359897. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XLIV, Pág. 473. EJECUCION DE SENTENCIAS DE AMPARO, RECURSOS DE TERCEROS EXTRAÑOS AFECTADOS POR LAS. Es indiscutible que, en principio, las resoluciones en los juicios de garantías, así como las determinaciones tomadas para ejecutar lo resuelto en esos juicios, como en los de cualquier otra clase, no pueden perjudicar a terceras personas que no litigaron y que, por tanto, no fueron oídas en esos mismos juicios; pero esas resoluciones y esos procedimientos de ejecución en los juicios de amparo, por la especial naturaleza de dichos juicios, no pueden dar lugar a otro juicio de garantías, sin infringir el sistema constitucional, y sin desvirtuar la técnica de la institución, según lo determinan las fracciones I y II del artículo 43 de la Ley de Amparo, con apego estricto a la teoría esencial del juicio de garantías. Si se aceptara que el acto de ejecución que afecta a terceros extraños pudiera, por esta circunstancia, ser sometido a otro juicio constitucional, por una parte, se correría el riesgo de que en ese nuevo juicio de amparo se discutiese, aunque sólo fuera implícitamente, la constitucionalidad de lo resuelto en el anterior, con notorio desacato a la teoría fundamental del juicio de garantías; y por otra parte, se daría oportunidad para retardar el cumplimiento de la ejecutoria de amparo, que debe ser inmediata, permitiéndose, además, la multiplicación sucesiva de los litigios, con mengua de la efectividad de la justicia. La conclusión de que los terceros extraños no pueden proponer la queja, en realidad se funda en un mero escrúpulo técnico, derivado de las circunstancias de que no fueron parte en la controversia constitucional; pero ese escrúpulo debe ceder ante la consideración de que en el procedimiento de la queja se oye a dichos terceros, se les permite hacer valer sus defensas, y se atienden sus derechos; pues dado que no hay un procedimiento definido para la sustanciación de dicha queja, la práctica de los tribunales se ha pronunciado en el sentido de admitir, con toda liberalidad, cuantas pruebas e informaciones aduzcan los interesados; además, si de lo que propiamente se trata es de determinar el significado y alcance práctico de la ejecutoria de amparo, es decir, de una decisión judicial que tiene ya la fuerza de la cosa juzgada, parece que lo más racional y sencillo es declarar y apreciar en la queja, que debe ser y es un mero incidente en el procedimiento de ejecución, hasta donde llega ese alcance, con relación a los terceros, y no obligar a éstos a que ejerciten una acción de garantías, en otro juicio diverso, con todas las cargas que, por ley, incumben a los actores, y con todas las dilaciones a que ineludiblemente da lugar la instauración de ese distinto procedimiento. Por último, no es exacto que al definir en la queja el alcance y efectos de la ejecutoria de amparo, con relación a terceros, se juzga de casos distintos del especial sobre el que versó el amparo y que se extienda la ejecutoria a otra cuestión legal diversa de la contenida en la demanda, lo cual prohiben las fracciones I y VIII del artículo 107 constitucional, pues la protección en el caso especial sobre el que versa la queja, como previene la primera de esas fracciones, no debe reducirse a una mera declaración teórica sin efectividad práctica, sino a la determinación real y actual, de la situación jurídica del amparo y, por consiguiente a proporcionarle plena y completa restitución de hecho, de todo aquello a que tiene derecho, y al determinarse la significación de la ejecutoria con respecto a terceros, no se decide una cuestión legal diversa de la contenida en la demanda, contra la prohibición que expresa la segunda de las fracciones citadas, únicamente se aclaran y puntualizan todas las consecuencias y toda la transcendencia de la resolución dada a esa cuestión propuesta. Por las razones anteriores, debe fijarse en criterio de la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia, en el sentido de que es procedente resolver en cuanto al fondo, la queja que por exceso o defecto de ejecución, proponga un tercero extraño, que no litigó en el juicio de amparo. -1- 359897. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XLIV, Pág. 473. Queja en materia civil 291/34. Hernández Joaquín H. y coagraviados. 6 de abril de 1935. Unanimidad de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. -2-