RESEÑAS 169 REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 170 REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 LA VIOLENCIA EN LAS PAREJAS Ofelia Álvarez Navarro Góngora, José y José Pereira Miragala (comp.), (2000) Parejas en situaciones especiales, Paidos, 268 p.p. Se tratan temas como la violencia en parejas del mismo sexo, la violencia sexual, en la pareja, la enfermedad física y la pareja, la violencia física, la infidelidad, la ruptura familiar, la mediación y la reconstitución familiar. Como problemas de salud mental, con la característica común de ser de difícil tratamiento. Temas que exigen conocimientos y técnicas de intervención muy precisas más allá de los procedimientos generales y modelos con los que está dotado todo profesional. Se abordan todos los problemas citados analizando, primero, los fenómenos característicos, y ofreciendo, a continuación, líneas maestras para el abordaje terapéutico. Los autores consideran importante añadir que el punto de vista adoptado es el de considerar a la pareja como lugar del recurso, a pesar de que sea en ella donde los problemas terminan por manifestarse. En la Introducción (p. 13) los compiladores plantean: “Seguramente no resultará muy normal que los autores comiencen su texto discutiendo el nombre del libro, pero en este caso probablemente se hace necesaria alguna justificación. No nos sentimos especialmente satisfechos con respecto del título, Parejas en situaciones especiales. ¿Qué tiene en especial las situaciones a las que aquí se aluden?: parejas del mismo sexo, infidelidad, ruptura, enfermedad, violencia física y sexual no dejan de tener una incidencia estadística notable. En algún caso, como el divorcio, son tan frecuentes que probablemente había que hablar, como de hecho se hace, de una normalidad estadística, par ala que se reclama ya una normatividad como etapa evolutiva. Identificarse como especial en nuestra sociedad, tan orgullosa de sí misma, es la antesala de una discriminación probablemente misericorde pero que encuadra en lo ajeno (y en un paso más, a veces ya inevitable, en lo indeseable), o supone esa discriminación tan especial que implica la posibilidad de identificar nuestras tendencias más privadas como desviaciones, 171 REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 o peor aún como pecados. Mucho del contenido de este texto tiene ese sello de lo que ha sido más discriminado social y ... profesionalmente” Y en otra parte de la misma introducción (p. 14): “Probablemente este libro suponga una empresa bastante insólita. Los lectores encontrarán monografías sobre cada uno de los temas, pero les será bastante difícil encontrar todos ellos reunidos en un mismo texto, y mucho menos en nuestro idioma. Y, sin embargo, en la consulta clínica un buen número de casos gira en torno a los temas aquí descritos. Con la vista puesta en los profesionales de salud mental y de servicios sociales que tienen que enfrentarse todos los días a estos problemas minoritarios, pero significativos, se escribió este libro. El objetivo es dotarles de conocimientos sobre la naturaleza del problema y criterios de intervención que les orienten en cómo ayudar a las parejas que atraviesan algunos de los problemas de los que trata este libro. Para ello los capítulos se estructuran mayoritariamente siguiendo un mismo esquema: se parte de una descripción d el fenómeno, que incluye a veces tipologías y otras una visión en términos de proceso sujeto a una serie de etapas. En la mayoría de los casos esa descripción implica una revisión de la literatura clínica y/o experimental existente. Después se describe el procedimiento de intervención específico. El procedimiento suele discriminar entre las diferentes etapas del proceso, o entre los diferentes tipos en los cuales se encuadra el problema objeto de estudio. El texto no deja de ser también una puesta al día de ciertos temas de pareja, y en este sentido se destina también a los especialistas interesados o a quines, siendo todavía estudiantes, busquen la especialización en esta área” ...”Siendo cierto que el libro se dedica a problemas muy serios, y que por lo tanto sería fácil concluir una imagen profundamente pesimista y conflictuada de la pareja, es necesario que los autores declaren desde el comienzo que se maneja un modelo de recursos. Si bien los problemas aparecen, o terminan siendo, de pareja, ésta es concebida como el lugar del recurso. El espacio dentro del cual la intimidad y el cuidado mutuo tiene una potencialidad de cambio que debería hacernos pensar a los profesionales” (p. 15) 172 REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 VIRGENES Y DIOSAS EN AMÉRICA LATINA Gladys Parentelli Ress, Mary Judith; Pujol, Graciela; Trillini, Coca; Cordero, Verónica (coord.), (2004), Vírgenes y diosas en América Latina. La resignificación de lo sagrado. Santiago de Chile: Colectivo Conspirado. Red latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir, N° 48, 264 p.p. Las devociones marianas en América Latina tienen en común una trama histórica que las conecta con la ancestralidad indígena. El culto a María intentó desplazar a los cultos locales, dejándolos en la clandestinidad como sucede con la Pachamama en la cultura andina y otras deidades o figuras ancestrales en los otros países. Este ensayo presenta la reflexión nacida de investigaciones colectivas de mujeres, desarrolladas en diez países por once equipos locales y un equipo coordinador. La propuesta consistió en investigar las deidades o figuras ancestrales femeninas que subyacen en las devociones a la Virgen en América Latina. Desde un enfoque de género, esta búsqueda, que priorizó la subjetividad como opción metodológica, revela una parte oculta de nuestra historia cultural y personal. Los relatos, en su diversidad, que ponen de manifiesto la fuerza de la hegemonía de los símbolos cristianos que relegaron los valores culturales y religiosos de las tradiciones indígena y africana, nos ayudan a percibir el sentido de los ritos antiguos y de su fuerza aún tan viva hoy día. El símbolo de la Virgen Madre pura, sumisa y sacrificada, ha reforzado históricamente el estereotipo cultural de la mujer latinoamericana y su forma de vivir la sexualidad y la maternidad. Pero más allá de este mandato patriarcal que coloca a las mujeres en una relación de dependencia con los varones, es preciso recordar que la referencia 173 REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 a lo femenino simbolizado por las mujeres Madres, Vírgenes y Diosas tiene que ver también con una experiencia humana primordial. Es necesario guardar siempre la tensión que subyace en todos los símbolos. Ellos nos oprimen o nos liberan, nos hablan de la subjetividad presente pero, al mismo tiempo, nos remiten a la ancestralidad y a la construcción del futuro. Resignificar los símbolos y nuestra espiritualidad mediante un proceso de búsqueda y creación es el primer paso dado por estas investigaciones. Este ensayo incluye investigaciones sobre: 174 - Argentina: la Virgen de Luján y la fuerza de los arquetipos. - Bolivia: la Virgen de la Candelaria de Copacabana y la Pachamama. - Brasil: Iemanjá y Nuestra Señora de la Concepción. - Chile: 1. la Virgen del Carmen y la bella Tirana del Tamarugal; 2. Las Vírgenes de la Frontera y la cristianización de la naturaleza. - Cuba: Oshún y la Virgen de la Caridad del Cobre. - Ecuador: la Virgen del Quinche y los imaginarios prehispánicos. - Guatemala: Qana It’zam y la Virgen d elos Desamparados. - México: la Virgen de Guadalupe y la Diosa Madre Tonantzín. - Perú: la Virgen de los Treinta y Tres y la identidad negada. - Venezuela: la Diosa-Reina María Lionza: ni madre ni virgen. - Epílogo: Ivonne Gebara REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 GÉNERO Y POLÍTICAS PÚBLICAS Gladys Parentelli Huggins Castañeda, Magally (2005) Género, políticas públicas y promoción de la calidad de vida. Caracas, ILDIS editor. 135 p. 1 (1) (2) La obra que reseñamos consta de tres capítulos: El concepto de género (p. 11 a 44); Género y calidad de vida (p. 45 a 76); Género, violencia y estrategia de promoción de la calidad de vida (p. 77 a 129). Fue presentada por la Profa. Yolanda D’Elia, en acto desarrollado el 15-03-2006, en la sede del Centro de Estudios de la Mujer –UCV– organizado por el Foro Permanente de Igualdad de Género – FPIG – y CISFEM, ONG ambas de las cuales Magally es miembra. La Profa. D’Elia, destacó que el objetivo de la obra es que la influencia del género en la calidad de vida sea discutido pública y ampliamente. Si bien otras académicas han publicado numerosas ponencias acerca del tema, este es el primer libro de una venezolana, lo que nos pone a la par de otros países de la región donde se han publicado numerosas obras sobre este tema, como es el caso de México con maestras destacadas como Marcela Lagarde; para constatarlo basta con analizar la amplia bibliografía que Huggins inserta al final de esta obra. 1 Magally Huggins. Psicóloga Social de la Universidad Central de Venezuela-UCV. Magíster en Administración de Justicia Criminal –Criminología- Universidad del Estado de California-Sacramento. Investigadora-docente en el Área de Desarrollo Sociopolítico del Centro de Estudios del Desarrollo, CENDES-UCV, en relaciones de género, violencia y ciudadanía. Cursante del Doctorado en Estudios del Desarrollo CENDES-UCV. Ha realizado investigaciones, publicado libros y artículos en revistas arbitradas, participado como ponente en eventos nacionales e internacionales y efectuado trabajos de extensión universitaria en varias comunidades populares de la ciudad de Caracas. Ha sido consultora en organismos de Cooperación Internacional como la OPS, el Fondo de Población de la ONU y la GTZ, de Alemania, en el área de género, políticas públicas y violencia de género. Email: [email protected] 175 REVISTA VENEZOLANA DE ESTUDIOS DE LA MUJER - CARACAS, ENERO - JUNIO 2006 - VOL. 11 - Nº 26 Hay ciertas obras de intelectuales que nadie entiende. Sospecho que si ellos mismos se leyeran tampoco se entenderían, y también sospecho que algunos dictan sus textos, o se los hacen escribir a sus alumnos, y jamás los leen. En el caso de Huggins, ha tenido la inteligencia y capacidad para exponer asuntos tan complejos como estos, en un lenguaje tan claro y preciso de manera que cualquiera los entienda, p. e.: después de leerla, nadie podrá ignorar que es lo privado y lo público en la modernidad (p. 41 a 44), tema acerca del cual he oído sesudas, interminables, discusiones. Aunque tengo la tentación de transcribir partes del libro o comentarlas, no lo hago porque pienso que su contenido, página por página, es tan importante que a ninguna, ningún, posible lectora, lector, de esta reseña, se le pueda ocurrir que ya no necesita leer este libro en su totalidad. También queda claro que la cultura patriarcal es la responsable de los mayores males que sufren la humanidad, la Tierra y toda la Vida que ella conlleva; en esto Huggins está de acuerdo con los análisis de la pionera de teología ecofeminista Rosemary Radford Ruether. De esta obra se imprimieron 1.000 ejemplares que son distribuidos en forma gratuita. Dada su importancia, se necesitarían unos 300.000 ejemplares para que toda legisladora, legislador, que tiene responsabilidades a nivel nacional, estatal o municipal, cada profesora, profesor, cada educadora, educador, no tenga que ir a consultarla a una biblioteca, sino que tenga un ejemplar siempre a mano para leerlo, subrayarlo, releerlo y aplicar y difundir su contenido. P. S. Va una observación completamente marginal: concierne el uso de la @ (arroba). La @ no es una a ni una o. Según un escrito comercial italiano, fechado el 4 de mayo de 1536, la @ navegó, durante siglos, por los prósperos puertos venecianos hasta todos los confines del imperio naval británico, se utilizaba en los registros mercantiles de las naves de carga que atracaban en las costas árabes y españolas... hasta que desembarcó en Internet. Huggins no es la única académica genial que usa la arroba cuando, para visibilizar al género femenino y, al mismo tiempo, ahorrar el tiempo y el espacio que supone duplicar los términos en masculino y femenino, pone p. e.: niñ@s (p. 29, 32, 37, 38, 44, 47, 58, 59, 63 a 68, 70, 72, 73, 75, 85, 86...). Por mi parte, por razones de legibilidad y de estética pienso que lo adecuado es poner p. e.: educadora, educador (28, 53, 70...). Y no usar la otra alternativa: las/os planificadoras/es (p. 49, 86...) que me parece la menos legible. 176