proyecto de ley de sustitucin de terminos ofensivos respecto de

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Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-2212/08)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1º: Sustitúyense las expresiones “idiota”, y “demente”
actualmente presentes en el léxico de los Códigos Penal y Civil de la
Nación Argentina, por la terminología propuesta por la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y la Salud,
establecida por la Organización Mundial de la Salud con la sigla C.I.F.
2001.
Artículo 2º: Reemplázarse asimismo por la terminología propuesta en
el artículo precedente, todos aquellos términos que resulten
discriminatorios, estigmatizantes u ofensivos para las personas con
debilitamiento en la salud o con alguna forma de discapacidad,
presentes en toda la normativa vigente y que se hallen sujetas a la
revisión de este Congreso de la Nación.
Artículo 3º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Adriana Bortolozzi de Bogado. -
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente:
El pensamiento individual de todo ser humano en convivencia social,
se ha exteriorizado desde épocas inmemoriales a traves de signos
perceptibles a los sentidos y cuya manifestación más evolucionada es
el lenguaje. Este elemento comunicacional ha sido por excelencia el
elemento cultural que por siglos transmitió de una persona a otra (u
otras), las creaciones del pensamiento humano, la significación de los
valores intangibles o bienes valiosos, las representaciones, de hechos,
ideas, situaciones y las connotaciones atribuidas a cada una de ellas.
En nuestro lenguaje actual es habitual el uso de adjetivaciones que en
una sola palabra expresan informativamente ideas o connotaciones
negativas, discriminatorias, u ofensivas (demente, idiota, furioso, etc)
que, si bien no pueden ser prohibidas del discurso de las personas, ya
no deberían integrar la redacción de leyes que nos rigen pues siendo
las normas jurídicas la expresión de la voluntad de los poderes
constituidos, estos no pueden individualizar a ciertas personas (que
deberían merecer su tutela intensiva)
degradante, vejatoria o humillante.
de
forma
despectiva,
La ley civil penal, civil y otras de diversa índole hoy por hoy conservan
en su redacción, terminología grosera y reprobable que debería ser
definitivamente remplazada de su léxico. Los ejemplos abundan: el
artículo 86 Inc 2º del Código Penal Argentino habla de la no punibilidad
del aborto si el mismo fuere practicado por médico diplomado sobre
mujer “idiota” o “demente” que haya sido abusada. El Código Civil en
su artículo 54 enumera a los “dementes” como incapaces absolutos y
luego en su titulo diez (10), desde los artículo 141 al 152 regula la
situación jurídica de los calificados como tales, reiterando varias veces
tal calificativo. Sin realizar una enumeración exhaustiva, similares
calificaciones inapropiadas son utilizadas igualmente por la legislación
nacional en la ley 13.478 (pensiones por invalidez), la ley 20.475
(jubilación para minusválidos) y la ley 22.431 (Sistema de protección
integral de los discapacitados).
A este respecto la misma Organización Mundial de la Salud ha
apreciado la necesidad de sustituir su antigua clasificación de
“deficiencias, discapacidades y minusvalías”, por terminología que
reemplace la perspectiva de calificación negativa que caracterizaba a
tal categorización, por una visión mas positiva de las discapacidades y
sus posibilidades de integración social. La mayor virtud de esta
clasificación es que provee un abordaje integral del paciente,
estableciendo como paradigma el entrelazamiento con los diferentes
componentes de su funcionalidad y contexto en forma circular, en
donde un sistema influye sobre el otro, interrelacionándose
recíprocamente. El Modelo se establece en dos grandes partes: la
primera que agrupa el Funcionamiento y Discapacidad con dos
componentes: a) Funciones y Estructuras Corporales y b) Actividades
y Participación. En una segunda parte se agrupan los llamados
Factores Contextuales con dos componentes: c) Factores Ambientales
y d) Factores Personales. Aplicando el cuadro propuesto por la CIF
respecto de cada persona surge un perfil individual de su estado de
salud que demuestra su intensidad, la intervención médica
aconsejada, las necesidades de apoyo socio familiar y su incidencia
en la vida de relación.
De ese esquema de sistematización surgen individualizaciones que se
caracterizan por no confundir a la persona con su afección, sino en
clasificar las características de su salud dentro del contexto de las
situaciones individuales de sus vidas. Ello amen de ser un instrumento
de identificación científica de las enfermedades y discapacidades para
las mas diversas ciencias, brindarían una herramienta valiosa para
que los operadores de las normas jurídicas no utilicen una enfermedad
o una limitación como el factor primordial para individualizar
perjudicialmente a las personas que la padecen (usando términos,
destructivos como “insano” “demente”, etc.), sino por el contrario: para
que prevalezca su condición sustantiva de persona, sobre la
calificación de su enfermedad o limitación.
La Clasificación propuesta por la OMS define a la Discapacidad como
un término genérico que incluye déficits, limitaciones en la actividad y
restricciones en la participación. Indica los aspectos negativos de la
interacción entre un individuo ( con una "condición de salud") y sus
factores contextuales (factores ambientales y personales). Señala
como Deficiencia es señalada como la anormalidad o pérdida de una
estructura corporal o de una función fisiológica, incluyéndose entre
estas a las funciones mentales. Con "anormalidad" se hace referencia,
estrictamente, a una desviación significativa respecto a la norma
estadística establecida ( ej. la desviación respecto a la media de la
población obtenida a partir de normas de evaluación estandarizadas) y
sólo debe usarse en este sentido. Individualiza a las Limitaciones en la
actividad como las dificultades que un individuo puede tener para
realizar actividades. Una “limitación en la actividad” abarca de una
desviación leve hasta una grave en términos de cantidad y calidad, en
la realización de la actividad, comparándola con la manera, extensión
o intensidad en que se espera que la realizaría una persona sin esa
condición de salud. Por ultimo para esta clasificación las Restricciones
en la participación son los problemas que puede experimentar un
individuo para implicarse en situaciones vitales. La presencia de una
restricción en la participación viene determinada por la comparación
de la participación de esa persona con la participación esperable de
una persona sin discapacidad en esa cultura o sociedad.
La presente iniciativa parlamentaria aspira a sustituir de toda la
legislación nacional cualquier terminología que en referencia a
personas con discapacidad, las identifique con su enfermedad o su
limitación y propone a cambio establecer que la categorización surja
de la Clasificación Internacional del funcionamiento de la Discapacidad
y de la Salud (C.I.F. 2001) elaborado por la Organización Mundial de
la Salud, que ya ha sido aceptado por mas de ciento noventa países.
Señores legisladores es posible que de aprobarse esta moción al
principio resulte complejo para los regidores, reconocer la
categorización propuesta por el referido instrumento internacional
respecto de las personas con discapacidad, sin embargo resulta aun
mas preocupante que pese a la obligación tutelar que le corresponde
al estado respecto de aquellas, continúen vigentes en nuestra
legislación conceptos tan agraviantes para designarlos.
Por las razones expuestas propongo a mis pares este proyecto de ley.
Adriana Bortolozzi de Bogado. -
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