Organizaciones Rurales

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Capitulo 6
Organizaciones Rurales
Ing. Agr. Diego E. Piñeiro
Licenciado Emilio Fernández.
1. Introducción
El estudio y la comprensión del papel que juegan las organizaciones rurales es
de suma importancia para los técnicos que trabajan en el campo. Esto es así por varias
razones. Por un lado las organizaciones rurales, actuando como grupos de presión,
logran incidir en la modificación de políticas o de medidas que puede tomar el Estado
logrando un resultado favorable (o desfavorable) para los intereses de los productores
rurales. Por ejemplo esta medidas pueden ser la eliminación de un impuesto, la
modificación de la tasa de interés de un crédito, el mejoramiento del precio de un
producto, la eliminación de un arancel de importación para un insumo agropecuario
importado, etc., etc. Cualquiera de estas medidas tendrá repercusión en la ecuación
económica de lo establecimientos agropecuarios en un plazo mas o menos inmediato.
De allí que con cierta frecuencia, la acción de los técnicos que asesoran o administran
establecimientos agropecuarios se ve influida por las decisiones que toma el Estado,
siendo que a su vez, estas decisiones son frecuentemente influidas por la acción de las
organizaciones rurales.
Por otro lado algunos tipos de organizaciones rurales, como las Cooperativas
Agrarias o las Sociedades de Fomento Rural prestan servicios a sus asociados
facilitando la compra de insumos o la venta de productos, otorgando pequeños créditos,
prestando servicios técnicos, etc. En estas actividades apoyan a los productores y por
otro lado también actúan como empleadores de técnicos de diversas disciplinas. Otras
organizaciones, como los Grupos de Productores, se forman alrededor de la figura de un
técnico quien es el que organiza, dinamiza y orienta técnicamente a los productores que
forman parte del grupo.
Por lo tanto, conocer el “mapa” de organizaciones rurales de nuestro país,
distinguir los distintos tipos de organizaciones rurales, comprender que las
organizaciones tienen distintos objetivos, estrategias de acción, formas de
funcionamiento, organización legal, etc. debe formar parte del conjunto de
conocimientos que un técnico debe adquirir y manejar con solvencia para cumplir
cabalmente con su tarea.
En este capítulo se realizará un abordaje expositivo sobre las organizaciones
rurales. Obviamente, no se pretende agotar un tema tan vasto en una escasa decena de
páginas, por lo que se ha tratado de resumir y seleccionar la información que se ha
considerado más útil y actualizada para que el estudiante adquiera los conocimientos
básicos del tema, a cuenta de una profundización posterior que podrá realizar en etapas
mas avanzadas de sus estudios.
En función de éste objetivo, se presenta en primer lugar, las características
generales del concepto, ya que si bien, existe una idea de lo que es una “organización”,
es importante desde el punto de vista metodológico y conceptual, explicitar a que se
alude cuando se utiliza dicho concepto, así como los alcances y limitaciones del mismo.
1
Luego, en una segunda parte, se exponen algunos criterios de clasificación–de
hecho los más utilizados en nuestro medio - y de estudio de las organizaciones, a los
efectos de proporcionar un instrumental de análisis que facilite la tarea de comprensión
a la hora de analizar estas modalidades asociativas.
En tercer lugar, se abordan las principales organizaciones de productores rurales,
así como de mujeres rurales, tratando de brindar un panorama lo más completo posible
de la realidad nacional. En cuarto lugar se presentan las organizaciones de los
asalariados rurales, y se realiza una breve sinopsis de su historia, fundamentalmente en
la segunda mitad del siglo XX, así como de las principales características y dificultades,
que las mismas han encontrado en su génesis y desarrollo. Se ha incorporado en último
lugar las organizaciones de carácter regional que recientemente se han conformado en el
ámbito de los países que integran el MERCOSUR.
Por último cabe agregar que se dejan muchas organizaciones fuera de esta breve
reseña. Por cuestiones de espacio se debió realizar la difícil tarea de seleccionar aquellas
que más se ajustaran a los criterios didácticos que orientan este trabajo. No obstante, es
necesario reconocer que nuevas formas organizativas, como ser el caso de los jóvenes
rurales o de los productores orgánicos, por citar solo algunos ejemplos, han irrumpido
en estos últimos años, cobrando un protagonismo creciente en la sociedad rural. Es de
esperar que, estas carencias –o ausencias-, sea motivo suficiente para que despierte en
algunos destinatarios de esta publicación, el interés para emprender su abordaje.
2. Organizaciones sociales: una breve introducción teórica.
¿Porque la gente se organiza? Esta pregunta ha desvelado a más de un
estudioso de las ciencias sociales. La respuesta es que hay múltiples razones por las
cuales la gente se organiza: para defender sus intereses económicos las personas se
constituyen en organizaciones corporativas, por solidaridad se reúnen en organizaciones
de ayuda como la Cruz Roja o otras organizaciones caritativas, porque necesitan
encontrar apoyo o afecto en otras personas se nuclean en grupos de autoayuda como los
Alcohólicos Anónimos, para practicar un deporte en clubes deportivos, para cultivar un
interés artístico como la música, la pintura, la literatura, en grupos o instituciones en que
se reúne gente con la misma afinidad, por razones religiosas en iglesias para practicar su
culto, etc., etc. En realidad nuestras sociedades están cruzadas por infinidad de
organizaciones de diferente tipo y cada persona suele pertenecer a varias organizaciones
a la vez.
El surgimiento de una organización requiere que un grupo suficiente de
individuos tome conciencia de que se vive una situación compleja y de que ésta no será
superada mediante la acción individual. Entonces por organización se entiende a un
grupo estructurado sobre la base de procesos formalizados, cuyos integrantes tienen
objetivos comunes. De lo que se desprende que las organizaciones son instituciones
establecidas (más o menos) legítimamente para el uso de los recursos que confiere el
poder.
En síntesis, todas las organizaciones poseen:
un grupo social de referencia;
i.
ii.
una estructura organizativa y decisional;
iii.
expresan una orientación ideológica que las legitima, les da coherencia y
justifica sus objetivos acotando el horizonte de las acciones y alianzas
permisibles y
tiene una práctica social (conjunto de acciones y métodos de lucha)
iv.
destinada a realizar sus objetivos.
2
En resumen se puede decir que las organizaciones sociales son la forma
mediante la cual los hombres trascienden su lugar en el proceso económico (como
agentes de producción) para convertirse en actores sociales, interviniendo en el
funcionamiento de la sociedad (ya sea para mantenerla o cambiarla). (Latorre, 1986)
Si bien hay muchos tipos de organizaciones distintas en este caso nos interesan
sólo un tipo: aquellas en la cuales las personas se reúnen para defender intereses
comunes de sus miembros. Es por ello que también se las conoce como “grupos de
interés” o “grupos de presión”. Se ha definido a los grupos de interés como “ cualquier
grupo que, basándose en una o varias actitudes compartidas, lleva adelante ciertas
reivindicaciones ante los demás grupos de la sociedad, para el establecimiento, el
mantenimiento o la ampliación de formas de conducta que son inherentes a las actitudes
compartidas”. (Truman, 1951)
Una de las características de los grupos de interés es que persiguen “bienes
públicos”. Esto es que el beneficio de aquello que se proponen conseguir no le puede
ser negado a nadie. Un ejemplo dejará esto mas claro: un sindicato de trabajadores
lucha para conseguir un salario mas alto. Si lo consigue, de él se beneficiarán tanto los
trabajadores afiliados al sindicato como aquellos que no lo están. Una organización de
productores rurales logra luego de una larga negociación con el Estado disminuir el
Impuesto al Patrimonio: este beneficio se extenderá a todos los productores rurales del
país, sean o no de la organización y aún aunque estuviesen en desacuerdo con el
beneficio obtenido.
Sin embargo el hecho de que las organizaciones que son grupos de interés
luchen por obtener beneficios que son “bienes públicos” les plantea un formidable
desafío. Es lo que Olson (1992) ha planteado como la paradoja del “free rider”: si
obtenido un beneficio a través de la acción de una organización, éste es apropiable por
todos, sean o no miembros de la organización, entonces ¿porque alguien quiere ser
miembro de una organización y pasar trabajos y aún riesgos por pertenecer a ella si
igual disfrutará de los beneficios? Planteado así, según Olson, la acción racional
individual de una persona sería no pertenecer a una organización. La sumatoria de estas
acciones individuales haría imposible la existencia de los “grupos de interés”. Sin
embargo los grupos de interés existen. ¿Es que los individuos no actúan racionalmente?.
La explicación para esta actitud de los individuos es que estos no actúan sólo movidos
por un interés común. Pertenecen a una organización también porque de ello obtienen
otras satisfacciones como el sentido de pertenencia, el manejo de una cuota de poder, la
amistad de los otros miembros del grupo, el respeto y la figuración pública, etc. Es por
ello también que muchas organizaciones cultivan cuidadosamente estas otras ventajas
conferidas por el grupo: tratan de construir una identidad grupal a través de símbolos
propios (como una bandera, un distintivo, una canción o un himno, etc.), crean
estructuras internas a través de las cuales se reparten poder y/o beneficios, proporcionan
beneficios extras a sus asociados como un servicio de atención médica u odontológica,
becas para los hijos de sus asociados, descuentos en las compras en algunos comercios,
etc. Estos son mecanismos mediante los cuales se intenta crear y reforzar la lealtad a la
organización tratando de evitar la paradoja del “free rider”. Ésta también se evita
mediante las sanciones hacia aquellos miembros que participan poco y nada de las
actividades del grupo tendientes a conseguir un “bien público”. Estas generalmente se
efectivizan en la confección de las listas para ocupar los cargos de mayor prestigio
dentro de la organización y en los propios actos electorales. La integración de los cargos
de mayor prestigio generalmente premian la participación en las actividades del grupo y
3
de esta manera también advierten a todos los asociados acerca de la importancia de
participar.
Zurbriggen (1999) menciona a las Cámaras Empresariales como los principales
grupos de interés de nuestro país. Además de la Asociación Rural y la Federación Rural
que serán tratadas mas adelante, este grupo selecto está integrado por la Cámara
Nacional de Comercio y de Servicios del Uruguay con 54 gremiales sectoriales y unos
10.000 socios; la Cámara de Industrias del Uruguay con 62 gremiales sectoriales y unos
1400 socios; la Cámara Mercantil de Productos del País integrada por 14 gremiales; la
Unión de Exportadores con 300 socios aproximadamente; la Asociación de Bancos del
Uruguay con 17 socios; la Cámara de la Construcción con 200 socios; y la Cámara
Nacional de Broadcasters del Uruguay con 172 socios.
3.
Las organizaciones rurales.
El estudio de las organizaciones rurales privilegia los procesos y niveles de
análisis ligados al agro. El universo de organizaciones del campo uruguayo es variado.
El mismo incluye desde las cooperativas agrarias, las sociedades de fomento rural, las
gremiales de “productores” a los grupos de productores y los sindicatos de asalariados
rurales.
La suma de estas organizaciones da una cifra cercana a las 300 organizaciones.
Estas difieren en sus funciones, en la cobertura (local, regional o nacional), en la
cantidad de personas organizadas (que pueden oscilar desde una decena a miles).
Asimismo se diferencian por su representatividad, funcionamiento, incidencia política o
por el logro de sus objetivos.
Entre las organizaciones rurales, el conjunto de clases sociales, los partidos
políticos y el Estado, existe una interrelación fluida, diferenciándose –entre otros
aspectos- por las modalidades o por el carácter manifiesto u oculto que tiene la
interrelación –que puede ser directa o mediada-.
Las organizaciones rurales son grupos dotados de procedimientos formalmente
establecidos. Son conjuntos sociales considerados, en primer lugar, desde el ángulo de
su estructura ya que toda organización implica un modelo más o menos jerárquico y
constituye una asociación con vistas a la realización de objetivos comunes.
4.
Criterios de clasificación de organizaciones.
Con el objetivo de clasificar a las numerosas organizaciones rurales que existen
en el país podemos utilizar diversos criterios. A los efectos de este trabajo, se ha
adoptado aquel que distingue:
A.
La función principal.
B.
La cobertura.
C:
El grado y
D.
El grupo social de referencia.
A. La Función principal
De acuerdo con la función se puede clasificar a las organizaciones en:
a) Político-reivindicativas. Conocidas habitualmente con el nombre de gremiales.
Privilegian la defensa de intereses de grupos sociales definidos ante el sistema
político y el Estado.
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b) Económico-productivas. Esta categoría abarca las Cooperativas y parcialmente las
Sociedades de Fomento Rural (estas últimas también tienen funciones gremiales,
agrupadas en la Comisión Nacional de Fomento Rural). En este tipo de
organizaciones, el objetivo principal es facilitar y apoyar la comercialización y/o
la industrialización de productos agropecuarios, la adquisición de insumos para
el agro, la prestación de servicios, etc.
c) Técnico-productivas. Son grupos de intercambio de información técnico-productiva
o de asociación para uso de equipos u otros recursos en conjunto, para
maximizar el uso de los recursos y por ende de los beneficios. Ejemplo de ello
son los grupos CREA, los grupos lecheros, etc.
d) Mixtas. Dentro de esta categoría podemos citar a las Sociedades de Fomento Rural,
que cumplen simultáneamente funciones gremiales (político-reivindicativas) y
cooperativas (económico productivas).
B. La Cobertura
Se puede clasificar a las organizaciones según el alcance de su accionar en:
a) Locales- Su alcance cubre un área restringida que puede ser la de una localidad.
b) Regionales o zonales- Su accionar llega a una zona más amplia que la anterior
cubriendo un departamento o más.
c) acional- Su alcance cubre todo el país.
d) Regionales internacionales- su alcance cubre distintos países dentro de una región.
C. El Grado
Las organizaciones se clasifican en organizaciones de primer, segundo o tercer
grado, según el tipo de socios de que se trate.
Organizaciones de 1er Grado- Es cuando los socios son personas físicas (individuos).
Organizaciones de 2do Grado- Es cuando los socios son organizaciones de 1er grado
(no admiten como socios a personas físicas).
Organizaciones de 3er Grado- Es cuando los socios son organizaciones de 2do grado
(no admiten socios de primer grado ni personas físicas).
D. El grupo social de referencia.
En esta categoría de clasificación se ubican las organizaciones de acuerdo a la
categoría de sujetos sociales que las componen –en tanto que actores sociales- (por
ejemplo: organizaciones de productores empresariales, de productores familiares, de
asalariados, de jóvenes, de mujeres, etc.)
5.
Bases para el estudio de las organizaciones rurales.
Se puede adoptar diferentes metodologías para el análisis de las distintas
organizaciones rurales, basándose fundamentalmente en aquellos criterios que priorice
el abordaje realizado (por ejemplo de clases sociales, de género, de rubro productivo,
etc.) pero a los efectos del presente trabajo, se han tomado aquellos que permiten una
exposición didáctica de la pluralidad de organizaciones rurales.
Se exponen entonces los criterios que han primado en el presente abordaje:
1.
En primer lugar se ha tratado de identificar si eran organizaciones de
propietarios o de asalariados.
5
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
6.
En segundo lugar, se ha tratado de establecer la representatividad de las
organizaciones en estudio –entendiendo por representatividad el grado de
inserción efectiva de la organización en el medio social que declara representar-.
En tercer término, se ha identificado la función o funciones que cumple la
organización (político-reivindicativas, económico productivas, técnico
productivas o mixtas). Esta identificación es necesaria ya que la función real
desempeñada, puede en algunos casos, no coincidir con la declarada o inclusive
incluir otras funciones no explícitas.
En cuarto término se han analizado las unidades que se nuclean en una
organización (quienes se incorporan a la misma, individuos -1.er grado- otras
organizaciones -2º y 3.er grado) y la cobertura territorial (local, regional,
nacional, etc.).
Luego se ha examinado la estructura organizativa o el modelo organizativo.
Ésta es una dimensión importante, pues refiere a la participación efectiva de los
integrantes en el proceso de toma de decisiones y en la conducción de la
organización. Como en las organizaciones pueden no coincidir los intereses cuya
representación se declara, con aquellos intereses realmente representados, al
realizar un bordaje del tema, debe tenerse muy en cuenta este elemento.
De la mano con el paso anterior, se ha analizado la ideología, ya que ésta orienta
la práctica de la organización, puesto que es a través de la ideología1 que se
percibe la realidad (y esta percepción opera como si efectivamente fuera la
realidad) y a pesar de algunos elementos comunes, en la sociedad rural –como
en la sociedad toda- coexisten diferentes ideologías.
Es importante señalar también, las prácticas sociales, entendiendo por éstas al
conjunto de acciones destinadas a obtener los objetivos de la organización.
Al efectuar el análisis, se debe observar el relacionamiento con el sistema
político-partidario y el Estado, ya que estos son referentes permanentes de las
organizaciones. En los hechos, las organizaciones integran el sistema político –
en su sentido extenso- y en la práctica social, se produce constantemente una
interacción entre los distintos actores (pudiendo ser ésta de conflicto o de
armonía).
Por último, una dimensión que atraviesa el análisis de las organizaciones rurales,
es la historia particular de cada una de ellas y su conjunto, la que permite
ubicarlas en un contexto (temporal y espacial) determinado.
Las organizaciones de productores agropecuarios.
Existen cerca de 300 organizaciones rurales de primer grado (no se cuenta con
un listado competo y actualizado), pero estas a su vez se nuclean en unas pocas
organizaciones de segundo grado que son las que por razones de ubicación
(Montevideo) y de mandato específico actúan como grupos de presión sobre el poder
central.
1
Ideología: sistema de ideas y de juicios, explícito y generalmente organizado, destinado a describir,
explicar, interpretar o justificar la situación de un grupo o de una colectividad, y que, inspirándose
ampliamente en unos valores, propone una orientación precisa la acción histórica de ese grupo o de esa
colectividad (Rocher, 1990).
6
Las organizaciones de productores, datan en el Uruguay desde 1871 –fecha de
fundación de la Asociación Rural del Uruguay-, habiendo conocido a lo largo de la
historia un papel importante en la defensa de los intereses de los sectores agropecuarios.
Estos rubros productivos han sido la principal fuente de divisas del país a lo largo de
toda su historia, por lo que las organizaciones que nuclean y nuclearon a estos sectores
económicos, han tenido y tienen una incidencia importante dentro de la economía, y por
ende dentro del sistema político nacional.
No pudiendo desarrollar aquí la historia de cada una de ellas, se hará una breve
reseña de las principales características de aquellas consideradas las más importantes.
El criterio utilizado, es el de brindar información de aquellas organizaciones nacionales,
regionales o locales, que tienen especial significado para conocer las actividades y
reflejar la problemática, de los distintos actores rurales presentes en el panorama
agropecuario nacional.
Asociación Rural del Uruguay (ARU)
La Asociación Rural del Uruguay, fundada en 1871 a impulsos de las fracciones
modernizantes de los ganaderos, es la institución más antigua del país en materia
agropecuaria, siendo privada, sin fines de lucro, es de carácter nacional y está integrada
básicamente por productores empresariales (por lo que sería de primer grado), aunque
también reúne asociaciones de primer grado, (por lo que en este caso sería de segundo
grado) presentando la particularidad de ser una organización de primer y segundo grado
a la vez.
Señala que ha tenido y tiene por objeto la defensa y el fomento de los intereses
de la producción agraria e industrias complementarias y derivadas. Cumple una función
orientada hacia el mejoramiento de las razas ganaderas, llevando los registros
genealógicos y efectuando anualmente exposiciones ganaderas en su local de El Prado,
cuyos discursos inaugurales son importantes definiciones de política agropecuaria.
Por su historia y el papel que ha jugado y juega en el escenario nacional, unos de
sus principales cometidos es la defensa de intereses de determinados grupos sociales
definidos ante el sistema político y el Estado, por lo que cumple claramente funciones
político-reivindicativas.
A través de su revista, cuya primera edición se remonta a 1872, y de documentos
técnicos periódicos, se difunde la opinión institucional, las líneas de acción que se
impulsan y una actualización de diversos temas de índole productiva y económica.
Actualmente cuenta con 26 asociaciones rurales del interior, 13 gremiales de
criadores de razas bovinas, 11 gremiales de criadores de ovinos, 5 gremiales de
criadores equinos y 13 sociedades gremiales varias que nuclean distintas actividades
agropecuarias, como por ejemplo la Sociedad de Productores Forestales, entre otras.
Federación Rural del Uruguay (FRU)
Fundada en 1915, agrupa a las Sociedades Rurales del interior del país
constituyendo por lo tanto un organismo gremial de segundo grado y tiene un alcance
nacional. Sus estatutos, su historia y el accionar de sus dirigentes la señalan como el
principal instrumento de representación y defensa de los grandes ganaderos.
Entre sus estatutos se declara que “La Federación Rural es una institución
federativa de Asociaciones de productores rurales… en la tarea común para defender los
intereses agrarios y fomentar sistemáticamente las energías productoras de la campaña,
no constituye un partido político, ni aspira a la conquista del poder, ni persigue los fines
propios de las agrupaciones partidarias, aunque por la amplitud misma de la acción
económico-social, rompa a diario la actividad de la Federación, los moldes de lo
7
estrictamente económico y trascienda a lo moral, a lo político, en la aceptación más
amplia del vocablo, y también a lo universal, por lo que el progreso de la campaña,
repercutirá en el progreso de la Nación.”2
Estos estatutos están orientados hacia: una acción económico-social, una acción
moral, una acción política y una organización federal donde se postulan los
lineamientos de la estructura interna que se dará la organización.
La integran actualmente 53 entidades federadas y esta presente en todos los
departamentos del país salvo en Canelones y Montevideo.
Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL)
Fundada en 1933, esta Asociación agrupa exclusivamente a productores
lecheros. En sus orígenes el principal problema lo constituyó la inexistencia de un
centro único para la industrialización y la comercialización láctea, por lo que nace en
1936, la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (CONAPROLE) por iniciativa
de esta gremial.
Es estatutariamente una gremial de primer grado, que agrupa a unos 1.700
socios, siendo la Cuenca Sur la que mas Socios tiene. San José 500; Canelones 354;
Florida 317; Luego la Cuenca Litoral Colonia 145, Soriano 117, Paysandú 47 Rio
Negro 40 y luego Cuencas como el Este, Norte completando la cantidad mencionada
pero con menos socios por Departamento. En todos los Departamentos tiene socios y
oficinas Zonales o Colaboradoras por lo que estaríamos en presencia de una
organización de carácter regional o zonal.
Hasta 1970 la Asociación no se convirtió en una gremial nacional.
El principal tema de la ANPL, ha sido, y es, el precio de la leche, aunque a partir
de 1970 amplió su programa con otros objetivos y al día de hoy cuenta con
asesoramiento técnico, servicio de maquinaria, administración y apoyo empresarial,
asistencia en salud, programas de apoyo a la familia, gestión de compras conjuntas y
programas de comunicación para sus socios por lo que su función es económicaproductiva pero también se ha extendido a aspectos técnicos vinculados con la
producción.
En el presente, de los cinco miembros del Directorio de CONAPROLE que
representan a los productores, cuatro lo hacen por esta gremial, reservándose solo un
lugar para la lista minoritaria.
Asociación de Remitentes a CONAPROLE
A diferencia de la Asociación Nacional de Productores de Leche, esta gremial,
como su nombre lo indica, está integrada por productores que remiten leche a
CONAPROLE, por lo que es una organización de primer grado.
Es de cobertura regional, ya que su área de influencia se ubica
fundamentalmente en los departamentos de Montevideo, San José, Florida y Canelones,
contando también con núcleos importantes en Soriano y Río Negro.
No cuenta con asesoramiento técnico propio y mantiene una cooperativa de
ahorro y crédito para sus asociados.
Sus autoridades son electas en elecciones anuales.
Uno de los principales objetivos de esta organización, es participar en las
elecciones del Directorio de CONAPROLE, por lo que la podemos catalogar de
económica-productiva. Tradicionalmente han operado como la oposición electoral a la
2
Estatutos de la Federación Rural. Nº 1. (Federación Rural. 2006). El subrayado es nuestro.
8
ANPL, siendo la lista minoritaria en las elecciones de la cooperativa lechera y ocupando
el único lugar en el Directorio reservado para la oposición.
Intergremial de Productores de Leche.
Se creó en el año 1980, obteniendo su personería jurídica en 1988. Es una
entidad de segundo grado que agrupa a diez asociaciones de primer grado del sur del
país, donde están radicados la mayoría de los productores lecheros, por lo que su
alcance es regional.
Sus principales objetivos son: encauzar la acción individual de las Asociaciones
que la integran con el fin de defender los intereses de los productores lecheros y
promover la formación de nuevas gremiales de similares características, por lo que se la
puede incluir en la categoría de las organizaciones político-reivindicativas..
Los fines de la organización son la defensa de los derechos e intereses de las
instituciones que la integran; presentar propuestas ante organismos públicos y privados;
representar a sus asociadas en el orden nacional e internacional; propender al
mejoramiento de la producción lechera, etc.
A través de sus instituciones socias, se prestan una serie de servicios tanto
productivos (maquinaria agrícola, almacenaje de granos, provisión de semillas, campos
de recría, etc.) como de tipo social (servicios médicos, de extensión, etc.).
Asociación de Colonos del Uruguay (ACU)
La Asociación de Colonos del Uruguay (ACU) es una asociación Civil sin fines
de lucro, de carácter gremial, con personería jurídica desde 1978, que reúne y
representa a los colonos (arrendatarios, promitentes compradores o propietarios)
beneficiarios de los repartos de tierras realizados por el Instituto Nacional de
Colonización, por lo que es una organización de primer grado. Se trata de
aproximadamente 4.000 pequeños productores rurales, distribuidos en 190 colonias en
prácticamente todos los departamentos del Uruguay, ocupando una superficie de
430.000 hectáreas (3% de la superficie nacional), teniendo un alcance nacional. De
estos colonos, si bien todos son socios naturales, alrededor de 1.500 son socios activos
de la ACU. Todos son titulares de empresas de tipo familiar, que se caracterizan por
haber accedido a las fracciones con muy poco capital y que, según las circunstancias,
han logrado, o no, alcanzar cierto grado de desarrollo económico.
Sus objetivos son: apoyar la acción colonizadora del Instituto Nacional de
Colonización; orientar a los colonos hacia el cooperativismo; fomentar la tecnificación
de los predios rurales; fomentar el desarrollo educativo, sanitario y social de los
miembros de las colonias; integrar a la familia del colono a las acciones de la gremial, a
través del apoyo a la formación de grupos de jóvenes y de mujeres rurales y promover la
difusión de información relacionada con la problemática agropecuaria a todas las
colonias y hacer llegar al resto del país la problemática y los logros de los colonos.
Las autoridades de esta gremial son electas en asamblea general de socios, las
cuales se realizan cada dos años mediante voto secreto.
Las reivindicaciones de esta gremial han estado fundamentalmente orientadas a
reclamar por una redistribución de la tierra más efectiva del organismo oficial, así como
a aliviar los pagos de rentas y amortizaciones que sus representados adeudan al estado, a
reclamar condiciones crediticias y comerciales mas favorables para sus asociados y a la
inversión estatal en infraestructura en las colonias como complemento indispensable
para poder desarrollar su actividad productiva.
9
Tanto por los objetivos, así como por las demandas preconizadas, podemos
ubicar a esta organización dentro de la categoría de mixtas, conjugando los intereses
político-reivindicativos con los técnico-productivos.
Federación Uruguaya de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola
(FUCREA).
La Federación de grupos CREA de productores agropecuarios fue fundada en
1966. Estos grupos trabajan bajo una metodología basada en el intercambio entre
productores, el asesoramiento técnico compartido, y el contacto directo con la
investigación, por lo que son –los grupos CREA- organizaciones de primer grado,
siendo la organización que los nuclea –FUCREA- de segundo grado. Existen en la
actualidad 17 grupos CREA ganaderos, 11 lecheros, 4 agrícolas ganaderos y 5
granjeros. FUCREA busca brindar apoyo metodológico y técnico a los Grupos CREA,
así como presencia institucional en el medio, contribuyendo a que sus integrantes logren
un desarrollo empresarial y personal que les permita alcanzar altos niveles de
competitividad en sus actividades. (FUCREA, 2006)
La Federación tiene un alcance nacional siendo –como está indicado más arribala función principal de los grupos CREA, técnico-productiva.
Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA)
La Asociación Cultivadores de Arroz fue fundada en ocasión del primer
Congreso Arrocero efectuado el 8 de Febrero de 1947. Es una organización de carácter
nacional que aspira a reunir en su seno a todos los cultivadores de arroz del país y se
constituye para protegerlos, orientarlos, representar sus intereses y tomar a su cargo la
defensa y el fomento del cultivo del arroz y de sus industrias derivadas. Agrupa la
mayoría de los productores de arroz existentes en el país, siendo de primer grado.
Su organización se basa en un Consejo Directivo, una Asamblea General y
Regionales (las cuales tienen por centro, las principales zonas arroceras –cuenca de la
Laguna Merín, Centro-Norte-).
Esta gremial participa junto con la industria, en la fijación anual del precio del
arroz y entre sus cometidos ofrece también a sus socios servicios de gestiones,
proyectos, asesoría jurídica y económica, información de mercados, etc. (cuenta con
personal e infraestructura técnica como laboratorios y técnicos especializados). Su
función principal es económico-productiva pero también por su incidencia y
participación ha tenido un fuerte perfil político-reivindicativo.
Su medio de información y difusión es la revista “Arroz”.
Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR).
Es una gremial nacional, de segundo grado, fundada en 1915. Abarca
aproximadamente a 130 Sociedades de Fomento Rural y Cooperativas Rurales, siendo
la más grande de las organizaciones que representan a los agricultores familiares3aunque no exclusivamente-. La desigual distribución de la agricultura determina que
estas sociedades predominen en el sur y el oeste del país -donde hay una mayor
presencia de productores dedicados a los rubros intensivos-.
La composición de los asociados a las Sociedades de Fomento Rural es
heterogénea: incluye productores de casi todos los rubros, desde agricultores capitalistas
que producen granos o frutas con trabajo asalariado, hasta agricultores que utilizan
3
Productor familiar: son aquellos productores que incorporan en la producción agropecuaria, una mayor
proporción de trabajo familiar pudiendo existir también trabajo asalariado aunque en proporción
minoritaria
10
predominantemente trabajo familiar, dedicados a la producción de bienes salario,
predominando los pequeños productores.
El nacimiento de las “Sociedades de Fomento Rural” se remonta a fines del siglo
XIX. Su impulso externo correspondió a distintas instituciones. La base social fueron
chacareros y agricultores, quienes promovieron reclamos y soluciones ante problemas
de caminería y fletes que dificultaban la comercialización de sus productos.
La existencia de numerosas Sociedades de Fomento Rural fue la condición que
permitió, en 1915, la convocatoria y realización del Congreso que dio origen a la
Comisión Nacional de Fomento Rural.
Al nacimiento de CNFR contribuyó además el esfuerzo político para crear un
instrumento gremial para los productos vinculados a la agricultura, ya que hasta ese año
la Asociación Rural representaba exclusivamente a los ganaderos. Pero también de debe
tener en cuenta que, su acción estuvo influida por el Partido Colorado en un esfuerzo
político para reducir la influencia mayoritaria que tenía el Partido Nacional en el campo
uruguayo.
La organización de la CNFR se centra en las Sociedades de Fomento Rural, que
son sus filiales. Sus órganos propios son la Asamblea de delegados de las filiales y la
Directiva. Desde 1960 la Comisión Nacional se esfuerza en la creación de cooperativas
o instituciones similares, tendientes a desarrollar actividades económico-productivas.
Entre las principales actividades que lleva a cabo se señala el desarrollo de la
acción gremial en defensa de la agricultura familiar, el apoyo a proyectos de desarrollo
local, el desarrollo de programas de capacitación-educación de dirigentes y jóvenes, la
implementación de programas de apoyo a los jóvenes y las mujeres rurales, el apoyo
administrativo a las sociedades de Fomento Rural, desarrollo de tareas de difusión y
comunicación, coordinación con organizaciones de productores a nivel regional y
mundial. Sus delegados integran numerosas comisiones gubernamentales.
Confederación Granjera del Uruguay.
Se fundó en el año 1944 como reacción de los productores ante un tratado
Argentino-Uruguayo que permitía el ingreso de alimentos competitivos a los que
producía la granja uruguaya, manteniendo un fuerte perfil económico-productivo.
La Confederación es una gremial de segundo grado que a su vez reúne a diez
instituciones de primer grado. Mantuvo vínculos con la Federación Rural hasta la
década de los 80.
Sus asociadas están volcadas fundamentalmente a la producción frutícola y entre
las instituciones integrantes se nuclean posiblemente tanto productores familiares como
empresarios de la fruticultura.
El Consejo Directivo está compuesto por delegados designados por cada
asociación. La asamblea se integra, con delegados de cada asociación.
Su zona de principal influencia se encuentra en los departamentos de San José,
Colonia, Canelones y Montevideo aunque tiene una cobertura nacional.
Cooperativas Agrarias Federadas (CAF).
Es una organización de carácter gremial que reúne a todas las cooperativas del
sector, por lo que es de tercer grado.
Las cooperativas del agro tienen su origen en las primeras décadas del siglo XX,
en las Sociedades de Fomento Rural y en los Sindicatos Agrícolas Cristianos.
Los antecedentes directos de la CAF se encuentran en la orientación de crear
centrales cooperativas por rubro: bajo este impulso en 1967 se crea la Central Lanera
11
Uruguaya (CLU), en 1974 la Cooperativa Agropecuaria Limitada de Fomento Rural
(CALFORU), en 1976 la Central de Carnes, en 1984 la Central de Granos.
En el año 1979 en Salto y en 1981 en Mercedes se suceden dos encuentros de
cooperativas agropecuarias, constituyéndose una Mesa Permanente de Cooperativas.
Las actividades de esta Mesa conducen a la formación de las Cooperativas Agrarias
Federadas en 1984, teniendo como cometido la representación gremial del movimiento
cooperativo agropecuario.
CAF es una entidad nacional de carácter gremial, cuyos intereses principales
están puestos en la agricultura extensiva (cereales y oleaginosos) y la ganadería.
Las entidades miembros se involucran en actividades vinculadas tanto al área de
la comercialización como de la industrialización de productos del agro, habiendo
organizaciones que combinan ambas actividades.
Actualmente, CAF cuenta con 47 entidades miembros (cooperativas de primer y
segundo grado y sociedades de fomento rural), las que en su conjunto nuclean a más de
12.000 pequeños y medianos productores rurales de los más diversos rubros productivos
y de todas las zonas del país.
Entre sus objetivos señala: "Contribuir al fortalecimiento y desarrollo de las
cooperativas agrarias y sus productores mediante la representación gremial de sus
intereses ante el sector público y privado, y colaborar en la solución de sus problemas
de gestión que les permitan ser viables en el nuevo entorno económico", para lo cual
define cinco áreas temáticas que orientan sus objetivos estratégicos: 1. Relacionamiento
Externo, 2. Vinculación con las socias, 3. Reconversión del Sistema Cooperativo, 4.
Comunicaciones y 5. Efectividad Interna / Organización.
Centro de Viticultores.
Es una institución de primer grado, creada en 1934 que nuclea a los productores
vitícolas que no poseen bodegas. Éstos son los que han tenido mayores dificultades para
incorporarse a los procesos de reconversión de los viñedos. También hay alrededor de
ocho Cooperativas y Sociedades de Fomento Rural (de primer grado) que tienen socios
viticultores y por lo tanto se interesan por este rubro.
Su cobertura es de carácter regional -su sede se ubica en Las Piedras, Canelonesy está afiliada a la Comisión Nacional de Fomento Rural.
Su función principal, en los últimos tiempos, ha sido la político-reivindicativa
aunque también ha desarrollado acciones en el área económico-productiva.
Asociación de Mujeres Rurales (AMRU).
Es una institución creada en 1994 que reune mujeres rurales, las cuales se
integran directamente a la organización, por lo que es de primer grado.
Tiene grupos organizados en distintas localidades de todo el país, siendo su
cobertura de carácter nacional.
Los objetivos postulados, son la integración de la mujer rural y la valoración de
la misma en tanto que actor social. Cuentan con una estructura organizativa tendiente a
la promoción de actividades productivas y comerciales de los productos elaborados por
las integrantes. Se puede señalar que su función es básicamente económico-productiva,
aunque también desarrolla un importante papel en al promoción y organización de las
mujeres rurales en tanto éstas señalan que su “estrategia es una permanente apuesta a la
creación y consolidación de un espacio institucional propio de la mujer rural, como
12
puente para promover las capacidades individuales y grupales, y generar las condiciones
de equidad necesarias para un proceso de desarrollo” (AMRU, 2006).
Es una organización de género, en función de la categorización establecida más
arriba ya que el grupo social de referencia, es claramente el de las mujeres rurales y
como señala Chiappe, (Chiappe, 2006): “La consolidación de AMRU en estos diez años
de existencia ha posibilitado a las mujeres rurales salir del aislamiento individual y
acceder a un espacio de empoderamiento4 personal y grupal, donde se potencian las
capacidades individuales y se fortalece conjuntamente la identidad de ser mujer y rural”
(p.76)
7.
Las organizaciones de asalariados rurales.
Los asalariados rurales, constituyen, sin duda uno de los grupos más numerosos
del medio rural.
En las páginas siguientes se atenderán aquellos elementos que permiten
aproximarse a su conocimiento y el de su conducta sindical, por ser este tipo de
estructura, la forma predominante de organización que se han dado.
En su uso habitual el término “asalariado rural” encierra una homogeneidad que
está distante de poseer y cuyas determinaciones concretas son imprescindibles para su
conocimiento.
Los rasgos comunes a todos los asalariados rurales son dos:
1.
venden su fuerza de trabajo.
2.
son trabajadores productivos (producen bienes y plus valor).
Bajo la denominación de “asalariados rurales” se incluye a un continuo de
franjas sociales y de trabajadores que desarrollan su trabajo en variadas actividades
vinculadas a la agropecuaria.
Origen de estos trabajadores.
El desarrollo de las relaciones de producción capitalistas en el campo que se
inicia hacia 1870, trajo de la mano el alambramiento, nominalmente un cambio técnico,
que facilitó el mejoramiento del ganado, aumentando la productividad pero que por otro
lado al emplear menos mano de obra y definir la propiedad de la tierra generó expulsión
de población rural. De esta manera trabajadores,“agregados”y ocupantes fueron
expulsados de las estancias, al mismo tiempo que se imponía la estructuración del
esquema productivo agropecuario, en base al trabajo asalariado.
Las características de la mayoría de las actividades rurales, así como las
condiciones de la explotación agropecuaria (explotación extensiva, baja densidad de
habitantes por kilómetro cuadrado), escasos vínculos sociales, zafralidad y
discontinuidad anual de la mayoría de los trabajos rurales, fuerte segmentación de los
mercados laborales, son elementos que han incidido en la formación y actividad de
organizaciones propias entre los asalariados rurales. Éstos han enfrentado –y enfrentantrabas que explican sus bajos –y dificultosos- niveles de organización.
4
Empoderamiento: implica generar acceso y potenciar un amplio rango de habilidades humanas.
Igualmente involucra la capacidad de liberarse de las constricciones sociales que oprimen, identificadas
por el grupo o individuo, y tener la capacidad de cambiarlas actuando y transformando. (Definición de
Rowlands, citada por Martínez Corona (2001; p.123).
13
Para el estudio de los sindicatos de asalariados rurales es conveniente distinguir
dos períodos: el primero desde inicios de siglos XX hasta el golpe militar de 1973. El
segundo desde 1985 hasta nuestros días. Para el primer período el siguiente resumen
está basado en el libro de Gonzalez Sierra (19 )
En 1932 se registra la formación del primer sindicato en los arrozales del
departamento de Treinta y Tres, un cultivo de reciente implantación para el agro de
aquella época. A inicios de los 40’ aparece el primer sindicato de peones de tambos, en
el departamento de Florida. En 1944 se organizan los peones remolacheros de
Paysandú. Sin embargo la difusión del sindicalismo ocurre a mediados de los 50’
siendo sus organizaciones más importantes las que se fundan en los cultivos de la
remolacha azucarera (Paysandú), en las arroceras (Treinta y Tres) y en las plantaciones
de caña de azúcar del Espinillar (Salto).
Entre los años 1956 y 1957 mantienen huelgas y marchas a Montevideo el
Sindicato Único de Peones de Tambos (SUPT), el Sindicato Único de Arroceros
(SUDA) y el Sindicato Único de Obreros Remolacheros (SUDOR), al punto que las
huelgas de los peones arroceros deciden un paro general parcial de la Unión General de
Trabajadores (UGT) y varios gremios autónomos.
En 1959 se forma la Unión de Regadores y Destajistas del Espinillar (URDE)
perteneciente a la empresa estatal ANCAP. Esta es la mayor empresa agrícola del país.
Dos años después se funda la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTA),
radicada en las plantaciones de caña que rodean la localidad de Bella Unión,
interviniendo en su fundación asalariados que se habían formado en sindicatos de la
remolacha y de la caña del Espinillar.
La sindicalización continúa a inicio de los 60’ con los peones de quintas
próximas a Montevideo, en viñedos de bodegas de Río Negro, en tambos pertenecientes
al Frigorífico Modelo (Tacuarembó) y posteriormente se forma un sindicato en las
plantaciones de tabaco del mismo departamento.
Los esquiladores se organizan en varios años y otros tantos departamentos, el
último registrado fue en Pueblo Carmen, departamento de Durazno, en el año 1964.
A mediados de los 60’ se constatan intentos de sindicalización entre peones de
estancias que no prosperan.
Hasta el año 1973 los sindicatos con mayor actividad continua fueron el de
peones de tambos, la Unión de Regadores y Destajistas de El Espinillar, los cañeros de
Artigas, los peones de la remolacha en el Litoral.
El registro indica que se constituyeron unos treinta sindicatos entre 1956 y 1973,
todos los cuales mantuvieron relaciones con las centrales sindicales de cada época
(UGT, CTU, CNT) a excepción del SUDA que integró la Confederación Sindicalista
del Uruguay.
También se puede señalar que la promoción y conducción sindical estuvo a
cargo de asalariados pertenecientes a partidos de izquierda, especialmente a los
Partidos: Socialista, Comunista y Movimiento de Liberación Nacional.
El golpe de estado de junio de 1973 cierra este período para los sindicatos
rurales por causas bien conocidas.
El sindicalismo rural resurge en 1985 con un ritmo superior a cualquier etapa
anterior, al punto que en diciembre de 1985 se agrupaban a casi 5.000 afiliados en doce
sindicatos, mas dos en formación. Al poco tiempo de crea la federación des segundo
grado que nuclea a los sindicatos de primer grado: La Federación Nacional de
Asalariados Rurales que se inicia con ocho sindicatos pasando luego a congregar once.
14
Desde su formación estos sindicatos establecen vínculos con el movimiento obrero
urbano y su central (PIT-CNT).
A partir de la restauración democrática, se imponen importantes
transformaciones en la relación Estado-Sociedad Civil, tendientes a asignarle al
mercado el papel de regulador de la vida económica y social. El elenco político apuesta
a la desvalorización de las organizaciones corporativas –fundamentalmente aquellas que
representan los intereses de los pequeños productores y de los asalariados- lo que
desemboca en un proceso de desactivación de los sindicatos rurales. En un ambiente
muy poco favorable, algunos logran consolidar su permanencia, entre las cuales
señalamos:
SUPT: Sindicato Único de Peones de Tambo.
UTAA: Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas.
SUTRA: Sindicato Único de Trabajadores Rurales de Artigas.
SORYDESA: Sindicato de Obreros y Destajistas de San José.
SUARP: Sindicato Único de Asalariados Rurales de Paysandú.
SOIMA: Sindicato de Obreros de la Madera y Afines.
Es muy probable que en los próximos años, el movimiento sindical de los
asalariados rurales conozca un nuevo auge, favorecido por las condiciones propicias
para su reorganización y desarrollo derivados de las nuevas orientaciones políticas
nacionales mayoritarias que se inauguran en el año 2006, que adoptan una postura
distinta frente a las organizaciones de los trabajadores y alentados también por la
convocatoria a los Consejos de Salarios Rurales.
8.
Las organizaciones del MERCOSUR.
A partir de 1991 con la firma del Tratado de Asunción, Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay acuerdan la creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR)
teniendo como consecuencia la modificación del mapa político y económico de la
región. Se profundiza entonces el proceso de regionalización –que se combina- con el
de globalización imperante.
Frente a este proceso, las organizaciones rurales de los distintos países también
intentan dar una respuesta al proceso de “regionalización”, para lo cual adoptan
diferentes estrategias, al tiempo que movilizan distintos recursos; a continuación
veremos algunas de ellas. (Riella, 2002).
La Federación de Asociaciones Rurales del MERCOSUR (FARM).
Nuclea los grandes estancieros y hacendados de la región, compuesta por
organizaciones que tienen importante poder e influencia en los diferentes países.
Estas organizaciones desarrollan vínculos ya en la década del 80’, aún antes de
que se plasmen los acuerdos políticos en el bloque regional, consolidándose a mediados
de los 90, siendo las únicas organizaciones rurales que tienen un espacio institucional en
el MERCOSUR, al formar parte del Consejo Consultivo del MERCOSUR a través de
las Cámaras Empresariales de sus respectivos países.
Gracias a su poder e influencia en las esferas de gobierno, sus principales
demandas fueron recogidas en los acuerdos de integración. Básicamente éstas se
centraron en que el MERCOSUR no se constituyese en un freno al proceso de
15
liberalización de los mercados agrícolas –proceso que se estaba produciendo en la
región- impulsando un arancel externo común lo mas reducido posible con el fin de no
quedar “prisioneros” de las industrias regionales de insumos agropecuarios.
La Coordinadora de Productores Familiares del MERCOSUR.
Creada en 1994, fue integrada por la Comisión Nacional de Fomento Rural de
Uruguay, la Federación Agraria Argentina, la Federación Nacional Campesina de
Paraguay y la C.U.T y la CONTAG por Brasil.
Sus objetivos son la defensa de los intereses de los productores familiares de la
región, aunque tienen menor capacidad de influencia en los gobiernos de sus respectivos
países. Preconizan una armonización de las políticas agrarias del bloque regional –
básicamente en lo referente a medidas crediticias y sistemas de comercialización-; la
creación de políticas diferenciadas para los Agricultores Familiares en la región y
obtener una política de protección contra los subsidios de los productos agrícolas en los
mercados internacionales.
Los Asalariados Rurales.
Existe un espacio de coordinación entre las distintas Centrales Sindicales de los
países del MERCOSUR, aunque este ámbito de articulación, no ha llegado aún a los
trabajadores rurales básicamente por dos motivos: primero, por la debilidad de la
organización gremial en el ámbito rural en los distintos países –salvo algunas
excepciones- y la menor importancia relativa otorgada al tema rural, por parte de las
centrales sindicales.
No existe una instancia formal de organización entre los distintos sindicatos de
trabajadores rurales, aunque a partir de 1999 –cuando se realizó en Montevideo el
Primer Encuentro de Trabajadores del MERCOSUR, contando con la participación de
cuatro Sindicatos Rurales del PIT-CNT de Uruguay, la Unión Argentina de
Trabajadores y Estibadores de la CGT, la Federación de Trabajadores de la Agricultura
de Sâo Paulo de Fuerza Sindical, la Sección Rural de CUT-CONTAG de Brasil y el
Sindicato Nacional de Trabajadores Rurales de Paraguay- se han conformado distintas
instancias de coordinación en pos de unificar demandas y reivindicaciones a nivel
regional.
Entre sus principales reivindicaciones encontramos la demanda de una
unificación de la legislación laboral en la región; la denuncia de las condiciones de
precariedad laboral –y exclusión- de los trabajadores rurales y el énfasis en demostrar
que son el sector social más vulnerable de la región en el proceso de integración.
9. Conclusiones.
En las páginas precedentes se han definido las principales características y
funciones de las organizaciones en la sociedad viendo la importancia que esta forma de
estructura social, tiene en la construcción de la realidad. Luego, se ha analizado
sucintamente, la importancia de las mismas en el medio rural.
Desde una perspectiva metodológica se han indicado algunos criterios de
clasificación de organizaciones, así como también señalado las principales bases para el
estudio de las organizaciones rurales.
Al abordar las organizaciones de asalariados y de productores rurales (tanto a
nivel nacional, como también a nivel del MERCOSUR) se ha señalado como éstas han
16
estado y están presentes en los más importantes temas que hacen a la actividad
económica y social. Pautan con su accionar, el camino que recorremos todos, en tanto
que sociedad, escapando al ámbito puramente rural e imbricándose con el destino
nacional que como país –y como región- nos toca transitar.
Por tanto, estas formas de organización que se ha dado la sociedad, no
solamente son interlocutores válidos de los poderes institucionalizados –el Estado- por
cuanto son la expresión de los diferentes sectores que conforman la realidad nacional,
sino que además son referentes ineludibles a la hora de definir rumbos en la
construcción política que se traza una sociedad. Tengámoslo muy en cuenta ya que no
solo son una forma de expresión y representación de intereses económicos –que lo son-,
sino también una forma de construcción social.
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