la prensa del siglo xix como medio de difusión de la literatura

Anuncio
ISSN: 1132-1873
Revista General de Información y Documentación
‘Vol. 8, n.” 2- 1998: 241-257
LA PRENSA DEL SIGLO XIX COMO MEDIO
DE DIFUSIÓN DE LA LITERATURA
HISPANOAMERICANA (*)
y ALiciA ARIAS COELLO
Universidad Complutense de Madrid
ALMIJDENA MEJÍAS ALONSO
Todos los estudiosos de la literatura, la historia o la sociología de la
centuria pasada, coinciden en afirmar que el siglo XIX es, por excelencia,
el siglo de la prensa escrita. De hecho, muchos hombres del siglo pasado,
procedentes de diversos ámbitos profesionales, consideraban prestigioso el
hecho de colaborar en diversas publicaciones periódicas, y un ejemplo de
ello lo encontramos en unas declaraciones del propio Castelar, que llegó a
decir: “Cuando tomo en mis manos un periódico, cuando recorro sus columnas, cuando considero la diversidad de sus materias y la riqueza de sus
noticias, no puedo menos de sentir un rapto de orgullo por mi siglo...”’. Siguiendo en esta línea podríamos citar a muchos profesionales influyentes
que comparten esta misma idea de Castelar; pero como muestra evidente
de la importancia y la fuerza de la prensa escrita en este siglo, recordemos
algunos nombres de aquellos grandes políticos que comenzaron su andadura profesional siendo periodistas, y que alcanzaron los más altos puestos
en la nación, nos referimos a personajes históricos como Cánovas, Ríos
Rosas, Sagasta o González Bravo.
La prensa del XIX fue consciente, en todo momento, de su poder en lo
que se refería a la difusión de ideas políticas, culturales, religiosas o de
cualquier otro tipo. Se sentía “educadora” y cumplió, conscientemente, este papel; por esta razón, en los periódicos y revistas del siglo XIX encontramos secciones dirigidas a los hombres (sobre todo, las referentes a las
noticias políticas y culturales), otras diseñadas para las mujeres con artículos sobre moda, en las que el redactor interviene expresando su opinión so-
(*) Este artículo es el resultado de una comunicación presentada en las VII lomadas
E.U.B.D. Complutense.
¡
Véase OuvAR BERTRAND, Oratoria, política y oradores del ochocieneo, p. 31. También lo cita MaÑ Cruz SEOANE, Historia del periodismo en España, 3, Siglo XIX, p. 11.
241
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
Li prensa del siglo XIX como medio de difusión...
u
Revista ilustrada Htspauo-Amerioara.
~44So4,I<.ó1f ,raJ,,’n.
Msebdd
!wt. III
14 <le S.-piku’~In-r. ¡lo *800.
mwtt4~flóft~~ÉflC&
—
a...
4.
‘Z
Z4t4nw¡mL~Uét.kn..&.M.
-‘ CLUtlO
tAfl~WrQ~
oo~Lto,
ta, te&rn’Án
rflj¡—..a.
“-‘-
.44.
t
—~
XÚn.. 4~~,’a4K
¡aid,. ~
a., ola...
4,.—--.
.4 .<•¡l~I n.a...
-4
<¡44<44 444-44
0~4¡.~
M., —“
1.
.I.det.4 *4,..d. —
k.tdW.aa<.4‘Id.. A444•fl. T
f
4•¡¡44—~y.44 44’.
44.44.....
flIo.le
“¡-a
44.-
EttlI.)lfl
Xta ~—
yr
y ‘u
‘¡04.’ a..
p”,~ —
Lii;. ‘144
‘¡ka
¡¡ o¡
¡.44•Ia’a..
—, —,
ea,,.;
t.ah.j&4
—44-.””,—
4n~a.O’~
alá.
Cr¿n~or¡
44 ¡%¡t—4444
a¡...ía ti..
Fa-,-> 44~¡4-&44¶4-<4
444,11.,.
It”
—“u”
‘44 4~ 7~4<44éa
~¡¿ 4Z’:
~n,.
—
~44
4..
~<44~~ha
>CejMii
.4..
Mt
4<4
1’.
y ,-,~44t
‘44fl1. 4 44.’J1,4d<
“4.
4
*.4-t
¡a.
‘4 4’
<tfl.¡a,.’
4i45Ú14’4’¡’¡0414
4. F~
‘—.4....
•4d,~~~-
— n.Iu.,~,
4<.~< 4 Ir 44 4”
4-,
¡ea.
.;,~
1<44-
1,4-4.4’a’
.44.,”
Id ~“*1-.
ata ur..-z4. a’.
Revista General de lnÑnnación y Documentación 242
‘Vol. 8,
ni’ 2-
1998:241-257
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
La prensa del siglo
XIX como
medio de difusión...
bre lo que debe vestir una muchacha joven y casadera, que no tiene nada
que ver con la ropa que debe llevar una madre de familia. También encontramos información sobre fiestas, con opinión personal del periodista incluida en el artículo; otras veces podemos leer poesías escritas por mujeres
como, por ejemplo, las de Carolina Coronado que colabora en el Semanario Pintoresco Español (Madrid 1840-1850), en el Museo Literario (Valencia 1865), en el Álbum de las Familias (Madrid 1865 y 1866), en La
América (Madrid 1859-1862) y en El Álbum Iberoamericano (Madrid
1897-1901); Julia de Asensi que publica en El amigo de las Damas (Madrid 1873), en El Folletín (Málaga 1875-1876) y en El Álbum Iberoamericano (Madrid 1890-1903); Faustina Sáez de Melgar que colabora en El Correo de la Moda, revista en la que se da a conocer, en 1851, con el poema
“La paloma torcaz”, en La Violeta (Madrid 1862-1866) y, también, en el
Museo Literario de Valencia; otra española que vio impresa su producción
poética fue Carolina Soto y Corro que publicó en Flores y Perlas (Madrid
1883-1884) y en El Asta Regia, revista fundada y dirigida por ella en Jerez
en el año 1880. Las mujeres hispanoamericanas también tuvieron cabida en
las páginas de las publicaciones españolas, y así encontramos a Gertrudis
Gómez de Avellaneda, escritora cubana que colaboró en La América (Madrid 1851), en El Semanario Pintoresco Español (Madrid 1845-185 1), en
El Álbum Iberoamericano y en Flores y Perlas de Madrid; a la puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió, que publicó en la revista madrileña España
y América; a Luisa Pérez de Zambrana que participó en La América y en
El Álbum Iberoamericano, ambas publicaciones de Madrid; y Esther Tapia
de Castellanos, que se dio a conocer en España en El Álbum Iberoamericano. Pensando en la mujer, estas revistas también incluían narraciones largas, con una enseñanza moral, que se publicaban por episodios en los distintos números del periódico o revista que compraba sus derechos.
La opinión del periodista, o de la persona que escribía una crónica o
redactaba un articulo, era algo intrínseco al desempeño de la profesión, y
esto era así porque desde el momento en que cualquier publicación tiene
como divisa la “Educación” de los lectores, esta “Educación” conduce, inevitablemente, a la formación de opinión entre los mismos2. Bien es verdad
que este punto de vista siempre se puede relativizar teniendo en cuenta el
alto índice de analfabetización de la población española. Según Luis Sándiez Agesta3, a principios de siglo, concretamente en 1803, sólo sabia leer
ANE,
Sobre la capacidad de la prensa del XIX para formar opinión. véase Man Cruz Snoop. cii., pp. 14 y ss.
Luis SÁNCHEZ AGESTA, Historia de constitucionalismo español, p. 507.
243
Revista General de Infonnación y Documentación
‘Vol. 8. n”2- 1998: 241-257
Almuder’¡a Mejías Alonso
La prensa del siglo XIX como medio de difusión...
Alicia Arias Coello
r
-
ReeMa ¡batuda
Nt4’ .60.AÉ4e,inML
~S ~abIka ‘u
.ua,eo.4.
~idí4,
do COc#rI,fld ,*Si.—OG<.Iaa
CIaLdaO
IZ<II, 13.
Ud hL—SOn. 2%.
F4 43. It,... —.
#
~
—44’
¡os
~4,;
4-,
.col’— 4< los ntljd.
~o*444oI~4.oU5;a4s
c¿oeo4 ynlb.ai.dcoaiw
CR¡ÓMICA
lA F,~Ád¿.a dc C;k
.4u.ohI44i. 3.. tttnta.
.i4~4•<t,fl cí eL fa—
tu 4< 3. a’..n. 5si4a
ad afrt
0’•
4’1L, ¡a ;clcg.¡iI. “44
;q;a¡ o 4a.4nar..404—
1,4.1<4.. yro..t4U¡-.v
ka,
t04,r’¡É’nu
¡<...;4. ru4I~4o
.~Wt<.t .~;
LO
taid¡atlmnati
l,tl4a4<~ lo .o~r n.b],
4<0,0100 4.=
najas
cl
44;•
Nit.fl, <0 ¡a.Ja.,.
‘1 ata 444ai ~44-4; a¡A.-
louooeuaad. aia,í¡.a~
4,4k,
‘¡4
IIút,¡<tt¿4,tIU, ¡cnn
4r44.44 9 u.. Ii;
di; í
44<ara4ILS4 pALI..’ ~..
u’uisMc it, bi
¡‘att
44 ¡Ok íai3at..
40
<ml 4*
r¡”’ t’4<
$auti
1. alú 3.4itr,;4
uasa,.a. a
ha4a
4.4.nth’¡’4$4
4E4.pyflJ4<-
¡a.rr4nMdo y ..uci¡-1.4k,, ¡l..yh,sI
ti
o’w.Lt~tuJc4’¡a,’ ¡
‘4
400,41’,,
4.1-
44<4< .4”siasu
I4atr,<1414.4a4101 ¡:1;
~u;a,t
t4t~
‘uLla .4.
4.44 ¡4 It .4. 444 .4 .14’41A’”’
It
it cují 4
.44- ¡..¡- ,bu,.. 4liLaila>.
iI,,ain
- md..
a aonkan
I<4~4< tct.ok”> -~
a,.ad;¡aa,.í ¡
40 4.14.4.44-,—
~
4
41.
4 4’
r~t..
¡4444.4
kll¡aa.acofl,.,44 fu‘¡44<4,4; .4<4;, o,¡<3’t
eO <LOIjilILO I~4
44i.4,’É..k—4<.14,b,,’..s
tflUt ¡-4 f’<(¡4~44.t> 4<
t4-feL<44’u4-O a$c’oha.14i
.4] <sIal
dosC ¡4-4
mio,, 00 ni’tt<FOtt’44tI~nca;n,atokalau ¡A.
4434<444<
m
ad4¡-t..C4<.eiui;YfrC
4,44.4 ,la¡c
~.
4.4,A4<r~ar444O
.3.
4;
al;
4
..¡-e;.
44;t<,,’t4
-í¡nas ¡‘4
a.It,,t¿aᔡ-I
br
a. 44-;—
‘u,;..,
‘Adidai
244
Revista General de Información y Documentación
Vol. Sn.” 2- 1998: 241-257
<ir.;
‘cl ra
no
<ci
W14
44 ¡4.4’>
dc
4-.
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias coello
Lo prensa del siglo XIX como medio de d¡fusión..
un 5,96% de la población, cifra que se vio elevada en el año 1900 hasta un
33,45%. Como podemos observar la alfabetización era bastante escasa, sin
embargo creemos que esto no minimiza la influencia de la prensa pues tenemos constancia de que en distintas situaciones, los periódicos eran leídos en voz alta por personas instruidas con el fin de que la información llegara al más amplio número de personas.
Esta forma de difusión de las noticias no es en absoluto novedosa. De
hecho podríamos decir que se trata de una tradición, impuesta por una situación de analfabetismo, que arranca desde muy atrás en nuestra historia
de la cultura, desde la Edad Media pasando por la Edad Moderna, y que llega hasta nuestros días con las lecturas colectivas infantiles.
Pero la prensa en el siglo XIX quiso ir más allá, deseaba mostrar su interés por la literatura y así empezó a incluir en sus páginas, como ya hemos
indicado más arriba, obras de diversos escritores; de hecho muchos de
nuestros autores más notables publicaron en sus páginas, como es el caso
de Gustavo Adolfo Bécquer quien vio impreso en las páginas del Museo
Literario de Valencia4, en 1864, su poema titulado T~ y yo, y cuyos primeros versos son: “Cendal flotante de leve bruma,/Rizada cinta de blanca espuína”. Siguiendo esta tendencia, empezaron a nacer revistas que, poco a
poco, fueron adquiriendo un tono más ligero que el de los periódicos, gracias a que tenían un contenido más variado en el que se combinaban la literatura, el entretenimiento con crucigramas, charadas, etc., con la información social y política expresada en un tono menos profundo que el que
presentaba la prensa diaria.
Los editores de estas publicaciones no sólo acogían a escritores nacionales, sino que en su ambición de uni’Versalidad, imprimieron en sus páginas numerosas obras traducidas de autores de otros países, como es el caso de las dos poesías de Víctor Hugo, traducidas por Teodoro Llorente y
publicadas el 4 de septiembre de 1892 en España y América, publicación
madrileña de periodicidad semanal, y cuyos títulos son A Virgilio: “¡Virgilio! ¡Mi poeta! ¡Mi divino maestro!”, y El Dervis: “Ah-Bajá pasaba: los
grandes, los pequeños”.
En esta situación, y sobre todo en la última década del siglo XIX, las
revistas de carácter cultural ya habían conseguido un lugar reconocido por
la sociedad, y las más prestigiosas, como la Revista Contemporánea, fundada por José del Perojo en 1875, y La España Moderna, fundada por Lá-
yaro Galdeano en 1889 fueron, en gran medida, responsables de la intro-
El Musco Literario es una publicación valenciana que tuvo tres años de vida, del
1864 al 1866. La colección completa se conserva en la Hemeroteca Municipal de Madrid.
245
Revista General de Información y Documentación
Vol. 8, ni’ 2- ¡998: 241-257
Alrnudeno Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
La prensa del siglo XIX como medio de dífusión...
ducción de la cultura y estética alemana, francesa y de otros países europeos5, además dieron cabida en sus páginas a autores españoles como Emilia Pardo Bazán, Galdós, “Clarín” o Menéndez Pelayo, entre otros.
Es fácil suponer que, ante el avance de las revistas culturales, éstas
acogieran colaboraciones de autores de países hispanoamericanos. Por esta razón no es sorprendente encontrar huellas de escritores uruguayos, paraguayos, chilenos, ecuatorianos, y otros, que el tiempo, y otras circunstancias, ha hecho que hoy resulten desconocidos para nosotros, pero que en
su día aparecieron al lado de otros escritores reconocidos en la literatura
mundial como es el caso de Rubén Darío.
No conocemos exactamente la tirada de estas publicaciones de carácter
fundamentalmente cultural, pero lo que sí sabemos es que estaban dirigidas tanto al público masculino como al femenino, de manera que es plausible la idea de que fueran revistas compartidas, no sólo por los miembros
de la familia, sino por el círculo de amistades de la misma. No nos aventuramos, sin embargo, a afirmar que se hiciera una lectura en voz alta de su
contenido, pues el analfabetismo conlíeva, la mayoría de las ‘Veces, desconocimiento de la literatura, del arte, de la filosofía, etc. En este sentido podemos decir que son un tipo de revistas dirigidas a una “elite” ilustrada, intelectual, curiosa por las novedades del extranjero y que se complace con
este tipo de información; sin embargo, esta afirmación no tiene que llevarnos a engaño y pensar que estas revistas eran un medio limitado de difusión de la literatura hispanoamericana; muy al contrario, podemos afirmar
que gracias a la existencia de estas publicaciones el nivel cultural de nuestra intelectualidad se elevó y, que con ello, muchas personas que hasta ese
momento se habían acercado tímidamente a las letras hispanoamericanas,
pudieron ampliar su cultura. Por otro lado, pensemos que el precio de estas publicaciones era bastante más asequible que el de un libro, de manera
que su contenido alcanzaba también a sectores intelectuales de niveles sociales inferiores, de forma que podemos hablar de una cierta “popularización” de la literatura hispanoamericana que, hasta ese momento, era la gran
desconocida de nuestras letras, a pesar de que todavía había países, como
Cuba y Puerto Rico, que pertenecían a la corona española.
La cercanía del Cuarto Centenario del descubrimiento de América favoreció la aparición de revistas como La Unión Iberoamericana, que en
sus orígenes, datados en el año 1885, nació como una asociación, apare-
La Revista Contemporánea, en su primera etapa, fue el medio de difusión más importante del movimiento neokantiano y positivista en España. A través de La España Moderna, se divulgaron en nuestro país autores como Tolstoi, Ibscn o Turguencv.
Revista General de Información y Documentación
‘Vol. 8, n.y 2- 1998: 241-257
246
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias coello
Li prensa del siglo XIX como medio de difusión. - -
ciendo un primer opúsculo impreso en el 18876, fecha que se considera como el año de la fundación de la revista, cuyas miras estaban puestas en el
1892.
En 1891 La Unión Iberoamericana ya estaba realizando plenamente su
labor de portavoz de nuestros países hermanos de América. Así encontramos aportaciones de las peruanas Mercedes Cabello de Carbonera (1 de febrero) y Clorinda Matto de Turner, también peruana, de Lima, quien nos
hace una crónica de las tradiciones cuzqueñas (1 de marzo), y nos ofrece
su novela Índole (1 de diciembre).
El año del Centenario, 1892, La Unión Iberoamericana se hace eco de
la literatura hispanoamericana, y así conocemos noticias sobre la escritora
colombiana Soledad Acosta (1 de enero), las opiniones sobre la novela moderna de Mercedes Cabello de Carbonera (1 de mayo); y el mismo día 12
de octubre, aparece un número extraordinario de esta revista donde encontramos una heroica sextina del Conde de Cheste que dice así:
Nave feliz que la primera hendiste
Los tenebrosos mares, aún no hollados,
Y al mandato de Dios, por ellos fuiste
A descubrir los pueblos apartados:
Sólo hispano bajel tanto podría:
No en vano lleva el nombre de Maria!
En este mismo número encontramos también una alabanza a Colón firmada por Antonio Cánovas, dos poemas dedicados al Almirante y firmados. el primero, por Manuel del Palacio, y el segundo por Ricardo Palma,
y otras muestras literarias realizadas para este número especial de la citada
revista.
Una vez pasado el evento del Cuarto Centenario, La Unión Iberoamericana siguió siendo voz en España de autores hispanoamericanos de distintos países: colombianos como Antonio María Gómez Restrepo que participa con un soneto cuyo primer verso es “Ya el triste Enero hacia su ocaso
rueda”, o el guatemalteco Máximo Soto Hall, que escribe un soneto cuyo
título es Mayo, dedicado a la primavera y que comienza así: “Ya la hermosa y fecunda primavera”.
De este año sólo se conservan, en la Hemeroteca Municipal de Madrid, los números
pertenecientes al 1 de enero, dondc aparece el Acta de Constitución de la Unión Iberoamencima en México, y al 20 dc julio.
247 Revisía General de Información y Documenlación
‘Vol. Sa ni’ 2- 1998: 241-257
‘Vol. 8, n.” 2- 1998: 241-257
Revista General de Información y Docu,nenlación
Altaudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
248
Li prensa del siglo XIX como medio de difusión...
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
Li prensa del siglo XIX como medio de difusión...
Esta revista incluye también uña sección Biográfica-Bibliográfica con
noticias sobre la publicación de obras hispanoamericanas, tanto históricas
como literarias; citemos, como ejemplo, el Primer Anuario Estadístico de
la República de Honduras correspondiente al año 1889; la salida al mercado de dos novelas del autor argentino Carlos María Ocantos tituladas Entre dos luces y su segunda parte titulada El candidato. También encontramos, en este mismo número una noticia sobre la Biblioteca Nacional de
Honduras, fundada en 1880, donde se habla de la donación de 309 volúmenes que el Doctor D. Marco Aurelio Soto hizo a la citada biblioteca, y
de la donación hecha por D. Ramón Roca. Además incluye los canjes que
existen con las bibliotecas de Montevideo, Uruguay y Chile, lo que constituía, en este momento, un total de 1.949 volúmenes y 369 folletos.
En esta misma sección, el 4 de octubre, leemos Primicias Religiosas de
América, escritas por el R.P. Ramón García Muiños, del colegio de los PP.
Franciscanos de Santiago, donde se recuerda el IV Centenario Colombino.
A continuación, leemos la noticia de que Francisco Montero Barrantes ha
publicado un libro titulado Elementos de Historia de Costa Rica, con referencia a los años 1856 y 1890.
El 4 de agosto, César N. Penson nos da la triste noticia de que la RA.E.
ha abandonado el proyecto de hacer una antología poética Hispanoamericana, que se había proyectado después de haber alcanzado un acuerdo con
los gobiernos y Academias de América Latina. Y también, en esta misma
fecha, nos enteramos de la existencia de unos convenios literarios entre
España y México, España y Costa Rica y España y U.S.A., este último a
falta de revisión, y de un convenio sobre propiedad intelectual con Guatemala.
En el número del mes de marzo, y bajo la sección titulada “Del americanismo en la poesía”, Antonio Rubio y Lluch da su autorización para que
se publique en la revista un documento de especial interés. Se trata de una
“Cada abierta al señor don Juan León Mera sobre sus Melodías Indígenas”
que previamente ya había sido publicada en la Revista Ecuatoriana, año
XI, n.’ 32. La carta, fechada el 15 de febrero de 1892, está dirigida, como
es evidente, a Juan León Mera, autor de una novela de gran éxito titulada
Cumandó, y de otras como son Virgen del Sol y Melodías Indígenas. Juan
León Mera, además, era conocido por su colaboración en la Revista Ecuatoriana donde había publicado varias cartas dirigidas al autor español Valera con las que provocó cierta polémica. Sin embargo, el documento que
más nos interesa es la larga carta de la que hemos empezado a hablar firmada por Antonio Rubio, pues en ella se reproduce una silva de León Mera titulada Ce/vino, además de dos tercetos del poeta argentino Rafael Obligado referidos a otra polémica literaria que éste mantenía con el también
249
Revista General de Información y Documentación
‘Vol. 8, n.” 2- 1998: 241-257
AI¡-nudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
La prensa del siglo XIX como medio de dft’usión..
argentino Calixto Oyuela. También nombra a Andrés Bello, a Echeverría,
a Gutiérrez González, a Rodríguez Galván, a Batres y Montufas, a Heredia, y a Olmedo, todos ellos autores que dieron carácter propio a la literatura hispanoamericana.
En 1893 La Unión Iberoamericana seguía fiel a su principio de ser portadora de la voz literaria de América, y en este año VIII de la revista, que
no está completa en la Hemeroteca Municipal de Madrid, podemos destacar la presencia, nuevamente, de una mujer literata, la colombiana doña
Waldina Dávila Ponce de León que se presenta con el arreglo de un drama
en tres actos, titulado Zuma.
Hasta el año 1900 seguimos encontrando en las páginas de esta revista
las obras de diversos autores hispanoamericanos, como son Jorge A, Icaza,
de Ecuador; Justo A. Fado, de Panamá7; Ignacio Montes de Oca y Obregón, quien firmaba sus colaboraciones bajo el pseudónimo de Ipandro
Acaico, de México; Enrique W. Fernández y Miguel Antonio Caro, de Colombia; Vicente Acosta y Carlos Arturo Imendia, de la República de El
Salvador; Salvador Diaz Mirón, de México o Francisco Orandmontagne,
de Argentina.
La Unión Iberoamericana continuó su andadura hasta 1926, año en que
pasó a ser la Revista de las Españas.
Otra publicación importante que nació para conmemorar el acontecimiento del Cuarto Centenario fue la revista España y América a la que ya
hemos aludido más arriba. Esta revista fue fundada en 1892 por Femando
del Toro y Saldaña, y se define como revista de Bellas Artes, Ciencias y Literatura.
El número 1, fechado el 3 de enero de 1892, se estrena con un artículo
en el que se saluda a la prensa y al público en general de España y América, y enseguida encontramos colaboraciones de personajes hispanoamericanos, como es un cuento del paraguayo José Zahonero dedicado a su distinguida amiga la señora doña Angeles Feduchy de Ruiz. Nombres como
Luis Bonafoux, de Puerto Rico, se repiten en varios números, como también el de Juan Clemente Zenea, cubano; Salvador Díaz Mirón, mexicano,
que también colaboró en La Unión Iberoamericana; Juan Carlos Gómez,
uruguayo; Rafael María Baralt, venezolano, que escribe una poesía titulada A Cristóbal Colón: “¿Quién el furor insulta de mis olas?”; sin olvidar a
Miguel Antonio Caro, vicepresidente de la República de Colombia, que escribe el poema Patria: “¡Patria! te adoro en mi silencio mudo”, titulo que
GRISMER,
en su obra A Reference índex to Twelve Thousand Spanish American Aul-
hors, le da la nacionalidad panameña-costarricense.
Revista General de Información y Documentación
vol. 8, ni’ 2- 1998: 241-257
250
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias coello
La prensa del siglo XIX como medio de difusión...
utilizará también el puertorriqueño Salvador Brau para nombrar a su poesía que empieza así: “¡Bien lo recuerdo, sí, que en mi memoria”.
En esta revista también encontramos, el 3 de julio de 1892, un poema
titulado A mi patria, dedicado a la muerte del ilustre puertorriqueño D. Manuel Corchado, y cuya autora es una de las más conocidas poetisas puertorriqueñas de la centuria pasada, Lola Rodríguez de Tió, a la que ya hemos
citado más arriba. En el mismo número se describen los festejos programados en Cuba y en Madrid para conmemorar el “Centenario de Colón” y
un cuento del cubano Tomás Orts-Ramos. El 7 de agosto encontramos un
fotograbado de Lola Rodríguez de Tió, que acompaña a una semblanza de
la citada autora; y el 11 de septiembre, de la misma autora, leemos el poema Contemplación. El 14 de agosto José Zahonero, paraguayo, publica una
novela corta titulada Pedro y Juan, dedicada a su amigo el señor Femando
del Toro, a la sazón director de la revista.
Durante varios números se describen minuciosamente las fiestas que
tienen lugar en Huelva para celebrar el Cuarto Centenario, y el 4 de septiembre encontramos en la sección “Poetas Americanos”, dedicada a Nicaragua, dos “sonetitos” de Rubén Darío que, según ha detectado la Dra. Almudena Mejfas, presentan algunas variantes con respecto a la versión
publicada en libro de sus poesías completas. En España y América encontramos la siguiente versión:
1
PARA UNA CUBANA
Poesía dulce y mística,
busca a la blanca cubana
que se asomó a la ventana
como una visión artística
misteriosa y kabalística,
puede dar celos a Diana,
con su faz de porcelana
de una blancura eucarística
Llena de un prestigio asiático,
roja, en el rostro enigmático,
su boca, púrpura finge.
y al asomarse ve en ella
[Y al sonreírse vi en ella]
el resplandor de una estrella
que fuese alma de una esfinge.
251
Revista General de Información y Docu.,nentación
Vol. 8, n.~ 2- 1998: 241-257
Almudeno Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
II
La prensa del siglo XIX como medio de difusión.. -
PARA LA MISMA
Miré al sentarme a la mesa,
bañado en la luz del día,
un retrato de Maña,
la adorable japonesa.
El aire acaricia y besa
como un amante lo haría
la orgullosa bizarría
de la cabellera espesa.
Diera un tesoro el Mikado
porque fuera dominado
por princesa tan gentil
digna de que un gran pintor
la ninte junto a una flor
en un vaso de marfil.
[la cubana japonesa]
[por sentirse acariciado]
Todos sabemos la importancia que tienen las variantes en los textos literarios, pues éstas ayudan al investigador de la literatura a reconstruir cada momento de la creación de la obra de un escritor, como es el caso de Rubén Darío quien, en esta misma revista, cl 25 de septiembre, nos ofrece su
poema Sinfonía en gris mayor, en el que la doctora Mejías, de nuevo, ha
detectado variantes en los siguientes versos:
con pasos de enfermo camina al zenit
[con paso de enfermo camina al zenit]8
teniendo de almohada su negro clarín
[teniendo la almohada su negro clarín]
sus crespos cabellos, su gorra de lana,
sus bíceps de atleta, su blusa de dril.
[sus crespos cabellos, sus bíceps de atleta,
su gorra de lona, su blusa de dril.].
Además de los dos poemas anteriores, Rubén Darío colaboró con es-
ta revista ofreciendo en sus páginas distintas composiciones que hoy po-
Como en el caso de la poesía anterior, los versos que aparecen entre corchetes y en
cursiva son la versión definitiva que se da en Obras Completas.
Revista General de Informacióny Documentación
‘Vol. Sn.0 2- 1998: 241-257
252
Aln,udena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
La prensa del siglo XIX como medio de difusión...
demos encontrar en sus Obras Completas, como la que empieza con el siguiente ‘Verso: “¡Desgraciado Almirante! Tu pobre América”; o los que
aparecen bajo el título de Rimas, cuyos primeros versos son los siguientes:
1.
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
VIII.
IX.
X.
XI.
XII.
XIII.
XIV.
XV.
XVI.
“En el libro lujoso se advierten”
“Amada, la noche llega,”
“En la pálida tarde se hundía”9
“Allá en la playa quedó la niña”
“Una noche”
“Hay un verde laurel. En sus ramas,
“Llegué a la pobre cabaña”
“Yo quisiera cincelarlo”
“Tenía una cifra”
“En tus ojos, un misterio”
“Voy a confiarte, amada”
“¿Que no hay alma? ¡Insensatos!”
“Veo en tus ojos el alma”*
“Allá está la cumbre”
“El ave azul del sueño”
“Más luz, más alegría”*lO
Además de este insigne poeta, encontramos también composiciones de
poetas mexicanos como Manuel Gutiérrez Nájera con su poesía titulada To
be: “¡Inmenso ateísmo es el dolor humano!” (30 de octubre); el poema del
paraguayo José Zahonero que empieza “El poema de un beso”; o la aportación del poeta cubano Eduardo Undurraga con su poesía El triunfo de
Colón: “¿Quién es ese hombre de sublime aliento?”.
Queremos hacer también una breve alusión a la revista El Centenario,
que nació, como su nombre indica, con el propósito de dar a conocer la literatura, la historia y las costumbres de la América hispana en el año de
1892. En ella podemos encontrar conferencias americanistas que tuvieron
lugar en el Ateneo; la invitación que hizo este organismo a americanos importantes para que tomasen parte en estas conferencias históricas; artículos
sobre las esposas de los conquistadores, que toman la forma de ensayo histórico; el programa de festejos que tuvieron lugar en Huelva; un largo arEn Obras Completas se lee “En la cálida tarde se hundía”.
o
Según ha constatado la doctora Mejías Alonso, las poesías números XIII y XVI no
aparecen en Obras Completas.
253
Revista General de Información y Documentación
vol. 8, n.a 2- 1998: 241-257
Aíreudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
Li prensa del siglo XIX como medio de dí/usión. --
LAS ESPOSAS DE LOS CONQUISTADORES
ENSAYO HIST RICO
1.
rderb lo~ eronistaq
ant.guOs y 0c10WS
modernos Pa psoczas
de los ccnqulstdores
de Arndrica y a mars cómo fundaros
colonial, kvaxltatdl
dudada, <kínaron tdbus de abon—
~cnu. cnaUedaon gobiernos, pre’
nigaron Iqes y dvin aj~itlos paIses: nunca dan la sufldenw
i;¡,¡«tauida t la puw q&tv la ¡twjcr t’ipaiiola levo en aque]las conquistas. Sin la
rn4u civilizada, la imajar tu’isdna, <empaten ¿cl hrn’trt pw cl upfrb, jamá u
in,bjrnp 6.,dado
ióhdneenos cukos y duraMos es cl ?4mr ~Lmdo Seda por
cieflv cttíini~lmo estudio e) de indagar Éondeflzuda!ncn¡e en el boJo dc la Hiatori;~ ~lt’
It» I’rinteros tk.in
1ioa del deseíibriinkoto, y desesraAar y sacar á r~ el t.ri.
• Én .rotn
h.*ko-no.cIca .lrn iag*,k.,. rwiS. n
.1 dic. I~4 Jc 1...,&ncmn
<e la ~p<*4.1. OC%~1M~4A latolont<.o&. k la Am~rk. 1ú.pinicu.
Revista General de Información y Documentación
‘Vol. 8, ni’ 2 - 1998: 241-257
254
e.
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias coello
La prensa del siglo XIX como medio de d,ffisión...
tículo sobre los contemporáneos europeos de Cristóbal Colón, trabajo que
implica un estudio sobre personajes históricos de la etapa renacentista y,
por último, un amplio comentario sobre los trabajos que se presentaron en
el “Congreso literario Hispano-Americano”.
Por último nos fijaremos en El Album de Madrid. Es una publicación
literaria que nació el 14 de abril de 189911 y terminó el 27 de octubre con
el número 29, pero a pesar de su corta vida, hemos creído conveniente dar
noticia de esta revista debido a la notable cantidad y calidad de los autores
hispanoamericanos que colaboraron en sus páginas, como son los cubanos
Luciano Aneiros Pazos y Nicolás Caño y Pastor; el peruano José Santos
Chocano que nos ofrece su soneto Rubia: “Robó el oro su lustre a tu cabelío”, que, según ha comprobado la doctora Mejías, no aparece en sus Obras
Completas; el nicaragilense Rubén Dado con su Marcha Triunfal: “Ya viene el cortejo!” que presenta ligeras variantes de puntuación con respecto a
la versión definitiva de sus Obras Completas, aunque más variantes encontramos en algunos versos de su Sonatina, donde leemos:
Y en un vaso olvidado se desmaya una flor
[y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor]12
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
[El jardin, puebla el triunfo de los pavos- reales]
La princesa no canta, la princesa no siente;
[Lo princesa no ríe, la princesa no siente;]
Ay la pobre princesa de los labios de rosa
[¡Ay/a
la pobre princesa de la boca de rosa]
ni de halcón encantado, ni el bufón escarlata
[ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,]
las camelias de Oriente, los nelumbos del Norte
[los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,]
II
Véase Almudena MBIAs ALoNso, «Hispanoamericanos en “El Álbum de Madrid’.
Variantes rubendarianas y otros comentarios», en Anales de Literatura Hispanoamericana,
ni’ 26. Servicio de Publicaciones, UCM, Madrid, 1997, pp. 95-110. Los ejemplares completos de esta revista se encuentran en la Hemeroteca Municipal de Madrid y en la Biblioteca
Nacional.
IZ
Los versos que aparecen entre corchetes pertenecen a la versi6n que aparece en las
Obras Completas de
Rubén Daño.
255 Revista General de Información y Documentación
‘Vol. 8, ni’?- 1998: 241-257
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
La prensa del siglo XIX corno medio de d,fusión...
está presa en sus galas, está presa en sus tules
[Está presa en sus oros, esta presa en sus tules,]
¡Oh, quien fuera a la tierra donde un príncipe existe
[¡Quien volara a la tierra donde un príncipe existe]
el feliz caballero que [3adora sin verte
[el feliz caballero que te adora sin verte]
y que viene de lejos, vencedor de la Muerte
[y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,]
También, el mismo autor publicó en esta revista dos sonetos bajo el título de Los ánforas de Epicuro. Este título apareció en Prosas Profanas encabezando un conjunto de trece poemas y, curiosamente, ninguno de los
dos poemas anteriores forman parte de este grupo’3 sino que aparecerán incluidos en su libro Cantos de vida y esperanza en 1905. También nos aporta un texto en prosa titulado Acuarela que será publicado en su libro Azul
con diversas variantes.
Junto a Rubén Dado, conocido internacionalmente, encontramos las
aportaciones de los mexicanos, ya anteriormente citados, Salvador Diaz
Mirón y Manuel Gutiérrez Nájera, del guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, del boliviano Ricardo Jaimes Freire, del chileno Mariano Latorre y
Castillo, del uruguayo Álvaro Armando Vasseur, que firmaba con el pseudónimo de Américo Llanos, del famoso argentino Leopoldo Lugones, del
venezolano Miguel Eduardo Pardo, de los mexicanos Bonifacio Pérez Rioja y Luis Salcedo, entre los más importantes.
Como vemos con este breve recorrido, El Álbum de Madrid, a pesar de
su corta vida, es un digno representante del espíritu que animaba a estas
publicaciones en su afán de dar a conocer la literatura del otro lado del
océano.
Para terminar sólo nos queda decir que nuestro objetivo con este artículo ha sido el de señalar la importancia de las publicaciones del siglo
XIX como documento histórico transmisor de una literatura y de unos autores hispanoamericanos que hoy desconocemos en su mayor parte, sobre
todo las obras de tantas mujeres escritoras que vieron en las páginas de estas revistas la posibilidad de dar a conocer sus frutos literarios. Son auto-
‘~
Para más información sobre este tema, véase Almudena MEJÍAs ALONSO, op. cii., p.
99Revista General de Información y Documentación
Vol. Sn.’ 2- 1998: 241 -257
256
Almudena Mejías Alonso
Alicia Arias Coello
La prensa del siglo XIX como medio de difusión...
res que, en su mayoría, están hoy olvidados, en muchos casos injustamente, por los investigadores de la literatura hispanoamericana.
A este respecto, queremos llamar la atención de todas aquellas personas que trabajan y trabajarán en bibliotecas y hemerotecas, con el fin de
que sean conscientes de la utilidad que tiene el hacer vaciados de revistas
ya sea para recuperar autores olvidados, cuya obra puede ser el origen de
movtmientos culturales posteriores, ya sea para presentar las variantes de
la obra de un autor, o para realizar diversos estudios histórico-sociológicos
sobre la importancia de la transmisión impresa a través de estos documentos conocidos como publicaciones periódicas.
257
Revista General de Información y Documentación
‘Vol. 8, ni’ 2- 1998: 241-257
Descargar