la medición de la tensión superficial a altas temperaturas sobre

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LA MEDICIÓN DE LA TENSIÓN SUPERFICIAL A ALTAS
TEMPERATURAS SOBRE MUESTRAS DE VIDRIO, A TRAVÉS
DEL DROP ANALYSIS (ANÁLISIS DE LA GOTA)
Mariano Paganelli
Premisa
La medición de la tensión superficial sobre vidrio a altas temperaturas causa siempre
problemas, debido a las dificultades inherentes de la medición. La tensión superficial no puede
medirse directamente sino que necesita ser computada matemáticamente a partir de la
medición de otras propiedades físicas.
Métodos como la escala de torsión con el anillo de platino, o el del peso de la gota, que se
usan a menudo para medir la tensión superficial sobre líquidos a temperatura ambiente, son
bastante difíciles de aplicar sobre vidrio fundido. En la industria vítrea, la medición de la
tensión superficial se realiza comúnmente usando el método del cable pendiente calentado con
un gancho de platino. Este método es bastante simple y económico, pero carece del control de
la temperatura, además de que es imposible realizar la prueba a más de una o a distintas
temperaturas.
En los últimos 20 años, un nuevo método para la medición de la tensión superficial ha ido
obteniendo cada vez más crédito, aunque éste ha sido concebido hace ya más de 200 años.
Los dos genios matemáticos Laplace y Young escribieron la ecuación que describe la forma de
la superficie de separación entre dos fluidos como una función entre la densidad de los dos
fluidos y la de la tensión superficial. Esta ecuación, conocida como Young-Laplace, puede
utilizarse para computar la tensión superficial de una gota de líquido, conociendo la densidad a
la temperatura de la medición y analizando la forma de la gota.
En la actualidad existen varios instrumentos disponibles en el mercado que realizan la
medición de la tensión superficial que se basan en este principio, pero todos ellos trabajan
solamente por debajo de unos pocos centenares de grados.
El nuevo Drop Analysis (Análisis de la Gota)
Expert System Solutions ha creado recientemente la medición de la tensión superficial basada
en el análisis de la forma de la gota aplicando la ecuación de Young-Laplace sobre su
microscopio térmico MISURA 3. Este nuevo instrumento hace posible el registro de mediciones
confiables de tensión superficial hasta los 1600 °C.
Fig. 1: El microscopio térmico MISURA 3 de Expert System Solutions
Para obtener este resultado, se desarrolló un nuevo algoritmo, basado en los conceptos
matemáticos siguientes.
Dentro de una gota de líquido, la presión en la superficie cóncava del lado interior es más alta
que la presión de la superficie convexa exterior, y la diferencia de las dos presiones depende
de la tensión interfaz y del radio de curvatura de la superficie. En el caso de una gota que yace
sobre una superficie (gota sésil), la superficie no es esférica pero tiene una simetría axial y en
cada punto la curvatura se puede describir usando dos radios de curvatura sobre planos
normales.
Así, la ecuación Young-Laplace adquiere la siguiente forma:
p1 − p 2 = γ ⋅ ( R11 +
1
R2
)
Fig.2 En el caso de una gota sésil, hay dos radios de curvatura diferentes para cada punto de la superficie.
Los primeros intentos se hicieron hace muchos años, utilizando esta ecuación para derivar el
valor de γ a partir de imágenes tomadas con una cámara usando una simple tabla de
conversión que expresa a γ como una función del diámetro máximo de la gota y el diámetro a
la altura h igual a ese diámetro. Este método, conocido como la “Tabla Fordham” dio
resultados imprecisos, debido a que el perfil de la gota se medía solamente en un punto. Como
resultado final, el método de medición de la tensión superficial a partir del perfil de una gota
obtuvo una mala reputación.
Recientemente, gracias a la velocidad extrema computacional de los procesadores de nueva
generación, es posible computar exactamente el perfil completo de la gota, resolviendo la ecuación
Young Laplace en todos y cada uno de los puntos del perfil.Las ecuaciones necesarias para la
solución del problema se desarrollaron paso a paso por varios científicos, en el amplio arco de
tiempo de los dos últimos siglos.El método que aplicamos se basa en la ecuación diferencial
Bashforth-Adams, de la que se desconoce, desafortunadamente, su solución analítica.
A la solución se llega aplicando la integral numérica Runge-Kutta y luego, minimizando la
desviación media al cuadrado, entre el perfil de la gota calculado y el real, hasta que el error
sea inferior a 10 –4.
Fig. 3: Perfil de gota calculado con ordenador
El problema de la densidad
Después de haber resuelto el problema matemático, hay que enfrentar otro problema: hasta
aquí podemos resolver la ecuación para todos los puntos del perfil de la gota, pero la
diferencial de presión sobre las dos superficies de cada punto de la gota depende de la
densidad de los dos fluidos.
El fluido alrededor de la gota es aire, y la densidad del aire a cualquier temperatura dada se
puede encontrar en la literatura. Usamos una función que interpola mediciones reales de 100 K
a 1600 K con una desviación media al cuadrado de 3 x 10-5, y no buscamos más allá de esos
valores.
El problema es conocer la densidad del vidrio fundido a la temperatura de cada medición.
A simple vista esto parece, nuevamente, un problema sin solución.Hemos encontrado una
solución con una bastante buena aproximación usando los datos del dilatómetro óptico.
Una de las ventajas de medir el comportamiento termo-mecánico de un objeto de vidrio utilizando
un dilatómetro sin contacto, es el hecho que se puede obtener una medición aceptable de la
expansión del vidrio a lo largo de una vasta gama de temperaturas superior a la temperatura de
transición del vidrio (Tg). Más allá de la Tg el vidrio entra en el estado de líquido sobrefundido y
luego pasa al estado líquido. El aumento tan alto de la inclinación de la curva después de la Tg se
debe al grado de libertad más elevado de las unidades estructurales, y ésa es en realidad la
capacidad de expansión del vidrio fundido. La curva medida con el dilatómetro óptico alcanza el
punto de máximo y el comienxo del descenso. Como la medición se lleva a cabo sin contacto con el
objeto, no se le aplica ninguna fuerza externa al vidrio. El objeto de vidrio se acorta porque la
tensión superficial del vidrio está empujando los bordes del objeto, redondeándolos. El volumen del
vidrio está todavía aumentando, pero la longitud de la muestra se está acortando porque está
volviéndose redonda.
Fig. 4: Muestras de vidrio antes y después de la medición con MISURA LT dilatómetro óptico.
Fig. 5: El sistema de medición del dilatómetro óptico.
Para obtener una estima de la densidad a altas temperaturas, derivamos la ecuación de la
línea pasando a través de dos puntos en el estrecho segmento de la curva superior a la Tg.
Esta línea se extrapola hasta la temperatura deseada para saber el valor del aumento en
volumen. Como la masa de la muestra no se carga debido al aumento de temperatura, es
entonces posible saber la densidad a la temperatura dada.
Fig. 6: Extrapolación de la expansión de un vidrio líquido superando la temperatura de transición.
En el ejemplo ilustrado, la expansión extrapolada a 1200 °C es de 1,9661 %.
La densidad del vidrio a temperatura ambiente era de 2243 Kg/m3 y después de la densidad
extrapolada a 1200 °C será de 2115,73 Kg/m3.
Por supuesto, si el usuario dispone de una estima mejor de la densidad a la temperatura de la
medición, puede ingresar el valor real.
La medición de la tensión superficial.
La medición real de la tensión superficial se realiza analizando el perfil de la gota, y el
microscopio térmico MISURA 3 es el instrumento ideal para un horno a altas temperaturas.
La primera ilustración es una imagen de una gota de vidrio de cal sodada a 1100 °C sobre una
lámina de platino. La gota de vidrio es transparente como el cristal y el foco de luz en el centro
se debe al efecto lente del vidrio. La tensión superficial calculada es de 346 x 10-3 N/m, por lo
que concuerda con los datos registrados.
Fig. 7: Imagen de una gota transparente de vidrio de cal sodada fundido a 1100 °C, que se obtiene con el
microscopio térmico MISURA3
El segundo ejemplo es una gota de aleación fundida inoxidada (63% lata, 37% plomo) en una
atmósfera de nitrógeno a 200°C. En este caso la tensión superficial calculada es de 482 x 10-3
N/m, la cual, nuevamente coincide con los datos registrados.
Fig. 8: Imagen de una gota de aleación fundida sobre un plato de aluminio, en una atmósfera de nitrógeno
obtenida con el microscopio térmico MISURA 3.
La medición es bastante fácil y veloz, pero requiere una buena gota sésil. Una de las
suposiciones de la medición es el hecho que la gota tenga una simetría axial. Si la imagen de
la gota se ve asimétrica, no vale la pena seguir con la medición. Es mejor comenzar una nueva
prueba desde el principio, prestando la debida atención en usar un objeto de soporte bien
limpio y una sustancia de muestra muy bien preparada.
Conclusiones
La disponibilidad de un instrumento nuevo, que facilita y hace posible la medición de la tensión
superficial sobre material fundido a altas temperaturas, ofrece a la comunidad científica un
nuevo instrumento de investigación. El microscopio térmico es una herramienta de laboratorio
muy ruda y no requiere de una gran experiencia para poder utilizarlo. La incorporación de esta
característica amplía el campo de utilización de esta vieja técnica de laboratorio.
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