Roj: STS 8516/2011 - ECLI:ES:TS:2011:8516 Id Cendoj: 28079130052011100782 Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso Sede: Madrid Sección: 5 Nº de Recurso: 761/2009 Nº de Resolución: Procedimiento: RECURSO CASACIÓN Ponente: RAFAEL FERNANDEZ VALVERDE Tipo de Resolución: Sentencia SENTENCIA En la Villa de Madrid, a veintiuno de Diciembre de dos mil once. Visto por la Sala Tercera (Sección Quinta) del Tribunal Supremo el Recurso de Casación 761/2009 interpuesto por D. Pedro Enrique , representado por la Procuradora Dª. Laura Maria del Villar Lozano Montalvo, promovido contra la sentencia dictada en fecha de 23 de diciembre de 2008 por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, en el Recurso Contencioso-Administrativo 784/07, sobre inscripción de aprovechamientos subterráneos en el Catálogo de Aguas Privadas. Es parte recurrida la CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADIANA representada y defendida por el Abogado del Estado. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Ante la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extramadura, con sede en Cáceres, se ha seguido el Recurso 784/2007, interpuesto por D. Pedro Enrique y en el que ha sido parte demandada la CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADIANA, sobre inscripción de aprovechamiento temporal de aguas privadas en el Catálogo de Aguas. SEGUNDO.- Dicho Tribunal dictó sentencia con fecha 23 de diciembre de 2008, cuyo fallo es del siguiente tenor literal: "FALLO: Desestimar el recurso contencioso-administrativo interpuesto por el Procurador Don Luis Gutiérrez Lozano, en nombre y representación de Don Pedro Enrique contra la resolución de la Confederación Hidrográfica del Guadiana mencionada en el primer fundamento; que se confirma por estar ajustada al Ordenamiento Jurídico, sin hacer expresa condena en cuanto a las costas procesales" . TERCERO.- Notificada dicha sentencia a las partes, por la representación de D. Pedro Enrique se presentó escrito preparando recurso de casación, el cual fue tenido por preparado en providencia de la Sala de instancia de fecha 13 de enero de 2009, al tiempo que ordenó remitir las actuaciones al Tribunal Supremo, previo emplazamiento de los litigantes. CUARTO.- Emplazadas las partes, el recurrente compareció en tiempo y forma ante este Tribunal Supremo, al tiempo que formuló en fecha 25 de febrero de 2009 el escrito de interposición del recurso de casación, en el cual, tras exponer los motivos de impugnación que consideró oportunos, solicitó se dictara sentencia por la que se case y anule la recurrida, se declaren nulos los acuerdos recurridos y declare la "procedencia de la inscripción del aprovechamiento titularidad de D. Pedro Enrique en el Catálogo de Aguas Privadas de la Cuenca del Guadiana, de conformidad con lo interesado y previo reconocimiento de por la Administración Hidráulica de sus características y aforo, así como la improcedencia de la prohibición de derivación de aguas impuesta en cualquier caso" . QUINTO.- Por Auto de fecha 2 de julio de 2009 se acordó la inadmisión del motivo primero y la admisión a trámite de segundo motivo, así como la remisión de los autos a la Sección Quinta de esta Sala para su sustanciación y por nueva providencia de 17 de septiembre de 2009, se acordó entregar copia del escrito de formalización del recurso a la parte comparecida como recurrida a fin de que en el plazo de treinta días pudiera oponerse al recurso, lo que hizo el ABOGADO DEL ESTADO en escrito presentado en fecha 2 de noviembre 1 de 2009, en el que tras exponer los razonamientos oportunos solicita a la Sala sentencia por la que se declare la inadmisión del recurso o, en su defecto, su desestimación. SEXTO.- Por providencia de fecha 7 de diciembre de 2011 se señaló para votación y fallo de este recurso de casación el día 14 de diciembre de 2011, fecha en la que, efectivamente, tuvo lugar. SÉPTIMO.- En la sustanciación del juicio no se han infringido las formalidades legales esenciales. Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Rafael Fernandez Valverde, Magistrado de la Sala FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO .- Se impugna en el presente Recurso de Casación 761/2009 la sentencia que la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura dictó en fecha de 23 de diciembre de 2008, en su Recurso Contencioso-administrativo 784/2007, por medio de la cual se desestimó el formulado por D. Pedro Enrique contra resolución de la CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADIANA, de 26 de junio de 2.007, por la que se denegó la anotación en el Catálogo de Aguas Privadas del Organismo de Cuenca, de un aprovechamiento de esa naturaleza que se decía existente en una finca de su propiedad. SEGUNDO .- La Sala de instancia, desestimó el recurso por las razones contenidas en el Fundamento de Derecho Segundo, en que literalmente dijo: " El derecho que se reclama por el recurrente, referido a la anotación del aprovechamiento en el Catálogo de Aguas Privadas, encuentra fundamento denegatorio, como se reconoce en la propia demanda, en la Ley 10/2001, de 5 julio 2001 , por la que se aprueba el Plan Hidrológico Nacional, en cuya Disposición Transitoria Segunda se establece el "cierre del período de inscripción para los titulares de aprovechamientos de aguas privadas"; al tiempo que se "otorga a los titulares de aprovechamientos de aguas privadas afectados por lo regulado en la disposición transitoria cuarta de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas , un plazo improrrogable de tres meses contado a partir de la entrada en vigor de esta Ley para solicitar su inclusión en el catálogo de aguas de la cuenca". Y es el párrafo segundo de la Disposición Transitoria que examinamos la que declara de forma taxativa que "transcurrido este plazo sin haberse cumplimentado esta obligación no se reconocerá ningún aprovechamiento de aguas calificadas como privadas si no es en virtud de resolución judicial firme". Así pues, desde que trascurrieron tres meses desde la entrada en vigor de la Ley (que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado del día 6 de junio de 2.001 , sin disposición especial de entrada en vigor que alterase el plazo de los veinte días que establece, como regla general el artículo 2 del Código Civil ), no es posible el acceso al Catálogo de los aprovechamiento de aguas privadas adquiridas con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 29/1.985, de 2 de agosto, de Aguas ; respecto de los cuales se había establecido en régimen específico en las Disposiciones Transitorias de esa Ley. Consecuencia de ello es que no es admisible la pretensión del recurrente de reconocer el derecho a la anotación del aprovechamiento de su propiedad. Y no es admisible, como en la demanda se razona, de que el párrafo segundo de la mencionada Disposición Transitoria encomienda a los Tribunales de Justicia ordenar esa anotación. En efecto, es cierto que el mencionado párrafo establece una salvedad en orden a la prohibición de anotación en el Catálogo cuando esta se dé "en virtud de resolución judicial firme los Tribunales"; pero el precepto ha de ser interpretado en sus propios términos y conforme al régimen que se establece en la Disposición, de tal forma que no puede entenderse que puedan los Tribunales reabrir el plazo de caducidad que la Ley establece que, en la interpretación que se propone, sólo sería vinculante para la Administración, sino en el sentido de que tras el mencionado plazo sólo las resoluciones judiciales pueden legitimar la anotación, pero debe entenderse que cuando el derecho que reconoce la decisión judicial sea anterior a dicha fecha, dejando con ello salvado el derecho a la ejecución de las sentencias. Interpretar que para la declaración de los Tribunales no rige el mencionado plazo, sería, ya de entrada, desnaturalizar la potestad Jurisdiccional, que no sería la de revisión de la actividad administrativa, sino directamente la de ejercitar las potestades propias de la Administración. Consecuencia de todo ello es que procede la confirmación de la resolución impugnada". TERCERO .- Contra esa sentencia D. Pedro Enrique ha interpuesto recurso de casación, en el cual esgrimió dos motivos de impugnación, si bien por Auto de 2 de julio de 2009 únicamente ha sido inadmitido el motivo primero, en que se denunciaba la supuesta incongruencia omisiva de la sentencia al no contender pronunciamiento sobre la prohibición de derivación de aguas contenida en la resolución impugnada, y exclusivamente ha admitido el motivo segundo en el que, al amparo del epígrafe d) del artículo 88.1.d) de la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa (LRJCA), reprocha a la sentencia incurrir en infracción de normas del ordenamiento jurídico y de la jurisprudencia, que concreta en la Disposición Transitoria Cuarta del Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, que aprueba el Texto 2 Refundido de la Ley de Aguas (TRLA), en relación con el apartado 2º de la Disposición Transitoria Segunda de la Ley 10/2001, de 5 de julio, que aprueba el Plan Hidrológico Nacional (LPHN). En el desarrollo del motivo alega que el plazo de cierre de tres meses previsto en el apartado 2º de la Disposición Transitoria Segunda de la Ley 10/2001, de 5 de julio (LPHN), debe interpretarse en el mismo sentido que la jurisprudencia efectuó respecto del plazo de tres años que indicaba el artículo 195 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, aprobado por Real Decreto 846/1986, de 11 de abril (RDPH); esto es, en el sentido de que el transcurso del mismo extingue el derecho al uso privativo del agua, lo que corrobora el indicado apartado 2º de esa Transitoria al indicar que transcurrido el plazo de tres meses sólo se podrán inscribir los aprovechamientos reconocidos en sentencia firme, que es lo que pretendió en la instancia el recurrente, en que acreditó sobradamente ante la Sala de lo Contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura su derecho al aprovechamiento según las pruebas que aportó. A esa conclusión se llegaría, según dice, en una interpretación sistemática del TRLA y de la LPHN, pues, siendo el TRLA posterior a la LPHN resulta que mantiene la obligación de declarar los aprovechamientos, sin cláusula de cierre o final, siendo susceptible su incumplimiento de multas coercitivas, que no tendrían sentido si con la aplicación del PHN no pudiera efectuarse por el transcurso de los tres meses desde su entrada en vigor. CUARTO .- Antes de examinar esos motivos de impugnación, debemos revolver la inadmisión del recurso de casación alegada por la Abogacía del Estado al considerar que con este recurso se pretende cuestionar la valoración de la prueba realizada en la instancia para sustituir el criterio de la Sala por el suyo propio, lo que no es admisible en casación, siendo un hecho incontrovertible que la petición de inscripción en el Catálogo se planteó con posterioridad al plazo de tres meses previsto tras la entrada en vigor de la Ley aprobatoria del PHN. La solicitud de inadmisión no puede ser acogida, pues la cuestión suscitada en el único motivo de casación admitido no se refiere a los hechos y, por ello, no se discute la valoración de los mismos efectuada por el Tribunal a quo ---de hecho el recurrente admite de forma indubitada el carácter intempestivo de su petición de inscripción--- sino que la controversia se plantea en términos estrictamente jurídicos, en cuanto a las consecuencias del carácter intempestivo de su petición y la vía utilizada por el ahora recurrente para el reconocimiento de su derecho, esto es, si la impugnación ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura puede entenderse cumplida a los efectos del reconocimiento judicial de su derecho según lo dispuesto en el párrafo 2º de la Disposición Transitoria Segunda de la LPHN, cuestiones todas ellas ajenas al material fáctico del proceso en la instancia que, insistimos, no fue ni es objeto de controversia. QUINTO .- Para la resolución del presente recurso de casación han de destacarse los siguientes datos que resultan del expediente administrativo y de la documentación incorporada a los Autos: 1. Con fecha 20 de abril de 2007 tuvo entrada en el Registro de la Confederación Hidrográfica del Guadiana instancia suscrita por el recurrente en solicitaba la "inscripción en el Catálogo de Aguas Privadas el alumbramiento del pozo existente en la finca denominada " DIRECCION000 " en el parcela NUM000 del polígono NUM001 del Catastro en el término municipal de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), para la superficie de riego declarada de 79,6665 hectáreas, con un caudal de explotación de 65/litros/segundo" . En apoyo de tal pretensión invocó como fundamento jurídicos los artículos 350 y 414 del Código Civil, la Disposición Transitoria Cuarta de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas y del Texto Refundido de la misma; los artículos 18 y 23 de la Ley de Aguas de 1879 y cita de sentencias del TSJ de Castilla La Mancha. Esta instancia fue completada por la de fecha 26 de abril en que se aportó la documentación acreditativa de la propiedad, certificado y plano catastral, certificado de inscripción en el Registro de Minas, licencia de instalación eléctrica, copia de la declaración de PAC correspondiente a los años 2006 y 2007 y certificado de la Cámara Agraria Local. 2. Con fecha 26 de junio de 2007 el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) dicta resolución por la que: 1) deniega la inclusión del aprovechamiento en el Catálogo y 2) prohíbe la derivación de aguas de dicho aprovechamiento. Como fundamento de la denegación de inscripción la CHG invocó la Disposición Transitoria Segunda de la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional al haberse solicitado la inscripción fuera el plazo de tres meses, que finalizó el 26 de octubre de 2001. SEXTO.- El motivo casacional no puede ser acogido por las razones que exponemos a continuación. 3 No cabe duda de que con arreglo a la regulación contenida en la Disposición Transitoria Segunda de la Ley 10/2001, de 5 de julio, que aprueba el Plan Hidrológico Nacional, que lleva por título « cierre del periodo de inscripción para los titulares de aprovechamientos de aguas privadas » y que en su epígrafe segundo dispone que no se reconocerá, transcurrido el plazo de tres meses previsto en el apartado primero, ningún aprovechamiento de aguas calificadas como privadas « si no es en virtud de resolución judicial firme », no le era posible a la Administración demandada la inscripción en el Catálogo de Aguas privadas, ya que el plazo de tres meses finalizó el día 26 de octubre de 2001 y la solicitud de inscripción tuvo entrada en el Registro de la Confederación Hidrográfica del Guadiana el 20 de abril de 2007. Siendo esto así, acierta la sentencia recurrida al declarar ajustada a derecho la resolución administrativa impugnada, que denegó la solicitud de inclusión en el Catálogo de Aguas Privadas de un aprovechamiento formulada después del transcurso de los tres meses a partir de la entrada en vigor de la Ley 10/2001, del Plan Hidrológico Nacional y, con ello a desestimar el recurso. Yerra sin embargo la Sala en la interpretación que hace del epígrafe segundo en que indica que " no puede entenderse que puedan los Tribunales reabrir el plazo de caducidad que la Ley establece que, en la interpretación que se propone, sólo sería vinculante para la Administración, sino en el sentido de que tras el mencionado plazo sólo las resoluciones judiciales pueden legitimar la anotación, pero debe entenderse que cuando el derecho que reconoce la decisión judicial sea anterior a dicha fecha, dejando con ello salvado el derecho a la ejecución de las sentencias. Interpretar que para la declaración de los Tribunales no rige el mencionado plazo, sería, ya de entrada, desnaturalizar la potestad Jurisdiccional, que no sería la de revisión de la actividad administrativa, sino directamente la de ejercitar las potestades propias de la Administración", dando a entender con ello que la salvedad que se contiene únicamente se refiere a resoluciones judiciales dictadas con anterioridad a la fecha del cierre, 26 de octubre de 2001 y que el plazo de tres meses es aplicable también a las resoluciones judiciales. Reiterando lo declarado en la sentencia de esta Sala y Sección de 22 de marzo de 2011, Recurso Ordinario nº 269/2009, " La finalidad de este precepto no fue, como se desprende de la exposición de motivos de la indicada Ley y del enunciado del propio precepto, acabar con el régimen jurídico de las aguas privadas, expresamente mantenido por la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas , y respetado por el Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio , sino que tiene un cometido más modesto de, como se indica en el referido enunciado de la mentada Disposición Transitoria Segunda , cerrar el periodo de inscripción para los titulares de aprovechamientos de aguas privadas, que no solicitasen su inclusión en el Catálogo dentro del plazo de tres meses a contar de la vigencia de la Ley 10/2001 , de manera que, a partir de tal fecha, sólo podrán tener acceso al indicado Catálogo en virtud de resolución judicial firme, como declaramos en Sentencia de fecha 1 de junio de 2010 (recurso de casación 2745/2006 ), pero sin que ello implique, en absoluto, la derogación del régimen de las aguas privadas contemplado en las Disposiciones Transitorias Segunda, Tercera y Cuarta de la Ley de Aguas 29/1985 y su Texto Refundido de 2001 ...". Por ello, de conformidad con tal interpretación y la doctrina contenida en la sentencia de esta Sala y Sección de 1 de junio de 2010, RC nº 2745/2006, la Disposición Transitoria 2ª del PHN debe interpretarse en sentido de que a partir del indicado plazo de tres meses, solo es posible la inclusión en el Catálogo de aquellos aprovechamientos que: 1) Contaran con sentencia anterior al 26 de octubre de 2001; 2) Que con posterioridad a esa fecha el titular del aprovechamiento inste ante los Tribunales la correspondiente acción declarativa del reconocimiento de tal derecho y obtenga sentencia firme que así lo declare. Por eso, no es correcta la interpretación de la Sala de instancia al entender que el plazo de tres meses también es aplicable para la obtención de sentencia firme ya que en caso contrario se desnaturalizaría la potestad jurisdiccional que ya no sería revisora de la previa actividad administrativa, sino que comprendería el ejercicio de potestades propias de la Administración, pues eso es precisamente lo que ha querido el legislador en la Ley 10/2001 con la mentada Disposición Transitoria 2ª: desapoderar a la Administración de la potestad para reconocer los aprovechamientos de aguas subterráneas privadas existentes con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 29/1985, de Aguas ---- a efectos de la inclusión en el Catálogo de Aguas----, cuando la solicitud se inste con posterioridad al 26 de octubre de 2001, de forma que a partir de esa fecha únicamente podrán anotarse aquellos aprovechamientos cuyo título lo constituya sentencia firme, potestad jurisdiccional de declarar la titularidad privada de tales aprovechamientos que no constituye una auténtica novedad en esa Ley, pues la posibilidad de instar ante los Tribunales de la Jurisdicción Civil la declaración de la titularidad privada de tales aprovechamientos ya existía con anterioridad. Tampoco es aplicable la doctrina jurisprudencial, contenida en la sentencia que se cita, de 23 de diciembre de 2002 sobre que el incumplimiento del plazo de tres años previsto en el artículo 195.2 del 4 Reglamento del Dominio Público Hidráulico para la inscripción o catalogación de las aguas calificadas como privadas no implicaba la preclusión del acceso de éstas al Registro o al Catálogo sino meramente la comisión de una infracción con la consiguiente sanción administrativa, pues la interpretación que declaramos sobre la cláusula de cierre del periodo de inclusión en el Catálogo de Aguas contenida en la referida Disposición Transitoria Segunda de la Ley 10/2001, del Plan Hidrológico Nacional, implica también el desapoderamiento a la Administración para imponer multas coercitivas, pues la interpretación sistemática de la Transitoria Cuarta del Texto Refundido de la Ley de Aguas y la Transitoria Segunda del PHN supone para los titulares de aprovechamientos de aguas subterráneas adquiridas con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 29/1985 la desaparición de su obligación de instar la inscripción, lo que deja sin causa el procedimiento de multas coercitivas previsto para forzar su cumplimiento. Por todo ello, teniendo en cuenta que la parte recurrente no ha ejercitado en el presente caso la acción jurisdiccional tendente al reconocimiento de la titularidad privada de su aprovechamiento, pues centró en la impugnación de la resolución denegatoria de inscripción, solicitando su anulación, con un planteamiento propio de la normativa aplicable con anterioridad al cierre del Catálogo previsto en la Transitoria Segunda de la Ley 10/2001, de 5 de julio, que aprueba el Plan Hidrológico Nacional, debemos desestimar el único motivo de casación y confirmar a la resolución impugnada. SEPTIMO .- Por lo expuesto, procede desestimar el recurso de casación e e imponer las costas a la parte recurrente de conformidad con lo dispuesto en el artículo 139.2 de la Ley reguladora de esta Jurisdicción 29/1998, si bien, como permite el apartado 3 del mismo precepto, dada la índole del asunto y la actividad desplegada por la parte recurrida, procede limitar la cuantía de la condena en costas, en cuando a la minuta correspondiente a la defensa de la Administración recurrida, a la cantidad de 2.500 euros. Por todo ello, en nombre de S. M. el Rey y en el ejercicio de la potestad que, emanada del pueblo español, nos concede la Constitución. FALLAMOS 1º. No haber lugar y, por tanto, desestimar el recurso de casación número 761/2009, interpuesto por la representación procesal de D. Pedro Enrique contra la sentencia dictada en fecha de 23 de diciembre de 2008 por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extramadura, en el Recurso Contencioso-Administrativo número 784/07 la cual, en consecuencia, confirmamos. 2º. Condenar a la parte recurrente en las costas del presente recurso de casación, en los términos expresados. Así por esta nuestra sentencia, que deberá insertarse por el Consejo General del Poder Judicial en la publicación oficial de jurisprudencia de este Tribunal Supremo, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos PUBLICACIÓN. Leída y publicada ha sido la anterior sentencia por el Magistrado Ponente Excmo. Sr. D. Rafael Fernandez Valverde, estando constituida la Sala en Audiencia Pública, de lo que certifico. 5