Ruta de la Sierra de la Demanda

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Ruta: Plataforma de Gredos - Almanzor
Provincia: Salamanca
Dificultad: Media
Resumen: Lo mejor: las vistas, las cabras, la superación en algunos momentos
difíciles y sobre todo que conseguí bajar para contarlo
Lo peor: El subir con la esperanza de regresar por un camino más fácil, y las agujetas
del día siguiente.
Descripción:
Por fin el jueves decidimos subir al
Almanzor. Comenzamos a caminar
a las 7 de la mañana desde la
Plataforma con 8 grados de
temperatura,
una
mañana
estupenda que mejoró al llegar a
Los Barrerones donde nos salieron
al paso las primeras cabras de las
muchas que veríamos a lo largo del
día. A poco más de las 9:30
estábamos en el Refugio Elola y
nos preparamos para iniciar la
subida con mucho ánimo; por allí
cerca encontramos varios valientes haciendo vivac.
Nuestra idea era, una vez que llegásemos al Almanzor atravesar el Cuchillar de
Ballesteros, rodear el Ameal de Pablo y regresar a la Laguna Grande por la garganta
con menos cuesta. Aunque esta ruta es más larga en la Casa del Parque de Hoyos del
Espino nos comentaron que no era tan costosa de bajar como la que sube al
Almanzor.
El
primer
medio
kilómetro
aproximadamente
se
sube
relativamente bien y todavía se
puede utilizar bastón para caminar;
es realmente bonito contemplar la
Laguna según vamos ascendiendo.
Una vez que llegamos al nevero del
Almanzor la cosa cambia, hay que
guardar los bastones y empezar a
utilizar las manos para poder subir
siguiendo los hitos por un enorme
pedregal cada vez más vertical donde comencé a arrepentirme de subir, pero como
bajar me parecía imposible y pensaba que íbamos a regresar por un camino mejor,
saqué fuerzas no sé de dónde para seguir subiendo.
En este tramo nos encontramos con algunos valientes que estaban de regreso y ya
empecé a pensar ¿por qué todos bajan por el mismo camino por el que han subido…?
Los últimos metros hasta alcanzar La Portilla del Crampón son realmente peligrosos y
necesité de pies, manos y un poco de ayuda, creo que más moral que física para
llegar al final.
Aquí me quedé, fui incapaz de dar
un paso más y no porque me diera
miedo seguir subiendo sino por el
que me daba si miraba para abajo.
El gran problema fue la bajada
sobre todo al principio que no me
costó sangre, pero si sudor y
algunas lágrimas además de
mucho valor por mi parte y sobre
todo ayuda y paciencia por parte
de Casi.
Después de estos primeros metros el resto del descenso no fue un camino de rosas,
pero como si lo fuera.
Tras un descanso de 45 minutos en
La Laguna Grande refrescando los
pies comenzamos el ascenso de
nuevo hasta Los Barrerones y
luego el descenso hasta la
plataforma, a la que llegamos a las
8 de la tarde.
Lo mejor: las vistas, las cabras, la
superación en algunos momentos
difíciles y sobre todo que conseguí
bajar para contarlo
Lo peor: El subir con la esperanza
de regresar por un camino más fácil, y las agujetas del día siguiente
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