FINAL PRINTER PDF Hacer el bien gran mandamiento establece que amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. (CIC 1809) ■ Las virtudes cardinales cumplen una función esencial para que las personas lleven una vida moralmente buena. (CIC 1804–1809) ¿Aman ustedes la rectitud? Sepan que todas las virtudes son fruto de su trabajo; ella enseña la prudencia y la inteligencia, la justicia y el valor. ■ El El Catecismo explica que los cristianos no tienen la facultad de adquirir las virtudes sin la gracia de Cristo. (CIC 1811) El Directorio menciona la formación moral como una tarea fundamental que debe presentarse por medio del ejemplo y de la palabra. (DGC 85) Libro Seven Lonely Places, Seven Warm Places: The Vices and Virtues for Children. April Bolton. Las virtudes pueden reparar las relaciones y pueden volver a construir lo que el pecado ha quebrantado. St. Anthony Messenger Press. Vídeo Beatitudes for Young People (15 min). Anima a los jóvenes a vivir las Bienaventuranzas todos los días. St. Anthony Messenger Press. Sabiduría 8, 7 Virtudes Una verdad básica de la vida moral es que cuanto más se elige hacer lo correcto, más fácil se torna esa elección. Cuando la bondad llega a ser un hábito, ser bueno exige menos esfuerzo. La disposición habitual para hacer lo correcto se llama virtud. Hace mucho, se individualizaron cuatro virtudes como especialmente importantes: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Estas cuatro son las virtudes "fundamentales" o "cardinales" (de la palabra latina cardo, que significa "cardinal" o "quicio"), también se las llama virtudes "morales". Las virtudes cardinales Aunque la prudencia está relacionada con la precaución, en realidad es una virtud osada. Hace posible que usted rechace el camino fácil en favor del curso de acción que lo beneficie como persona destinada a la vida eterna. La justicia es la determinación de dar tanto a Dios como al prójimo lo que les corresponde. La fortaleza, o valor, es la virtud que le permite hacer o decir lo correcto sin la influencia de las desagradables consecuencias que su elección pudiera acarrear. La templanza es la virtud que lo ayuda a mantener sus deseos dentro de límites saludables y razonables: a comer y beber con moderación, a dominar adicciones incipientes, a limitar sus deseos de bienes materiales y a controlar su ira cuando no obtiene lo que quiere. Recursos para el catequista Reflexionar ¿Qué virtud necesita Visite www.osvcurriculum.com para encontrar un plan interactivo de la lección, recursos para el capítulo y actividades. practicar más? 166A Capítulo 6 166A-183_08RMBL023_CU1366_CE5U2C6.indd 2 1/6/12 7:38 AM FINAL PRINTER PDF CÓMO ENSEÑAR EL CAPÍTULO 6 LOS estudiantes de quinto grado OPINAN Hacer el bien Autonomía Los estudiantes de quinto grado tienen ideas de justicia bien desarrolladas. Les gusta saber cuáles son las reglas y esperan que se apliquen coherentemente. Aunque de vez en cuando las quebrantan, sólo unos pocos preguntarán para qué existen las reglas. Los jóvenes de esta edad son colaboradores impacientes y entusiastas. Están empezando a interesarse en los problemas de la sociedad que los rodea. •Entable una conversación con los estudiantes acerca de por qué la gente actúa de la manera en que lo hace. Use ejemplos para ayudarlos a ver las cosas desde la perspectiva de otra persona. •Los estudiantes de quinto grado están ansiosos por demostrar las destrezas que ellos ven como "adultas". Brinde oportunidades para hacer actividades como reunir elementos para una colecta de alimentos o de ropa. •Separe los proyectos benéficos en pasos o en componentes que permitan a los estudiantes tener un sentido de realización. • Me gusta participar. Invíteme a hacer mi parte. • Quiero que me traten con justicia. Sea coherente al hacer respetar las reglas. • Estoy aprendiendo a preocuparme por las necesidades de los demás. Anímeme a servirlos. FORTALEZA PARA EL ESPÍRITU Marginalidad Muchos de los que mantienen una vida dedicada al bien de los demás pueden describir ocasiones en las que los han ignorado o marginado. Es posible que usted, como catequista, también se sienta marginado. Quizás los demás lo marginan por sus valores, por sus convicciones, por su nivel de educación, por su nivel económico o hasta por sus raíces geográficas. La marginalidad, ese lugar solitario de exclusión e insignificancia dentro de un programa escolar o parroquial, no debe obstaculizar su capacidad de preservar el espíritu docente. Las personas fuertes han usado las ocasionales experiencias de marginación para volver a examinar sus valores básicos y reafirmarlos. Reflexionar ¿Ha sido marginado alguna vez? ¿Ha ésto ayudado o ha dificultado su capacidad de mantener el espíritu docente? Jesús, tú eres el patrón supremo de prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Permanece conmigo mientras lucho para poner en práctica estas virtudes todos los días de mi vida. Amén. Hacer el bien 166B 166A-183_08RMBL023_CU1366_CE5U2C6.indd 3 1/6/12 7:38 AM