Anula Austria elecciones presidenciales El candidato presidencial

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Anula Austria elecciones presidenciales
El candidato presidencial ecologista Alexander Van der Bellen, ofreció una rueda de
prensa en Viena, Austria, después del anuncio. Foto: EFE
El Tribunal Constitucional dictaminó que la segunda vuelta electoral debe de repetirse una
vez más, por irregularidades en el proceso. Foto: EFE
El candidato presidencial ecologista Alexander Van der Bellen, ofreció una rueda de
prensa en Viena, Austria, después del anuncio. Foto: EFE
El Tribunal Constitucional dictaminó que la segunda vuelta electoral debe de repetirse una
vez más, por irregularidades en el proceso. Foto: EFE
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Sara Velert / El País Internacional
Viena, Austria (01 julio 2016).- Los austriacos vuelven a estar sin Presidente.
El Tribunal Constitucional anunció que la segunda ronda de las elecciones presidenciales
del pasado 22 de mayo, en la que el candidato de la ultraderecha, Norbert Hofer (49.7 por
ciento), perdió por la mínima frente al aspirante verde, Alexander Van der Bellen (50.3 por
ciento), deberá repetirse.
La decisión, que augura un terremoto político en el país alpino, da al partido
antinmigración y euroescéptico FPÖ, que impugnó el resultado, una victoria inesperada y
supone un duro revés a la imagen del Gobierno austriaco, responsable de controlar un
proceso electoral que dejó al descubierto irregularidades administrativas en el recuento
suficientes para tumbar los comicios.
El Canciller socialdemócrata, Christian Kern, se apresuró a destacar que la anulación de
la elección de Van der Bellen no es consecuencia de una manipulación del voto, sino de
defectos formales.
Kern intentó quitar hierro a la invalidación y afirmó que el trabajo de los magistrados
refuerza la confianza en el Estado de derecho.
Las nuevas elecciones se producirán, probablemente en otoño, ya que el Gobierno
deberá fijar una fecha en los próximos días, en un escenario europeo sacudido por el
Brexit, lo que dará alas al discurso antieuropeo del FPÖ.
Los líderes de la extrema derecha europea, entre ellos la dirigente del Frente Nacional,
Marine Le Pen, se reunieron en Viena poco antes del referéndum británico para animar a
los partidarios de abandonar la UE.
Hofer fue el primero de los dos candidatos a la presidencia en reaccionar a la decisión del
tribunal y sostuvo que es un hecho que hubo espacio para manipulaciones.
Van der Bellen pidió respeto a la decisión de los jueces y destacó que no hubo
manipulación del resultado.
El FPÖ impugnó a principios de junio el resultado electoral, que lo dejó a sólo 30 mil 863
votos de ocupar la presidencia en la elección más reñida de la historia de Austria.
La ultraderecha lanzó sospechas sobre el recuento del voto por correo, que fue
determinante en el resultado, en numerosos distritos electorales.
Buena parte de las irregularidades denunciadas se refieren a la apertura de los sobres
con las papeletas del voto por correo antes del plazo fijado legalmente, lo que fue motivo
suficiente para que los magistrados del Tribunal Constitucional hayan dado la razón al
FPÖ, que insinuó manipulaciones en 94 de las 117 circunscripciones electorales.
Tras una campaña en la que la ultraderecha azuzó los temores de muchos austriacos
ante la crisis de los refugiados y la incertidumbre económica con promesas de cambio
radical frente a un candidato verde que remarcaba el perfil protocolario de la presidencia y
apostaba por las soluciones dentro de la Unión Europea, en la segunda vuelta de las
presidenciales participaron 4.6 millones de austriacos.
Repartieron sus votos casi a partes iguales entre Norbert Hofer, ingeniero aeronáutico y
diputado de 45 años, y Alexander Van der Bellen, economista y exportavoz de Los
Verdes, de 72.
Este debía tomar posesión el 8 de julio y ahora se queda, al menos de momento, a las
puertas del palacio imperial en el que tiene la sede la jefatura del Estado.
El ajustado resultado obligó a aplazar un día la proclamación del vencedor, ya que un 14
por ciento del censo votó por correo y las más de 700 mil papeletas reunidas resultaban
determinantes para decantar la elección.
El FPÖ no sólo ha conseguido con su exitosa impugnación una segunda oportunidad de
situar a uno de los suyos a la cabeza del Estado por primera vez desde la Segunda
Guerra Mundial, sino que ve reforzada su estrategia de cuestionar el sistema y sus
instituciones.
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