Madres tutoras acogen a alumnos de zonas apartadas

Anuncio
Madres tutoras acogen a alumnos de zonas
apartadas
 Las primas Nicole (16) y Vania Layana (16) y Haylin Collao (14) son
hijas de crianceros. Viven en apartados y dispersos caserÃ-os
precordilleranos de Cárcamo, al interior de Monte Patria, donde la
sequÃ-a ya ni siquiera es noticia; es una tragedia ignorada.
Las tres adolescentes, al igual que otros diez de sus primos, viven en
precarias viviendas donde el agua y la luz son casi un milagro, la
televisión llega porque Dios es grande y la señal del celular hay que
buscarla subiendo y bajando cerros en busca del bendito satélite, dicen
los más conectados.
Â
Nicole, Vania y Haylin, son las “hijas adoptivas― de AÃ-da Palta, una
vecina que no sólo vende repuestos de vehÃ-culos en su casa, sino que
acoge desde hace quince años a los niños y niñas de Cárcamo para
brindarle alojamiento, alimentación, afectos y cuidados, con tal
dedicación que hasta las lleva al médico cuando alguna de ellas enferma.
Â
Ellos, cada semana son recibidos por 224 familias tutoras que abren las
puertas de sus casas y también sus corazones para que esos estudiantes
puedan continuar sus estudios en un ambiente que no sólo asegura la
continuidad del aprendizaje, sino también irradie el cariño, los
consejos y valores que les permita competir en igualdad de condiciones
con otros alumnos de la ciudad.
Â
En todos los casos, la JUNAEB entrega un aporte a las familias tutoras de
$ 57 mil por cada estudiante de educación básica o media y de $ 83 mil
por cada universitario.
“Al principio cuesta adaptarse, pero uno se acostumbra porque nos tratan
como si fuéramos verdaderas hija. Acá recibimos todo. Y lo principal es
el cariño―, cuenta Vania Layana que estudia segundo medio en el Liceo
República de Chile.
Â
En el caso suyo, alberga a Franco Araya Araya (16), su hermano Iván (13)
y a MarÃ-a José Michea (18). Para ellos construyó dos habitaciones con
baño privado y hasta sala de estudios.
Â
“Las familias tutoras de Monte Patria son un ejemplo. Tenemos familias que
durante veinte años reciben estudiantes que vienen del campo y que sin
esa ayuda no podrÃ-an seguir estudiante―, agrega Carlos Meléndez,
funcionario de Educación Municipal y coordinador de la JUNAEB en Monte
Patria.
Â
Apoyo municipal
Â
“Obviamente, la municipalidad colabora y complementa el trabajo que está
haciendo la JUNAEB, particularmente su director regional. El programa nos
está entregando un resultado muy positivo y nosotros no dejaremos de
apoyarlo en beneficios de nuestros niños―.
Â
“Estamos orgullosos de trabajar con el municipio para darle una
alternativa real a estos jóvenes. Cuando decimos que hemos hecho la
promesa de emparejar la cancha, la cumplimos dÃ-a a dÃ-a con ejemplos
como estos. Hay familias muy esforzadas y le damos gracias a nuestra red
de colaboradores y a las tutoras para hacer realidad esta iniciativa de
la JUNAEB―.
Â
Y como testimonió, finalmente, Nicole Layala, alumna de cuarto medio,
con promedio de nota 6.8, acreedora de las becas Presidente de la
Republica, residencia familiar, alimentación escolar y útiles
escolares, “sin esa ayuda mi destino era quedarme en el campo ayudando en
la casa, pero ahora sueño con llegar a la universidad―.
Â
Nuevas postulaciones
Â
En ese nuevo hogar el alumno recibe alimentación, alojamiento, afectos y
cuidados que favorecen su desarrollo integral y permanencia en el sistema
educacional.
La iniciativa de la JUNAEB está dirigida a estudiantes en condición de
vulnerabilidad socioeconómica, es decir, de escasos recursos, que
requieren trasladarse para continuar estudios a otras ciudades porque en
sus respectivas localidades no existen establecimientos o porque la
oferta de los mismos no satisface el interés de los jóvenes.
Agregó Olivares que el plazo para inscribirse en el programa comenzará
este 21 de octubre y se prolongará hasta fines de diciembre.
Descargar