Parcial 22/05/15 ¡Bingo! Con ayuda amiga, el juego obtuvo un banco Sin precedentes internacionales, el Banco Central autorizó a un empresario del juego kirchnerista a comprar un banco. Se desestimaron los riesgos de lavado de dinero. Habría beneficios extras para el ministro de Economía. Juan Ignoto Es un comentario muy extendido en el mercado que Cristina Kirchner intervino directamente para que el Banco Central autorice la inusual y polémica compra del banco Finansur por parte del empresario del juego Cristóbal López. Así se consolida el poder económico del empresario kirchnerista. Según el trascendido, la Presidenta dio instrucciones a cuatro funcionarios para llevar adelante la transacción: Axel Kicillof, Enrique Vanoli, José Sbatella y Carlos Zannini. Ninguno de los cuatro podría haber destrabado por desición propia una operación que favorece a López, frenada, encima, durante tres años en el Central. “Problemas de incompatibilidad”, adujeron en la institución bancaria. Aunque se trataría de algo más que incompatibilidad. Cristóbal López estaría relacionado con sonoros casos de corrupción en nuestro país y Estados Unidos. Por ello, las últimas informaciones dicen que Interpol está investigando a un poderoso empresario kirchenerista que tiene su morada en el sur de Argentina. Un medio español -Radio Uno-, citando al delegado regional de Interpol en la Península Ibérica, Crio. Alberto Gómez Echelini, afirmó que Cristóbal López es el empresario investigado. No obstante, el operativo avanzó para que las actuales autoridades de Superintendencia omitieran los informes y documentos que desaconsejaban la transacción. Todo esto fue desoído por el BCRA en forma increíble. El principal banco del país y regulador de las operaciones financiera no actuó como debía y facilitó una transacción a todas luces impropia. Varios funcionarios del Central exigieron un documento para “deslindar responsabilidades” y cubrirse de futuros sumarios o eventuales acciones judiciales por una desición que no compartían. Consideraron imprescindible esa cobertura, porque era evidente que a lo largo de los últimos tres años se opusieron sistemáticamente a la aprobación de compra del banco por parte de Cristóbal López porque -según fuentes del propio BCRA-, no existe en el sistema financiero internacional antecedentes de un caso semejante. En la mayoría de los países no hay regulaciones específicas, pero en los sistemas bancarios desarrollados existen códigos de conducta para evitar que se mezcle el negocio del juego con los de la banca. Las resistencias internacionales obedecen a un temor: que la convivencia entre la banca y los negosios del juego faciliten eventuales acciones ilegales de lavado de dinero. El diario Ambito Financiero publicó que ADEBA no veía con buenos ojos la autorización y explicó la que sería la posición de ADEBA. En la extranjera Asociación de Bancos Argentinos que lidera Claudio Cesario y en la ADEBA de Jorge Brito cayó por sorpresa el cambio de posición del BCRA y la habilitación al “sar del juego.” Un calificado vocero de los banqueros explicó: “Esto no ocurre en ningún sistema y va a generar problemas con el GAFI.” Pero no solo los funcionarios consideran insólita la autorización a López. Empleados del Central realizaron una manifestación en la que, vestidos de esmoquin y con caretas de pingüinos, jugaban a la ruleta en la entrada del banco. Además de denunciar el acuerdo, pedían por la intervención de la justicia. Kicillof no se amilanó ante la oposición y dejó trascender –por la cadena de medios oficialistas– que el Grupo de Acción Financiera Internacional había bendecido a Cristóbal López. Pero los diarios La Nación y Perfil, siguiendo fuentes de ABA y ADEBA negaron ese promocionado apoyo del GAFI nunca existió. El país es miembro del GAFI. Pero Cristina adecua las normas a su conveniencia. Argentina también es el único país del mundo que tiene abierto un blanqueo de capitales desde hace dos años, cosa que afuera llaman “una posible puerta de entrada a dineros del narcotráfico y de la corrupción”. A Kicillof se le atribuye un papel activo para facilitar el ingreso al negocio financiero del empresario del juego vinculado a la familia presidencial. Dicen que operó para despejar las últimas resistencias en la Superintendencia de Bancos y trabajó ahí con sus hombres de confianza: Germán Feldman y Pedro Biscay. Más aún: que su principal acción fue la orden taxativa que dio a los tres directores que impuso en el BCRA para que aprueben a libro cerrado los beneficios al “rey de las tragamonedas”. En su primera reunión de directorio, y sin poder leer ni evaluar el expediente interno, los recién llegados –Alejandro Formento, Mariano Beltrani y Bárbara Domatto Conti– votaron a favor de la operación que López esperaba. De esta manera forzaron un giro en el Central. Hasta ese momento, los integrantes del directorio, incluso los llegados de Santa Cruz, siempre habían frenado las aspiraciones de López. Se ampararon en las dudas legales que alimentaba la línea del BCRA contra la “operación Finansur”. Ninguno quería quedar pegado. El ministro negó esta movida y dice que mostró en su oportunidad la documentación respaldatoria y los avales internacionales para la autorización a López. Situación que no alibiana lo aquí afirmado. Kicillof se siente fuerte y por eso se animó a involucrarse en una movida complicada. El miércoles, Cristina lo premió con un sonoro apoyo público. Pero el martes, y en privado, ocurrió algo más trascendente: un encuentro de la Presidenta y Daniel Scioli, donde se habló del futuro político del ministro en un eventual nuevo gobierno del FPV. En este sentido, es de esperar que Scioli, de ser el nuevo presidente, no opte por dejar en su cargo al ineficaz y, como mínimo, dudoso ministro de Economía.