1189 Ca. Fam. S. S. SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas y quince minutos del día cuatro de marzo de dos mil dos. El presente recurso de casación ha sido interpuesto por el licenciado Ronald Eduardo Toledo Chávez, apoderado del señor -------------, contra la sentencia de las catorce horas y treinta minutos del veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y ocho, pronunciada por la Cámara de Familia de la Sección del Centro, que resuelve el recurso de apelación de la sentencia pronunciada por el Juzgado Segundo de Familia de San Salvador, emitida a las quince horas del día dieciséis de enero de mil novecientos noventa y ocho, en el proceso de declaratoria judicial de paternidad, promovido por la señora -------------, en su calidad de representante legal de la niña -------------, contra el recurrente. Han intervenido en primera instancia, la demandante representada por la licenciada Cecilia Yaneth Cañas de Garay; el demandado, por medio de su apoderado Ronald Eduardo Toledo Chávez y la Procuradora de Familia adscrita al tribunal a quo, licenciada Lilian Guevara de Mena. En segunda instancia y en casación únicamente el abogado Toledo Chávez. VISTOS LOS AUTOS, Y CONSIDERANDO: I. La jueza a quo en su fallo, dijo: """""" POR TANTO:----- En base a los Arts. 36 de la Constitución, 7 de la Convención sobre los Derechos del Niño, 140, 148, 149, 150, 203 ordinal 1°, 205, 344, 346, 350, 351 del Código de Familia, 1, 2, 3, 7, 56, 115, 122 y 140 de la Ley Procesal de Familia, EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, FALLO: a) Declárase que la menor -------------, es hija del señor -------------y que su estado familiar como tal, dio inicio desde su nacimiento. b) Los derechos establecidos en el Art. 142 de la Ley Procesal de Familia, no se establecen por no haberse solicitado con la demanda y por desconocerse la capacidad económica del alimentante, la necesidad de la alimentaria, las condiciones personales de ambos y las obligaciones familiares del alimentante. c) Se establece una indemnización por daño moral y materiales, en CINCUENTA MIL COLONES, la cual será ejecutiva al quedar firme la presente sentencia. d) Al quedar ejecutoriada de pleno derecho, la presente sentencia: Ordénase la cancelación de la partida de nacimiento, número cuatrocientos ochenta, folio cuatrocientos ochenta y dos, del Libro número dos C de Registros de Partidas de Nacimientos, que la Alcaldía Municipal de San Salvador, llevó en el año de mil novecientos ochenta y ocho e inscríbase una nueva partida de nacimiento, con los requisitos señalados por la Ley; para tal efecto: Líbrese el oficio de Ley correspondiente y al no haber trámite pendiente alguno: Archívese el presente expediente.----- Notifíquese """"""". II. El fallo de la Cámara ad quem dice: """""" Por consiguiente y conforme a los razonamientos expuestos y con base a los Arts. 2 y 36 Cn.; 7 y 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño; 149 C. F.; 7 letra c), 82, 144 letra f), 160, 161 y 218 L. Pr. F. y 427 y 428 Pr. C., a nombre de la República de El Salvador, FALLAMOS: a) Confírmase la sentencia en cuanto a la declaratoria de paternidad del Dr. -------------, en relación a la menor -------------; así como en lo atingente a la indemnización por daño moral y materiales establecida. Al quedar ejecutoriada esta sentencia, dése cumplimiento a la parte final de la resolución impugnada en cuanto ordena librar los oficios correspondientes, para cumplir con el Art. 31 de la Ley Transitoria del Registro del Estado Familiar y de los Regímenes Patrimoniales del Matrimonio. Devuélvanse originales al tribunal de origen con certificación de esta sentencia. Notifíquese """"""". III. No conforme con el fallo de la Cámara sentenciadora, el licenciado Ronald Eduardo Toledo Chávez interpuso este recurso de casación en los términos siguientes: """"""Que he sido notificado de la sentencia definitiva proveída por Vos en el incidente de apelación en referencia, a las catorce horas del día veintisiete de febrero del año en curso, en la que confirmáis la sentencia pronunciada por la Jueza del Juzgado Segundo de Familia de San Salvador, que a su vez declara la paternidad de mi poderdante en relación a la menor ------------ y establece una indemnización por daño moral a favor de dicha menor.----- Que mi poderdante no está conforme con la referida sentencia y con instrucciones precisas de él, interpongo de la misma recurso de casación.----- El recurso de casación que interpongo lo fundo en la causa genérica INFRACCIÓN DE LEY, Art. 2 literal a) de la Ley de Casación, y en los motivos específicos error de derecho en la apreciación de la prueba e interpretación errónea de ley, Art. 3 ordinales 8 y 2 Ley de Casación.----- Preceptos infringidos: en relación al motivo Error de derecho en la apreciación de la prueba, Art. 56 Ley Procesal de Familia, en relación a los Arts. 408 y 409 Pr., y en lo atingente al motivo de interpretación errónea de ley, Art. 140 Ley Procesal de Familia.----- Concepto de las infracciones:----- a) Error de derecho en la apreciación de la prueba. Vos honorable Cámara habéis infringido, en relación a este motivo, los artículos 56 de la Ley Procesal de Familia, 408 y 409 Pr. La primera de las normas citadas le impone al Juez la obligación de valorar la prueba vertida en el proceso conforme a las reglas de la sana crítica, que es un sistema que se fundamenta en la lógica y en la experiencia, lo que significa que para tener por probada la pretensión, la valoración de la prueba no debe ser abusiva, ni arbitraria, esto es, contrario a la lógica o a la máxima experiencia.----- En el caso de autos, debido a que en el proceso no existe prueba directa que vincule sexualmente al doctor ------------- con la señora -------------, para llegar a establecer la paternidad de -------------, Vos abusáis del sistema de la sana crítica al confirmar la sentencia recurrida en base a prueba presuncional; deducís el hecho principal controvertido de un hecho que [no] puede tenerse por establecido con la presunción que obra en el proceso, es decir, le dais un alcance a la prueba presuncional que lógicamente no lo puede tener. En efecto, Vos dais por sentado implícitamente, que se han establecido posibles relaciones sexuales entre mi mandante y la madre de la menor cuya filiación se ha declarado, y al tener por establecida la paternidad de mi poderdante, habéis llegado a una conclusión que no es la que lógicamente corresponde, pues con la prueba vertida sólo puede establecerse que pudo haber relaciones sexuales; pero concluir de esto que mi mandante es el padre de la expresada menor es deducir una presunción de otra presunción. En este sentido, habéis abusado arbitrariamente de las reglas de la sana crítica y si esto fuera poco habéis vulnerado también el principio de indivisibilidad de la prueba, pues tomasteis de la prueba testifical aportada por mi mandante sólo lo que le perjudica; por lo tanto habéis vulnerado el Art. 56 de la Ley Procesal de Familia. Como consecuencia también vulneráis el Art. 408 Pr., pues como se ha dicho la prueba vertida en el proceso no es prueba directa, sino presuncional y de los hechos probados con esta prueba sólo se llega a establecer el hecho de unas posibles relaciones sexuales, pero de un hecho como ese no puede inferirse existencia de paternidad de una persona, y al darle ese alcance, vulneráis dicha norma legal por cuanto en base a ella se tiene una consecuencia que no es la prevista por la misma. Por otra parte, las presunciones deben ser graves, precisas y concordantes, y la presunción que se extrae de la prueba testifical vertida en el proceso no es grave, ni precisa, por lo mismo, al fundamentarse la sentencia de que recurro en esa prueba, vulneráis el Art. 409 Pr.----- b) Interpretación errónea de ley. En relación a este motivo Vos, como ya lo he dicho, habéis infringido el Art. 140 inciso segundo de la Ley Procesal de Familia, el cual a mi criterio es decisorio de la litis, como consecuencia procede el recurso de casación por error de fondo de dicha norma legal.----- Vos habéis interpretado erróneamente esta norma legal cuando en vuestra sentencia declaráis "La negativa de la parte a someterse a estos exámenes (prueba hematológica y ADN) hace nacer la presunción de paternidad, y sobre todo que en materia de familia son admisibles todos los medios de prueba reconocidos en el derecho común, inclusive los medios científicos.----- El Art. 140 inciso segundo de la Ley Procesal de Familia establece: "La negativa de la parte o de su representante legal en su caso, a la práctica de estos exámenes (prueba hematológica y ADN), deberá ser apreciada por el juez de acuerdo a las reglas de la sana crítica". A mi juicio, lo que esta norma quiere decir, es que un juez debe apreciar la negativa de la parte a que se le practiquen los exámenes biológicos con relación a las pruebas vertidas en el proceso y no sólo la negativa. Vos concluís probada la paternidad con solo la negativa, pues así lo decís expresamente en el considerando IV de vuestra sentencia y dicha norma no dice eso, sino que será apreciada la negativa conforme a las reglas de la sana crítica, dando a entender la ley que esa negativa debe ser apreciada tomando en cuenta las pruebas vertidas en el juicio; pero Vos honorable Cámara, de la sola negativa deducís el hecho principal controvertido, infringiendo así el Art. 140 de la Ley Procesal de Familia, antes citado.----- Por lo expuesto considero que la sentencia recurrida no es legal y por ello desde ya pido a la honorable Sala de lo Civil sea casada y se pronuncie la que en derecho y justicia corresponde """"""". IV. Por resolución de las once horas y treinta minutos del día catorce de mayo de mil novecientos noventa y ocho, la Sala admitió el recurso interpuesto por la causa genérica de infracción de ley y por los motivos específicos de error de derecho en la apreciación de la prueba, al citar como disposición infringida el Art. 56 L. Pr. F., con relación a los Arts. 408 y 409 C. Pr. C. e interpretación errónea del Art. 140 L. Pr. F. Asimismo, se ordenó que el proceso pasara a la Secretaría a fin que las partes presentaran sus alegatos dentro del término legal, lo que únicamente cumplió el recurrente a fs. 6/8 de esta pieza. V. ANÁLISIS DEL RECURSO EN ORDEN A LOS MOTIVOS SEÑALADOS. INFRACCIÓN DE LEY (Art. 2 letra a] L. C.) Y POR EL MOTIVO ESPECÍFICO DE ERROR DE DERECHO EN LA APRECIACIÓN DE LAS PRUEBAS (Art. 3 ord. 8° L. C.) EN EL ART. 56 L. Pr. F, CON RELACIÓN A LOS ARTS. 408 Y 409 C. Pr. C. El impetrante señala que la Cámara sentenciadora infringió los artículos citados, en razón que el primero de ellos impone al Juez la obligación de valorar la prueba conforme a las reglas de la sana crítica, que es un sistema asentado en la lógica y la experiencia humana, de manera que para establecer la paternidad demandada, la apreciación de la prueba vertida en el proceso no debe ser abusiva, ni arbitraria o contraria a la lógica y experiencia. En ese pensamiento, manifiesta que en el presente juicio no existe prueba directa que vincule sexualmente al demandado con la madre de la actora y considera un abuso de la sana crítica, la circunstancia por la cual la Cámara ad quem confirmó la sentencia de primer grado y que declara la paternidad de la niña de que se trata, con base a una prueba presuncional de la existencia de encuentros sexuales entre aquéllos. En consecuencia de lo anterior, también estima infringidos los Arts. 408 y 409 C. Pr. C., que se refieren a la admisión de la prueba por presunciones en el proceso y a los caracteres que la misma debe reunir. A su vez, el tribunal de apelaciones dijo que "... el recurrente sostiene que sólo la valoración de la prueba testimonial y la apreciación del rechazo de su cliente a la práctica del examen serológico y A. D. N., por sí solas no alcanzan a configurar lo establecido en el Art. 149 C. F., que determina los casos en que la paternidad será declarada por el Juez, pero se abstiene de mencionar que la negativa a someterse a la prueba científica ordenada por la Jueza a quo, le puede acarrear consecuencias desfavorables al demandado.----- La introducción del tipo de prueba científica como el A. D. N., ha dado lugar a un método idóneo para establecer con un altísimo grado de certeza la paternidad de quien es demandado en un proceso de investigación y declaratoria de paternidad, el que se vuelve certeza absoluta casi en el ciento por ciento y no admite resultados intermedios respecto a la exclusión de una persona a quien le es atribuida la filiación.----- Estas técnicas científicas permiten la comprobación directa del nexo biológico con la mayor probabilidad cercana a la certeza y la llamada (sic.) test del A. D. N., basada en la propiedad del ácido desoxirribonucleico, que es el material de los cromosomas, con la lectura y con autorradiografía e interpretación de resultados; el estudio de las impresiones digitales genéticas, llegando al análisis del A. D. N. mitrocondrial. Según los criterios científicos, el estudio de la huella genética o "finger prints" se obtiene el cien por ciento de probabilidad en el reconocimiento del padre del menor... ". Finalmente, la Cámara sentenciadora sostuvo que "La negativa de la parte a someterse a estos exámenes hace nacer la presunción de paternidad, sobre todo que en materia de familia son admisibles todos los medios [de prueba] reconocidos en el derecho común, inclusive los medios científicos". La disposición legal supuestamente infringida es el Art. 56 L. Pr. F., que se refiere al sistema de valoración de la prueba mediante la sana crítica, al decir que "Las pruebas se apreciarán por el Juez según las reglas de la sana crítica, sin perjuicio de la solemnidad instrumental que la Ley establezca para la existencia o validez de ciertos actos o contratos". Además, el impetrante relaciona este precepto con los Arts. 408 y 409 C. Pr. C., que en ese orden señalan: "Presunción es una consecuencia que la ley o el Juez deduce de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas para averiguar un hecho desconocido" y "Las presunciones son legales y judiciales. Las legales se reglan conforme al artículo 45 C. Las judiciales se dejan a las luces y prudencia del Juez, quien no deberá admitir sino las que sean graves, precisas y concordantes, y en los casos únicamente en que la ley admite la prueba testimonial. De éstas es de las que aquí se trata. Presunción grave es la que se apoya en un hecho conocido que haga muy verosímil el hecho desconocido que se trata de averiguar; precisa, la que sólo se puede aplicar a un hecho y no a varios; y concordante, cuando siendo varias no se destruyen unas a otras y tienen tal enlace entre sí y con el hecho probado, que no pueden dejar de considerarse como antecedentes o consecuencias de éste". En general, la sana crítica consagrada en el Art. 56 L. Pr. F., consiste en una valoración conjunta de la prueba, de acuerdo a las reglas de la lógica, la psicología y la experiencia humana, que otorga a cada medio probatorio un determinado valor, como también al conjunto de pruebas. A juicio de esta Sala, tratándose de un proceso de investigación de la paternidad, la negativa de someterse a la práctica de los exámenes biológicos por el demandado, constituye un elemento de mayor peso específico en comparación con otros indicios, ya que se encuentra dotado de relevante fuerza de convicción para lograr el emplazamiento filial paterno. Cuando en el proceso de filiación se acompañan otros elementos probatorios, como en el caso ocurrente, las restantes pruebas a producir deben valorarse a partir del indicio que reporta la negativa a someterse a la prueba biológica, de manera que, en principio, tal sospecha no alcanza para un reconocimiento de la filiación; sin embargo, tampoco es menos cierto que dejará de ser ponderado y relacionado con los demás indicios, operando como coadyuvante, aunque por cierto no corroborante de las restantes probanzas. Lo anterior es así, desde que el indicio proveniente de tal negativa reúne los caracteres señalados en el Art. 409 C. Pr. C., ya que el mismo es grave, es decir, apto para producir la convicción del juez sobre la verdad de la filiación reclamada; preciso, esto es, que el hecho productor de la presunción es susceptible de interpretarse en un único sentido y concordante, o sea que forma entre las otras pruebas un todo coherente y natural. Al existir un conjunto de pruebas en el proceso, no cabe duda que la valoración judicial deberá pesar sobre todas ellas, conforme al Art. 56 L. Pr. F., aunque el indicio que dimana de la negativa a la práctica de la pericia científica necesita de muy escaso complemento para declarar la filiación reclamada. Según apreciamos de los autos, la paternidad quedó establecida por el importantísimo valor otorgado a la negativa del demandado a someterse a los exámenes biológicos, con relación a las otras pruebas y además, porque los testigos ofrecidos por la demandante confirmaron que entre el señor ------------- y la señora ------------- existió un trato personal, que no pudo limitarse a una sola amistad, al manifestar, entre otras cosas, que el demandado "... hacía sonar o "pitaba" la bocina de su vehículo, y entonces recogía a la señora ------------- [en su casa de habitación], lo cual sucedía unas dos veces por semana [...] o porque ambos sin compañía de terceras personas, se encerraban en el ascensor y lo desconectaban [...] y que en ciertas ocasiones los encontraron tomados de la mano, en el cuarto de enfermería, cuando de once a once y media el señor ------------- llegaba a traer a la señora ------------...". De este modo, estimamos que la concurrencia de la negativa a someterse a la pericia científica con los otros hechos acreditados en el proceso, fue apreciada correctamente por la Cámara sentenciadora, de conformidad a las reglas de la sana crítica; ya que los testigos demostraron la existencia de relaciones sentimentales entre el demandado y la madre de la niña, durante la época de la concepción de ésta y de la que se deduce la intimidad sexual. Asimismo, la Sala advierte que el indicio proveniente de la negativa a la práctica de la prueba biológica por el demandado, fue lo que llevó al tribunal ad quem a presumir la paternidad alegada y no la inferencia de la relación sentimental que entre las partes se demostró; en cuyo caso, esta última se sujetó exactamente al resultado de tal indicio, lo que no puede objetarse a la sazón de una apreciación abusiva o arbitraria de la prueba relacionada. Por lo anterior, consideramos que la Cámara sentenciadora hizo una valoración conjunta de la prueba, de acuerdo a las reglas de la lógica, la psicología y la experiencia humana, otorgando a la negativa del demandado a someterse a las pruebas biológicas de paternidad, el valor de indicio grave, preciso y concordante, en la averiguación del nexo de filiación reclamado; de tal suerte que, no procede casar la sentencia por este motivo. INFRACCIÓN DE LEY (Art. 2 letra a] L. C.) Y POR EL MOTIVO ESPECÍFICO DE INTERPRETACIÓN ERRÓNEA DE LEY (Art. 3 ord. 2° L. C.) EN EL ART. 140 L. Pr. F. Con relación a este sub motivo de casación, el recurrente alega que la Cámara sentenciadora interpretó erróneamente el Art. 140 L. Pr. F., al considerar que "... la negativa de la parte a someterse a estos exámenes (prueba hematológica y ADN) hace nacer la presunción de paternidad, y sobre todo que en materia de familia son admisibles todos los medios de prueba reconocidos en el derecho común, inclusive los medios científicos... ". En su opinión, la negativa de la parte demandada a la práctica de los exámenes biológicos debió apreciarse con relación a las pruebas vertidas en el proceso; en cambio, la Cámara ad quem dedujo el hecho principal controvertido, es decir, la paternidad, con solo la negativa del pretendido padre. Para determinar si en el fallo de la Cámara ad quem existió interpretación errónea del Art. 140 L. Pr. F., basta remitirnos a lo resuelto por este tribunal in re R. R., M. T. c. F., C. A, s/ declaratoria judicial de paternidad, del 28/1/2002, en cuyo precedente se analizaron los efectos de la negativa del demandado a someterse a la prueba biológica de paternidad. En ese sentido, se dijo que la filiación resulta ser, sin duda, una de las materias que más modificaciones ha sufrido a través del tiempo. Ello ha ocurrido no sólo por las variaciones de los comportamientos sociales que produjeron cambios legislativos en diversos países, sino también por la evolución de la ciencia que posibilitó medios de prueba más fehacientes para determinar el vínculo biológico. Como lo destaca prestigiosa doctrina, los avances médico- genéticos están provocando una verdadera revolución en materias que durante siglos habían permanecido inalterados; de ahí que, conceptos como la filiación gozan por ahora de una provisionalidad impuesta por la nueva realidad científica que se presenta en este ámbito del derecho (cfr. AZPIRI, Jorge Osvaldo, voz Filiación, en Enciclopedia de derecho de familia, tomo II, Universidad, Buenos Aires, 1992, pág. 360). En el derecho comparado, la tesis que aparece con mayores adhesiones en materia de filiación es aquella que postula una severa valoración sobre la negativa del demandado a someterse a las pruebas biológicas. En ese sentido, en Argentina se viene afirmando que el indicio proveniente de tal renuencia, conforme a lo dispuesto en el Art. 4 de la ley 23.511, de Banco de Datos Genéticos, "resulta grave en función del adelanto científico alcanzado, por lo que necesita de muy escaso complemento para formar plena convicción en el juzgador acerca de la existencia del vínculo biológico" (cfr. TFamilia, Formosa, junio 301997, revista La Ley Litoral 1999, Buenos Aires, pág. 387) y que tal indicio constituye una circunstancia especial gravitante cuando se agrega a otros elementos probatorios que, unidos al indicio que de ella dimana, ofrecen un decisivo criterio de objetividad para la resolución judicial (cfr. SCBuenos Aires, julio 7- 1998, rev. La Ley Buenos Aires 1998, Buenos Aires, pág. 957). Asimismo, en España se ha considerado que la conducta negativa tiene un valor indiciario (SSTS, julio 14- 1985; junio 19- 1986 y mayo 14- 1991) y que necesita estar unido a otras pruebas para producir el convencimiento de la paternidad que se reclama (SSTS, junio 27- 1987; mayo 14- 1991; abril 30- 1992 y abril 29- 1994). Todas las sentencias del Tribunal Supremo, citadas en LÓPEZ y LÓPEZ, MONTÉS PENADÉS, ROCA I TRÍAS y otros, Derecho de familia, tirant lo blanch, Valencia, 1997, pág. 317. En nuestro país, el Art. 140 inc. 2 L. Pr. F., con relación a los procesos de investigación de la maternidad o de la paternidad prevé: "La negativa de la parte o de su representante legal, en su caso, a la práctica de estos exámenes, deberá ser apreciada por el Juez de acuerdo a las reglas de la sana crítica". Es criterio de esta Sala que el avance logrado en la ciencia médica supone que la prueba biológica adquiera una especial relevancia en los procesos de filiación, cuya negativa injustificada merece una severa valoración por el juzgador. No es necesario, como lo supone el recurrente, que el Art. 140 L. Pr. F. regule una presunción legal, pues basta recordar que los indicios son hechos que constituyen fuente de presunciones humanas y como tales, conforman el resultado de una labor intelectual del juez, tendiente a extraer conclusiones de los hechos conocidos (indicios) y de acuerdo a la experiencia referente al orden normal de las cosas, permite afirmar la existencia del hecho que se desea probar (cfr. PALACIO, Lino Enrique, Manual de derecho procesal civil, Abeledo- Perrot, Buenos Aires, 1997, pág. 507). La aplicación de este indicio que lleva al juez a presumir la veracidad de lo dicho en la demanda, en cuanto al vínculo de filiación, nace de un axioma que la realidad demuestra, pues resulta lógico suponer que quien no quiere develar la verdad, algo tiene que ocultar. Como sabemos, las presunciones judiciales o del hombre se encuentran libradas "a las luces y prudencia del juez" (cfr. Art. 409 C. Pr. C.), cuyas conclusiones en materia de familia no se hallan sujetas a reglas preestablecidas, sino que deben ser fijadas de acuerdo con los principios de la sana crítica (Art. 56 L. Pr. F.). De la forma como señalábamos más arriba, el indicio que dimana de la negativa a someterse a la prueba científica reúne los caracteres señalados en el Art. 409 C. Pr. C., ya que el mismo es grave, preciso y concordante. Por esta razón, la Sala coincide con lo expuesto por la Cámara sentenciadora, en el sentido que "... la negativa de la parte a someterse a estos exámenes [biológicos] hace nacer la presunción de paternidad, sobre todo que en materia de familia son admisibles todos los medios reconocidos en el derecho común, inclusive los medios científicos... " y que "... si existen otros elementos probatorios tendientes a la determinación filial, como en el caso sub judice, la presunción extraída de la resistencia o negativa a someterse a las pruebas genéticas, sin que se haya alegado o comprobado la inasistencia por causa justificada, no hace más que robustecer dicha presunción, de conformidad a las reglas de la sana crítica... ". En igual sentido, prestigiosa doctrina enseña que la mencionada prueba indiciaria "puede ser suficiente por sí misma, desde un plano abstracto, para acreditar la posible ocurrencia de los hechos según las reglas de la sana crítica" (cfr. KIELMANOVICH, Jorge Luis, La negativa a someterse a pericias genéticas, L. L. 1988- E, Buenos Aires, pág. 812). Por otro lado, sin perjuicio de la posterior reforma en el Código de Familia y la Ley Procesal de Familia, del 4/6/1998, por medio de los Decretos Legislativos números 318 y 319 (publicados en el Diario Oficial N° 121, Tomo 340, del 1/7/1998), relativas a las diligencias del reconocimiento provocado, que suscitaron profundos cambios en cuanto a la valoración de la negativa del padre demandado a someterse a las pruebas biológicas; esta Sala ha admitido en la sentencia antes relacionada de fecha 28/1/2002, sobre declaratoria judicial de paternidad, la aplicación extensa de los efectos de la confesión ficta o de hecho probado en los procesos de investigación de la paternidad, cuando la única prueba es la presuncional que deriva de tal negativa. Además, cabe advertir que si no se asumen consecuencias enérgicas de la negativa del demandado a someterse a la prueba biológica, los derechos del niño perderán efectividad por voluntad del demandado, sobre todo cuando "el interés del niño reclama que se le asegure un derecho igualitario en la indagación del nexo de filiación que se halla asociado a su derecho a la identidad personal, uno de cuyos atributos esenciales es precisamente tener un nombre y conocer a sus padres" (cfr. GROSMAN, C. P., El interés superior del niño, en GROSMAN (directora) y otros, Los derechos del niño en la familia. Discurso y realidad, Universidad, Buenos Aires, 1998, pág. 66). Arts. 36 de la Constitución, 7 y 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño. En ese marco de ideas, en la doctrina del derecho familiar es ilustrativo lo decidido por el Alto Tribunal español, al señalar que la oposición a una prueba biológica de gran certeza médico histológica es "un indicio revelador de un afán obstruccionista y que denota un fraude a la ley y un ejercicio antisocial del derecho, más aún cuando los conocimientos culturales están a la orden del día y forman ya parte del acervo cultural" (cfr. sentencia del TSE, del 17/7/1988, mencionada por MEDINA, Graciela, Filiación: negativa a realizar pruebas biogenéticas (El problema dentro del marco del derecho constitucional civil y del derecho comparado, rev. Jurisprudencia Argentina, 1995- IV, pág. 342), a lo que sumamos la circunstancia que en el presente caso el demandado es un médico. Por consiguiente, la Sala considera que no existió interpretación errónea del Art. 140 L. Pr. F., toda vez que la Cámara ad quem declaró la filiación reclamada, con base en la presunción proveniente de la negativa del demandado a someterse a los exámenes biológicos de paternidad, en concurrencia de los otros medios probatorios, sin faltar por ello a las reglas de la sana crítica. En consecuencia, estimamos que no procede casar la sentencia por este motivo. POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas y los Arts. 82 L. Pr. F., 428 C. Pr. C. y 23 L. C., a nombre de la República, esta Sala FALLA: a) Declárase que no ha lugar a casar la sentencia impugnada; y b) Condénase en costas al licenciado Ronald Eduardo Toledo Chávez y en los daños y perjuicios a que hubiere lugar al señor -------------. Devuélvanse los autos al tribunal remitente con certificación de esta sentencia. HÁGASE SABER.---A. DE BUITRAGO---V. DE AVILES---M. E. VELASCO.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.--MANUEL EDGARDO LEMUS---RUBRICADAS.