BENDICIÓN EUCARÍSTICA Reserva del Santísimo Sacramento HORA SANTA PARA EL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA Canto final a la Virgen María Despedida: “Las personas consagradas son signo de Dios en los diversos ambientes de vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, son profecía del compartir con los pequeños y los pobres. La vida consagrada, así entendida y vivida, se presenta a nosotros como realmente es. Un don de Dios, un don de Dios a la Iglesia, un don de Dios a su pueblo. Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino” (Papa Francisco) SUBSIDIO PARA COMUNIDADES DE CONSAGRADOS GRUPOS DE ORACIÓN COMUNIDADES PARROQUIALES Y PARA LA ORACIÓN PERSONAL ENERO DE 2015 PRECES Presentación El Año de la Vida Consagrada ha sido un regalo del Papa Francisco a la Iglesia, no exclusivo únicamente para las personas consagradas, sino como una oportunidad para que todos los Bautizados volvamos nuestra atención hacia el llamado universal, que compartimos los tres Sectores del Pueblo de Dios: Fieles laicos, Ministros ordenados y Consagrados, a una vida santa. Una forma eficaz para que podamos llevar a cabo este propósito es ciertamente la oración: la oración en presencia de Jesucristo que ha elegido permanecer con nosotros en el Santísimo Sacramento. Por eso los Miembros de la vida consagrada nos hemos propuesto, a lo largo de todo el año de 2015, preparar un subsidio mensual cuya razón de ser es facilitarnos a todos un encuentro con el Señor Jesús, del que podamos sacar el gozo de renovar nuestra adhesión a un estilo de vida más evangélico, ya que creemos que la contemplación sigue siendo la “mejor parte”, de la que no debiéramos alejarnos. Encomendamos esta iniciativa a la maternal intercesión de la Virgen María, de la que aprendimos a alimentarnos de la Palabra de Dios. Los destinatarios del presente subsidio son todos los Agentes de Pastoral – que incluyen también a los propios Consagrados – para que lo utilicen con libertad y con las adaptaciones que consideren convenientes, con el fin de que el Año de la vida consagrada produzca frutos tanto de conversión como de apostolado misionero. - Por la Iglesia universal: para que todos los discípulos de Jesucristo, al celebrar el Año de la Vida Consagrada, redescubramos que el llamado a la santidad no es privilegio de algunos sino la vocación de todos, roguemos al Señor… - Por la Iglesia de Monterrey: para que aprecie todos los carismas con los que el Espíritu del Señor la ha enriquecido, y crezca en comunión, roguemos al Señor… - Por los Consagrados y Consagradas de todo el mundo: para que perseveren en su vocación y su testimonio de vida evangélica sea ejemplar para el bien de todos, roguemos al Señor… - Por los pobres, los enfermos y los marginados de la sociedad: para que encuentren en la caridad de los cristianos un verdadero alivio a su dolor, roguemos al Señor… - Por los Jóvenes: para que, motivados por el ejemplo de los Consagrados y Consagradas, busquen con valentía la propia vocación con espíritu cristiano, roguemos al Señor… - Por los pecadores: para que encuentren comunidades eclesiales de puertas abiertas, roguemos al Señor... nuestra vida sirviendo a los demás, no la perdemos, sino que la reencontramos enriquecida. QUINTO AGRADECIMIENTO: POR LOS CONSEJOS EVANGÉLICOS De la Constitución Dogmática ‘Lumen Gentium’: Los consejos evangélicos de castidad consagrada a Dios, de pobreza y de obediencia, como fundados en las palabras y ejemplos del Señor, y recomendados por los Apóstoles y Padres, así como por los Doctores y Pastores de la Iglesia, son un don divino que la Iglesia recibió y con su gracia conserva siempre. El cristiano, mediante los votos u otros vínculos sagrados, con los cuales se obliga a la práctica de los tres consejos evangélicos, hace una total consagración de sí mismo a dios, amado sobre todas las cosas, de manera que se ordena al servicio de Dios y a su gloria por un título nuevo y especial. Los consejos evangélicos, mediante la caridad hacia la que impulsan, unen especialmente con la Iglesia y con su misterio a quienes los practican, de manera que es necesario que la vida espiritual de éstos se consagre también al provecho de toda la Iglesia (N. 43 y 44). Texto Bíblico: Mt 19,16-21 Para la meditación personal: El peligro más grande, para un cristiano, es el apego al dinero. Realmente no es posible servir a dos señores, so pena de quedar mal con uno de los dos. La avaricia es una verdadera idolatría solapada. Entonces amar a Dios con toda la mente, con todo el corazón y servir al prójimo con todos los propios bienes no es sólo un consejo, sino una necesidad imprescindible para perseverar en la fe. Canto EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO PRIMER AGRADECIMIENTO: POR LA VIDA CONSAGRADA De la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II “Lumen Gentium”: La Vida Consagrada, si se atiende a la constitución divina y jerárquica de la Iglesia, no es un intermedio entre la condición del clero y la condición de los laicos, sino que de uno y otro algunos cristianos son llamados por Dios para poseer un don particular en la vida de la Iglesia y para que contribuyan a la misión salvífica de ésta, cada uno según su modo” (N. 43). Por lo cual, el sagrado Sínodo confirma y alaba a los varones y mujeres, a los hermanos y hermanas que en los monasterios, o en las escuelas y hospitales, o en las misiones, hermosean a la esposa de Cristo con la perseverante y humilde fidelidad en su consagración y prestan a todos los hombres los más generosos y variados servicios” (N.46). Texto Bíblico: Jr. 1,1-12 Para la meditación personal: A cada uno de sus discípulos el Señor Jesús nos ha confiado una misión peculiar de servicio al próximo. ¿Recordamos nuestro carisma personal y lo practicamos cómo ministerio? Canto SEGUNDO AGRADECIMIENTO: POR EL DON DE PROFECÍA EN LOS FUNDADORES Del Decreto Conciliar “Perfectae Caritatis”: La adecuada adaptación y renovación de la vida consagrada comprende a la vez el continuo retorno a las fuentes de toda vida cristiana y a la inspiración originaria de los Institutos, y la acomodación de los mismos a las cambiantes condiciones de los tiempos. Redunda en el bien mismo de la Iglesia el que todos los Institutos tengan su carácter y fin propios. Por tanto, han de reconocerse y conservarse con fidelidad el espíritu y los propósitos de los Fundadores, lo mismo que las sanas tradiciones, pues, todo ello constituye el patrimonio espiritual de cada uno de los Institutos (N.2). Texto Bíblico: Lc 1,26-38 Para la meditación personal: Nadie puede amar a nadie, si primeramente no ha descubierto cuánto Dios lo ha querido a él mismo. En el ejemplo de María, de los Santos y de los Fundadores encontramos el espejo para descubrir primeramente cómo Dios nos ha amado y nos ha hecho capaces de amar. Canto TERCER AGRADECIMIENTO: POR EL DON DE LA COMUNIDAD De la Instrucción ‘La Vida Fraterna en Comunidad”: La comunidad religiosa es un don del Espíritu, antes de ser una construcción humana. Efectivamente, la comunidad tiene su origen en el amor de Dios difundido en los corazones por medio del Espíritu, y por él se construye como una verdadera familia unida en el nombre del Señor. Por lo tanto, no se puede comprender la comunidad sin partir de que es don de Dios, de que es un misterio y de que hundes sus raíces en el corazón mismo de la Trinidad santa y santificadora, que la quiere como parte del misterio de la Iglesia para la vida del mundo. Expertos en comunión, los consagrados están llamados a ser en la comunidad eclesial y en el mundo testigos y artífices de aquel proyecto de comunión que está al vértice de la historia del hombre según Dios (N. 8 y 10). Texto Bíblico. Hch. 2,42-47; 4,32-35 Para la meditación personal: El egoísmo siempre divide y sólo engendra injusticias y violencia; sin el Espíritu de Jesús es imposible alcanzar la comunión fraterna y edificar la paz duradera. Canto CUARTO AGRADECIMIENTO: POR LA VOCACIÓN APOSTÓLICA De la Exhortación Apostólica ‘Vita Consecrata’: A lo largo de los siglos nunca han faltado hombres y mujeres que, dóciles a la llamada del Padre y a la moción del Espíritu, ha elegido este camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a él con corazón indiviso. También ellos, como los Apóstoles, han dejado todo para para estar con él y ponerse, como él, al servicio de Dios y de los hombres. A imagen de Jesús, el Hijo predilecto a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, también aquellos a quienes Dios llama para que le sigan son consagrados y enviados al mundo para imitar su ejemplo y continuar su misión (N 1 y 72). Texto Bíblico: Jn 6, 5-15 Para la meditación personal: Así como Dios no se empobrece siendo el que da todo a todos sin medirse, de la misma manera quienes perdamos