CAPITULO VIII La Jornada Laboral

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Muñoz Castañeda María Fernanda
 Carrasco Sandoval Fanny Jacqueline

Equipo 15
Demostrar cómo el proletariado ha
luchado por obtener una jornada normal
de trabajo.
 Exponer cómo es que el capitalista
expolia la Fuerza de Trabajo.
 Explicar la manera en que disfrazan la
explotación del trabajador mediante las
leyes.

La clase capitalista explota a la clase
trabajadora.
 El capitalista se aprovecha de los errores
de las leyes para hacer legal dicha
explotación.
 La clase trabajadora es consciente de
esta explotación y busca abolirla.

El precio de las mercancías es igual a su
valor.
 El dinero cumple la doble función de
medida de valor y de patrón de precios.
 La jornada de trabajo tiene limites
máximos y mínimos.

La lucha por la jornada normal de
trabajo. Leyes Coercitivas para la
prolongación de la jornada
laboral, de mediados del Siglo
XIV a fines del Siglo XVII.
La vida del Obrero no es
otra cosa que Fuerza de
Trabajo.
El capital no solo transgrede
los limites morales, sino
también las barreras
máximas puramente
físicas de la Jornada
laboral.
Los limites de la Jornada laboral se dan
por el mayor gasto diario posible de
la Fuerza de Trabajo.
El capitalista atrofia la Fuerza de
Trabajo.
El capital no tiene en cuenta la salud y
la duración de la vida del obrero,
salvo cuando la sociedad lo obliga a
tomarlas en consideración.
La libre competencia impone las leyes
inmanentes de la producción
capitalista, como ley exterior
coercitiva.
La fijación de una jornada
laboral normal es el
resultado de una lucha
multisecular entre el
capitalista y el obrero.
El obrero se ve socialmente
obligado a vender todo el
tiempo de su vida activa
debido al modo de
producción capitalista
desarrollado durante siglos.
La lucha por la jornada laboral
normal.
Limitación legal
coercitiva del tiempo
de trabajo.
Legislación
fabril Inglesa de
1833-1864.
Con esta ley se regulaba el trabajo
infantil.
La legislación estaba obligada a
controlar directa y oficialmente el
trabajo de adultos.
La ley Fabril no fue producto del trabajo
intelectual de los legisladores sino de
la lucha del proletariado como ley
natural del modo de producción
moderno.
A pesar de regular las jornadas laborales,
los capitalistas revisaron las leyes y
encontraron huecos donde no se
regulaba el trabajo infantil por las
tardes, y donde no se prohibía que el
trabajador tuviese dos empleos para
satisfacer sus
necesidades,
implementando un
sistema de relevos
falso.
Conclusiones
La clase capitalista, en su búsqueda de
plusvalor, exprime a la clase de
trabajadora, sin importar las
consecuencias.
 La clase trabajadora busca que se
respete su verdadero valor, y crea
frentes contra el abuso de la burguesía.
 El establecimiento de la jornada de
trabajo es resultado del forcejeo entre
ambas clases antagónicas.

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