La Comprensión en tus Manos 2 º Medio

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Módulo de Comprensión Lectora
La Comprensión en tus Manos
2 º Medio
La Comprensión en tus Manos
Módulo de Comprensión Lectora
Para el estudiante
Estimado estudiante, en este módulo de comprensión
lectora, podrás encontrar una serie de texto junto a una variedad
actividades, que te ayudarán a mejorar tus habilidades de
comprensión lectora.
Cada actividad aquí contenida posee sus respectivas
instrucciones que permitirán que las desarrolles de manera
adecuada, dichas actividades están orientadas a fortalecer tus
capacidades de comprensión, interpretación y creación.
¡Te deseamos éxito!
Para el Profesor
Estimado profesor, en este módulo de comprensión lectora,
encontrará una serie de textos, sugeridos por el ministerio de
educación para ser tratados en segundo año de enseñanza
media.
Las actividades que acompañan a estos textos apuntan a
fortalecer la comprensión lectora de los estudiantes. Para dicho
propósito usted encontrará en este módulo actividades que
potenciarán habilidades de comprensión, interpretación, y
creación a partir de sus lecturas.
Para el desarrollo de estas actividades recomendamos que
usted en su práctica docente propicie un clima de aprendizaje
óptimo, además de fomentar una actitud reflexiva en sus
estudiantes.
Aprendizajes esperados
-Conocer y aplicar estrategias de pre, durante y postlectura
-Comprender textos de manera global
-Reflexionar críticamente sobre la importancia de aplicar
estrategias de lectura.
Autores
René Álvarez / Camilo Andrade / Bárbara Sánchez
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La Comprensión en tus Manos
Estimado estudiante, en este módulo de comprensión lectora
encontrarás una serie de textos que te ayudarán a mejorar tus hábitos y
estrategias de lectura. ¡Vamos a ver!
Antes de comenzar a leer…
¿Qué debemos hacer antes de leer un texto cualquiera?
Antes de leer un texto debemos prepararnos para la lectura y hacernos
una Hipótesis sobre él.
La Hipótesis logramos hacerla de una manera bastante simple que
consiste en, mirar detenidamente todas las imágenes que nos presenta
así como su título y subtítulo. Estos elementos nos brindarán una
especie de “adelanto” del tema sobre el que tratará el texto que nos
disponemos a leer.
Ahora que conoces esta importante información ¡A ejercitar!
*Hipótesis: suposición de algo posible o
imposible para sacar de ello una
consecuencia.
(Fuente: RAE)
Ejercicio: Como ya conoces que debes hacer antes de leer, te
invitamos a desarrollar la siguiente actividad.
Título: “Somos enemigos naturales”
En las siguientes líneas escribe la idea que te da el título propuesto y
genera tu propia hipótesis.
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La Comprensión en tus Manos
Continuemos trabajando…
Para continuar aprendiendo estrategias de pre-lectura
continuaremos ejercitando. ¡Prepárate!
Ahora que miraste bien la
imagen que te presentamos,
escribe lo que se te vino a la
mente gracias a ella.
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Ahora amigo, ¿qué sucede si juntamos las ideas que
nos dio el título con las dadas por la imagen? Escribe lo
que piensas al tomar en cuenta título e imagen.
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La Comprensión en tus Manos
Estrategias durante la lectura
Si queremos Comprender lo que leemos es necesario
que hagamos algunas cosas más que leer… y adivina,
eso es lo que aprenderemos a continuación.
Mientras lees puedes utilizar una serie de estrategias que te ayudarán a
mejorar este proceso, algunas de estas estrategias son:
Subraya ideas importantes (Principales): Al subrayar o destacar las ideas
que consideres más importantes podrás identificar “las ideas principales
del texto” que te permitirán tener una visión global de éste y realizar
síntesis una vez que termines de leer.
Pon títulos a los párrafos: ¿Cómo poner un título a los párrafos?, es muy
simple solo debes poner un título que te permita recordar la temática
general del párrafo. Esta estrategia te servirá también para realizar una
síntesis post-lectura.
Toma nota de tu lectura: Al avanzar con tu lectura, en un cuaderno, en
una libreta de notas o simplemente en las orillas del texto ve haciendo
anotaciones sobre tu lectura, estas notas pueden ser datos importantes,
cosas que desconozcas o simplemente información que te permita
recordar lo que estás leyendo.
Busca palabras desconocidas: En todos los textos existen palabras que
desconocemos o que nos causan ciertas dudas, son aquellas palabras las
que debemos buscar en un diccionario y de esta forma aclarar nuestras
dudas. ¿para que sirve esto? Para algo muy importante ENTENDER
MEJOR LO QUE ESTAMOS LEYENDO.
Hazte preguntas mientras lees: A medida que avanzas con tu lectura es
importante que te vayas haciendo cuestionamientos, puedes elegir hacer
preguntas sobre un párrafo, una página, un capítulo o el texto completo,
esto te servirá para mantener fresco lo que vas leyendo e ir resolviendo
dudas que puedan surgir a lo largo de tu lectura.
Predice lo que sigue: Al intentar predecir lo que dirá el texto mantendrás
un papel activo en tu lectura y podrás ir generando hipótesis de lectura e
irte adelantando.
4
La Comprensión en tus Manos
Pongámoslo en Práctica
Ya haz aprendido algunas estrategias de mejora durante la lectura, es
hora de aplicarlas, para ello te presentamos algunas actividades que
deberás desarrollar.
Instrucciones: Lee siguiente texto y desarrolla las actividades
que se te presentan a continuación.
Encuentran Oxígeno en un satélite de Saturno
Haz una hipótesis de
lectura a partir del título
La sonda Cassini de la NASA ha captado iones de oxígeno
molecular alrededor de Dione, una luna helada de Saturno, lo que confirma la
presencia de una atmósfera muy tenue.
Los iones de oxígeno son muy escasos (uno por cada 11 centímetros cúbicos),
mostrando que Dione tiene una atmósfera neutra extremadamente delgada.
La detección de esta atmósfera tenue, conocida como exosfera, se describe en
un reciente número de la revista Geophysical Research Letters.
Ahora sabemos que Dione, al igual que los anillos de Saturno y su luna Rhea,
es una fuente de moléculas de oxígeno indicó Robert Tokar, un miembro de la
misión Cassini en el Laboratorio Nacional de Los Álamos.
Varios cuerpos sólidos del sistema solar, incluyendo la Tierra, Venus, Marte,
Saturno, la luna, etc, tienen atmósferas. Sin embargo, tienden a ser más
densas que lo que se ha encontrado alrededor de Dione.
Los científicos de Cassini detectaron una exosfera alrededor de la luna Rhea
de Saturno en 2010, muy similar a Dione. La densidad de oxígeno en la
superficie de Dione y Rea es de alrededor de 5 billones de veces menos
densa que la atmósfera de la Tierra.
Los científicos no creían que Dione, por su pequeño tamaño, pudiera tener una
atmósfera. El nuevo descubrimiento convierte este pequeño satélite en
un objeto de estudio mucho más que interesante.
La sonda Cassini, lanzada en 1997, es una misión en la que participan
la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial
Italiana cuyo objetivo es estudiar los cambios climáticos en Saturno y en sus
lunas.
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La Comprensión en tus Manos
Actividades
Ahora que leíste el texto desarrolla las siguientes
actividades.
1. Subraya o destaca las ideas principales del texto.
2.Coloca un título apropiado para cada párrafo del texto:
Párrafo 1:__________________________________________________
Párrafo 2:__________________________________________________
Párrafo 3:__________________________________________________
Párrafo 4:__________________________________________________
Párrafo 5:__________________________________________________
Párrafo 6:__________________________________________________
Párrafo 7:__________________________________________________
3. Con ayuda de un diccionario busca las siguientes palabras y selecciona otras
dos que desconozcas. (Algunas palabras pueden tener más de un significado
selecciona el más edecuado)
Ión:_____________________________________________________________
Tenue:___________________________________________________________
Densas:_________________________________________________________
……………..:______________________________________________________
……………..:______________________________________________________
4. Re-lee el primer párrafo del texto y responde en tu cuaderno ¿quién
encontró iones de oxigeno alrededor de Dione? Ahora selecciona tres párrafos
del texto y haz preguntas similares a la anterior, anótalas en tu cuaderno y
respóndelas.
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La Comprensión en tus Manos
Continuemos aprendiendo
Nuestra tarea no concluye al terminar de leer un texto, después de
ello debemos realizar una serie de actividades de post-lectura que
nos permitirán fijar el contenido del texto en nuestra memoria y
comprenderlo de manera completa y global.
Estrategias de post-Lectura:
1.
Ahora que leíste completamente el texto puedes comprobar o
desmentir la hipótesis que formulaste en la etapa de pre-lectura.
2. Resume el texto, ¿Cómo haces eso? Puedes hacerlo tomando los
títulos que creaste para cada párrafo y transformarlos en un texto
que dé una visión global del texto.
3. Sintetiza. La diferencia entre una síntesis y un resumen es que en la
síntesis utilizas tus propias palabras para de cierta forma “explicar
sobre que trata el texto”.
4. Toma las ideas principales (si, esas que destacaste durante la
lectura), y construye un esquema, este te permitirá relacionar las
ideas y obtener una visión global del texto.
5. Haz una valoración del texto, mencionando y explicando que te
pareció bueno y/o malo y las razones por las que crees eso.
6. Realiza cuestionamientos sobre el texto que te permitan recordar lo
leído.
Otras estrategias:
-
-
En algunos textos puedes llevar a cabo otras actividades de postlectura, como por ejemplo:
Cambiar el final del texto o partes de él dándole un sentido diferente
al que tenia.
Cambiar el título del texto por uno que te parezca más apropiado.
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La Comprensión en tus Manos
A practicar!
Luego de conocer las estrategias de Post-lectura es hora de
ejercitarla con las siguientes actividades.
Actividades de post-lectura: A partir del texto “Encuentran Oxígeno en
un satélite de Saturno” realiza las siguientes actividades dirigidas a
fortalecer tus habilidades de post-lectura.
1. En las siguientes líneas, reescribe tu hipótesis de lectura y señala si
era correcta o incorrecta.
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2. En tu cuaderno escribe: -Un resumen del texto.
- Una síntesis del texto.
3. Tomando en cuenta las ideas principales que destacaste en el texto
construye en tu cuaderno un mapa conceptual o esquema resumen.
4. Busca otro título apropiado para el texto y escríbelo en estas líneas.
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5. Realiza una valoración positiva o negativa del texto y de la información
entregada en él, recuerda fundamentar apropiadamente tu respuesta.
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Ahora que ya conoces estrategias
de pre, durante y post-lectura,
estás en condiciones de realizar
los ejercicios que te presentamos
más adelante.
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La Comprensión en tus Manos
Pongamos en práctica lo aprendido
Ahora que ya conoces las estrategias para realizar una lectura comprensiva,
te invitamos a desarrollar en tu cuaderno las siguientes actividades para
ejercitar lo aprendido. ¡Anímate!
Anticipo mi lectura
Lee el título y observa la imagen de la noticia de la siguiente página y elabora tu
hipótesis acerca de lo que crees que tratará el texto.
Durante mi lectura
Ahora lee la noticia completa utilizando las estrategias de durante la lectura aprendidas.
1- Subraya la idea importante de cada párrafo.
2- Pon títulos a los párrafos.
3- Toma notas a medida que vas realizando la lectura.
4- Busca las palabras que te sean desconocidas en el diccionario.
5- Hazte preguntas mientras lees.
6- Realiza predicciones acerca de lo que creas que puede seguir en el texto.
Después de mi lectura
Ahora, que ya leíste el texto completo y utilizaste las estrategias de pre y durante
la lectura realiza lo siguiente:
1- Confirma o rechaza la hipótesis que hiciste en la etapa de pre-lectura.
2- Hace un resumen de la noticia leída.
3- Hace una síntesis de la noticia leída.
4- Responde las siguientes preguntas:
¿Qué hecho se presenta en la noticia?
¿Cómo se llevaría a cabo el proyecto expuesto en la noticia?
¿Cuál es el fin del proyecto enunciado en la noticia?
¿Qué titulo le pondrías a la noticia? Inventa uno.
¿Crees que en el futuro será posible viajar al espacio en ascensor?
No olvides que si tienes alguna duda puedes
revisar las estrategias de comprensión lectora
en las páginas anteriores
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La Comprensión en tus Manos
¿Será posible ir en ascensor hasta el
espacio?
Una empresa japonesa planea construir un elevador que subiría
hasta los 36.000 kilómetros de altura en 2050. Tardaría más de siete
días en llegar a su máxima altura y circularía a 200 kilómetros por
hora.
Por Equipo El Obsertodo
376 Lecturas
29 de Febrero, 2012 09:02
La firma japonesa Obayashi, a
cargo de la idea, anticipa que
será una competencia directa de
los vuelos turísticos
espaciales que planea Virgin
Galactic para dentro de dos
años.
La directora del proyecto
explicó a los medios nipones que
el dispositivo estará constituido
por una cuerda que será fijada a
la superficie de la Tierra,
mientras que el otro extremo
será consolidado en el espacio
con una contrabalanza que se
sostenga con la ayuda de la
fuerza centrífuga terrestre.
Sin embargo, también reconoció
que aún quedan "cabos sueltos"
en este proyecto ya que, hasta
ahora, se desconoce cuál sería
el costo total de este ascensor y
cuál será el tipo de cabina
montacargas que se deberá
utilizar.
En principio, la idea de la
empresa japonesa es enviar
mercancía más allá de la
atmósfera terrestre, pero el fin de
este
proyecto
es
que
las personas puedan viajar al
espacio.
Fuente: http://www.elobservatodo.cl/noticia/tecnologia/sera-posible-ir-en-ascensor-hasta-elespacio
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La Comprensión en tus Manos
Evaluación
Ahora, que ya hemos aprendido y practicado las
estrategias de comprensión lectora, es el momento de
poner a prueba lo aprendido.
A continuación te presentamos un cuento del escritor
uruguayo Mario Benedetti, léelo con detención, observa
las imágenes que se presentan y realiza lo siguiente en tu
cuaderno:
Escoge dos estrategias de pre, durante y post lectura y
utilízalas para la lectura del texto.
Luego de que ya aplicaste estas estrategias registrando
todo en tu cuaderno responde las siguientes preguntas:
1- ¿Cuál es el tema central del texto?
2- ¿Por qué Raimundo quiso aprender a ladrar?
3- ¿Qué relación existe entre amor y comunicación?
4- ¿Qué mensaje entrega el texto? Opina.
Ya finalizada la actividad, comparte las estrategias que
utilizaste y tus respuestas con el resto curso, guiados por
el profesor, para comparar y corregir el trabajo hecho.
Ya verás como utilizando las estrategias aprendidas
mejorarás tu comprensión lectora. ¡Éxito!
La Comprensión en tus Manos
El hombre que aprendió a ladrar
Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje,
con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de
desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a
ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o
que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había
impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se
autoflagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar".
Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano
hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.
¿Cómo amar entonces sin comunicarse?
Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue
por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más
extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese
día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres,
bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales. A pesar de su
amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado
que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo.
Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios
ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinás de mi forma
de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera:
"Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar.
Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano."
11
La Comprensión en tus Manos
Anticipa tu lectura:
-¿Cuál ha sido el sueño más real que has tenido? Descríbelo
-¿Cómo lograste saber que era un sueño?
-Lee el título del texto y a partir de éste crea un breve relato de cinco líneas en
tu cuaderno.
La noche boca arriba
[Cuento. Texto completo]
Julio Cortázar
Y salían en ciertas épocas a cazar enemigos;
le llamaban la guerra florida
A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apuró a
salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado
le permitía guardarla. En la joyería de la esquina vio que eran las nueve
menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba
entre los altos edificios del centro, y él -porque para sí mismo, para ir
pensando, no tenía nombre- montó en la máquina saboreando el paseo.
La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los
pantalones.
Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con
brillantes vitrinas de la calle Central. Ahora entraba en la parte más
agradable del trayecto, el verdadero paseo: una calle larga, bordeada de
árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban venir los jardines
hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizá algo
distraído, pero corriendo por la derecha como correspondía, se dejó llevar
por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez
su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio
que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las
luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pie y
con la mano, desviándose a la izquierda; oyó el grito de la mujer, y junto
con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.
Volvió bruscamente del desmayo. Cuatro o cinco hombres jóvenes lo
estaban sacando de debajo de la moto. Sentía gusto a sal y sangre, le
dolía una rodilla y cuando lo alzaron gritó, porque no podía soportar la
presión en el brazo derecho. Voces que no parecían pertenecer a las
caras suspendidas sobre él, lo alentaban con bromas y seguridades. Su
único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su derecho al
cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la náusea
que le ganaba la garganta. Mientras lo llevaban boca arriba hasta una
farmacia próxima, supo que la causante del accidente no tenía más que
rasguños en las piernas. "Usté la agarró apenas, pero el golpe le hizo
saltar la máquina de costado..."; Opiniones, recuerdos, despacio, éntrenlo
de espaldas, así va bien, y alguien con guardapolvo dándole de beber un
trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.
Durante la
lectura
Pon un título a
cada uno de los
párrafos del texto.
¡Los utilizarás más
adelante!
Julio Cortázar
Escritor
argentino Se le
considera uno de
los autores más
innovadores
y
originales de su
tiempo, maestro
del relato corto,
la
prosa
poética
y
la
narración breve.
12
La Comprensión en tus Manos
La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla
blanda donde pudo tenderse a gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que
estaba bajo los efectos de un shock terrible, dio sus señas al policía que lo
acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba
sangre por toda la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla.
Se sentía bien, era un accidente, mala suerte; unas semanas quieto y nada
más. El vigilante le dijo que la motocicleta no parecía muy estropeada.
"Natural", dijo él. "Como que me la ligué encima..." Los dos rieron y el
vigilante le dio la mano al llegar al hospital y le deseó buena suerte. Ya la
náusea volvía poco a poco; mientras lo llevaban en una camilla de ruedas
hasta un pabellón del fondo, pasando bajo árboles llenos de pájaros, cerró
los ojos y deseó estar dormido o cloroformado. Pero lo tuvieron largo rato en
una pieza con olor a hospital, llenando una ficha, quitándole la ropa y
vistiéndolo con una camisa grisácea y dura. Le movían cuidadosamente el
brazo, sin que le doliera. Las enfermeras bromeaban todo el tiempo, y si no
hubiera sido por las contracciones del estómago se habría sentido muy bien,
casi
contento.

Lo llevaron a la sala de radio, y veinte minutos después, con la placa todavía
húmeda puesta sobre el pecho como una lápida negra, pasó a la sala de
operaciones. Alguien de blanco, alto y delgado, se le acercó y se puso a
mirar la radiografía. Manos de mujer le acomodaban la cabeza, sintió que lo
pasaban de una camilla a otra. El hombre de blanco se le acercó otra vez,
sonriendo, con algo que le brillaba en la mano derecha. Le palmeó la mejilla
e hizo una seña a alguien parado atrás.
Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba
olores. Primero un olor a pantano, ya que a la izquierda de la calzada
empezaban las marismas, los tembladerales de donde no volvía nadie. Pero
el olor cesó, y en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como la
noche en que se movía huyendo de los aztecas. Y todo era tan natural, tenía
que huir de los aztecas que andaban a caza de hombre, y su única
probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva, cuidando de
no apartarse de la estrecha calzada que sólo ellos, los motecas, conocían.
Lo que más lo torturaba era el olor, como si aun en la absoluta aceptación
del sueño algo se revelara contra eso que no era habitual, que hasta
entonces no había participado del juego. "Huele a guerra", pensó, tocando
instintivamente el puñal de piedra atravesado en su ceñidor de lana tejida.
Un sonido inesperado lo hizo agacharse y quedar inmóvil, temblando. Tener
miedo no era extraño, en sus sueños abundaba el miedo. Esperó, tapado
por las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas. Muy lejos,
probablemente del otro lado del gran lago, debían estar ardiendo fuegos de
vivac; un resplandor rojizo teñía esa parte del cielo. El sonido no se repitió.
Había sido como una rama quebrada. Tal vez un animal que escapaba como
él del olor a guerra. Se enderezó despacio, venteando. No se oía nada, pero
el miedo seguía allí como el olor, ese incienso dulzón de la guerra florida.
Había que seguir, llegar al corazón de la selva evitando las ciénagas. A
tientas, agachándose a cada instante para tocar el suelo más duro de la
calzada, dio algunos pasos. Hubiera querido echar a correr, pero los
tembladerales palpitaban a su lado. En el sendero en tinieblas, buscó el
rumbo. Entonces sintió una bocanada del olor que más temía, y saltó
desesperado
hacia
adelante.
Mejora tu léxico:
-Zaguán: Espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y
está inmediato a la puerta de la calle.
-Shock: Choque nervioso o circulatorio producido por una impresión, una descarga
eléctrica.
-Marisma: Llanura húmeda próxima al mar
13
La Comprensión en tus Manos
-Se va a caer de la cama -dijo el enfermo de la cama de al lado-. No brinque
tanto, amigazo.
Abrió los ojos y era de tarde, con el sol ya bajo en los ventanales de la larga
sala. Mientras trataba de sonreír a su vecino, se despegó casi físicamente de
la última visión de la pesadilla. El brazo, enyesado, colgaba de un aparato con
pesas y poleas. Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero
no querían darle mucha agua, apenas para mojarse los labios y hacer un
buche. La fiebre lo iba ganando despacio y hubiera podido dormirse otra vez,
pero saboreaba el placer de quedarse despierto, entornados los ojos,
escuchando el diálogo de los otros enfermos, respondiendo de cuando en
cuando a alguna pregunta. Vio llegar un carrito blanco que pusieron al lado de
su cama, una enfermera rubia le frotó con alcohol la cara anterior del muslo, y
le clavó una gruesa aguja conectada con un tubo que subía hasta un frasco
lleno de líquido opalino. Un médico joven vino con un aparato de metal y
cuero que le ajustó al brazo sano para verificar alguna cosa. Caía la noche, y
la fiebre lo iba arrastrando blandamente a un estado donde las cosas tenían
un relieve como de gemelos de teatro, eran reales y dulces y a la vez
ligeramente repugnantes; como estar viendo una película aburrida y pensar
que
sin
embargo
en
la
calle
es
peor;
y
quedarse.
Vino una taza de maravilloso caldo de oro oliendo a puerro, a apio, a perejil.
Un trocito de pan, más precioso que todo un banquete, se fue desmigajando
poco a poco. El brazo no le dolía nada y solamente en la ceja, donde lo
habían suturado, chirriaba a veces una punzada caliente y rápida. Cuando los
ventanales de enfrente viraron a manchas de un azul oscuro, pensó que no
iba a ser difícil dormirse. Un poco incómodo, de espaldas, pero al pasarse la
lengua por los labios resecos y calientes sintió el sabor del caldo, y suspiró de
felicidad, abandonándose.
Primero fue una confusión, un atraer hacia sí todas las sensaciones por un
instante embotadas o confundidas. Comprendía que estaba corriendo en
plena oscuridad, aunque arriba el cielo cruzado de copas de árboles era
menos negro que el resto. "La calzada", pensó. "Me salí de la calzada." Sus
pies se hundían en un colchón de hojas y barro, y ya no podía dar un paso sin
que las ramas de los arbustos le azotaran el torso y las piernas. Jadeante,
sabiéndose acorralado a pesar de la oscuridad y el silencio, se agachó para
escuchar. Tal vez la calzada estaba cerca, con la primera luz del día iba a
verla otra vez. Nada podía ayudarlo ahora a encontrarla. La mano que sin
saberlo él aferraba el mango del puñal, subió como un escorpión de los
pantanos hasta su cuello, donde colgaba el amuleto protector.
Dato Útil:
Las guerras floridas eran un tipo de guerra ritual propio de la cultura azteca. Estas
guerras consistían en el acuerdo entre varias ciudades de organizar combates en los
que se capturaban prisioneros de ambos bandos que eran sacrificados ritualmente
poniéndolos “boca arriba” y sacándoles el corazón.
12
La Comprensión en tus Manos
Moviendo apenas los labios musitó la plegaria del maíz que trae las
lunas felices, y la súplica a la Muy Alta, a la dispensadora de los
bienes motecas. Pero sentía al mismo tiempo que los tobillos se le
estaban hundiendo despacio en el barro, y la espera en la oscuridad
del chaparral desconocido se le hacía insoportable. La guerra florida
había empezado con la luna y llevaba ya tres días y tres noches. Si
conseguía refugiarse en lo profundo de la selva, abandonando la
calzada más allá de la región de las ciénagas, quizá los guerreros
no le siguieran el rastro. Pensó en la cantidad de prisioneros que ya
habrían hecho. Pero la cantidad no contaba, sino el tiempo sagrado.
La caza continuaría hasta que los sacerdotes dieran la señal del
regreso. Todo tenía su número y su fin, y él estaba dentro del
tiempo
sagrado,
del
otro
lado
de
los
cazadores.
Oyó los gritos y se enderezó de un salto, puñal en mano. Como si el
cielo se incendiara en el horizonte, vio antorchas moviéndose entre
las ramas, muy cerca. El olor a guerra era insoportable, y cuando el
primer enemigo le saltó al cuello casi sintió placer en hundirle la
hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban las luces y los gritos
alegres. Alcanzó a cortar el aire una o dos veces, y entonces una
soga lo atrapó desde atrás.
-Es la fiebre -dijo el de la cama de al lado-. A mí me pasaba igual
cuando me operé del duodeno. Tome agua y va a ver que duerme
bien.
Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le
pareció deliciosa. Una lámpara violeta velaba en lo alto de la pared
del fondo como un ojo protector. Se oía toser, respirar fuerte, a
veces un diálogo en voz baja. Todo era grato y seguro, sin acoso,
sin... Pero no quería seguir pensando en la pesadilla. Había tantas
cosas en qué entretenerse. Se puso a mirar el yeso del brazo, las
poleas que tan cómodamente se lo sostenían en el aire. Le habían
puesto una botella de agua mineral en la mesa de noche. Bebió del
gollete, golosamente. Distinguía ahora las formas de la sala, las
treinta camas, los armarios con vitrinas. Ya no debía tener tanta
fiebre, sentía fresca la cara. La ceja le dolía apenas, como un
recuerdo. Se vio otra vez saliendo del hotel, sacando la moto.
Mejora tu léxico:
- Vivac: Tropas que
pasan la noche al
raso.
-Buche: Porción de
líquido que cabe en la
boca.
-Ciénaga: Lugar
pantanoso o lleno de
cieno.
-Opalino: De color
entre blanco y azulado
con reflejos irisados.
-Amuleto: Objeto
pequeño que se lleva
encima, al que se
atribuye la virtud de
alejar el mal o
propiciar el bien.
¿Quién hubiera pensado que la cosa iba a acabar así? Trataba de
fijar el momento del accidente, y le dio rabia advertir que había ahí
como un hueco, un vacío que no alcanzaba a rellenar. Entre el
choque y el momento en que lo habían levantado del suelo, un
desmayo o lo que fuera no le dejaba ver nada.
14
La Comprensión en tus Manos
Y al mismo tiempo tenía la sensación de que ese hueco, esa nada,
había durado una eternidad. No, ni siquiera tiempo, más bien como
si en ese hueco él hubiera pasado a través de algo o recorrido
distancias inmensas. El choque, el golpe brutal contra el
pavimento. De todas maneras al salir del pozo negro había sentido
casi un alivio mientras los hombres lo alzaban del suelo. Con el
dolor del brazo roto, la sangre de la ceja partida, la contusión en la
rodilla; con todo eso, un alivio al volver al día y sentirse sostenido y
auxiliado. Y era raro. Le preguntaría alguna vez al médico de la
oficina. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia
abajo. La almohada era tan blanda, y en su garganta afiebrada la
frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin
las malditas pesadillas. La luz violeta de la lámpara en lo alto se iba
apagando poco a poco.
Como dormía de espaldas, no lo sorprendió la posición en que
volvía a reconocerse, pero en cambio el olor a humedad, a piedra
rezumante de filtraciones, le cerró la garganta y lo obligó a
comprender. Inútil abrir los ojos y mirar en todas direcciones; lo
envolvía una oscuridad absoluta. Quiso enderezarse y sintió las
sogas en las muñecas y los tobillos. Estaba estaqueado en el piso,
en un suelo de lajas helado y húmedo. El frío le ganaba la espalda
desnuda, las piernas. Con el mentón buscó torpemente el contacto
con su amuleto, y supo que se lo habían arrancado. Ahora estaba
perdido, ninguna plegaria podía salvarlo del final. Lejanamente,
como filtrándose entre las piedras del calabozo, oyó los atabales
de la fiesta. Lo habían traído al teocalli, estaba en las mazmorras
del
templo
a
la
espera
de
su
turno.
Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito,
acabando en un quejido. Era él que gritaba en las tinieblas, gritaba
porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo
que iba a venir, del final inevitable. Pensó en sus compañeros que
llenarían otras mazmorras, y en los que ascendían ya los peldaños
del sacrificio. Gritó de nuevo sofocadamente, casi no podía abrir la
boca, tenía las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran
de goma y se abrieran lentamente, con un esfuerzo interminable. El
chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo. Convulso,
retorciéndose, luchó por zafarse de las cuerdas que se le hundían
en la carne. Su brazo derecho, el más fuerte, tiraba hasta que el
dolor se hizo intolerable y hubo que ceder. Vio abrirse la doble
puerta, y el olor de las antorchas le llegó antes que la luz. Apenas
ceñidos con el taparrabos de la ceremonia, los acólitos de los
sacerdotes se le acercaron mirándolo con desprecio. Las luces se
reflejaban en los torsos sudados, en el pelo negro lleno de plumas.
Cedieron las sogas, y en su lugar lo aferraron manos calientes,
duras como el bronce; se sintió alzado, siempre boca arriba,
tironeado por los cuatro acólitos que lo llevaban por el pasadizo.
Los portadores de antorchas iban adelante, alumbrando
vagamente el corredor de paredes mojadas y techo tan bajo que
los acólitos debían agachar la cabeza. Ahora lo llevaban, lo
llevaban, era el final. Boca arriba, a un metro del techo de roca viva
que por momentos se iluminaba con un reflejo de antorcha.
Mejora tu léxico
-Duodeno;
Primera porción
del intestino
delgado de los
mamíferos, que
comunica
directamente con
el estómago y
remata en el
yeyuno.
-Laja: Piedra
grande, lisa y
plana
-Atabales:
Timbales de forma
semiesférica con
un solo parche.
-Mazmorras:
Prisión
subterránea
-Chirriar: Dicho de
una sustancia: Dar
sonido agudo al
penetrarla un calor
intenso;
como
cuando se fríe
tocino en el aceite
hirviendo.
15
La Comprensión en tus Manos
Cuando en vez del techo nacieran las estrellas y se alzara ante él la
escalinata incendiada de gritos y danzas, sería el fin. El pasadizo no
acababa nunca, pero ya iba a acabar, de repente olería el aire libre
lleno de estrellas, pero todavía no, andaban llevándolo sin fin en la
penumbra roja, tironeándolo brutalmente, y él no quería, pero cómo
impedirlo si le habían arrancado el amuleto que era su verdadero
corazón, el centro de la vida.
Salió de un brinco a la noche del hospital, al alto cielo raso dulce, a
la sombra blanda que lo rodeaba. Pensó que debía haber gritado,
pero sus vecinos dormían callados. En la mesa de noche, la botella
de agua tenía algo de burbuja, de imagen traslúcida contra la
sombra azulada de los ventanales. Jadeó buscando el alivio de los
pulmones, el olvido de esas imágenes que seguían pegadas a sus
párpados. Cada vez que cerraba los ojos las veía formarse
instantáneamente, y se enderezaba aterrado pero gozando a la vez
del saber que ahora estaba despierto, que la vigilia lo protegía, que
pronto iba a amanecer, con el buen sueño profundo que se tiene a
esa hora, sin imágenes, sin nada... Le costaba mantener los ojos
abiertos, la modorra era más fuerte que él. Hizo un último esfuerzo,
con la mano sana esbozó un gesto hacia la botella de agua; no llegó
a tomarla, sus dedos se cerraron en un vacío otra vez negro, y el
pasadizo seguía interminable, roca tras roca, con súbitas
fulguraciones rojizas, y él boca arriba gimió apagadamente porque el
techo iba a acabarse, subía, abriéndose como una boca de sombra,
y los acólitos se enderezaban y de la altura una luna menguante le
cayó en la cara donde los ojos no querían verla, desesperadamente
se cerraban y abrían buscando pasar al otro lado, descubrir de
nuevo el cielo raso protector de la sala. Y cada vez que se abrían
era la noche y la luna mientras lo subían por la escalinata, ahora con
la cabeza colgando hacia abajo, y en lo alto estaban las hogueras,
las rojas columnas de rojo perfumado, y de golpe de los pies del
sacrificado, que arrastraban para tirarlo rodando vio la piedra roja,
brillante de sangre que chorreaba, y el vaivén por las escalinatas
del norte. Con una última esperanza apretó los párpados, gimiendo
por despertar. Durante un segundo creyó que lo lograría, porque
estaba otra vez inmóvil en la cama, a salvo del balanceo cabeza
abajo. Pero olía a muerte y cuando abrió los ojos vio la figura
ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de
piedra en la mano. Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque
ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el
sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los
sueños; un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de
una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin
llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo
sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían
alzado del suelo, también alguien se le había acercado con un
cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con los
ojos cerrados entre las hogueras.
Mejora Tu léxico:
-Raso, sa: Dicho de la atmósfera: Que está libre y desembarazada de nubes y nieblas.
-Vaivén: Movimiento alternativo de un cuerpo que después de recorrer una línea vuelve
a describirla, caminando en sentido contrario.
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La Comprensión en tus Manos
C
o
m
p
r
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s
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ò
1. Realiza un resumen en base a lo subrayado durante la lectura
2.¿Cuál es el hecho puntual que cambia el curso de la historia?
3. Completa el siguiente cuadro comparativo de acuerdo a los aspectos de
los dos mundos presentados dentro de la historia:
4. ¿Qué épocas podrías identificar en el texto leído?
5. ¿Qué tipo de mundo representado podemos encontrar en el texto?
Fundamente?
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Cuadro Comparativo
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La Comprensión en tus Manos
i
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ó
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a
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ó
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1.¿Què importancia tiene el mundo de los sueños dentro de la
historia? Fundamente.
2.¿Qué significado tiene el amuleto de moteca dentro del relato?
3. ¿Cómo podrías definir el texto como un viaje al pasado o un
viaje al futuro? ¿Por qué?
1. Elije uno de los dos personajes de la historia y crea una breve
continuación del relato.
2. A partir de tal continuación modifica el tipo de ambiente descrito
en la historia y reconstruye el relato.
3. Al terminar tu nueva historia, léela en voz alta y compártela con
tus compañeros.
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