Documento descargado de http://www.elsevier.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CASO CLÍNICO Dos casos de complicaciones graves tras radiofrecuencia pulmonar S. Hervilla Ezquerra1, S. García del Valle2, J. M. Oliver3, T. Hernández Cabrero3, R. de la Cruz3, J. E. Armijo3 Áreas de Anestesiología, Reanimación y Cuidados Críticos y Diagnóstico por Imagen. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Alcorcón, Madrid. Serious complications after pulmonary radiofrequency ablation: report of 2 cases Abstract Radiofrequency ablation can be used to treat primary or metastatic pulmonary tumors when surgery is not indicated or involves high risk. Although this technique is less invasive than surgical resection, it is not free of risk for complications and adverse events, especially when it is used in patients with serious respiratory disease in whom comorbidity is common. We report 2 cases of serious complications. One was an intractable air leak that led to death. The other was a large hemothorax that was brought under control in the radiology procedure room. We review the literature on this technique as well as recommendations that contribute to making it as safe as possible. Keywords: Lung cancer. Thermal ablation. Radiofrequency ablation. Resumen La radiofrecuencia es una técnica alternativa para el tratamiento de tumores pulmonares, primarios o metastásicos, aplicable cuando la cirugía no está indicada o implica un elevado riesgo. Aunque menos agresiva que la resección quirúrgica, la técnica no está desprovista de posibles complicaciones y efectos secundarios, máxime cuando se aplica sobre pacientes con una patología respiratoria grave y frecuente comorbilidad. Presentamos dos complicaciones graves, una fuga aérea intratable que causó el fallecimiento del paciente y un hemotórax de gran cuantía que pudo ser controlado en la propia sala de radiología. Se revisa la literatura sobre el tema y las recomendaciones para hacer la técnica lo más segura posible. Palabras clave: Cáncer de pulmón. Ablación térmica. Radiofrecuencia. INTRODUCCIÓN La radiofrecuencia (RF) consiste en la aplicación directa de una corriente eléctrica alterna a través de una aguja específica. La corriente, al inducir el movimiento de las moléculas, produce calor local en el tejido circundante a la aguja. Cuando un tejido se calienta a más de 50ºC durante al menos 5 minutos se produce una necrosis por coagulación con desnaturalización de las proteínas, desactivación enzimática y muerte celular de manera casi instantánea. Si la temperatura excede los 105-110ºC se puede producir carbonización con formación de gas que provoca una cavitación1. Las células tumorales muertas gradualmente son reemplazadas por un tejido cicatricial. La ablación de tumores pulmonares de forma percutánea mediante RF es una alternativa a la resección quirúrgica. Aunque las tasas de morbilidad y mortalidad perioperatorias son menores que en la resección quirúrgica, se han descrito complicaciones graves. CASOS CLÍNICOS Presentamos aquí dos complicaciones graves, una fuga aérea incontrolable y un hemotórax masivo, la primera de las cuales provocó el fallecimiento del paciente. Caso 1 Varón de 72 años, fumador de 40 cigarrillos al día desde la juventud hasta 3 años antes y con los siguientes antecedentes médicos: cardiopatía isquémica, con infarto de miocardio tratado con revascularización quirúrgica y disminución importante de la función sistólica (FE 0,35); enfermedad pulmonar crónica tipo enfisema con disnea a pequeños esfuerzos; laringuectomía radical y linfadenectomía cervical dos años antes por carcinoma epidermoide de laringe seguida de radioterapia y quimioterapia. Un año antes se realizó una sesión de RF por un carcinoma de células grandes en el lóbulo superior del pulmón izquierdo sin incidencias. En el episodio actual, en un tomografía computarizada (TAC) de control, se detectó un nuevo nódulo subpleural en el lóbulo superior izquierdo de 47,8 mm de diámetro. Se indicó una nueva sesión de RF, ya que su mala función pulmonar (FVC 23% del valor teórico, FEV1 20%, FEV1/FVC 46%) desaconsejaba la resección quirúrgica. La técnica se realizó con el paciente en posición de decúbito prono. Tras la monitorización estándar, se colocó una cánula de traqueotomía con balón y se conectó al paciente a un circuito circular respirando espontáneamente una mezcla de oxígeno:aire (FiO2 0,60), sevofluorano (FET 0,5-1,5%) y remifentanilo. Debido al gran tamaño del tumor, se aplicaron hasta Especialista en Anestesiología y Reanimación. 2Jefe de Unidad. 3Especialista en Radiodiagnóstico 1 Aceptado para su publicación en septiembre de 2011. Correspondencia: S. Hervilla Ezquerra. Unidad de Anestesiología y Reanimación. Área de Anestesia y Cuidados Críticos. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. C/ Budapest, 1. 28922 Alcorcón (Madrid). E-mail: [email protected] Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:521-523 521 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. S. Hervilla Ezquerra et al siete ciclos de RF en diferentes puntos del nódulo (Figura 1a) lo que prolongó la técnica por espacio de cuatro horas. Al finalizar el procedimiento, con el paciente clínicamente estable, se detectó un neumotórax en el lado de la punción que precisó la colocación de un drenaje pleural calibre 6F (Figura 1b) conectado a un sistema de tres cámaras con sello de agua y aspiración continua entre -10 y -20 cm de agua. Comprobada la expansión pulmonar adecuada, se trasladó al paciente a la unidad de reanimación en situación estable, en ventilación espontánea y con una SpO2 superior al 95%. A los pocos minutos, presentó disnea y taquipnea progresivas con una desaturación arterial de oxígeno importante y un enfisema subcutáneo con crepitación en el cuello, el tórax y los hombros. Una radiografía de tórax objetivó la presencia de un neumotórax, por lo que se colocó un nuevo drenaje torácico calibre 28F, conectado a Pleur-evac, en línea medio-clavicular con salida de aire a tensión y mejoría inmediata de la mecánica respiratoria y la SpO2 comprobándose radiológicamente la posterior expansión completa del pulmón. En las horas siguientes, a pesar de salida continua de aire por el drenaje torácico el paciente desarrolló un enfisema subcutáneo masivo extendido desde las órbitas y cara por el cuello, el tórax y el abdomen hasta la raíz de las piernas y que provocó un cuadro de hipoxemia progresiva y recurrencia del neumotórax, que en esta ocasión no desapareció tras recolocar el tubo de drenaje. A las 24 horas de realizada la RF el paciente presentó hipoxemia y acidosis respiratoria graves, que no mejoraron con asistencia ventilatoria en modo soporte de presión a 12 cm H2O sin PEEP) ni con ventilación a presión positiva intermitente, persistiendo hipoxemia e hipercapnia graves y salida continua de aire por el tubo de drenaje. Ante esta situación, con el paciente sedado y relajado, se intentó ventilar selectivamente el pulmón derecho, lo cual no resultó posible por una hipoxemia muy intensa. Aunque el neumotórax desapareció, la fuga aérea era continua y el paciente presentaba un enfisema subcutáneo masivo que se extiendía ya por todo el cuerpo, incluidas las piernas hasta las rodillas y brazos hasta las manos. La hipoxemia y la hipercapnia progresaron, falleciendo el paciente a las 48 horas del procedimiento. Caso 2 Varón de 68 años diagnosticado dos años antes de cáncer de recto y sometido por ese motivo a una resección anterior de rec- to. En un TAC de control a los 12 meses se aprecian dos metástasis pulmonares que son tratadas con RF sin incidencias. En el momento actual apareció una nueva lesión pulmonar en lóbulo inferior izquierdo subsidiaria de RF. Durante el procedimiento se realizaron 2 ciclos de RF, de 12 y 5 minutos, en la misma sesión. Tras el segundo ciclo y ya retirada la aguja de RF, la TAC mostró un hemotórax de gran volumen (Figura 2a). Se insertó un tubo de drenaje obteniendo 1 litro de sangre en pocos minutos sin observar descenso en el ritmo de sangrado en los minutos siguientes por lo que se decidió embolizar la lesión sangrante. Se optó por la anestesia general con ketamina y succinilcolina y ventilación mecánica, manteniendo la anestesia con sevofluorano (FET 1-2%) y remifentanilo. Se embolizó mediante “coils” de las ramas distales de las arterias pulmonares (Figura 2b) con cese inmediato del sangrado por el tubo de drenaje pleural. Se cuantificó 3 litros de sangre. El paciente recibió tres unidades de concentrados de hematíes. Fue trasladado a la unidad de reanimación en ventilación mecánica y sedado con propofol, y estable. En la radiografía de tórax de control se apreció un pequeño derrame sin neumotórax. Se extubó a las 6 horas del procedimiento, se trasladó a la sala de hospitalización a las 24 horas y fue dado de alta del hospital a los 7 días. DISCUSIÓN Aunque la tasa de complicaciones graves de la RF es baja, las descritas aquí ocurrieron en una serie de 64 pacientes. No es infrecuente el neumotórax con una prevalencia entre el 29 y el 52%2-6. Generalmente son pequeños y se resuelven espontáneamente o con un drenaje percutáneo. Menos frecuentes son la infección (1%), la hemorragia (<1%) y la fístula broncopleural (<1%), la cual puede llegar a provocar un neumotórax intratable tal y como ocurrió en el primer paciente. Varios estudios han tratado de determinar los factores de riesgo relacionados con la aparición de neumotórax tras RF. Se ha visto que hay una relación con el tamaño de la lesión (a mayor tamaño mayor riesgo), la profundidad de la lesión (proximidad a pleura) y con la presencia previa de patrón pulmonar enfisematoso; sin embargo, no se ha Figura 1. Caso nº 1. A: Aguja de radiofrecuencia desplegada dentro de la lesión tumoral. B: neumotórax y enfisema subcutáneo extenso tras la prueba. 522 Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:521-523 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Dos casos de complicaciones graves tras radiofrecuencia pulmonar Figura 2. Caso nº 2. A: hemotórax izquierdo al final de la radiofrecuencia. B: arteriografía mostrando la embolización de los vasos causantes del hemotórax. encontrado relación con el número de pases por la lesión para colocar la aguja, la duración de la RF, ni la intensidad ni la temperatura alcanzada en la lesión7. En este caso, el tamaño de la lesión y el enfisema grave tuvieron un papel en el desarrollo de la complicación. En cuanto a la primera cuestión, la indicación de RF se realizó con un tamaño de lesión menor, pero llegado el momento de la realización del procedimiento se apreció en el TAC un aumento importante del tamaño tumoral. Se ha estudiado mucho la indicación de RF para un control local demostrándose una menor recurrencia de lesiones tumorales en aquéllas que presentan menor tamaño (lo ideal es menor de 3 cm) y las que se encuentran más alejadas de los vasos sanguíneos8. Otros factores incluyen: menos de 5 lesiones, separación de estructuras vitales como son bronquios principales y una zona de necrosis alrededor de la lesión tratada. El importante el patrón enfisematoso del paciente, probablemente favoreció el desarrollo y la persistencia de la fuga aérea, siendo especialmente llamativo el enfisema subcutáneo que presentó el paciente. No puede descartarse que quedara alguno de los orificios a nivel subcutáneo, de tal forma que en la fuga de aire parte fuera al exterior y parte quedara subcutáneo. Otro de los diagnósticos que barajamos fue la generación de un trayecto fistuloso bronco-pleuro-subcutáneo que favoreciera la distribución del aire hacia el espacio subcutáneo. Se han publicado algunos casos de enfisema subcutáneo asociados a la colocación de drenajes torácicos9. Todas las medidas intentadas en este paciente resultaron infructuosas. El segundo paciente presentó un hemotórax cuantioso (en total cerca de 3 litros) que cedió al realizar una embolización. Desde los comienzos de la técnica en el 2000, cada vez se van realizando más sesiones en el mismo paciente y no es infrecuente tratar con RF tumores que aparecen en revisiones posteriores tras una técnica anterior. Con cierta frecuencia se observan nuevos nódulos (por eliminación incompleta o de nueva aparición) en la cicatriz de la RF previa. Probablemente, las complicacioRev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:521-523 nes en estos pacientes sean más frecuentes y graves debido a que el tejido sobre el que se realiza la RF es un tejido cicatricial y necrosado. Al colocar un drenaje rápidamente, la ventilación del paciente no se vio comprometida en ningún momento. Este paciente no tenía ninguna enfermedad pulmonar basal que dificultara el tratamiento anestésico. La RF es una alternativa que se debe tener en cuenta como opción terapéutica en aquellos casos en los que está desestimada la cirugía. Siendo menos agresiva que la cirugía, no es una técnica exenta de riesgos y debe indicarse de forma individualizada. BIBLIOGRAFÍA 1. Goldberg NS, Dupuy DE. Image guided radiofrequency tumor ablation: challenges and opportunities– part I. J Vasc Interv Radiol. 2001;12:1021–32. 2. Yasui K, Kanazawa S, Sano Y, Fujiwara T, Kagawa S, Mimura H, et al. Thoracic tumors treated with CT-guided radiofrequency ablation: initial experience. 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