CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS

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CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS
FIRMADA EN
SAN FRANCISCO EL 26 DE JUNIO 1945
ENTRADA EN VIGOR:
24 DE OCTUBRE DE 1945, DE CONFORMIDAD
CON EL ARTÍCULO 110 (EXTRACTO)
CAPITULO VII
ACCION EN CASO DE AMENAZAS A LA PAZ,
QUEBRANTAMIENTOS DE LA PAZ O ACTOS DE AGRESION
Artículo 39
El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz,
quebrantamiento de la paz o acto de agresion y hará recomendaciones o decidirá
que medidas seran tomadas de conformidad con los Artículos 41 y 42 para
mantener o restablecer 1a paz y la seguridad internacionales.
Artículo 40
A fin de evitar que la situación se agrave, el Consejo de Seguridad, antes de hacer
las recomendaciones o decidir las medidas de que trata el Artículo 39, podrá instar
a las partes interesadas a que cumplan con las medidas provisionales que juzgue
necesarias o aconsejables. Dichas medidas provisionales no perjudicarán los
derechos, las reclamaciones o la posición de las partes interesadas. El Consejo de
Seguridad tomará debida nota del incumplimiento de dichas medidas provisionales.
Artículo 41
El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de la
fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar
a los Miembros de las Naciones Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán
comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las
comunicaciones
ferroviarias,
marítimas,
aéreas,
postales,
telegráficas,
radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de relaciones
diplomáticas.
Artículo 42
Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que trata el Artículo 41
pueden ser inadecuadas o han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de
fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender
demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas,
navales o terrestres de Miembros de las Naciones Unidas.
Artículo 43
1. Todos los Miembros de las Naciones Unidas, con e1 fin de contribuir al
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, se compremeten a poner a
disposición del Consejo de Seguridad, cuando éste lo solicite, y de conformidad con
un convenio especial o con convenios especiales, las fuerzas armadas, la ayuda y
las facilidades, incluso el derecho de paso, que sean necesarias para el propósito de
mantener la paz y la seguridad internacionales.
2. Dicho convenio o convenios fijarán el número y clase de las fuerzas, su grado de
preparación y su ublicación general, como también la naturaleza de las facilidades y
de la ayuda que habrán de darse.
3. El convenio o convenios serán negociados a iniciativa del Consejo de Seguridad
tan pronto como sea posible; serán concertados entre el Consejo de Seguridad y
Miembros individuales o entre el Consejo de Seguridad y grupos de Miembros, y
estarán sujetos a ratificación por los Estados signatarios de acuerdo con sus
respectivos procedimientos constitucionales.
Artículo 44
Cuando el Consejo de Seguridad haya decidido hacer uso de la fuerza, antes de
requerir a un Miembro que no éste representado en él a que provea fuerzas
armadas en cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud del Artículo 43,
invitará a dicho Miembro, si éste así lo deseare, a participar en las decisiones del
Consejo de Seguridad relativas al empleo de contingentes de fuerzas armadas de
dicho Miembro.
Artículo 45
A fin de que la Organización pueda tomar medidas militares urgentes, sus
Miembros mantendrán contingentes de fuerzas aéreas nacionales inmediatamente
disponibles para la ejecución combinada de una acción coercitiva internacional. La
potencia y el grado de preparación de estos contingentes y los planes para su
acción combinada seran determinados, dentro de los límites establecidos en el
convenio o convenios especiales de que trata el Artículo 43, por el Consejo de
Seguridad con la ayuda del Comité de Estado Mayor.
Artículo 46
Los planes para el empleo de la fuerza armada serán hechos por el Consejo de
Seguridad con la ayuda del Comité de Estado Mayor.
Artículo 47
1. Se establecerá un Comité de Estado Mayor para asesorar y asistir al Consejo de
Seguridad en todas las cuestiones relativas a las necesidades militares del Consejo
para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, al empleo y
comando de las fuerzas puestas a su disposición, a la regulación de los armamentos
y al posible desarme.
2. El Comité de Estado Mayor estará integrado por los Jefes de Estado Mayor de los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad o sus representantes. Todo
Miembro de las Naciones Unidas que no éste permanentemente representado en el
Comite será invitado por éste a asociarse a sus labores cuando el desempeño
eficiente de las funciones del Comité requiera la participación de dicho Miembro.
3. El Comité de Estado Mayor tendrá a su cargo, bajo la autoridad del Consejo de
Seguridad, la dirección estratégica de todas las fuerzas armadas puestas a
disposición del Consejo. Las cuestiones relativas al comando de dichas fuerzas
serán resueltas posteriormente.
4. El Comite de Estado Mayor, con autorización del Consejo de Seguridad y después
de consultar con los organismos regionales apropiados, podrá establecer
subcomités regionales.
Artículo 48
1. La acción requerida para llevar a cabo las decisiones del Consejo de Seguridad
para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales será ejercida por
todos los Miembros de las Naciones Unidas o por algunos de ellos, según lo
determine el Consejo de Seguridad.
2. Dichas decisiones serán llevadas a cabo por los Miembros de las Naciones Unidas
directamente y mediante su acción en los organismos internacionales apropiados de
que formen parte.
Artículo 49
Los Miembros de las Naciones Unidas deberán prestarse ayuda mutua para llevar a
cabo las medidas dispuestas por el Consejo de Seguridad.
Artículo 50
Si el Consejo de Seguridad tomare medidas preventivas o coercitivas contra un
Estado, cualquier otro Estado, sea o no Miembro de las Naciones Unidas, que
confrontare problemas económicos especiales originados por la ejecución de dichas
medidas, tendrá el derecho de consultar al Consejo de Seguridad acerca de la
solución de esos problemas.
Artículo 51
Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima
defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las
Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las
medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las
medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa
serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en
manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente
Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin
de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.
[…]
CAPITULO XIV
LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA
Artículo 92
La Corte Internacional de Justicia será el órgano judicial principal de las Naciones
Unidas; funcionará de conformidad con el Estatuto anexo, que está basado en el de
la Corte Permanente de Justicia Internacional, y que forma parte integrante de esta
Carta.
Artículo 93
1. Todos los Miembros de las Naciones Unidas son ipso facto partes en el Estatuto
de la Corte Internacional de Justicia.
2. Un Estado que no sea Miembro de las Naciones Unidas podrá llegar a ser parte
en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, de acuerdo con las condiciones
que determine en cada caso la Asamblea General a recomendación del Consejo de
Seguridad.
Artículo 94
1. Cada Miembro de las Naciones Unidas compromete a cumplir la decisión de la
Corte Internacional de Justicia en todo litigio en que sea parte.
2. Si una de las partes en un litigio dejare de cumplir las obligaciones que le
imponga un fallo de la Corte, la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad,
el cual podrá, si lo cree necesario, hacer recomendaciones o dictar medidas con el
objeto de que se lleve a efecto la ejecución del fallo.
Artículo 95
Ninguna de las disposiciones de esta Carta impedirá a los Miembros de las Naciones
Unidas encomendar la solución de sus diferencias a otros tribunales en virtud de
acuerdos ya existentes o que puedan concertarse en el futuro.
Artículo 96
1. La Asamblea General o el Consejo de Seguridad podrán solicitar de la Corte
Internacional de Justicia que emita una opinión consultiva sobre cualquier cuestión
jurídica.
2. Los otros órganos de las Naciones Unidas y los organismos especializados que en
cualquier momento sean autorizados para ello por la Asamblea General, podrán
igualmente solicitar de la Corte opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas que
surjan dentro de la esfera de sus actividades.
[…]
PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS
ADOPTADO Y ABIERTO A LA FIRMA, RATIFICACIÓN Y ADHESIÓN POR LA
ASAMBLEA GENERAL EN SU RESOLUCIÓN 2200 A (XXI), DE 16 DE
DICIEMBRE DE 1966
Parte II
[…]
Artículo 2
1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a
garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su
jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos
constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para
dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya
garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter.
3. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar
que:
a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan
sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera
sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales;
b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra
autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los
derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades
de recurso judicial;
c) Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado
procedente el recurso.
Artículo 3
Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y
mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en
el presente Pacto.
Artículo 4
1. En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y cuya
existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados Partes en el presente Pacto
podrán adoptar disposiciones que, en la medida estrictamente limitada a las exigencias
de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de este Pacto, siempre
que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les
impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada
únicamente en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social.
2. La disposición precedente no autoriza suspensión alguna de los artículos 6, 7, 8
(párrafos 1 y 2), 11, 15, 16 y 18.
3. Todo Estado Parte en el presente Pacto que haga uso del derecho de suspensión
deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en el presente Pacto, por
conducto del Secretario General de las Naciones Unidas, de las disposiciones cuya
aplicación haya suspendido y de los motivos que hayan suscitado la suspensión. Se
hará una nueva comunicación por el mismo conducto en la fecha en que se haya dado
por terminada tal suspensión.
Artículo 5
1. Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido de
conceder derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades o
realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y libertades
reconocidos en el Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él.
2. No podrá admitirse restricción o menoscabo de ninguno de los derechos humanos
fundamentales reconocidos o vigentes en un Estado Parte en virtud de leyes,
convenciones, reglamentos o costumbres, so pretexto de que el presente Pacto no los
reconoce o los reconoce en menor grado.
Parte III
Artículo 6
1. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará
protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.
2. En los países en que no hayan abolido la pena capital sólo podrá imponerse la pena
de muerte por los más graves delitos y de conformidad con leyes que estén en vigor en
el momento de cometerse el delito y que no sean contrarias a las disposiciones del
presente Pacto ni a la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de
Genocidio. Esta pena sólo podrá imponerse en cumplimiento de sentencia definitiva de
un tribunal competente.
3. Cuando la privación de la vida constituya delito de genocidio se tendrá entendido
que nada de lo dispuesto en este artículo excusará en modo alguno a los Estados
Partes del cumplimiento de ninguna de las obligaciones asumidas en virtud de las
disposiciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio.
4. Toda persona condenada a muerte tendrá derecho a solicitar el indulto o la
conmutación de la pena de muerte. La amnistía, el indulto o la conmutación de la pena
capital podrán ser concedidos en todos los casos.
5. No se impondrá la pena de muerte por delitos cometidos por personas de menos de
18 años de edad, ni se la aplicará a las mujeres en estado de gravidez.
6. Ninguna disposición de este artículo podrá ser invocada por un Estado Parte en el
presente Pacto para demorar o impedir la abolición de la pena capital.
Artículo 7
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
En particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos
o científicos.
Artículo 8
1. Nadie estará sometido a esclavitud. La esclavitud y la trata de esclavos estarán
prohibidas en todas sus formas.
2. Nadie estará sometido a servidumbre.
3. a) Nadie será constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio;
b) El inciso precedente no podrá ser interpretado en el sentido de que prohíbe, en los
países en los cuales ciertos delitos pueden ser castigados con la pena de prisión
acompañada de trabajos forzados, el cumplimiento de una pena de trabajos forzados
impuesta por un tribunal competente;
c) No se considerarán como "trabajo forzoso u obligatorio", a los efectos de este
párrafo:
i) Los trabajos o servicios que, aparte de los mencionados en el inciso b), se exijan
normalmente de una persona presa en virtud de una decisión judicial legalmente
dictada, o de una persona que habiendo sido presa en virtud de tal decisión se
encuentre en libertad condicional;
ii) El servicio de carácter militar y, en los países donde se admite la exención por
razones de conciencia, el servicio nacional que deben prestar conforme a la ley
quienes se opongan al servicio militar por razones de conciencia.
iii) El servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la vida o el
bienestar de la comunidad;
iv) El trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas normales.
Artículo 9
1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá
ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad,
salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta.
2. Toda persona detenida será informada, en el momento de su detención, de las
razones de la misma, y notificada, sin demora, de la acusación formulada contra ella.
3. Toda persona detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin
demora ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones
judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta
en libertad. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe
ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren
la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las
diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo.
4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá
derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible sobre
la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal.
5. Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho
efectivo a obtener reparación.
Artículo 10
1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido
a la dignidad inherente al ser humano.
2. a) Los procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento distinto, adecuado a su condición
de personas no condenadas;
b) Los menores procesados estarán separados de los adultos y deberán ser llevados
ante los tribunales de justicia con la mayor celeridad posible para su enjuiciamiento.
3. El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y la readaptación social de los penados. Los menores delincuentes estarán
separados de los adultos y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su edad y
condición jurídica.
Artículo 11
Nadie será encarcelado por el solo hecho de no poder cumplir una obligación
contractual.
Artículo 12
1. Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a
circular libremente por él y a escoger libremente en él su residencia.
2. Toda persona tendrá derecho a salir libremente de cualquier país, incluso del propio.
3. Los derechos antes mencionados no podrán ser objeto de restricciones salvo
cuando éstas se hallen previstas en la ley, sean necesarias para proteger la seguridad
nacional, el orden público, la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de
terceros, y sean compatibles con los demás derechos reconocidos en el presente
Pacto.
4. Nadie podrá ser arbitrariamente privado del derecho a entrar en su propio país.
Artículo 13
El extranjero que se halle legalmente en el territorio de un Estado Parte en el presente
Pacto sólo podrá ser expulsado de él en cumplimiento de una decisión adoptada
conforme a la ley; y, a menos que razones imperiosas de seguridad nacional se
opongan a ello, se permitirá a tal extranjero exponer las razones que lo asistan en
contra de su expulsión, así como someter su caso a revisión ante la autoridad
competente o bien ante la persona o personas designadas especialmente por dicha
autoridad competente, y hacerse representar con tal fin ante ellas.
Artículo 14
1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona
tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de
cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de
sus derechos u obligaciones de carácter civil. La prensa y el público podrán ser
excluidos de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden
público o seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés
de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del
tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera
perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o
contenciosa será pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad
exija lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela
de menores.
2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.
3. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada, de
la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa
y a comunicarse con un defensor de su elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas;
d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida por
un defensor de su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del derecho que le
asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de la justicia lo exija, a que se le nombre
defensor de oficio, gratuitamente, si careciere de medios suficientes para pagarlo;
e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia
de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las mismas condiciones
que los testigos de cargo;
f) A ser asistida gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no habla el idioma
empleado en el tribunal;
g) A no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable.
4. En el procedimiento aplicable a los menores de edad a efectos penales se tendrá en
cuenta esta circunstancia y la importancia de estimular su readaptación social.
5. Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo
condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior,
conforme a lo prescrito por la ley.
6. Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente revocada, o el
condenado haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho
plenamente probatorio de la comisión de un error judicial, la persona que haya sufrido
una pena como resultado de tal sentencia deberá ser indemnizada, conforme a la ley, a
menos que se demuestre que le es imputable en todo o en parte el no haberse
revelado oportunamente el hecho desconocido.
7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya
condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento
penal de cada país.
Artículo 15
1. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueran delictivos según el derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá
pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con
posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena más
leve, el delincuente se beneficiará de ello.
2. Nada de lo dispuesto en este artículo se opondrá al juicio ni a la condena de una
persona por actos u omisiones que, en el momento de cometerse, fueran delictivos
según los principios generales del derecho reconocidos por la comunidad internacional.
Artículo 16
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad
jurídica.
Artículo 17
1. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia,
su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos
ataques.
Artículo 18
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; este derecho incluye la libertad de tener o de adoptar la religión o las creencias
de su elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus creencias, individual
o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la celebración
de los ritos, las prácticas y la enseñanza.
2. Nadie será objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar su libertad de
tener o de adoptar la religión o las creencias de su elección.
3. La libertad de manifestar la propia religión o las propias creencias estará sujeta
únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la
seguridad, el orden, la salud o la moral públicos, o los derechos y libertades
fundamentales de los demás.
4. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de
los padres y, en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la
educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Artículo 19
1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones.
2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o
artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y
responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas
restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser
necesarias para:
a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás;
b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral
públicas.
Artículo 20
1. Toda propaganda en favor de la guerra estará prohibida por la ley.
2. Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la
discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley.
Artículo 21
Se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar
sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad
democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden
público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los
demás.
Artículo 22
1. Toda persona tiene derecho a asociarse libremente con otras, incluso el derecho a
fundar sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de sus intereses.
2. El ejercicio de tal derecho sólo podrá estar sujeto a las restricciones previstas por la
ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad
nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger la salud o la
moral públicas o los derechos y libertades de los demás. El presente artículo no
impedirá la imposición de restricciones legales al ejercicio de tal derecho cuando se
trate de miembros de las fuerzas armadas y de la policía.
3. Ninguna disposición de este artículo autoriza a los Estados Partes en el Convenio de
la Organización Internacional del Trabajo de 1948, relativo a la libertad sindical y a la
protección del derecho de sindicación, a adoptar medidas legislativas que puedan
menoscabar las garantías previstas en él ni a aplicar la ley de tal manera que pueda
menoscabar esas garantías.
Artículo 23
1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
2. Se reconoce el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar
una familia si tienen edad para ello.
3. El matrimonio no podrá celebrarse sin el libre y pleno consentimiento de los
contrayentes.
4. Los Estados Partes en el presente Pacto tomarán las medidas apropiadas para
asegurar la igualdad de derechos y de responsabilidades de ambos esposos en cuanto
al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de
disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los
hijos.
Artículo 24
1. Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las
medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su
familia como de la sociedad y del Estado.
2. Todo niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y deberá tener un
nombre.
3. Todo niño tiene derecho a adquirir una nacionalidad.
Artículo 25
Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de la distinciones mencionadas en el
artículo 2, y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades:
a) Participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos;
b) Votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio
universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de
los electores;
c) Tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su
país.
Artículo 26
Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual
protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a
todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social.
Artículo 27
En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se negará
a las personas que pertenezcan a dichas minorías el derecho que les corresponde, en
común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar
y practicar su propia religión y a emplear su propio idioma.
[…]
CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
Y LIBERTADES FUNDAMENTALES [EXTRACTO]
DE 4 DE NOVIEMBRE DE 1950, RATIFICADO POR ESPAÑA CON FECHA 26 DE
SEPTIEMBRE DE 1979, Y PUBLICADO EN EL BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO DE 10 DE
OCTUBRE DE 1979.
REVISADO EN CONFORMIDAD CON EL PROTOCOLO N° 11 (FECHA DE ENTRADA EN
VIGOR 1 DE NOVIEMBRE 1998)
[…]
Título I. Derechos y Libertades
Artículo 2. Derecho a la vida.
1. El derecho de toda persona a la vida está protegido por la Ley. Nadie podrá ser privado de
su vida intencionadamente, salvo en ejecución de una condena que imponga pena capital
dictada por el tribunal al reo de un delito para el que la Ley establece esa pena.
2. La muerte no se considerará infligida con infracción del presente artículo cuando se
produzca como consecuencia de un recurso a la fuerza que sea absolutamente necesario:
a) En defensa de una persona contra una agresión ilegítima.
b) Para detener a una persona conforme a derecho o para impedir la evasión de un preso o
detenido legalmente.
c) Para reprimir, de acuerdo con la Ley, una revuelta o insurrección.
Artículo 3. Prohibición de la tortura.
Nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
Artículo 4. Prohibición de la esclavitud y del trabajo forzado.
1. Nadie podrá ser sometido a esclavitud o servidumbre.
2. Nadie podrá ser constreñido a realizar un trabajo forzado u obligatorio.
3. No se considera como «trabajo forzado u obligatorio» en el sentido del presente artículo:
a) Todo trabajo exigido normalmente a una persona privada de libertad en las condiciones
previstas por el artículo 5 del presente Convenio, o durante su libertad condicional.
b) Todo servicio de carácter militar o, en el caso de objetores de conciencia en los países en
que la objeción de conciencia sea reconocida como legítima, cualquier otro servicio sustitutivo
del servicio militar obligatorio.
c) Todo servicio exigido cuando alguna emergencia o calamidad amenacen la vida o el
bienestar de la comunidad.
d) Todo trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas normales.
Artículo 5. Derecho a la libertad y a la seguridad.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su
libertad salvo, en los casos siguientes y con arreglo al procedimiento establecido por la Ley;
a) Si ha sido penado legalmente en virtud de una sentencia dictada por un tribunal competente.
b) Si ha sido detenido preventivamente o internado, conforme a derecho, por desobediencia a
una orden judicial o para asegurar el cumplimiento de una obligación establecida por la ley.
c) Si ha sido detenido preventivamente o internado, conforme a derecho, para hacerle
comparecer ante la autoridad judicial competente, cuando existan indicios racionales de que se
ha cometido una infracción o cuando se estime necesario para impedirle que cometa una
infracción o que huya después de haberla cometido.
d) Si se trata del internamiento de un menor en virtud de una orden legalmente acordada con el
fin de vigilar su educación o su detención, conforme a derecho, con el fin de hacerle
comparecer ante la autoridad competente.
e) Si se trata del internamiento, conforme a derecho, de una persona susceptible de propagar
una enfermedad contagiosa, de un enajenado, de un alcohólico, de un toxicómano o de un
vagabundo.
f) Si se trata de la detención preventiva o del internamiento, conforme a derecho, de una
persona para impedir que entre ilegalmente en el territorio o contra la que esté en curso un
procedimiento de expulsión o extradición.
2. Toda persona detenida preventivamente debe ser informada, en el más breve plazo y en una
lengua que comprenda, de los motivos de su detención y de cualquier acusación formulada
contra ella.
3. Toda persona detenida preventivamente o internada en las condiciones previstas en el
párrafo 1, c), del presente artículo deberá ser conducida sin dilación a presencia de un juez o
de otra autoridad habilitada por la Ley para ejercer poderes judiciales, y tendrá derecho a ser
juzgada en un plazo razonable o a ser puesta en libertad durante el procedimiento. La puesta
en libertad puede ser condicionada a una garantía que asegure la comparecencia del
interesado en juicio.
4. Toda persona privada de su libertad mediante detención preventiva o internamiento tendrá
derecho a presentar un recurso ante un órgano judicial, a fin de que se pronuncie en breve
plazo sobre la legalidad de su privación de libertad y ordene su puesta en libertad si fuera
ilegal.
5. Toda persona víctima de una detención preventiva o de un internamiento en condiciones
contrarias a las disposiciones de este artículo tendrá derecho a una reparación.
Artículo 6. Derecho a un proceso equitativo.
1. Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa, públicamente y dentro de
un plazo razonable, por un Tribunal independiente e imparcial, establecido por la Ley, que
decidirá los litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil o sobre el fundamento
de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella. La sentencia debe ser
pronunciada públicamente, pero el acceso a la Sala de Audiencia puede ser prohibido a la
prensa y al público durante la totalidad o parte del proceso en interés de la moralidad, del orden
público o de la seguridad nacional en una sociedad democrática, cuando los intereses de los
menores o la protección de la vida privada de las partes en el proceso así lo exijan o en la
medida considerada necesaria por el Tribunal, cuando en circunstancias especiales la
publicidad pudiera ser perjudicial para los intereses de la justicia.
2. Toda persona acusada de una infracción se presume inocente hasta que su culpabilidad
haya sido legalmente declarada.
3. Todo acusado tiene, como mínimo, los siguientes derechos:
a) a ser informado, en el más breve plazo, en una lengua que comprenda y detalladamente, de
la naturaleza y de la causa de la acusación formulada contra él;
b) a disponer del tiempo y de las facilidades necesarias para la preparación de su defensa;
c) a defenderse por sí mismo o a ser asistido por un defensor de su elección y, si no tiene
medios para pagarlo, poder ser asistido gratuitamente por un Abogado de oficio, cuando los
intereses de la justicia lo exijan;
d) a interrogar o hacer interrogar a los testigos que declaren contra él y a obtener la citación y
el interrogatorio de los testigos que declaren en su favor en las mismas condiciones que los
testigos que lo hagan en su contra;
e) a ser asistido gratuitamente de un intérprete, si no comprende o no habla la lengua
empleada en la Audiencia.
Artículo 7. No hay pena sin ley.
1. Nadie podrá ser condenado por una acción y o una omisión que, en el momento en que haya
sido cometida, no constituya una infracción según el Derecho nacional o internacional.
Igualmente no podrá ser impuesta una pena más grave que la aplicable en el momento en que
la infracción haya sido cometida.
2. El presente artículo no impedirá el juicio y el castigo de una persona culpable de una acción
o de una omisión que, en el momento de su comisión, constituía delito según los principios
generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas.
Artículo 8. Derecho al respeto a la vida privada y familiar.
1. Toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y de su
correspondencia.
2. No podrá haber injerencia de la autoridad pública en el ejercicio de este derecho, sino en
tanto en cuanto esta injerencia esté prevista por la ley y constituya una medida que, en una
sociedad democrática, sea necesaria para la seguridad nacional, la seguridad pública, el
bienestar económico del país, la defensa del orden y la prevención del delito, la protección de
la salud o de la moral, o la protección de los derechos y las libertades de los demás.
Artículo 9. Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad del pensamiento, de conciencia y de religión; este
derecho implica la libertad de cambiar de religión o de convicciones, así como la libertad de
manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, en público o en privado,
por medio del culto, la enseñanza, las prácticas y la observación de los ritos.
2. La libertad de manifestar su religión o sus convicciones no pueden ser objeto de más
restricciones que las que, previstas por la Ley, constituyen medidas necesarias, en una
sociedad democrática, para la seguridad pública, la protección del orden, de la saludo o de la
moral públicas, o la protección de los derechos o las libertades de los demás.
Artículo 10. Libertad de expresión.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad
de opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas, sin que pueda haber
injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras. El presente artículo no
impide que los Estados sometan a las empresas de radiodifusión, de cinematografía o de
televisión, a un régimen de autorización previa.
2. El ejercicio de estas libertades, que entrañan deberes y responsabilidades, podrá ser
sometido a ciertas formalidades, condiciones, restricciones o sanciones previstas por la ley,
que constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática, para la seguridad nacional,
la integridad territorial o la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito, la
protección de la saludo de la moral, la protección de la reputación o de los derechos ajenos,
para impedir la divulgación de informaciones confidenciales o para garantizar la autoridad y la
imparcialidad del poder judicial.
Artículo 11. Libertad de reunión y de asociación.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de asociación,
incluido el derecho de fundar, con otras, sindicatos y de afiliarse a los mismos para la defensa
de sus intereses.
2. El ejercicio de estos derechos no podrá ser objeto de otras restricciones que aquellas que,
previstas por la ley, constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática, para la
seguridad nacional, la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito, la
protección de la salud o de la moral, o la protección de los derechos y libertades ajenos. El
presente artículo no prohíbe que se impongan restricciones legítimas al ejercicio de estos
derechos para los miembros de las fuerzas armadas, de la policía o de la Administración del
Estado.
Artículo 12. Derecho a contraer matrimonio.
A partir de la edad núbil, el hombre y la mujer tienen derecho a casarse y a fundar una familia
según las leyes nacionales que rijan el ejercicio de este derecho.
Artículo 13. Derecho a un recurso efectivo.
Toda persona cuyos derechos y libertades reconocidos en el presente Convenio hayan sido
violados tiene derecho a la concesión de un recurso efectivo ante una instancia nacional,
incluso cuando la violación haya sido cometida por personas que actúen en el ejercicio de sus
funciones oficiales.
Artículo 14. Prohibición de discriminación.
El goce de los derechos y libertades reconocidos en el presente Convenio ha de ser asegurado
sin distinción alguna, especialmente por razones de sexo, raza, color, lengua, religión,
opiniones políticas u otras, originen nacional o social, pertenencia a una minoría nacional,
fortuna, nacimiento o cualquier otra situación.
Artículo 15. Derogación en caso de estado de urgencia.
1. En caso de guerra o de otro peligro público que amenace la vida de la nación, cualquier Alta
Parte Contratante podrá tomar medidas que deroguen las obligaciones previstas en el presente
Convenio en la medida estricta en lo que exija la situación, y supuesto que tales medidas no
estén en contradicción con las otras obligaciones que dimanan del Derecho internacional.
2. La disposición precedente no autoriza ninguna derogación al artículo 2, salvo para el caso de
muertes resultantes de actos ilícitos de guerra, y a los artículos 3,4 (párrafo 1) y 7.
3. Toda Alta Parte Contratante que ejerza este derecho de derogación tendrá plenamente
informado al Secretario General del Consejo de Europa de las medidas tomadas y de los
motivos que las han inspirado. Deberá igualmente informar al Secretario general del Consejo
de Europa de la fecha en que estas medidas hayan dejado de estar en vigor y las disposiciones
del Convenio vuelvan a tener plena aplicación.
Artículo 16. Restricción a las actividades políticas de los extranjeros.
Ninguna de las disposiciones de los artículos 10, 11 y 14 podrá ser interpretada en el sentido
de que prohíbe a las Altas Partes Contratantes imponer restricciones a la actividad política de
los extranjeros.
Artículo 17. Prohibición del abuso de derecho.
Ninguna de las disposiciones del presente Convenio podrá ser interpretada en el sentido de
que implique para un Estado, grupo o individuo, un derecho de cualquiera a dedicarse a una
actividad o a realizar un acto tendente a la destrucción de los derechos o libertades
reconocidos en el presente Convenio o a limitaciones más amplias de estos derechos o
libertades que las previstas en el mismo.
Artículo 18. Limitación de la aplicación de las restricciones de derechos.
Las restricciones que, en los términos del presente Convenio, se impongan a los citados
derechos y libertades no podrán ser aplicadas más que con la finalidad para la cual han sido
previstas.
[…]
CARTA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UNIÓN
EUROPEA [Extracto]
[…]
CAPÍTULO I: DIGNIDAD
Artículo 1. Dignidad de la persona
Se respetará y protegerá la dignidad de la persona.
Artículo 2. Derecho a la vida
1.- Toda persona tiene derecho a la vida.
2.- Nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado.
Artículo 3. Derecho a la integridad de la persona
1.- Toda persona tiene derecho a su integridad física y mental.
2.- En el marco de la medicina y la biología se respetarán en particular los principios siguientes:
- consentimiento libre e informado de la persona de que se trate,
- prohibición de las prácticas eugenésicas, y en particular de las que tienen por finalidad la
selección de las personas,
- prohibición de que el cuerpo humano o partes del mismo se conviertan en objeto de lucro,
- prohibición de la clonación reproductora de seres humanos.
Artículo 4. Prohibición de la tortura y de las penas o los tratos inhumanos o degradantes
Nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
Artículo 5. Prohibición de la esclavitud y del trabajo forzado
1.- Nadie podrá ser sometido a esclavitud o servidumbre.
2.- Nadie podrá ser constreñido a realizar un trabajo forzado u obligatorio.
3.- Se prohíbe la trata de seres humanos.
CAPÍTULO II: LIBERTADES
Artículo 6. Derecho a la libertad y a la seguridad
Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad.
Artículo 7. Respeto a la vida privada y familiar
Toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y del secreto
de sus comunicaciones.
Artículo 8. Protección de datos de carácter personal
Toda persona tiene derecho a la protección de los datos de carácter personal que la conciernan.
Estos datos se tratarán de modo leal, para fines determinados y sobre la base del consentimiento de
la persona afectada o en virtud de otro fundamento legítimo previsto por la ley. Toda persona tiene
derecho a acceder a los datos recogidos que la conciernan y a su rectificación. El respeto de estas
normas quedará sujeto al control de una autoridad independiente.
Artículo 9. Derecho a contraer matrimonio y derecho a fundar una familia
Se garantizan el derecho a contraer matrimonio y el derecho a fundar una familia según las leyes
nacionales que rijan su ejercicio.
Artículo 10. Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho
implica la libertad de cambiar de religión o de convicciones, así como la libertad de manifestar su
religión o sus convicciones individual o colectivamente, en público o en privado, a través del
culto, la enseñanza, las prácticas y la observancia de los ritos.
Artículo 11. Libertad de expresión y de información
1.- Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de
opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber
injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.
2.- Se garantiza la libertad de los medios de comunicación y la libertad de información dentro del
respeto del pluralismo y de la transparencia.
Artículo 12. Libertad de reunión y de asociación
Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de asociación,
especialmente en los ámbitos político, sindical y cívico.
Los partidos políticos a escala europea contribuyen a expresar la voluntad política de los
ciudadanos de la Unión.
Artículo 13. Libertad de investigación
La investigación científica es libre.
Artículo 14. Derecho a la educación
1.- Toda persona tiene derecho a la educación y al acceso a la formación profesional y continua.
Este derecho incluye la facultad de seguir gratuitamente la enseñanza obligatoria.
2.- Se garantizan, de acuerdo con las normas nacionales que regulen su ejercicio, la libertad de
creación de centros docentes dentro del respeto de los principios democráticos, así como del
derecho de los padres a asegurar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus
convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas.
Artículo 15. Libertad profesional
1.- Para ganarse la vida, toda persona tiene derecho a ejercer una profesión libremente escogida.
2.- Todo ciudadano de la Unión posee la libertad de buscar un empleo, de trabajar, de establecerse
o de prestar o recibir servicios en cualquier Estado miembro.
3.- Los nacionales de terceros países que residan legalmente en el territorio de los Estados
miembros tienen derecho a unas condiciones laborales equivalentes a aquellas que disfrutan los
ciudadanos de la Unión.
Artículo 16. Libertad de empresa
Se reconoce la libertad de empresa.
Artículo 17. Derecho a la propiedad
1.- Toda persona tiene derecho a disfrutar de la propiedad de sus bienes adquiridos legalmente, a
usarlos, a disponer de ellos y a legarlos. Nadie puede ser privado de su propiedad más que por
causa de utilidad pública y en los casos y condiciones previstos por la ley y a cambio de una justa
indemnización. El uso de los bienes podrá regularse en la medida que resulte necesario para el
interés general.
2.- Se protegerá la propiedad intelectual.
Artículo 18. Derecho de asilo
Se garantiza el derecho de asilo dentro del respeto de las normas de la Convención de Ginebra de
28 de julio de 1951 y del Protocolo de 31 de enero de 1967 sobre el estatuto de los refugiados y de
conformidad con el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea.
Artículo 19. Protección en caso de alejamiento, expulsión y extradición
1.- Se prohíben las expulsiones colectivas.
2.- Nadie podrá ser alejado, expulsado o extraditado a un Estado en que pueda ser sometido a la
pena de muerte, a tortura o a otras penas o tratos inhumanos o degradantes.
CAPÍTULO III. IGUALDAD
[…]
Artículo 21. Igualdad y no discriminación
1.- Se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por motivos de sexo, raza, color,
orígenes étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones
políticas o de cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento,
discapacidad, edad u orientación sexual.
2.- Se prohibe toda discriminación por razón de nacionalidad en el ámbito de aplicación del
Tratado constitutivo de la Comunidad Europea y del Tratado de la Unión Europea, y sin perjuicio
de las disposiciones particulares de dichos Tratados.
Artículo 22. Igualdad entre hombres y mujeres
Debe garantizarse la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres en materia de
empleo y de trabajo, incluida la igualdad de retribución por un mismo trabajo o por un trabajo de
valor igual.
El principio de igualdad de trato no impedirá a ningún Estado miembro mantener o adoptar
medidas que ofrezcan ventajas concretas destinadas a facilitar al sexo menos representado el
ejercicio de actividades profesionales o a evitar o compensar desventajas en sus carreras
profesionales.
Artículo 23. Protección de los niños
1.- Los niños tienen derecho para su bienestar a la protección y a los cuidados necesarios. Podrán
expresar su opinión libremente. Ésta será tenida en cuenta en relación con los asuntos que les
afecten, en función de su edad y de su madurez.
2.- En todos los actos relativos a los niños llevados a cabo por autoridades públicas o instituciones
privadas, el interés superior del niño constituirá una consideración primordial.
Artículo 24. Integración de las personas discapacitadas
Las personas discapacitadas tienen derecho a beneficiarse de medidas que garanticen su
autonomía, su integración social y profesional y su participación en la vida de la comunidad.
[…]
CAPÍTULO VI. JUSTICIA
Artículo 45. Derecho a un recurso efectivo y a un tribunal imparcial
1.- Toda persona cuyos derechos y libertades hayan sido violados tiene derecho a un recurso
efectivo ante un tribunal.
2.- Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa y públicamente y dentro de un
plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial, establecido previamente por la ley.
Toda persona podrá hacerse aconsejar, defender y representar.
3.- Se prestará asistencia jurídica gratuita a quienes no dispongan de recursos suficientes siempre y
cuando dicha asistencia sea necesaria para garantizar la efectividad del acceso a la justicia.
Artículo 46. Presunción de inocencia y derechos de la defensa
1.- Todo acusado se presume inocente hasta que su culpabilidad haya sido legalmente declarada.
2.- Se garantiza a todo acusado el respeto de los derechos de la defensa.
Artículo 47. Principios de legalidad y de proporcionalidad de los delitos y las penas
1.- Nadie podrá ser condenado por una acción o una omisión que, en el momento en que haya sido
cometida, no constituya una infracción según el Derecho nacional o el Derecho internacional.
Igualmente no podrá ser impuesta una pena más grave que la aplicable en el momento en que la
infracción haya sido cometida. Si, con posterioridad a esta infracción, la ley dispone una pena más
leve, deberá ser aplicada ésta.
2.- El presente artículo no impedirá el juicio y el castigo de una persona culpable de una acción o
una omisión que, en el momento de su comisión, fuera constitutiva de delito según el Derecho
internacional.
3.- La intensidad de las penas será proporcional a la gravedad de las infracciones.
Artículo 48. Derecho a no ser juzgado o condenado penalmente dos veces por el mismo delito
Nadie podrá ser juzgado o condenado penalmente a causa de una infracción de la cual ya haya sido
absuelto o condenado mediante sentencia penal firme conforme a la ley.
CAPÍTULO VII. DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 49. Ámbito de aplicación
1.- Las disposiciones de la presente Carta están dirigidas a las instituciones y órganos de la Unión,
respetando el principio de subsidiariedad, así como a los Estados miembros únicamente cuando
apliquen el Derecho de la Unión. Por consiguiente, éstos respetarán los derechos, observarán los
principios y promoverán su aplicación, con arreglo a sus respectivas competencias.
2.- La presente Carta no crea ninguna competencia ni ninguna misión nueva para la Comunidad ni
para la Unión y no modifica las competencias y misiones definidas por los Tratados.
Artículo 50. Limitación de los derechos garantizados
1.- Cualquier limitación del ejercicio de los derechos y libertades reconocidos por la presente Carta
deberá haber sido estipulada por la autoridad legislativa competente. Respetando el principio de
proporcionalidad, sólo se podrán introducir limitaciones cuando sean necesarias y respondan
efectivamente a objetivos de interés general perseguidos por la Unión, o a otros intereses legítimos
en una sociedad democrática o a la necesidad de protección de los derechos y libertades de los
demás.
2.- Los derechos reconocidos por la presente Carta que tienen su fundamento en los Tratados
comunitarios o en el Tratado de la Unión Europea se ejercerán en las condiciones y dentro de los
límites determinados por éstos.
3.- En la medida en que la presente Carta contenga derechos que correspondan a derechos
garantizados por el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales, su sentido y alcance serán similares a los que les confiere dicho
Convenio, a menos que la presente Carta no garantice una protección más elevada o más amplia.
Artículo 51. Nivel de protección
Ninguna de las disposiciones de la presente Carta podrá interpretarse como limitativa o lesiva de
los derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos, en su respectivo ámbito de
aplicación, por el Derecho Internacional y los convenios internacionales de los que son parte la
Unión, la Comunidad o los Estados miembros, y en particular el Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, así como por las
constituciones de los Estados miembros.
Artículo 52. Prohibición del abuso de derecho
Ninguna de las disposiciones de la presente Carta podrá ser interpretada en el sentido de que
implique un derecho cualquiera a dedicarse a una actividad o a realizar un acto tendente a la
destrucción de los derechos o libertades reconocidos en la presente Carta o a limitaciones más
amplias de estos derechos y libertades que las previstas en la presente Carta.
TEXTO CONSOLIDADO DEL TRATADO DE LA UNIÓN
EUROPEA, HECHO EN MAASTRICHT, EL 7 DE
FEBRERO DE 1992
(LEY DE RATIFICACIÓN DEL DE MAASTRICH), MODIFICADO POR EL EL
TRATADO DE AMSTERDAM DE 2 DE OCTUBRE DE 1997 (LEY ORGÁNICA) Y POR
EL TRATADO DE NIZA FIRMADO EL DÍA 26 DE FEBRERO DE 2001 (LEY
ORGÁNICA 3/2001, DE 6 DE NOVIEMBRE, POR LA QUE SE AUTORIZA LA
RATIFICACIÓN POR ESPAÑA DEL TRATADO DE NIZA DÍA 26 DE FEBRERO DE
2001. MODIFICADO POR ACTA DE 23 DE SEPTIEMBRE DE 2003 (DO Nº L 236).
TÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES COMUNES
Artículo 2.
La Unión tendrá los siguientes objetivos: […]
- Mantener y desarrollar la Unión como un espacio de libertad, seguridad y justicia, en el que
esté garantizada la libre circulación de personas conjuntamente con medidas adecuadas
respecto al control de las fronteras exteriores, el asilo, la inmigración y la prevención y la lucha
contra la delincuencia;
[…]
Los objetivos de la Unión se alcanzarán conforme a las disposiciones del presente Tratado, en
las condiciones y según los ritmos previstos y en el respeto del principio de subsidiariedad tal y
como se define en el artículo 5 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea.
[…]
Artículo 6.
1. La Unión se basa en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales y el Estado de Derecho, principios que son
comunes a los Estados miembros.
2. La Unión respetará los derechos fundamentales tal y como se garantizan en el Convenio
Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales
firmado en Roma el 4 de noviembre de 1950, y tal y como resultan de las tradiciones
constitucionales comunes a los Estados miembros como principios generales del Derecho
comunitario.
[…]
TÍTULO SEXTO
DISPOSICIONES RELATIVAS A LA COOPERACIÓN POLICIAL Y JUDICIAL
EN MATERIA PENAL
Artículo 29.
Sin perjuicio de las competencias de la Comunidad Europea, el objetivo de la Unión será
ofrecer a los ciudadanos un alto grado de seguridad dentro de un espacio de libertad,
seguridad y justicia elaborando una acción en común entre los Estados miembros en los
ámbitos de la cooperación policial y judicial en materia penal y mediante la prevención y la
lucha contra el racismo y la xenofobia.
Este objetivo habrá de lograrse mediante la prevención y la lucha contra la delincuencia,
organizada o no, en particular el terrorismo, la trata de seres humanos y los delitos contra los
niños, el tráfico ilícito de drogas y de armas, la corrupción y el fraude, a través de:
Una mayor cooperación entre las fuerzas policiales, las autoridades aduaneras y otras
autoridades competentes de los Estados miembros, ya sea directamente o a través de la
Oficina Europea de Policía (Europol), de conformidad con lo dispuesto en los artículos 30 y 32;
Una mayor cooperación entre las autoridades judiciales y otras autoridades competentes de los
Estados miembros, también mediante la Unidad Europea de Cooperación Judicial (Eurojust),
de conformidad con lo dispuesto en los artículos 31 y 32;
La aproximación, cuando proceda, de las normas de los Estados miembros en materia penal,
de conformidad con lo dispuesto en la letra e) del artículo 31.
Artículo 30.
1. La acción en común en el ámbito de la cooperación policial incluirá:
a. La cooperación operativa entre las autoridades competentes, incluidos los servicios de
policía, de aduanas y otros servicios especializados de los Estados miembros con
funciones coercitivas, en relación con la prevención, localización e investigación de
hechos delictivos;
b. La recogida, almacenamiento, tratamiento, análisis e intercambio de información
pertinente, en particular mediante Europol, incluida la correspondiente a informes sobre
operaciones financieras sospechosas que obre en poder de servicios con funciones
coercitivas, con sujeción a las disposiciones correspondientes en materia de protección
de datos personales;
c.
La cooperación e iniciativas conjuntas en la formación, el intercambio de funcionarios
de enlace, las comisiones de servicio, el uso de equipos y la investigación científica
policial;
d. La evaluación común de técnicas especiales de investigación relacionadas con la
detección de formas graves de delincuencia organizada.
2. El Consejo fomentará la cooperación mediante Europol y, en particular, en un plazo de cinco
años a partir de la fecha de entrada en vigor del Tratado de Amsterdam:
a. Capacitará a Europol para que facilite y apoye la preparación y estimule la coordinación
y ejecución de acciones específicas de investigación por las autoridades competentes
de los Estados miembros, incluidas las actividades operativas de equipos conjuntos
que incluyan representantes de Europol en calidad de apoyo;
b. Adoptará medidas que permitan a Europol solicitar a las autoridades competentes de
los Estados miembros la realización y la coordinación de sus investigaciones en casos
concretos, así como desarrollar conocimientos especializados que puedan ponerse a
disposición de los Estados miembros para ayudar a éstos en la investigación de casos
de delincuencia organizada;
c.
Fomentará acuerdos de enlace entre las autoridades encargadas de la acusación y la
investigación especializadas en la lucha contra la delincuencia organizada, en estrecha
cooperación con Europol;
d. Creará una red de investigación, documentación y estadística sobre delincuencia
transfronteriza.
Artículo 31.
1. La acción en común sobre cooperación judicial en materia penal incluirá, entre otras:
a. La facilitación y aceleración de la cooperación entre los ministerios y las autoridades
judiciales o equivalentes competentes de los Estados miembros, también, cuando así
convenga, mediante Eurojust, en relación con las causas y la ejecución de
resoluciones;
b. La facilitación de la extradición entre Estados miembros;
c.
La consecución de la compatibilidad de las normas aplicables en los Estados
miembros, en la medida necesaria para mejorar dicha cooperación;
d. La prevención de conflictos de jurisdicción entre los Estados miembros;
e. La adopción progresiva de medidas que establezcan normas mínimas relativas a los
elementos constitutivos de los delitos y a las penas en los ámbitos de la delincuencia
organizada, el terrorismo y el tráfico ilícito de drogas.
2. El Consejo fomentará la cooperación mediante Eurojust:
a. Capacitando a Eurojust para que contribuya a una adecuada coordinación entre las
autoridades nacionales de los Estados miembros encargadas de la persecución del
delito;
b. Impulsando la colaboración de Eurojust en las investigaciones relativas a asuntos de
delincuencia
transfronteriza
grave,
especialmente
en
casos
de
delincuencia
organizada, teniendo en cuenta en particular los análisis de Europol;
c.
Favoreciendo una estrecha cooperación de Eurojust con la Red Judicial Europea con
objeto, en particular, de facilitar la ejecución de las comisiones rogatorias y de las
solicitudes de extradición.
Artículo 32.
El Consejo establecerá las condiciones y límites con arreglo a los cuales las autoridades
competentes referidas en los artículos 30 y 31 podrán actuar en el territorio de otro Estado
miembro en colaboración con las autoridades de dicho Estado y de acuerdo con las mismas.
Artículo 33.
El presente Título se entenderá sin perjuicio del ejercicio de las responsabilidades que
incumben a los Estados miembros en materia de mantenimiento del orden público y
salvaguardia de la seguridad interior.
Artículo 34.
1. En los ámbitos a que se refiere el presente título, los Estados miembros se informarán y
consultarán mutuamente en el seno del Consejo, con objeto de coordinar su acción. A tal fin
establecerán una colaboración entre los servicios competentes de sus respectivas
administraciones.
2. El Consejo dispondrá y fomentará, en la forma y según los procedimientos oportunos tal
como se establece en el presente título, la cooperación pertinente para la consecución de los
objetivos de la Unión. A tal fin, a iniciativa de cualquier Estado miembro o de la Comisión, el
Consejo podrá, por unanimidad:
Adoptar posiciones comunes que definan el enfoque de la Unión sobre un asunto concreto;
Adoptar decisiones marco para la aproximación de las disposiciones legales y reglamentarias
de los Estados miembros. Las decisiones marco obligarán a los Estados miembros en cuanto
al resultado que deba conseguirse, dejando, sin embargo, a las autoridades nacionales la
elección de la forma y de los medios. No tendrán efecto directo;
Adoptar decisiones con cualquier otro fin coherentes con los objetivos del presente título, con
exclusión de toda aproximación de las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados
miembros. Estas decisiones serán obligatorias y no tendrán efecto directo; el Consejo adoptará
por mayoría cualificada medidas que permitan aplicar estas decisiones a escala de la Unión;
Celebrar convenios recomendando su adopción a los Estados miembros según sus respectivas
normas constitucionales. Los Estados miembros iniciarán los procedimientos pertinentes en un
plazo que deberá fijar el Consejo.
Salvo que dispongan lo contrario, los convenios, una vez hayan sido adoptados por la mitad de
Estados miembros como mínimo, entrarán en vigor para estos últimos. Las medidas de
aplicación de los convenios se aprobarán en el seno del Consejo por mayoría de dos tercios de
las Partes Contratantes.
3. Cuando el Consejo deba adoptar un acuerdo por mayoría cualificada, los votos de los
miembros se ponderarán con arreglo al apartado 2 del artículo 205 del Tratado constitutivo de
la Comunidad Europea y, para su adopción, los acuerdos del Consejo requerirán al menos 232
votos, que representen la votación favorable de dos tercios de los miembros como mínimo.
Cuando el Consejo adopte una decisión por mayoría cualificada, cualquier miembro del
Consejo podrá solicitar que se compruebe que los Estados miembros que constituyen la
mayoría cualificada representan como mínimo el 62 % de la población total de la Unión. Si se
pusiere de manifiesto que esta condición no se cumple, la decisión en cuestión no será
adoptada.
4. Para las cuestiones de procedimiento el Consejo adoptará sus decisiones por mayoría de los
miembros que lo componen.
Artículo 35.
1. El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas será competente, con arreglo a las
condiciones que establece el presente artículo, para pronunciarse, con carácter prejudicial,
sobre la validez e interpretación de las decisiones marco y de las decisiones, sobre la
interpretación de convenios celebrados de conformidad con el presente título y sobre la validez
e interpretación de sus medidas de aplicación.
2. Mediante una declaración realizada en el momento de firmar el Tratado de Amsterdam o en
cualquier momento posterior, cualquier Estado miembro podrá aceptar la competencia del
Tribunal de Justicia para pronunciarse con carácter prejudicial, tal como se especifica en el
apartado 1.
3. Los Estados miembros que formulen una declaración con arreglo al apartado 2 deberán
especificar:
O bien que cualquier órgano jurisdiccional de dicho Estado cuyas decisiones no sean
susceptibles de ulterior recurso judicial de Derecho interno pueda pedir al Tribunal de Justicia
que se pronuncie, con carácter prejudicial, sobre una cuestión planteada en un asunto
pendiente ante dicho órgano jurisdiccional, relativa a la validez o a la interpretación de un acto
de los contemplados en el apartado 1, si dicho órgano jurisdiccional estima necesaria una
decisión al respecto para poder emitir su fallo,
O bien que cualquier órgano jurisdiccional de dicho Estado pueda pedir al Tribunal de Justicia
que se pronuncie, con carácter prejudicial, sobre una cuestión planteada en un asunto
pendiente ante dicho órgano jurisdiccional, relativa a la validez o a la interpretación de un acto
de los contemplados en el apartado 1, si dicho órgano jurisdiccional estima necesaria una
decisión al respecto para poder emitir su fallo.
4. Cualquier Estado miembro, hubiere realizado o no una declaración con arreglo al apartado 2,
estará facultado para presentar memorias u observaciones por escrito ante el Tribunal de
Justicia en asuntos de los contemplados en el apartado 1.
5. El Tribunal de Justicia no será competente para controlar la validez o proporcionalidad de
operaciones efectuadas por la policía u otros servicios con funciones coercitivas de un Estado
miembro, ni sobre el ejercicio de las responsabilidades que incumben a los Estados miembros
respecto al mantenimiento del orden público y la salvaguardia de la seguridad interior.
6. El Tribunal de Justicia será competente para controlar la legalidad de las decisiones marco y
de las decisiones en relación con los recursos interpuestos por un Estado miembro o la
Comisión por incompetencia, vicios sustanciales de forma, violación del presente Tratado o de
cualquier norma jurídica relativa a su ejecución, o desviación de poder. Los recursos previstos
en el presente apartado deberán interponerse en el plazo de dos meses a partir de la
publicación de la medida.
7. El Tribunal de Justicia será competente para pronunciarse sobre cualquier litigio entre
Estados miembros relativo a la interpretación o aplicación de actos adoptados de conformidad
con el apartado 2 del artículo 34, siempre que dicho litigio no pueda ser resuelto por el Consejo
en el plazo de seis meses a partir de su remisión al Consejo por uno de sus miembros. El
Tribunal será también competente para pronunciarse sobre cualquier litigio entre los Estados
miembros y la Comisión relativo a la interpretación o la aplicación de convenios celebrados con
arreglo a la letra d) del apartado 2 del artículo 34.
Artículo 36.
1. Se creará un Comité de Coordinación compuesto por altos funcionarios. Además de su
función de coordinación, dicho Comité tendrá como misión:
Formular dictámenes dirigidos al Consejo, a petición de éste o por iniciativa propia;
Contribuir, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 207 del Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea, a la preparación de los trabajos del Consejo en las materias a que se
refiere el artículo 29.
2. La Comisión estará plenamente asociada a los trabajos en las materias contempladas en el
presente Título.
Artículo 37.
En las organizaciones internacionales y en las conferencias internacionales en las que
participen, los Estados miembros sostendrán las posiciones comunes adoptadas en aplicación
de lo dispuesto en el presente Título.
Los artículos 18 y 19 se aplicarán, con las adaptaciones pertinentes, a las materias incluidas en
el presente Título.
Artículo 38.
Los acuerdos a que se refiere el artículo 24 podrán tratar sobre materias incluidas en el
presente Título.
Artículo 39.
1. El Consejo consultará al Parlamento Europeo antes de adoptar cualquier medida
mencionada en las letras b), c) y d) del apartado 2 del artículo 34. El Parlamento Europeo
emitirá su dictamen dentro de un plazo que podrá fijar el Consejo y que no será inferior a tres
meses. En ausencia de dictamen dentro de ese plazo, el Consejo podrá actuar.
2. La Presidencia y la Comisión informarán regularmente al Parlamento Europeo sobre los
trabajos en curso en las materias a que se refiere el presente título.
3. El Parlamento Europeo podrá formular preguntas o recomendaciones al Consejo. El
Parlamento Europeo procederá cada año a un debate sobre los progresos realizados en las
materias a que se refiere el presente título.
Artículo 40.
1. Las cooperaciones reforzadas en cualquiera de los ámbitos contemplados en el presente
Título tendrán por finalidad permitir que la Unión llegue a ser lo más rápidamente posible un
espacio de libertad, seguridad y justicia, al tiempo que se respetan las competencias de la
Comunidad Europea y los objetivos fijados por el presente título.
2. Los artículos 29 a 39 y los artículos 40 A, 40 B y 41 se aplicarán a las cooperaciones
reforzadas previstas en el presente artículo, salvo disposición en contrario del artículo 40 A y
de los artículos 43 a 45.
3. Las disposiciones del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea relativas a la
competencia del Tribunal de Justicia y al ejercicio de la misma serán aplicables al presente
artículo y a los artículos 40 A y 40 B.
Artículo 40 A.
1. Los Estados miembros que se propongan establecer entre sí una cooperación reforzada en
virtud del artículo 40 dirigirán una solicitud a la Comisión, que podrá presentar al Consejo una
propuesta en tal sentido. Si no presenta ninguna propuesta, la Comisión comunicará los
motivos a los Estados miembros interesados. Éstos podrán entonces presentar al Consejo una
iniciativa destinada a que se autorice la cooperación reforzada de que se trate.
2. La autorización a que se refiere el apartado 1 será concedida por el Consejo, dentro del
respeto a los artículos 43 a 45, por mayoría cualificada, a propuesta de la Comisión o por
iniciativa de al menos ocho Estados miembros y previa consulta al Parlamento Europeo. Los
votos de los miembros del Consejo se ponderarán con arreglo al apartado 2 del artículo 205 del
Tratado constitutivo de la Comunidad Europea.
Cualquier miembro del Consejo podrá solicitar que el asunto se remita al Consejo Europeo.
Una vez suscitado dicho asunto ante este último, el Consejo podrá decidir de conformidad con
lo dispuesto en el párrafo primero del presente apartado.
Artículo 40 B.
Cualquier Estado miembro que desee participar en una cooperación reforzada establecida en
virtud del artículo 40 A notificará su intención al Consejo y a la Comisión, que transmitirá al
Consejo, en un plazo de tres meses a partir de la fecha de recepción de la notificación, un
dictamen acompañado, en su caso, de una recomendación relativa a las disposiciones
particulares que pueda considerar necesarias para que el Estado miembro interesado participe
en la cooperación de que se trate. El Consejo se pronunciará sobre la solicitud en un plazo de
cuatro meses a partir de la fecha de recepción de la notificación. La decisión se considerará
aprobada salvo que el Consejo, por mayoría cualificada y en ese mismo plazo, decida dejarla
en suspenso; en tal caso, el Consejo indicará los motivos de su decisión y fijará un plazo para
volverla a estudiar.
A efectos del presente artículo, el Consejo se pronunciará en las condiciones previstas en el
apartado 1 del artículo 44.
Artículo 41.
1. Los artículos 189, 190, 195, 196 a 199, 203, 204, el apartado 3 del artículo 205 y los
artículos 206 a 209, 213 a 219, 255 y 290 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea
serán de aplicación a las disposiciones relativas a las materias a que se refiere el presente
Título.
2. Los gastos administrativos que las disposiciones relativas a las materias a que se refiere el
presente título ocasionen a las instituciones correrán a cargo del presupuesto de las
Comunidades Europeas.
3. Los gastos operativos derivados de la aplicación de dichas disposiciones también correrán a
cargo del presupuesto de las Comunidades Europeas, excepto cuando el Consejo decida otra
cosa por unanimidad. Cuando los gastos no corran a cargo del presupuesto de las
Comunidades Europeas, correrán a cargo de los Estados miembros con arreglo a una clave de
reparto basada en el producto nacional bruto, a menos que el Consejo decida otra cosa por
unanimidad.
4. El procedimiento presupuestario establecido en el Tratado constitutivo de la Comunidad
Europea se aplicará a los gastos que corran a cargo del presupuesto de las Comunidades
Europeas.
Artículo 42.
El Consejo podrá decidir por unanimidad, a iniciativa de la Comisión o de un Estado miembro,
previa consulta al Parlamento Europeo, que las acciones en los ámbitos contemplados en el
artículo 29 queden incluidas en el Título IV del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea,
determinando las condiciones de votación que correspondan. El Consejo recomendará la
adopción de esta decisión por parte de los Estados miembros de conformidad con sus
respectivas normas constitucionales.
TRATADO CONSTITUTIVO DE LA COMUNIDAD EUROPEA
TERCERA PARTE
POLÍTICAS DE LA COMUNIDAD
TÍTULO VI
NORMAS COMUNES SOBRE COMPETENCIA, FISCALIDAD Y APROXIMACIÓN DE
LEGISLACIONES
CAPÍTULO I
Normas sobre competencia
SECCIÓN 1ª
Disposiciones aplicables a las empresas
Artículo 81.
1. Serán incompatibles con el mercado común y quedarán prohibidos todos los acuerdos entre
empresas, las decisiones de asociaciones de empresas y las prácticas concertadas que
puedan afectar al comercio entre los Estados miembros y que tengan por objeto o efecto
impedir, restringir o falsear el juego de la competencia dentro del mercado común y, en
particular, los que consistan en:
a. Fijar directa o indirectamente los precios de compra o de venta u otras condiciones de
transacción;
b. Limitar o controlar la producción, el mercado, el desarrollo técnico o las inversiones;
c.
Repartirse los mercados o las fuentes de abastecimiento;
d. Aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes,
que ocasionen a éstos una desventaja competitiva;
e. Subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de
prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no
guarden relación alguna con el objeto de dichos contratos.
2. Los acuerdos o decisiones prohibidos por el presente artículo serán nulos de pleno derecho.
3. No obstante, las disposiciones del apartado 1 podrán ser declaradas inaplicables a:
* Cualquier acuerdo o categoría de acuerdos entre empresas;
* Cualquier decisión o categoría de decisiones de asociaciones de empresas;
* Cualquier práctica concertada o categoría de prácticas concertadas, que contribuyan a
mejorar la producción o la distribución de los productos o a fomentar el progreso técnico o
económico, y reserven al mismo tiempo a los usuarios una participación equitativa en el
beneficio resultante, y sin que:
a) Impongan a las empresas interesadas restricciones que no sean indispensables para
alcanzar tales objetivos;
b) Ofrezcan a dichas empresas la posibilidad de eliminar la competencia respecto de una
parte sustancial de los productos de que se trate.
Artículo 82.
Será incompatible con el mercado común y quedará prohibida, en la medida en que pueda
afectar al comercio entre los Estados miembros, la explotación abusiva, por parte de una o más
empresas, de una posición dominante en el mercado común o en una parte sustancial del
mismo.
Tales prácticas abusivas podrán consistir, particularmente, en:
1. Imponer directa o indirectamente precios de compra, de venta u otras condiciones de
transacción no equitativas;
2. Limitar la producción, el mercado o el desarrollo técnico en perjuicio de los consumidores;
3. Aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes, que
ocasionen a éstos una desventaja competitiva;
4. Subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de
prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no guarden
relación alguna con el objeto de dichos contratos.
Artículo 83.
1. El Consejo, por mayoría cualificada, a propuesta de la Comisión y previa consulta al
Parlamento Europeo, adoptará los reglamentos o directivas apropiados para la aplicación de
los principios enunciados en los artículos 81 y 82.
2. Las disposiciones a que se refiere el apartado 1 tendrán especialmente por objeto:
a) Garantizar la observancia de las prohibiciones mencionadas en los artículos 81, apartado 1,
y 82, mediante el establecimiento de multas y multas coercitivas;
[…]
TÍTULO VII
POLÍTICA ECONÓMICA Y MONETARIA
CAPÍTULO II
Política monetaria
Artículo 110
[…]
3. Dentro de los límites y en las condiciones adoptados por el Consejo con arreglo al
procedimiento establecido en el apartado 6 del artículo 107, el BCE estará autorizado a
imponer multas y pagos periódicos de penalización a las empresas que no cumplan con sus
obligaciones respecto de los reglamentos y decisiones del mismo.
QUINTA PARTE
INSTITUCIONES DE LA COMUNIDAD
TÍTULO SEGUNDO
DISPOSICIONES FINANCIERAS
Artículo 280.
1. La Comunidad y los Estados miembros combatirán el fraude y toda actividad ilegal que
afecte a los intereses financieros de la Comunidad mediante medidas adoptadas en virtud de lo
dispuesto en el presente artículo, que deberán tener un efecto disuasorio y ser capaces de
ofrecer una protección eficaz en los Estados miembros.
2. Los Estados miembros adoptarán para combatir el fraude que afecte a los intereses
financieros de la Comunidad las mismas medidas que para combatir el fraude que afecte a sus
propios intereses financieros.
3. Sin perjuicio de otras disposiciones del presente Tratado, los Estados miembros coordinarán
sus acciones encaminadas a proteger los intereses financieros de la Comunidad contra el
fraude. A tal fin, organizarán, junto con la Comisión, una colaboración estrecha y regular entre
las autoridades competentes.
4. El Consejo, con arreglo al procedimiento previsto en el artículo 251 y previa consulta al
Tribunal de Cuentas, adoptará las medidas necesarias en los ámbitos de la prevención y lucha
contra el fraude que afecte a los intereses financieros de la Comunidad con miras a ofrecer una
protección eficaz y equivalente en los Estados miembros. Dichas medidas no se referirán a la
aplicación de la legislación penal nacional ni a la administración nacional de la justicia.
5. La Comisión, en cooperación con los Estados miembros, presentará anualmente al
Parlamento Europeo y al Consejo un informe sobre las medidas adoptadas para la aplicación
del presente artículo.
TRATADO POR EL QUE SE ESTABLECE UNA CONSTITUCIÓN
PARA EUROPA [Extracto]
PARTE I
TÍTULO I
De la definición y los objetivos de la Unión
[…]
ARTÍCULO I-2 Valores de la Unión
La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad,
democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los
derechos de las personas pertenecientes a minorías. Estos valores son comunes a los Estados
miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminación, la tolerancia,
la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres
ARTÍCULO I-3 Objetivos de la Unión
[..…]
2. La Unión ofrecerá a sus ciudadanos un espacio de libertad, seguridad y justicia sin
fronteras interiores y un mercado interior en el que la competencia sea libre y no esté
falseada.
[…]
ARTÍCULO I-4 Libertades fundamentales y no discriminación
1. La Unión garantizará en su interior la libre circulación de personas, servicios, mercancías y
capitales y la libertad de establecimiento, de conformidad con lo dispuesto en la Constitución.
2. En el ámbito de aplicación de la Constitución, y sin perjuicio de sus disposiciones
particulares, se prohíbe toda discriminación por razón de nacionalidad.
[…]
TÍTULO II
De los derechos fundamentales y de la ciudadanía de la Unión
ARTÍCULO I-9 Derechos fundamentales
1. La Unión reconoce los derechos, libertades y principios enunciados en la Carta de los
Derechos Fundamentales que constituye la Parte II.
2. La Unión se adherirá al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y
de las Libertades Fundamentales. Esta adhesión no modificará las competencias de la Unión
que se definen en la Constitución.
3. Los derechos fundamentales que garantiza el Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales y los que son fruto de las tradiciones
constitucionales comunes a los Estados miembros forman parte del Derecho de la Unión como
principios generales.
[…]
ARTÍCULO I-14 Ámbitos de competencia compartida
1. La Unión dispondrá de competencia compartida con los Estados miembros cuando la
Constitución le atribuya una competencia que no corresponda a los ámbitos mencionados en
los artículos I-13 y I-17.
2. Las competencias compartidas entre la Unión y los Estados miembros se aplicarán a los
siguientes ámbitos principales:
[…]
j) el espacio de libertad, seguridad y justicia;
[…]
3. En los ámbitos de la investigación, el desarrollo tecnológico y el espacio, la Unión dispondrá
de competencia para llevar a cabo acciones, en particular destinadas a definir y realizar
programas, sin que el ejercicio de esta competencia pueda tener por efecto impedir a los
Estados miembros ejercer la suya.
4. En los ámbitos de la cooperación para el desarrollo y de la ayuda humanitaria, la Unión
dispondrá de competencia para llevar a cabo acciones y una política común, sin que el ejercicio
de esta competencia pueda tener por efecto impedir a los Estados miembros ejercer la suya.
[…]
PARTE II
CARTA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UNIÓN
[…]
TÍTULO I
DIGNIDAD
ARTÍCULO II-61. Dignidad humana
La dignidad humana es inviolable. Será respetada y protegida.
ARTÍCULO II-62. Derecho a la vida
1. Toda persona tiene derecho a la vida.
2. Nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado.
ARTÍCULO II-63. Derecho a la integridad de la persona
1. Toda persona tiene derecho a su integridad física y psíquica.
2. En el marco de la medicina y la biología se respetarán en particular:
a) el consentimiento libre e informado de la persona de que se trate, de
acuerdo con las modalidades establecidas por la ley;
b) la prohibición de las prácticas eugenésicas, en particular las que tienen
como finalidad la selección de las personas;
c) la prohibición de que el cuerpo humano o partes del mismo en cuanto
tales se conviertan en objeto de lucro;
d) la prohibición de la clonación reproductora de seres humanos.
ARTÍCULO II-64. Prohibición de la tortura y de las penas o los tratos inhumanos o degradantes
Nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
ARTÍCULO II-65. Prohibición de la esclavitud y del trabajo forzado
1. Nadie podrá ser sometido a esclavitud o servidumbre.
2. Nadie podrá ser constreñido a realizar un trabajo forzado u obligatorio.
3. Se prohíbe la trata de seres humanos.
TÍTULO II
LIBERTADES
ARTÍCULO II-66 Derecho a la libertad y a la seguridad
Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad.
ARTÍCULO II-67 Respeto de la vida privada y familiar
Toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y de sus
comunicaciones.
ARTÍCULO II-68 Protección de datos de carácter personal
1. Toda persona tiene derecho a la protección de los datos de carácter personal que le
conciernan.
2. Estos datos se tratarán de modo leal, para fines concretos y sobre la base del
consentimiento de la persona afectada o en virtud de otro fundamento legítimo previsto por la
ley. Toda persona tiene derecho a acceder a los datos recogidos que la conciernan y a obtener
su rectificación.
3. El respeto de estas normas estará sujeto al control de una autoridad independiente.
ARTÍCULO II-69 Derecho a contraer matrimonio y derecho a fundar una familia
Se garantizan el derecho a contraer matrimonio y el derecho a fundar una familia según las
leyes nacionales que regulen su ejercicio.
ARTÍCULO II-70 Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este
derecho implica la libertad de cambiar de religión o de convicciones, así como la libertad de
manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, en público o en privado, a
través del culto, la enseñanza, las prácticas y la observancia de los ritos.
2. Se reconoce el derecho a la objeción de conciencia de acuerdo con las leyes nacionales que
regulen su ejercicio.
ARTÍCULO II-71 Libertad de expresión y de información
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad
de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber
injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.
2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.
ARTÍCULO II-72 Libertad de reunión y de asociación
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de asociación en
todos los niveles, especialmente en los ámbitos político, sindical y cívico, lo que supone el
derecho de toda persona a fundar con otras sindicatos y a afiliarse a los mismos para la
defensa de sus intereses.
2. Los partidos políticos a escala de la Unión contribuyen a expresar la voluntad política de los
ciudadanos de la Unión.
ARTÍCULO II-73 Libertad de las artes y de las ciencias
Las artes y la investigación científica son libres. Se respeta la libertad de cátedra.
ARTÍCULO II-74 Derecho a la educación
1. Toda persona tiene derecho a la educación y al acceso a la formación profesional y
permanente.
2. Este derecho incluye la facultad de recibir gratuitamente la enseñanza obligatoria.
3. Se respetan, de acuerdo con las leyes nacionales que regulen su ejercicio, la libertad de
creación de centros docentes dentro del respecto de los principios democráticos, así como el
derecho de los padres a garantizar la educación y la enseñanza de sus hijos conforme a sus
convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas.
ARTÍCULO II-75 Libertad profesional y derecho a trabajar
1. Toda persona tiene derecho a trabajar y a ejercer una profesión libremente elegida o
aceptada.
2. Todo ciudadano de la Unión tiene libertad para buscar un empleo, trabajar, establecerse o
prestar servicios en cualquier Estado miembro.
3. Los nacionales de terceros países que estén autorizados a trabajar en el territorio de los
Estados miembros tienen derecho a unas condiciones laborales equivalentes a aquellas que
disfrutan los ciudadanos de la Unión.
ARTÍCULO II-76 Libertad de empresa
Se reconoce la libertad de empresa de conformidad con el Derecho de la Unión y con las
legislaciones y prácticas nacionales.
ARTÍCULO II-77 Derecho a la propiedad
1. Toda persona tiene derecho a disfrutar de la propiedad de los bienes que haya adquirido
legalmente, a usarlos, a disponer de ellos y a legarlos. Nadie puede ser privado de su
propiedad más que por causa de utilidad pública, en los casos y condiciones previstos en la ley
y a cambio, en un tiempo razonable, de una justa indemnización por su pérdida. El uso de los
bienes podrá regularse por ley en la medida en que resulte necesario para el interés general.
2. Se protege la propiedad intelectual.
ARTÍCULO II-78 Derecho de asilo
Se garantiza el derecho de asilo dentro del respeto de las normas de la Convención de Ginebra
de 28 de julio de 1951 y del Protocolo de 31 de enero de 1967 sobre el Estatuto de los
Refugiados y de conformidad con la Constitución.
ARTÍCULO II-79 Protección en caso de devolución, expulsión y extradición
1. Se prohíben las expulsiones colectivas.
2. Nadie podrá ser devuelto, expulsado o extraditado a un Estado en el que corra un grave
riesgo de ser sometido a la pena de muerte, a tortura o a otras penas o tratos inhumanos o
degradantes.
[…]
TÍTULO VI
JUSTICIA
ARTÍCULO II-107 Derecho a la tutela judicial efectiva y a un juez imparcial
Toda persona cuyos derechos y libertades garantizados por el Derecho de la Unión hayan sido
violados tiene derecho a la tutela judicial efectiva respetando las condiciones establecidas en el
presente artículo. Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa y
públicamente y dentro de un plazo razonable por un juez independiente e imparcial, establecido
previamente por la ley. Toda persona podrá hacerse aconsejar, defender y representar. Se
prestará asistencia jurídica gratuita a quienes no dispongan de recursos suficientes siempre y
cuando dicha asistencia sea necesaria para garantizar la efectividad del acceso a la justicia.
ARTÍCULO II-108 Presunción de inocencia y derechos de la defensa
1. Todo acusado se presume inocente mientras su culpabilidad no haya sido declarada
legalmente.
2. Se garantiza a todo acusado el respeto de los derechos de la defensa.
ARTÍCULO II-109 Principios de legalidad y de proporcionalidad de los delitos y las penas
1. Nadie podrá ser condenado por una acción o una omisión que, en el momento en que haya
sido cometida, no constituya una infracción según el Derecho interno o el Derecho
internacional. Del mismo modo, no podrá imponerse una pena más grave que la aplicable en el
momento en que la infracción haya sido cometida. Si con posterioridad a esta infracción la ley
dispone una pena más leve, deberá aplicarse ésta.
2. El presente artículo no impedirá el juicio y el castigo de una persona culpable de una acción
o una omisión que, en el momento en que haya sido cometida, fuera constitutiva de delito
según los principios generales reconocidos por el conjunto de las naciones.
3. La intensidad de las penas no deberá ser desproporcionada en relación con la infracción.
ARTÍCULO II-110 Derecho a no ser juzgado o condenado penalmente dos veces por la misma
infracción
Nadie podrá ser juzgado o condenado penalmente por una infracción respecto de la cual ya
haya sido absuelto o condenado en la Unión mediante sentencia penal firme conforme a la ley.
TÍTULO VII
DISPOSICIONES GENERALES QUE RIGEN LA INTERPRETACIÓN Y
APLICACIÓN DE LA CARTA
ARTÍCULO II-111 Ámbito de aplicación
1. Las disposiciones de la presente Carta están dirigidas a las instituciones, órganos y
organismos de la Unión, dentro del respeto del principio de subsidiariedad, así como a los
Estados miembros únicamente cuando apliquen el Derecho de la Unión. Por consiguiente,
éstos respetarán los derechos, observarán los principios y promoverán su aplicación, con
arreglo a sus respectivas competencias y dentro de los límites de las competencias que se
atribuyen a la Unión en las demás Partes de la Constitución.
2. La presente Carta no amplía el ámbito de aplicación del Derecho de la Unión más allá de las
competencias de la Unión, ni crea ninguna competencia o misión nuevas para la Unión, ni
modifica las competencias y misiones definidas en las demás Partes de la Constitución.
ARTÍCULO II-112 Alcance e interpretación de los derechos y principios
1. Cualquier limitación del ejercicio de los derechos y libertades reconocidos por la presente
Carta deberá ser establecida por la ley y respetar el contenido esencial de dichos derechos y
libertades. Dentro del respeto del principio de proporcionalidad, sólo podrán introducirse
limitaciones cuando sean necesarias y respondan efectivamente a objetivos de interés general
reconocidos por la Unión o a la necesidad de protección de los derechos y libertades de los
demás.
2. Los derechos reconocidos por la presente Carta que se mencionan en otras Partes de la
Constitución se ejercerán en las condiciones y dentro de los límites definidos por ellas.
3. En la medida en que la presente Carta contenga derechos que correspondan a derechos
garantizados por el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales, su sentido y alcance serán iguales a los que les confiere dicho
Convenio. Esta disposición no obstará a que el Derecho de la Unión conceda una protección
más extensa.
4. En la medida en que la presente Carta reconozca derechos fundamentales resultantes de las
tradiciones constitucionales comunes a los Estados miembros, dichos derechos se
interpretarán en armonía con las citadas tradiciones.
5. Las disposiciones de la presente Carta que contengan principios podrán aplicarse mediante
actos legislativos y ejecutivos adoptados por las instituciones, órganos y organismos de la
Unión, y por actos de los Estados miembros cuando apliquen el Derecho de la Unión, en el
ejercicio de sus competencias respectivas. Sólo podrán alegarse ante un órgano jurisdiccional
en lo que se refiere a la interpretación y control de la legalidad de dichos actos.
6. Se tendrán plenamente en cuenta las legislaciones y prácticas nacionales según lo
especificado en la presente Carta.
7. Las explicaciones elaboradas para guiar en la interpretación de la Carta de los Derechos
Fundamentales serán tenidas debidamente en cuenta por los órganos jurisdiccionales de la
Unión y de los Estados miembros.
ARTÍCULO II-113 Nivel de protección
Ninguna de las disposiciones de la presente Carta podrá interpretarse como limitativa o lesiva
de los derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos, en su respectivo ámbito de
aplicación, por el Derecho de la Unión, el Derecho internacional y los convenios internacionales
de los que son parte la Unión o todos los Estados miembros, y en particular el Convenio
Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, así
como por las constituciones de los Estados miembros.
ARTÍCULO II-114 Prohibición del abuso de derecho
Ninguna de las disposiciones de la presente Carta podrá ser interpretada en el sentido de que
implique un derecho cualquiera a dedicarse a una actividad o a realizar un acto tendente a la
destrucción de los derechos o libertades reconocidos en la presente Carta o a limitaciones más
amplias de estos derechos y libertades que las previstas en la presente Carta.
[…]
PARTE III
DE LAS POLÍTICAS Y EL FUNCIONAMIENTO DE LA UNIÓN
[…]
TÍTULO III
POLÍTICAS Y ACCIONES INTERNAS
[…]
Sección 5ª. NORMAS SOBRE COMPETENCIA
Subsección 1ª. Disposiciones aplicables a las empresas
ARTÍCULO III-161
1. Serán incompatibles con el mercado interior y quedarán prohibidos todos los acuerdos entre
empresas, las decisiones de asociaciones de empresas y las prácticas concertadas que
puedan afectar al comercio entre los Estados miembros y que tengan por objeto o efecto
impedir, restringir o falsear el juego de la competencia dentro del mercado interior y, en
particular, los que consistan en:
a) fijar directa o indirectamente los precios de compra o de venta u otras
condiciones de transacción;
b) limitar o controlar la producción, el mercado, el desarrollo técnico o las
inversiones;
c) repartirse los mercados o las fuentes de abastecimiento;
d) aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones
equivalentes, que ocasionen a éstos una desventaja competitiva;
e) subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros
contratantes, de prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o
según los usos mercantiles, no guarden relación alguna con el objeto de
dichos contratos.
2. Los acuerdos o decisiones prohibidos por el presente artículo serán nulos de pleno derecho.
3. No obstante, el apartado 1 podrá ser declarado inaplicable a:
ƒ
cualquier acuerdo o categoría de acuerdos entre empresas,
ƒ
cualquier decisión o categoría de decisiones de asociaciones de
empresas,
ƒ
cualquier práctica concertada o categoría de prácticas concertadas,
que contribuyan a mejorar la producción o la distribución de los
productos o a fomentar el progreso técnico o económico, y reserven al
mismo tiempo a los usuarios una participación equitativa en el
beneficio resultante, y sin que:
a) impongan a las empresas interesadas restricciones que no sean
indispensables para alcanzar tales objetivos;
b) ofrezcan a dichas empresas la posibilidad de eliminar la
competencia respecto de una parte sustancial de los productos de
que se trate.
ARTÍCULO III-162 Será incompatible con el mercado interior y quedará prohibida, en la medida
en que pueda afectar al comercio entre los Estados miembros, la explotación abusiva, por parte
de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado interior o en una parte
sustancial del mismo. Tales prácticas abusivas podrán consistir, particularmente, en:
a) imponer directa o indirectamente precios de compra, de venta u otras condiciones de
transacción no equitativas;
b) limitar la producción, el mercado o el desarrollo técnico en perjuicio de los consumidores;
c) aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes,
que ocasionen a éstos una desventaja competitiva;
d) subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de
prestaciones suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no
guarden relación alguna con el objeto de dichos contratos.
[…]
TÍTULO VI
FUNCIONAMIENTO DE LA UNIÓN
[…]
CAPÍTULO II
DISPOSICIONES FINANCIERAS
[…]
Sección 5ª. LUCHA CONTRA EL FRAUDE
ARTÍCULO III-415
1. La Unión y los Estados miembros combatirán el fraude y toda actividad ilegal que perjudique
a los intereses financieros de la Unión mediante medidas adoptadas de conformidad con el
presente artículo, que deberán ser disuasorias y ofrecer una protección eficaz en los Estados
miembros y en las instituciones, órganos y organismos de la Unión.
2. A fin de combatir el fraude que perjudique a los intereses financieros de la Unión, los
Estados miembros adoptarán las mismas medidas que las que adopten para combatir el fraude
que perjudique a sus propios intereses financieros.
3. Sin perjuicio de otras disposiciones de la Constitución, los Estados miembros coordinarán
sus acciones encaminadas a proteger los intereses financieros de la Unión contra el fraude.
Con este fin, organizarán, junto con la Comisión, una colaboración estrecha y regular entre las
autoridades competentes.
4. La ley o ley marco europea establecerá las medidas necesarias en los ámbitos de la
prevención y lucha contra el fraude que perjudique a los intereses financieros de la Unión, con
miras a ofrecer una protección eficaz y equivalente en los Estados miembros y en las
instituciones, órganos y organismos de la Unión. La ley o ley marco se adoptará previa consulta
al Tribunal de Cuentas.
5. La Comisión, en cooperación con los Estados miembros, presentará cada año al Parlamento
Europeo y al Consejo un informe sobre las medidas adoptadas para aplicar el presente artículo.
[…]
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