otros informes le achacan un total de 300.000
kilos de impulsión. Tal vez, como- hemos dicho, sea
esa combinación la que constituye el «T-4» Que se
dice en experimentación, y el lanzamiento del Lu
nik sólo sea un intento de aprovechamiento de las
pruebas de ese sistema.
Creemos Que el poderoso y afortunado ingenio fué
lanzado desde una base secreta, que ciertos infor
mes localizan en el desierto de Ust-Urt (al Este o
NE. del Mar Caspio). En una de las fotos que se
acompañan se ve un diseño del «T-3» comparativo
con el Atlas norteamericano; ambos son 1 C. B. M.,
es decir, proyectiles balísticos (hipersónicos) inter
continentales.
9
—
Los 270.000 (o los 300.000) kilos de impulsión al
despegue, en menos de .cuatro minutos, lograron
imprimir al Lunik una velocidad de unos 24.135
kilómetros por hora; en cuyo momento y agotado el
carburante de la primera fase o cuerpo principal,
se’ desprendió éste (constituído por el «T-3» de gue
rra) y empezó la combustión de la segúnda fase.
produciéndose enorme aceléración por la pérdida del
peso del combustible consumido y por librarse de
todo el lastre del cuerpo principal; al terminarse
la combustión del carburante de la segunda fase, el
vehículo hbiaogrado
una velocidad de 39.560 Em!
hora, máxima acumulada, que, como ya dijimos,
habría de bastarle para «pasar la frontera» e in
cluso resultó excesiva, si el propósito era colocarlo
como satélite de la Luna y no como asteroide al
rededor del Sol (que es lo que en definitiva re
sultó).
Esa velocidad de 39.560 kilómetros por hora son
unos 11 kilómetros por segundo, lo cual supera am
pliamente a la llamada «velocidad de escape» res
pecto a la atracción o gravedad terrestre a la dis
tancia a que entonces se hallaba va el Móvil. Esta
denominación (velocidad de esespe) es una, manera
de expresar el hecho de poder llegar a cruzar «la
frontera» de equilibrio de atracciones mutuas entre
dos planetas.
Ningún vehículo lanzado al espacio interpianeta
ri deja nunca de estar afectado y sujeto a la atrae
ció.”. del Sol y a la de todos los cuerpos celestes del
siste.na solar; lo que ocurre es aue. por la relación
de las distintas masas y sobre todo según sus dis
tanelas a todos esos cuerpos, siente de una manera
predominante y decisiva las influencias de algunos
(solamente por mayores masas o por más próximos)
y, en csmbio, -de una manera casi insensible las
de otros muchos... Por eso, estos probleloas se sue
len ‘redncir al Móvil y a los dos cuerpos celestes
más notablemente influyentes, y así se simplifica
a lo qu se llama «problema de los tres cuerpos»,
que ya de por sí tiene bastante complicación. De
este mcdo, un móvil no se escapa a un cuerpo que
lo teníL aprisionado, sino para caer prisio5ero de
ótro nuevo predominante. Nunca será libre.
SAPELITES
flICI.tLES
Eatrioula
8111-57
DE LA 215211 Y ISIIGTJLI3 5221712L58 (1325202152 );LISTA EL 15 EARZO1959
Vehículo
-
Nontre
A las veinticuatro horas de disparado se hallaba
el Lunik a unos 284.000 kilómetros de distancia de
la Tierra; o sea que llévaba recorridas las cuatro
quintas partes de su viaje hacia la Luna; y todavía
se escuchaban sus señales de situación e identifica
ción y sus mensajes cifrados: cue hasta ahora no
han podido descifrarse por los norteamericanos, pe
ro que proporcionaron nuevos datos sobre las po
sibilidades de los alcances y circunstancias de las
transmisiones
interespaciales luego comprobadas
con ocasión del afortunado lanzamiento del «P10ner—IV» con el «Júoiter-,Jüno II.», del Eército ame
ricano el día 3 de marzo de 195 (segundo asteroide
artificial).
La línea que separa los campos predominantes de
las atracciones Tierra o Luna sobre el Móvil la traspasó el Lunik ruso con una velocidad todavía rema
nente de unos 9.000 kilómetros hora, ue vino a
resultar excesiva para ouedarse o colocarse como
satélite lunar; ues á partir de ese momento y por
efecto de la atracción lunar empezó nuevámente a
aumentar hasta provoóarse la «velocidad de escape»
a la gravedad lunar demasiado pronto; escapó, pues;
a ella y cayó en el pozo de la gravitación solar..:,
como le ocurrió, en su momento, al «Ploner IV»
americano...
La órbita lunar la trasnasó el Lunik a eso de las
seis de la mañana el día 4 de enero, a una dis
tancia de la Luna de unos 7.500 Km. y con una ve
locidad mucho mayor que los 9.000 Km/hora con
que había entrkdo en el campo de predominio de
la atracción lunar.
Probablemente no se volverá a saber nunca más
nada del Lunik ruso ni del Ploner amerlano
pero
al menos no son ya las insignias soviéticas de la
hoz y el martillo las que giran con justo orgullo,
solas, alrededor del astro rey paseando un exclusi
vismo comunista, sino que las acompaña la estrella
norteamericana como un contrapeso o simbolo de
lo que ocurre dentro de nuestro planeta, entre esas
mismas dos tendencias o conceptos de la vida tan
completamnte
opuestos «comunismo marxista» y
«democracia capitalista».
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al Ejercoto
52110852—111
Jupitor—C(iR
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BM
—
y
1 as relaciones humanas
én el Ejreito
Comandante
de Intendencia,
José BENITO PELLICER, y Teniente de Intendencia,
Maílano
RODRIGUEZ DE VELASCO y SANCHEZ-PACHECO,
de la Pagaduria y Caja
Central
Militar.
El progreso de las ciencias ha dado un impulso
gigantesco a la civilización. La vieja discusión de
si el progreso material corre parejo con el perfec
cionamiento espiritual no anula el hecho de que
muchós grupos humanos han alcanzado un nivel de
vida material insospechado.
El avance de la técnica discurre en progresión
geométrica de deslumbrante porvenir, pero también
ha creado enfermedades que no existían en el pa
sado: desconcierto, inquietud, desconfianza y otros
problemas que han complicado el alma humana,
modificando la psique del hombre.
El milagro de la ciencia ha dotado al hombre
cómodo vestidó y. fácil alimento, ha creado una
máquina que trabaje para él y un vehículo que lo
transporte. Ha heóho desaparecer su aburrimiento
y ha matado la ántigua soledad material en que
parcialmente vivía, situándole ahora en medio de
una selva de instrumentos y personas que lo man
tienen ocupado todaslas horas del día.
Esta impresionante alteración ha originado en el
ser humano una intensa vida material.
El conjunto de trabajo material e intelectual, de
vida de nervios, de guerra de ideas, de orgullo y
grandeza mental han formado un hombre verdade
ramente difícil; cuya alma por lo menos debemos
hacer que sea lo menos inescrutable posible.
En términos generales podríamos exponer cón
tres ideas la situación actuál del «psique» humano:
No se conoce a sí mismo.
Conoce menos que nunca a los demás.
Confía demasiado en la máquina.
Las tres ideas están bastante•—coordinadas. La ter
cera es una consecuencia de las dos primeras. No
se conoce a sí mismo ni conoce a los demás, y él lo
sabe. En igualdad de casos actúa de diferentes ma
ñeras, y esto le conduóe a un gran desconcierto. No
ha encontrado explicación material alguna de esa
diferencia, pero tampoco se ha detenido mucho a
examinar sus factores.
Respecto a la máquina, diremos que, siempre exac
ta e imperturbable, en ella descansa la seguridad de
ese hombre. Nunca se queja ni
nada, y cuando
muere lo hace co,i silenciosa agonía. FIn ella, las
matemáticas nuflca fallan, y hasta cierto punto sus
resultados serán siempre conocidos de antemano. Es
su orgullo, algo que trabaja sin equlvocarse, siendo
la confianza en ella tal, que se ha pensado en sus
tituir completamente al hombre, a ese hombre que
puede actuar de diferentes m a n e r a s en iguales
casos.
Pero ¿por qué el hombre observa diferente con
ducta en casos iguales? ¿Por qué los resultados son
distintos cuando el subordInado en ciertos casos, in
térvlen,e en la decisión del jefe? Sencillamente, por
que ese «hombre nó estudiado» vive, siente y pien
sá, y circunstancias, despreocupadamente no anali
zadas, pueden cambiar enteramente el rumbo de ati
—
—
-
pensamiento y acción. Será preciso conocer ent’on’.
ces lo que siente y lo qué piensa, cómo actuaría si
se le aplicasen las normas A y B, para conseguir
un resultado C, y cuál de las dos sería mejor.
Este problema no es moderno, pero su magnitud
sí lo es. Conocedores los dirigentes de las Empre
sas públicas y privadas de la necesidad de aplica
ción del estudio humano a la técnica, tanto en la
producción en sí como en la Administración, vuelven
hoy la cabeza con ansiedad a una vieja ciencia
que ayuda a la solución de estos problemas: la Psi
cología. Desde hace varios años, gran número de
países se preocupan de que sus Administraciones
Públicas mejoren la eficacia de sus sistemas, colo
cándolas a la altura de las nuevas necesidades y
dotándolas de los medios precisos nar’ hacerlas lle
gar a su objetivo de «servicio público», ya que el
bienestai del ciudadano y la prosperidad y seguri
dad del país, dependen en- gran parte de su orien
tación y eficacia.
Para llégar a este fin, la Administración P’iIlca
puede aprovechar una serie de Iniciative s ‘esarro
lladas en el seno de las empresas privad
y fun
damentalmente los principios y las.téC icas de la
organización científica y humana del t abajo.
Toda organización, y más aún, tor’ reorganiza
ción, plantea grandes problemas h17.nanos. La efi
ciencia de un sistema depende prncinalmente de
la calidad, actitud y conocimiento de las personas
que Intervienen. El éxito de la r forma dependerá
de cómo sea acogida por el per onal afectado por
ella, y téngase en cuenta que ccntra lo que a veces
se cree.- con la racionalización y la mecanización,
la importancia del factor «ho’.nbre» no disminuye,
sino que aumenta.
Ya dijo alguien que la máCuina debe ser tratada
como máquina y el hombre como hombre. Se han
desenterrado
las .viejas teí,rías psicológicas para
crear una ciencia un poco nueva o por lo menos
con nuevas aplicaciones, qu nueda prestar grandes
servicios al Estado y a lar empresas privadas. Así,
hace ya algún tiempo que l Psicología y Sociología
Industrial suenan mucho como ciencias de corrien
te aplicación.
En los Estados Unidos ha llegado a ser tan Im
portante esta materia, que sus estudios har lle
gado a constituir verdad rras profesiones. En las em
presas americanas es 1recuente ver que la -cabeza
directiva suele recaer en una persona procedente
de Letras y Humanida des, especializada en los es
tudios del ser humano, o bien cuya solveíicla o
«salud» psicológica es sobradamente reconocIda.
La selección, dominio y conocimiento del perso
nal a sus órdenes,ser’In así los adecuados, y de ese
personal es precisamnte de quien depende e.l reí»
dimiento, éxito o frlLcaso de la Organización. Los
títulos técnicos tales como ingenieros, peritos, et
cétera, están relegads a ejercer cargos de segundo
.,
-
-
-
--
7T
11
-
orden, al mando de sus respectivos departamentos
o como asesores de. ese individuo que «todo lo
sabe».
En España, en la acVualidad, estos estudios están
adquirlendó ya cierta importancia, y algunas em
presas privadas se afanan en capacitar en la ma
teria a sus empleados, a partir de un cierto escalón
jerárquico.
En lo que se refiere a la Administración Pú
blica, la Presidencia del Gobierno, con el fin de in
teresar e invitar a la reflexión de estos problemas,
ha organizado en su Centro de Formación y Per
feccionamiento de Funcionarios una serle de cursos
muy bien orientados y desarrollados. A estos cur
sillos, en plan de seminario; asisten funcionarios de
todos los Departamentos Ministeriales, Interesados
y afectados por los temas discutidos, que intercam
bian sus diversas experiencias, aspirando no sólo a
llevar a la práctica una Iniciativa rica en posibi
lidades, sino a ofrecer un cauce para las Inquie
tudes de los que, dentro de la Administración Pú
blica, se preocupan por mejorar su efiac1a.
Uno de los cursos más interesantes que en la ac
tualidúd se desarrollan es el de Relaciones Huma
nas en la Administración PúblIca, al cual han asis
tido los autores de este asticúlo y en el que se
exponen los caminos de solución a ese tremendo
problema humano. que, al parecer, tiene planteado
hoy toda Organización.
Consideramos de gran interés los conocimientós
que nos brinda la ciencia psicológica al ser apli
cada a las organizaciones humanas, y creemos que
en el Ejército pueden ser fecundos los estudios y
aplicación de estos conocimientos.
Podría parecer, en un principio, que las carac
terísticas peculiares que implican, por una parte, las
jerarquías, y, por otra, las relaciones entre man
do y subordinados, revisten a la Organización Mi
litar de una coraza que la hace inexpugnable a la
Introducción de tales ideas; pero, en la actualidad,
son conceptos ya muy superados aquellos de que
el mando no necesita dar nunca explicaciones y
que las cosas se hacen porque sí.
Un Jefe que, mediante los adecuados conoci
mientos, haya adquirido buena «salud psicológica»,
sabrá oenetrar en los factores y estímulos que han
intervenido en la decisión del individuo, analizando
todas las circunstancias. Conocerá el momento opor
tuno en que su Unidad o Dependencia pueda opo
ner menós resistencia mental a una orden o con
tiaorden necesaria, y sabrá también ctiándo una
explicación a sus subordina’os puede ser tomada
como signo de debilidad o cuándo puede ser impres
cindible para la eficacia del p1an por él adoptado,
al hacerles sentir su Intervención en la decisión
.aue lo motIva.
He aquí un amplio campo de meditación y es
tudio para todos los mandos de nuestro Ejército,
al que’ deseamos contribuir con las Ideas genera
les que a continuación se exuonen.
CUALIDADES DEL MANDO
Teniendo en cuenta la couiplejidad del equilibrio
hombre-trabajo, se comurende la dificultad de con-
seguirle• sin analizar previamente los diversos fac
tores que lo condicionan, subdividiéndolos y reali
zándolos en todas sus nartes, para no enfrentarnos
desde el primer momento con toda la dimensión y
complejidad del problema, aunque sin olvidar la
interdependencia de tódos sus factores.
Suele objetarse que el mando de hombres es, an
te todo, un arte. Así es, pero aún este arte necesita
la utilización de una técnica, que es ureciso ense
ñar, para que un considerable número de mandos,
quizá no geniales, pero sí dotados de unas míni
mas aptitudes innatas, hasta desconocidas nor ellos
mismos, lleguen más fácilmente a dominar el di
fícil arte de mandar hombres. Sin dóminar la técnica del dibujo, del color, o las leyes de la armo
nía musical, difícilmente se llega a ser artista,
aun cuando, excepcionalmente, ciertos genios, es
decir, hombres superdotados, hayan podido—hasta
cierto punto—prescindir de un aprendizaje lento y
sistemático de ias técnicas necesarias para poten
ciar su temperamento artístico innato.
La adaptación dei hombre a la tarea es una de
las condiciones para la eficacia de los estímulos y,
por tanto, para el consentimiento de servir. Esta
adaptación incluye los tres aspectos principales si
guientes:
Orientación profesional.
Selección profesional.
Formación profesional.
En el aspecto de relaciones humanas, y para co
nocer cualquiera de sus problemas, hay que for
marse idea, como hecho fundamental, dó la propia
manera de ser del individuo, y se ha de procurar
comprender su conducta, que no será otra cosa que
el conjunto de reacciones a los estímu’os que recibe
del medio.
Los individuos se diferencian: Por sus aptitudes
y por su temperamento y carácter.
Por otra parte, la conducta denende no sólo de
los estímulos que recibe el sujeto y de sus aptitu
des y carácter, sino de los fines que se propone. El
hombre reacciona ante una circunstancia, on sus
aptitudes y su carácter, en vista de sus fines. Por el
hecho de tener fines, la conducta tiene sentido y
puede ser interpretada.
HábIto se llama a la formá de óbrar por reflejos
(sin intervención de la voluntad)., y, generalmente,
se refiere a movimientos musculares. En su mayor
parte se trata de respuestas automáticas, siendo
mínimas las verdaderas decisiones.
Actitudes (prejuicios) son las tprmas generales y
constantes (estereotipadas) de interpretar una si
tuación y reaccionar ante ella.
Estas actitudes condicionan las opiniones. Es el
punto de vista previo y médlante. el cual se puede
conocer por anticipado la reacción d una persona
y comprender su conducta.
Situación, aptitudes, temperamento y carácter,
hábitos, actitudes y fines, son, por tanto, los datos
fundamentales para definir una conducta.
La avtitud es solamente capai’idad para hacer
algo. Torios los Individuos tienen o poseen las mis
mas aptitudes básIcas. pero en distinto grado.
El carácter y temperamento son dff oiles de me
dir, pues se refieren más bien al conjunto de la
personaitdad, con sus reacciones globaies, pudiendo
ser clasificados, pero no, medidos (1).
Como fines fundamentales de la conducta, se en
cuentran:
La autoconservación (satisfacción de necesidades
biológicas, seguridad, defensa, etc.).
La autoafirmación (conocimiento, actividad. a.ven
tura, creación, etc.).
El contacto humano (amistad, amor).
El préstigio social,
Cuando la conducta alcanza los fines propuestos,
decimos que es satisfactoria, y cuando fracasa en
la consecución de un fin, éste puede ser’ sustituído
por otro. Pero el fracaso puede resultar inasimila
ble para el Individuo, y entonces la «conducta frus
trada» se caracteriza por su agresividad.
Una vez conocida a grandes rasgos la conducta
del individuo aislado, hay que tener en cuenta que
normalmente no trabaja solo, sino en grupo y sub
ordinado a otros individuos. Su comportamiento y
eficacia dependerán de ‘su adaptación al Grupo y
sus satisfacciones o insatisfacciones más profundas
se engendran por sus contactos personales.
Toda organización tiene una estructura legal, a
la que se incorpora el, funcionario al ser nombrado,
pero, en realidad, a lo que se incorpora es al grupo
humano que forma con sus compañeros, ‘con los que
está en contacto diario. y con su jefe directo. Este
grupo surge espontáneamente del contacto cotidiano
con cierta estructura funcional, lo que significa’que
cada individuo ocupa un puesto determinado y que
cada puesto supone una función especializada y
un determinado prestigio en el grupo. La primera
función que aparece en la estructura es la función
dlreótiva, y la función primaria del Jefe es la de
decidir en nombre del grupo. Es la autoridad la
característica del mando.
Tanto el último subordinado como el más alto
Jefe, forman parte de ese conjunto humano, que,
al igual que el Ejército, tiene una organización for
mal (legal), que se expresa en orgañigramas y re
glamentos. Pero el grupo real al que se incorpo:a el
Individuo es el grupo espontáneo que forma con
sus compañeros de trabajo y su jefe directo. A esto
se le llama organización informal (esrontánea), i
se extiende a la misma área que la organización
formal, existiendo, aún en los. escalor.es más altos
de dirección, grupos espontáneos y problemas hu
,manos.
La organización formal tiene por objetivo ex-.
preso la eficacia del servicio con espíritu de equipo,
moral y colaboración en’ loi principios básicos, para
la buena integración del’ individuo en la organiza
ción.
La organización espontánea tiene por objeto Im
plícito la satisfacción, la seguridad, el Interés y el
prestigio de sus miembros.
Si. coinciden los objetivos de ambas orgaiLzaclo
nes, habrá una moral alta de trabajo, de la que
resultará una eficacia en el servicio y la satisfac
ción de los funcionarios; pero si se oponen estos
objetivos, entonces tendremos una organización des
moralizada, ineficaz en su funcionamiento e lnsa
tisfactoria en sus resultados.
La coincidencia u oposición dependerá fundamen
talmente del Jefe del Grupo, ya que en él se crusan las dos organizaciones. Por un lado, puede lle.
gar a ser el Jefe espontáneo dei grupo que forma
con sus subordinados, ganándose su confianza y
colaboración. El Mando medio es la clave de la moral en el trabajo y pivote de su articulación.
Llegados ya a la función de mando, podremos
considerar tres apartados:
A) Cualidades personales del mando.
E) Política del mando.
C) Dificultades del mando.
Estos tres apartados podrían resumirse, diciendo
que para que una persona sea un buen mando es
necesario:
1.0 Que tenga cualidades para serlo.
2.°
3° Que
‘Que tenga
le dejeninterés
serlo. en serlo.
A) Cualidades nersonales.—e han hecho infini-.
dad de estudios, encuestas y análisis, para tratar de
llegar a conocer las cualidades que debe reunir un
buen mando. Con todas las opiniones obtenidas,
incluso las diferentes y discrepantes, se podría es
ablecer:
1.0 Decisión, iniciativa, responsabilldad.—Decidir
es la función principál del mando. Decidir implica,
en cierto modo, adelantarse a los demás en prever
las posibilidades. La iniciativa implica confianza en
sí, mismo, para enfrentarse con la responsabilidad
(seguridad), e Implica, sobre todo, aceptarla.por los
resultados de las decisiones.
2.° Inteligencia. Capacidad profesional. Experien
cia profesional.—Hay que disponer de un cierto ni
vel intelectual, no inferior al de los subordinados,
y de un dominio técnico, derivado de los conáci
mientos profesionales y de lá experiencia.
3.° Actividad. Vigor físico. Capacidad de traba.
jo.—El ejercicio del mando exige una actividad y
tensión constantes, apoyados en bases fisiológicas
firmes. A nadie se le oculta que en determinadas
condiciones de estado físico no se pueden aceptar
puestos de mando activo.
4,0
Euiiibrio emotivo.—Ya que la responsabili
dad pesa, le será preciso un equilibrio emotivo ex
terior (control), así como interior, toda vez que sólo
un hombre sereno puede Influir sobre los demás.
Con este equilibrio se conseguirá tener coordinadas
la serenidad, flexibilidad, constancia de humor, op
timismo, etc.
5° Integridad moral.—Abusar de la situación en
provecho
propio, mentir o disimular, para escapar a
(1) Por la caracteriología del individuo, encontraría
una
responsabilidad,
hacer promesas a sabiendas dé
mos:
‘Introvertidos y extravertidos (Jung)’ (vida dirigida al que no se pueden cumplir, incapacita para el mando
interior o al exterior).
6.° Aptitud para el trato humano.—Esto implica
Esquizotímicos (asténicos) y ciclotímicos (pícnicos) interés por. los subordinados, tacto fácil, simpatía,
(Kretshxier).
Nerviosos, sentime’htaies;coléricos apasionados, sanguí facilidad de palabra, saber hacerse entender. El
mando que no tenga don de gentes tendrá un gran
neos, flemáticos, amorfos y a.píticos (Heymans).
Controlados, histeroides, maníacos, exaltados, depresi problema de preocupación para desarrollar su mi
sión.
vos, autistas, paranoides y epileptoides (Rosanof).
.
‘
—.
13
Sentido práctico.—Áptitud tan difícil de definir como fácil de comprender. Sentido de la rea
lidad, oportunidad, prudencia, flexibilidad, etc.
8.’ Capacidad organizadora.—lJn nando incapaz
de organizar su trabajó y e de los demás es com
pletamente ineficaz. }‘uede despegarse mucha ac
lividad y conseguir muy poco. Según la clase de
trabajo que tiene que desarrollar, así será la ca
pacidad que se precise.
B) Política del mando.—La autoridad se recibe
con el nombramiento, pero, a la vez, es el margen
de confianza y colaboración que le conceden sus
subordinados y que ha de conquistar.
E:L Jef e, como Jefe de un grupo, debe conocer e
interesarse por los problemas individuaes y colec
tivos del mismo. Debe conocerse a sí mismo—según
Sócrates, es el principio de la sabiduria—, pues to
das las características enunciadas anteriormente son
adquiribles o mejorables, y hasta la taita de inte
ligencia se puede compensar con el asesoramiento.
Lo principal es reconocerse la falta de conocimien
to, pues si se considera él mismo como un Jefe per
fecto, nada hay que hacer. Ls preciso un profundo
examen de conciencia periódico, para sacar las con
secuencias oportunas, en cuanto al mejoramiento de
tas condiciones de mando.
Podemos igualmente señalar que el Jefe debe ser
ejenplar, debe decidir y asumir responsabilidad en
los asuntos que interesan al grupo y debe; al en
frentarse con un problema, tener en cuenta la si
tuación total y sus repercusiones, pensando que en
el grupo todos los problemas son solidarios. Esto
es difícil y normalmente no se tendrá tiempo para
prever cómo va a repercutir la decisión tomada.
Igualmente, se debe estimular, más que castigar;
constituyendo esto. la clave del éxito, porque si el
grupo pierde la confianza que en él depositó, en
cuanto vUelva la espalda, o se ausente, nadie hará
nada de provecho.
Nada tiene que ver esto con que el Jefe Sea poço
o muy exigente, que sea duro o. blando; lo que el
grupo quiere es que sea justo, rechazando al Jefe
que no lo es, o al que rehuye las responsabilidades
de su puesto.
No basta, por tanto, que dicte órdenes, es nece
sario que consiga la colaboración activa en el cum
plimiento de las mismas. Por otra parte, toda or—
den que introduzca cambios én .ias costumbres, en
el funcionamiento o en -la estructura del grupo, tro
pezará yconla lacolaboración
resistencia mayor,
de éste. según
La resistencia
será
menór
la confianza
.‘
•
-
•
.
que el grupo tenga en el Jefe; si se le ha dado
previamente una información concreta, que haya
creado la debida confianza, y si el grupo ha parti
cipado en la decisión de la orden o en el modo de
ejecutarla, la cooperación que presten será, indu
dablemente, más entusiasta.
Queda; por último, hacer una postrera observa
ción, un individuo mal adaptado o insatisfecho en
su puesto, no puede ejercer un buen mando. Hay
que estimular, sobre todo, a los mandos medios, va
lorar, premiár, etc, pues si no la triste realidad es
que habrá una marcada tendencia a que nadie ten
ga interés en hacer ndá.
El personal puede tener aspiraciones, que al no
ser conseguidas, le conducirán á una notable de
cepción en su esperanza. Ese hombre posiblemente
se considerará un fracasado y este fracaso condi
.
ciona y explica muchas conductas insatlsfactorias
en ci mando, pero es frecuente que no por ello aban—
done la orgañización o su puesto de trabajo.
nn estas condiciones, es tanbiéi posibie que haya
varios, y si él ha Iracasado será muy diticil que se
preocupe de sus subordinados, observando una con
ducta deficiente. En este caso, esa organización con
tará entonces con unos elementos que sólo le ser
virán de descomposición interna.
C) Dificultades del mando.—Todas las comisiones
europeas que se han desplazado estos últimos años
a los Estados Unidos, señalan como causa prin
cipal de la alta productividad de aquella nación,
la mejor utilización del potencial humano, graciás
a una Filosofía de Mando, más práctica que nega
tiva, orientada hacia unas mejores relaciones hu
manas, en las cuates el Jefe ya no se describe como
el hombre capaz de imponer al gropo su voluntad
personal y de incitar a que ie sigan los demás, sino
como el éoordinador y catalLador de todas las vo
luntades y energías.
Véase la siguiente comparación que hace E. Gor
don Selfridge, en «Luz», sobre el mando:
El Jefe ordena a sus hombres.
Un verdadero Jefe «guía» a los suyos.
El Jefe cuenta con su autoridad.
Un verdadero Jefe «consigue» la buena voluntad.
El Jefe tiene a sus hombres temerosos e in
quietos.
Un verdadero Jefe «levanta» su entusiasmo.
El Jefe dice «yo».
Un verdadero Jefe dice «nosotros».
El Jefe dice «estén a la hora».
Un verdadero Jefe «consigue» que lleguen antes
de la hora.
El Jefe se rebela contra las pausas.
Un verdadero Jefe «organiza» las pausas.
El Jefe sabe cómo tiene que hacerse.
Un verdadero Jefe «enseña» cómo hay que hacer.
El Jefe hace del trabajo un carga.
Un verdadero Jefe hace del trabaj3 una distrac
ción.
El Jefe dice «vayan».
Un verdadero Jef e dice «vamos».
En resumen: No se puede llegar a un mando más,
inteligente sólo con la aplicación de ciertas téc
nicas, sino que háy que integrar éstas en una sis
temática dentro de una cierta Filosofía del Mando.
En sentido negativo no se puede ser paternalista,.
aunque sí- paternal. En sentido positivo, hay que
ejercer una efectiva caridad hacia nuestró seme
jante, que en la práctica supone tener fe en el
hombre, si no teológica, pOr lo menos pedagógica.
Esta visión, un tanto optimista, no abunda dema
siado, impidiendo una efectiva interpretación del
mando, en el sentido clásico, y óbstacuizando tina
efidaz utilización del potencial humaño, para alcan
zar una mayor productividad en todos los órdenes.
—
—
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—
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—
.
Bibliografía consultada:
Productividad y mando de hombres, Roberto Cu
ñat.
Human relation in modern Business.
O-1.—«Curso de Relaciones Humanas», en la Pre
sidenclá del Gobjerno.
O-3.—-*<Cursode Orgánización y Método».
lO-O-1.—«Ciirso Company Officer», en la Esbuela
de Intendencia de Fort Lee (Estados Unidos).
.
;1]
La radioconlaminadoji de alimeji tos
porlacaldade
polvo radiactivo;0]
Comandante
Veterinario
tion br
Radio-Active
Pedro LA BANDA EGIDO, Alumno del Curso de “Examina
Contarnination
of Food”, en Wáshington
el otoño de 1958.
para atenuar el efecto de las bombas atómicas
o termonucleares (construcción de refugios,
El aprovechamiento de la energía atómica adopción de adecuados sistemas dé alarma a
—bien sea con fines bélicos o pacíficos—ha dado distancia, disposición previa de rutas de evacua
ción, disponibilidad de medios terapéuticos para
lugar a la aparición de nuevas misiones, neta
mente veterinarias, que no pueden ser ignora— atender a heridos o quemados, diseminación de
efectivos o instalaciones, etc.), no menos lógico
cias si pretendemos salvaguardar el estado sa
es prever las posibles complicaciones que, como
nitario de las tropas o de la población civil.
En general, cuando un iúveuto es realmente consecuencia de la caída de polvo radiactivo,
trascenclénte, las consecuencias de su aplicación pueden surgir en sitios muy alejados del lu
o utilización abarcan las mas diversas esferas y gar de explosión. Y una de estas complicaciones
campos sociales. Y así, la energía atómica, en es la posibilidad de contaminación radiactiva de
sus dos aplicaciones de paz o guerra, ha ejercido aguas y alimentos; complicación indudablemen
te grave, ya que, en tiempos de guerra, los
influencias, quizás no suficientemente conoci
das, sobre los más diversos aspectos de la vida supervivientes de un ataqúe atómico necesita
de cada día. Ha influido grandemente sobre los rán suministrós de medicamentos, agua y ali
conceptos de táctica y estrategia; ha fectado a mentos con la mayor urgencia posible, pues en
la Logística; en breve plazo revolucionará la las proximidades del punto cero habrá queda
industria; ha facilitado a la Medicina nuevas do todo, o casi todo, en un estado de lamentable
armas de lucha contra laenfennedad; facilita
inutilidad.
rá, mediante estudios del metabolismo, el lucre
GENESIS DEL POLVO RADIACTIVO
inento de las cosechas y el aumento de rendi
miento de las producciones pecuarias; y.. en el
La explosión de un artefacto atómico ó ter
campo de la inspección de sustancias alimen
monuclear genera temperaturas superiores al
millón de grados, determinando la vaporización
ticias ha promovido nuevas obligaciones y nue
vas responsabilidades, como consecuencia de la de los materiales encerrados en la bola de fue
posibilidad de que los alimentos aparézcan con go, materiales que al sobrevenir el enfriamién
contaminaciones radiactivas que pudiesen po to recobran el estado sólido en forma de peque
ner en peligro la vida de los consumidores.
ñísimas partículas qué se adherirán al polvo, tié
Desde el incidente del «Fukuryu Maru iúm. 5, rra, cascote fino y gotas de agua que hayan sido
en el qué la tripulación de este pesquero japonés succionadas, instantes después de la explosión
resulté irradiada por una auténtica ducha de como consecuencia de la ascensión brusca de las
polvo radiactivo—procedente de la explosión de masas gaseosas sobrecalentadas, cuya ascensión
la bomba americana de hidrógeno del 1 de mar
establecerá un auténtico tiro de chimenea en la
zo de 1954—,el problenm de la radiactividad de parte central de la nube.
las cenizas procedentes de las explosiones ató
Los componentes de la bola de fuego—entre
micas o nucleares, llamó poderosamente la aten
ellos los productos arrastrados de la superficie
ción del mundo civilizado como un importante
de la tierra—sufren una transformación radiac
problema que afecta a la vida de la humanidad.
tiva bajo el influjo de los neutrones liberados
Y así el Gobierno japonés ordenó el decomiso en la explosión; transforníación en virtud de la
del pescado que revelase 100 ó más contajes por• cual los elementos estables se han convertido en
minuto, lo que dió. lugar a la inutilización de inestables o radiactivos.
medio millón de kilogramos de tal producto en el
Los materiales mencionados descenderán ha
espacio de tiempo eomprendido entre el 18 de cia el suelo con más o menos rapidez, según su
marzo y el 31 de diciembre de 1954.
volumen. Los norteamericanos denominan tdrop
Si es lógico adoptar las medidas necesariás out» a los materiales que por su considerable
INTRODUCCION
15
volumen caen a tierra inn-iediatamente espués
de la explosión, y en lugares no muy alelados del
punto cero; en tanto que denominan fallout»,
y nosotros ll.uvia radiactiva» o caída de polvo
radiactivo, a los materiales que, por estar fi
namente divididos, caen más lentamente, pu
diendo alejarse mucho; cuando estos materiales
son arrastrados por la lluvia reciben el califica
tivo de «rain-out», o lluvia radiactiva, auténtica.
La cantidad de polvo radiactivo generado en
una explosión depende tanto de la potencia del
ingenio atómico, como de la altur relativa de
explosión y de las características geofísicas del
punto cero.
Cuando se trata de una «explosión en el aire»,
es decir, cuando la. bola de fuego no llega a to
car el suelo, la lluvia radiactiva será de menor
importancia, revistiendo peligro para una redu
cida extensión de terreno.
Al no tocar 1a bola de Íuego en el suelo, no se
producirán volatilizaciones de materiales terres
tres, ni el tiro de chimenea de las masas sobre
calentadas será suficiente para succionar canti
dades considerables de tierra, polvo, cascotes o
agua.
En cambio., cuando la explosión sea «en super
ficie», es decir, cuando la bola haga contacto
con el suelo, se producirá una considerable suc
ción de los productós de la superficie, arrastran
do toneladas de polvo o agua que podrán llevar
el peligro a zonas muy extensas y lugares muy
alejados del lugar de explosión.
Sin embargo, la cuestión altitud es completa
mente relativa. Y así una altura de explosión
de 650 metros, por ejemplo, será, desde luego,
«explosión en el aire», en el caso de una bomba
atómica convencional; en tanto que en el caso
de una bomba de hidrógeno se trataría de una
auténtica «explosión en superficie», ya que la
bola de fuego de esta última puede alcanzar un
diámetro de. varios kilómetros.
En el caso de las bombas atómicas, la lluvia
radiactiva máxima se alcanza con las explosio
nes a alturas inferiores a los 150 metros.
Las explosiones en el agua, y en lugares pró
ximos a la costa, provocarían fenómenos de con
taminación realmente graves, ya que las embar
caciones atracadas en puerto, las instalaciones
portuarias y las aglomeraciones urbanas de las
inmediaciones resultarían bañadas por reales e
intensísimas nieblas radiactivas.
CAUSAS QUE CONDICIONANLA CAA
DEL POVO RADIACTIVO
Al ceder los fenómenos de violencia de la ex
plosión, y la inestabilidad atmosférica ocaso
nada por aquéllos, las partículas suspendidas en
16
el aíre, caerán sobre tierra en virtud de la ac
ción de la gravedad. El tiempo o duración de
esta caida es función de muchas variables, en
tre las que cabe señalar: la altitud de explosión,
categoría de la bomba, tamaño de las partícu
las, densidad de los materiales, condiciones me
teorológicas locales, etc.
Las partículas muy pesadas (<drop-out») cae
rán muy rápidamente; pero las partículas finas
permanecerán flotando durante un períddo de
tiempo que estará en razón inversa del diámetro
de aquéllas y de la densidad del material de que
estén compuestas.
Como norma general, para averiguar la velo
cidad de caída (expresada en metros por hora),
puede aplicarse la fórmula siguiente:
flZ
ci
V.=
10
en la que D2 es el cuadrado del diámetro de las
partículaspresado
en micras, y ci es la den
sidad.
Y así, las partículas de 10 micras de grosor,
con densidad 3 y situadas a 9.000 metros de al
tura, llevarían como velocidad de calda:
.
102.3
=
30 metros por hora.
10
Y, por tanto, el tie1ipo de caída de las mismas
sería: 9.000 : 30 300 horas.
Debido al predominio de las partículas de gro
sor relativamente grande, puede considerarse que
a las ocho horas y media de la explosión ha
caído el 50 por 100 del material radiactivo de
una nube atómica de altura máxima de 13.000
metros
Sin embargo, el 50 por 100 restante puede ser
esparcido. merced al empuje del viento, a lo lar
go de muchos kilómetros.
Y así llegó a observarse, después de una ex
plosión .en Nuevo México, la caídá de polvo ra
diactivo en un valle situado a 1.600 Km. del lu
gar de explosión, dando lugar a la, contaminación
de paja, que asimlsmo confirió radiactividad al
cartón fabricado con ella.
E. W Titterton señala, en un gráfico, cómo la
explosión atómica de Nevada de 7 de marzo de
1955 dló lugar a la formación de una nube que
(si bien con actividad cada vez menor, debido a
la sedimentación progresiva del polvo- radiacti
vo) atravesó los -Estados Unidos desde la parte
occidental hasta la costa atlántica. No obstante,
desde el estado de Utah la.iluvia radiactiva re
gistraba una actividad inferior a 1 miliroentgen.
Ocho horas después de la. explosión de Bikini
del 1 de marzo de 1954 el polvo radiactivo había
llegado a una estación de observación situada
.—
•
•
•
a 160 millas del punto cero, continuando el paso
durante varias horas. Las finas partículas de po1yo de esta nube parecían ser nieve sobre los lu
gares donde se posaron. Procediendo del coral del
atoil, eran realmente partículas de cal viva que
se. apagaban a medida que descendían a través
de la atmósfera húmeda, habiendo ádquirido ca
rácter adhesivo al llegar al suelo.
En general, la imagen de una nube radiactiva
tiene forma elíptica muy alargada, adquiriendo
otras veces la forma de puro. Sin embargo, esta
silueta puede resultar alterada por los vientos
locales o por coitdicion.es meteorológicas dizer
sas, condiciones que, por otrg parte, y en virtud
de fenómenos no bien explicados hasta la fecha,
han
en radiactividad
ocasiones precipitaciones
de
polvodeterminado
radiactivo con
anormalmente
A
categoría megatóñ) ha demostrado que la vio
lencia explosiva imp.ulsa a la nube con tal ener
gua que parte de ella atraviesa la tropopausa y
llega a la estratosfera, alcanzando alturas de
26.000 metros y aún más. Los vientos estratos
féricos arrastran las cenizas de la nube, disemi
intensa. Así sucedió que en una rona del Etado nándolas prácticamente por todo el globo. En
de Nueva York (a unos 3.700 Km. del lugar de el caso concreto de estas nubes estratosféricas, se
explosión), un día de. violenta, tSrmenta con apa
considera que solamente un 10 pór 100 de las ce
rato eléctrico se observó una auténtica lluvia nizas radiactivas alcanza la tierra anualmente;
radiactiva que—según los lugares—mostraba ac lo cual equivale a admitir que el polvo radiac
tividades comprendidas entre 0,2 a 120 miliroent
tivo de una bomba de hidrógeno podrá estar
gen hora, con lecturas intermedias de 5, 15 y 70 cayendo en la tierra (con el peligro mayor o
miliroentgen.
menor que esto encierre) durante diez años des
La sedimentación del polvo radiactivo de las pués de la explosión.
nubes formadas en una explosión atómica (por
ser
de en
la el
potencia
más función
breve que
caso de del
unaartefacto)
bomba deserá
hi
PELIGRO ENCERRADO EN LA LLUVIA
drógeno. La nube de uña bomba atómica no sue
RADIACTIVA
le rebasar los 13.000 metros de alttira, altitud
empleo de artefactos atómicos o termonu
en que se admite pertenece a la tropopausa o
zona límite entre la troposfe.ra (región donde cleares da lugar a numerosos problemas que caen
bajo el dominio de la Inspección de Alimentos.
existen
movimientos
de convección,al donde
temperatura
decrece gradñalrnente
áscenderla
Las radiaciones del material componente del
polvo o lluvia radiactiva pueden afectar al hom
y donde se forman las nubes) y la estratosfera
(o región donde el descenso térmico con la al bre y animales por dos vías: la ‘externa, en cuyo
titud es insignificante y donde no hay formación caso la radiación más importante que hay que
considerar es la gamma—debido a tener un po
de nubes ni movimientos de convección). Ordina
riamente, las bombas atómicas incluidas en la der. peñetrante sui5erior a las radiáciones alfa
categoría kilotón, no atraviesan la tropopausa, o leta—; y la interna, por medio del agua o ali
que en este. caso se comporta corno tina auténtica
mentos, en cuyo caso cualquiera de las tres cia.
barrera física. Pero la explosión de las bombas ses de radiaciones pueden ejercer su acción no
de hidrógeno (cuya potncia entra dentro de la civa, ya que entonces las radiaciones de escaso
.
.
.
$
T ATO.Sg
R4
e6•00
,.
p.
e
poder de penetración no resultarán absorbidas
por el aire, sino por los tejidos de los aparatos
digestivo o respiratorio (según haya sido con
taminación por ingestión o por inhalación), de
terminando ionizaciones muy superiores a las en
gendradas por las radiaciones gamma de pro
cedencia exterior.
A fin de poder determinar la peligrosidad de la
lluvia radiactiva, en Estados Unidos se han lle
vado a cabo trabajos para determinar el índice
de absorción de los elementos radiactivos por las
plantas (teniendo en cueñta que estas plantas,
más tarde, han de ser ingeridas por los animales
o personas, pudiendo ser una fuente de radiac
tividad cuya intensidad debí. ser determinada).
Para ello administraron a los animales produc
tos vegetales (cebada, bisalto, avena y ballico)
cultivados en terrenos contaminados exuerimen
talmente. El radioisótopo utilizado fué el Estron
cio-90; y la conclusión fué que el consumo de
aquellas plantas no resulta nocivo; si bien no
se sabe lo que acaecería en el caso de que las
plantas hubiesen sido cultivadas años y más años
sobre terrenos de suelo fuertemente contami
nado.
En cambio, cuando la contaminación de la
planta no es interna (por absorción de produc
tos, radiactivos a través de sus raíces), sino ex
terna, por el polvo radiactivo depositado sobre
la superficie de las hojas y tallo, el peligro para
las especies consumidoras es indudable, sobre to
do cuando entre los radioisótopos se encuentran
elementos que, como el cesio, estroncio, bario y
lodo, tienen una importante actuación fisioló
gica.
En caso de no descubrir la contaminación ini
cial de las plantas, podrían resultar contamina
dos con niveles peligrosos de radiactividad los
animales que consumiesen aquéllas, y posteriormente, las tropas o población civil que ingiriesen
las carnes de tales reses.
Existen ciertos radioisótopos, como el Fósfo
ro-32 y el Plutonio-239, que en cantidades pe
queñísimas son capaces de producir la muerte;
existiendo otros que ‘por los esoeciales lugares
donde se fijan pueden constituir un grave peli
gro, pese a que en la lluvia radiactiva existen
en cantidades insignificantes. Tal es el caso del
Estroíicio-90, que por fijarse en los huesos pue
de dar lugar a la formación de tumores óseos.
En los Estados Unidos se tiene un creciente
interés por el radioisótopo últimamente mencio
nado. existiendo datos sobre la acumulación de
.éste en el suelo. Se ha observado que desde 1954
ha aumentado el contenido de radioestroncio en
el suelo, hasta adquirir un valor de 25 milicu
ries por milla cuadrada. La inquietud existente
en torno a estos problemas (y a tal palabra le
18
-
damos el significado de deseos de saber y no el
de miedo irresponsable) queda reflejada en las f re
cuentes referencias periodísticas relativas a los
niveles de Estroncio-90 existentes en la leche.
Y es que, en efecto, es notable asimismo el in
cremento que la leche preseñta en su contenido
de radioestron cío; Incremento sometido a oscila
ciones estacionales, achacables quizás al régimen
de estabulación a que están sometidas las vacas
durante el período invernal.
En pruebas realizadas en Francia con Fósfo
ro—32 se ha visto que en las reses lanares sacri
ficadas a las cuatro horas de una inyección in
traperitoneal
de tal radioisótopo, existía una
verdadera acumulación de la radiactividad en las
vísceras (sobre todo en hígado y riñón). Ame
dida que se retrasaba el momento del sacrificio,
se observaba un decrecimiento radiactivo en vís
ce ras y un aunento en los ‘huesos; llegando a
ser similares en el hígado y en el músculo a los
cuarenta días; en contraste con los datos mos
trados una hora después de la inyección, en cuyo
momento los valores encontrados en el hígado
eran veinte veces superiores a los del músculo a
igualdad de peso.
La administración a ratas de la carne corres
pondiente a las reses sacrificadas al poco tiempo
de su contaminación experimental, se acompañó
de una pérdida del 10 al 17 por 100 de su peso
hacia las tres a cuatro semanas de estar sorne
tidas a tal régimen alimenticio, mostrando ‘as1—
mismo algunas alteraciones hemáticas. Sin em
bargo en el caso concreto de la radiocontarni
nación de carnes por el Fósforo-32, el problema
no sería extremadamente grave, ya que, ten lendo en cuenta la corta vida media de tal radioisó
topo, dichas carnes podrían descontaminarse es
pontáneamente por la acción del tiempo y bajo
el control y vigilancia del veterinario encargado
del frigorífico.
También en el Japón se han hecho experien
cias con este radioisótopo, administrando a las
gallinas alimentos contaminados con cenizas ra
diactivas. Al día siguiente de la ingestión •se
apreció radiactividad en la clara y en la yema
del huevo; observando, tras el sacrificio al sépti
mo día, que la radiactividad quedaba casi limi
tada a las vísceras y médula, estando el resto
de la canal muy ligeramente contaminado.
PAPEL D VETERINARIOANTE LA RA
DI000NTAMINACION DE ALIMENTOS
Ante la presencia de un peligro como el de la
radiocontaminación de alimentos, tan absurdo
sería exagerar los temores (que nos harían caer
en movimientos de psicosis colectivas), como me—
nospreciarlos. La radiocontaminación de alimen
tos ,es un peligro potencial que se transformaría
en actual o real, para las poblaciones consumi
doras, en el caso de que se procediese a la utili
zación de aquéllos sin coitról o vigilancia de los
técnicos encargados de su inspección. Pero al
mismo tiempo dicho peligro no es tan tremen
damente exagerado como para dictaminar un ru
tinario, ligero y antieconómico decomiso y des
trucción de todos los alimentos contaminados.
Este es el importante papel del veterinario; y
ésa es su gran responsabilidad. Y’para poder lle
gar a la emisión de un dictamen correcto, y o
rresponder al honor de la responsabilidad de
positada sobre sus hombros, el técnico. veterina
rio habrá de seguir con paso firme las tres fases
de que consta su misión: detección, valoración e
interpretación.
Mediante aparatosadecuados (cuya enumera
ción y descripción se salen de los límites que nos
hemos impuesto en estas líneas), el veterinario
podrá señalar qué alimentos son los que han
sufrido radiocontaminación por el polvo radiac
tivo. Con los datos obtenidos con los detectores
de que deben estar dotados los equipos de cam
paña,. podrá obtener una idea bastante aproxi
mada del grado de contaminación y posibilida
des dé consumo de los alimentos. Mas cuando
faltase esta seguridad, o quisiese efectuar una
determinación mas precisa de la actividad de
los radioisótopos contaminadores, procederá a la
obtención de muestras para su remisión a los
correspondientes laboratorios fijos del. servicio,
en donde, manejando contadores de extraordi
naria precisión, se adquirirían los datos precisos
que han de indicarnos la posibilidad de consu
mo de los alimentos o la necesidad de su deco
miso.
En tales laboratorios filos, mediante la deter
minación de la vida media del radioisótopo y la
obtención de las curvas de energía de su radia
ciones, podría llegarse a la identificación de
aquél; si bien esto no sería realmente necesario
más que en determinados casos.
Tras el estudio de los datos recogidos y siem
pre
sobre la tolerables
base de los(que
niveles
máximos
de rael
diactividad
habrá
señalado
Servicio de Sanidad Militar), el veterinario ten
drá suficientes elementos de juicio para disponer
el decomiso y destrucción de los alimentos, su
descontaminación o su utilización directa, según
proceda.
NORMAS DE
:TER
GEIRAL
Cón carácter general pueden señalarse las si
guientes directrices:
a) Todos los alimentos que hayan podido ser
afectados por el flujo neutrónico de una explo
sión atómica serán destruidos o decomisados; ya
que bajo la acción de los neutrones muchísimas
de las moléculas del alimento se habrán conver
tido en materias radiactivas. Este es l caso de
todos los productos alimenticios situados dentro
del área de destrucción, a menos que hubiesen
estado albergados en almacenes subterráneos o
edificaciones de cemento de gruesas paredes.
b) tos alimentos contaminados por la caída
de polvo radiactivo sufrirán, como es lógico, con
taminaciones de superficie. Teniendo esto en
cuenta, distinguiremos los siguientes casos:
1.0 Vegetales.—Las frutas de piel pueden ile
varse al consumo, tras el lavado y pelado de las
mismas. Igual proceder debe tenerse con los tu
bérculos. Las verduras precisarán lavado y de
terminación subsiguiente de la radiactividad;
probablemente será necesario el decomiso. Los
cereales, puesto que no permiten el lavado y se
cado posterior, deberán ser almacenados en nue
vo local para la determinación de su radiactivi
dad a intervalos semanales. Mediante la obser
váción del ritmo de decaimiento espontáneo de
su radiactividad podría determinarse el momen
to de su consumo por el ganado, o de su trans
formación en harinas panificables.
Las harinas radiocontaminadas—aunque por
seguridad de las tropas podrían ser decomisadas
inmediatamente—permitirían,
en casos de esca
sez de tal artículo, la adopción de medidas de
almacenamiento expectante, como en el caso de
los cereales.
A este respecto podrían hacerse estudios sobre
la posibilidad de utilización de estas harinas,
tras seguir la técnica de descontaminación que
recomendaban ciertos Ejércitos durante la pa
sada guerra, cuando instruían acerca de la desimpregnación de harinas iperitadas.
Se basa dicha técnica en la inmersión de las
sacas de harina en recipientes de agua, en don
de se mantenían durante varios minutos. Ex
puestas a continuación al aire durante varios
días, se formaríá una costra de unos 2 6 3 cen
tímetros de grosor en el Interior de la saca, y en
19
íntimo contacto con su trama. Un cribado pos
terior separaría la harina interior de la costra; y
ulla posterior determinación de la radiactividad
de la harina nos señalaría las posibilidades de su
utilización.
2.° Alimentos frescos de origen animal.—Las
canales contaminadas serán examinadas deteni
damente, procediendo al expurgo de las zonas que
revelen radiactividad de consideración, siempre
y cuando la contaminación no esté generalizada.
Las canales de radiactividad’,general poco inten
sa, así como las porciónes de canal que queda
ban tras el expurgo expresado en el párrafo an
terior, serán almacenadas en frigorífico, al ob
jeto de que tenga lugar la descontaminación es
pontánea de sus carnes; procediendo diariamen
te al control de la radiactividad de las canales
almacenadas.
Las canales con radiactividad intensa, así co
mo las partes expurgadas según lo expresado en
el primer párrafo de este ‘apartado, serán des
truidas.
La leche que muestre contaminación superior
a los niveles tolerables será decomisada e in
utilizada, ya que por tratarse de fln alimento f á
cilmente perecedero resulta absurdo pretender su
almacenamiento hasta conseguir su descontami
nación espontánea..
Los huevos serán directamente utilizables tras
lavado de la cáscara con detergentes o alcali
nos, e inutilización de la misma, tras la aper
tura de aquéllos.
3•0
Conservas.—Las conservas no protegidas
(jamones, bacalao, etc.) deberán ser raspadas a
fondo y almacenadas a continuación, para des
contaminación espontánea, si tras el raspado se
apreciasen niveles de radiactividad que rozasen
la peligrosidad.
Las conservas protegidas con tripa serán uti
lizadas, previo desnudamiento, siempre y cuan
do se efectúe determinación subsiguiente de la
radiactividad y ésta sea de escasísim.o valor. Si
-
después de desnudarla mostrase actividad nota
ble, deberá ‘decomisarse.
Las conservas enlatadas son utilizables direc
tamente, previo lavado de los envases con solu
ciones detergentes o alcalinas.
c) Ante el caso de utilización de reses conta
minadas, por vías externa o ‘interna, con dosis
probablemente letales de radioisótopos proceden
tes del polvo radiactivo, ordenaremos el sacri
ficio lo más rápidamente posible, disponiendo
la destrucción de todas las vísceras, sí como el
deshuesado de la canal. En la mayoría de los
casos podría utilizarse la carne inmediatamen
te. Pero si las masas musculares revelasen la
presencia de radiactividad en niveles superiores
a lo considerado como tolerable, dispondríamos
su almacenamiento temporal en frigorífico.
Cuando el sacrificio hubiese sido casi inmediato.
a la contaminación, no se precisaría el deshue
sado, ya que la fijación del radioisótopo en los
huesos requiere un intervalo, de algunos días,
á contar desde el momento de la contaminación.
‘Las consideraciones anteriores están sujetas
a las modificaciones que puedan sugerir lós re
sultados de nuevos estudios sobre la materia.
Reflexionando sobre lo practicado en el cur
so de «Examen de la Radiocontaminación de ali
mentos», que he seguido en el Instituto de In
vestigaciones del Walter Reed Army Medical
Center, de Wáshington, y al leer la numerosa
literatura recibida en dicho curso, no hemos
podido sustraernos, al deseo de es1ozar somera
mente el fundamento de esta misión, que los
tiempos actuales han depositado sobre la profe
Sión veterina.ria; misión que el Cuerpo de Ve
terinaria Militar sabrá desempeñar airosaniente,
impidendo
que haya víctimas indirectas de la
bomba atómica a muchos kilómetros del área de
destrucción.
Con que. hayamos despertado inquietud ante
estos problemas en uno solo de los lectores, nos,
daremos por satisfechos.
BIBLIOGRAFIA
Civil Defense
Information
for Food and Drug
Officials. U. S. DEPT OF HEALTH.
Facing the atomic Future. E. W. TITTERTON.
Atomie Radiation and life. PRI’ER ALEXAN
DER..
La energ’ía nuclear. IGNACIO PUTD, S. J.
Energía nuclear en paz .y en guerra, PIEDROLA
Y AMARO.
Publicacioies
diversas de la A. E. O. de U. S. A.
Revista Veterinaria.
Revista Cienóia Vete7inaria.
A1o acerca de guerrillas
Coman-dante
de Ingenieros,
del Servicio de E. M.,
íuan
Manuel - SANCHO- SOPRANIS -Y FAVRAUD,
profesor
de la Academia del Arma.
1
GENERALIDADES
1. El carácter ideológico que tendrán necesa
riamente los conflictos del futuro obliga a tener
en cuenta los siguientes factores:
posibiidád de qu-e-haya en la retaguardia de
los EjércÍtos unas Unidades organizadas y efi
caces due ataquen la corriente logística y los
puestos aislados, que mantengan un estado
de inseguridad y que creen la «psicosis del
miedo»;
necesidad de disponer una «defensa en sU-.
p-erficie» en toda la extensión del territorio
ocup ada por las fuei’zas propias;
posibilidad de existencia de agentes enemigos,
no ya traidores clásicos, sino colaboracionistas
de tipo actual, entre los mismos miembros del
Ejército: individuos sinceramente penetra
dos de los ideales del Sujeto Estratégico ene
migo.
2. La guerra moderna requiere en muy alto
grado de lo siguiente para poder alimentar y
dirigir la batalla y los combates:
las vías de comunicación de todo género;
la información; tanto estratégica como táctica;
la propaganda, para llevar a cabo la guerra
psicológica;
las transmisiones y las instalaciones radar;
las armas especiales, como proyectiles teledi
dirigidos y armas- atómicas;
los centros de fabricación y de producción,
objetivos todos ellos altamente vulnerables a ac
ciones subversivas de agentes, de saboteadores y
de guerrilleros.
Es de capital importancia •estar preparados
para el desarrollo de los medios propios y oara
la defensa de ellos.
3. Aunque España se integre para la guerra
en un Sujeto Estratégico occidental, no cabe
descartar la eventualidad de -una lucha aislada,
por -lo menos durante cierto iempo.
Si el, Ejército, de Operaciones se ve obligado
a ceder parte del territorio nacional, o si que-
-
-
—
-
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--
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REF’LEXIONES
—
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•
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Meditemos acerca de lo que escriben algunos
autores militares al tratar de la lucha .de guerri
llas:
Es una guerra de corsarios que tiende,- por la,
rep-etició’n de operaciones de- pequeña enverga
dura, a desgastar al adversario material y mo
ralmente, pero que no puede tener la pretensión
de destruirlo. Participa al éxito en proporciones
que no pueden ser j’iadas de antemano, prepa
rando y completando parcialmente las acciones
de fuerza del cuerpo de batalla.
•Su dominio es el de las alas y de la retaguardia.
Sus posibilidades aumentan con el alargamien-to de las líneas de comunicaciones, con el pcrjec
cionamiento técnico de -los med4os de transpor
te ligados a una infraestructura cada vez más
sensible, con el incremento de las necesidades
logísticas de los Elércitos en cuanto a víveres,
municiones, carburantes •y materiales de com
bate, con el desarrollo -de una economía y de
una industria de guerra que exigen energía, pre
cisión y perfección,, con- el despertar, finalmente,
cíe una conciencia humana que impulsa al in
dividuo a luchar, al precio de los mayores sacri
-
—
-
-
U
-
-
da eliminado, la batalla podrá seguir en ambos
casos con gcciones de guerrillas, siempre que és
tas hayan sido previstas y preparadas de- anté.
mano con gran minuciosidad.
4. El nombre español de GUERRILLEROy la pa
labra. española de GUERRILLA, universalmente
adoptados, tienen suficiente abolengo y solera
pará que se empleen reglamentariamente en Es
paña.
No caigamos en el servilismo o en la xenofilia
de aceptar las de «partisán», «comándo», «resis
tente» o tantas otras de factura extranjera.
-
-
21
ficios, para la realización de un ideal aue le es
caro.
Comunicaciones, abastecimientos, medios de
producción, son los objetivos materiales de la
guerra de “partisanes” de hoy; son generalmen
te de orden estratégico. La lucha táctica contra
el cuerpo de batalla adversario no es más que
excepcional, y sólo puede conóeirse para com
pletar la derrota dé un. enemigo batido.
Sus modos de acción son el sabotaje y la gue
rrilla; así como el sabotaje puede generalizarse
en el tiempo y en el éspacio, la guerrilla requie
re, para durar, un terreno particular, que of resca numerosos refugios: nontañas, bosques, pan
tanos. Su realización incumbe a pequeños desta
camentos móviles y flúidcs, ‘que actúen. aislada
mente, bajo la inspiración personal de un jefe.
La guerra de “partisanes” es un eleihento
esencial de la guerra psicológicá, por el senti
miento de inseguridad generalizada que impone
al enemigo.
Es particularmente eficaz cuando se desarro-.
lla en territorio nacional, contra un invasor que,
tarde o temprano, se verá impulsado a cometer
excesos. Bene/icia entonces de un terreno cono
cido y elegido al efecto, de la complicidad de la
población. y del vigor que saca de la desespera
ción.
Ha’ de estar combinada con. las operaciones
que lleva a cabo el cuerpo de batalla.
(Teniente Coronel DALTIVIONT: «La Guerra de
Partisanes».)
Quedan en estas líneas definidos unos cuantos
conceptos fuñdamentales:
la guerrilla se integra en el plan general de
maniobra y combina su acción con la del
Ejército de Oiseraciones;
los objetivos de la guerrilla son, actualmente,
de orden estratégico, entendiendo por etra
tegia «acción para la acción».
En efecto, la moral, las vías de comunicación,
los abastecimientos y lás fuentes de producción
permiten llevar a cabo la acción táctica, la ac
ción directa con las armas. Al destruirlos, se
actúa indirecta, pero eficazmente, contra el ene
migo desplegado en el campo de batalla.
Arma o. acción estratégica es aquella que se
se dirige contra objetivos alejados de la zona
misma del combate y cuya de5truccióii produce,
a la larga, la paralización o el debilitamiento
del ‘Ejército de Operaciones;
las posibilidades de la guerrilla son enormes,
tanto en el tiempo, como en el espacio, y van
aumentando a medida que se perfeccionan y
se complican los medios de acción táctica y
estratégica.
—
—
22
Son máximas cuando la guerrilla tiene por es
cenario el territorio nacional invadido;
la guerrilla requiere toda clase de ejecutan
tes, y se apoya esencialmente sobre la’ cclabo
ración de la pobláción;
el guerrillero ha de estar animadopor un
idea.l que le haga aceptar cualquier sacrifi
cio.
En la Europa culta, la guerra de insurrección
es ‘un fenómeno del siglo XIX. Tiene sus partida
rios y sus detractores. Estos últimos se fundan,
sea sobre motivos políticos, considerando este re
curso como implicando una legislación de la
anarquía, tan peligroso para el orden social in
terior como para .el enemigo, sea sobre motivos
militares, porque piensan que la efectividad del
medio no responde al gasto de fuerza que su
pone.
—
Si no se quiere, pues, correr tras una sombra,
hay que concebir la insurrección popular como
,un aliado de guerra que hace el Ejército perma
nente y sus medios, óornbinados en el plan de
conjunto.
(CLAUSEWITZ:
«De la Guerra».)
Una gran parte de ¿a opinión pública, en
Francia, ha conferido a los “maquisards” el mé
rito esencial de la liberación, confundiendo así,
en su ignorancia de lo militar, destrucción con
hostigamientó del adversario.
El Ejército regular, en. cambio, desembarcado
en las costas de Provenza ha manifestado su des
encantO, a menudo su reprobación, a la vista
de esas bandas de harapientos, nial armados, sin
instrucción, que jugaban a la guerrita y sacaban.
de ello un orgullo extremo, desproporcionado cofl
los resultados obtenidos.
(Teniente Coronel DAUMONT: «La Guerra de
Partisanes».)
De estas afirmaciones y de estos hechos histó
ricos se deduce:
que existe una desorientación evidente acerca
de lo que es guerrilla y de lo que de ella se
puede esperar.
Ello refuerza lo dicho acerca de la necesidad
de que la guerrilla—o la insurrección popular—
quede integrada en el plan de conjunto. De este
modo, además de ser «aliado de la guerra que
hace el Ejército permanente» y de contribuir a
la derrota del enemigo en’ armas, la guerrilla
operará en el marco de la, estrategia nacional, a
las órdenes del director de la, guerra.
Así desaparecerá el confusionismo por parte de
unos y de otros: de los que conceden todo el mé
rito a los guerrilleros y de los que consideran a
éstos como «harapientos mal armados» y sin dis
ciplina;
—
—
que la guerrilla ha de ser controlada y diri
gida, para evitar que sea «peligrosa para el
orden social» y «legalización ‘de la anarquía».’
La historia demuestra que la guerra d “par
tisanes” se ha manifestado generalmente inde
pendientemente. de la voluntad del Poder esta
blecido. Este, al encontrarse con ella, sólo ha
podido alentarla y tratar con mayor o menor
éxito de controlarla y de dirigirla.
Estos jefes (los de los grupós guerrilleros) tie
nen orígenes y calidades muy diversos. Algunos
gozan de una jósición muy sólida, por ser man
datarios más o menos declarados de un movi
miento político que, cuando la ocasión se presen
ta, cuenta con su fidelidad. y con su abnegación.
Por el mismo hecho de la descentralización im
puesta por la clandestinidad, benefician de am
plia iniciativa y de gran independencia para or
ganizar y emplear sus fuerzas. Se aprovechan de
ello para eliminar toda colaboración que pudiese
oponerse a sus fines personales, y prescinden de
este modo, voluntaríamente, cte personalidades
competentes.
(Teniente
Coronel DAUMONT:
«La Guerra de
Partisanes».)
no te importa, seguiremos como hasta ahora, por
que yo, antes de todo esto, era General.»
PRINCIPIOS
TAíJTICOS DE LA GUERRILLA
Ya hemos visto cuáles son los objetivos preferentes de
la guerrilla: aquellos cuya destrucción significa la parali
zación del Ejército de Operaciones enemigo.
Veamos ahora los principios de la táctica particular de
los guerrilleros.
.
Segfin unas instrucciones cogidas a las fuerzas terres
tes del Viet,-Nam del Norte, los siete puntos principales
de la táctica de guerrilla son:
—
inteligencia,
—
iniciativa,
—
voluntad,
decisión,
—
secreto,
—
rapidez,
perfección.
•
estado de irregularidad tiende, por ótra par
te, a poner de manifiesto en algunos «aficiona
dos» el odio, la envidia o el recelo hacia los, mili
tares profesionales, apoyándose en los reveses
sufridos por el Ejército nacional, exaltando las
virtudes populares y entregándose a todos los Combatir con inteligencia.
extremos demagógicos que les inspira su antimi
Señalan dichas instrucciones siéte puntos:
litarismo y su repulsión a la jerarquía.
hacer como que se ataca un punto y atacar otro, para
Las figuras del guerrillero y del bandido son
hostigar al enemigo, atraerlo hacia un solo punto eñ
fuerza y destruir el objetivo verdadero; sembrar la
muy similares y, cornó veremos más adelante,
incertidumbre, provocar la negligencia y atacar de
siempre hay el riesgo de que el primero se con
improviso;
vierta en el segundo.
hacerse visible a veces, a veces invisible, para atraer
la atención hacia falsos lugares de concentración;
Para que la guerrilla se integre en el plan ge
evitar los puntes fuertes del enemigo y no atacar más
neral de operaciones, para que pueda ser diri
que sus puntos débiles;
gida y contro1ada ha de ser minuciosamente
saber avanzar y retroceder con oportunidad. No com
batir nunca con temeridad ni con obstinación;
meditada y preparada desde tiempo de paz.
atacar, aniquilar y replegarse rápidamente, para evitar
De este modo se sacará de ella el máximo ren
el cerco, la fijación y la reacción de refuerzos enedimiento, se evitarán divergencias de esfuerzos,
inigos;
malgasto de capacidades, despilfarros de energías
no coitinuar combatiendo más que si el éxito es segu
ro; si no, desistir;
y Recuerdo
confusionismos.
una anécdota que me contaron acer—
—
—
-
—
ca de la resistencia francesa durante la ocupa
ción alemana: Un buen día se unió a un gnipo
de resistentes un nuevo «maquisard». El jefe del
grupo -era un paisano que se había revelado co
mo un buen guerrillero y qhe se había nombrado
a sí mismo Córonel. Al cabo de algún tiempo le
llamó la atención la eficacia y el valor del nuevo
subordinado; lo llamó, y le dij ó: «Te nombro Co
mandante.» «Gracias— replicó el otro—; pero, si
no emplear siempre el mismo procedimiento de ata
que, pues ello permite a enemigo detenderse eficaz
mente e incluso tornar la iniciativa. Es preciso variar
constantemente de métodos de combate.
Conseguir sienvpre
la iniciativa de los
movimientos
No eserar pasivamente que el enemigo venga, sino
buscarlo y atacarlo, procurar su dispersión y su descon
cierto, hasta conseguir que se encierre en sus posiciones.
Como en lógico, se trata de un enemigo fuera de la
zona de combate, donde, generalmente, la guerrilla no
tiene buenas posibilidades de acción. Se trata de las fuer-
23
-
zas de seguridad de retaguardia, de efectivos de protec
ción de zonas industriales y ae puestcs aislados.
Para conseguir la iniciativa, hace falta:
—
conocer a fondo la situación, el despliegue y la activi
dad. cel enemigo;
—
conservar el enlace con el Mando y con las demás
Unidades propias;
—
saber descubrir los puntos débiles del adversario, y,
si no los hay, crearlos mediante acciones previas.
Volantací.
Todos los guérrilleros han de estar animados por un
alto espíritu ofensivo, manifestación de su voluntad de
vencer.
Pero este espíritu ofensivo ha de manifestarse con inte
ligencia, o sea, cuando haya plena seguridad de éxito. Si
el enemigo es fuerte, se le evita, para no ser destruido,
que no conduce a nada; si el enemigo es débil o está
desprevenido, se le ataca con violencia y se le aniquila, qu
de eso, en definitiva, se trata.
La voluntad debe ser tal que el guerrillero sepa aguan
tar adversidades, privaciones y sufrimientos sin que su
moral decaiga ni sus nervios se alteren.
ción, evita titubeos y rectificaciones. Las armas, las mu
niciones, las -minas, los explosivos,-deben estar constante
mente en buenas condiciones y dispuestos para su em
pleo. Cada uno debe conocer perfectamente su misión, debe
saber dónde y cuándo ha de proveerse de medios de com
bate o de vida.
Preparación, previsión y precisión son factores de ra
pidez.
Perfección.
- Toda acción de guerrilla debe ser perfecta, en el - sen
tido de que debe alcanzar la totalidad del éxito propuesto:
no han de quedar las cosas a medias, hay que llegar a la
«exterminación total».
Para ello es preciso- evaluar exactamente la fuerza del
adversario y la potencia propia, para determinar la mag
nitud de los resultados que se deben conseguir. Y una
vez determinados, conseguirlos.
-
III
-ORGANIZACION DE LA GUERRILLA
Decisión.
El guerrillero debe apreciar acertadamente la situación,
tomar la decisión oportuna y llevar ésta a cabo sin ti
tubeos.•
La organización de la guerrilla es una labor
esencialmente
estratégica, debido:
al carácter de los objetivos a que apunta;
Secreto.
a la amplitud de su campo de acción, que desMantener el secreto es de vital importancia para el
borda
del puramente militar, puesto que in
guerrillero.
cluye el político, el social y el económico;
El enemigo fundamenta su seguridaden la información,
y desplegará una tupida red de investigación; no esca
al alcance, tanto en el ti-empo- como en el es
timará medios para conseguir informes.
pacio, de la acción guerrillera;
Para atacar, con probabilidades de éxito, con escasos
efectivos, es imprescindibie la sorpre:a, y ésta no se con
a los largos plazos de preparación que trae
sigue nunca si se quebranta el secreto.
consigo.
Como-los agentes enemigos pueden encontrarse en todas
partes, la conservación del secreto incumbe tanto a las
La uerri11a ha de ser organizada, por lo tantropas regularea como a los guerrilleros l a la población
to, en un escal6n de Mando que tenga juris
civil.
dicción tanto sobre las Fuerzas Armadas como so
Para ella:
bre la política y la economía nacionales; este nono hablar más que a personas seguras, en lugar se
guro y en caso necesario;
puede ser otro que el Gobierno.
no destacar ni llamar la atención, haciendo la misma
Lo primero aue ha de ser fijado es el propó
vida, aparentemente, que la población local;
sito.
durante las operaciones, preparar minuciosamente los
enlaces, lOS móvimidntos, los estacionamientos;
no
Para ello, la situación ha de ser analizada y el
quejarse ni por cansancio ni por heridas;
desarrollo
de los acontecimientos intuIdo.
no dejar huellas de paso o de estancia;
Por ejemplo: la tensión internacional hace preno llevar encima otros documentos escritos que los
ver un conflicto armadb para dentro de equis
estrictamente necesarios;
establecer un seguro sistema de vigilancia y de guar
aÑos. La nación tendrá -que enfrentarse sola con
dia;
no cesar en la búsqueda y aniquilamiento de agentes e el enemigo más potente que ella durante uñ mí
nimo de Y meses; posteriormente,
las naciones
investigadores enemigos;
comØarfimentar la cadena de información, de modo aliadas estarán en cóndiciones deintervenir;
las
que la caída de un eslabón no arrastre la caída de -la fuerzas armadas nacionales, durante los meses de
totalidad del sistema.
lucha aislada, se -verán obligadas a ceder territo
Rapidez.
rio propio hasta la línea Z.
Las fuerzas guerrilleras tendrán a su cargo las
Es elemento esencial d la sorpresa, y más en esta
clase de lucha.
siguientes misiones:
En su retaguardia, el enemigo controla las vías de co
impedir que el enemigo pueda atacar en fuer
municación, cuenta con medios de transmisión, de enlace
za la línea Z antes del día J, prohibiendo la
y de transporte. Puede, por lo tanto, concentrarse, en
viar réfuerzos y transmitir informes.
reparación de las destrucciones efectuadas du
Para contrarrestar estas ventajas, no hay más camino
rante la maniobra retardadora y desorgani
que ejecutar rápidamente las acciones planeadas juicio
zando los transportes y las transmisiones del
samente, y explotar sin- demora cualquier descuido o error
enemigo;
del adversario.
Una preparación minuciosa a.horra tiempo en la ejecu
crear en la retaguardia del adversario la inse
-
—
—
•
-
—
-
—
—
-
—
•
-
—
—
—
--
—
-
-
—
24
- -
-
-
guridad, obligando al enemigo a distraer gran
des efectivos para la defensa en superficie;
mantener en la población la moral de comba
té y el espíritu patriótico.
Hecho esto, se determinará la participación de
las fUerzas guerrilleras en la maniobra, en todas
sus fases.
Los dos extremos anteriores son la base de la
organización material de la guerrilla, que com
prende:
preparaciói de la colaboración de la pobla
ción;
preparación de los cuadros de Mando;
preparación de los ejecutantes;
preparación del apoyo logístico;
establecimiento del plan de acción.
La colaboración de la población es de vital
importancia para la guerrilla, que «es particular
mente eficaz cuando se desarrolla en territorio
nacional».
En la zona que ocupa, el invasor es el más
fuerte y disponé de medios altamente adecuados
para la búsqueda y el aniquilamiento dé los gue
rrilleros, taies como unidades motorizadas, avio
nes, helicópteros, transmisiones.
Pero hay que reStarle un medió. de acción fun
damental: la información.
Si se cuenta con la colaboración activa y entu
siasta de la población, la guerrilla, por su parte
estará constantemente informada de la situa
ción y de la actividad del enemigo, pues ten
drá tantos ojos y tantos oídos como pueda
necesitar;
encontrará guías y enlaces para sus movi—
mientas y su acción. Conocerá prácticamente
todos los caminos, senderos, pasos y escondri
jos de la región, pues siempre contará con pai
sanos conocedores de su terreno palmo a
palmo;
recibirá el imprescindible apoyo logístico, muy
problemático de asegurar desde la zona ocu-.
padá por las fuerzas propias: alimentos, mu
niciones, atenciones sanitarias, sin las cuáles
no hay acción táctica posible;
podrá descubrir colaboracionistas. y traidores
al servicio del invasor y proceder a su.elimina
ción.
Para que esta colaboración sea eficaz y segura
es preciso que esté debidamente preparada de
antemano, organizada en redes de agentes que
puedan en su día utilizar a hombres, mi,ijeres, an
cianos y niños, con las siguientes misiones:
información;
—guía;
enlace;
—
—
-
—
•
—
—
___
—
—
—
investigación de colabóracionistas con el ene
migo;
apoyo logístico a la guerrilla;
establecimiento, entretenimiento y vigilancia
de depósitos ocultos de armas, municiones,
víveres, explosivos, minas y material diverso;
recogida y ocultación de abastecimientos lan
zados con paracaídas o introducidos clandes
tinamente en la zona;
escucha de la radio y transmisión de órdenes.
Las redes de agentes pueden estar preparadas
de antemano, a base de personas de probada leal
tad, pertenecientes o no a organismos estatales o
paraestatales, y constantemente controladas.
Ello requiere un eficiente y. seguro Servicio de
Información Interior.
Como es lógico, es imprescindible que queden
secretos los nombres de los cuadros de las redes
de agentes, para que los potenciales enemigés es
tén siempre ignorantes de nuestros propósitos y
actividades. Las redes han de sei conipartimen
tadas, tanto horizontal como verticalmente, para
limitar los daños que pueda causar el quebranta
miento del secreto, ya sea por indiscreciones pro
pias, y sea por investigaciones enemigas.
Los jefes de red deberán estar, en tiempo de
paz, en cntacto con laé Segundas Secciones de
Estado Mayor de las Grandes Unidadés de sus de
marcaciones.
Al ser ocupada su zona por el invasor, las re
des entran automáticamente en actividad y com
pletan. sus efectivos; sus agentes deben abstener
se de toda acción directa, limitándose .a cumplir
a la perfección las misiones encomendadas, gra
cias a las cuales los guerrilleros podrán cumplir a
la perfección las suyas.
—
—
—
—
—
•
25
Los Cuadros de Mando de las futuras fuerzas
guerrilleras han de ser objeto de cuidadosa selec
ción y preparación..
Se deben escoger entre los militares. profésio
nale,s y dé complemento que reúnan las condicio
nes adecuadas. Ya no se puede confiar en que
surjan «aficionados» geniales, como en tiempos
pasados, en los cuales los medios y los procedi
mientos
de de
combate
eran sencillos:
cuando nues
tra guerra
Independencia,
los invasores
fran
ceses no contaban con medios desproporcionada
mente superiores a los de nuestros guerrilleros;
tanto corrían los caballos de éstos como los de
los coraceros de Murat, y los medios de transmi
sión y de enlace de unos y de otros eran los
irismos.
Mediante la asistencia a cursos especiales y a
frecuentes ejercicios, patrullas, reconocimientos
de Oficial, prácticas y maniobras, se puede con
tar en cualquier momento con unos cuadros de
mando competentes.
Es fácil despertar y fomentar, aptitudes para
esta clase de lucha, proporcionando a los Oficia
les oportunidades de hacer vida de campo: ex
cursiones de todo género en que sea preciso acam
par, que, además de adiestrarlos en ciertas mate
rias, como orientación, montaje de tiendas y pre
paración de las comidas, les darán un valioso
conocimiento de los terrenos que recorran.
Los ejecutantes han de ser objeto de una minu
ciosa selección y de una intensa preparación. No
todos los individuos pueden ser buenos guerri
lleros, pese al arrojo y a la moral que tengan
El guerrillero ha de tener en alto grado una
‘serie de cualidades básiéas:
sólido patriotismo y firme voluntad de vencer,
primera condición para que se pueda contar
ciegamente con él y para que sea imposible de
conquistar por la ideología enemiga; estos dos
sentimientos le darán el ideal en aras del cual
estará dispuesto a todos los sacrificios;
robusta constitución física;
sobriedad y resistencia, con objeto de tener:
escasas necesidades, para depender lo me
nos posible de una infraestructura logís
tica;
adaptabilidad a cualquier clima o condición
meteorológica;
aptitud para ,aprovechar íntegramente los
recursos locales;
iniciativa, entendiendo por tal «colaboración
inteligente y entusiasta con los propósitos
del Mando»;
decisión y sangre fría, pues el guerrillero ha
de ser necesariamente un hombre ‘de recursos
y de ingenio, para alcanzar sus fines por el
,
—
—
—-
•
medio más conveniente en cada caso; ha de
tomar decisiones rápidas y acertadas, sin per
der la cabeza frente a lo inopinado, que tan
tas veces encontrará en su camino.
Los impulsivos y los nerviosos, por muy va
lientes que sean, no sirven para guerrilleros,
pues pueden llegar a. comprometer gravemen
te su Unidad y el éxito de su acción;
moralidad y disciplina, que impulsen al gue
rrillero a obrar siempre bien, a pesar de las
condiciones irregulares en que vive y lucha.
De no contar con estas cualidades, el guerri
llero corre el riesgo de convertirse en bandido,
lo que puede ser un grave peligro, tanto para
él como para la nación, durante la batálla y
y después de ella.
Es cierto que el guerrillero y el bandido operan
de un modo muy similar, pero se distinguen uno
del otro, esencialmente, por los fines que pesi-.
guen:
el primero actúa por pgtriotismo y por deber,
y se sacrifica en aras del interés general, mien
tras que
el segundo actúa en provecho propio o de SU
cuadrilla, sin tener en cuenta las consecuen
cias de su actos;
la complejidad de las misiones y la diversidad
de los objetivos de la guerrilla obligan a los
guerrilleros a adquirir una serie de conodi
mientos técnicos en los centros de enseñanza
y de instrucción apropiados.
El apoyo logístico, dadas las características del
combate moderno, es de todo punto imprescindi
ble; sin él, en muy poco tiempo, las Unidades
guerrilleras se vuelven impotentes.
Ha de ser simplificado hasta el extremo, y aun
así presentará grandes problemas. Ha de ser des
cargado práóticamente de todo lo relativo a ali
mentación, que debe ser resuelta por la colabo
ración de la población, cuando se opere en terri
torio propio, y por el mismo guerrillero, gracias
a su sobriedad y a su aptitud para utilizar los
recursos locales.
Pero quedan las armas, las municiones, los ex
plosivos, las minas, el material de transmisiones.
Parte de ellos pueden ser capturados a. enemigo
y utilizados contra él; pero, por lo menos inicialmente, los guerrilleros tendrán que co)ntar con la
totalidad de los ólementos que necesitañ para un
período de tiempo que ,en, cada caso se deberá
determinar, y que es función de la misión y de
las posibilidades de abastecimiento aéreo poste
rior. Estos elementos deberán encontrarse en de
pósitos ocultos, a cargo de las redes de agentes, y
cuyo despliegue debe ser objeto de detallado es
tudio.
—
—
—
—
Finalmente, el plan de acción será establecido
en un alto escalón de Mando, como ya hemos
visto.
Este plan deberá abarcar esencialmente:
el propósito del Mando;
la participación de las Unidades guerrilleras a
la maniobra de conjunto;
el despliegue:
designación de Unidades y su composición,
zonas de acción iniciales,
objetivos y misiones;
redes de agentes:
Mandos,
demarcaciónes,
misiones;
sistema de transmisiones:
medios,
códigos, especialmente los que se utiliza
rán entre el Mando del Ejército de Operaclones y elMando guerrillero;
apoyo logístico a las guerrillas:
organización,
depósitos ocultos,
despliegue,
composición,
vigilancia,
abastecimientos aéreos.
—
—
—
—
—
—
—
—
-
—
—
—
—
Información y contrainformación. Criptogra
fía.
Conservación del secreto. Seguridad.
Organización y métodos de la Policia; métodos
y procedimientos de. investigación y de acción
policíacos.
Táctica guerrillera: preparación y ejecución de
la acción.
Temas tácticos sobre el plano. Ejercicios, pa
trullas, maniobras combinadas con las Fuerzas
Armadas y con la Policía, en los que se apliquen
los conocimientos adquiridos en tódos los grupos.
Tecnología.
Organización y estructura de los posibles obje
tivos; ss elementos vitales:
vías y medios de comunicación de todo gé
nero;
instalaciones, redes, centrales y medios de
transmisión, telecomunicación, radar;
fábricas, centrales eléctricas, presas;
ministerios, cuarteles generales;
armas especiales: rampas de lanzamiento y
depósitos de proyectiles teledirigidos, caflónes
atómicos, etc.
Explosivos, minas, trampas.
Agresivos químicos y bacteriológicos.
Transmisiones:
—
—
—
—
—
medios, su empleo...
neutralización, y destrucción.
Conocimiento
y utilización de los diversos me
LA. FORMACION.DEL GUERRILLERO
dios de transporte:’ automóviles, motocicletas,
Por el mismo carácter de su actividad, es útil lanchas de vela, de remo, de motor; aviones,
a la formación del guerrillero una extensa gama hlicópteros; locomotoras de vapor, diesel. eléc
tricas.
de conocimientos.
Conocimiento y empleo de todo el armamento
Ello no excluye, sino que implica, una espe
cialización. Dada la gran diversidad de conoci individual y colectivo de Infantería, propio y del
mientos necesarios, no es posible pretender que enemigo.
Conocimiento y utilización de armas arroj adi
todos los componentes de un Grupo o de una Uni
dad dominen todas las especialidades; es preciso zas: cuchillo, jabalina, flechas, lazó, boleadora;
que cada uno alcance un alto grado de especia
Paracaidismo.
Supervivencia: aprovechamiento integral de los.
lización en una o varias de ellas, las más acor
des con sus aptitudes y aficiones, aunque todos recursos locales, para el cáso de agotarse los vIveres y ser imposibles al abastecimie’nto y ‘la ayu
tengan una formación básica común.
Podemos agrupar las materias en los siguientes da de la población; preparación de las comidas.
Técnica de campamento: elección’ de los lii
grupos:
—
—
aczca.
Estudio y análisis de los antecedentes lflstoricos de la guerrilla y de sus principios,
Participación de la guerrilla en la maniobra general del Ejército de Operaciones.
Psicología de las masas, propaganda, acción
subversiva.
Redes de agentes; su constitución, sus misiones,
sus posibilidades y su empleo.
‘
,
.
gares
situaciones
más adecuados,
topográficasacampada
y meteorológicas;
en las diversas
enmascaramiento y eliminación de huellas de estacionamiento y de movimiento.
Fotografía, cinematografía, dibujo.
Topografía: conocimiento del terreno, orienta-..
ción.
iLigiene, medidas sanitarias, primeros socorros..
Visitas a organismos e instalaciones estudiados
en el grupo.
.
27
Ediicación Física.
Esquí y escalada.
Lucha, boxeo, judo, jiu-jitsu.
Natación y utilización de equipos submarinos.
Visión nocturna.
Equitación.
Marchas por toda clase de terrenos, en todas
condiciones atmosféricas:
Competiciones deportivas.
—
que el país sea nzuy accidentado y difícil al ac
ceso, sea por montañas, sea por bosque y pan
tanos, o sea por la naturaleza del suelo.
es imposible dejar de reconócer que hay
una clase de hombres, pobreS y habituados a un
trabajo fatigoso y a las privaciones, que se mues-.
tra generalmente más vigorosa y más apta para
la guerra.
Moral.
Estas líneas parecen escritas pensando en Es
paña.
Deontología del guerrillero.
cuando se trate de estropear caminos y de obs
Política: estudio dé las doctrinas nacional y
tacuiizar desfiladeros estrechos, los medios, que
enemiga.
emvleen puestos de vanguardia o destacamentos
Tests y conferencias.
de batidores están, con respecto de aquellos que
Idiomas.
acumulan una masa de paisanos sublevada, como
los movimientos mecánicos de un autómata con
Estudio del idioma del enemigo, actual o po
res
pocto a los de un hombre. El enemigo no p’ue
tencial.
Estudio del o de los idiomas de los aliados. de recurrir a otro medio contra los efectos de la.
insurrecciÓn que al de formar muchos destaca
mentos para convoyar sus transportes, para ocu
y
par sus estaciones militares, los desfiladeros, los
puentes, etc. Cuando las primeras tentativaé de la
CONSIDERACIONES.FINALES
insurrección sean débiles, estos destacamentos se
rán débiles, exiguos, porque se teme diseminar las
Las condiciones indispensables para que la in
fuerzas. Ahora bien: son estos débiles destaca
s?Árrección pueda llegar a ser eficaz son las si-. mentos los que alimentan precisamente el luego
guientes:
de la insurrección. Ocurre que, por una u otra
que la guerra sea llevada al interior dél país; parte, la multitud los agota por el número; el
que no se termine por una catrástrof e única; valor y el gusto de la lucha aunlentan entre los
que el teatro de la guerra éomprenda una con insurgentes, y, desde entonces, la intensidad de
este combate no deja de aumentar hasta que llega.
siderable porción del territorio;
que el carácter nacional sea propicio para esta al punto culminante que debe decidir el éxito.
medida;
De la Guerra.)
(CLAU5EwITz:
—
—
28
f
Mas es en España, en 1808,qüe la guerra de
partisanes debía demostrar toda su potencia.
Finalmente, el Ejército francés debe abando
nar España, diezmado y vencido por un adversa
rio que nunca pudo agarrar.
La nación española, de un carácter naturál
mente indomable, saca su fuerza del sentimiento
popular de su nacionalidad.
(Teniente
Partisanos.)
La población presta una ayuda sin límites. Los
guerrilleros están constantemente informados y
abastecidos. Cada uno se hace espía: mujeres y
niños aseguran los enlaces.
La naturaleza misma del país, esencialmente
montañoso, se presta a la guerra de partisanes.
Los caminos son escasos y difíciles. El adversario
debe fraccionar sus fuerzas y, considerablemen
te debilitado por su misma dispersión, se presta
mejor a los gólpes que le son asestados.
Cada puesto, cadci aldea deben ser fortificados
por los franceses. El servicio de vigilancia se hace
agotador. Los convoyes requieren escoltas con
siderables: hace faltá a veces un batallón para
transmitir una orden. Las ‘carreteras están sem
‘bradas de muertos mutilados y de material des
truído.
El enemigo sigue siendo imposible de agarrar,
por las. complicidades y los refugios de que dis
pone. El Ejército (francés) llega a temer a Es
paña: la duda y la desmoralización invaden los
espíritus, mientrás que el español encuentra apó
yo cada vez más sólido en el Ejército de Welling—
ton, que se beneficia, en cambio, del impulso po
-pular. Este Ejército, cónstanternente informado,
ve derretirse los efectivos de su adversario, pre
ocupado esencialmente por la seguridad de su ro-’
tagva-rdia.
J 1ON
Coronel DAUMONT’:
La Guerra de
Para la defensa de nuestra Patria la guerrilla
ha representado siempre un arma eficacísima, y
ocioso fuera insistir sobre ello.
Mas la batalla moderna excluye todo género de
improvisaciones. Tenemos una maravillosa can
tora de donde sacar guérrilleros casi formados, un
escenario ideal para esta clase de lucha, una doc
trina secular, profundamente’ arraigada en el alnacional.
Una organización adecuada armonizaría todo
ello para crear un poderoso instrumento defen
sivo, que el Mando podría coordinar con los de
más mediás a sus órdenes para salvaguardar la
integridad y la soberanía nacionales.
Los ingenieros tenemos un considerable y re
levante papel en la guerrilla: ‘los exploivOs, las
minas y las trampas son nuestro patrimonio, y
sabemos dónde colocarlos para causar los máxi
mos daños, puesto que somos los que construimos.
la mayor parte de los objetivos preferentes de
los guerrilleros; la técnica de las transmisiones,
tánto para su empleo como para su neutraliza
ción, es otra de nuestras especialidades.’
En las prácticas realizadas hasta ahora, los re
sultados obtenidos y las enseñanzas deducidas
han sidó altamente alentadores, y hacen entre
ver el ‘fruto que una a,cciórí de guerrilléros mi
nuciosamente preparada y llevada, a cabo con
precisión y disciplina puede significar para la de
fensa de la náción.
REVISTA
ILUSTRLOA
ilELOS’
1ANilOS
SUBALTERNOS
DEL
EJERCITO
S U M A R 10 del número de agosto de 1959.
El Pelotón de Jusileros en las, Áqrupacio’nes de Infantería
Eperimentales’;—Teniente
Coronel Ariza García.
Rl proceso, la sentencia y la ejecución del guerrillero Romeu.—Rico de Estasen.
Pston?pas de vn itinerario por’ los pueblos y las tierras de España. Reino de Murcia, VI y
último.-JUafl Cualquiera.
Cosas de Ayer, de Hoy y de Mañañq. Comandante Ory.
España en hechos y en ci/ras.—Capitán Miranda Calvo.
Nue’strqs lectores pregun.tan.—Redac’Ciófl.
—
29
Mo
Para
1959
Premiosa ‘la colaboraci6n
estimular y recompensar
los trabajos de los colaboradores de EJERCITO, el Excelen
tísimo seÑor Ministro del Ejército ha dispuesto se establezcan, para el período de tiempo com
lrendido entre 1. de enero y 31 d.e diciembre de 1959, premios en el número y cuantía y para
los grupos que a continuación se expresan:
1.—ESTUDIOS GENERALES SOBRE GEOBELICA, POLITICA MILITAR Y ECO
NOMIA DE GUERRA REFERIDOS AL MOMENTO ACTUAL.—Un premio de
2.500
pesetas y otro ¿e 2.000.
11.—ESTUDIOS GENERALES DE TACTICA, OROANICA MILITAR Y MOVILIZA
CION.—Un; premie de oo
pesetas y otro de 2.000.
111.—ESTUDIOS GENERALES DE LOGISTICA, NORMALIZACION Y CATALOGA
ClON Y ESTADISTICA.—Un premio de 2.500 pesetas.
IV.—ORGANIZACION, ARMAMENTO, MATERIAL Y EMPLEO DE CADA UNA DE
LAS ARMAS.—Un premio de 2.500 pesetas y tres de 2.000.
V.—ORUAN’IZACION, MATERIAL Y EMPLEO DE CADA UNO DE LOS SERVI
•CIOS.—Un premio de’ 2.500 pesetas y otro de 2.000.
VL—ESTUDIOS SOBRE MORAL, PSICOLÓcIIA, EDUCACION E INSTRUCCION MI
LITAR—Un
premio de 2.500 pesetas.
VII.—.PROYECTILES DIRIGIDOS Y COHETES Y ESTUDIOS
NUCLEAR.—Un premio de 2.000 pesetas.
VIII.—,COOPERACION AEROTERRESTRE.—UU premio de 2.000
IX.—GUERRA DE GUERRILLAS Y DEFENSA
de 2.000 pesetas.
X.—HISTORIA MILITAR.—Un premio de 2.000
REGLAS PARA LA REALIZACION
SOBRE LA GUERRA
pesetas.
CONTRA LAS MISMAS.—Un premio
setas;
DEL CONCURSO
1. Tendrán derecho’ a tomar parte en este concurso todos lOS trabajos que se publiquen
en la Revista entre 1. de enero y 31 de diciembre de 1959.
2. El Director de la Revista elevará al Estado Mayor Central la correspondiente propues
ta de premios, precisamente en el mes de enero de 1960.
3. El artículo 12 de la Orden sobre publicaciones de 4 de enero de 1951 (“D. O.” núm. 23)
dispone que el premio de un trabajo de la Revista autoriza para la anotación correspondien
te en la Hoja de Servicios del ai.tor.
30
La guerra indirecta
Teniente
Coronel de Artillería,
del Servicio
Miguel BATISTA GUTIERREZ, del E.
Un nuevo término, el de «guerra indirecta», ha
venido a sumarse a los, muchos que al margen
de textos y reglamentaciones técnicas esperan re
frendo oficial. Con él se pretende definir la gue
rra conducida por una táctica que, renunciando a
la destrucción rápida de las fuerzas enemigas,
mediante la batalla, trata de conseguir el mismo
fin por una acción estratégica de destrucción de
sus fuentes de recursos, de amena’za de su segu
ridad, de aislamiento con sus reservas y centros
de producción y de quebrantamiento de su mo
ral, hasta llevar a su ánimo el reconocimiento de
su inferioridad.
En realidad, no encierra este concepto nove
dad alguna, porque nació con el hombre cuando
éste hubo de luchar con sus semej antes, por ra
zón de hegemonía o, sencillamente, de vida.
A través de la Historia, lo aplica el elemento
autóctono de tódo pueblo invadido por otro de
superioridad manifiesta. Es ejemplo de guerra in
directa la sostenida por nuestras guerrillas en la
Independencia patria; lo es también la manteni
da, en la última guerra, por rusos y yugoeslavos
en la retaguardia alemana; actualmente tiene
tal consideración la practicada por el F. L. N.
contra el Ejército francés de Argelia; y, en ge
neral, la guerra psicológica, de propaganda por
eleiíientos afines en el país probable adversario,
goza, encierto modo, de este carácter.
No obstante, entre el concepto general
el
que actualmente se le aplica, existe un matiz di
ferencial que queda bien patente, pues en los
casos expuestos, la guerra de est. naturaléza la
‘
de E. M.,
M. O.
conducen los que se conocen inferiores, mientras
que el concepto moderno concede su aplicación a
los netamente superiores en medios,
Hubo un momento, al finalizar la primera gue
rra mundial, que este concepto pudo tener ca
rácter oficial, arrunibando viejos principios y al
terando la organización de los Ejércitos. Fué
cuando Dohuet, en Italia, exaltando las excelen
cias de la Aviación de bombardeo, lanzó la idea
de que podía ganarse una guerra sin haberla.
empezado, por la acción exclusiva de la Aviación
en el interior del país enemigo, sobre campos de
aterrizaje, centros de producción, zonas indus
Triales,’nudos ferroviarios, etc.
Supo dar tal realismo al producto de su ima
ginación, que la duda sobre la posibilidad de que
el dinamismo aéreo pudiese anular la potencia
estática de un Ejército prendió en los Ejércitos
de Mar y Tierra, y por algán tiempo se estuvo
en trance de aceptarla sin reservas.
No es de extrañar que, hOy, con los modernos
y poderosos medios orgánicos de los Ejércitos, el
radio de ácción y los efectos de sus armas, que
aumentan al ritmo de avance en materia nuclear,
haya cobrado nueva vida la teoría que se comen
ta y esta vez con fundadas esperanzas de resul
tados positivos, que si bien no ha influido en
ningún principio de guerra si ha obligado a los
Ejércitos a transformar su organización, a ensa
yar nuevos procedimientos de combate y crear
la preocupación de escalonar bases en profundi
dad, tanto para evitar la destrucción de los cen
tros motores y sistemas nervioso y circulatorio
31
propios, como para garantizar la destrucción de
los del adversario en una gran profundidad.
Hace véinticinco años nada hacía pensar que
se lograsen efectos de la magnitud de los que
hoy se conocen, áunque ya en 1932 el Dr. Aston,
adelantándose a nuestro tiempo, profetizaba que
«si el investigador del futuro descubre los me
dios de emplear el H como fuerza, la raza hu
mana tendrá en su mano una fuente de ener
gía superior a toda fantasía científica; pero
debe tenerse en cuenta que el hombre sería in
capaz de controlar esta fuerza arrolladora que,
infiamándose súbitamente, convertiría todo el II
de nuestro planeta en helió. El resultado de tal
experimento tendría las más catastróficas con
secuencias, y al reventar nuestro astro, por la
explosión, el cataclismo sería anunciado al Uni
verso en forma de una nueva estrella de extra
ordinario resplandor».
Es verdad que en los experimientos realizados
hasta el momento, empleando la energía del H,
no se ha visto, afbrtunadamente, confirmada en
toda su extensión desoladora la profecía del doc
tor• Aston, pero es innegable que los efectos con—
seguidos han rebasado el límite de los alcanzados
hasta entonces, como puede apreciarse en el
gráfico, al comparar el radio de acción de efectos
de una bomba tipo A y de otra H, haciendo ex
plosión sobre Madrid.
Pero en el supuesto de una guerra nuclear,
estan inmediata la reacción a la acción y tan
semejante la destrucción a que se verían some
tidos los países que manejasen los mismos me
dios, que ante la imposibilidad de poder discer
nir entre vencedor y vencido al finalizar un.a con
tienda, no es aventurado pensar que los Gobier
nos opten por mantener en reserva indefinida las
armas nucleares y que nuevamente la victoria se
ventile por el choque directo de fuerzas en pre
sencia.
C
/3OO.CC0
00Db ACC(ON
MÁXIMO00109.0TIPO0.
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MÁXIMOSOMÁATIPOPi.
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dibujo
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1/300.000
ha eido reducido
a la mitad.
O U
Del
Conandante
José
M.
monumentO del
Cid en Burgos
de Infante
rl a,
GARATE
CÓRDOBA.
DE COMO
MENENDEZ
PIPAL
SUPO
ENCONTRAR
ALCID
Menéndez Pidal soportó bien la abrumadora
curiosidad periodística de su noventa cumpleaños.
Hubo respuestas suyas para todas las entrevis
tas onomásticas, que se publicaron con noticias
de su vida y obrás. Sin embargo, creo que aún no
ha llegado al hombre de la calle la verdadera
magnitud y hondura de los trabajos cidianos de
D. Ramón, los que le llevaron a regir la Academia
Española y le hicieron honoris causa de las ex
tranjeras.
Ellos llenaron toda su vida, abriflan
tando su nombre y el de su patria.
Son muchos y valiosos los hallazgos de la
asombrosa capacidad filológica, histórica, litera
ria, de Menéndez Pidal sobre cantares de gesta y
romances. Son muchas sus precisiones—visigóti
cas, románicas, árabes—-sobre lo medieval, lo im
perial, lo cervantino. La gigantesca Historia d
España que él dirige va por los diez de sus trein
ta o más tomos. Las muestras de las librerías
gritan—fresca
aún la tinta—su reciente estudio
del neotradicionalismo
en La Cha nson cte Rolanci,
gozoso estreno de un anciano en plena produc
33
ción. Pero la obra cidiana es la que ha i1uminado todos los estudios.
Al hermanar con fe clarividente—pese a Kie
nast—los métodos histórico y filológico, logró una
perfecta delimitación de Rodrigo Díaz de Vivar.
Y ese es su mayor éxito, devolver a España,
limpio y glorioso, el héroe que se deshumanizaba
en la dorada quimera del romancero o en la le
yenda negra del hipercriticismo, que le hacía
condotiero1 mercenario y arabizado.
Cuando Menéndez Pidal se acercó al Cid ya pre
sentía su maestro Menéndez y Pelayo que podían
trazarse, sin recelo, las líneas principales de su
vigorosa fisonomía, «previo el contraste entre los
testimonios de amigos y enemigos, entre la his
toria y la leyenda, que no deben confundirse a
más, pero que en este caso se aclaran y comple
tan mutuamente». Don Marcelino Menéndez y
Pelayo no suponía en el Cid una moralidad polí
tica impropia de su ruda época; para él eran dos
aberraciones lamentables «tanto pretender su ca
nonización como convertirlo en un bandido afor
tunado».
De ahí partió el discípulo para su empresa he
roica. Difícil heroísmo gris de la entrega coti
diana, que él desea para sus conpatriotas, prac
ticándolo ejemplarmente, desde la cumbre de sus
noventa años: «Que vivan unidos, que trabajen.
Hay que levantar a España confraternados en los
grandes e inmediatos destinos colectivos.» Su
consejo es todo un «Arriba España!».
La barba florida de don Ramón se enfrenta
decididamente con la del Campeador. Don Ra
món busca la verdad escueta. Como buen biógra
fo, se encariña con su héroe y llega a empaparse
tanto del cidianismo de su vocación, que, paso a
paso, sigue las huellas del Cid, de lugar en lugar,
de monte en monte, a caballo las más veces, con
su «Kodak» a punto en bandolera. Y cuando hay
que bautizar una hija, que será luego colabora
dora, no encuentra mejor nombre que Jimena.
Junto a Jimena Gómez de la leyenda y Jimena
Días, de la Historia, Jimena Menéndez Pidal,
de la investigación.
Funde y encarna así su tarea en su vida, la
poesía de ambas. Se hace hijo de sus obras.
Entra de lleno en el Cantar de Mío Cid. Para
Menéndez y Pelayo tenía más de legendario que
34
de histórico, pues estimaba que «modifica las cir
cunstancias de hechos muy capitales, introdu
ciendo otros enteramente fabulosos», y pertenece
enteramente a la leyenda el drama, «al que pa
rece concurrir toda la acción». Menéndez Pidal
examina pacientemente el manuscrito, emplean
do los reactivos donde la lupa es inservible. Coteja pacientemente el texto con las fuentes cas
tellanas—gesta leonesa, carmen latino de Cata
luña, cronicones aragocatalanes—con relaciones
de cronistas árabes, de documentos franceses y
aun hebreos. Armoniza y ensambla las noticias
de escrituras sueltas, de cartularios, pergaminos,
epitafios e inscripciones lapidarias. Analiza rasgos
paleográficos, interpreta obras de arte—e1 monu
mento enmienda al documento— y, sin concesio
nes a panegiristas ni detractores, contrasta los
personajes en los archivos, y la topografía sobre
el terreno mismo.
Consiguió aislar, primero, todo lo fabuloso que
enzarzaba la literatura cidiana. Principalmente,
el romancero anónimo y tardío de los sialos XIII
y XIV, base de un Cid tan poético como falso.
Imaginarias mocedades en la corte de Fernan
do 1, que hicieron llevar su nacimiento hasta 1029
para que fuesen posibles. Apariciones, milagros,
desplantes ante el Papa, arrogancias desmedidas.
Jugosos frutos de invención que inicia la tragedia
del amor desbocado de Jimena al matador de su
padre—tan apócrifa la hija como el Conde Lc’za
no—, reniemorados hoy, con inaenio moderno y
con aplauso, en un escenario madrileño.
En su peregrinar por la ruta cidiana, traduce
y locailza la geografía del Poema.- Eran reales y
estaban en. su sttio todas las referencias toponí
micas. Vuelca los nombres en un mapa y observa
la distinta densidad de la sembradura, muy ene
sa hacia Medinaceli. -Parecen ser lugares fami
liares al poeta, acaso estaba allí su patria chica.
Goincide el hallazgo con un dato fonético. El ju
glar ha rimado seriamente con «amor y Ca
rrión», palabras tan asonantes como «luerit» y
«fuent», lo que indica que pronunciaba «lont»
y «font», al modo catalán y valenciano, infiltrado
entonces hasta las extremaduras de Soria.
Sus hallazgos filológicos fueron mucho más le
jos. Llegó a comprobar documentalmente, con va
riados y eficaces recursos, que existieron veinti
on
Ramón Menén
dez Pidal, Presidente
de la Academia de la
Léngua
séis cte los veintinueve personajes cristianos del gado a conceder que hubo un compromiso roto
Cantar, y dos de los cuatro moros. Del principal con los Condes de Carrión, e incluso un viaje de
inlocalizado, Martín Antolínez—su sobrino—hay las hijas del Cid hacia tal pueblo, al identificar
tradición oral, muy repetida, en el origen genea
que Diego Téllez, personaje incidental, mero
lógico del apellido Burgós, y se tiene por suya «comparsa»—en argot del teatro—, era señor de
Sepúlveda y poseía las tierras del robledal de
una tumba en San Pedro de Cardeña.
Así, con cinceladas f1rmes y constantes, con Corpes, próximas a San Esteban de Gormaz, don
insistencia batalladora y monástica—como el po de los versos le cantan acogiendo a las afrenta
sible guerrero-monje que lo escribiera—, fué des
das Elvira y Sol.
cubriendo don Ramón la plena historicidad del
Las notas críticas iniciales abrieron paso a tres
Poema del Cid, y .sigue comprobando un nuevo magistrales volúmenes de El Cantar de Mío Cid.
realismo en cada nuevo hallazgo de su investiga
Era en 1908,cuatro años antes de morir el maes
tro Menéndez y Pelayo. Primero, el texto, comen
ción.
Sólo dos episodios da él como leyendas: el tado en lo paleográfico y literario, con su itine
rario geográfico e histórico. De él formó el voca
engaño del cofre y la afrenta de Corpes. El pri
mero queda aún brumoso y sujeto a controversia. bulario, diccionario del siglo XI, casi enciclbpédi
El segundo, ténido por fantástico, dió siempré qué co. Entre ambos, la Gramática, una gramática
pensar a Menéndez Pidal, y últimamente ha ile- del primitivo romance castellano, balbuciente aún
35
de latinismos, inédita hasta entonces, que para sí
hubieran querido los doctos de la época. Toda
una enciclopedia sobre el Cid y su tiempo.
¿Cuántos conocían la colosal labor de este es
fuerzo menéndezpidalino? Paso a naso, benedic
tinamente, iba surgiendo esa asombrosa resucita
ción biográfica de Rodrigo Días que son los dos
volúmenes de la España del Cid. En ella dejó
sentado, como primer axióina, que la historia
real del Campeador es más poética que su leyen
da. Verdad desoída de novelistas y poetas, co
mediógrafos y guionistas, que encontrarían ins
piración y fama explotando los filones del puro
historicismo cidiano. Por añadidura, harían pa-•
tria ,en vez de fomentar la incomprensión, con
siguiendo de una vez que en España y fuera de
ella se conozca al que, siendo nuestro héroe epó
nimo, es también héroe por antonomasia, cuyo
solo nombre evoca al mundo entero un paradigma
de valor y caballerosidad.
Esta fué la indiseutida victoria de Menéndez
Pidal en su larga batalla. La mayor gloria que ha
saboreado en sus noventa años. «Cumplir noven
ta años—dijo—-notiene importancia.» Claro que
no. Lo que tiene importancia es vivirlos, saberlos
vivir, como él, en servicio y entrega a una mi
sión callada, que glorifica.el nombre de su patria.
A los burgaleses nos apenan unos párrafos de
La España del Cid que siguen al epígrafe: «Nemo
profheta acceptus est in patria sua». No concebi
mos que la actitud dé Burgos hacia el Gid corres-
ponda al adagio latino, porque tenemos fe en la
nobleza y lealtad ancestrales de Castilla.
Esperamos que los próximos hallazgos de la in
vestigación rectifiquen esas ideas de la invidencia
en los paisanos de Rodrigo. Acaso algún día se
comprueben burgalesismos de poetas y per-aba
tesy, desde luego, una mejor comprensión bur
galesa del Cid. Por de pronto, con el Cid se des
terraron cinco sobrinos y un cuñado, amén de
otros parientes. La hueste es eminentemente bur
galesa.
Pero Burgos admira y honra como se merece
al hijo predilecto que ha reivindicado la gloria
del hijo más preclaro. Herntana á ambos la filia
ción legítima del unoy honoraria del otro. Cuan
do, hace cinco años, se debatían los proyectos del
monumento del Cid, alguien propuso poner la es
tatua del poeta al. pie del héroe—valoración in
versa al de Cervantes—, y no faltó una voz que
mostrase a Menéndez Pidal mucho más acree
dor a tal honra que el anónimo autor y el desco
nocido Pert-Abat, lo que no excluía figurar al poeta
y al historiador. Me aclaraba, en voz baja, apa
sionadamente: «Yo le pondría como pedestal cin
co tomos gigantes y macizos, siinbolizanao los
tres volúmenes de El Cantar y los dos de La Es
pañ del Cid.» Era una voz que se dejó oír hace
dos años, la del primer cidiano burgalés, don
Matías Martínez Burgos, mi maestro y amigo,
que goza ya la paz del Señor.
IMPRENTAS DEL COLEGIODE HUERFANOS
El Patronato de Huérfanos de Oficiales del Ejército tiene tres imprentas: en M A ORlO,
TOLEDO Y VALLADOLID, que, además de los impresos oficiales, de adquisición obli
gatoria en dichos establecimientos, también realizan trabaios particulares de esmerada
confección, garantizando la CANTIDAD, CALIDAD y ECQNOMIA. Los ingresos que
por estos conceptos obtienen pasan ÍNTEGRAMENTE a engrosar los fondos del Patro
nato y se destinan a MEJORAR la situación de los HUÉRFANOS. Se encarece a los se
ñores Jefes y Oficiales efectúen pedidos a esas imprentas a fin de incrementar los recur
sos de los HUÉRFANOS.
36
La ins/rucción de /1ro de las
tripulaciones de carros de com a/e
El conocimiento de un arma no garantiza
normalmente que se sea un buen tirador con ella.
Como, asimismo, el título de tirador—el hecho
de haber superado con éxito los ejercicios de
tiro—no garantiza tampoco que dicho tirador ob
tenga iguales resultados en un combate real
frente a tiradores enemigos. Para conseguir ésto
es preciso instruir al soldado en las condiciones
mds parecidas al futuro combate.
En la instrucción de carros, donde los campos
de tiro y el costo de las municiones son una difi
cultad, ¿puede llegarsé a poseer eficientes tripula
clones utilizando medios auxiliares, ejercicios de
tiro supuestos los disparos y los, impactos o reali
zando, por tiltinio, ejercicios de tiro redúcido? S’ifl
duda alguna, creemos que una instrucción metó
dica y progresiva (donde el tirador. vaya. logranL
do paulatinamente la automatización de sus mo-.
vimientos, reduciendo el tiempo empleado en las
diversas operaciones que el tiro en carros exige,
así como acostumbrando su visión a la óptica y
dificultades de localización, de’ los blancos que
en el campo pueden presentársele), puede ser la
base para lograr tripulaciones eficientes Des
pués, en el momento del combate, siempre será
más rápida la transformación del tirador de paz
en tirador combatiente si el conocimiento de su
material, así como su manejo, fué sólidamente
aprendido y practicado.
A nuestro modo de ver, la instrucción ‘de hoy
cumple solamente una primera fase de las tres
que ha de tener el ciclo completo en la instruc
ción del carrista. Cumple sólo aquella que capa-,
cita al tirador en el conocimiento y manejo de
sus armas deficientemente, ya que la práctica real
con las mismas queda reducida a unos pocos
ejercicios de tiro sobre blancos de fácil, destruc
ción, ejecutados casi siempre en condiciones óp
timas de localización.
La instrucción de tiro finaliza ahí, siendo pre
cisamente entonces cuando debería comenzar la
de aplicación al combate propiamente dicha, me’
diante dos nuevas fases. La primera, ejeóütan
do los mismos ejercicios conocidos” ya, «contra
reloj», a fin de conseguir ejecutar el tiro con la
máxima rapidez y exactitud, sincronizando al
máximo lbs movimientos de todos los tripulan
tes. La segunda, sometiendo a las tripulaciones a
un recorrido de campo con blancos de diversos ti
pos, en condiciones de ejecución cada vez más
difíciles y adversas. La precisión de los aparatos
de puntería de que se dispone en los carros mo-
Comandante
misión
Luis
SÁNCHEZ
LÓPEZ;-De
de americana
enlace con(CEMAG.-E.
la Misión M.militar
C.)
la Conorte
demos y la, enorme tensión de las trayectorias
de sus proyectiles garantizan a una tripulación
bien instruida el lograr casi totalmente impacto
seguro al primer disparo o, cuando menos, reducir
considerablemente las posibilidades de visión del
carro enemigo durante los segundos siguientes a
la explosión, “los cuales deberán sér suficientes
para introducir la corrección precisa en nuestro
próximo disparo y destruirle.
La instrucción «contra ‘reloj» es fundamental.
Es la fasé que el Ejército americano destacado en
Europa cumple, realizando una serie de competi
clones entre todas lás tripulaciones de. sus Uni
dades, y a la cual el General Clarke aludía en una
ceremonia de entrega de títulos celebrada en la
Escuela de Carros de Alemania, con las siguientes
palabras: «Hay, que pensar—decía—que nuestro
futuro enemigo ha de tener a su disposición,
cuando menos, material de iguales posibilidades
que el nuestro. Sólo una mejor instrucción moral
y técnica eu nuestras tripulaciones nos garantiza
rán la victoria en el momento del combate.»
Péro la constante, práctica de los ejercicios de
instrucción realizados sobre blancos convenciona
les y en condiciones de ambiente favorables, aun
realizados «contra reloj», sólo nos pueden pro
porcionar mayor seguridad y, rapidez en los com
plicados movimientos que los mecanismos de pun
tería y fuego’ exigen. Por eso, son sometidas las
Unidades americanas, además, a una práctica
denominada «prueba de eficiciencia de las tripu
laciones», en la que la puntuación. obtenida es
factor de toda la tripulación, y que consiste en
un recorrido donde aumenta la dificultad de su
trazado, así como la de localización de sus blan
cos. Mayor eficacia en menos tiempo es el fin
que se pretende lograr con estas competiciones,
cuyos resultados prácticos han sido altamente sa
tisfactorios; El indice de un.tuación por Unida
des completas ha mejorado notablemente, y es
de esperar que los tiempos en que las tripula
ciones tardan en batir unos determinados blan
óos vayan reduciéndose, proporcionando al Man
do la seguridad de que de sus carros, en el mo
mento del combate, saldrá ese primer disparo tan
fundamental para el éxito.
Estos resultados positivos son los que nos han
animado a transcribir con el máximo’ detalle la
forma en que estas pruebas ‘se realizan, por si
pueden servir de ayuda a los Oficiales que tienen
en nuestro Ejército la importante misión de for
mar tiradores de carros;
,‘)
/
yuda
de instrucción empleada para
Ja enseñanza, construida en mádera
1.
Ejercicios de tiro con ámet. de 7,62. Ta
y IV.
2. Ejercicios con cañón de 90 mm. y con ame
tralladora de 12,70. Tablas V,. VI, VII y VIII.
e) Curso cíe eficiencia de tripulaciones, que
exige: eficacia en la conducción; adecuada elec
ción de posiciones de tiro y de arma. Corrección
en las órdenes de fuego y máxima eficacia en los
blas 1, II, III
impactes.
La instrucción del carrista que hemos podido
estudiar en la Escuela de Carros del Ejército
Americano en Alemania (T. T. C.)se lleva a cabo
por medio de los siguientes cursos:
a) Examen preliminar de tiradores, que com
prende las siguientes fases:
1. Pruebas de material.
2. Pruebas de fuego simulado.
b) Curso de calificación de tiradores, que com
prende las siguientes fases:
Ametralladoracoaxial
Trazadora Normal
Instrucción
TABLAS correspondientes
a la prueba b.
Tabla
1a
Tabla
II a. g
Tabla
III b. b
Tabla
III (antigua) e
Tabla
IV b. d
Tabla
y
Tabla
VI
Tabla VII
Tabla VIII
Total para práctica
Total para puntuar
25
—
15
30
e) Amt. de 7,62
25
—
120
4
5
4
10
45
15
=
150; de 12,70
=
300
a) EXAMjN PRELIMINAR DE TIRADORES
1 .—PRUEBAS DE MATERIAL.
1. Desarmado del cierre del cañón.
Procedimiento.—para facilitar esta prueba, to
dos los mecanismos deben estar limpios de grasa
y aceite. La lona. del cierre se habrá
quitado
160
25
41
41
1
5
5
y
Colocado una lona en el suelo de la torre, en evi
19
19
Se utilizará munición trazadora
si no se dispone
la especial para ejercicios.
e. Se realizará una vea para práctica antes de hacer
los disparos con cañón.
d.
de
4
Expuesta la munición necesaria para la ejecu
ción de las pruebas b) y e) (en la prueba a), los
disparos son simulados), vamos a explicar la for
ma de ejecutar la primera de ellas.
38
Caión de 90 mm.
HE
PerToranfe
16
a. Incluye 5 disparos para puesta en ceroy fallos.
b. Incluye 4 disparos oara puesta en cero.
c. Se practica una vez antes de realizar los ejercicios
en el campo. (Curso Efic. de Trip.)
Prueba
El total de puntos que se pueden obtener en
las anteriores pruebas son los siguientes:
Prueba a), 480 puntos. (Para poder tomar par
te en las siguientes pruebas b) y c), es preciso
que el tirador haya obtenido, como mínimo, 384
en la a).)
Prueba b), 800 puntos. (400 corresponden a las
Tablas 1-1V, y 400, a las y-VIII.)
Prueba c), 1.220puntos.
La clasificación de los tiradores se realiza con
arreglo a las puntuaciones obtenidas en la prue
bab):
Tirador experto: de 370 a 400 puntos.
Tirador de primera: de 330 a 369 puntos.
Tirador de segundá: de 300 a 329 puntos.
Descalificado: 299 ó menos puntos.
La munición que se precisa para los ejercicios
de estas pruebas es la siguiente:
2
tación de que puedan sufrir desperfectos las pie
zas del cierre al caerse. Las luces del interior de
la torre estarán encendidas durante el ejercicio.
Se descontarán 5 puntos por cada período de 30
segundos o parte de período que exceda de los
3 minutos concedidos.
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador:
«Desarme el cierre». (Comienza a con
tar tiempo).
2. Tirador:
Una vez desarmado
el cierre, anuncia:
«Terminado».
3. Examinador:
Anota el tiempo invertido en la prue
ba por tiraior.
Ayuda de instrucción empleada por
los alumnos para las prácticas en
cla
4. Uso del indicador del cilindro reflenador y
forma de actuar en consecuencia.
Procedimiento.—El Tirador debe identificar las
cuatro posiciones del indicador, explicando el sig
nificado de sus cuatro diferentes secciones y las
medidas que hay que adoptar en cada caso antes
de realizar los disparos y durante el fuego. Cada
error cometido se penalizará con 5 puntos.
PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: «Identifique las cuatro secciones del
indicador. Explique lo ciue significa cada una de ellas y
resolución que usted adoptará cuando las observe, antes
o durante el fuego.
2. Tirador: Identifica y explica el significado de las
secciones.
3. Examinador: Anota el tiempo.
4. Tiempo permitido: 2 minutos.
5. Puntos posibles: 20
ODIA
4. Tiempo permitido: 3 minutos.
5. Puntos posibles: 20.
2. Armad.o del cierre del cañón.
Procedimiento.—El cierre y la torre se encon
trarán preparados en igual forma que en la prue
ba anterior.
Se descontarán
los mismos
puntos
y
por iguales causas en la prueba anterior.
ODIA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: «Arme l cierre». (Comienza a con
tar tiempo).
2. Tirador: Una vez armado el cierre, anuncia: «Ter
minado».
3. Examinador: Anota el tiempo.
4. Tiempo permitido: 4 minutos.
5. Puntos posibles: 20.
Puesta de la torre en el mando eléctrico.
Procedijniento.—trna vez dada la orden de co
menzar la prueba por el Examinador, el Tirador
debe poner la torre en mando eléctrico, ejecu
tando todas las operaciones en el orden debido.
Por cada error cometido se descontarán 5 puntos.
35
PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: «Ponga la torre en eléctrico». (Co
mienza a contar tiempo.)
2. Tirador: Alerta la tripulacin.—Comprueba niveles
de aceite.—Desbloquea el pestillo de la torre.—Enciende
el contacto de la torre.—Comprueba manualmente si la
torre se mueve libremente a uno y otro lado, y lo mismo
hace con los mandos manuales de elevación del cañón.
3. Examinador: Anota el tiempo..
4. Tiempo permitido: 2 minutos.
5. Puntos posiblés: 10.
GUlA
Cuadrante
de Elevación construido en madera
tamaño, para la enseñanza
en gran
Prueba de comprobación y afuste del me
canismo de disparo.
Procedimiento.—E sta prueba, aunque compren
de tres operaciones, es considerada como una
prueba sola. Corno preparación para la misma,
el selenoide de la ametralladora coaxial y la van
ha del mecanismo del disparo del cañón estarán
impropiamente ajustados, siendo imposible hacer
fuego con ellos. El Tirador pondrá los mandos en
eléctnicó, actuará sobre los mandos y mecanismos
de disparo y comprobará su funcionamiento. Asi
mismo, comprobará el selenoide. Seguidamente
realizará
lós ajustes necesarios para que tanto
el cañón como la amet. puedan disparar. Para es
tas comprobaciones y ajustes dispone el Tirador
de 8 minutos. Los puntos posibles son 20. Sufrirá
un descuento de 5 puntos por cada período de
30 segundos (o parte de período) que exceda del
tiempo concedido.
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: «Compruebe los contactos de disparo
y ainte del selenoide y varilla de disparo del cañón.»
(Cuenta tiempo.)
Ayuda en gran tamaño construida en
madera,
para enseñar los mandos del
telémetro
Procecimiento.—Sobre
ura mesa se coloca una
ainetr. de cal. 7,62, con el espacio de cabeza des
ajustado. El Tirador debe realizar este ajuste en
menos de dos minutos.
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador:
«Ajuste el espacio de cabeza». (Cuen
ta tiempo.
2. Tirador:
Ajusta el espacio de cabeza y anuncia:
«Terminado».
3. Examinador:
Cuenta- tiempo y anota el invertido.
en la prueba.
4. Tiempo permitido:
2 minutos.
5. Puntos posibles: 20.
Ayuda para la instrucción del Periscopio M-20, en Ja
que puede pbservarse
fácilmente
los movimientos de las
barras
de torsión
2. Tirador:
Realiza
las comprobaciones,
mecanismos
y anuncia:
«Terminado».
3. Examinador:
Anota el tiempo.
4. Tiempo permitido:
a minutos.
5. Puntos posibles: 20.
ajusta
los
6a
Ajuste de los aparatos de puntería. (Homo
geneización.)
procedimiento.—.Ei carro M 47 es colocado en
una posición horizontal, desde la que pueden ob
servarse diferentes objetivos o blancos colocados
a distancias conocidas, comprendidas entre las
500 y 3.000 yardas. El Tirador debe seleccionar un
blanco a una distancia de 1.500 para realizar la
homogeneización.
El cañón habrá sido preparado por el Instruc
tor colocando en la boca del tubo la cruz filial.
Seguidamente,
el Examinador
desajustará
los
distintos elementos del telémetro (escalas de dis
tancias y munición, dioptrías, halving, etc.). Asi
misnio desajustará
los mandos de elevación y
azimut de los periscopios y descorregirá de cero
la unidad balística.
En el interior de la torre se encontrarán el Ti
rador y un tripulante provisto de binoculares pa
ra ayudar al Tirador a realizar la homogeneiza
ción en los distintos movimientos de elevación
y dirección que serán precisos para la realización
de la prueba.
8.
Ajuste del espacio de cabeza y su sincroni
zación en la ametralladora 12,70 Z.
Proceolimiento.—Se
coloca una amtr. de cal.
0,50 (12,70) perfectamente
sincronizada, pero con
el espacio de cabeza desajustado, sobre un trí
pode. El Tirador debe corregir el espacio de ca
beza y comprobar su sincronización por medio
de la láminas calibradoras.
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador:
«Ajuste el espacio de cabeza y com
pruebe
la sincronización».
(Cuenta tiempo.)
2. Tirador:
Ajusta el espacio de cabeza, comprueba la
sincronización,
utilizando los calibres de lámina, y anun
cia: «Terminado».
3. Examinador:
Cuenta tiempo y anota el invertido
en la prueba.
4. Tiempo permitido:
2 minutos.
5. Puntos posibles:
20.
9
Cuidado y mantenimiento
de los mecanis
mos de la torre.
Proceciimiento.—El
Examinador ordena: «Eje
cute la comprobación diaria de los puntos que hay
que lubrificar en la torre, incluyendo la compro
bación y rellenado del sistema de recuperación
del cañón». El Tirador señala los puntos cuya
responsabilidad
de engrase recae sobre él y es
coge entre varios aceites y grasas aquella que
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador:
«C o mi en c e la homogeneización».
(Cuenta tiempo.)
2, Tirador:
Realiza el ajuste del te?émetro, perisco
pios y Amtr. coaxial, siguiendo las secuencias correctas.
Una vez terminado,
anuncia:
«Terminado»:
3. Esta prueba no tiene tiempo límite.
4. Puntos posibles: 0 (20 por el tel4metro, 10 ror c:,
da periscopio y 10 por la ametralladora
coaxial).
7• Ajuste del espacio de cabeza de la ametra
lladora coaxial.
40
Telémetro
montado sobre soporte para la enseñanza
clase y práctica de los alumnos
en
debe ser utilizada en cada punto o mecanismo.
(Todos estos lubrificantes y grasas deben estar
envasados en sus normales envases.) Debe el Ti
rador explicar también el correcto procedimiento
para comprobar, rellenar y sangrar el sistema de
recuperación, del cañón. El total de puntos que
se pueden obtener en esta prueba es de 20 Por
cada error será señalada una penalidad de 5.
GTJIA PARA EL EXAMINADOR
-
1. Examinador: «Realice la coiñprobación diaria de
los puntos de engrase de la torre y la comprobación de
sistema de recuperación del cañón.»
2. Tirador: Señalará los puntos de lubrificación y se
leccionará el lubrificante a utilizar en cada uno. Ex
plicará el procedimiento para comprobar, rellenar y san
grar el sistema de recuperación del cañón.
3. Tiempo límite: No tiene.
4. Puntos posibles: 20.
•
afirmativo, debe decir su cuantía y realizar la.
corrección. El tiempo permitido es de tres mi—
nutos. Los puntos posible, 10. Caso de que la es
cuadra haya sido mal corregida, no se le con
cederán puntos.
Seguidamente, el Examinador anuncia un án
gulo de elevación El Tirador lo coloca en la es
cuadra y sitúa ésta en los puntos precisos sobre
el cierre. El Examinador comprueba el ángulo y
situación de la escuadra. Este ejercicio se reali
zará cuatro veces. Por cada una de ellas el Ti
rador puede obtener 5 puntos, y el tiempo que se
le concede para cada colocación de estos ángu
los es de diez segundos.
GUlA
PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: «Compruebe la escuadra de nivel y,
si tiene error, ué corrección precisa», (Cuenta tiempo.)
2. Tirador: Una vez comprobada, anuncia: «Escuadra
correcta)), o en caso contrario: «Escuadra incorrecta. Pre
cisa una corrección de... en más o en menos».
3. Examinador:
Anota el tiempo invertido en la
prueba.
4. Tiempo permitido: 3 minutos.
5. Puntos posibles: 10.
6. Examinador: «Angulo de elevación, tantas milési
mas». (CUenta tiempo).
7. Tirador: Coloca el ángulo en la escuadra. Sitúa ésta
sobre el cierre y anuncia: «Terminado».
8. Examinador:
Anota el tiempo y seguidamente
anunciaS’ otros 3 ángulos.
9. Tirador: Ej ecuta estas tres nuevas órdenes y, al.
final de cada una de ellas, anuncia: «Terminado».
10. Tiempo permitido: 10 segundos para cada orden.
11. Puntos posibles: 20 (5 por cada ángulo bien si—
tuado).
10. Identificación e inspección de Zamunición;
Procedimiento.—Todas las clases de munición
de uso corriente ei el cañón de 90 mm. y ametra
lladoras del carro M 47 deben estar a la vista del
Tirador. Algunos de estos proyectiles deben pre
sentar faltas (suciedad, oxidaciones, bandas gol
peadas, vainas defectuosas, etc. etc.). Los letre
ros y marcas propias de cada tipo de munición
estarán cubiertos de tal forma que sólo el tama
ño, silueta y color del proyectil sean suficientes
datos para que el Tirador identifique la muni
ción. En esta prueba, el Tirador deberá identifi
car cinco proyectiles y señalar los defectos que
observe en tres de ellos, explicando también los
NOTA-—Silos ángulos no son los ordenados, o está mal
efectos que se derivarían si estos proyectiles de
la escuadra O el tiempo excede de 10 segundos en
fectuosos fueran utilizados en fuego real. Los situada
cada operación, no se concederán puntos.
puntos posibles son 10. Por cada error que corne
ta el Tirador en esta prueba le serán descontados
2 puntos.
2. Prueba de manejo del cuadrante de ele
vación
GUlA PARA EL EXAMINADOR
Proceclimiento.—En esta prueba debe el Tira
1. Examinador: «Identifique estos cinco proyectiles».
dor situar el cáñón en alcance, utilizando para
2. Tirador: Identificará los proyectiles que se le in
la medida del ángulo de elevación el cuadrante
diquen.
3. Examinador: «Manifieste los defectos que observa de elevación.
en estos tres, y’ efectos que se pueden producir si se uti
El Examinador anuncia una distancia en yar
lizan».
das.
El Tirador, usando la unidad balística como
4. Tirador: Explicará lOS defectos y los daños que
tabla. de tiro, determina el ángulo y lo itúa en
pueden derivarse de ellos.
5. Tiempo permitido: Sin límite.
el cuadrante. Seguidamente cala la burbuja, ma
6. Puntos posibles: 10.
nejando el mando de elevación del cañón, y
anuncia TERMINADO. El Examinador comprue
ba el ángulo situado en el cuadrante y si la
a) EXAMEN PRELIMINAR DE TIRADORES
burbuja está calada.
2.—PRUEBAS DE FUEGO SIMULADO.
Esta operación se repite dos veces más, procu
rando
el Examinador Que lo.s ángulos que sitúa
1.a Cornvrobación cte la escuacira cte nivel.—Se
entrega al Tirador una escuadra de nivel, que sean positivos y negativos.
puede o no puede estar exacta. El Tirador debe
Los puntos posibles son 30. 10 por cada vez.
realizar la prueba de comprobación de extre
El tiempo permitido para cada operación es de
mos y hallar el error, si es que existe. En caso diéz segundos.
4
PREPARADO.
El Examinador le anunciará la distancia, mu
nición y blanco y, al mismo tiempo, le trasladará
con su mando el cañón hasta las cercanías del
blanco a que se apunta. El Tirador colocará la
distancia en la unidad balística en la munición
correspondiente
y terminará de apuntar el cañón
con sus mandos. El Examinador comprobará la
posición de la cruz filial, la distancia y la muni
ción establecidas en la unidad balística. Esta
prueba se ejecutará cuatro veces. Por cada vez
obtendrán
10 puntos, si se ha realizado bien y
en menos de diez segundos por cada prueba.
GUlA
PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: Anuncia distancia, munición y blan
co. (Cuenta tiempo.)
2. Tirador: Coloca la distancia y munición en la uni
dad balística y termina de apuntar el cañón sobre el
blanco ordenado.
3. Examinador: Anota el tiempo y comprueba la pun
tería y distancia en la U. B.
4. Tiempo permitido: 10 segundos.
5. Puntos posibles: 10.
6. Examinador: Repite la prueba con tres nuevas ór
denes de tiro, las cuales puntúan en igual forma.
Ayuda de instrucción construida en madera, donde el
Instructor mueve el paisaje dibujado en la pantalla y el
alumno debe situar la cruz filial sobre el blanco orde
nado batir, por medio de los mandos de elevación (1)
y dirección (2)
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: Anuncia una distancia en metros y
munición a emplear. (Cuenta tiempo.)
2. Tirador: Halla ‘el ángulo y lo sitúa. Cala la burbu
ja y anuncia: «Terminado».
3. Examinador: Anota el tiempo invertido y ordena
otros dos ángulos en igual forma.
4. Tirador: Ejecuta las órdenes en igual forma.
5. Tiempo permitido: 10 segundos para cada orden.
6. Puntos posibles: 30 (10 por cada orden bien eje
cutada).
3• Prueba de apuntado del cañón u.tiliaando
los periscopios M 20 y unidad balística.
Procedimiento.—En
esta prueba el Tiracor de
be apuntar el cañón correctamente sobre cuatro
blancos, siguiendo las órdenes que le dé el Exa
minador.
El carro deberá estar emplazado en un lugar
desde el cual puedan verse los cuatro blancos de
la prueba. El centro de los blancos debe estar
señalado para que pueda el Examinador compro
bar que la cruz filial está perfectamente
apuntada. El. Tirador situará sus dioptrias en los ocu
lares del periscopio y la unidad balística en cero.
Una vez realizadas estas operaciones, anunciará
42
Prueba de apuntado del cañón por medio
del telémetro.
Procedirniento.—En esta prueba él Tirador de
be apuntar el cañón sobre un blanco utilizando
el telémetro. El Examinador le anunciará
tres
órdenes de fuego. El tiempo permitido es de diez
segundos por cada una de ellas, y los puntos que
se pueden conseguir, 30. (Por cada orden bien
ejecutada, 10.)
GUlA PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: Anuncia una orden de fuego. (Cuen
ta tiempo y traslada con su mando el cañón hacia el
blanco previsto.)
2. Tirador: Coloca la munición en su escala, halla
la distancia, apunta el cañón y anuncia: «Listo».
3. Examinador: Anota el tiempo y comprueba la pun
tería y distancia.
4. Tiempo permitido: 10 segundos. (Esta prueba se re
pite dos veces más.)
5. Puntos posibles: 30 (10 por cada prueba ejecutada
correctamente).
5a
Prueba de puesta en cero de los prisco
píos.
Proceclirniento.—Esta
prueba consta de tres
operaciones, pero a efectos de realización se con
sidera una solo. En un sitio visible habrán sido
colocados varios blancos con un círculo de una
pulgada y a una distancia delante del carro de
1.000 pulgadas. En cada blanco se habrá mar
cado un agrupamiento de tres impactos. El cañón
estará perfectamente
homogeneizado de ante
mano, así como los aparatos de puntería. Las
escalas de los mandos de homogeneización se ha
brán descorregido al azar. El Examinador desig
nará un blanco. El Tirador realizará la puesta
en cero de emergencia.
PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador: «Realice la puesta en cero de emer
gencia». (Cuenta tiempo.)
2. Tirador: Múeve las escalas deslizantes dé azimut
y elevación a 4 y 4. Desbloquea los mandos y sitúa en
estas escalas 3 y 3. Bloquea los mandos y anuncia: «Ter
minado».
3. Examinador: Anota el tiempo.
4. Tiempo permitido: Un minuto.
5. Puntos posibles: 15.
6. Examinador: «Simule tres disparos con perforante
al blanco, supuesta distancia de 1.500 yardas y munición
perforante».
(Cuenta tiempo.)
‘7. Tirador: Sitúa en el índice la munición anunciada
y la distancia correspondiente. Apunta el cañón y simu
la tres disparos, reapuntando el cañón después de cada
uno de ellos. Anuncia: «Terminado».
8. Examindor:
Cuenta el tiempo y lo anota.
9. Tiempo permitido: Un minuto.
10. Puntos posibles: 15.
11. Examinador:
«Los tres disparos realizados están
representados por los tres puntos negros del blanco.
Complete la puesta en cero, realizando el disparo de com
probación». (Cuenta tiempo.)
12. Tirador: Coloca la cruz del retículo en puntería
sobre el blanco. Desbloquea los mandos de hoinogeneiza
eión. Traslada la cruz del retículo hasta el centro del
agrupamiento. Bloque los mandos. Vuelve a colocar la
cruz en puntería, utilizando los mandos del cañón, simula
un nuevo disparo .y anuncia: «Terminado»
13. Examinador: Anota el tiempo invertido.
14. Tiempo permitido : Un minuto.
15. Puntos posibles: 20. Total de puntos posibles en la
Prueba: 50.
NOTA: En esta prueba la exactitud es fundamental,
tanto en lo que a puntería se refiere, como a la eolo
cación correcta de la munición y la distancia en los me
canismos respectivos. En la puntería final, un error ma
yor de ;4 de milésima, anula la Prueba.
GUlA
OIJIA PARA El EXAMINADOR
1. Examinador: «Tirador, perforante, carro, fuego».
2. Tirador: Conecta el mando del cañón, sitúa la mu
nición en su escala, anuncia: «Visto»; apunta el blanco,
anuncia: «Preparado», y simula el disparo.
3. Examinador: Comprueba la puntería y le indica
la traza. (Cuenta tiempo.)
4. Tirador: Aplica la corrección sobre impacto; anun
cia: «Preparado», y simula este nuevo disparo corregido.
5. Examinador: Comprueba la puntería del segundo
disparo y anota el tiempo.
6. Tiempo posible: 20 segundos.
‘7. Puntos posibles: 50.
Prueba de corrección del ruego utilizando
el indicador de azimut y el cuadrante de eleva
ción.
Proceciimiento.—Para
la preparación de esta
prueba se requiere tener confeccionada una tar
jeta de tiro con los datos correspondientes a va
rios blancos. El cuadrante de elevación y el in
dicador de azimut estarán comprobados exacta
mente. El cañón estará apuntado sobre el punto
de referencia. El Examinador anuncia una orden
de fuego tomando los datos de uno de los blan
cos de la
El Tirador
apunta
el cañónespor
medio
de tarjeta.
los mandos.
El tiempo
permitido
de
dos minutos.
PARA EL EXAMINADOR
1. Examinador:
«Tirador, HE, cuadrante de eleva
ción (tantas milésimas); azimut (tantas milésimas de
recha o izquierda); tropas, fuego». (Cuenta tiempo).
GUlA
Indicador
de
Azimut
construído
tamaño
en
madera
/
6.
Prueba de punteila inicial y CORRECCION
SOBRE IMPACTO.
Procedmiento.—Esta
prueba consta de dos
.operacíones, pero se considera como una sola. En
su preparación se coloca un blanco pequeño con
una silueta de carro de unas 4 pulgadas de 1on
gitud por 2 de altura, a unas 1.000 pulgadas de
distancia enfrente del carro. A una pulgada del
lado izquierdo o derecho del carro hay dibujado
un punto rojo, que représenta un disparo per
dido. El Examinador anuncia una voz de fuego
para batir el carro. El Tirador coloca la torre
en poder, sitúa la munición ordenada en la es
cala, apunta el cañón y simula el disparo. El
Examinador comprueba la puntería y le indicñ
la traza roja del disparo para que el Tirador in
troduzca la corrección correspondiente. El Tira
dor introduce la GORRECCION SOBRE IMPAC
TO y simula un segundo disparo. El Examinador
vuelve a comprobar ete disparo y cuenta el
tiempo invertido. El tiempo permitido es de vein—
te segundos. Los puntos posibles, 50.
I
en
gran
2. Tirador: Conecta el mando de disparo, sitúa los da
tos en el cuadrante, apunta en dirección con el indicador
de azimut, centra la burbuja por medio del mando de
elevación del cañón, anuncia: «Preparado», y simula el
disparo.
3. Examinador: Cuenta el tiempo y comprueba si los
datos son los ordenados.
4. Tiempo permitido: 2 minutos.
5. Puntos posibles: 40.
NOTA.—La debida secuencia y la seguridad son de la
nxima
importancia en esta prueba. Si existiera error en
los datos dados, no se otorgará punto alguno.
Pruebas de fuego simulado:
2.
1.
Comprobación
vel
2.
Manejo
3.
del
4.
de la escuadra
cuadrante
Apuntado
pio
del
M
Puntos
de
cañón
de ni
30
30
elevación.
con
el
perisco
40
20
Apuntado
del
cañón
con
el
telé
30
50
metro
5.
Puesta
6.
en
cero
Puntería
del
inicial
periscopio
y
corrección
sobre
50
impacto
7.
AMEN
PRU4INAR
Puntería
DE TIRADORES.
azimut
y
RESUMEN DE LA TABLA DE
PUNTUACIONES
Pruebas de material:
Puntos
1. Desarmado del cierro del cañón
2. Armado del cierre del cañón
3. Puesta de la torre en mando eléc
trico
4. Uso del indicador del cilindro reile
nador ..:
5. Ajuste del mecanismo de disparo
6. Ajuste de los aparatos de puntería...
7. Ajuste del esuacio de cabeza de la
ametralladora
de 762
8. Ajuste y sincronización de la ame
tralladora de 12,70
9. Cuidadó y mantenimiento
de Jos
mecanismos de la torre
10. Identificación
e inspección de la
munición del carro M 47
elevación
20
pondientes
20
TIRADORES
al
MEN
10
tintas
20
gados
20
similar
50
cursos
de
de
aun
carros
número
de
tros
se
20
10
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a la Escuela de Carros del Ejército
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del
Castillo cJe
Malpica
sobre
el
Tajo
Cas/ii/osso4relospasos eilrifeficos ¿el Tajo
El de Málpica restaurado recienternene
Tte.
Coronel de Infantería,
retirado.
Celestino
Hay que decir que los castillos españoles. reli
quias del pasado glorioso e imperial de España,
salieron bien parados de nuestro Movimiento Na
cional. Son pocos los que recibieron el castigo de
las bombas y las iras artilleras en sus raciales y
viejas estructuras de guerra, acaso porque el ene
migo rojo no los ocupó casi nuflca. Y no creemos
que fuera esto debido al respeto que estas forta
lezas le impusieran, ya que no dudaron en gua
recerse y fortificarse en torres mudéjares .y gó
ticas, para batir desde ellas a las fuerzas nacio
nales, sin preocuparse del peligro de que fueran
cañoneadas y destruidas.
Hemos recorrido paso a .paso la provincia de
Toledo, sembrada toda ella de castillOs, y hemos
podido comprobar que las ruinas de muchos de.
ellos permanecían así desde antes de nuestra úl
tima guerra, debido a los vaivenes destructores
de los siglos y a la incuria ingrata de los hom
bres.
Toledo es una de las provincias que más casti
lbs tiene, que han ido jalonando la historia de
esta baja Castilla a 1 largo del tiempo. El cielo
d la provincia toledana resplandece en azul so
bre las torres de sus innumerables castillos; la
bóveda de ese cielo da tono vivo al paisaje de su
M.
LÓPEZ-CASTRO.
(Fotos
del autor.)
suelo gris, donde campea el terrazgo pardo del
barbecho, la aridez del páramo y los caminos re
secos por los que ha pasado, la historia de Cas
tilla. Trochas, senderos, cañadas y veredas por
donde iban y venían los rebaños de la Mesta,
cuando huían de los fríos pirenaicos del alto
Aragón hacia los climas templados de la Extre
madura.
Uno de los castillos perfectamente conservado
hoy y recientemente restaurado es el de Malpi
ca, bañado por las aguas del caudaloso Tajo, más
allá de la ciudad Imperial, y, por lo tanto, más
anchuroso
allí, con verdes
orillas de
risueñas
márgenes embellecidas
por frondosa
arboleda.
Panorama compIeamente distinto al paso por
Toledo del impetuoso río encajonado allí, bravío
y bramador, entre rijosos cantiles que lo com
primen, que lo estrechan en sombría garganta.
Cauce curvado alrededor de la ciudad, formando
un foso defensivo natural, difícil de salvar por
un asaltante que llegara por el Sur. Alveo pro
fundo por donde galopan las aguas, mirándose
en su azogue fugitivo, desde gran altura, las to
rres fuertes del castillo de San Servando, los
presuntuosos y modernos edificios de la Acade
mia de Infantería, las estructuras resucitadas del
45
hoy
existe
un
puente
moderno
en lugar de la an
tigua barca
heroico Alcázar, en trance de ser terminada su
reconstrucción, y la pintoresca ermita de la Vir
gen del Valle, enriscada en la ladera y asomada
al precipicio.
Río internacional que baña las capitales de
dos naciones: Toledo, que fué Corte de la España
Imperial y visigótica, y Lisboa, que lo es de la
actual y vieja Lusitania. Río pleno de historia,
lleno de heroísmos, porque fué frontera de la Es
paña musulmana durante dilatados años, y sus
aguas se enrojecieron muchas veces con sangre
agarena de los invasores y cristiana de los reconquistadores. Río que vió llegar a su cauce con
asombro, en agosto de 1936,las columnas marro
quíes de Yagüe, valientes ocupantes de sus ribe
ras hasta Talavera; y luego a las fuerzas del
General Varela, que conquistaron Toledo y su
Alcázar, después de bajar desde Maaueda por la
carretera de Avila y de haber asaltado las for
tificaciones rojas de este pueblo (sin tocar su
castillo), declaradas inexpugnables por el Gene
ral de Ingenieros rojo Masquelet. Consideraba el
Gobierno de Madrid que aquél era el mejor sitio
para detener el ímpetu arrollador de los nacio
nales en su avance incontenido por la vega del
Tajo y en su amenaza inminente sobre la capi
tal de España. Maqueda era el sitio clave en
donde se habría de decidir si se iba primero a
Madrid o a Toledo, para liberar a los héroes del
Alcázar. Hubo opiniones encontradas y vehemen
tes, que el Caudillo cortó con energía y decisión
afectiva: « ¡ A Toledo »
Pero vayamos hacia la fortaleza de Malpica,
que allí quedó embolsada por las fuerzas nacio
nales, entre el Tajo y la línea marcada por Ma
queda, Valde Santo Domingo, Torrijos y Rielves.
46
Muchos de los castillos del Medievo fueron
construidos a la orilla de los ríos para defender
su paso. Hemos citado el de San Servando, en To
ledo, y vamos ahora a éste de Malpica, que es hoy
nuestro tema. El castillo de Malpica existe desde
hace muchos siglos, acaso desde los primeros de
la conquista de España por los árabes; aunque
el que hoy contemplamós ha cambiado comple
tamente sus estructuras y hasta su trazado, a
causa de las múltiples reconstrucciones y res
tauraciones. Se sabe que el primitivo castillo se
construyó para guardar y defender el paso o bar
ca de Malpica, aquí establecido y citado tantas
veces en viejas crónicas de guerra; paso que fi
gura en un episodio político que afectó directa
mente al Rey don Juan II de Castilla.
El rein.ado de este monarca se caracterizó por
su abulia y falta de voluntad para los asuntosde Estado, depositados íntegramente en manos de
su favorito don Alvaro de Luna. Pero las ambi
ciones personales de los Infantes de Aragón don
Juan y don Enrique, cuñados de don Juan II,
desembocaron en una serie de luchas e intrigas.
para ganar la voluntad del monarca y anular los
manejos del de Luna. Y ocurrió que un día de ju
lio de 1.420, hallándose el Rey en Tordesillas,
acompañado de su valido, llegó el Infante don
Enrique, penetró en palacio bajo pretexto de apre
sar a ciérto sérvidor indeseable, y se apcderó vio
lentamente de don Juan y de don Alvaro, y se los
llevó, primero, a Segovia y, finalmente, a Talavera
de la Reina. Pero el de Luna, con su influencia,
consiguió evadirse con el Rey el 29 de noviembre
del citado año, pasando el Tajo por la barca dé
Malpica, protegida por el castillo, afecto al mo
narca, y logrando llegar y esconder a don Juan II.
El
do
patio restaura
al estilo mu
déjar
en la fortaleza de Montalbán, encumbrada en los
Montes de Toledo.
Sobre la impresionante majestad del ancho
Tajo se yergue la silueta señorial del castillo de
Malpica, presidido por el silencio y la paz ven
turosa de ahora. En la plácida y mansa corrien
te cabrillean sus torreones cuadrados, chatos y
anchos, en transparencias de cristal movedizo.
Sobre las aguas quietas y profundas duerme el
castillo, rodeado por rumores espesos de bosque,
Una
de las avenidas
envuelto en un paisaje bello y sedante, con calma inalterable desde hace siglos.
Hoy existe allí un moderno puente metálico,
donde antes se encontraba la antigua barca, y
desde aquel lugar se contempla el magno castillo,
con toda la integridad arquitectónica de su to
rreada estructura; lamiéndole las aguas del gran
río sus pétreos murallones; con la pincelada azul
de cielo toledano sobre él, y el verde concentra
do de las orillas que encuadran la bellísima for
del parque que
envuelvo
al Castillo
taleza ducal de hoy, aumentando así el efecto
decorativo del cuadro. Pero antes de llegar y vi-.
sitar el castillo queremos decir algo importante
sobre us cambios y reformas en su estructura
castrense antigua, ya que podemos clasificarlo
ahora como comprendido entre los castillos
palacios.
Los castillos perdieron mucho de su carácter
militar y belicoso a raíz de la orden taj ante de
los Reyes Católicos para que fueran derribados
estos reductos de la nobleza, a fin de someterla
al poder real, ya que había llegadó a enfrentarse
con él, superándolo en influencia política y en
riqueza. En su colisecuencia, algunos castillos, que
pudieron librarse de esta destrucción, trataron
de dulcificar su fisonomía castrense de fortale
zas, naciendo un tipo híbrido, medio castillo, me
dio palacio, al abrir sus herméticos muros con
ajimeces y galerías góticas, y al convertir sus
plazas de armas interiores en patios porticados
de dos órdenes o plantas, estructurados con ar
cos ojivos. Las habitaciones, reducidas antes a
cocina, cuadras, dormitorio del señor y aloja
miento de sus mesnaderos, fueron ampliadas con
salones suntuosos, amueblados espléndidamente,
donde la vida muelle de las ciudades hace su
aparición en el siglo XVI, entrando en los cas
tillos decididamente el lujo, y el arte. Las bóve
das de piedra son sustituídas por bellos arteso
nados mudéjares; los pavimentos y muros son
revestidos con cerámica talaverana y con ricos
tapices; las chimeneas de hogar blasonadas, con
sus troncos llameantes, confortan el ambiente;
Sobre
la puerta de la barbacana
exterior,
cuelga
una
las fiestas y saraos se celebran con frecuencia, y
lo.s trovadores corren de castillo en castillo, con
sus citaras y laúdes armoniosos y con sus canti
gas líricas.
Castillos-palacios con sus adarves y torrejon
cilios, donde el centinela, ballestero o arcabu
cero vigilaba el campo, acaso hostil, mientras en
los salones resplandecía el lujo del sarao entre
miles de luminarias en los velones, apliques y
aparatos ferrados.
Bellísimo es el panorama de este castillo-pa
lacio de Malpica, acrecentado al contemplar el
gran parque que lo rodea; de floridos jardines
y cruzado por avenidas bajo arcos de verdura. Al
lado del castillo se extiende el pueblo de Malpi
ca, dominado por la vieja mansión fortificada en
cordial vasallaje; protegido por el noble señor
del castillo que lo ha restaurado recientemente,
para que la historia no se interrumpa y para
que el plantel de la fortaleza siga realzando su
silueta romántica por los caminos de la esté
tica.
Su dueño, el Duque de Anón y Marqués de
Malpica, comenzó hace pocos años las obras ne
cesarias para su conservación, haciéndolo con
tan exquisito gusto y realismo de épcca, que es
digno de encomio, hoy sobre todo en que estas
restauraciones han desnaturalizado las estructu
ras de muchos castillos.
La fortaleza está enclavada en el extremo de
una enorme finca, una de las más bellas y ex
tensas posesiones señoriales de Castilla la Nueva.
Y en ella se han celebrado siempre excursiones
simbólica cadena
como signo de haber alojado
a un rey
Bella
perspectiva
desde la
de la barbacana
puerta
cinegéticas, presididas muchas de ellas por per
sonas reales, organizadas por don Joaquín Fer
nández de Córdoba, Duque de Arióu, prototipo
del verdadero montero español, que llegó a ma
tar 1.300 reseS.
Este castillo está ahora de luto porque su
dueño falleció en el pasado año 1957; pero su
ponemos que sus herederos seguirán la tradición
de conservar, la fortaleza, modelo de castillospalacios. Su planta es rectangular,
con torres
achatadas
y cuadradas en los ángulos, y la del
Homenaje
centrando el lienzo meridional. Las
torres y merlones están almenados, abriéndose
en ellos ventanas de estilo mudéjar y de ajimez.
De la primitiva fortaleza subsiste el foso y la
torre del Homenaje, así como parte de la bar
bacana, con su puerta ojival y puente levadizo.
Por cierto, ue nos extrañó una cadena que or
laba .por fuera el arco de la puerta, explicán
donos que era la señal simbólica usada en el Me
dievo para indicar que el Rey se había hospe
dado alguna vez en el castillo. Y al comentar el
episodio de don Juan II de Castilla, cuando atra
vesó el Tajo por la barca, camino de Montal
bán, sé nos dijo que la tradición asegura que
se paró a descansar en este castillo de Malpica.
El patio es lo último restaurado, con arque
rías ojivales y galerías en dos plantas. Multi
tud de salas, con chimeneas decoradas de ara
bescos, se extienden por los dos pi.sos de la for
taleza, pero solamente se han habilitado para
vivir las de la planta inferior.
San Servando (To
ledo), otro castillo
sobre un paso es
trategico
del Tajo
Xl
rii
fN
ormas sobre 1Lolatoracion
.1
EJÉRCITO se forma prefeDentemente con los. trabajos
nea de los Oficiales. Puede enviar
empleo, escala y situación.
de colaboración espontá
los suyos toda la Oficialidad, sea cualquiera su
También publicará EJÉRCITO trabajos de escritores
desarrollo interese que sea difundido en el Ejército.
civiles, cuando el tema y su
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6oo pesetas, que puede ser elevada hasta 1.200 cuando su mérito lo justifique. Los utili
zados en la S’ección de “Información e Ideas y Reflexiones” tendrán una remuneración
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sea ocioso, equivocado o inoportuno. Además. los trabajos seleooionados para publica
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s.j son raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la cor•rcta interpretación del
texto son indispensables, bastando que estén ejecutados, aunque sea en lápiz, pues la Re
vista se encarga de dibujarlos bien.
Admitimos fotos, oomposicionies y dibujos, en negro o en color, que no vengan acom
pañando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publicación.
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Pagamos siempre est oolaboración. según acuerdo con el autor.
Toda colaboración en cuya preparación hayan sido consultadas otras obras o tra
bajos, deben ser citados detalladamente y acompaar al final nota completa de la bi
bliografía consultada.
En las tradnciones es indispensable citar el nombre completo del autor y la publi
cación de donde han sido tomadas.
Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para “Guión”, revista ilustrada de los
mandos subalternos, del Ejército. Su tirada, 21.000 ejemplares, hace de esta Revista una
tribuna resonante donde el Oficial puede darse la inmensa satisfacción de ampliar su la
bor diaria de instrucción y educación de los Suboficiales.. Pagamos los trabajos destina
dos a “Guión” con DOSCIENTAS
50
CINCUENTA
a SEISCIENTAS
pesetas.
De Etica Militar
Capit.n
de Infanteria,
Francisco
Javier VI
LLALBA ‘Y SANCHEZ DE OCAÑA, profesor
de la Academia
del Arma.
•
•
La profesión castrense, en su milenario ejer
ciio, está siempre enfocada hacia el cultivo cUi—
dadoso de todos los elementos de índole psico
lógica de que dispone el hombre como sujeto
dotado de un complejo de valores espirituales.
Hay una metodología al servicio de esta téc
nica, un vocabulario especializado, el cual, unas
veces con precisión y otras con. bien perceptible
desvarío, estima, ‘clasifica y define los varios as
pectos y las diversas teorías psicológicas que sir
ven de asidero a sus certeras o conjeturales ideaclones.
El telón de fondo de la psicología militar es la
noción de la guerra y sus varios motivos. Como
la razón humana es impotente en las relaciones
o conflictos entre países, la guerra es tan anti
gua y será tan constante como su sujeto actuan
te, es decir, que, al parecer, mientras haya hom
bres habrá guerras, lo que equivale a situar su
eterna presencia como uno de los menesteres
más idóneos del ser humano.
Esto, en lo que sin error se puede llamar el
aspecto endógeno, porque lo óxógeno, dependien
te de los progresos de la mecánica, física, etc.,
o afecto a ellos por razón de su mayor percep
tibilidad en el gran público, llega a colgársele
una atribución capital, duandQ es simplemente
un adjetivo.
El conjunto de virtudes indispensables y pre
cisas para la carrera militar están catalogadas
en los libros que de ello tratan, su definición
está en los diccionarios y su glosa en los auto
res clásicos. Ese- es el mareo tradicional, la f é
ruja Impuesta al racIocinio, Pero como el ele
mento de la psieologia vario e incoercible es el
alma humana, la ciencia psicológica está aque
jada de frecuentes crisis, altibajos, que obedecen
a la Imperfección de los métodos en unos casos
y al afán generalizador en otros. Es frecuente
oir delicadas burlas a cuenta de los instrumentos
o mecanismos para graduar, con arreglo a deter
minados patrones, las variables escalas de la in
teligencla humana y la diversidad de reacciones
con que ésta y el carácter de la persona se ma
nifiestan. Esta incredulidad lo mismo es propia
de las ciencias naturales que de las fi1osóficas,y
estando los psicólogos en lo que pudiéramos lla
mar zona intermedia, sus fines y métodos son
más discutidos, porque el área de sus conocí-
mientos no es ni tan sutil como la indole filosó
fica ni tan susceptible de ponderarse como ele
mento de laboratorio.
Y es que no puede ocurrir de otra manera,
toda vez que la psicología es la ciencia humana
por antonomasia y se concreta a lo que no es
ni totalmente espíritu incorpóreo ni sujeto zoo
lógico, sino reflexión recíproca de una y otra
entidad conceptual, por la que los elementos del
espíritu se orientan hacia arriba en tanto que
lo biológico tiene su esencia más terrenal, en
este complejo indescifrable como esencia, aun
que se le puede ir catalogando en lo que de
espectacular o externo se ofrece a la observa
ción.
Los errores provienen de la falta de adecua
ción, puesto que la ciencia del hombre no puede
en modo alguno encontrar su medio de expre
sión en los recursos de la física matemátida ni
redactar clasificaciones cuya ordenación acuse
escalas, diferencias irreconciliables, oue son
ideaciones carentes de sustancia efectiva, pues
to que la ciencia psicológica no podrá nunca con
vertirse en una ediflcación esquemática de orden
evidente.
La psicología .tiene que ofrecer lo mismo que
el objeto de su estudio, la impresión perfecta
de algo inquieto y aleatorio, y por esta mismá
cualidad, de muy difícil captación para el cri
terio ordenador que hemos adquirido por la vida
intelectual, que le usa frecuentemente, incluso
en las disciplinas más dispares; tendencia rec
tilínea de clasificar por encima de toda otra
consideración—en sentido escalonado, todo aque
llo con que se topa, que acaba deformando el
juicio, si se le quiere emplear como guía única.
Ocurre exactamente igual al obtener la im
presión fotográfica mediante el previo enfoque.
—
51
La imagen que queremos otograiar es siempre
la misma, pero si la acomodación de la lente
no es la precisa, el conjunto se aparece con los
contornos no bien definidos, en una palabra:
«desenfocado». Este enfocar, cuando afecta a
los recursos que la lógica ha discernido para la
iniciación científica, tiene que manejarse con
grandes precauciones, atendiendo la índole va
ria y movediza del espíritu, humano.
Lo que pudiérantos llamar visible—casi plás
tico, que es lo que se percibe de un modo in
mediato en correlación a determinados estados
emocionales en el hombre no tiene carácter
constante, puesto que en la confusa trabazón
que va desde la idea o estado de conciencia a
su manifestación en hecho, acto, pensamiento,
movimiento o acción determinados, hay multi
tud de elementos ocultos, los que para llegar a
intervenir necesitan vías de actuación favora
bles, que se suman al concepto inicial unas ve
ces o lo desnaturalizan otras, anulando, en obe
diencia, a otros sentimientos difíciles de expli
car, aquel propósito inicial concebido en las re
conditeces de la mente, reputado como valedero
y que luego después, al querer ser puesto en
práctica, se determina la incapacidad de su eje
cución, puesto que para ello hacen falta otros
factores que por su carácter anímico, de muy
complicada raíz, se abstienen de intervenir.
Con ello se alude de un modo directo a la in
fluencia tan decisiva que ejerce en e1 ánimo un
estado físico especial o deprimido. También una
perturbación en las reconditeces de las secre
ciones internas, alteración ésta debida a mil
causas, las que, si bien están en estudio, no son
susceptibles de captarse ni aislarse por muy per
fectos que sean los métodos anatómicos.
Igualmente contribuye a •a incertidumbre la
inmensa variedad de determinismos ambientales
fisicos, biológicosy hasta, nutricios, según su cau
dal vitamínico—y por ello la mutabilidad sor
prendente en las reacciones cuya observación ha
de procurarse que sea siempre de reacciones con
cordantes, es decir, análogas para su manifesta
ción sin límites en un determinado medio.
Esta es la justificación psicológica del duro
aprendizaje que la vida militar requiere, puesto
que las sorpresas y la reserva de energías, que
continúan manifestándose a pesar de que todo
hacia sospechar el agotamiento, reside en el es
píritu, el cual es, además de rector soberano en
todas las decisiones, un centro superior y depu
rador de los actos, de los pensamientos y hasta
de los movimientos musculares. Esto es cierto,
porque si bien la vida vegetativa discurre por
cauces en los que la, voluntad no interviene, hay
una cierta correlación misteriosa e innegable.
—
62
Basten estas breves ideas para situar el ra
zonamiento que las ha motivado, esto es, el se
ñorío del espíritu sobre la materia. La influen
cia de la materia llega, en determinados casos,
a ejercer indudable acción sobre el espíritu, y
por último, que la verdadera entraña de la psi
cología, como ciencia de aplicación militar, re
side no en pretender clasificaciones, sino en
aprovechar coyunturas, crear hábitos, provocar
reflejos interños, tarea ésta tan antigua como
el mundo y que se conoce con el nombre de
«educación militar». A esta frase de enorme con
tenido se le pueden atribuir todos aquellos con
ceptos o métodos de naturaleza humana y, por
tanto, susceptibles de ser aprehendidos creando
hábitos de razonamiento o de acción, los que, a
medida que sean participados por un mayor nú
mero, sérán más eficaces y una renombrada au
reala para el jéfe que haya sabido inspirarlos.
Hay una índole de reacciones energéticas cu
ya raíz está en la cadena inmensa de los ante
pasados y que aparecen en determinadas oca
siones de un modo espontáneo y con naturali
dad, causando sorpresa incluso en el mismo su
jeto. Pero éste es un asunto de índole tan com
plicada que nos limitamos a cónsignarlo escue
tamente. Tales orígenes motores son los que se
han llamado con frase gráfica y vulgar «segunda
naturaleza».
Al ser humano, en la representación de su
caudal energético, se le puede comparar con el
patrón de un barco pesquero; el viento incide
en sus velas, empujándole en un sentido deter
minado; el mar con sus movimientos afecta al
vaso flotante sobre el que navega; mar y aire
pueden ser del mismo o de diverso sentido, pero
el timón determina un propósito, una ruta, un
rumbo. Las dificultades aparecen y entonces se
emplea el motor auxiliar, activo mecanismo de
tan acomodaticia eñergía, que sólo sirve al deseo
del piloto y, por tanto, puede sumarse al aire,
surnarse al mar, seguir el empuje de uno o de
otro o prescindir de ambos con ruta obediente
a su pensamiento. El símil náutico, aunque muy
manoseado, sirve perfectamente para el caso que
nos ocupa.
A la capacidad militar genéricamente la po
demos denominar «dotes de mando». Se entien
den por talés las actitudes naturales o adqui
ridas, que capacitan para exigir de los infe
riores el cumplimiento del deber.
Quien se encuentra en posesión de ellas con
sigue mayor rendimiento con mínimas molestias
y fatigas y evidente satisfacción en los subor
dinados. Los tratadistas clásicos estimaban co
mo la verdadera característica del jefe el «sabe’
hacer la felicidad de sus soldados».
Se ofrecen casos en que las dotes de mando
son, en cierto modo, innatas; pero como gene
ralmente se adquieren es merced a la educación,
al ambiente y, sobre tódo, al ejercicio de la vo
luntad, que eS la cualidad primaria para todos
los proceieres. La voluntad, regida por la in
teligencia y ésta cultivada mediante el estudio
y la observación, es fuente inagotable de eleva
dos motivos.
El escalonamiento jerárquico permite, por la
serie sucesiva de mandos que se van ejerciendo,
el adiestramiento espiritual y formación de las
dotes peculiares a cada empleo. Dicho cono
cimiento integral necesita la cooperación de
múltiples factores de índole moral corno séquito
de la inteligencia: tales son el valor y el co
nocimiento lo más completo posible de la téc
nica. militar, correspondiente a todas las jerar
quías subordinadas, la propia y la inmediata su
perior. Todo ello es necesario, pero no suficiente,
puesto que pueden faltar las sutiles caracteri
zaciones que se llaman «dotes de mando», las
que están forrriadas nor una feliz asociación de
sentimientos y cualidades de la más alta estirpe
psicológica.
Los sentimientos son susceptibles de agruparse en la siguiente forma: lealtad, generosidad,
amor al soldado, imparcialidad y justicia.
Las cualidades pueden impartirse así: valor
de la responsabilidad. seren.idad,deci.sión, tena
cidad, aihplitud de miras y criterio humano.
La lealtad, sentimiento necesario en toda agru
pación humana, es absolutamente necesaria e’
indispensable para el ejercicio del mando si se
quiere conseguir que éste sea, como dice 1.aorde
nanza, refiriéndose al cabo: «haciéndose querer
y respetar». La lealtad, cualidad inherente a to
do caballero, se compone de veracidad y conse
cuencia, Ser leal con el mando es no poner obs
táculos al cumplimiento dél debe o de la orden
recibida, esté o no presente el jefe que nos la
impuso. La consecuencia es seguir una paute.
concordante con los esfuerzos que recuiere el
cumulimiento de la orden y que generalmente
inspira y rige la propia concieflca. Leal es quien
no emplea, nunca engaños ni sutilezas pera lo
grar ventajas o comodidades. El que defiende al
inferior que lo merece o el que sabe los límites
de su cometido
es respetuosamente celoso en
mantenerlos. Es también. leal todo aquel. que se
abstiene de fomentar rencillas, celos, descon
fianza.; pugnas entre compañeros, formando par
te de camarillas• y cortejos tan gratos a la con
dición vanidosa de la Humanidad. El usar de
patrón riguroSo para juzgar al subordinado o
compañero que no no’s es simpático, es también
no ser leal.
Emparentáda estrechamente con la lealtad es
tá la generosidad, la que obliga, a no ahorrarse
fatigas ni molestias para remediar o atender
las necesidades de los que de nosotros dependen.
Este sentimiento es un.o de los que más contri
buyen para hacerse querer; condición indispen
sable para que la obediencia sea consciente, vo
luntaria y de sorprendente rendimiento, puesto
que, estando pendiente de las necesidades de
los subordinados, el papel del Mando adquiere una
elevada nota humana, que es perfectamente
compatible con la disciplina militar por la canti
dad de efusión comunicativa y afectiva que crea
el ascendiente, sin el cual el mando es un co
metido en exceso iígido y, por lo tanto, anulador
de las individualidades subordinadas.
Imparcialidad y justicia son también elemen
tos morales indispensables para el ejercicio del
mando, y, aunque son correlativos, no son idénti
cas. Imparcialidad es prescindir de afectos, sim
patías y recomendaciones o temores en la distri
bución de los cometidos diversos, tratar a todos
con. el mismo rasero, respetando el derecho de ca
da uno. Mediante el ejercicio de la imparcialidad,
no aparecen. diferencias ni se vuinera o falsea de
modo notable el conjunto moral, en cuya calidad
estriba la verdadera eficacia del mando, que no
53
es de modo alguno asunto de sastrería, sino intui
ción perfecta dentro de las más humanas limita
ciones de lo que el deber exige en todo momento.
El sentimiento de justicia llevado con viril rigi
dez, empezando por uno mismo, puesto que no
hay nada más educador que el ejemplo, produce
una nota homogénea y magnífica, tal como el
temple en el acero, creando ese sentimiento lla
mado «interior satisfacción», que es, a fin de
cuentas, la evidencia en los subordinados, de que
paralelamente a sus obligaciones y cumplimien
to de ellas, se les respeta en todos sus derechos,
tanto los taxativos derivados de las Leyes y Re
glamentos, como en los sutilísinios de índole mo
ral, tan estrechamente emparentados con la
creencia religiosa y su estricta observación y
práctica.
Nunca estaremos seguros ni satisfechos de la
justIcia ejercida, pero si completamente obsesio
nados en querer ser justos, procediendo en cada
juicio formal con la debida reflexión, sopesando
los factores componentes de la ocasión y, des
pUés, estableciendo la decIsión, la cual, si ha sido
madurada con la integración en los principios
éticos o técnicos del caso, según sea la índole de
éste, podemos tener la sospecha de haber acerta
do y saberla imponer por encima. de toda otra
Consideración, porque la profesión así lo exige y
las ocurrencias varias que la carrera militar ofre
ce no consienten en modo alguno la vacilación,
indicio de debilidad en el juicio y noca rectItud
de carácter, ánimo descontentadizo o vacilante,
sino todo lo contrario.
El valor de la responsabilidad ha de entrar
en proporción muy notoria en el vasto complejo
de las dotes de mando. Quien lo posee no vacila
en tomar decisiones que estima ajustadas a los
principios del arte militar, de las circunstancias
del momento y de los probables o seguros resul
tados beneficiosos consecuentes al partido que se
ha tomado. Esta cualidad tiene diversos matices,
está íntimamente enlazada con el valor de los
propios actos y, aunque su trascendencia es ma
yor, es cualidad sobresaliente del mando. Posee
como Inmediatos auxiliares o, mejor aún, sopor
tes, la serenidad, la decisión y la competencia,
l amplitud de miras y el buen criterio. Es cua
lidad animosa, porque ante ella se ofrecen ries
gos y peligros, se expone porvenir y fama per
sonal, pero todo debe ser pospuesto al bien del
servicio y al más inteligente cumplimiento de la
misión recibida, que, como ya antes hemos dIcho,
no tiene para calificarse más que el riguroso jui
cio de la propia conciencia.
Ni, la Inteligencia, ni la ciencia, ni los medios
materiales, por potentes cue sean, le parecerán
nunca suficientes a aquel que esté privado de va—
lcr de la responsabilidad; toda empresa la ten
drá por arriesgada e incierta, i aunque la deci
Sión se le aparezca clara y terminante, renuncla
rá a la acción, por temor a la responsabilidad que
pueda caberle. Tal prcceder es impropio del man
do, perjudicial para la dirección de las tropas,
funesto para todos los subordinados, porque pre
tende endosarles a ellos la responsabilidad que
a él sólo le incumbe, trayendo como cosecha se
mejante proceder el descontento, la indecisión y
hasta la cobardía. Mata la iniciativa, estrangula
el estimulo, crea la desconfianza y enciende el
descontento.
El valor de la responsabilidad no es escolio del
valor personal. El que es naturalmente valiente
no es reacio en ninguna oportunIdad para expo
ner su vida; en cambio, el que tiene valor de la
responsabilidad arriesga conceptos de mucha más
importancia que la vida misma, aunque esto pa
rezca algo paradójico.
La tenacidad, atributo también calificado en las
dotes de mando, es una cualidad antitética de la
debilidad, de la vacilación, del impulso oscilante,
tímido, dilatorio, cue desprestigia instantánea
mente a quien lo practica, porque huye la fuer
za moral. Podrá no aborrecerse al superior que
así lo evidencia, pero no se le obedecerá.
Esta cualidad sobresaliente y viril no hay que
confundirla de modo alguno con la testarudez
zoológica. La tenacidad nace del consorcio vo
luntad e inteligencia. Una voluntad educada co
noce su ruta, porque la inteligencia cultivada
se la muestra de un modo tan preciso como ca
tegórico.
El aferrarse a una disposición tomada, aunque
la observación de las circunstancias adjetivas ha
ga ver que se ha sufrido una equivocación, es
una prueba de soberbia y de amor propio, es tes
tarudez, y esta cualIdad negativa es hija natu
ral de la ignorancia, de la brutalidad, de una
mala educación o de un espíritu desdeñoso de los
altos intereses que la Patria le ha confiado. Nun
ca se ha dado el caso d que la razón esté en
antagonismo con la disciplina; en cambio, la sin
razón y. la Injusticia la hacen muy quebradizas.
Se podía cerrar la exposición de las ideas con
signadas, haciendo respetuoso y sincero comenta
rlo de la magnífica lección moral que dió Su Ex
celencia el Generalísimo el día en que fué clau
surada la Academia General Militar, pero como
quiera que dichos conceptos están Impresos, a
ellos, entuslasmadamente, me remito, sin atre
yerme a formular el menor comentarlo; eso si,
unléndoine estrechamente a lo que dice Tácito,.
el historiador romano: «Los grandes- hombres no
gustan el ser honrados con pomposos discursos,
sino saber que se les imita».
o
¿,Hayquedesechar
o
el carro de_combate?
De la publicación írañcesa “Revue de Defense Nationale”. (Traducción y adaptación del e
niente Coronel de Artillería, Juaii MATEO MARCOS, de la Escuela Superior del Ejército.)
Los efectos cada vez más importantes que los proyec
tiles contracarro están logrando sobre los blindajes, pue
den hacer pensar a algunos la decadencia del carro de
combate.
No hay duda de que estos proyectiles serán de ahora
en adelante capaces de inutilizar cualquier clase de carro.
Por esto, si los combates del futuro se redujesen a due
los entre corazas y proyectil perforante, la causa de la
coraza estará perdida de antemano; en este combate
singular el carro quedaría en muy mala situación. Para
eliminar del campo de batalla a los cañones acorazados
que son los carros bastaría multiplicar nuestras ar
mas c. c., solución muy tentadora desde el punto de vista
financiero si se compara el precio de costo de unos y otros.
Pretendemos centrar esta cuestión en un, cuadro de
realidades y someter, a la reflexión del lector algunos
hechos que es posible tengamos que afrontar en casos
de guerra.
Desde luego es un hecho cierto que en los polígonos
de experiencias el proyéctil c. c. alcanza y destruye casi
siempre sus blancos, al menos a las distancias normales
de empleo y en condiciones normales de visibilidad.—Con
su impacto atraviesa espesores de blindaje del orden de
los 40 centímetros. Pero sobre el campo de batalla ¿esta
supremacía casi total del proyectil sobre la coraza está
realmente asegurada?
En el combate las armas e. e. han de ser servidas por
hombres frecuentemente fatigados, con los nervios tensos
y sometidos’ al fuego del adversario. Por ello la eficacia
de sus armas dependerá en gran parte de su Impasibili
dad ante el peligro. Es cierto que en el polígono es re
lativamente fácil con un arma bien reglada, meter un
gran nimero de proyectiles en el blanco, ¿pero es que
sucederá lo mismo en el. combate?.
El manejo de las armas c. c. corrientes, tanto si son
ligeras como los bazookas y las granadas de fusil, o de
gran potencia como los cañones sin retroceso y de gran
velocidad inicial, exige por parte de sus sirvientes un
valor poco comfln.
Los proyectiles, autopropulsados : teledirigidos, por’ su
parte, no pueden alcanzar su objetivo más que si su “piloto” puede seguir el carro-objetivo y guiar el proyectil
a la vista durante todo su trayecto.
.Sln hablar de los obstáculos o cubiertas n aturales que
limiten la visión directa, de las condiciones atmosf’ricas
desfavorables y de la ocuridad, es preciso considerar
que la observación sobre el campo de htalla está casi
siempre limitada nor el humo de les exrilosiones y de los
incendios y velada por el polvo que levantan los carros
enemigos.
Sin. s.uhestima.r en forma ‘alguna la eficacia intrínse
ca de las armas c.c., pensamos que es preciso juzgarla
en las condiciones de su empleo real. fle esta forma
puede uno preguntarse si rio ocurrirá con la ‘amenaza
que significan para el carro los adelantos en el arma
metito c.c.. lo mismo que sucedió con la amenaza que
para el infante trajo la ametralladora. Esta •ha atraído
siempre sobre ella la reacción de los fuegos del adver
sario y ha sido preciso cubrirla y protegerla contra
sus efectos. De ieual forma, y’ sea cual sea su potencia,
las armas c.c. no pueden ‘actuar con eficacia má.s que
si están cubiertas y protegidas contra los fuegos adver
sarios de cualquier clase. Una vez vencida esta protec—
ción quedan condenadas a su destrucción.
De ello se deduce que la actuación de los “sistemas
de armas c.c.’? no resulta posible más que en ciertas
condiciones. Aparte de la den4riad de fuegos clásicos
que han de esperarse de un adversario decidido a ‘des
truir toda la defensa, la amenaza nuclear, de ahora
en adelante de carácter pemanente, les impone la ne
cesidad de dispersión y protección. Ya con sólo los me
dios ‘clásicos, no ha habido ejemplo de que una posi
ción defensiva fija, por potente que fuese, no haya
sido perforada por un atacante resuelto a emplear pa—
ra ello los medios necesarios, Todo el mundo está de
acuerdo en que una defensa c.c. estática será siempre
desfondada o desbordada. La dispersión que hoy resul
ta en ella imprescindible, hace este peligro aun má.s
cierto, puesto que impide dar al dispositivo la densi
dad preestablecida que le conferiría una cierta capa
cidad de resistencia.
El defensor, obligado a dispersar sus armas c.c., pue
de por lo menos protegerlas enterrándoias, a condición
siempre, claro está, de disponer de los plazos de tiem
po necesarios. Además es preciso considerar que esto
no les permite más que un campo de acción limitado
y que obligándoles a la inmovilidad absoluta les expo
ne a una rápida y certera neutralización.
55:
La solución del problema de la defensa c.c. exige por
ello recurrir a la movilidad, es decir al vehículo porta
dor del arma c.c.
El vehículo más móvil y. sin ninguna duda aquel que
por utilizar la tercera dimensión es independiente de
los obstáculos y accidentes del suelo es el avión. Pero
el avión “cazador de carros” no podrá cumplir su mi
sión más que si puede evolucionar a pequeña velocidad.
El de características sónicas descubre difícilmente un
carro de combate que a mil metros se presente bejo
un ángulo de 4 ó 5 milésimas como máximo y además
es perdido de vista al cabo de tres segundos.
Por su parte el avión lento queda muy expuesto a
los fuegos de la caza del atacante, y, en el caso del he
licóptero armado, a los de las armas antiaéreas de las
unidades terrestres. Además sería peligroso subestimar
la posibilidad de un adversario ampliamente dotado de
ametralladoras antiaéreas y d automotores bitubos de
57 milímetros.
Por todo ello nos inclinamos a admitir que ante el
peligro atómico no puede existir defensa c.c. eficaz más
que añadiendo al dispositivo obligatoriamente disper
so de las armas anticarro estáticas-d:esde luego cubier
tas y protegidas—armas c.c. montadas sobre vehículos
todo terreno. Pero además es preciso que el blindaje
de estas armas les asegure el mínimo de protección ne
cesaria para conservar toda su movilidad a pesar de
los fuegos potentes y nutridos que se desencadenarán
inevitablemente sobre ellos. Una vez neutralizadas las
armas c.c. fijas de la defensa por un asaltante decidido
a desorganizarla y romperla, haría falta un verdadero
milagro para frenar la progresión de los carros enemi
gos si las armas móviles que a este efecto se hubiesen
preparado estuviesen tan débilmente blindadas que no
resistiesen a las balas de las ametralladoras pesadas, a
las explosiones de lo proyectiles de todos los calibres
y a los efectos de la radiación nuclear.
*
* *
En las lineas que preceden sólo ha sido considerada
la defensiva, actitud a la que nos obligaría inicialmen
te, al menos sobre tierra, una amenaza de invasión e
incluso simplemente un conflicto localizado si es que
éste puede aún existir en el futuro.
Pero, como es sabido, será. siempre la ofensiva la que
decidirá el éxito, y la Alianza Occidental, por pacífica
que sea, no puede ver en la defensiva inicial más que
una parada momentánea que le permita tomar lo más
pronto posible por medio de la contraofensiva, la ini
ciativa de las operaciones.
Las guerras que se han desencadenado sobre Fran
cia nos han enseñado lo que cuestan las batallas de
fensivas; han mostrado también cuánta tenacidad es
preciso para sobrevivir hasta el día en que se dispone
de los medios necesarios para pasar a la ofensiva.
Entre estos medios el arma atómica aparece hoy co
mo el más poderoso, sea cual sea su medio de lanza‘miento y su empleo sobre el campo de batalla, supo
niendo que se disponga de los medios capaces de ex
plotar sus efectos y de defendernos contra sus golpes.
En el estado actuar de los armamentos no podremos
pasar de la defensiva a la ofensiva ni explotar los efec
tos de ellos en una cierta medida,. más que si poseemos
medios acorazados capaces por su aimamento, su pro
tección y su movilidad, de llevar el fuego hasta el des
pliegue enemigo, a páar de sus más potentes reá.cciones.
pliegue enemigo, a los carros más poderosos y mejor
acorazados del adversario, puesto que son éstos los que
sobrevivirán con mayor facilidad a los ataques conven
cionales y atómicos y los más aptos para romper la
fuerza viva del asaltante o detenerle en un eventual
explotación, de la ruptura atómica.
Los carros ligeramente blindados no podrían asumir
una tal misión, puesto que serían destruídoss por los
fuegos clásicos o nucleares, incluso antes de llegar “al
abordaje” contra los carros adversarios y de poder atacaries con su armamento. Su silueta, por baja y discre
ta que sea, no les permitirá escapar a la destrucción
valiéndose de sus características, que les permiten pre
sentar muy poco blanco, pues deberán emplearse en
una zona donde el tiro y la observación directa serán
tal vez un caso raro, pero donde los fuegos sistemáti
cos bastarán seguramente para su destrucción. No se
podrán empl.eai impunemente .bajo tales fuegos carros
insuficientemente acorazados: ello sería enviarles al sa
crificio, no al combate.
Los carros de combate de mayor potencia son indu
dablemerite costosos de construir; sería probablemente
posible construir tres carros ligeros por el precio de
uno solo de aquéllos. Por esto, al renunciar al carro
pesado, se tendrían ñiayo.res posibilidades para procu
rarse una multitud de carros ligeros. De esta forma, el
día que estos “gozquecillos” fuesen enviados contra los
“jabalíes” enemigos habría de esperarse qu.e algunos
llegasen a cumplir su misión.
¿P.ero es prudente p.repararse para la guerra como
para una partida de caza? ‘Esta preparación exige ante
todo tener consciencia de cuál Será nuestro enemigo
del futuro.
Las fuerzas terrestres de la O. T. A. N., en caso de
conflicto, tendrían ‘probablemente que enfrentarse en
los primeros momentos con los escalones de vanguar
dia constituidos por las fuerzas desplegadas en Alema
fha Oriental. Esta vanguardia estaría constituída se
guramente por una veintena de Divisiones totalmente
acorazadas •o mecanizadas que alcanzan un potencial
de 8.500 carros pesados y medios de modelos recientes
(J. S. III y IV, T-34), que gozan de una ‘gran autono
mía y disponen de apoyds de fuegos clásicos o atómi
cos, terrestres o aéreos, de una gran potencia. Este for
midable potencial prueba, por si solo, la confianza que
los rusos ponen aún en el carro. Esto les pone en con
diciones de aplicar, en caso de un eventual conflicto
en Europa, todos los principios de empleo que consti
tuyen actualmente la base de la instrucción que se da
a sus unidades:
densidad del ataque: las normas conocidas pre
ven el deápliegue de 25 a 30 carros por Km., ya
que los vehículos acorazados se consideran poco
vuinerables a la reacción atómica del adversario;
mantenimiento del ataque: detrás del primer es
calón otras masas acorazadas dispuestas en pro
fundidad se lanzan sobre la dirección de es fuer
zo principal. Esto permito a la acción no sólo
mantenerse, sino también aumentar su potencia
aéxitos
medida
que se
los
iniciales
de desarrolla.
la defensa A
c.c.,despecho
es precisode pen
—
—
.
—
Estos medios acorazados es preciso ante todo que
sean capaces de atacar, en el interior mismo del des-
sar que la densidad de carros se acreciente ‘a me
dida que el ataque progrese y acabe por desbordar
a la defensa si medios potentes y móviles a pesar
del Juego, no estdn dispuestos a corttraatacarles al
menos en un pie de igualdad;
sorpresa: caracterizada principalmente por la uti
lización sistemática de la oscuridad:
los carros
avanzan en ella invisibles hacia sus objetivos ilu
minados artificialmente;
apoyo máximo del ataque: tanto •por proyectiles
nucleares como •por armas clásicas: morteros po
sados, cañones y ametralladoras pesadas de las
unidades de infantería, cañones de gran calibre
(122, 152 y 240 m/m.) de las Artillerías divisiona
rias y de las Divisiones cíe Artillería de la Reser
va General. El enorme volumen de estos fuegos
de apoyo impedirá con toda seguridad la actua
ción de los medios c.c. no protegidos, así como el
juego cíe las reservas no acorazadas o que dispon
gan de corazas demasiado ligeras.
Frente ‘a una tal densidad de carros y de fuegos de
apoyo, el ‘arma c.c. no podrá moverse y combatir, sea
cual sea su potencia de perforación, más que si está do
lada de una protección suficiente. Unicamente el carro
potente (medio y pesado) responde a esta condición.
Sólo él es capaz, una vez que el ataque enemigo sea se
ñalado y canalizado por los carros ligeros de recono
cimiento o los escalones de la. defensa c.c., de enfren
tarse con sus formaciones y trabar con ellas combate
de igual a igual, a pesar de los fuergos de protección
con que los carros enemigos tratarán de rodearse. Sólo
un carro así resulta capaz por su potencia, producto de
su armamento y su blindaje, de asegurar el éxito de
la contraofensiva, a la cual será preciso recurrir si se
quiere lograr la victoria.
Una organización interior del carro y un volumen
habitable, que permita alojar la tripulación necesaria
para las misiones que ha de realizar durante un largo
período. Sin buscar un gran confort, es preciso descar
tar totalmente la solución aceptada para los carros li
geros a causa de su volumen reducido, es decir, la que
consiste’en confiar a un solo hombre las funciones mill
tipJes de observación, tiro, transmisiones por radio
mando de los carros subordinados.
Una autonomía razonable de municiones y carbu
rantes facilitada por la adoptación de motores policar
hurantes y depósitos suficientes, algunos de ellos lan
zab les.
Un equipo para la visión y el tiro de noche (pro
yector o infrarrojo).
Una gran solidez y facilidad de entretenimiento y
reparación.
En opinión de los técnicos un carro de estas carac
terísticas t’endría un tonelaje que puede estimarse en
unas 25 a 30 toneladas, que podría utilizar fácilmente.
la mayoría de las carreteras europeas.
Ciertamente que este• peso resulta aún un poco ele
vado, nosotros somos los primeros en reconocerlo y la
mentarlo, pero es inevitable si se quiere sobrevivir y
combatir sobre los futuros campos de batalla. Tal vez
en el futuro algún ingeniero descubra la coraza ligera
de muy alta resistencia que po.r su ligero peso y su pró
cio de costo aceptable llene las indispensables con diclones de protección. Entonces ‘aceptaremos alegremen
Resulta, pues, que es preciso tener un carro de com
bate potente, si bien no pretendemos que sea un carro te el carro de combate ligero, pero mientras •tanto es
pesado. Lo que ‘hace falta es un carro capaz de batir.se tamos obligados a recurrir a los blindajes de acero y
a aceptar las características antes expresadas.
contra el que será su enemigo.
A la luz ‘de lo expuesto hasta aquí sobre este enemi
Por otra part’e los materiales existentes en las fuer
go, ¿cuáles podrían ser las características de este ca zas terrestres francesas no presentan un conjunto de
rro? A nuestro juicio, y sin entrar en detalles excesiva.’ calidad. Nuestro actual carro de combate medio, el
mente técnicos, dichas ca’acterísticas deberían ser las Patton 47. está ‘anticuado. Los americanos, desde hace
siguientes:
ocho años, le han abandonado y están sustituyéndole
Un armamento capaz de disparar indistintamente
por el M-48, ¿y qué decir de la vetustez mecánica de
tanto un proyectil c.c. de gran poder perforante, como los’ carros entregados en 1949 a título de ayuda militar?
un proyectil expiosivo de una eficaría comparable al
Los materiales franceses actualmente en servicio
de 105 m/m. Tal no es el caso del AMX ‘actual (1).
(AMX, EBR) o en curso de estudio (ELC, AML) (2)
Una mQvilidad muy acentuada en toda clase de son adaptados a sus misiones: reconocimiento, cober
terreno para moverse rápidamente sobre los grandes tura, patrullas en los intervalos y refuerzo de unidades
frentes impuestos ‘por la dispersión atómica y ganar en aerotransportadas,
pero no tienen la potencia suficien
velocidad a los carros enemigos en las zonas donde se te para enfrentarse con una acción acorazada masiva
produzcan sus acciones.
del enemigo que sea lanzada por sorpresa y apoyada
Una protección suficiente para resistir a los pro
por fuegos densos y potentes, ya que por estar insufi
yectiles de las armas automáticas pesadas (ametralla
cientemente protegidos no podrán evolucionar bajo los
doras de 20 m/m.), a todas las distancias y a las ex
fuegos organizados del campo de batalla del futu,ro y
plosiones de los proyectiles de Artillería pesada que ha
serían irremisiblemente destruidos.
gan explosión en sus proidmidades, de forma que con
serven su movilidad bajo los fuegos de apoyo del ad
versario. Un blindaje de unos 40 m/m. aproximada
mente, llena estas necesidades, que está muy lejos de
En resumen, resulta ciertamente indispensable conti
ser alcanzado por los ingenios ligeros franceses actua
nuar mejorando constantemente el alcance, precisión y
les, tales como el AMX y el EBR y, sobre todo, por el ‘poder perforante de las armas c.c. que son ‘de una gran
‘ELC, que puede ser atravesado a cualquier distancia eficacia, pero ello no debe incitarnos a creer que éstas
por la ametrallalora pesada de Infantería de 12,7 m/m. son invencibles.
Por otra parte, un blindaje de 40 m/m. y una buena
En esta última década estarnos presenciando el des
ostanqueidad confieren una protección eficaz contra la arrollo de unas teorías que nos parecen muy peligro
radiactividad resultante de la explosión nuclear y per
sas. Existen hoy día ciertas corrientes de opinión que
miten atravesar las zonas de radiactividad residual.
dan todas las ventajas a una defensa realizad’a por ar
Una silueta baja y de líneas poco acusadas, pero mas c.c. y por enjambres de carros ligeros, desprecian
sin olvidar que es indispensabie una cierta altura so do totalmente la potencia de los carros adversarios.
bre el suelo si se quiere que la tripulación pueda ob
“La defensa no se dejará sorprender por los carros
servar el tiro. Este no es el caso de’ los carros ligeros “—estiman aquellas teorías—, pues sus fuerzas c.c. y su
en los que el piloto, situado a ras del suelo, perdería
“artillería podrán tirar siempre con puntería directa
su dirección al cabo de unos minutos. La altura del “sean cuales sean sus prqpias pérdidas y a despecho del
AMX parece ser un mínimo pór bajo del cual sería pe
“humo, de la niebla, de la vegetación, de la configura
ligroso descender:
(2) Todos ellos carros y blindados ligeros. (N. del tra
—
—
—
-
—
—
—
—
(1)
Carro ligero
francés
(de 13 Tm.).
(N. del traductor.)
ductor.)
57
“ción de.! terreno; estos elementos se encontrarán siem-.
“pre en posición sobre el lugar preciso donde los carros
“ataquen;
gracias a su material óptico observan por
“fectamente incluso a través de la bruma y al anoche
“cer y su casco de acero no impide a los sirvientes es—
“cuchar cualquier ruido.”
“De este cuadro seductor se saca la consecuencia de
“que el ataque de carros no tiene ninguna probabili
“dad de éxito. Desechemos, por tanto, el carro y...
“sernos de un salto más allá de la era del carro.”
“Ahora bien, no es bueno saltar en el vacío cuando
no se sabe si se volverá a encontrar el suelo y dónde”,
agregaba el General Guderian después de haber así
descrito la opinión de los que ya en 1936 condenaban
el carro potente en nombre de la enorme potencia de
las armas c.c.” (3).
Cuando vernos volver a florecer, veintitrés años más
tarde, unas opiniones de las que Francia ha’ pagado
tan amargas consecuencias, no podemos menos de ca
ilficar de “suicidas” a los que quieren una vez más for
zarnos a “saltar en el vacío”. Que ellos sean capaces de
comprender antes que nuestro suelo vibre de nuevo
bajo las cadenas de carros que no sean los nuestros.
(3)
Heinz
Guderian:
“Recuerdos
de un soldado”,
La amenaza rusa
Mayor i. BACH.—De la publicación “Revue Mllitaire Suisse—(Tradu
edo
y
condensado por la Revista norteamericana
“Military Review”.)
Rusia reúne todas las condiciones requeridas para
disponer de la supremacía en tierra, por lo menos en lo
que a la extensión de Europa concierne. Sus fuerzas ex
ceden considerablemente de las de sus enemigos poten
ciales reun idos. Existen pocos obstáculos para evitar que
ella, si quiere, llegue al Atlántico a través de Europa. Sin
embargo, en el mar no sucede lo mismo. La potencia
soviética es un promedio entre su fuerza terrestre y su
fuerza naval. Ella se ha mantenido alejada de los altos
mares occidentales por una consideración de defensa pro
pia. El intento abortivo de imponer el comunismo en Gre
cia, la presencia de las fuerzas navales de los Estados
Unidos en el mar Mediterráneo, o quizá, simplemente,
el conocimiento de que la fruta no estaba madura, pa
recen haber disuadido a Rusia, hasta ahora, de apode
rarse de posiciones llaves en el Mediterráneo. ¿Permitirá
que sus ambiciones sigan siendo frustradas? ¿Buscará
compensación en el aire para contrarrestar su mala po
sición en el mar? Aunque son países lejanos, Siria y
Egipto son puestos avanzados a los cuales ella podría
proyectar unirse. En tal caso, una campaña tal como la
intervención angloirancesa en Suez o alguna otra clase
de acción policíaca proveería de pretexto apropiado. De
esto podría surgir un conflicto general.
Imaginarnos lo que sucederá después, es, por lo me
nos, peligroso.
de este modo, Rusia se anticiparía a una competencia
eventual con un vecino cuyos recursos no han sido to
davía sangrados por ningún esfuerzo de guerra.
El conflicto.
No le será fácil a la U. R. S. S. obligar a América del
Norte a someterse a la voluntad soviética. Los medios
de defensa de América del Norte son considerables. Su
tamaño y posición la hacen poco vulnerable, aun en esta
época en que la aviación tiene una autonomía muy gran
de y en que los proyectiles dirigidos surcan el cielo. Es
también improbable que pueda obtener una victoria de
cisiva contra los Estados Unidos en Europa. En el día
de hoy, la mora existencia de esta nación, cuyo poten
cial militar y voluntad para resi.stir serían afectados
muy poco por un desastre en el cor tin ente europeo, sig
nifica con toda certeza para su adversario que el con
flicto será largo y que los resultados serán dudosos. Por
consiguiente, todos los esfuerzos del agresor, desde el co
mienzo, serían ataques encaminados a hacer sucumbir
a los Estados Un idos antes de que éste pueda desplegar
sus medios considerables.
Sin temor a una equivocación se puede afirmar que
un conflicto iniciado por Rusia empezará con incur
siones de bombardeos contra los Estados Unidos y pro
bablemente contra Gran Bretaña. El propósito de estos
bombardeos serían destruir parte del potencial indus
Ckino.
trial y militar de estas naciones, pero también, y sobre
Sería interesante saber si Rusia cuenta con la neutra
todo, destruir lo más rpidamente
posible su voluntad
lidad de China o, por el contrarió, cuenta con su com para resistir. Los grandes complejos industriales, puer
plicidad activa. Siendo actualmente una potencia com
tos, centros de transmisiones y el Canal de Panamá
pletamente continental, el imperio chino no posee nl serán los blancos más probables. Los aviones de gran
una armada ni una fuerza aérea dignas de mención. Por radio de acción, los proyectiles dirigidos disparados des
lo tanto, ¿odría ser capaz de prestar los mismos ser de el continente o desde submarinos escondidos cerca
vicios a su socia Rusia como se los prestó el Japón a de la costa y los vehículos de cargas nucleares podrían
Alemania fijando una gran parte de las fuerzas de los provocar una destrucción sin precedencia.
Estados Unidos en el Pacífico? Esto parece dudoso.
Otras acciones serían dirigidas simultáneamente con
Sin embargo, su colaboración parece ser útil, aunque tra las bases. con las cuales la Estrategia de la O. T. A. N.
ha rodeado el bloque comunista. Estas acciones trata
se limitase a la zona al sur de la barrera de las. monta
ñas Himalayas. Incitándola a unirse al combate y dán
rían de evitar las represalias de que disponen los alia
dole rienda suelta en el sur y sudeste de Asia, Rusia le dos en reserva. Las tropas aerotransportadas
podrían
asignarla así una zona natural de expansión. Además, desempeñar una función muy importante en el curso de
estas operaciones. Además, no deberla Ignorarse la parte
del campo de batalla potencial euroafricano. En éste
puede irrumpir Rusia por una serie de acciones pro
yectadas contra Gibraltar, los estrechos daneses de Ska
ger Rak y Kattegat, Suez y, quizás, Ación. Los campos
de minas aumen tarjan eficazmen te los efectos de los bom
bardeos y los desembarcos de tropas aerotransportadas.
una defensa flólda, la que eventualmente los hará regre
sar a su punto de origen.
La conquista terrestre.
Los imponderables.
El futuro que nos imaginamos arriba parece sombrío
para Europa. De hecho, al imaginarnos las operaciones
como éstas pudieran suceder, sistemáticamente ponemos
las cosas en el peor estado posible. De esta manera le he
mos prestado muy poca consideración a las 25 ó 30 di
visiones que los países miembros de la O. T. A. N. po
drían disponer contra el ataque soviético a través de Eu
ropa. Tampoco los restantes estados aliados están caren
tes de recursos. No hemos considerado el efecto de una
fuerza aérea y de proyectiles dirigidos, lista para lanzar
sus ataques contra la U. R. S. S. en la primera hora del
conflicto. Hemos olvidado la posible dilación de las ope
raciones rojas, debido a los levantamientos de algunos
satélites comunistas. Finalmente, suponemos que segura
mente ocurrirá una guerra relámpago con alguna fórmu
la nueva, siguiendo un plan previamente establecido. To
dos eso factores olvidados, cuando estén actuando al
mismo tiempo, harán mucho más difícil la empresa por
la dominacion del mundo.
De otro lado, hemos admitIdo que los Estados UnIdos
y quizás Gran Bretaña. podrían preservar su voluntad
Inquebrantable de continuar la guerra.
¿Será neeeario entrar en más detalles? Nuestra orga
nización total descansa en demasiadas conjeturas para
permitir algo más oue un interés meramente especulativo.
Pero esto no significa que un conflicto futuro evitará
completamente el curso que le hemos atribuirlo. Aun
cuan do el resultado de las operacion es depon da de facto
rs de naturaleza imprevista, su curso será determinado
por la lógica con forme al objetivo perseguido y los medios
disponibles. Es, desde este punto de vista solamente, como
el tuturo puede ser anticipado.
La conquista terrestre sería el objetivo de la segunda
fase de este conflicto. Hay personas sensatas que en la
actualidad están calculando que una guerra librada con
armas nucleares no podría durar más de algunos días.
Lo que queda por ver es si el impacto de estas armas y
la conmoción en que el uso de éstas sumergiría al mun
do libre bastarían para convencer a los líderes occiden
tales de que no podrían continuar el combate. De no su
ceder esto, los pretendientes de la hegemonía mundial
tendrán que recurrir a la ocupación terrestre. Debemos
imaginar que tal ocupación será acompañada por bom
bardeos adicionales y por un avivamiento cuidadosa
mente promovido de la actividad destructora y el terror
comunista en los países que proyecte ocupar.
Un ataque a través de Europa en dirección del Canal
de la Mancha y España no producirá los resultados de
seados. Inmovilizadas en un corredor de un ancho va
riable, las fuerzas rojas, cuyas columnas avanzadas ha
brán llegado a Amberes, Cádiz y Marsella, ‘rían afln
mucho más vulnerables a un contraetaque desde el mar
que las fuerzas alemanas en el 1944.
La protección por el Norte del continente requiere la
toma de la Península Escandinava, en el sur, aun es
tando el Mediterráneo libre de las flotas y bares aliadas,
este ofrece actualmente menos seguridad que la zona pro
filáctica del Sahara. Para lograr un control completo del
Continente ¿veremos acaso la repetición de la campaña
de Rommel, esta vez en dirección opuesta, comenzando
desde el Medio Oriente?
Los ejércitos rusos serán desplegados hasta los límites
extremos de su potencia y su red de comunicaciones será
atacada por una enorme cantidad de aviones y proyecti
les dirigidos. Irritados por los combdtes in terminables dq
las guerrillas, los ejércitos• rusos serán, quizá, forzados a
retirarse del “callejón sin salida” europeo, practicando
Preguntas finales.
Considerando las dimensiones de un conflicto general
futuro y los enormes esfuerzos que éste requeriría, ¿puede
una nación, aun estando provista de un potencial de
mnográfico e industrial abrumadores. aspirar todavía a
la hegemonía mundial por la fuerza bruta de las armas?
Una sorpresa estratégica total por sí sola, si convence
completamente al oponente del resultado inevitable de
la guerra, lo convencerá para rendirse rápidamente. Pero
desde el momento en que el conflicto sea iniciado, la
carga impuesta por la potencia continental aumenta y
disminuyen las oportunidades de éxito. ¿Puede la for
mación de una organización política y militar proyec
tada para llevar a cabo esta sorpresa pasar realmente
inadvertida por el adversrio?
Frente a la posibilidad de que Rusia fuese seducida
por un arranque •de pasiones nublando el conocimiento
de los daños posibles, ¿no es más probable que trate de
lograr en alguna otra forma las decisiones encaminadas
a un desarrollo político más amplio?
¿No es una política de Infiltración, de penetración pa
cífica y de ayuda ofrecida generosamente a las naciones
“en dificultades iniciales”, más compensadora y menos
incierta en todo sentido que la acdónT1llitar que ena
jenaría las simpatías más preciadas?
Finalmente: ¿no están las fuerzas militares de los so
viéticos destinadas a proveerle al estadista de un ins
trumento de intimidación política el cual es mucho más
eficaz cuando es majiten ido en reserva que cuando está
aventurándose en conquistas peligrosas?
Las contestaciones a estas preguntas son bastantecla
ras ,si se considera, además, que los líderes soviéticos
son los beneficiarios principales y en verdad los inicos
beneficiarios de la Revolución Bolchevique.
¿Puede esto realizarse?
Antes de entrar a discutir las consecuencias que este
primer ataque podría tener, consideremos el problema
de si la U. R. S. S. posee o no actualmente, o si poseerá
en los años venideros, los medios requeridos para llevar
a cabo empresa tan trascendental. El dispositivo circular
de las naciones del mundo libre alrededor del bloque
comunista obliga a este óltimo a tremendas acciones
divergentes. Por temor a perder la iniciativa en el co
inienzo, los estados mayores soviéticos serán forzados
inevitablemente a hacer un esfuerzo Inicial extraordina
no. Sin un éxito decisivo desde el comiénzo del conflicto,
¿cómo podrían ellos soslayar la amenaza ele un contraataque de las Potencias Occidentales y un a guerra In
terminable y agotadora? Sin un Pearl Harbour a escala
mundial, ¿cómo podrían anular las represalias que la
flota aérea de la O. T. A. N. representa para el mundo
rojo? Aun cuan do posean los medios para efectuar tan
tremendo esfuerzo, ¿podrían estar seguros ele SU resul
tado? Cada conflicto armado subsiguiente ha demostra
do una vez más la importancia cte los factores imponde
rables. Aun cuando las operaciones se efectflen con ha
bilidad, éstas nunca estarán libres de fracasos debido a
los efectos combinados, tanto de las deficiencias mate
riales como de los errores humanos.
59
La artillería en la División pentómica norteamericana.
Tcrjion1
Coroiie de Artilleria, Luis VILLALVA ‘%GUIRRI”. del Regimiento
n.2 5.
Una de las principales consecuencias de la revolucion van al Grupo de Obuses de 105 mm., el cual actna tam
en el terreno militar, con motivo de la apanden
bi”n en misiones de refuerzo de los fuegos de la Batería
de las armas nucleares en los campos de batalla, ha sido d Mor’eros, constituyendo la artillería de acdion de
la creacion de un nuevo tipo de Divisiones do Infantería,
conjunto de la Agrupadion cte Combate.
organizada bajo el concepto pentagonal. Esta organiza
Las Baterías de O. de 105 mm., según su situacion en
ción viene impuesta por las exigencias de la dispersión. el combat
podrán estar bajo l mando del jefe del
movilidad y flexibilidad, las cuales han aumentado ex
Grupo de 105 mm. del jefe del Grupo Mixto, del de una
traordin ania’mente, debido a las modificaciones sufrid as kgrupacion
de baterías que pudiera constituirse o in
en las condiciones generales de empleo y en la táctica, cluso del j f’ de la fuerza apoyada.
por el uso o simplemente la amenaza de utilizar armas
El Grano Mixto se compone de dos Baterías (de 6 pie
atómicas.
zas) de Obuses d’ 155 mm. autopropulsados, una Bate
Al mismo tiempo, la organización de dichas Divisk
ria (de 4 piezas) de Obuses de 203 mm. con avantren,
nes deberá responder a la necesidad de intervenir coi
motorizada, y otra de lanzacohetes de 762 mm. (de 2 lan
la máxima eficacia en un conflicto de los de tipo clásico, zacohetes) montados sobre camión. Este Grupo consti
es decir no nuclear, ya que el fin primordial de aquélla tuye una e incluso secciones o piezas aisladas de ellas
es el conseguir Unidades aptas para la cuerra, sea ésta nuden
gregrse
al Grupri do Obuses de 105 mm., para
de cualquier tipo y extensión.
actuar en misión de accion de conjunto, aunque nor
Siendo bien conocidas las caracteristicas generales de malmente se emplean bajo el mando del jefe de la Ar
la nueva División, nos referiremos exclusivamente a illería
Divisionaria.
aquellas relativas a su Artillería, que podríamos clasi
Normalmente estas baterias se emplean como tales,
ficar de fundamentales y que son:
aunque conforme hemos indicado, pueden utilizarse tam
aran flexibilidad de organización.
bién por secciones e incluso por piezas aisladas, en es
Aptitud para el empleo de fuegos clásicos y atomico,. pecial cuando emplean ‘xp1osivos nucleares.
Gran movilidad táctica y estratégica.
Empleo de material clásico artillero y de lanzaco
hetes.
Aptitud para el empleo de fuegos clásicos y atómicos.
Disgregación y desarticulación de las unidades.
Carencia de Artillería Antiaérea orgánica.
La organización de la Artillería Divisionaria responde,
A continuacion estudiaremos someramente cada una en primer lugar, a la necesidad de apoyar a las fuerzas
de las citadas características.
que maniobran en una bata11 clasica, y en segundo lu
—.
—
—
—
—.
—
ORGAN/ZAC/ON DE LA
ARTILLER/A DE LA
DI VIS/QN PENTO/f/C,4
P,ATEFOA
DE
B.TERIADE
PLANA
SERVICIOS
Gran
flexibilidad
de oryanixación.
La orgarilzacion de la Artilleria Divisionaria, en Nor
teamérica, es la que refleja el cuadro que se incluye.
El Grupo .de Obuses de 105 mm., constituIdo por cinco
Bateias
(de 6 piezas), actúa en apoyo de las Agrupa
ciones de Combate.
Cada Agrupación de Combate lleva una Bateria de
Morteros de 106 mm. (de 8 piezas), la cual constituye
el apoyo de fuego de aquella unidad. En el ejército ame
ricano dicha Batería, qu” es íntegramente artillera en
cuanto a su personal, constituye la Artillería organica
de la Agrupación de Combate, y como tal destaca ob
servadores avanzados a las Compañías de Fusileros para
que realicen las peticiones de fuego. Las peticiones que
se salgan de las posibilidades de dicha Batería, se ele-
60
sis’oz
gar, a la de explotar la manionra dirigida a crear ob
jetivos atómicos, batiendo los mismos, o bien aquellos
otros localizados n el campo de natalia o en la reta
guardia inmediata del enemigo.
El ataque a objetivos de mayor importancia, situados
en la retaguardia enemiga, se asigna normalmente a
los proyectiles autopropulsados de mayor alcance, de los
escalones Cuerpo de Ejército y Ejército.
Gran
movilidad
táctica y c’strategica.
Todas las unidades de la Artillería DIvisionaria dis
ponen de medios orgánicos propios para transporte te
rrestre. Así mismo son aerotransportables
todas sus
unidades.
mpleo
de material clásico artillero y de lanacohetes.
División, ante la posIble amenaza de empleo de arma
atómicas por el enemigo, no sólo impedirá normalmente
la utilización de los Grupos como unidades de tiro, sino
que, por el contrario, algunas Baterías tendrán que
agregarse a otros Grupos, incluso de distintos calibres ‘y
materiales, para facilitar el mando. En otras ocasiones
deberán organizarse grupos heterogéneos o Agrupacio
nes Baterías para realizar el apoyo de una Agrupación
de Combate, o de otra fuerza, o bien sobre tin sector
determinado.
Cuando el despliegue de la División lo permita, el
cqman’dante de la Artillería Divisionaria deberá conser
var bajo su mando las Baterías ‘de O. de 203 mm. y de
Lanzacohetes de 762 mm., las cuales constituyen el ms
.trumento mediante el cual podrá aquél ejercer su in
fluencia en la acción.
Si la amplitud del despliegue impidiera conservar di
cha centralización, dichas baterías se agregan a los otros
grupos, bien conservando su integridad, o desdoblándose
incluso hasta llegar a la pieza.
El dilema impuesto al ejército moderno, de ser apto
para una guerra, sea clásica o nuclear, en las cuales la
misión de la artillería será la de facilitar la maniobra
en el primer caso, o la de explotarla en el segundo, ha
podido resolverse dotando a dicha arma de materiales
aptos para ser empleados con explosivos nucleares o
clásicos.
No pudiendo prescindirse de los cañones y obuses, mii
cos que pueden proporcionar la precisión y agilidad ne
cesarios para el apoyo de la maniobra, y debiendo con
servar el material un grado de movilidad impuesto por
las exigencias de la dispersión, ‘la fluidez y la seguridad
en las operaciones del futuro, que es incámpatible con
los grandes alcances dictados por las mismas razones,
llegamos a la conclusión de que la inica solución para
armonizar ambas exigencias se encuentra en el empleo
de los proyectiles autopropulsados. Estos proyectiles, que
e.n cualquier escalón pueden constituir un arma nuclear,
no tienen otro inconveniente en la actualidad que su
deficiente precisión.
Mediante el empleo coordinado de los cañones y pro
yectiles autopropulsados, el ‘jefe de la División podrá Carencia de Artillería Antiaérea orgánica.
saturar, de fuegó atómico o clásico, todo el campo de
La protección antiaérea de la División contra los ata
batalla y la retaguardia inmediata del enemigo, al mis
mo tiempo que le proporciona un medio propio, de di ques a gran altura de la aviación enemiga, la prestan
suadir al enemigo del empleo de armas nucleares.
unidades de A. A. A. del Cuerpo’ de Ejército. Para la
protección contra los ataques a baja altura, normalmen
Disjregación y desarticulación de las unidades.
te se agrega a la División un Grupo de Armas Autoná
La dispersión que será impuesta al despliegue de la ricas Antiaéreas procedente del Cuerpo de Ejército.
Laeconomíadegasolinaenelarmaacorazada.
Teniente
ducción
Coronel Iloward C. OBSON.—De la publicación norteamericana
“Armor”. (Tra
del Comte. de Artillería
Ricardo ESPAÑOL IGLESIAS, del E. M. Central.)
La fuerza del Arma Acorazada se basa en su potencia
de fuego y en su movilidad. La potencia de fuego exige
unas armas perfeccionadas y una instrucción conve
niente del apuntador para sacar el mayor partido posi
ble de los proyectiles. La movilidad exige un buen ve
hículo y una instrucción perfecta de conducción y en
tretenimiento (a menudo descuidada), para aprovechar
al máximo la gasolina que quemamos. A continuación
se dan algunos consejos sobre la forma en que podemos
ahorrar gasolina y mantener los vehículos más eficaces
y en mejor estado de conservación.
INTRODUCCION
Datos de una experiencia: Un vehículo automóvil de
turismo corriente actuando por su propia potencia.
Finalidad:
Economía de combustible.
Resultado: Un consumo asombroso de 1,5 litros por
100 Km.
Este resultado es real y se obtuvo no con un vehícu
lo normal del Ejército, ni civiL sino con un Studeba
ker 1948 en un circuíto cerrado de 69 Km. Y para rea
lizarlo se emplearon ciertos procedimientos como rec
tificar la culata para aumentar la relación de compre-
sion, hinchar los neumáticos a una presión de 7,7 Kg.
cm.2, rebajar la banda de rodaje de las cubiertas y con
ducir a una velocidad media de 25 km. por hora.
En las carreras nacionales, para economía de gasolina,
los consumos normales son de 7,8 a 4,7 litros por 100 Km.
además en las competiciones, no se permiten modifica
ciones importantes en el vehículo, inicamente se ponen
en práctica los mejores procedimientos conocidos de en
tretenimiento y conducción.
Muchos de estos procedimientos son difíciles de apli
car en el Ejército. Por ejbmplo, el oficial de motores de
la Compañia estaría demasiado recargado de trabajo si
tuviera que inspeccionar el parafinado de las paletas de
los ventiladores para disminuir la resistencia del aire.
El personal. del Servicio de Material de Guerra no apro
baría el desconectar los tubos de escape y silenciadores
para reducir la presión de los gases de escape. Y el cOn
ductor de un camión podría sentirse molesto si se le or
denase conducir siempre con las ventanillas cerradas
para disminuir la resistencia del aire.
El conductor militar sólo puede emplear algunos cte
estos procedimientos, pero lo interesante es que si son
eficaces, pueden tener una gran importancia. Suponien
do por ejemplo una División acorazada que tiene más
de 1.000 vehículos de cadena y unos 2.300 de ruedas, si ha
61
de recorrer 160 km. por carretera, necesitará unOS 760.000
litros de gasolina y 1.900.000 iitros si el recorrido es a
campo través. En Fort Knox, durante un año normal,
los 1.300 vehículos de cadena y 3.700 de ruedas consumen
más de 23 millones de litros de gasolina, que al precio
normal supone cerca de un millón de dólares. Evidente
mente el gasto que supone el consumo de combustible, es
Importante, lo mismo en guarnición que en campaña.
Cualquier economía en el consumo, que pueda realizar el
Arma Acorazada tiene ventajas no sólo económicas, sino
tamblén logísticas y tácticas.
FORMAS DE REDUCIR EL CON
SUMO DE COMBUSTIBLE
Todo el personal relacionado con los vehículos puede
influir en la reducción de este tremendo consumo de ga
solina: el personal de entretenimientó que está encar
gado de mantener los vehículos en buen estado de funclon am lento; los conductores que deben conducir en for
ma adecuada y llevar a cabo el entretenimiento de pri
mer escalón; los miembros de la tripulación cuya ac
•tación puede economizar gasolina; y los jefes que de
ben fomentar y mantener un espíritu de economía. To
do este personal puede ser eficaz para reducir el consu
mo de combustible.
Estudiemos el papel que puede desempeñar cada uno
de ellos en el desarrollo de un programa eficaz de eco
nomía de combustible.
PRACTICAS DE ENTRETENIMIENTO
QUE AHORRARAN COMBUSTIBLE
Mantener limpio el depurador de aire.—Un depurador
de aire sucio puede aumentar el consumo de combustible
en un 10 por 100, porque el carburador no puede ab
sorber suficiente cantidad de aire y la mezcla aire-gas
es, por tanto, demasiado rica. El humo excesivo en el tubo
de escape y la pérdida de potencia indican que está
sucio el depurador de aire. El polvo y las condiciones
atmosféricas señalarán la frecuencia con que debe hm
piarse. El depósito de aceite ‘no debe estar demasiado
lleno porque produce el mismo efecto que la suciedad
en el depurador de aire.
Mantener bien ajustados los elementos del carbura
clon—El ralenti demasiado rápido del motor y las llamas
o humo excesivo en el tubo de escape pueden indicar
una mezcla aire-gas demasiado rica. Cuando se ajuste
el carburador, y al sincronizar el juego de pálancas del
acelerador, debe emplearse un Indicador de vacio para
asegurarse ‘de que se obtiene una velocidad de ralentí y
una mezcla aire-gas eficaces.
No dejar que se inunde el carburador—El humo y las
llamas excesivas en el tubo de escape, indican que pasa
demasiado combustible al carburador. Las causas pueden
ser un nivel inadecuado del flotador y válvula de aguja
o asiento gastados. El mismo efecto puede ser producido
‘por una estrangulación excesiva o por una colocación
inadecuada de la válvula de estrangulación.
Mantener limpias las bujias y con adecuada separa
ción entre puntas.—Cuando un motor no funciona sua
vemente y fahla con las velocidades más elevadas, es una
indicación de defecto en las bujías. Al limpiarlas hay que
asegurarse que tienen la adecuada separación entre pun
tas.
Comprobar el funcionamiento de las ina.gnetos.—Si se
producen explosiones al escape, si el motor funciona con
irregularidad o si sólo funciona una bancada de cilindros,
puede ser debido a una avería en las magnetos. De esta
forma se produce una pérdida de potencia y un consu
62
mo excesivo de combutibie. Esto debe ser corregido
por los mecánicos de la unidad.
Mantener bien regulado el motor—La dificultad en el
arranque, la marcha irregular y las explosiones al esca
pe son características de una defectuosa regulación de
las válvulas y del encendido. Cuando sucede esto, el mo
tor no proporciona la potencia de que es capaz. El de
fecto en la regulación del eñcendido se va produciendo
gradualmente, mientras que la falta de regulación de
las válvulas se produce de repente, normal ente des
pués del funcionamiento. Son herramientas importantes
para la regulación, la lámpara de inspección y el indi
cador de vacio.
Comprobar el fu.ncionarnlento de las válvuias.—-Cuan
do el motor funciona con irregularidad y pierde potencia
o cuando la cabeza de una válvula está más fría que las
demás puede indicar que las válvulas están desgastadas
que tienen un exceso de carbonilla o que están deforma
das. En este caso el motor no recibe la potencia corres
pondiente a este cilindro. Los mecánicos de la unidad
deben corregir esta avería.
Mantener un ajuste adecuado de las cintas de la trans
misión del carro.—Un nivel inadecuado de aceite en la
transmisión o un ajuste demasiado flojo de las cintas,
pueden producir deslizamiento. Otra indicación de esto,
es que el carro no funcionará en velocidad corta ni en
marcha atrás.
Mantener un nivel cte aceite adecuado en la trans
misión del carro.—El calentamiento excesivo de la trans—
misión o las dificultades en la dirección, indican falta
de aceite en la transmisión. Al conducir, el carro puede
reaccionar lentamente, con irregularidad o incluso fa
llar completamente una de las cadenas. Se reducirá
esta pérdida de potencia, manteniendo la transmisión
llena hasta el nivel adecuado.
Ase gurarse cL que los radiadores de aceite funcionan
correctamente.—E1 calentamiento excesivo h.ace que el
aceite se ponga muy fiiddo, produciéndose un desgaste
excesivo del motor. Si no funciona la válvula de des
viación o de seguridad, o si las materias extrañas (como
hojas, trapos, etc.) producen una obstrucción, circulará
mal el aceite, lo que produce a su vez el calentamiento
excesivo. Debe determinarse y corregirse la causa.
Mantener el tubq de escape sin obstrucciones.—CUal
quier presión de los gases de escape, produce pérdida de
potencia. Por lo tanto es preciso asegurarse de que los si
lenciosos, tubos intermedios y tubos de escape están libres
de materias extraflas y que estos iItimos. no están de
masiado abollados o estrechados.
Ase gurarse que la tensión de la cadena y la presión d€:
los neumáticos es la adecuada.—Si las cadenas están
demasiado tirantes o flojas, se necesita más potencia
de la debida para mover el vehículo y lo mismo ocurre
en los vehículos de ruedas silos neumáticos están menos
hinchados de lo debido. Los neumáticos hinchados co
rrectamente o un poco más de lo normal, ayudarán a
reducir el consumo de combustible en los vehículos de
ruedas, porque la potencia necesaria aumenta en un 15
por 100 por cada 0,28 Kg./cme que disminuya la presión
del neumático.
Emplear el aceite y la grasa adecuados.—El empleo de
aceite o grasa demasiado viscosos en la transmisión con
sume parte de la potencia. Si el aceite es demasiado
viscoso no se produce ninguna pérdida de potencia, pero
aumenta el desgaste del motor.
Man tener limpio el motor.—La suciedad excesiva en
el motor puede producir una pérdida importante de po
tencia; por ejemplo: las hilas, el barro y el aceite en
los bordes de ataque del ventilador exigen un exceso de
potencia para hacerlo girar. En los vehículos refrigerados
por agua, el panál del radiador debe mantenerse libre
de obstrucciones para que el aíre pase con facilIdad y
mantenga relativamente baja la temperatura bajo el
capá. Además, es una buena práctica de entretenimiento
mantener limpio el motor, para descubrir con facilidad
las averías y deficiencias.
Otros consejos para los vehículos de ruedas.—La falta
de alineación en las ruedas y la resistencia del aire
debida a los encerados y parabrisas, aumentan el con
sumo de combustible. SI es posible debe tratar de redu
cirse la resistencia del’ aire. Un vehículo frío (tempera
tura del aire a e), cuesta calentarlo el doble que un
vehículo caliente (temperatura del aire a
C). SI es
posible debe protegerse el vehículo en tiempo frío, puesto
que el tiempo excesivo de calentamiento supone un con
sumo sup lemen tario de combustible.
lVo emplear los frenos con exceso.—Los frenos deben
utilizarse poco, siempre que se emplean, se desperdicia
potencia. Cuando se conduce vehículos de cadena, los
excesivos cambios de dirección tienen el mismo efecto
que el frenado. Si la tensión de las cadenas no es la
misma en los dos lados, será necesario cambiar muchas
veces de dirección.
La velocidad de ralentí debe ser la adecuada.—tJn
vehículo de ruedas al ralentí consume gasolina una mi
tad más que otro vehículo marchando a 80 kilómetros
por hora. La velocidad de ralentí adecuada para un ca
rro M-48 es de 650 a 1.000 r.p.m.
No emplear accesorios innecesariamen te.—Los acceso
rios deben emplearse solamente cuando son necesarios.
Las exigencias de energía aumentan en un 20 por 100
cuando se hace uso frecuente de los radios estufa y lu
PRACTICAS DE CONDUCCION QUE
ces.
AHORRARAN COMBUSTIBLE
Mantener abierta la válvula de vadeo.—En los vehícu
los de ruedas, esta válvula debe estar siempre abierta,
Vigilar el cebado y la estrangulacijmn.—Si ‘se inunda excepto cuando se efecti’ia un vadeo. Si la válvula está
el motor por una estrangulación o cebado excesivos se cerrada, produce el mismo efecto ‘que un silencioso o
desperdicia gasolina. Normalmente cuando se tira del tubo de escape obstruido.
estrangulador
la mitad de su recorrido, el consumo de
Mantener el interruptor de magnetos en la posición en
combustible aumenta en dos tercios, por lo tanto no que
todas las magnetos están. en /uncionamiento.—En los
debe dearse abierto el estrangulador cuando el motor
de cadenas el interruptor de magnetos debe
está funcionando; además, el exceso de gasolina cae el vehículos
estar
en
la
posición de BOTH, cuando el motor está fun
cárter y disuelve el aceite del mismo.
donando, pues para asegurar la combustión completa.
Calentar el vehículo el tiempo adecuado.—Embalando
del combustible deben estar funcionando todas las mag
el ‘motor en el periodo de calentamiento se ‘consume netos.
combustible innecesariamente y se produce un desgaste
Escoger cuidadosamente el terreno donde se ha de con
excesivo del motor. A 10° C de temperatura exterior,
ducir.—Debe utilizarse siempre que sea posible el te
los vehículos de cadenas deben calentarse durante cin
rreno que no someta al vehículo a un esfuerzo excesivo.
co minutos aproximadamente. Los ensayos han demos
trado qué no tiene ventajas el calentar el motor de un Cuando el conductor pueda escoger su camino, debe
vehículo de ruedas durante un tiempo superior al mí marchar por carreteras o terreno duro, si es posible tác
ticamente.
nimo ‘de calentamiento, puesto que este calentamiento
se realiza más fácilmente durante los primeros kilóme
tros de funcionamiento que antes de emprender la mar
cha. (El motor debe arrancar, por supuesto, y ‘hay que PRACTICAS DE LA TRIPtJLACIQN
esperar hasta que el vehículo sea capaz de moverse, QUE AHORRARAN COMBUSTIBLE
aunque no se caliente el motor por completo.)
Efectuar los cambios de velocidad en forma adecua
Repostar con cuíclado.—A1 repostar, no debe derra
da.—Deie cambiarse a la velocidad conveniente, tan marse gasolina y el depósito debe llenarse hasta el nivel
pronto como el motor pueda realizar la tracción sin correcto (en el carro M 48, éste está situado a 16 cm. de
agotarse. Generalmente, el motor funciona eficazmente
la parte superior del tubo de llenado, puesto que es pre
mientras la tracción se realice sin a’hogarse.
ciso dejar espacio para la dilatación de la gasolina);
Acelerar y desacelerar con suavidad.—De,be tratarse
toda gasolina que se vierta, no sólo se derrocha, sino
de acelerar y desacelerar gradualmente, man ten len do que es un peligro de incendio.
una velocidad constante con un mínimo de aceleración.
La comodidad de la tripulación no es una consldero
Debe evitarse el embrague repentino; en las condiciones clán primordial.—Los motores no deben ponerse en mar—
normales de conducción, raras veces es necesario em
cha flnicamente para proporcionar calor y comodidad a
pujar el acelerador a fondo. Se ahorrará combustible la tripulación.
si, suponiendo que se lleva una palangana llena de agua
Cargar las baterías en forma adecuada.—El motor no
en el suelo del vehículo, se conduce de forma que se
debe
emplearse paracargar
las baterías. Cuando el ca
derrame la menor cantidad posible de líquido.
Evitar que el motor se ahoque en las pendientes y rro está parado se usa para esto el grupo electrógeno
.obre terreno blando.—Cuanclo se sube una pendiente auxiliar. Raramente será necesario emplear al mismo
o cuando el terreno es blando y la ‘tracción es difícil, tiempo el gtupo electrógeno y el motor.
Conservar limpio el carro.—El barro en el sistema de
se debe cambiar a la velocidad inferior más conveniente,
antes de que el motor empiece a ahogarse, porque al suspensión, y en general en todo el carro, aumenta el
peso y la resistencia al avance por lo cual se necesita
cambiar de una velocidad a otra se enriquece automá
mayor potencia para mover el vehículo.
ticamente la mezcla de gasolina, con lo que puede des
perdi’ciarse combustible. Siempre que sea posible deben
Emplear el lubricante adecuado.—Debe emplearse ci
atacarse las pendientes de forma que pueda llegarse a lubricante de viscosidad conveniente, puesto que los
la parte superior sin agotar el motor y que se manten
que son demasiado viscosos exigen más potencia para
mover el vehículo.
ga una velocidad casi constante.
No conducir demasiado deprisa.—Cuan’to mayor es la
Remolcar en la forma más conveniente.—Debe ‘remol
velocidad, el consumo de gasolina es más elevado. En carse de forma que la tracción se verifique en la, direc
Tos vehículos de ruedas, una disminución de la velocidad ,ción de la marcha para impedir la tracción oblicua. Al
de 80 a 64 km. por hora reduce el’ consumo de combus
remolcar un carro deb en eniplearse dos cables para evi
tible en un 8 por 100 aproximadamente.
tar el giro.
Q0
40
-
63
ÑOMAS
DE MANDO
AHORRARAN COMBUSTIBLE
pMcticas de economia de gasolina son buenas prácticas
de entretenimiento.
En muchas circunstancias el mismo jefe puede ser el .PUEDE REALIZARSE?
factor decisivo •en lo referente a ahorro de combustible.
En unas experiencias realizadas en Fort Knox se ins
A4emá.s de ser responsable de la ejecución e las nor
truyó en las prácticas para el ahorro de combustible a
mas indicadas puede hacer todavía más.
Funcionamiento del Par que cíe vehículos—El oficial las dos terceras partes de los conductores y jefes de
de motores debe estar interesádo en la economía de carro de un batallón de carros (trés compañías de tres
gasolina y vigilar los ajustes necesarios y las técnicas secciones). Las seis secciones de carros que récibieron
este tipo de instrucción consumieron un 6 por 100 menos
que tiendan a ahorrar combustible; así como estimular
la sustitución de elementos defectuosos o inútiles que de gasolina que las otras tres durante una marcha tác
tica de 240 Km. Este es un alorro importante desde
pueden clescubrirse en las inspecciones de entreteni
un punto de vista estadístico y práctico. Si las nueve
miento. Debe disponerse del material de comprobación
necesario; por ejemplo, un indicador de vacío es indis secciones hubiesen recibido la misma instrucción, se ha
bría ahorrado gasolina suficiente para que una compa
pnsable para ajustar convenientemente el carburador
y el sistema de encendido. Los mecánicos deben estar ñía recorriese 40 Km. más.
instruidos en el empleo de estos instrumentos y se les
COMO HACERLO
debe estimular para que los empleen.
Prácticas de convoy.—E1 jefe es responsable del fun
Por lo que hemos visto, se puede llevar a cabo con
cionamiento en convoyes. El tiempo excesivo de calenta
éxito un programa de economía de combustible. He aquí
mientp con los motores al ralentí puede aumentar con
siderablemente el consumo de combustible. Aunque las cómo hacerlo.
En primer lugar, tanto el jefe como el personal de la
consideraciones tácticas son las que tienen más influen
cia en su decisión siempre es posible introducir mejoras. unidad deben estar decididos a manejar sus vehículos
con la máxima eficacia.
Segundo, la economía de gasolina exige instrucción;
RESULTADOS DE LAS PRACTICAS PARA
por lo tanto, debe mantenerse una inspección constante
EL AHORRO DE COMBUSTIBLE
de los jefes de carro, tripulantes, oficiales de motores
y mecánicos. No debe oivida.rse que es tan necesaria la
En primer lugar, se ahorrará dinero reduciendo el cos
inspección de taller como la de campaña.
to del funcionamiento de los vehículos automóviles.
Tercero, una vez establecida una actitud favorable y
Se aumentará el radio de acción de los vehículos.
mantenida una inspección conVeniente puede estirnii
Será necesario transportar menos gasolina en los tre
larse el programa por el interés activo del jefe. Las com
nes de abastecimiento, pudiendo emplearse los vehícu
peticiones entre las unidades dando a conocer los re
los para otros suministros.
sultados y concediendo premios, ayudarán a mantener
Se prolongará la vida de los vehículos, puesto que las un elevado grado de rendimiento.
.
La tentacióndel comunismo.
Comandante
HOGARD.—De
la publicación francesa “Revue
des Forces Terrestres”. (Traducción del Tte. Coronel ARIZA.)
Se ha puesto de manifiesto cierto maniqueísmo (1),
ingenuo, de inspiración americana. Los que lo profesan
presentan al Universo como dividido en dos campos
hostiles e irreconciliables: “el Bien” occidental opuesto
al “Mal” oriental.
Los disconformes con esta concepción, que califican
de pueril, tienen sus argumentos. ¿Cómo condenar en
pleno siglo XX, sin apelación, una ideología profesada
por millones de individuos?, dicen ellos. Aunque no se
comparta su opinión, ¿podemos decretar “a priori” que
es totalmente recusable? El comunismo tiene aspectos
positivos (2); los Sputniks consiguieron un éxito asom
broso •científico y técnico; los ballets rusos, un sentido
artístico muy depurado... Al final de un viaje “de es(1) (Nota del Traduetor).—Se llamó Maniquelsmo a la sec
ta fundada por Maniqueo, heresiarca natural de Babilonia,
que el siglo III de nuestra Era publicó un nuevo Evangelio
ea el que admitía dos principios creadores, uno para el Bien
y otro para el Mal. Bahram 1 lo mandó crucificar el año 276,
ordenando que sus miembros destrozados se colgaran por ]as
puertas de la Ciudad.
(2) Nosotros prometemos a los cristianos trabajar mejor
que los comunistas y adelantarles en el camino de la justi
cia y de la paz. (J. Folliet: Vie Catholique Illustrée.-29
mayo 1955.)
tudio”, uno de nuestros anteriores ministros atestiguó
asombrosas realizaciones sociales y económicas en la
China popular. ¿Quién no conoce un muchacho francés
que haya vuelto encantado de su estancia en Moscú con
motivo del Festival de la Juventud?
Por otra parte, ¿no está el comunismo en plena evo
lución? La destalini.ración representa un gran paso ha
cia el liberalismo: La “dirección compartida” es un gran
progreso hacia la democracia. Un poco más de pacien
cia y e Marxismo-Leninismo se acercará a nosotros.
¡ Con qué gusto se uniría uno a esta argumentación
moral, técnica o política! ¡De qué forma se despejaría
el presente y el futuro si, mediante un poco más de
comprensión por nuestra parte, pudiese el Comunismo
liberizarse y hasta ayudarnos a mejorar nuestra So
ciedad!
Una sola cosa nos disuade de ello. EJ Marxismo-Leni
nismo no es una confesión secreta. Sus doctores han
escrito, y escriben todavía, mucho sobre esta doctrina.
Las obras completa.s de Lenin están al:alcance de cuaI
quiera, y no sólo de los alumnos de sus escuelas de
mando, qie las estudian con ardor. La lectura de toda
esta literatura no puede dejar subsistir ninguna ambi
güedad, ningún mal entendido, ninguna posibilidad de
Bajo esta iuz,’y sólo bajo ell’a, todo se aclara. .s inur.ii,
por ejemplo, reprochar las contradicciones, de su acción
a un militante comunista, formado y consciente; no hay
Verdad objetiva. La única verdad reside en las exigencias
de la acción revolucionaria, que pueden ser diferentes e
incluso contrarias de uno a otro día. El “StalinismO”
era la verdad de ayer; la “destalinizaciófl” es la verdad
de hoy; mañana se reconciliarán ambas en una síntesis,
nuevo punto de partida... (7)
Las obras de los profetas del Cómunism nos descu
¡Resultaría fútil acusar al comunismo de inmoral’ o
bren que el Marxismo-Leflinismo no es un sistema po
de
amoral! Esta objeción no hace más que señalar el
lítico social o económico, sino una total visión, univer
sal del Mundo y del Hombre, y, por tanto una regla de carácter “burgués” del que la dice. La moral comunista
que la moral natural.
vida y un programa de acción. El Comunismo es, ante no posee la misma refrencia
¡Esto
es
‘todo!
En
cuanto
a
los
que se oponen a una
todo, UNA FE, UNA VOCACION UNIVERSAL, gene moral sin referencia el comunismo
cree muy bien. que
radora de ACCION, manantial de fuerza.
un
día
no
les
parecerá
justificada
y
que rehusarán so
La base del comunismo es una negación, una repulsa
a’ admitir la existencia de ‘cualquier Verdad y’ de cual meterse a ella por más tiempo.
Una ve alcanzado este conocimiento de la verdadera.
quier Realidad objetiva, permanentes, exteriores al Hom
bre. La Historia, afirma, no es más que una evolución naturaleza del Comunismo ¿quién osaría pretender aún
que el Comunismo no es Su enemigo? Está claro que una
incesante bajo el exclusivo efecto de fuerzas materiales
explicación tal del Mundo y del Hombre ho puede ave
contradictorias,
en lucha perpetua, y sucesivamente
triunÍante
según la ley de la dialécti.ca=tesiS, antítesis, nirse con ninguna fé, con ninguna filosofía. Todas las
síntesis... La misma materia no es una realidad abso actividades humanas deben, estarle sumisas, incluso la
luta, pues no existen más que fuerzas materiales en las cultura y el arte. Ningún “desviacionismo” puede ser
admitido, ningún compromiso puede ser aceptado (8).
que la lucha permanente no permite establecer ningu
Para los ‘marxistas-leninistas, todos aquellos que—cual-na realidad. El Marxismo-Leninisrflo no es un materialis
quiera que sea, la familia espiritual a que pertenez
mo como los demás; es un materialismo histórico y día
can—creen que existe una Realidad, una Verdad objeti
léctico.
Si se admite la negación de la existencia de una Ver vas y estables, todos los ‘que sostienen (con o sin refe
rencias a esta Realidad, a esta Verdad) que la Moral es
dad, de una Realidad objetiva, cualquier esfuerzo con
templativo resulta absurdo; no queda más que la acción independiente de las circunstancias, todos éstos son un
(3,). El lombre “no es” sino en la medida en que se obstáculo, un freno insoportable, al cumplimiento de
transforma él mismo por su propio esfuerzo. Como la la Historia (9). El deber consiste, pues, en destruirlos,
Historia es una revolución perpetua, ‘la acción más efi aunque pretendan ttatar con el Comunismo.
caz es la acción revolucionaria. El hombre “no es” más
Incluso aquel que admita con los marxistas-leninIstas,
que creándose a sí mismo, haciéndose “hombre nuevo”,’ que el hombre se redtce a estos “ochenta kilos de ma
el hombre comunista.
ten—y
sobre lo cual insisteh tanto en las escuelas de’
Mandos
del Pa.rtido—(ochenta kilos de los cúaies sólo
Ps, pues, absurdo hablar de doctrina. Él comunismo no
es la verdad; es la teoría de la acción más eficaz (4), la 900 gramos de. cerebro producen pensamientos gracias’
a un “salto calificativo”) no puede evitar las consecuen
que acelera la marcha de la Historia; Ja revolución comu
nista no se un medio, es la obra gigantesca en la cual, el cias de este axioma. Si el hombre no es más que la sede
“hombre nuevo” se creará, desembarazán’do&e de todos de fuerzas materiales que es preciso utilizar en el sentido
de la Historia ¿en nombre de qué reclamará deferencias
sus embelesamientos, suprimiendo sus dioses.
y consideraciones? En nombre’ de qué rehusará ser un
De aquí la moral comunista. Como no existen ni simple útil a discreción del Partido, una herramienta que.
Verdad ni Realidad transcendentes, tampoco hay Bien ob se tira cuando ya no puede servir, un útil que no tiene
jetivo y permanente. Puesto que el hombre se perfeccio
na únicamente en la Revolución, es bien todo lo que él más derecho que obedecer?
Imposible emplear la’ astucia’ .con el comunismo. Se
haga por su triunfo, y mal no sólo cualquier acción con
trarrevolucionaria,
sino ‘todo error, toda abstención (5). puede ser su cómplice, pero entonces o se .desemboca en
La moral comunista es mucho más exigente que la comunista por “compromiso en la acción” (10) o bien se
moral tradicional. La indiferencia, la tibieza, la acción es tarde o temprano, rechazado, condenado, “fisicamen
intempestiva o errónea son para ella “pecados mortales” te liquidado”. No hay posibilidad, de “coexistencia pa
más graves que la actividad contrarrevolucionaria
(6) cífica”. Si se próduce, no sería otra cosa que una pausa
o mejor, una treta. El comunismo persigue la destrucción
La. moral comunista define esta especie de “asceta-estoi
co”. del revolucionarIo profesional, este “nuevo hombre”
que sacrifica todo a. la Revolución, intereses, ambiciones,
y hasta,.el ‘honor, si es preciso.
(7) De ahí ese extraordinario
espectáculo
de viejos mili
falsa interpretación. Honradamente no podemos enga
fiarnos a nosotros mismos: los marxistas-leninistas nie
gan todo lo que sea ajeno a ellos mismos; persiguen
la destrucción de todo, lo que les es extraño. Hay mucho
de maniqueísmo, sí, pero de su parte.
,
,
.
(3)
“No se trata de conocer al Mundo, sino de transfor
marle”.
(Carlos Marx.)
(4)
“La teoría, revolucionaria
no es un dogma. No se ad
quiere más que en enlace estrecho con la práctica de un mo
vimiento
realmente ‘masivo
y realmente
revolucionario”.
(Lenín.)
(5) “Nuestra
moralidad está totalmente
subordinada
a los
intereses
de la lucha de clases’.’. (Lenín.)
(‘6) De ahí el’ trato, a los prisioneros:
si aceptan
dejarse
instruir
y pasar al servicio .de la revolución se les perdonan
todos sus anteriores
errores;
si se niegan, son considerados
como verdaderos
criminales.
tantes
que, tras unos años en el “ostracismo”,
son de nuevo
encumbrados
a puestos de importancia..
Su error pasado se
ha transformado
en la verdad actual.
(8)
Salvo por razones tácticas y todas ellas trevitas.
(9) Por eso la hostilidad contra todas las iglesias y en par
ticular
contra la más ‘coherente—espiritual,
intelectual
y fisi
camente—la
Iglesia Católica. Lenin ha dichono
quedarán
‘finalmente
más que dos adversaricis en presencia:
el Comu
nismo y la Iglesia Católica.”
(10)
ICuántos
compañeros
de viaje del Comunismo
han
probado
que la acción ‘según los métodos comunistas
conduce
siempre
al Comunismol
Nacionalistas
del ‘Vietnam de 1945
Cristianos
progresistas
de Polonia y de China, algunos Sacer
dotes obreros de’ Paris, etc. No pueden desenredarse
porquE
el Comunismo no es más que un gula para la acción.
ae toio lo que no es él (11). Si fuese de otra manera,
no sería Comunismo.
¿Se puede •creer que los dirigentes y los Cuadros del
Partido, los hombres de la “nueva Clase” podrían re
nunciar a una concepción del Hombre y del Mundo que
ellos han adquirido al precio de tantos trabajos, a la
Fe que ha inspirado todas sus accioñes durante toda su
vida’?
Individualmente puede ser. Colectivamente, Jamás!
El Marxismo-Len mismo no es una doctrina económica
o social, o mejor dicho no es ante todo una doctrina eco
nómica o social, sino una Fe. Pero contra todos los otros
“credos” de los hombres el suyo no se dirije a ningún
objeto; él niega: “No existe ni Verdad ni Realidad ni
Bien, objetivos, permanentes exteriores al Hombre”. En
este sentido es una anti/ (12). Porque es una antifé, es
por naturaleza incompatible con todo lo que no es él
mismo. Porque esta antifé es universal (ya que pretende
explicar todo) no admite ningún compromiso definitivo,
ni en filosofía, ni en materias económica, social, cultural
o artística, ni con las iglesias ni con las ideologías, ni
incluso con los liberales. Porque no quiere ser más que
un gula para la acción, inspirador de la agresión perma
nente.
El drama de, nuestro tiempo proviene de que esta
antifé dispone para su fin de una gigantesca y poderosa
organización: el partido Comunista internacional, dueño
de la tercera parte del ‘mundo, presente y activo en los
otros dos tercios, y de que esta organización ha sabido
esparcir un.a espesa niebla donde se extravían los es
píritus.
El Comunismo es enemigo mortal de todo lo que le
es extraño. Pero si todos esos a quienes el Comunismo
considera como enemigos fueran adversarios activos su
yos el Comunismo ya habría caducado.
da, ni aplicada, por ningún comunismo auténtico. Tito,
Mao Tsé Tung y el mismo Gomuika, han sido favora
bles a la revolución húngara en sus comienzos porque
pensaban que favorecería. sus propias tendencias. Pero
tan pronto como los insurrectos pusieron el régimen en
peligro (y esto no tardó) se han alineado unánimemente
con Moscú. En el curso de su larga lucha, los comunistas
chinos no han sido auxiliados jamds por la Rusia soviéti
ca; en los años que han seguido a la segunda guerra mun
dial, el Kremlin, que no creía en su victoria, trataba aún
con Chang Kai Chek y los sacrificaba a los supremos hitereses del comunismo Internacional. Dueños del poder los
comunistas chinos tenían gran interés en entenderse con
los Estados Unidos, que les hubieran facilitado el esfuerzo
necesario para modernizar e industrializar su país mucho
más rápidamente que pudiera hacerlo la U. R. S. S.
Después de elegir el campo comunista no se han apar
tado de esta fidelidad. Hace unos años, después de ha
bernos explicado que los comunistas chinos no eran autén-.
ticos comunistas, los especialistas han predicho choques
y una ruptura entre los dos “Grandes” del bloque rojol
¡todavía lo estamos esperando! Por el contrario, Mao
comuniza su país cada día más, según las reglas del más
puro estilo leninista. En Francia todas las tentativas
que se han producido desde Doriot a Lecoeur para ins
taurar un comunismo francés—o para integrar a los
comunistas a la comunidad nacional—han sido un fra
caso. En Italia, en todos los países ha sucedido lo mismo
(nadie ignora hoy día que sin la presión Soviética, Polo
nia no sería ya comunista.)
Expertos en esta materia nos explican las razones de
este fracaso. Djilas, compañero de lucha de Tito, revolu
cionario profesional, nos dice: “El comunismo nacional
no tiene naturaleza distinta del comunismo universal”.
No es más que un expediente provisional, que mañana
se hará comunismo ortodoxo o romperá con el Comunis
mo.
Para quien ha comprendido que el Marxismo es, ante
Se conocen los verdaderos caracteres del Comunismo todo, una interpretación total del Muntio y del Hombre
internacional: fe conquistadora de vocación universal;
guía para la acción” que conduce lógicamente, im
explicación total y coherente del Mundo y del Hombre; “un
placablemente, de su negación básica a la lucha por la
guía para la acción que anima hoy e inyecta su volun
revolución mundial, la afirmación de Djilas es evidente:
tad poderosa a una formidable organización que se ex o el hombre se conduce completamente coino óchenta
tiende por todo el globo, dueña absoluta de un tercio de kilos de materia según las escuelas de Mandos del Par
la humanidad.
(13) o hay otra cosa. Si se adopta la serunda con
Esto es el Comunismo internacional. Pero en la Europa tido
cepción no se es comunista. Pero si uno se afilia a la pri
oriental ya se dejan oír algunos crujidos. Las Patrias
mera, resulta imposible escapar a la lógica de la dialécti
avasalladas se niegan a perecer. Un Comunismo nacio
ca materialista e histórica. Tiene que admitir, fin almen
nal aparece en la China de Mao Tsé Tung en la Polo
te, que el hombre no se puede perfeccionar más que por
nia de Gomulka, en la Yugoslavia de Tito. En Francia
revolución comunista, que ésta no puede’ ser sino mun
Lecoeur y algunos disidentes más se muestran “no mos la
dial, que la más formidable potencia a su servicio es la
covitas”... El Comunismo ¿no puede adaptarse al genio Rusia
soviética, y que, por consiguiente, el papel diri
nacional de cada pueblo, y ofrécer a los países que tienen gente recae
sobre Moscú. En cuanto
las disputas so
necesidad de un régimen político eficaz la. “solución” bre la autonomía
más o menos grande que debe dejarque buscan. Así corno la revolución francesa no ha lo se a las diversas nacionalidades, no representan más
grado unificar Europa, pero ha acabado triunfando en
querellas de familia pronto olvidadas si un peligro
casi todos sus paises ¿no podrá el comunismo hacerse que
aparece para el conjunto de la familia.
aceptable y “útil” bajo la forma “nacional”?
Pero ante todo ¿qué es el Comunismo nacional? ¿Pue
de existir un Comunismo nacional?
Por lo pronto hay que señalar un hecho: aunque séPero el Cornuni.mo no es sólo la explicación del
duzca a ciertos números de “no comunistas”, la concep
Hombre y del Mundo y una teoría de la acción revolu
ción de un comunismo nacional no ha sido jamás afirma- cionaria.
Es también un aparato organizado. En su li
bro “La nueva clase”, Djilas—este amante equivocado
(11) “No hay posibilidad de término medio. Hasta alcan
•
zar una decisión total, continuará el estado de guerra entre
Capitalismo y comunismo... El objeto es transformar radical
mente las Condiciones de existencia
de la Humanidad...
La
dictadura del proletariado es una lucha a muerte, sin cuartel,
sangrante, entre dos clases, dos mundos, dos épocas de la His
toria universal”
(Lenin.)
(12) Por eso, sin duda, la condena del Papa como “intrin
Secamente perver”.
(13) En las Escuelas de Mando del Partidó, se muestran
a los alumnos dos cuadros. Uno de ellos reproduce la silueta
de un hombre y la 1’it de los cuerpos químicos que le Com
ponen con su peso total, 80 kilogramos; de ellos 900 gramos
de “materia pensante”. El otro cuadro contiene solamente al
gunas preguntas, como éstas: Y Dios ¿cuánto pesa? Y la con
ciencia ¿cuánto pesa? Y la Patria ¿cuánto pesa?
y descontento del Comunismo—pretende incluso que el tender no. copiarle más que ciertos secretos de sus pre
Marxismo-L:eninismo apenas si es nada más que eso, tendidos éxitos, económicos sobre todo.
una organización. Para él, que ha vivido en el país
¿Qué sería un régimen así? La concepción del Mun
donde el Comunismo está en el poder, los revoluciona
do,
Estado y ‘del Hombre sobre la que reposaría se
rios profesionales componen una “nueva clase”, inca ría del
inevitablemente la común al Comunismo y al Na
paz de renunciar al poder por que no puede hacerlo
cional-socialismo: “El hombre no es más que un ins
sin abandonar sus privilegios. Esta nueva clase ha es
trumento
al servicio de la poderosa voluntad del Es
tablecido el régimen más totalitario de la Historia para
alcanzar un objetivo, utópico: la Sociedad sin clases tado en el Mundo”. No hay ningún derecho, ninguna
y sin Estado. Ella no puede confesar que el objetivo dignidad intrínseca. El Estado frente a todos los dere
es utópico sin confesar, al mismo tiempo, que la clase chos, tanto de los’ individuos Como ‘de los otros Esta
dirigente no es precisa y que debe abandonar poder y dos. Ninguna concepción ‘es más extraña al espíritu
privilegios. Está, pues, obligada a permanecer fiel al Co francés. Los franceses siempre ‘han estado persuadidos
munismo y buscar apoyo donde pueda, es decir, sobre hasta lo más profundo de su alma, por el contrario, de
todo en la potencia soviética. Cada vez que la nueva que el papel del Estado debe ser’ hacer ‘prevalecer el bien
clase está amenazada en un país, sus miembros de común de la Nación, en el que vienen a fundirse los
bienes particulares de Cada uno. de ‘los ciudadanos, de
otros países vuelan en su socorro. En cuantó al Comu
nismo “nacional” en las naciones no comunistas no cada una de las colectividades sociales.
El francés ‘no quiere ser Un robot en manos del Es
significa nada: los partidos comuñistas de estos países
no tienen, en efecto, ningún punto de fricción con el tado-Dios... No desea lanzarse más en aventurás que
Kremlin y no pueden conquistar ni manténerse en el acaban siempre mal. El no quiere, en fin, caer en la
poder más que con su ayuda (o la de Pekín). ¿Por qué, miseria. La experiencia confirma que todos los países
civilizados e industri’almente desarrollados que han si.pues, traicionarles?
“El comunismo nacional es un espejismo”, dijo Di do dotados—á la fperza—de una economíá de tipo CQ
mitrov, presidente del Comité búlgaro de liberación. ‘munista han conocido en seguida, una ‘regresión social:
Alemania oriental, Polonia, C’hecoeslovaqui.a, Hungría,
Un espejismo, porque sólo puede haber un Comunis
mo internacional con vocación universal. Pero también etcétera, son pruebas y claras manifestaciones de este
espejismo en el sentido de alucinación que engaña al fenómeno inevitable. Desde 1945 el espl’éndor del re-,
viajero perdido en el desierto, y le deja morir de sed surgir, económico de Francia, ‘el de Alemanja occi
allí donde él creía encontrar un lago de agua fresca, dental, el de Italia, etc., prueban, por el contrario, que
los sistemas no comunistas permiten un Constante au
porque el Comunismo sabe perfectamente jqgar al na
cionalismo. En casi todos los casos los comunistas han mento del ,nivel de vida.
Un comunismo “nacional”__que sería una forma ver
llegado al poder utilizando los frentes “nacionales”, que
ellos mismos han destruido cuando ya no les servían gonzosa’ de nacional socialismo—es, pues, tan contraria
al espíritu francés como peligrosa para el porvenir del
de nada (14).
Moscú, otras veces, ha sostenido—y hasta el último País y catastrófica para el Hombre.
mo’mento—a aang
Kai Chek. El Kremlin ha ayuda
do a todos los nacionalismos ‘de ultramar. En 1941 ha
resucitado el patriotismo ‘ruso. Después de la guerra
Las palabras’ “comunismo ñacional” pueden encubrir
se ha apoyado en la altivez nacionalista griega. En
‘tres realidades diferentés y sólo tres:
Alemania del Este exaltan las tradiciones militares pru
sianas. Y ya en Francia, miembros de la Sección “ex
o bien una tentativa de Comunismo internacional
terna” del Partido (15) se presentan corno “no mosco
para ‘engañar al país y captar, en su provecho, el
‘vitas”, partidarios de un Comunismo francés que po
orgullo nacional;
dna salvar y renovar al país.
o bien un ensayo sin fundamento doctrinal cohe
rente y condenado a’l fracaso como tantos otros’;
¿Nos dejaremos prender por ellos?
o todavía un. nacional .socialismo-_.que no osaría
decir su nombre—y que conducirla a la desdicha
y a los peores peligros.
En
Europa no se desea ninguna d’e esas tres solucio
Pero aún hay uná terce’ra posibilidad. Se sabe que
si Carlos Marx y Lenin son los hijos espirituales más nes. Cada Nación ncesita un régimen Conforme a su
brillantes—aunque
bastardos—, de Hegel, éste último genio, un régimen de la que ella mejor que nadie tiene
el gusto y el sentido, un régimen donde el bien parti.
es padre de otra línea—legítirnauyo
representante
más, conocido fijé Hitler, y Cuyo subproducto actual se cular de cada individuo, de cada colectividad venga a
llama Gamal Abd Nasser. ¡Para los espíritus poco in fundir’se armóñicamente en el bien común de la Pa
formados o poco inteligentes, no hay tanta distancia tria, en el ,mismo Bien común de la Humanidad.
Y si se hace sentir la necesidad de una cierta reno
del Comunismo al Nacional-socialismo!
A este ‘concepto se aferran todos los que predican el vación de la clase dinigente—qui,zás justamente—en la
“Comunismo nacional”, re usando meditar sobre el medida en que una parte de la actual clase ‘dirigente
no cumpla su misión al adoptar una aptitud de no re
verdadero sentido de la palabra “comunismo”, al pre
sistencia espiritual, intelectual y ‘material al Comunis
mo, este cambio no debe, en ningún caso, efectuarse en
(14), No hay un solo ejemplo de Frente Popular en el: Po-. provecho de la “nueva clase”, de ‘los “revolucionarios
profesionales”, sino llamando a los mejores de cada
der que no haya terminado o porque conscientemente,
y a
tiempo, sus miembros “no comunistas”, han expulsado a los pueblo.
comunistas,
o por la conquista total del Poder por los comu
En cuanto al “comunismo nacional” no debe ser pa
nistas y el encarcelamiento
o la muerte de sus “compañeros
ra nosotros ‘más que una sola cosa: el arma de uso ex
de viaje”.
terno que clavada en la contradicción interna del co
(15) Personas que en secreto pertenecen al partido, y son
munismo internacional, “la resistencia de las Patrias
utilizadas
para rastrear los lugares menos sospechosos (lla
sojuzgadas”,
permita quizás ‘hacerle retroceder y libe
mados ‘submarinos” en la jerga del partido).
rar a nuestros hermanos oprimidos.
.
—
—
—
67
Notassobreproyectilesautopropulsados
Comandante
ORY.
(Traducciones, extractos y adaptaciones
LOS CAMPOS DE PRUEBA DE PROYECTILES
militares y técnicas extranjeras.)
AUTOPROPULSADOS
Los campos de prueba que hay ya en nuestro planeta
y cuya existencia se conoce, rodean al globo desde el Ca
nadá y las islas Hébridas hasta una base soviética en
la Antártica.
Aunque muchos de ellos son relativamente pequeños,
los hay que se eçtienden sobre grandes superficies te-’
rrestres y también sobre considerables extensiones de
mar.
Además de los ER UU. y de la U. R. S. 5. que, desde
luego, son las potencias que poseen más y más impor
tantes campos de prueba de proyectiles, son muchas
otras las naciones—incluso pequeñas—que dedican su
mas importantes a la creación de estos lugarés de expe
rimentación, dotándolos de• los ‘medios y aparatos nece
sarios.
Así, las informaciones revelan la existencia de cam
pos de experimentación de ingenios autopropulsados y
cohetes en Argelia, Brasil, Canadá, Cerdeña, China éon
tinental, Francia, Alemania (en las dos zonas), las islas
Hébridas, Japón, Corea, Libia, Polonia, Escocia y varias
islas del Pacífico; como igualmente que existen barcos
68
de diversas publicaciones
de lanzamiento en el Artico, Antártico, Atlántico y en
el Pacífico Norte, Central y ‘Sur.
He aquí algunos datos:
Australia.—Cueflta con uno de los más importantes
campos de prueba de proyectiles del mundo, el de Woo
mera, que se extiende desde dicho lugar, en la zona
Sur-Central de la isla hasta la costa Oeste, con una lon
gitud de 1.100 a L200 ‘millas. Actualmente, están en es
tudio unos planes de ampliación, que duplicarían la ex
tensión del campo, ampliándolo hasta la isla Chrits’mas,
en el Océano Indico.
Canadá.—Los trabajos de investigación más importan
tes, realizados en el Canadá últimamente, lo han sido
como consecuencia del programa del Año Geofísico In
ternacional
(AGI) y utilizaron, el campo de Fort Chur
chill, llevándose a cabo en estrecha colaboración con los
Estados Unidos.
F’rancia.—La mayor parte de sus pruebas de autopro
yectiles las realiza en Co’l.omb Bechar, un lugar en el
interior del Sahara argelino, ue cuenta con una exis
tencia de unos once áños como campo de pruebas. Pr.in
‘
-
cipalmente se ha dedicado a la prueba. de ingenios de
superficie a superficie y antiaéreos, aunque ha habido
algunas de proyectiles de investigación de gran altura.
También se realizan pruebas en ‘la Francia metropo
litana, siendo uno de lcs campos uno cercano a Cannes.
Alemania.—Las dos zopas alemanas desarrollan gran
actividad en la experimentación de ingenios autopro
pulsados.
Mundialmente conocidos son los campos de Peene
munde, en el Báltico, y de Blizna, en Polonia, amplia
mente usados en la II G. M. y de los que hay muchas
intormaciones que permiten asegurar que están actual
mente al servicio de los rusos.
El principal campo de lanzamientos de la Alemania
Occidental es el de Cuxhaven, próximo al mar del Nor
te. Ha habido también actividad en uno próximo a Lu
neburger Hei:de, NE. de Hanóver y cerca de Bremen,
donde la Sociedad Alemana de Cohetes realiza un inte
resante programa de investigación y experiencias.
Gran Bretaña.—Después de los Estados tJnidos y de
la U. R. S. S. es, sin duda alguna, la Gran Bretaña la
potencia que realiza el más ambicioso programa de tec
nología y proyectiles esp aciales.
Sus trabajos de investigación y pruebas tienen lugar
en varios sitios, aunque hace amplio uso del campo aus
traliano de Woomera y, posiblemente, de varios otros
de la NATO, localizados en Gales, Escocia y las Hébri
das. Se sabe que, incluso, ha probado blancos radiodiri
gidos en el Norte de Africa.
Japófl.—-Dispone, al menos, de tres campos de prueba
de ingenios autopropulsados: Uno es el de Miehikawa,
en la prefectura de. Akita, al NO. de Hon5bu, en el que
ha realizado las pruebas de AGI en dirección al mar del
Japóñ.
Las pruebas militares se realizan .en otros, lugares, tal
como el campo Ojoji, al NE. del archipiélago. El campo
de Mogarah, eh el Japón Central, la entrado en servi
cio hacia 1957.
Otras naciones.—Los estudios técnicos y de proyectiles
del espacio atraen hoy a muchas otras naciones “del
mundo.
Así, en Corea del Sur, el gobierno expresó últimamen
te su interés en la materia y el instituto de Investiga
ción Científica de la Defensa Nacional ha realizado fe
lizmente su primera experiencia de lanzamiento de un
ingenio experimental, desde un campo próximo a In
chón. Existe, también, una sociedad civil dedicada a es
tos trabajos, que es la Sociedad Astronáutica Cqreana.
Italia realiza importantes trabajos y ha establecido
un campo de pruebas en la isla de Cerdeña, aunque el
centro más importante radica en Cagliari, donde fun
ciona una estación de alerta y control aéreo. El gobier
no ha propuesto a la NATO la utilización del campo de
Cerdeña como campo de pruebas de proyectiles balísti
cos de alcance medio, en lugar del de Colornb Bechar,
en Argelia, donde la situación es muy inestable.
En Brasil el gobierno ha establecido un modesto pro
gramá de proyectiles, que se realizan en el campo de
.Marambai, cerca de Rio.
La Argentina cuenta con una activa “Asociación Ar
.gentina Interplanetaria”
que, incluso, ha dado cursos
sobre coheteríá y satélites en el marco de la Facultad
de Ciencias de la Universldad de Bueños Aires. Recien
temente,
“Instituto de
Investigaciones
Científicas
de
las Fuerzasel Armadas”
realizó
una exhibición
de proyec
.
tiles destinados al Ejército y a la Aviación. Se descóno
ce en qué campos realizan sus pruebas.
U. R. S. S.—Ya se sabe lo difícil que resulta la obten
ción de información rusa. Sin embargo, se conoce la in
tensa actividad que en el campo de los autoproyctiles
realiza tanto en el territorio nacional como en los de
las potencias bajo s influencia. La modernización de
Peenemunde es un ejemplo.
Los polacos han realizado experiencias de proyectiles
meteorológicos múltiples. El Gol ierno Chino-Comunista
parecé ser que también aunque se desconfía un tanto.
Hay persistentes rumores de que los rusos han esta
blecido una base de lanzamiento en la alta meseta del
Tibet, contando con la China para el apoyo logístico.
Y se. sabe también que hay campos de lanzamiento
d proyectiles y vehículos espaciales en las regiones de
sérticas de Ust Urt y Kara Kumyn al E. del Caspio; al
E. de Estalingrado; en el N. cerca de Narva ,y al E. de
Leningrado.
Son numerosos los asentamientos de proyectiles alre
dedor de los centros industriales, particularmente en el
Oeste algunos en el Norte de Siberia y’ otros en el Leja
no Oriente, en las Sakalin y península de Kantchaka.
Los rusos han manifestado su propósito de establecer
bases de lanzamiento en el. polo Sur del globo, habién
dose citado a Mirny, en el casquete polar antártico, co
mo el lugar, desde donde se lanzarán unos treinta cohe
tes, como parte del programa del AGI.
Estados Unictos.—Las dos principales bases son, desde
luego, los campos de prueba del Atlántico y del Pacífico.
Además, se ha establecido el de White Sands, en Nüevo
México,’ y están propagramadas muchas experiencias
para su realización en la Isla •Wallops, en la costa atlán
tica de Virginia, una instalación que, actualmente, está
a cargo de la Oficina Nacional de Aéronáutica y del Es
pacio. (Traducción y extracto de un trabajo cte Wiliam
O. Miller en “Missiies. & Rockets”, de Estados ‘Unidos.)
.
.
.
EL PROYECTI.L ANTIAEREO FRANGES “MARUCA”
La fotografía que ilustra esta nota deja ver el lanza
miento de un autopro’yectil antiaéreo francés “Maruca”,
desde el nuevo barco de prueba de pro
yectiles “Isla ‘de Olerón”, al qúe se ca
lifica como la nave francesa con ma
yor cantidad de equipo electrónico. (El
“Isla de Olerón” es un antiguo trans
porte alemán, reformado en Francia
recientemente).
El “Maruca”,’ cuyas principales ca
racterísticas aparecieron en un cuadro
publicado en estas mismas fofas, hace
unos meses (EJERCITO, núm. 232), es
un proyectil antiaéreo proyectado para
ser lanzado desde barcos, que’ tiene un
,
techo de unos 18 kilómetros ‘(10 millas) y un alcanse de
aproximadamente 20 (11 millas), que los recorre a velo-
cidad suibsónica (Mach 0,85). El proyectil tiene poco más
de cuatro metros y medio de longitud y pesa 460 kilo
gramos, pudiendo cargar en su ojiva 75 Kilogra:tnos de
EL AUTOPROYECTIL
explosivo. Va dotado de un sistema de guía por radar y,
además de como amia, se utiliza con fines eperimenta
les y de instrucción.
CONTRACARRO BRITANICO “PYI3”
El autoproyectil contracarro británico “Pye” es un
arma de 36 kildgramos de peso y de 1,5 metros de lon
gitud por 610 milímetros de diámetro, que se dirige
hacia su objetivo por alambre, de modo análogo a los
proyectiles franceses SS-lO y SS-li.
Este ingenio va propulsado por un cohete, situado
en la parte posterior,. y se dispara desde un lanzador
tubular sencillo, que puede estar sobre el suelo o sobre
un vehículo.
La dirección del proyectil se modifica por la deflec
ción del chorro de gases y el equipo de dirección pesa
tan sólo nueve kilogramos, no requiriendo para su
funcionamiento fuente de energía exterior.
Tanto su lanzamiento como su dirección ulterior
pueden realizarse por un solo hombre, en forma muy
sencilla, sin que sea necesario que posea conocimientos
o destreza técnica.
Para facilitar la puntería de proyectil pueden utili
zarse unos gemelos corrientes, aunque ya está en estu
dio y experimentación un sistema de mira telescó
pica.
EL “HOUND
D06”,
ARMA AUTOPROPULSADA
Reproducimos una fotografía, calificada
como la primera en que se deja ver al
proyectil, del nuevo ingenio autopropul
sado norteamericano “Hound Dog”, cuya
denominación
técnica es “G AM 7 7”
(Ground-Air-Missile, es decir, proyectil
de aire a tierra).
Realniente, el ingenio que aparece en la
Íotografía es un modelo de instrucción,1
aunque tiene el mismo aspecto y carac
terísticas aerodinámicas de los operativos,
que son dos: Uno de ellos que lleva una
carga nuclear, A o H, de un megatón, y el
otro equipado tan sóló con aparatos elec
trónicos de contra-medidas.
El “Hound Dog” es, como puede apre
ciarse, un ingenio de perfil afilado y alas
en delta, con estabilizadores triangulares
en SU parte anterior y la góndola del turbo-reactor (un
Pratt & Whitney J-52) en su parte posterior.
Este proyectil está destinado para ser lanzado por los
1
jO
jo
jo
jo
jo
DE LOS BOMBARDEROS
B-52
-
bombarderos norteamericanos “Boeing” B-52 y su velo
cidad es superior a Mach 2, con un alcance de 560 ki
lómetros.
-
NOTICIARIO
ASENTAMIENTO
“BOMARC”
PARA PRUEBAS
DEL PROYECTIL ANTIAERI3O
Los Estados Unidos han establecido su primer asenta—
miento de pruebas del proyectil “Bo.marc” en la isla de
Santa Rosa, en la costa de la Florida y muy próxima
a la Base de la Fuerza Aérea de Engldn.
Las instalaciones serán utilizadas en su totalidad por
el Mando de la Defensa Aérea para el entrenamiento
de la tropa, dirigiéndose por un sistema “SAGE”, de
búsqueda terrestre semiautomática, actualmente en cons
trucción.
Del autoproyectU “Bomarc” ya nos hemos ocupado en
otras ocasiones en estas notas (EJERCITO, números 212,
216 y 223), por lo que remitimos a ellas al curioso lector.
t
EL “SPARROW III”, NUEVA VERSION DE UN POTENTE
AUTOPROYECTIL
PARA LA LUCHA AEREA
1
Los aviones de combate de dos portaaviones de la flota
norteamericana del Pacífico han sido armados con pro
yectiles dirigidos aire-aire “Sparrow III”.
La última versión del “Sparrow” es un ingenio de
más de tres metros de longitud, que pesa 163 kilogramos.
El “Sparrow III” está equipado con un sistema de
guía que utiliza una nueva técnica de radar, que aumen
ta considerablemente su alcance eficaz y permite una
mayor flexibilidad en su uso.
El piloto puede disparar el proyectil sobre un objeti
vo invisible para él, toda vez que la pantalla deli radar
El proyectil “Bomarc”
indica cuándo queda dentro de alcance o cuándo el in
genio está en condiciones de ser disparado automática
mente.
Otra ventaja de esta nueva versión del “Sparrow” es
que sú ojiva de-combate es un cincuenta por ciento más
potente que la de sus predecesores.
Laartilleríaenelcampodebatallaatómico.
General
“Revue
de Cuerpo de Ejército, F. BESANCON..—]Je la publicacióñ francesa
Militaire G-énérale”. (Traducción de la Redacción de EJERCITO.)
El arma de la Artillería es l proyectil.
Nuestra Arma debe feilcitarse de ver a su disposición
proyectiles que aumentan en condiciones singulares la
potencia y eficacia de sus fuegos.
Las posibilidades nuevas y extraordinarias que aca
ban de enriquecer el Fuego harán de 1, en adelante, el
elemento básico de la maniobra y la maniobra de los
fuegos, en su conjunto, deberá organizarse alrededor de
los medios atómicos que constituirán el esqueleto de
aquéllos. Aunque por el momento su empleo obedezca
a ciertas reglas particulares y reclame aún procedimien
tos especiales no parece, sin embargo, oportuno dife
rencia•r los fuegos atómicos de los clásicos, puesto que
se completan entre sí y el problema de los fuegos debe
tratarse siempre en 5u conjunto.
La aparición del explosivo nuclear no modifica en.
nada las misiones generales que pueden confiarse a la
Artillería; éste debe, pues, en todas las situaciones, es
tar en condiciones de asegurar (con la potencia y fle
-
xibilída.d convenientes) el apoyo directo e indirecto a
las otras Armas.
En la ofensiva, la ruptura del despliegue defensivo
del adversario se obtendrá por el empleó en masa de
los fuegos atómicos, que jugarán el papel esencial en
la realización de una pxeparación potente y permitirán
liberarse de las lárgas. y costosas preparaciones •de otros
tiempos, que exigían la concentración de importantes
medios tradicionales (materiales y municiones) imposi
bies de concebir ahora bajo la amenaza atómica enemi
ga. Estos fuegos atómicos facilitarán la sorpresa y ali
viarán en gran parte los problemas logísticos. S em
pleo podrá ser decisivo, lo mismo para la neutraliza
ción inmediata de un despliegue denso de artillería, que
para la contrabatería atómica, que en la acción en pro
fundidad contra las reservas, los puestos de mando y
las comunicaciones enemigas.
P.ero, según parece, los fuegos clásicos serán necesa
rios todavía para romper la “corteza”, pues existe el
porque la permanencia y la precisión de su acción per
riesgo de que escape a la acción de los fuegos atómi
cos en razón de las condiciones de seguridad que es mi’tirán resolver mejor los problemas de los tiros lo más
necesario respetar delante de las tropas propias. No ig cerca posible de las tropas propias. Serán igualmente
noro que puede admitirse la acción atómica contra es indispensables para oponerse, en los intervalos tácticos
ta corteza, bien porque el Jefe acepte un cierto riesgo que resultan de la dispersión sobre el terreno, de las
para sus elementos própios avanzados o porque lleve Armas que llevan a cabo el combate próximo, a las liia cabo un repliegue sufi.ciente de los mismos; además filtraciones del enemigo, y esto tanto más cuanto que
las armas de la Infantería no podrán realizar barreras
está a la vista la realización futura de proyectiles ató
micos de muy poca potencia que puedan emplearse en suficientemente densas y continuas, debido a los inter—
valos que separan a las unidades.
la proximidad de las tropás propias.
Por lo tanto, los fuegos atómicos constituirán el es
Sin embargo, incluso en estas condiciones, seguirán
queleto de los tiros sobre el campo de batalla del porve
siendo necesarios los fuegos clásicos, para completar
los efectos de los fuegos atómicos, para asegurar el nir y su parte en la maniobra de los fuegos irá aumen
acompañamiento
del avance, lo más cerca posible de tando a medida que vaya disminuyendo la gama de su
las fuerzas propias y para reducir los islotes de resis potencia y que se haga más flexible su empleo. Los fue
tencia que podrán constituir los elementos enemigos gos clásicos serán utilizados para completar, perfeccio
nar o suplir a los atómicos.
insuficientemente neutralizados o las reservas indem
La ejeución de las misidnes fundamentales de la Ar
nes lanzadas rápidamente sobre la zona batida por los
tillería deberá, pues, hasarse en una acertada y estre
fuegos atómicos.
cha coordinación de ambos, sean terrestres o aéreos; los
La explotación• de los efectos de los proyectiles ató
fuegos clásicos en especial siguen siendo indispensables,
micos, que exige rapidez, no será siempre fácil. Las ex
el estado actual cte las cosas, para asegurar el apoyo
plosiones atómicas en el aire no tendrán, en efecto, más en
inmediato a las otras Armas.
que una acción -limitada sobre los obstáculos naturales
A medida que la acción de los fuegos atómicos sea
o artificiales que protégen al enemigo y las explosiones más
reducida por el empleo de proyectiles de menoi po
superficiales crearán obstáculos considerables que esta
tencia,
el papel de los fuegos clásicos tenderá a conver
rán bastante contaminados durante algunas horas e im tirse cada
vez más en un trabajo de “acabado” del tra
pedirán o dificultarán el paso a través de los mismos. bajo “basto”
realizado por los fuegos atómicoS.
Por último, la noción de apoyo directo a los elemen
Subrayemos igualmente que la guerra de superficie
tos que llevan a cabo el combate, encierra no solamen
desaparecerá en la guerra atómica y que esta lucha
te la idea de fuegos ejecutados lo más cerca posible de no
la retaguardia de las Fuerzás armadas puede conce
las tropas propias, sino también la de necesidades ins en
:birse difícilmente con fuegos atómicos i’inicamente. La
tantáneas de fuegos; estas ñecesidades no podrán satis
naturaleza de estos objetivos como el teatro de éstos
facerse por medio de fuegos atómicos más que excep
combates necesitarán, sin duda alguna, recurrir a los
cionalmente, aun cuando su empleo esté descentraliza
fuegos clásicos.
do, y ‘desde este punto de vista no parece que los fue
gos nucleares puedan sustituir totalmente por el mo
mento, a los fuegos clásicos desencadenados rápidamen
te bajo la iniciativa de los observadores avanzados del
La organización general y la articulación de as Fur
Arma.
zas terrestres son objeto, actualmente, en todos los Ejér
En una situación defensiva, los fuegos atómicos juga
citos, de numerosos e interesantes estudios.
ráti un papel importante en las acciones preliminares,
¿Cuál será la estructura de las nue as Divisiones? ¿Se
sobre objetivos en consonancia con s.u potencia. Será conservarán los ‘distintos escalones de mando: Grupo de
preciSo, pues, esforzarse en provocar concentraciones de Ejercitas, Ejércitos y Cuerpos de Ejército?
No entra en el marco de esta exposición proponer una
fuerzas en el campo enemigo, sobre superficies relati
vamente reducidas. Con este fin, los fuegos clásicos se solución cualquiera a estos diversos problemas. Pero si
combinarán con los otstáculos y la maniobra •de las nos colocamos solamente desde el punto de vista de la
maniobra de. los fuegos, parece que en el estado actual
otras Armas.
Por lo. tanto, la defensa dependerá en gran parte de de cosas y teniendo ‘en cuenta los materiales que pueden
la maniobra de los fuegos, incluídos los atómicos. El emplearse, séría conveniente conservar los escalones
rendimiento de esta maniobra de los fuegos atórnicos, Ejército y Cuerpo de Ejército.
El Ejército sigue siendo, en efecto, el escalón de man
estará estrechamente relacionado con el número y la
naturaleza de los proyectiles disponibles en los diferen
do donde se realiza, con el correspondiente Mando Aé
tes escalones del mando, con los medios de lanzamiento reo Táctico, la coordinación de los fuegos terrestres y aé
puestos a su disposiciçin y con el grado de descentrali
reos (atómicos o clásicos). En el campo de los fuegos te
rrestres, la Artillería de Ejército ya no manejaba directa
zación fijado para su empleo.
La acción atómica en defensiva tendrá por objeto la mente unidades del Arma desde ‘hace algunos años: los al
contrabatería
atómica, la destrucción de los escalones cances de los materiales en servicio eran, en efecto, relati
vamente cortos con relación a las zonas de maniobra con
de ataque por medio de la contrapreparación,
la des
trucción de las reservas y la asfixia de la ofensiva por sideradas en este escalón. Se podía concebir ciertamente
que, en casos excepcionales, el mando del Ejército cotiser
la acción sobre la retaguardia.
vase directamente a sus órdenes ciertas unidades de tiro
Lós fuegos atómicos se aplicarán:
En función de lanes preparados de antemano y para una maniobra de fuegos particulares. Pero de una
desencadenados según la información que se reciba. manera general, la Artillería de Ejército no jugaba un pa
pel’ importante más que en la repartición de medios
Sobre objétivos imprevistos, cuya localización plan
puestos a disposición del Ejército y en la maniobra de
tea problemas importantes a los órganos de infor
las municiones. Parece que en el porvenir tendrá que
raación.
Para preparar y apoyar los contra-ataques, en dirigir una maniobra de fuegos cuahdo se pongan a su
disposición materiales de lanzamiento de gran potencia
condiciones análogas a las de la ofensiva.
Pero cualquiera que sea su importancia, los fuegos y alcance muy grande (normalmente proyectiles auto
atómicos no podrán satisfacer a todas las necesidades. propulsados) que lancen proyectiles atómicos o clásicos.
Habrá que recurrir también a los fuegos clásicos, Esta maniobra de io fuegos podrá, en especial, llevar a
-
—
—
cabo la acción en profundidad dentro de las extensas
retaguardias
y la contrabaterfa contra los proyectiles
autopropulsados de alcance muy grande.
El gran alcance de estos proyectiles autopropulsados
permitirá a esta Artillería de Ejército dosificar los fue
gos
en benefició
las grandes
unidades
subordinadas;.
el Ejército
podrá de
al menos,
por algún
iempo,
reservarse
la decisión del empleo de los fuegos atómicos terrestres
asegurando la coordinación necesaria con la Aviación.
El alcance conveniente para los proyectiles autopro
pulsados de la Artillería de Ejército parece ser de 200
a 300 kilómetros.
En el estado actual de cosas, el Cuerpo de Ejército
parece ser el escalón donde se realizará la cómbinación
de los fuegos terrestres atómicos y clásicos. Por otra
parte, siendo responsable de la lucha contra la artillería
enemiga y de la acción sobre la retaguardia próxima en
una profundidad de 50 a 80 Km., deberá disponer de
materiales de gran alcance y potencia. Estos materia
les serán en principio proyectiles autopropulsados diri
gidos o no, con tal que su precisión sea suficiente. Los
materiales de Artillería pesada de gran alcance no cons
tituirán más que materiales para completar, debido a su
taita de alcance, pero probablemente continuarán sien
do necesarios ‘mientras no se mejoren mucho cirtas
características técnicas de los proyectiles autopropulsa
dos. Estos materiales deberán ser, naturalmente, autopro—
pulsados para poseer la. movUidad y la rapidez de en
trada en posición, indispensables sobre el campo de ba
talla moderno.
La Artillería divisionaria, cuya misión fundamental
es asegurar el apoyo directo a las otras Armas, estará
con’stiída
a base de Artillería clásica en tanto no se
hayan conseguido proyectiles atómicos de .potencia re
ducida que puedn
lanzarse con materiales ligeros y
precisos (1). Sus necesidades en fuegos atómicos estarán
satisfechos por el escalón superior que le apoyará con
sus fuegos o, excepcionalmente, le asignará los materia
les correspondientes.
Parece, por otra parte, que las necesidades de fuegos
dlásicos de una División sobre el campo de batalla ató
mico serán, por lo menos, iguales a las que se conside
raban antes como necesarias.
La proporción admitida hasta aquí para la Artillería,
con relación a las otras Armas, deberá, pues, mantener
se, a menos que se consigan materiales con cadencia de
tiro y alcance mucho mayores. Por el momento, a pesar
del .aumento de extensión de las zonas de acción y el
carácter móvil de las operaciones, nuestros nuevos ma
teriales de 105, y sobre todo de 155 francés, con sus
alcances de 14 y 17 Km., son •todavía a.ptos balísíica
mente para formar parte de las Artillerías divisionarias
constituidas con las proporciones admitidas hasta aquí.
éntre las Armas.
La nueva forma de guerra exige, en cambio, un au
mento de la flexibilidad de la maniobra. Los materiales
deberán ser, pues, especialmente “manejables” para .dar
una rapidez mucho mayor a la maniobr de los mate
riales y no dificultar la de las otras Armas, a las que esta
rán incorporadas normalmente para los movimientos.
En este sentido debe .darse preferencia .a los n-iateriales autopropulsados con tal que sean aceptables sus
características de movilidad, peso, cadencia de tiro y
abastecimiento de municiones. Por ótra parte, un blin
daje, incluso ligero, protege al personal de las radiacio
nes nucleares y facilita la defensa de las columnas. Los
imperativos presupuestarios no ‘ermitirán, sin duda,
dotar a todas las Grandes Unidades de materiales auto(1) No obstante, los proyectiles
las Divisiónes. (N. de la R.)
en
atómicos
han entrado
ya
propulsados, y algunas de elles tendrán que contentarSo
con materiales remolcados, iidispensa’bles, por otra parte, o suficientes para las operaciones de ultramar o de
defensa en superficie.
De momento no pueden darse detalles precisos sobre
el empleo y utilización de los materiales atómicos. Ac—
tualmente estár en estudio la gama de municiones dis—
ponible, la naturaleza definitiva de los dispositivos de
lanzamiento y de los medios de dirección, la estructura
de sus unidades y su afectación a los distintos escalones
del mando, y no parece que puedan ‘darse aquí conclu—
siones incluso aproximadas.
En cambio, es posible e irciuso necesario realzar desde ahora algunos puntos relativos al empleo y utiliza
ción de los medios sobre el campo de batalla atómico..
Los nuevos dispósitivos que deberán adoptar las Gran.,.
des Unidades para sustraerse al peligro mortal creado
por el explosivo nuclear se traducirán en un aumento
importante en sus zonas de despliegue. Esta dispersión
alternará
con maniobras. rápidas que condudcirán a
concentraciones momentáneas que continuarán siendo
necesarias para las acciones de fuerza.
Por otra parte, la escasa densidad de medios, los riesgos de infiltración que se derivan de aquélla y Ja fleco
sidad de establecer barreras de fuego en los intervalos
que existen entre las unidades, llevarán al mando a imponer que todo punto de la zona de acción pueda ser
batido eficazmente por la totalidad de los materiales que
estén técnicamente en condiciones de alcanzarlo.
Esto se traducirá para la Artillería en combinaciones:
de centralización, factor esencial de su potencia, y de
descentralización
impuesta, sobre todo, por el alcance
insufjcien te de sus materiales.
La centralización y descentralización 1e los fuegos no
son modos de acción opuestos, sino que, por el contra
rio, se complementan. Una organización flexible y eficaz
de los enlaces y transmisiones hace posible obtener, sin
ninguna dificultad, una u otra en cualquier momento.
Pero el ‘problema de la descentralización o centrali-.
zación de las unidades de tiro promueve numerosas con
troversias.
Como consecuencia de la extensión de los depIie
gues, impuesta por las medidas de seguridad, será ne
eesarjó a menudo incluir unidades de Artillería en el
interior del despliegue de las otras Armas; ademas, olertas situaciones exigirán la corsti’tución de agrupaciones
interarmas en las cuales entrarán forzosamente unida
des de Artillería.
Pero integrar sistemáticamente a las unidades de Arti
llería en las formaciones elementales de las otras Ariñas,
conducirá a atribuir a éstas un material cuyo alcance ex-,
cede tanto a sus necesidades como a sus posibilidades, y
constituirá, por lo tanto, un derroche de potencial. Por otra
parte, las diversas formaciones de todas las Armas al ho
poder beneficiarse ya del equilibrio de fuegos ‘de la Arti
llería, deberán poseer en propiedad todos los medios de
apoyo necesarios. Será prácticamente imposible asegu—
rarles a la vez potencia y movilidad, pues correrán el
riesgo de estar insuficientemente dotadas o entorpeci—
das hasta un punto incompatible con la rapidez de
maniobra que se espera de ellas.
Por otra parte, integradas. rígidamente en el despliegue de las unidades elementales de las otras Armas,
las unidades de Artillería estarán sujetas a múltiples
desplazamientos que las harán momentáneamente in
útiles para la maniobra de los fuegos.
El mando ‘interarmas deberá, pues, combinar con fle
xibilidad la adaptación y la asignación esforzándose
en obtene.r una articulación de su Artillería que garantice a los elementos que llevan el combate, la ob
tención rápida de los fuegos instantáneos necesarios
para su maniobra, y le permita también hacer sentir
su acción en todo momento, en los puntos más conve
nientes con toda la potencia necesaria.
Aunque la descentralización de las unidades es ne
cesaria en ciertas situaciones, no •debe conducir a una
dispersión sistemática del Arma, perjudicial a su reri
dimiento y de la cual serían finalmente víctimas las
tropas apoyadas.
Agreguemos, por otra parte, que los artilleros, cons
cientes de la prioridad de su misión de apoyo directo,
considerarán
razonable ser encargados de la utiliza
ción de los medios de fuego integrados en las forma
ciones de las otras Armas, con la condición de que se
adopten los materiales convenientemente adaptados, en
potencia y alcance, a las zonas de acción de los jefes
de estas unidades.
Se puede realzar igualmente que la obtención de in
formación revestirá una importancia capital en una
guerra atómica.
El rendimiento de los fuegos atómicos exige, en efec
to, que la Artillería disponga de los medios que le per
2mitan no solamente adquirir el obletivo, es decir, des
cubrirlo y situarlo en un momento determinado sino
también seguirle y controlar su existencia y emplaza
miento en el momento del tiro.
La obtención de información impulsada metódica
mente en profundidad, tendrá, pues, como principal ob
jeto, determinar los posibles objetivos para los fuegos
atómicos propios.
Se concederá una importancia especial a la contrabatería atómica. La localización de los proyectiles auto
propulsados, de sus escalones logísticos, de sus puestos
de mando y de sus medios de dirección, junto con la
neutralización o destrucción de estos dispositivos serán
factores esenciales del éxito de una operación ofensiva
o defensiva.
En la zona de contactos, la Artillería tendrá más
que anteriormente, por objetivos, elementos diluidos que
identificándose con el terreno, se dispersarán y despia
zarán en direcciones difíciles de prever. Estos objetivos
serán más numerosos, menos fáciles de descubrir y si
tuar y más móviles, mientras que la superficie sobre la
que deberá obtenerse la información aumentará consi
•deratlemente. Como en este campo de la información no
puede haber vacíos, aquélla deberá ob tenerse sobre toda
la extensión de la zona de contacto.
El problema de “sobre qué tirar” se hará cada vez más
importante y difícil de resolver: la observación será,
pues, más necesaria y más ardua.
Nos veremos, pues, obligados a aumentar los medios de
toda clase dedicados a la obtención de información, así
como a estudiar con detalle los problemas relativos a su
transmisión, interpretación y explotación, en los plazos
más cortos que sea posible.
Se empleará mucho la aviación, así como los medios
aéreos propios del Ejército de Tierra (aviones de obser
vación y helicópteros). Pero será necesario también:
multiplicar los observadores avanzados, situados entre
los elementos del primer escalón; considerar el empleo
•de “comandos” o de observadores dejados o infiltrados
en la zona enemiga; estudiar el empleo de aviones sin
piloto y de proyectiles autopropulsados dirigidos dotados
de estaciones de televisión o de aparatos fotográficos
teledirigidos, y dotar a ciertos escalones de mando de la
Artillería con unidades de información provistas de to
dos los medios técnicos de localización de objetivos (ob
servación terrestre y aérea, sonido, radar, rayos infra
rrojos, radiogoniometría, etc.).
La acción de la Artillería sobre el campo de batalla
atómico, como la de las otras armas, estará sujeta, sin
duda,, a las dificultades logísticas y a la penuria de abas
tecimientos.
Los consumos de municiones autorizados para un pe
ríodo determinado o para cadá fase de una maniobra
deberán ser, pues, objeto de un estudio cuidadosopor los
jefes interarmas, basándose en las propuestas concretas
de su jefe de Artillería; y deberán adaptarse estricta
mente a los resultados que se deseen obtener, limitán
dose aquéllos todo lo posible. Los tiros deberán estar
estrechamente asociados a la maniobra de las otras Ar
mas y los fuegos sistemáticos que exigen un consumo ex
cesivo de municiones para conseguir un resultado proble
mático, no deberán emplearse más que muy excepcio
nalmente.
La organización y articulación de la Artillería no po
drá determinarse hasta que se hayan definido la orga
nización general de las Grandes Unidades y la natura
leza de los materiales de que estarán dotadas. Entones
se podrá estudiar si deberá modificarse la estructura
interna de nuestras unidades de Artillería, a fin de au
mentar el rendimiento y la movilidad y para adaptarlas
a la articulación de las otras Armas.
Como los medios son limitados y las fuerzas deben
empeñarse por sorpresa bajo el signo de la rapidez,
quizás sea oportuno estudiar una separación relativa de
los órganos de información y observación que reclaman
cierta estabilidad de los órganos de enlace que deberán
permanecer estrechamente ligados al despliegue de las
otras Armas y de los de tiro, que podrán actuar sobre
grandes extensiones. Pero de todas formas, la nueva or
ganización deberá responder a las siguientes condiciones:
Permitir que todo Jefe de Infantería o de carros pue
da obtener, sin retraso, los fuegos que necesite y di
rigiéndose a un solo Jefe de Artillería.
Mantenér un enlace estrecho y permanente entre las
tropas que llevan el combate y la Artillería.
Permitir la coordinación de los fuegos de los morte
ros •pesados de Infantería y eventualmente de los
carros, con los de la Artillería, así como los de ésta
con los de la Aviación.
Facilitar un paso rápido de la descentralización a la
centralización e inversamente.
Desarrollar al máximo la flexibilidad y la movilidad
de las unidades.
Dotar a las unidades de Artillería de los medios or
gánicos necesarios para su propia seguridad.
—
—
—
—
En el período de evolución en que se han situado es
tas reflexiones, se puede afirmar que, gracias a los pro
yectiles nucleares, la Artillería contintia siendo sobre
el campo de batalla, el Arma de los efectos potentes,
materiales y morales a grandes distancias.
Pero deberemos pensar también en un porvenir po
sible en que se dispondrá de una “abundancia atómi
ca” creciente, de una diversidad de medios de lanza
miento de todos los calibres que aseguren una buena
flexibilidad balística con alcances considerables y de to
da una gama de proyectiles atómicos tácticos de poten
cias desde 0,5 KT (o menores) a 500 KT (o más) que
permitan resolver sin dificultad todos los problemas de
fuego del campo de batalla.
Convertida casi enteramente en atómica, la Artillería,
aunque muy reducida, en el niimero de ciertos materia
les, será entonces todopoderosa y esta potencia de fue
go se convertirá en el argumento esencial de la ma
n iobra.
Quizás se vuelva entonces a la fórmula de 1917, “la
Artillería conquista...” (?).
Pero de todas formas, la Artillería será más que nun
ca el Arma del Mando.
Notas breves.
NUEVO CAMION DEL EJERCITO AMERICANO.
(De la publicación norteamericana “Ordnance”).—EI X-M
4-10, de 3,6 ‘ft., es el primero de una nueva serie de ca
miones para el Ejército americano, que ha sido desarro
llado con éxito por la Empresa Chrysler. El nuevo ca
mión, de rendimiento medio, permitirá una carga útil
de aproximadamente un 30 por 100 mayor y un consumo
de combustible de un 50 por 100 menor que el camión
actual de 2,5 Tn., áI que substituirá.
El camión lleva un bastidor totalmente de aluminio
y está construido de tal forma que flotará lo mismo
cargado que vacío. El motor, de 8 cilindros y 165 HP.,
empleará gasolina, petróleo o aceite pesado, todos los
elementos principales serán intercambiables con los de
los camiones de rendimiento medio de 2,5 y de 1,5 Tn.
Por medio de un sistema de suspensión independiente
para cada rueda, se consigue una mayor movilidad.—
Comandante Español.
-
EL NUEVO EJERCITO ALEMAN VA TOMANDO
CUERPO.—.. (De la publicación alemana “Deutsche, Soldaten Zeitung”).—.En abril del presente año, las fuerzas
armadas alemanas han reclutado 30.600 soldados, alean
zando con ello, por primera vez,’una cifra superior a los
200.000 hombres. Aproximadamente unos 21.500 de los
nuevos reclutás son del reemplazo correspóndien te al
año 1958 y el resto voluntarios o aspirantes a oficiales.
En el año 1958, el contingente correspondiente, al
Ejército de Tierra aumentó en unos 36.000 hombres,
alcanzando la cifra de más de 110.000. Actualmente dis
pone de 123.000 hombres. Aunque no pueda decirse que
con ello se haya alcanzado la cifra planeada, sin embar
go—como informó el Ministro •de D e fe n s a, señor
Strauss—., a la mitad del camino de la reconstrucción
del Ejército, puede decirse, que se han alcanzado los ob
jetivos propuestos. Las Fuerzas Aéreas cuentan cdn apro
xi’madaniente 47.000 hombres, pues se ha mantenido la
idea de que, por ahora, todavía seguirán conservando
los aviones tripulados por personas una gran importan
cia, a pesar de los adelantos de las armas cohete.
Hasta ahora, la Luftwaffe sólo ‘dispone de aviones
extianjeros, pero el Ministerio de Defensa ‘alemán está
interesado tanto en poseer una industria propia de avio
nes como de cohetes. El peso principal de la investiga
ción se está dedicando actualmente, por razón de esa
dualidad, sobre los medios propulsores, espeáialmente de
los cohetes.
Hacia el otoño de ete año, después d que el personal
de las Fuerzas Armadas federales haya sido debidamente
instruído,. los cohetes americanos “Nike-Ajax” y “Her
kules” pasarán a entrar en servicio en el Ejército. A pe
sar de ello, continuará la ‘estruCturación de la Artillería
Antiaérea normal, a base de cañones ‘Botors.
De los 40 aeródromos que necesita la Iuftwa,f fe, ésta
dispone ya de 14.
‘En 1958 se crearon cerca de cinco escuadras de caza y
una de transporte, y ahora se crearán las escuadras de
defensa aérea.
La Marina de guerra dispone de unos 20.000 hombres.
El número de barcos en servicio, hasta final de 1958, es
de 103 unidades de guerra .y 11 auxiliares. A esto hay que
añadir un grupo de aviación naval con 10 aparatos tur
borreactores para la caza de ‘submarinos y 12 reactores
para combate y reconocimiento. Actualmente se crea una
escuadrilla de salvamento. Una novedad en la Marina de
guerra la constituyen los Comandos anfibios, a los que
pertenecen los vehículos de desembarco y los batallones
de zapadores de la Marina que están en período de for
mación.
Continüa la demanda de reclutas que se comprome
tan por un período más largo.—Hasta el otoño de 1958 han
solicitado entrar en la Bundeswehr 402.237 personas, co
rrespondiendo un 47,9 por 100 de los solicitantes a jó
venes sin instrucción militar. Hasta ahora se han exa-’
minado 281.000 solicitudes. Se continúan necesitando,
sin embargo, voluntarios para servir un período de tiem
po más largo.
Actualmente se encuentran’ en servicio 2.755 aspirantes
a oficiales. De los reclutas voluntarios, se han formado
los primeros alféreces de la reserva, con un total de 2.028.
Motores que funcionan con distintos combustibles.
Se la comenzado con el desarrollo propio de armas y ya
están en marcha ‘los proyectos para un carro standard
de 30 Tm. cuyos planos se hacen conjuntamente con los
franceses; Se trabaja también a toda prisa en el des
arrollo de motores capaces •de funcionar con distintos
combustibles. Se desarrollan también los petróleos sin
•téticos, minas de gran rendimento, nuevos puentes f lo
tantes y fijos, dispositivos de pasos de ríos y de funicu
lares, dedicándose también especial atención al• desarro
llo de talleres móviles de campaña.
Desde octubre de 1957 hasta septiembre de 1958, el Mi
nisterio de Defensa ha dado 9.583 encargos a la industria
por un valor de 2.600.000de DM., y otros departamentos
de la Federación han repartido otros encargos por va
lor de otros 223.000.000de DM.
El Ministerio de Defensa espera que sus fuerzas armadas estén totalmente formadas hacia mediados de 1963,
incluso la aviación y la marina, ya que el ejército de
tierra quedar,á completo a finales de 1961.
A mediados de 1963 los contingentes de paz de la Bun
deswehr serán de 350.000 hombres.
Comienza la transformación cje ‘las Unidades.—Con
objeto de apartarse de las antiguas y a veces pesadas
Unidades del Ejército, las’ Fuerzas Armadas federales
quedarán con stituídas por Unidades pequeñas,, pero de
una extraordinaria potencia combativa. En’ lugar de la
División que en la N. A. T. O. se componé generalmente
de 17.000hombres, aparece la Brigada. Una Brigada aco
razada tiene 3.000 hombres, y una Brigada de Infantería
4.000. A pesar de haber reducido aproximádamente en
una cuarta párte los efectivos de la ‘compañía, se conser
va intacta lá potencia combativa de la ‘brigada. Los ba
tallones blindados, en donde se irán sustituyendo los
carroá M47 por los más modernos M48, constituirán el
centro de gravedad de la Brigada. Los Batallones de,
Granaderos van equipados’ con fusiles de asafto y ame
tralladoras de gran cadencia de fuego. Los blindados pa
ra transporte de infantería pueden alojar ún pelotón, es
decir, 10 hombres, pudiéndose cerrar y proteger a éstos
contra los efectos atómicos. Estos blindados van armados
con un cañón automático de 20 mm., y se desplazan por
carretera a velocidad de 75 Km. por hora. Las tropas ca
za-carros disponen de cañones contra carro y de cohe
tes teledirigidos hasta una distancia de 1.500 ‘m., pudien
•do perforar blindajes ae hasta 40 cm.
Las tropas de zapadores van equipadas también con
arreglo a los más modernos métodos. En unos recientes
ejercicios, un. grupo de 50 zapadores construyó en’ poco
más de dos horas un puente de 40 m. de longitud. Estos
puentes de canipaña pueden resistir un peso de ‘hasta
70Tm
—
—
—‘
La brigada dispone de más de 1.500
vehículos, incluidas motos, y está abas—
tecida de tal inanera qué, en caso de
guerra pueda combatir autónomamen
te, por lo menos durante una semana,
sin necesidad de suministro alguno.
En resumen, que la estructuración de
las Nuevas Fuerzas Armadas alemanas
se está realizando con buena marcha.
Comandante
WUhelmi.
TORRE DE RADAR EN MEDIO
DEL OCEIANO.—A cien millas mari
nas de la costa NE. de RE. TJU., unos
hombres viven una vida de aventuras
sirviendo una torre de radar instalada
en medio del Océano. Esta torre, derio
minada “Torre de Texas”, es la prime
ra de una serie de estaciones de Radar,
destinada a vigilar la costa oriental de
Norteamérica. Su principal misión con—
siste en vigilar y observar a todo avión
que desde el mar se. aproxima al Con
tinente.—Comandante Wilhelmi.
Moscúvistoporuningenieronorteamericano.
Por Liliot B. ROBERTS.—De
neer”. (Traducción del Teniente
La asistencia como delegado a la reciente conferencia
de Moscú del Año Geofísico Internacional, me propor
cionó la oportunidad de celebrar reuniones con los cien-
la publicación
norteamericana
“The Military Engi—
Coronel Luis CARRERAS GONZALEZ, del E. M. C.)
tíficos soviéticos, visitar sus centros de investigación, pa
sear por las calles y contemplar la exhibición de la po
tencia industrial de la Unión Soviética.
IMPRESIONES
Y CONTRASTES
las barren sin cesar. Sin embargo, pocas pueden compe
tir con la grandiosidad de las cincuenta y tantas estacio
nes del Metro, palacios de mármol resplandecientes de es
tatuas, pinturas, dorados y mosaicos y arañas de cristal.
,•A través de tan lujosas estaciones, bullen los trabajado
res de Moscú yendo y viniendo de sus casas, en las que
familias enteras viven hacinadas en una sola vivienda y
utilzando un cuarto de baño y una cocina para varias
familias.
La instrucción elemental es obiigathria para todo el
mundo, y el Estado blasona de ‘haber conseguido dismi
nuir en alto grado el tanto por ciento de analfabetos.
Los obreros deben comprar sus prendas ‘de vestir y
artículos de primera necesidad e los almacenes del Es
tado, donde siempre ‘hay largas colas y él olor es a veces
insoportable. Como si se sintiese intimidado ‘por la. clu
dad, el pueblo de Moscú discurre a través de la vida,
imiasibie y apáticamente. Las últimas horas de las tar
des y 1o días libres, pasean generalmente por ‘las aceras
de las calles y paseos, en los que se encuentran menos
apiñados y más agradablemente que en sus po.bres aloja
mientos. Al paso de un extranjero le dirigen miradas fur
tivas, y raramente le miran con franqueza o le dirigen
la palabra, excepto algunos jóvenes que ‘han aprendido
que los americanos pueden tener goma de mascar, lo que
constituye una buena adquisición en Moscú.
El vestido de la mujer es, generalmente, feo y sin ajus
tarse a las formas. Cuando se exhiben en los escaparates
algunos artículos exóticos, tales cómo zapatos de tacón
alto o modelos de vestidos de una casa de costura, una
multitud de mujeres curiosas se agolpan ante los mismos
para contemplar el espectáculo inusitado. Mujeres y mu
chachas de todas las edades trabajn cavando, transpor
tando ladrillos, conduciendo camiones y autobuses y ma
nejando las grúas en los edificios en construcción o se
gando el césped de los parques públicos. Algunas llevan
mono de trabajo, pero la mayoría llevan faldas.
Maravilla el contraste e.ntre la vida triste del pueblo y
la grandiosidad de los edificios públicos, el ornato de las
estaciones del Metro y la fantasía de los pabellones, ala
medas, jardines, estanques y fuentes de la exposición in
dustrial. Cuando los trabajadores tienen tan poco, ¿tiene
derecho el Estado soviético a ser tan pródigo en sus ex
laibiciones? La U. R. S. 5., sometida a ‘un poderoso esfuer
zo para l.ograr la supremacía industrial, no maigasta en
modo alguno sus recursos en bagatelas. La razón de esta
suntuosidad hay que buscarla, pues, no en un simple afán
de exhilici’onismo producido por un complejo de inferio
ridad y que tratá de conseguir la admiración del turista
extranjero, ya que, por otra parte, el turista era desco
nocido hasta’ hace muy poco tiempo, sino en la exigencia
de llenar una necesidad del pueblo que, aunque esclavi
zado, le es necesario tener siempre a la vista estas mues-’
tras de prodigalidad como una promesa de futuros lujos
que algún día llegarán a ser suyos si trabaja lo suficiente
para derrotar a América.
Al llegar al gran aeropuerto de Moscú, I primera im
presión que recibe el viajero, es un sentimiento de in
credulidad ante el número de grandes aviones a reacción
TU 104A, aparcados en las pistas laterales del campo.
Cuando les toca su turno, estos aparatos se aproximan
a los lugares de embarque para cargar pasajeros con des
tino a Tblisi, Tashkent, Kief y otras ciudades de la
Unión y para París, Copenhague, Estocolmo y Helsinki;
estos aviones se elevan rápidamente hasta una altura de
35.000 pies ‘y surcan los cielos a la velocidad de 550 mi
llas por hora. Cada asiento va provisto de un robusto
cinturón de seguridad y ‘todos los pasajeros disponen de
una máscara para oxígeno. Son unos aviones excelentes,
que han detentado durante mucho tiempo la marca in
ternacional de capacidad de carga. No podemos por me
nos de pensar que estos aviones Constituyen una formi
dable flota aérea capaz de transportar contingentes ele
vados de tropas, a prácticamente cualquier lugar del.
mundo en un plazo breve de tiempo. Los rusos constru
yen y utilizan esta clase de aparatos porque les son ne
cesarios para sus planes.
En contraste con ello, en los almacenes y en las ofici
nas de cambio se utilizan, en lugar de cajas registrado-,
ras, unos ábacos anticuados, debido a que las fábricas
están ocupadas en producir articulos que se consideran
más necesarios que las cajas registradoras.
También en contraste con los aviones ultramodernos,
el edificio principal del aeropuerto tiene el sello de un
almacén o de una vulgar estación de ferrocarril del si
gb XIX, lo que, por otra parte, constituye la adécuada
introducción a la mezquindad y lobreguez del con junto
de la ciudad. Moscú roduce una sensación de profunda
y constante depresión que, incluso la vista de los par
ques florecidos en ‘el’verano, no es capaz de aliviar.
Fuertes contrastes en todas partes. Hay una extraña
mezcla de casas de madera, centenarias, que la policía
no deja fotografiar a los extranjeros, bloques de casas
lisas, sin adornos arquitectónicos, con sus paredes des
conchadas y picadas y siete resplandecientes rascacielos
de grandiosidad difícil de describir. El estilo arquitectó
nico más en boga ‘es el del siglo XIX, Con agujas rema
tadas por estrellas que centellean rojiza’mente durante
la. roche como glorificación a la grandeza del estaio so
vié’tico.
Uno de estos grandes rascacielos es la universidad de
Moscú, compuesta por seis mil locales arracimados al-.
rededor de un Capitel central, ‘de una altura superior a
la de cualquier edificio de Europa, excluida la torre
Eiffel. ‘Los mármoles, ornamentos y decoraciones de los
amplios vestíbulos y aulas de este edificio son fabulo
sos. Dando frente a uña larga alameda que se prolonga
hasta el foso del río Moscow, este impresionante edificio
ddmina Ja parte suroeste de Moscú.
‘El ‘hotel más ‘moderno de Moscú, el Ukraine, inaugu
rado’ hace dos años, es también el ‘más moderno de es
tos siete grandes rascacielos. Aunque tiene salohes con
mármoles, alfombras orientales y frescos sobre las pa
VIVIENDAS
redes. de los dormitorios, sus suelos de parquet no resul
tan suavespor estar mal cepillados; los cuartos de’ baño
Dejando a un lado el efecto ‘de los siete rascacielos y de
son bastante deficientes y las. posibilidades de obteñer
agua caliente, muy remotas. Un capricho .de la gerencia las barracas de madera, la nota predominante en el as
obliga a veces a cerrar las puertas de la escalera, lo que pecto urbano de Moscú es la masa de innumerables blo
exige esperar a los ascensores, que en algunas ocasiones ques de viviendas de una monotonía y falta de gracia,
solamente comparable a las largas filas de casas de ve
tardan hasta diez minutos en llegar.
cindad en los barrios bajos de la ciudad. Desde el torreón
Todos los taxis y los autobuses llevan 5u reloj, que del hotel U’kraine, la ciudad es un mosaico de bloques
lunciona perfectamente. Esta pequeña ‘maravilla está a que varían, desde el gris oscuro hasta el amarillo ocre de
tono con las calles ‘de la ciudad, quizás las más anchas los edificios más nuevos. Este color, tan característico de
del mundo y, desde luego, las más limpias., gracias a que Moscú, se extiendehasta el último rincón, adonde alcanunas m.ujéres viejas, con sus correspondientes escobas, ‘za la vista. Aterra pensar lo que debe ser la vida en’estos
.
‘
77
bloques de viviendas, en cada uno de cuyos apartamen
tos se apiñan una o más familias, que viven sin saber lo
que es el goce del aislamiento y la tranquilidad. Actual
mente hay casi ocho millones de trabajadores en el gran
Moscú, y la población sigue creciendo rápidamente.
Está en marcha un plan para resolver el problema de
la vivienda. Aunque sus previsiones quedan muy por
debajo de las necesidades, significa una tarea gigantesca.
Milla tras milla en la urbe van surgiendo edificios de co—
br ocre, tan característicos de Moscú, conejeras de siete
pisos con varios centenares de apartamentos •en cada
uso de ellos. No se ven’ andamiajes, y la construcción se
hace uniendo planchas de hormigón y prefabricadas y vi
gas, que se izan por medio de grúas y se ajustan unas
contra otras, interviniendo en estas labores obreros de
ambos sexos. Sea cual fuere la opinión que puedan tener
los arquitectos respecto a este sistema, es rápido y eco
nómico, lo que representa una gran ventaja cuando se
intenta conseguir alojamiento para 600.000 familias, a
un promedio de más de 50.000 por año.
Estos miles de celdas y compartimientos serán las fu
turas casas de los moscovitas que tengan la suerte de
haberlas conseguido. Sin embargo, la belleza y el estilo
se sacrifican a la utilidad, y el prematuro deterioro de
estos edificios es evidente incluso antes de estar termina
dos. Nos dicen que el proyecto es construir apartamentos
de tres o cuatro habitaciones, pero lo cierto es que sola
mente las familias muy favorecidas, quizás la de un es
critor o la. de un científico, logrará más de una habita
ción. Las plantas bajas están ocupadas por tiendas de
comesti.b les, telas, etc.
Los bloques están separados entre sí por pequeños
jardines y hay también terreno para que jueguen los
niños, que permanecen vigilados mientras sus madres
acuden al trabajo. Las nuevas zonas de edificación están
enmarcadas por amplios bulevares, muchos con parques
en el centro, y el tendido de cables para trolebuses pro
mete transporte para los enjambres de trabajadores que
no tienen coche propio. Todo está tan reglamentado que
resulta tristemente feo.
INDUSTRIA
Los periódicos y las revistas recuerdan constantemen
te al pueblo las altas cifras de producción obtenidas en
las diversas ramas de la industria, los Kilómetros de
ferrocarril recientemente electrificados, el tamaño y peso
de los cohetes y “sputniks” soviéticos y la gloria de las
realizaciones soviéticas. Esta propaganda está tan pro
fusamente ilustrada con diagramas y fçtografías, que
incluso el obrero más torpe puede comprenderla y darse
cuenta de lo que significa esta labor.
Hay amplias zonas industriales cerca de Moscú. Los
trabajadores af1uyen a las fábricas, que se destacan con
sus chimeneas siempre en funcionamiento. No hay pa
rados. Los trenes, subterráneos circulan con intervalos de
Cuarenta segundos. Se están prolongando los túneles, se
está construyendo un nuevo puente sobte el río Moscow
y por todas partes se ve material pesado de construcción.
La producción de energía está aumentando rápida
mente. En Kuibyshev, a orillas del Volga, está proyec
tada la central hidroeléctrica más grande del mundo,
destin ada a producir 2.000.000 de k.w. Durante el año
1955 se fabricaron 25 millones de aparatos de radio y
casi’ un millón de receptores de televisión.
La instrucción elemental está sometida a una riguro
sa disciplina, todos los muchachos han de superar du
ros cursos de matemáticas y física, de acuerdo con los
programa.s establecidos por el Kremlin, con vistas a ob
tener hombres preparados para la industria. Los exper
-
78
tos americanos dicen que: “El ‘sistema soviético, en con
junto, es una herramienta muy efectiva para lograr pro
gresos económicos.”
La adecuada reglamentación de los recursos, esfuerzos
y trabajos del pueblo soviético, ha conseguido una pro
ducción industrial que, aunque todavía interior a la de
América, está creciendo con un ‘aumento anual de un
11 por 100.
TRANSPORTE
El transporte, arteria vital de la industria, marcha al
mismo paso que ésta. La Aero’ílot, una de las compañías
de transporte aéreo más importantes del mundo, cuenta
en su flota de aviones, además de una gran cantidad de
reactores, con el TU-114, avión á turbopropulsión capaz
de transportar 220 pasajeros, o de volar sin escalas desde Moscú a Pekin o a Nueva York. ;El sistema ferrovia
rio, destrozado cuando la retirada de las tropas alema
nas en 1944, ha sido reconstruido, y las 120.000 millas de
que actualmente dispone están siendo robongadas sin
cesar. La energía eléctrica y los motores Diesel se ex
tienden por todas partes. El Metro de Moscú, que com
prende unas 50 millas de túnel, a una profundidad de
casi 100 metros, constituye un excelente ferrocarril ur
bano.
Se está prolongando el sistema de canales que unen
los principales ríos de la Rusia europea, desde el Océano
Artico al Mar Negro. Por estas vías fluviales circulan
gran número de barcos accionados por motores Diesel,
que transportan enormes tonelajes de mercancías. Para
la navegación en el Artico, se ha const’ruído el “L.enin”,
rompehielos atómico de 16.000 toneladas.
Los camiones, que se emplean con gran profusión,
‘constituyen la masa de vehículos que circulan en las
zonas urbanas. Se construyen anualmente casi 500.000
vehículos, algunos de los cuales son coches de turismo
para empleados del Gobierno y especialistas. Los coches
recuerdan a los americanos de hace diez o quince años;
son ligeros, sencillos y económicos, bastante diferentes
de los recargados modelos que circulan por las carrete
ras americanas.
La Academia Soviética de Ciencias mantiene más de
90 Institutos especializados. Los laboratorios de inves
tigación cuentan con instrumentos que, aunque quizás
no sean iguales a los de América, demuestran, en algunos
casos, una técnica muy avanzada. En Dubno, por ejem
plo, cerca de Moscú, hay un synchroton que consigue
10.000 millones de electrones-voltios. En las conferencias
de carácter internacional, los delegados rusos llevan mi
núsculos radio receptores de transistor con conmutado
res selectores para escoger el lenguaje deseado.
Rusia no es un gigante postrado. Moscú y sus subur
bios, salpicados de fábricas, están despertando casi ex
pbosivamente de su antiguo letargo. La voluntad de Ru
sia y su industria le han dado una fortaleza que le ha
permitido, pocos años después de terminada la G. M. II,
colocar sus sputniks en el espacio, a la cabeza de las de
más naciones del mundo. Puede’ sobrepasar a América
a menos que nosotros tengamos una decisión igual o ma
yor que la de ellos. La batalla está empeñada y ante el
esfuerzo fanático y sacrificio desplegado por los rusos,
aun a costa de su felicidad, para lograr la superioridad,
debemos reflexionar y preguntarnos si América puede
.permitirse continuar con su economía basada en un lujo
‘tan pródigo como el actual, en el que costosís irnos mode
los de automóviles, por ejemplo, se renuevan cada año
y los del año anterior quedan anticuados. ¿Puede Amé
rica, continuar permitiéndose unas leyes restrictivas para
la industria con gran perjuicio para su economía? ¿Pue
de América cont’inuar consumiendo las tres cuartas par-
tes de su capacidad productiva en la confección de ar
tículos de consumo, frente a la competencia rusa tan
reglamentada?
Descuidamos en atender a las señales de peligro puede
significar para nosotros la pérdida de nuestros mercadós
internacionales, de nuestros amigos y aliados y de nues
Desarrollo
tra posición en el mundo. América no debe caer a causa
de su lujo en un precipicio sin esperanza do volver a sabr de él, como le sucedió a la antigua Roma en el apo
geO de su vitalidad, sino que con renovados esfuerzos,
debemos permanecer fuertes y alerta ante las necesida
des del mundo.
de la actividad espafiola.
Breve resumen de noticias recogidas en el mes pasado en diversas publi—
caciones.—Tte.
Coronel de Intendencia José REY DE PABLO-BLANCO
LAS
CARRERAS
UNIVERSITARIAS
La matriculación de alumnos en las distintas Facul
tades que componen las Universidades españolas puede
contribuir a formar idea de los derroteros culturales e
inclinaciones profesionales de la juventud.
Tom ando como base los datos estadísticos del período
1950—1955,resulta que en el primero de dichos años se
matricularon por primera vez los siguientes alumnos:
Ciencias
Ciencias Políticas y Económicas
Derecho
Farmacia
Filosofía y Letras
Medicina
Veterinaria
1.895
686
3.657
765
2.522
2.109
650
TOTAL12.284
De los alumnos que empezaron sus estudios un iversi
tarios en el curso 1950-51, los terminaron en el curso
1954-55 los siguientes:
Ciencias
Ciencias Políticas y Económicas
DereeJo
Farmacia
Filosofía y Letras
Medicina
Veterinaria
1.263
592
2.042
399
1.919
817
650
TOTAL7.304
Resumen—Consiguieron
el grado de Licenciado 4.980
alumnos. No lo obtuvieron 7.304 alumnos.
Las cifras relativas que antes se consignan nos indi
can las esperanzas que tienen de graduarse en cada Fa
cultad los alumnos que por primera vez se matriculan
en ellas y, por tanto, cual es el título de licenciado que
cuesta mayor esfuerzo conseguir, suponiendo unilorme
el nivel medio mental y cultural de los que las midan,
la rigurosidad de las pruebas y prescindiendo de todo
el complejo de circunstancias ajenas a los estudios que
pueden obligar a abandonarlos.
-
LA PRESA
DE CANELLES
En la presa de Canelles, de la Empresa Nacional Hi
droeléctrica del Ribagorzana, han entrado en funciona
miento dos de los tres grupos generadores de energía
eléctrica, con una producción normal anual de 250 mi
llones de kilovatios hora. La central quedará totalmente
terminada próximamente, habiendo comenzado las obras
373
en 1955.
La presa embalsará 150 millones de metros cúbicos de
agua, procedente. de dos direcciones, una del río No
TOTAL4975
guera y otra del Guart, alcanzando él primero 20 ki
Porcentaje de alumnos que terminaron la carrera con lómetros de embalse y 11 el segundo. Dentro del em
balse quedará totalmente inundado el pueblo dé Blan
respecto a los que la empezaron:
cafort, y llegará hasta el de Finestra. En la presa se
emplearon 300.000 metros cúbicos de hormigón. El tú
ciencÇas33.%
Ciencias Políticas y Económicas13
%
nel del aliviadero ha tenido que abrirse en roca viva,
Derecho44
%
con 18 metros de diámetro, que permitirá, en grandes
Farmacia47
%
avenidas, desaguar 2.000 metros cúbicos por segundo
Filosofía y Letras23
%
Con esta presa son 13 las construidas ‘por la Enher eñ
Medicina61
%
‘poco más de 100 kilómetros de recorrido del río Nogue
Veterinaria58
%
ra Ribagorzana. La obra permitirá la producción anual
de 1.300 millones •de kilovatios-hora, que es lo que se
PROMEDIO GENERAL40
%
produjo en toda la provincia en el año de 1958, y se
acerca al consumo total de Cataluña en su 50 por 100
Las clfras absolutas de alumnos que no terminaron la en idéntico período.
Cuando se construyan los pantanos de Mequinenza
carrera, •con respécto a los que la empezaron, son las
y Ribarroja esta producción se doblará, esperándose que
siguientes:
Ciencias
Ciencias Políticas y Económicas
Derecho
Farmacia
Filosofía y Letras
Medicina
Veterinaria
. . ...
832
94
1.615
366
603
1.292
79
este complejo eléctrico en 1962 produzca 3.200 millones
de kilovatios-1iora.
LA TELEFONIOA
EN 1958
La memoria de esa Compañía Nacional señala que én el
pasado año se han incrementado los teléfonos instalados
en 149.479 aparatos, superior a la del año precedente y
sin comparación mayor que la de 1946, que había sido
de 32.000 teléfonos.
Las conferencias internacionales solicitadas durante
tal ejercicio desde España alcanzaron la cifra de
80.639,
con un aumento del 12 por 100 sobre el año
precedente. También han aumentado las instalaciones
de teléfonos piiblicos, que han pasdo de 3.000 a 21.000.
Entre los proyectos para el año próximo figura la
inauguración del servicio automático entre Madrid, Za
ragoza y Barcelona.
LAS
ACTIVIDADES
DE LA
“ELCANO”
EN 1958
Segfln la memoria de esta Empresa Naciorfal, en 1958
se han superado las cifras de 1957 por lo que respecta
a botaduras, habiéndose puesto en el agua 21 buques,
con un total de 108.000 toneladas de P. M. (71.500 tonela
das de R. B.), y han entrado en servicio 13 unidades, con
un total de 50.340 toneladas cte P. M. (35.100 toneladas
de R. B.).
Como el tonelaje total de buques botados ‘en España
en 1958 es de 146.000 toneladas de R. E., se observa que
continfla el papel preponderante de esta Empresa en la
renovación de la Flota Nacional, y que casi el 50 por 100
del tonelaje lanzado al agua corresponde a unidades
construidas por encargo de la “Elcano” o por sus pro
pios astilleros.
Las inversiones de la Empresa en nuevas construc
ciones durante el ejercició que se comenta ascienden a
1.269,6 millones cJe pesetas, y al final del año 1958 los
buques de su programa contratados, en construcción
o planificados ascendían a 62 unidades, con 730.400 to
neladas de P. M. y 500.500 toneladas. de R. B., no es
tando incluIdas en estas cifras las construcciones de
los astilleros de Sevilla.
Han continuado con ritmo creciente las actividades
de las dos Factorías de la Empresa.
Los astilleros de Sevilla han botado 10 unidades con
un P. M. total de 14.400 toneladas (R. B. de 9.100 tonela
das), y han entregado ocho buques con un P. M. de 18.700
toneladas (R. B. de 13.262 toneladas).
Se han realizado un total de 250 reparaciones entre
el varadero, el dique flotante y el dique seco, este ilti
mo inaugurado a finales de 1957, y que ha trabajado
muy activamente durante todo el año 1958;
El programa inmediato de construcciones del astillero
compren de 43 unidades, con una valoración aproximada
de 2.200 millones de pesetas.
La plantilla de personal de obreros y empleados com
prendía, en 31 de diciembre de 1958, un total de 2.226
personas, habiendo alcanzado la facturación de obra
•termin ada durante el año la cifra de 540 millones de pe
setas (173 millones en 1957).
La Factoría de Manises ha entregado durante el ejer
cicio 269 unidades de maquinaría auxiliar, de cubierta,
36 grupos electrógenos con motor Diesel Elcano-Gota
yerRen tipo DM3CO/450 G3, 16 compresores de aire de
arranque, también Elcano-Gotaverken; 197 bombas cen
trífugas Elcano-Sulzer, 129 motores eléctricos y seis cua
dros de distribución para buques.
Además se han entregado 18 lineas de ejes completas,
y el taller de fundición ha suministrado un total de 1.600
toneladas entre hierro, acero y metales.
La fabricación de motores propulsores está completa
mente en marcha, habiendo quedado al final del ejer
cicio en período de montajé muy adelantado dos moto
res propulsores patente Smit-Bolnes y dos paténtes Go
taverken.
La plantila de personal, incluyendo obreros y emplea
dos asciende, el 31 de diciembre a 1.007 personas.
La facturación de obra terminada en 1958 ha sido de
239 millones de pesetas (121 en 1957) y la cartera de pe.
didos alcanza la cifra de 567 millones.
De los 13 buques entregados en 1958, solamente uno se
ha incorporado a la Flota de la Empresa, habiéndose
cedido todos los demás a armadores privados.
Al finalizar el ejercicio que se comenta, la Flota de la
Empresa estaba compuesta de 26 unidades, con 109.000
toneladas de R. B. y 160.000 toneladas de P. M., que du
rante el año han transportado 2.300.000 toneladas de
carga y han recorrido un millón de millas durante el
mismo período.
Se ha continuado la política de cesión de buques a los
armadores privados. En total se han vendido 13 buques
con 68.000 toneladas de P. M., equivalentes a 36.600 to
neladas de R. B.
Como en ejercicios anteriores, una parte sustancial de
la Flota propia ha estado arrendada a armadores pri
vados, totalizando los buques en esta condición 11 uni
dades.
LA
ORDENACION
DE LA CONDUCTA
ECONOMIA
La trascendencia que para el futuro de nuestra eco
nomía encierra el Plan de Inversiones nos obliga a vol
ver sobre el tema para reflejar, sucintamente, cierto aná
lisis aparecido con posterioridad a su publicación y que,
a nuestro parecer, encierran indudable interés y aclara
sus complejos conceptos.
Un programa nacional de inversiones tiene siempre
un objetivo. El nuestro tiene como objetivo esencial
desarrollar la renta nacional, esto es, aumentar la can
tidad de bienes y servicios producidos.
Una vez determinado el crecimiento que se desea ob
tener en la renta nacional, objetivo central del programa,
han de fijarse las inversiones totales precisas para al
canzar el nivel propuesto en el plan. Pero realizar una
inversión requiere siempre una suma de ahorro.
Calcular con acierto la cifra que puede alcanzar esa
suma del ahorro es de capital interés. Pero ha de te
nerse gran cuidado al estimar también la cuantía del
ahorro que se efectuará cuando se logre el incremento
de la renta nacional a que se aspira. Si la inversión va
a repercutir en un aumento excesivo del gasto impro
ductivo, se desencadenará un desequilibrio entre el esfuerzo y sus resultados económicos con la consiguiente
presión del dinero sobre los precios y sin que se consiga
eliminar la tendencia inflacionista. El plan de inversio
nes requiere, por tanto, la colaboración activa de todo
el país, reglada y orientada por las correspondióntes me
didas de gobierno hasta conseguir que el gasto perma
nezca constante, dado que el ahorro ha de lograrse a
cuenta del sacrificio del consumo.
Ahora bien: decidida la cifra total cJe inversión que
ha de realizarse, debe elegirse el proceso de producción
en el que materializarla. Esta selección de las inversio
nes por sectores constituye el segundo eslabón integrante
de todo plan económico: el Plan de inversiones por sec
tores. Tal selección tiene que atender tanto a la muiti
1
plicación de bienes que debe esperarse de •su materiali
zación efectiva, cuanto al consumo, ya que provocara
un desarrollo a cuya cobertura debe atender la realiza
ción de la inversión para evitar desabastecimientos en
bienes sustanciales o alzas inmoderadas en precios de
artículos que intervienen decisivamente en los presu
puestos familiares. Por otra parte, la expansión exige
vigilar el crecimiento coordinado y armónico de los di
versos sectores de la producción, evitando que ocurran
lo que se denominan “estrangulamientos”, esto es, esca
seces fundamentales de un artículó que por ser una ma
teria prima del proceso de producción, limita su posible
crecimiento.
Finalmente, la inversión y el consumo nacionales pue
den realizarse sobre articulos producidos en el territo
rio nacional o fabricados en el resto del mundo. La rea
lidad y evidencia de tal afirmación obligará a conside
rar el volumen total de la exportación para comprobar
si responde o no a las demandas del consumo e inversion.
Así surge el Plan de comercio exterior, tendente a
normalizar el abastecimiento de bienes extranjeros ne
cesarios para la economía nacional.
Por i.ltimo, el desarrollo de la renta nacional requiere
un volumén determinado de inversión, que ha de com
pararse con el total del ahorro realizado en el interior,
ahorro al que ha de agregarse la aportación del capital
extranjero, suma que debe compararse con la inversión
precisa proyectada. Así surge el Plan financiero.
Veamos ahora la situación económica sobre la que hay
que operar. El desequilibrio básico de la economía es
pañola en los últimos años ha tenido como causa la fi
nanciación de una inversión excesiva. La inversión ha
ido más allá del ahorro disponible, habiendo ocasionado
un alza de precios. Causas preponderantes de este des-.
equilibrio han sido: 1.a, el crecimiento de la inversión
del sector público; 2., la disminución del ahorro del
sector público; 3., la disminución en el ahorro privado,
y
la expansión de la inversión privadaS.
A corregir este desajuste, obedecen las reformas tri
butarias ordenadas a finales de 1957, las cuales hañ per
mitido un sustancial crecimiento del ahorro, público y
privado, conteniéndose en el límite de lo posible el pre
supuesto de gastos del Estado. Al propio tiempo, la ele
vación del tipo de descuento ha contraído la inversión
privada. Este conjunto de medidas, fiscales y financie
ras, no han. podido frenar completamente el alza de
precios; pero si la han reducido, pasando el crecimien
to del 16,7 por 100 en 1957 al 9 por 100 en 1958 en rela
ción con los respectivos años precedentes.
Frente a esto hay que considerar que la renta nacio
nal española ha venido desarrollándose en los años trans
curridos desde 1955 a un ritmo vigoroso: un 4,4 por 100,
tasa de crecimiento anual acumulado. Este ritmo de
expansión contrasta con el dominante en el período
1940-1951 (un 0,78 por 100, tasa anual de crécimiento
acumulado), oposición que halla explicación en las cir
cunstancias que agobiarón a la economía española en
ese decenio. El fin del plan es ambiciosó: mantener el
mismo tipo de crecimiento en la producción de bienes
y en la prestación de servicios que el alcanzado en la
fase 1951-1957. Ambicioso, aunque parezca conservador.
Porque lograr el crecimiento anual señalado a partlr
de límites bajos es mucho más sencillo que sostener el
mismo impulso expansivo cuando ya la producción ha
alcanzado alturas respetables y la ascensión comienza
a ser difícil. Para dar una idea de lo que tal crecimiento
significa, baste afirmar que en 1963 la renta por habi
tan te en España será de 17.724 pesetas, mayor que la
percibida hoy en Italia. El objetivo, por tanto, no es
modesto. Merece la pena alcanzarlo.
La primera cuestión grave se plantea cuando hay que
decidir sobie si el ahorro disponible en España es sufi
ciente para.aurnentar la renta anual nacional en 4,4 por
100. A esta cuestión contesta el plan en los siguientes
términos: Se podrá alcanzar tal aumento, siempre que
las inversiones precisas no superen los 81.482 millones
de pesetas en que se calcula el ahorro disponible durante
el año 1959 y a condición de que se asegure el desarrollo
armónico del proceso de producción y el equilibrio de
la balanza de pagos. Es decir, que hay que invertir esos
miles de millones .d•e pesetas de una manera precisa.
La primera circustancia que ha de tomarse en consi
deración para lograr la precisión deseada es la situación
de nuestro comercio exterior. Hasta ahora, las exporta
ciones no han bastado para satisfacer las necesidades
más apremiantes de los proyectos económicos. Tal cir
cunstancia viene frenando el desarrollo de los programas
establecidos. Nos encontramos con el dilema: Exportan
más o progresar qienos.
Entendido
así el problema por los redactores del
plan, éste se propone conseguir el incremento de la ex
portación, y al propio tiempo la disminución de las im
portaciones, fundamentalmente por una expansión de
la producción agraria y, eventualmente, favoreciendo el
incremento de ciertos sectores industriales.
¿Podrá conseguir la agricultura española abastecer
el mercado interior y obtener un sobrante exportable?
Para contestar a esta pregunta se han, estudiado las
estadísticas correspondientes al consumo de productos
derivados del campo. Estudiadas sus respectivas ‘tenden
cias, resulta que para el año 1963 el consumo “per ca
pita” disminuirá en trigo, tocino y leguminosas. Por el
contrario, aumentará el de hortalizas, frutos frescos,
azúcar, carne, leche y huevos. Estos dos fenómenos, fá
ciles de prever, confirman la “Ley de Engel”, según la
cual el aumento de la renta hace descender la demanda
de los artículos de inferior calidad alimenticia en bene
ficio de los de superior calidad. En realidad, estas úl
timas demandas se han producido ya con intensidad, y
a ellas no ha podido responder la producción.
Las previsiones ‘hechas, tenidas en cuenta al formular
el plan, permiten afirmar que en los próximos cinco
años no habrá excedentes exportables de trigo, leche,
huevos, azúcar ni legumbres, aunque Su producción se
equilibrará con el consumo,- que sí los habrá de patatas;
que podrá incrernentarse los excedentes exportables de
hortalizas, arroz, frutos frescos, secos y oleaginosos y
vino; que en la carne persistirá el déficit, con tendencia’
a desaparecer; y que continuará siendo necesario la
importación de aceites.
En resumen, el cálculo de las exportaciones e impor
taciones agrícolas nos presenta el cuadro siguiente, en
millones de dólares:
Aiios
Exportaciones
1959
1960
1961
1962
1963
279,5
303,5
318,2
352,2
378,4
Importaciones
240,0
230,0
210,0
200,0
195,0
Para conseguir tales objetivos, se precisan determina
das medidas de política económica. Son las siguientes:
1. Acelerar el ritmo de transformación de terrenos
de secano en regadío. Se ha programado la transforma
ción en los próximos cinco años de 400.000 hectáreas.
2. Reforzar la concentración ‘parcelaria y la mejora
de suelos. Se espera lograr una concentración de 750.000
hectáreas y una superficie en la mejora de suelos de
150.000’hectáreas.
81
3. Mejorar las instalaciones de almacenamiento pa
ra regularizar la administración de los exç.edéntes.
4. Repoblar forestalmente unas 100.000 hectáreas
anua les.
5. Aumentar la superficie de árboles frutales dirigi
dos a la producción de frutas de lueso, pepita y pláta
nos.
6.” Dada la escasez de grasas vegetales, es preciso la
expansión del área de olivar.
Procurar una selección y mejora del ganado.
8.
Aumentar la mecanización de la.explotación agra
ria y las condiciones del cultivo, intensificando el em
pleo de fertilizantes.
Como antes se ha dicho, el programa nacional de in
versiones intenta lograr con el desarrollo agrícola la
ruptura del estrangulamiento impuesto por el comercio
exterior al desarrollo de la economía española. Este mis
mo objetivo se persigue en el campo industrial, conf e
sando el programa que las medidas para lograrlo serán:
aumento cte la extracción total de minerales y metales,
desarrollo de la industria de conservas vegetales y ani
males, intensificación de la producción de las industrias
alimenticias en general y protección de determinados
artículos fabricados.
Mas la inversión industrial no intenta, fundamental
mente, conseguir una intensificación del comercio de ex
portación. Más bien ensaya una expansión de la produc
ción de energía y materias primas básicas para alcanzar
el segundo de los objetivos del plan económico; evitar
los estrangulamientos del proceso productivo. Induda
blemente, el pasado ha contemplado en España una in
terrupción de la obtención de bienes derivados por fal
ta de suministros en sectores claves de la economía. Uno
de ellos ha sido el energético, y las deficiencias de sumi
nistros se han acusado también en los sectoresdel cemen
to y materiales de construcción, de los productos siderúr
gicos yde los fertilizantes. Estos son sectores productivos
que reciben, según el plan, la consideración de bsicos.
La expansión de la producción de energía carbonífera se
intenta ei el programa nacional de inversiones mediante
la mecanización de las labores mineras para elevar la
productividad. La expansión esperada de tales inver
sienes es considerable, puesto que comporta un incre
mento de la producción del 21,5 por 100. El aumento de
la producción de energía eléctrica es otro de los obje
tivos básiços del plan.
Asimismo se incrementa el total de los refinados de
petróleo, que ya en el primer año—1959—supone un
aumento sobre el presente del 4,5 por 100.
Las restantes producciones básicas tienen como ob
jetivos:
Sector siderúrgico: Elevar la producción a dos mi
llones :de toneladas de lingote de acero y a 1,4 millo
nes de toneladas de laminados.
Industria del cemento: Elevación de su capacidad
de producción hasta 5,2 millones de toneladas en el pri
mer año.
Producción de •abonos nitrogenados: Eliminación
paulatina
del déficit actual. Producción en 1959 de
100.000 toneladas de nitrógeno fijado.
Construcción
naval:
Objetivos de producción
100.000 toneladas de registro bruto, ya rebasados en
1958. El crecimiento de este sector industrial depende
de la expansión de su base lógica: la producción side
rúrgica del país.
Produccb5n de aluminio: Elevación en el primer
año del plan—1959-—deun 68,75 por 100.
Las restantes producciones metalúrgicas, cobre,
cinc, plomo, mercurio, pretenden ser impulsadas en su
•base: aprovechamiento de las reservas mineras median
te una mejora de la explotación.
70
—
—
-
—
Industrias químicas: Se destaca como fundamen
tal el incremento de la producción de superfosfatos y
ácido sulfúrico. Asimismo se considera importante la
celulosa, textiles y papel para los que se propone la ci
fra de 50.000 y 300.000 toneladas anuales, respectiva
mente.
El plan estudia a continuación: las exigencias que
plantean otros sectores productivos: Obras públicas, Vi
vienda y Turismo.
En el terreno concreto de las obras públicas, la ma
yor parte de su presupuesto se agota en permitir la ex
pansión agrícola.
Conseguir un abastecimiento de aguas a determina
das poblaciones es el segundo de los fines de la inver
sión en obras públicas, siendo el tercero el obvio y ele
mental de desarrollar los transportes, en clara interde
pendencia con el crecimiento económico. Esta necesi
dad se desglosa según las tres clases tradicionales de
transporte, a cuyo triple frente atiende el programa con
cifras varias. Agrupando éstas según la índole del trans
porte, la inversión total se dirigirá: un 82,7 por 100 al
transporte terrestre, del cual, a su vez, un 57,7 por 100,
al transporte ferroviario, y un 42,3 por 100, al transpone
por carretera. La mejora de puertos importará 934 mi
llones de pesetas, mientras que los aeropuertos precisos
para el transporte aéreo supondrán inversiones por un
valor de 484 millones de pesetas.
Otra inversión básica para el país es la del sector de
la vivienda, en cuyo detalle no entramos por haberse
tratado recientemente en esta sección.
Otros sectores menores son, finalmente, considerados
por el plan. Figuran entre éstos el desarrollo del tu
rismo, cuya aportación anual a nuestro comercio exte
rior le convierte en un sector estratégico, clave del pro
ceso de inversión. Gasto no menos importante cuanti
tativamente es el proceso para el mantenimiento del
nivel educativo en los grados elemental y medio, gasto
de una productividad excepcional en un programa de
expansión económica. Como asimismo lo es la investi
gación científica y técnica y otras inversiones que han
de realizarse dentro de la administración pública, en
especial las precisas para energía atómica y los de ra
dioaudieión y televisión.
El Programa nacional de inversiones se cierra con
un conjunto de principios que deben aplicarse para la
cobertura de las inversiones reseñadas. Como antes se
ha indicado, la primerá de las normas de la progra
mación económica preceptúa ajustar las inversiones to
tales al ahorro disponible. Si la inversión supera al
ahorro, habrá necesidad de utilizar el mecanismo ex
pansivo del crédito, lo que generará alzas en los pre
cios. Para evitarlo, es imprescindible:
1.0
Que la inversión del sector público no supere los
gastos consignados en los presupuestos.
2•Ç
Que el crédito facilitado por la Banca Oficial al
sector público quede congelado en las cifras de 1958.
3.° Que la inversión privada no supere el volumen
total de emisiones y créditos realizados en 1958.
Complementos imprescindibles del plan de inversio
nes que queda analizado es la adopción de un conjun
te de medidas conducentes a lograr la estabilidad eco
nómica, auxiliadas por otras de política comercial ex
terior con la finalidad de encontrar mercados para la
exportación de los excedentes que se intentan conseguir.
—
ESPAÑA EN LA FERIA MUNDIAL DE
MUESTRAS DE NUEVA YORK
—
82
De éxito sin precedentes puede calificarse el obteni
do por los productos españoles que han podido concu
rrir al certamen internacional de la gran urbe amrica
na. De año en año viene acrecentándose la partic6pación española en esta feria, sin que en el presente, por
falta de espacio, hayan podido concurrir todos los ex
positores que lo solicitaron.
El año pasado, España estuvo representada en la feria
neoyorquina en sólo treinta “stands”, que vendieron pro
ductos por .a1or de cuatro millones de dólares. En el
presente año henos contado con un pabellón de 2.200
bies cuadrados y, además, con 81 “stands” privados, repartidos en las cinco plantas del enorme edificio que
alberga la feria, •a la que concurren más de doscientas
firmas españolas. El total de paises participantes ha sido
de 71.
Afirman los testigos que lan visitado la Feria que las
instalaciones españolas, constantemente abarrotadas de
público, han sido las más visitadas de cuantas figuraban
en ella. En un solo día, el de la fiesta de España, las
ventas superaron los tres millones de dólares. Antes de
cerrarse el certamen se habían vendido produátos por
valor de más de seis millones de dólares. El cartól de
“Todo vendido” que exhiben varios de nuestros “stands”,
no tiene antecedentes en esta Feria.
Los contratos firmados son cuantiosos; por ejemplo:
una fábrica de bicicletas ha firmado un contrato para
la venta de 30.000 en este año. Otra firma, Íabr.icante
de escopetas de caza., ha contraído compromisos que su
ponen triplicar sus ventas en Estados Unidos.
EL
EJERCICIO
DE ENSIDESA
En 1958, la Empresa Nacional Siderúrgica (Ensidesa)
o’btuvo 343.649 toneladas de arrabio, procedentes casi en
su totalidad del horno número uno, puesto qué el núme
ro dos comenzó a entrar en servicio en el último mes
del año. Una parte de esta producción se destiné a su
transformación en lingotes de hierro, cuya producción
fué de 282.871 toneladas, y otra parte fué d&stinada a
los hornos de acero. En hornos de acero, el primero de
ellos inició su marcha en el mes de junio, y otros dos,
en el de agosto y septiembre. La producción del año fué
de 30.213 toneladas.
Se produjeron también 365.800 toneladas de cok side
rúrgico y numerosos subproductos, entre ellos 21.762 to
neladas de alquitrán bruto, 5.188 de benzol bruto, etc.
Según la memoria de la que tomamos los •datos, el
importe de ventas de subproductos de hulla ascendie
ron a 70,03 millones de pesetas. Se vendieron 271.130 to
neladas de lingote de hierro, de las que 190.357 fueron
vendidas en el mercado nacional y 80.773 en el Inter
nacional. Con el producto de las ventas en el exterior
se pagaron importaciones de instalaciones y material.
Los fundidores recibieron cantidades de lingote de
hierro tres veces superiores a las del año precedente y
algunas acerías consiguieron la máxima producción ob
tenida hasta la. fecha, gracias a dichos suministros.
Con la ampliación llevada a cabo en el año 1958 el
capital social de Ensidesa se ha colocado en 12.600 mi
llones de pesétas, distribuído en 4.200 millonés de pese
tas en acciones preferentes y 8.400 millones en acciones
ordinarias.
-.
CENTROS
PARA
PREMATUROS
De los 600.000 niños que cada año nacen en España,
36.000 nacen con .esds inferiores a los dos kilos. y medio,
es decir, nacen prerriaturamente, aun cuando nazcan al
término normal del período de gestación.
Hay, pues, un 6 por 100 de recién nacidos prematuros,
que requieren un tratamiento especial para la via’blidad
normal de su desarrollo.
Con el fin de atenderlos se han establecido en España
cuatro centros sanitarios de prematuros: los de Madrid,
Bilbao, Valencia y Barcelona. Este último es el mayor
de todos los españoles, pues tiene unacapacidad máxima
para 40 reden nacidos,, que es el doble, or lo menos,
de la de lÓs otros centros.
La instalación de Barcelona se compone de seis incu
badoras Isolette, .que son las más perfectas del mundo
en su clase; tres incubadoras portátiles para transpor
tar ‘en ellas a los prematuros desde el lugar de su naci
miento hasta la clínica, y el resucitador—réani’mador
de Kreisserman—, qu.e sirve para hacer entrar en fun
cionamiento los pulmones del prematuro, así como para
limpiar sus vías respiratorias, darle oxígeno y darle
calor.
ESPAÑA
Y LA
ENERGIA
NUCLEAR
La revolución atómica no nos coge a los españoles
desprevenidos, como sucedió, desgraciada mente, con la
revolución industrial, cuyas consecuencias, a causa de la
imprevisión, estamos sufriendo todavía. La aparición de
la nueva fuente de energía .provocó la creación inmediata
de la Junta, que, tras diez años de silencioso trabajo, ha
estudiado el problema, formado los técnicos indispensables
y reunido los medios básicos para llevar a cabo la misión
que se le había impuesto.
Gabinetes de trabajo, laboratorios, talleres para estudio
y concentración de minerales de uranio y reactor experi
mental están ya funcionando en los alrededores de Ma
drid. Paralelamente se han localizado e investigado los
yacimientos uraníferos en nuestro suelo.
Está a punto de entrar en servicio la planta para con
centración de minerales de Andújar, así como la de agua
pesada de Sabiñánigo, en los Pirineos. Con la planta de
Andújar, la minería del uranio se independiza del exte
rior. Su costo ha sido de 110 millones de,pesetas, habién
doSe situado en el centro de la zorra minera de iiiranio
más importante, entre las actualmetite conocidas de Es
paña.
Los proyectos inmediatos en el campo de la explota
ción industrial de la energía de origen nuclear se con
cretan en poner en funcionamiento para 1964 una cen
tral gigante, eÓn fuerza de 250.000 kilovatios. El presu
puesto para istalarla alcanza la cifra de 100 millones
de dólares, estándose estudiando en estos momentos la
forma de financiarla.
Como peldaño intermedio entre esta central gigante y
la experimental de la Moflete se v.a a instalar un reactor
con capacidad para 20.000 ó 30.000 kilovatios, que estará
en condiciones de funcionar en 1962. Tendrá el doble uso
de producir kilovatios y ititonio. El 58 por 100 •de este
reactor será construído en España.
Afirman los técnicos en energía nuclear que cuando
esas centrales entren en funcionamiento, la electricidad
que produzcan será más barata que la de origen térmico
(Con carbón o fuel-oil) que se gen era en España.
Diremos, como botón de muestra del esfuerzo español
en este nuevo aspe.cto de la actividad industrial, que la
técnica empleada pará la construcción de la compuerta
estanca que’ separa las partes de alta y baja potencia cte
la piscina de la Moncloa ha sido asimilada por los Es
tados Unidos.
España ocupa ahora el sexto lugar entre las naciones
que se apTican al estudio para el aprovechamiento de
la energía núclear, es decir, el primero después de las
llamadas grandes potencias atómicas.
LOS
PROGRESOS
DE CARBON
EN
SE
LA PRO DUCCION
CONSOLIDAJ’J
El desarrollo económico del país exige un abasteci
miento regular de energía en los diferentes órdenes en
que ésta se cnsurne, y si un esfuerzo considerable se ha
dedicado a aumentar la produccion de energia hidroeléc
trica, no menor tenacidad ha exigido el conseguir un
incremento en la produccion de carbon.
La produccion total de hulla, antracita y lignito era
en el ano 195u de 12,3 millones de toneladas, y ha pasado
a ser el ano ú1t.mo Qe 17,2 millones. Y en cuanto a la
hulla en particular, que es el capitulo de mayor valor
e importancia, a los ,5 millones de toneladas métricas
de 1oU ha correspondido en 158 la cifra Qe 11,3 riiinones.
Si admitimos como equivalencia entre la hulla y la
electricidad la de 500 knos üe hulla igual a 1.000 Kvh.,
flOS lleva a la conclusion de que ia produccion nacional
de Caruon equivale ae manera senime a algo mas del
doble nc la produccion üe energia electrica. Ainque
tecuicamente esta coinparacion pouria dLscutirse, la ima
gen nos permite comprender pertectainente el signifi
cado y la importancia del carbon como fuente de ener
gia dsponime para el pan.
Durante 1958 se consolidaron los aumentos de 1957 y
se incremento la produccion en 218.uU0 toneladas me
tricas mas para la hulla, 2W.000 toneiauas metricas para
la antracita y 13b.000 toneladas metricas en el lignito.
Mas, a pesar Qe touo, la presion de la demanda aunen
tana por ias necesidades crecientes de nuestra industria
ha exigido una importaclon
ne 1.100.000 toneladas mé
tricas ue nulla coqtuzaoie y de vapor, con un gasto de
17,5 millones Qe üOiares si se incluyen los netes auonauos
en flioneua extranjera.
Asi se ve que ei aumento de la producción del carbón
viene impueeta por la exigencia ae nuestra expansion
economica y por la de aliviar el cleficit de nuestra ba
lanza üe pagos.
Ocurre que para llegar a ese alivio de nuestra balan
za Qe pagos, los planes de aumento e ia produccion de
comnousciwes soliuos requieren importaciones
de maquma
ria que, de momento, puede parecer que •agravan aquel
déficit.
Se calcula hoy que la inversión necesaria para poner
en exploLacion una nueva mmna de hulla viene a signi
ficar unas uo o 500 pesetas por cada ‘fm. de hulla que
esa misma mnma vaya a prouucir en un ano, y de esa
inversion, la parte correspondiente a maquinaria de im
portacion alcanza Solo la c1lra Qe tres dolares por Tm.
producida. De donde resulta que la inversion en maquinana ue importaclon
representa
aproximadamente
un
quinto cte lo que costana la adquiicion de esa misma
Tmn. de hulla en el mercado extranjero, con. lo cual, a
los tres meses de estar la mina en produccion, queda
ampliamente
amortizado
el gasto que se efectúa en di
visas para poner dicha expiotacion en condiciones de
en las minas de hulla ha pasado a 45.000 CV. en 1957
y este proceso continúa.
EL
ESTRECHO
DE PEÑARROVA
En una provincia de las más extensas’ de España,
Ciudad Real, con 19.741 kilómetros cuadrados de super
ficie, en el corazón de la Mancha, nace en forma extra
ña y discutida el río Guadiana. Por sus escasas lluvias,
y demás tiidrometeoros, hasta estos últimos años habia
sido bastante postergada en lo referente a aprovecha
mientos hidrauncos, y de ello es prueba la reciente crea
ción de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Este hecho, fundamental, con la racionalizacion cje
los estudios y trabajos, con la planificacion de los apro
veehamien tos y con la agrupacion metodica de todos
los interesados y de todos los intereses en el Organo
Confederal de la cuenca, tema pronto que fructincar.
La inaguracion del pantano del Estrecho de Penarroya
aure la etapa de redencion y riqueza de la provincia de
Ciudad k4eai, constituyendo el punto de partida para
el metodhhicodesarrollo ae un plan trazado que, comen
zando poz, la regulacion de los nos Alto Guadiana, ISu
Uaque, Azuer, Jaoalon y Becea, fructificará en el esta
blecimiento de seis fértiles vegas con, 27.5ijO hectáreas
de superilcie en las estepas manchegás de Toineuoso,
Argamasina de Alba, Aicazar de San Juan, Campo de
Cripana, Poizuna, Alcoba nc los Monte, Hetuerta del
bujiaque, Pieuraouena, Afliamna; La Solana, Valenzuela,
Pozueia, Miguelturra, Poblete, Fernancanallero y Carnion;
y hara posiule ci abastecimiento sunciente de aguas po
tables a las importantes ciudades y poblaciones de la
provincia cte Cniiiaa k4eal, comenzando por su sedienta
cap i tal.
Si a esta labor creadora de riqueza se suma la ejecu
cion del proyecto Qe recate de lo.000 hec tareas che la
provincia, actualmente encharcadas, median te encauza
mientos de ttamos tic los nos cuadiana, (2iguela y Lancara, en 160 Kiiometros de longitud, no hay duda de que
la provincia de (Jiudad Heal camina a paso lirme ha
cia el despertar de su riqueza.
LA PROTECCION
FAMILIAR
La delegación española en la Asociación Internacio
nal de Seguridad Social, en la que se encuentran repre
sentados veinticuatro paises, principalmente de Europa,
con inclusion cte la Union bovietica y algunos de sus
satélites, ha presentado, en relacion con el tema asig
naciones familiares y proteccion familiar, las cifras que
revelan la atención que España presta a este renglon
de la politica social.
producir.
Por ser la familia la unidad elemental de toda socie
Dadas las reservas de carbón de que el país dispone,
lo anterior justifica plenamente la conveniencia de ui dad cristiana, disfruta en España de una serie de bne
ficios, que dentro de nuestras posibilidades económicas,
crementar todo lo posible su produccion nacional.
alcanza una cifra impresionante y que es independiente
La dificultad más considerable con la que se tropieza de la que por seguros sociales axnpara la actividad la
en este empeño es la falta de mano de obra especiali
boral de los trabajadores españoles.
zada y aun de mano de ob.ra en general, a causa de las
El número de jefes de familia qué en 1957 estaban com
caracteristicas del trabajo en las minas. Para estimular prendidos •en nuestro régimen obligatorio de protección
la afluencia de mano de obra se ha puesto en práctica familiar era de 3.716.320, equivalente a más de 12 millo
el incentivo de dotar de viviendas a los mineros.
nes de personas, que representan el 40 por 100 de la
Para promover al aumento de la producción se han poblacion total del país. Las estadísticas del citado año
declarado de “interés nacional” aquellas labores que presentan las cantidades siguientes:
prometen un rápido y sensible aumento de la produccion
Régimen de subsidios familiares, 1.746.284.691 pesetas.
y que por lo mismo, se consideran acreedoras a los be
Régimen de “Plus Familiar”, 1&.597.591.088pesetas.
neuicios que tal declaracion lleva aparejados, con la
Ayuda familiar a funcionarios públicos, 1.945.323.088
obligación de cumplir un programa de trabajos señala
pesetas.
dos previamente en los plazos establecidos. El esfuerzo
Seguro escolar, 9.606.300 pts.; mutualismo laboral, con
de mecanización es tan grande y continuado, que siendo carácter complementario de los seguros sociales básicos,
la potencia instalada de algo más de 10.000 CV. en 1940 783.630.624 pesetas. El total de beneficios satisfechos por
eJ renglón de asignaciones familiares asciende 23 082 mi
llones de pesetas, lo que supone un 5,89 por 100 de la
renta nacional calculada para 1957.
Hay que advertir, que en esta información no está
estimado el régimen de protección a las familias nume
rosas, ni las prestaciones sanitarias de que se benefician
las familias de los trabajadores españoles ac9gidos al
Seguro de Enfermedad, Colonias de veraneo, etc. Suman
do estos conceptos a los anteriores, el porcentaje alcan
za el 6 por 100,
LA EXPANSION
DE LOS SUPERMERCADOS
vocatoria •de un concurso público a fin de adjudicar
13.222 becas para toda clase de estudios correspondien
tes a los grados de Enseñanza Media y Superior durante
el curso próximo.
Quizá convenga subrayar ciertas características de esta
convocatoria: la dotación de las becas, la extensión de
los centros que alcanza y el profundo sentido social de
que está imbuida. La adjudicación de las becas se hará
siguiendo la líneá de anteriores convocatorias, con inde
pendencia de la condición social del estudiante posible
adjudicatario, atendiéndose sobre todo a la calidad de
su expediente académico. Carecen, por tanto, estas be
cas del aspecto benéfico, que limitaría su sentido social.
La protección directa reviste ‘las siguientes modalida
des: beca completa a los estudiantes cuyos padres residan
habitualmente
fuera de la localidad donde se hallen
enclavados los centros en los que aquéllos cursen sus
estudios, y media beca cuando residan •en la misma po
blación, clasificándose en dos grupos. La beca completa
del primer grupo estará dotada con 6.000 pesetas, para
los nueve, meses del curso académico y con 3.000 pesetas
la media beca. Los estudios comprenderán los Bachille
ratos elemental, laboral y los elementales de Bellas Artes.
La beca de segundo grupo dotada con 8.000 ó 4000, pese
tas, según sea completa o media, exige estudios más arñ
pilos: Bachillerato superior o curso preuniversitario, la
boral superior, magisterio, Peritaje mercantil, grado me
dio y superior de Bellas Artes. Hay un tercer grupo de
becas, más elevadas, de 12.000 y 6.000 pesetas, para
quienes cursen estudios superiores de Bellas Artes, Pro
fesorado Mercantil, Escuelas Técnicas y Facultades uni
versitarias.
Y se establecen, por último, becas ‘de otras modalida
des para estudios eclesiásticos, por ejemplo, y otras de
carácter especial.
La cuantía de los créditos consignados para estos fines
se aproxima a los 73 millones de pesetas.
Los 18 supermercados que funcionan en España están
demostrando la eficiencia de un sistema que logra dos
objetivos esenciales: abaratar el precio de los articulos
de consumo y ofrecerlos al comprador con una presen
tación higiénica, práctica y agradabiE. La creación de
‘estos supermercados o mercados de autoservicio no co
rresponde sólo a la iniciativa del Estado: se estimula
precisamente la acción privada, y cuando ésta no se
produce, el organismo oficial competente la suple.
Cierta firma comercial madrileña, que lleva montados
dos supermercados en Madrid y otros dos en provincias
va a instalar, de momento, otros dos más en nuestra
capital, ms otros en Sevilla, Murcia, Córdoba y Cádiz,
teniendo por meta abrir tantos como las circustancias
le permitan.
La Comisaría General de Abastecimientos y Tráns
portes sólo los monta cuando falta la iniciativa privada.
Ha llegado incluso a suspender las obras cuando una
entidad particular solvente solicitó la concesión.
La actuación de la comisaría empezó por dotar a las
fábricas de congelados ‘de los medios necesarios para
este’ género de actividades. Actúa ahora de depósito re
gulador, es decir, compra en masa, asumiendo el riesgo,
cuando hay abundancia, para que luego no falten los
artículos. También facilita los camiones frigoríficos para
‘el transporte y en caso de averiarse las cámaras de con
LA ECONOMIA Y LA CONTABILIDAD
NACIONAL
servación de los establecimientos, la Comisaría desplaza
inmediatamente al local unos de sus camiones frigorífi
Hace próximamente un año se hicieron públicos los
cos, en donde se guardan, mientras se repara la avería, datos y cuadros de la Contabilidad Nacional correspon
los artículos, que corren el riesgo de .estropearse.
dientes al año 1954. En el transcurso de doce meses, el
Los establecimientos de auto-servicio han resultado ‘grupo de especialistas, a quienes se les ha confiado esa
muy eficaces en cuanto a los ‘precios. Por ejemplo: en labor, ha presentado las correspondientes a los años
Jaén, las judías se estaban vendiendo a más de 18 pts. 1955 ‘y 1956, al tiempo que anuncia ya la de 1957. Pron
kilo. El supermercado abrió sus puertas con el precio de to, pues, estaremos en línea con los países más adelan
13 pts. kilo para tal legumbre. En un solo día se vendie
tados en este orden técnico.
ron 1.000 kilos, parece ser que en parte adquiridos por
Los resultados ponen de relieve las tres característi
revendedores. La Comisaría proporcionó 3.000 kilos más. cas siguientes de nuestra economía: el crecimiento de
El resultado fé el mismo. Otros tres mil kilos se pusie
la renta nacional, la dirección que toma ese ‘crecimien
ron a la venta y este tercer golpe no pudieron sopor
to y la situación de nuestra balanza d’e pagos.
t’arlo, y desde entonces, los judías se vendieron a ese
Por lo que se refiere a la primera de las tres carac
precio en todas partes: Algo semejante ocurrió con los terísticas,
el crecimiento de la renta nos muestra la con
garbanzos, ,el arroz, el azúcar, etc.
tabilidad que el aumento se ha producido a un ritmo
especialmente intenso, que ha permitido alcanzar nive
les de vida sin precedentes.
LA PROTECCION ESCOLAR
Ahora bien, los incrementos logrados se han destina
do, fundamentalmente, al consumo y no precisamente
de alimentos, sino más bien de otras clases de bienes y
La política estatal de ayuda, estímulo y aliento l
estudiante sigue un ritmo progresivo. Cada año, en efec servicios. Es decir, no se ha dirigido a gastos esenciales
to, aumentan las consignaciones ‘presupuestarias dedica- ni a reforzar la cuantía total del ahorro. Por otra par
das a estos fiies. Y también, afortunadámente, las de te,, como las inversiones dl país se lan mantenido d.i
muchas empresas y entidades de carácter particular o r.ante tales años é. un nivel semejante, se ha producido
‘parestatal, preocupadas por elevar la preparación de la una diferencia entre la inversión y el ahorro, causante
juventud española.
en definitiva del alza de los precios.
La Comisaría de Protección Escolar, no ceja en su
En este aspecto, los datos de la contabilidad nacional
indican la posibilidad de cubrir esa diferencia median
empeño de proteger al estudiante bien dotado intelec
te el ahorro del Estado, con su política de moderación
tualmente.
El Ministerio de Educación acaba de autorizar la con- del gasto público; ci de las empresas, con la ampliación
-
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de los fondos de reserva y otras medidas análogas, y
la contracción del gasto exterior. En estos tres sectores,
los más sensibles a una acción política, es donde con
más facilidad puede operarse para fomentar el ahorro.
Según nos dicen los intérpretes de la contabilidad na
cional, la situación deficitaria de la balanza de pagos,
quizás sea el problema más grave de la economía ce
pañola. Cabe, sin embargo, corregirle con un Conjunto
de medidas que tiendan a reforzar nuestras exportacio
nes y puesto que los datos de la contabilidad nos mues
tran que los aumentos del consumo se encausañ hacia
bienes y servicios distintos de los productos alimenti
cios, intensificar las exportaciones agrícolas, reforzando
su producción, es el camino que parece más adecuado
seguir para aliviar el desequilibrio de nuestros pagos
en el exterior.
Las consideraciones brevemente expuestas nos prue
ban la utilidad de los datos que arroja la Contabilidad
Nacional, cuya aportación técnica os indispensable pa
ra fundamentar las decisiones políticas.
-
EN
POCAS LEAS
*
En Alicante ha sido desembarcado un nuevo do
nativo de “Cáritas Americana” •para las clases menes
terosas españolas, compuesto de 1.500 toneladas de le
che en polvo, 3.126 bultos de ropa y 286 sacos de cal
zado. El valor de la ropa y calzado recibido asciende a
515.981 dólares, equivalente a más de 25 millones de pe
setas.
La Sevillana de Electricidad va a construir una
línea de 220.000 voltios que, desde la subestación de
San tiponce, en Sevilla, irá a Mérida, con el fin de ase
gurar el suministro de la energía necesaria para el des
arrollo del “Plan Badajoz”; línea que estableciendo en
lace con la red de “Saltos del Guadiana, S. A.” puede
intbrconectar la red de la Sevillana con Madrid y con
la red nacional al mismo tiempo. Con el establecimien
to de esta línea y de esta serie de conexiones toda la
región Sur mejorará considerablemente su aprovisio
namiento de energía. pues ahora será posible romper
el aislamiento eléctrico en que se encuentra esa zona
Sur, lo que permitirá que puedan hacerse grandes
transvases de energía de las restantes zonas cuando por
Andalucía el estiaje reduzca su propia disponibilidad
de electricidad, permitiendo de esta manera la creación
de muchas industrias nuevas, cosa que hasta ahora no
siempre era fácil ante los problemas de escasez de ener
gía y la amenaza de las restricciones en el suministro.
*
entre qúince y veinticinco años y un 59 por 100 de bu
ques mayores de veinticinco años. El primer porcentaje
refleja claramente los magníficos resultados de la polí
tica seguida por el Gobierno desde la terminación de la
guerra de Liberación; el segundo refleja la escasa Con
tribución al crecimiento de la Flota nacional durante la
República y nuestra guerra, y el tercero representa el
largo camino que queda todavía por recorrer para con
seguir una Marina moderna y eficiente.
*
Salvo con tingencias imprevistas, y ya poco proba
bles se espera que la cosecha de nuestros productos
agrícolas sea en general excelente. A ello ha contribuido
el benigno régimen de lluvias, que tanto ha favorecido
nuestros predios. En esta línea optimista se prevé para
el presente año una cosecha de trigo que alcanza la ci
fra récord, en un país cerealista como es España, de
55 millones de quintales métricos. Téngase en cuenta
que el promedio de las obtenidas en años anteriores,
también amparados en el signo positivo, osciló entre loa
42 y 45 millones de quintales.
*
Ha quedado totalmente perforado el túnel de La
Egaña, que, con sus siete kilómetros de longitud, el ma
yor de España, era. el principal obstáculo que se oponía
a la continuación del ferrocarril Santander-Mediterráneo.
Cuando esta línea se termine y se ponga en explotación
el directo Madrid-Burgos, las comunicaciones de San
tander con el resto del país se habrán acortado eñ más
de 100 kilómetros.
*
Desde el año 1950, el indice del analfabetismo es
pañol ha bajado del 17 por 100 al 10,2 por 100.
-
*
Durante el año 1958, nuestras producciones bási
cas en los distintos sectores industriales han experimen
tado los aumentos relativos, tomando como base las de
1957, que siguen:
energía eléctrica, el 11,4 por 100
acero, el 17 por 100
lingote de hierro el 36 por 100
combustibles sólidos, el 4,2 por 100
cemento, 5,9 por 100
construcción n.aval, el 25 por 100
automóvil (turismo), el 30 por 100.
automóvil (industriales), el 48 por 100.
—
—
—
—
—
—
—
*
La producción en 1958 fué de 12.000 SEAT-600 y
10.148 SEAT-1.400. Al final del presente año rodarán por
nuestras ca rreteras 85.000 vehículos salidos de la facto
ría de esta Sociedad. Más importante que el número
de coches fabricados, aunque no tan elocuente, es el
esfuerzo hecho por conseguir la nacionalización, que
*
Ha sido autorizada la instalación en Sevilla de ya fué lograda desde el principio con el modelo 600, y
una gran fábrica de abonos. Se llamará “Abonos de Se que con la estampación total de la carrocería del nuevo
villa” y quedará instalada en las cercanías de la corta modelo 1.400, que aparecerá en el mercado dentro de
de Tablada. Tardará tres años en ser montada y se cal este añó, la SEAT habrá conseguido la autonomía total
cula producirá 273.000 toneladas de fertilizantes, en los en su fabricación.
tres grupos: Superfosfatos, abonos compuestos y nitro
genados. El Ministerio de Industria le Fha concedido la
*
La Guía de la Iglesia en España, en su número co
consideración de industria de interés nacional.
rrespondiente al año 1958, nos informd que las causas
de beatificación y canonización de españoles en la Sa
*
En el momento actual, la Flota eSpañola en servi
grada Congregación de Ritos eran en fin del pasado ano
cio se puede clasificar por edades, en un 34 por 100 de 809. de quienes se espera la solemne declaración de
buques menores de quince años, un 7 por 100 de buques santidad.
86
Biblioteca entraI Militar
Relación de las obras ingresadas en la citada Bibiloteca durante el mes de Marzo de 1959.
Mauricio C•arlaviila.—Biogra/ía del reinado de Alfon
so XIII.
Varios.—Littérature Française.
María Valenzuela de Mulero—Método de Arabe VulE. M. C.—Manual de Normalixación Militar.
E. M. C.—La División de Infantería, F-M. 7-100 de
Octubre de 1958.
E. M C.—Normas provisionales para el combate de
pelotón, Sección y Grupo de Combate, de las Unidades
cte Infantería integradas en las Divisiones de Infantería
Experimentales.
Bernard Lewis—Les Arabes dans l’Histoire.
G. E. Villar.—Energía Atómica.
Pastor.—Hislorias de los Papas (33 y 34).
Abenia.—Memorias sobre el Rif 1.
Amicis —Marruecos.
Jaime 1.—Crónica Histórica.
Lichnowsky.—Recuerdos de la Guerra Carlista.
Querol.—Las Milicias valencianas,
Varios—Atlas Internacinaí
Larou.sse.
F. Martín ez.—Tratado Iberoamericano de Medicina In
terna.
Varios.—Ailied Intelligence Bureau.
Branon-T.arr-Keller.—Elementos
de Geología.
G. Roton.—A±nées Cruciales.
Colonel Gautart.—Le Corp. Expéditionnaire Français.
Joseph Restany.—Une Entre prise Clandestine sous
l’Océupation Allemande.
Pierre Keller.—La División de MeIr (42. D. 1.).
Gosta Moberg.—La Légion Etrangére.
P. Jouffrault.—Les Spahis Au Fen.
Pia Laviosa—Origén y Difusión de la Civil’Lración.
Hugo Hassinger.—Fundamentos Geográficos de la Histone.
José Luis Cómeilas.—Los Primeros Pronunciamientos
en España.
José M. Ots Capdequi.—Instituciones
(tomo XIV),
Historia de América.
Melchor Ferrer.—Histonia del Tradicionalismo Español.
Robert S. Quimby.—Tke Background of Napoleortic
Warf are.
Menéndez Pidal.—La Chanson de Roland.
Robert Jungk.—Más brillante que mil Soles.
André Barbault.—Defensa 5 Ilustración de la Astro lo-
Oficinade viajes Universitarios
y Juvenilesdel S. E.U.
Entidad colaboradora de la Comisaría de Protección
Escolar del Ministerio de Educación Nacional.
TRAMITA:
Matrícula en los cursos de verano para extranjeros
eii España.
Tnscripción en los cursos de verano de doscientos cen
tros docentes de Europa.
Pasaporte
El
Internacional de Seguro (ISIS).
Solicitudes individuales de intercambio personal con
extranjero.
el
La Tarjeta Internacional de Identidad para el estu
diarte.
Asistencia a Campos Internacionales de Trabajo y
Centros de Vacaciones.
Tarjeta de
de Juventud.
Socio
La de la Federación Internacional
cíe Albergues
Asistencia
a los Albergues de Verano del S. E. 15.
A CF1 L 1 T A
sobre
Información
camping en Europa.
1amien tos individuales
Alo
y colectivos.
de Obtención
billetes y pasajes para todos los trans
portes.
Asistencia
a Centros de Vacaciones, Cursos de Verano
Campos yInternacionales de Trabajo en el extranjero.
ORGANIZA:
Viajes colectivospor España y el extranjero.
de conversación
Clubs
en lenguas extranjeras.
Excursiones
a cercanías.
Vuelos
especiales
para estudiantes.
de Vacaciones
Centros en España.
Campos Internacionales de Trabajo en España.
-
CENTRAL:
Madrid,
Glorieta de Quevedo, 8, 2.°. Teléfonos: 576803
232724y (38).
AGENCIAS:
BARCELONA: Avda. de José Antonio, 615. Teléfono
Gran319804.—BILBAO:
Vía, 62. Teléfono 15033.—CADIZ:
Duque ae 29.
Tetuán,
16. Teléfono
12610—GRANADA:
San Jerónimo,
Teléfono
2729.—LA
LAGUNA: Herra
59. Tléfonos dores,
9726 y 9909.—MURCIA: Santo Do
mingo, 11 y 13. Teléfono 4603.—OVIEDO: Rúa, 6. Telé
fono 8993..—4PALMA:
Jaime, 33.
PlazaLAMANCA:
de San
los Bandos,
1. Teléforo
Teléfono 11858.—SA4247.—SAN
SEBASTIAN: Avda. de España, 35. Teléfono 22779.—
SANTANDER:
Pasaje
Arcillero, 1.
Teléfono
SANTIAGO: Plaza
de del
los Literarios
(Casa
de la 25940.—
Parra).
1966.—SEVILLA:
Teléfono
Cuna, 20. Teléfono 16834.—
VALENCIA:
Calle del Mar, 74. Teléfono 217378.—VA
LLADOLID:
Gamazo,
7. Teléfono 6448.—VIGO:
García
Barbón,
3. Teléfono
2123.—ZARAGOZA:
Avda. Calvo
Sotelo, 21.—PAMPLONA: Paulino Caballero, 13. Teléfono
1617.
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