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“Yo Soy el Buen Pastor; Yo Soy la puerta
de las ovejas (...) Quien entra por mi se
salvará, podrá entrar y salir”
Este domingo el Evangelio nos conduce a profundizar en el texto del
Buen Pastor. Jesús viene a mostrarnos el camino, pero no solo el camino, también nos habla de la puerta.
¿Por qué la puerta? Porque en la vida, frente a las situaciones necesitamos saber si podemos entrar y
salir. Porque ante las fases de la vida: de dolor, de confusión interna, de rutina, de obligaciones que
tenemos que asumir, en momento prima la sensación de un túnel sin salida. Hay circunstancias en la vida
donde ese muro es tan grande, que nos damos de cara con él, pero sin ver la salida. Jesús, nos viene a
decir: Yo tengo la clave para que encuentres la luz.
Jesús nos dice que Él es la puerta y que podemos entrar y salir libremente. Sí, Jesús nos asegura que hay
salida, que hay futuro, que hay solución, que hay esperanza, que hay porvenir, que hay ALGUIEN QUE
NOS ESPERA; ES EL BUEN PASTOR. Hay salida porque las situaciones de muerte, de oscuridad, de
impotencia, de límite no tienen la última palabra. Él venció la muerte. Venció el pesimismo y nos trajo la
libertad. Uno de los deseos innatos que tenemos es el de la libertad y toda nuestra vida consiste en
buscarla ansiosamente. Queremos ser libres frente a las opiniones negativas, queremos libertad frente a
nuestros sentimientos, libertad en las relaciones con los otros, libertad de expresión, de opinión, de
pensamiento, en fin.
Libertad!!! Es una de las palabras que más resuena interiormente en el corazón de todo ser humano.
Jesús, que es el Buen Pastor, viene a mostrarnos el camino de la verdadera libertad: Él mismo que es “La
Puerta” por donde podemos entrar y salir libremente y encontrar pasto. Él es el único que nos permite
andar sin cadenas, sin miedos, sin barreras, sin tener que ocultar lo que somos, porque Él ya pasó por la
puerta de la muerte, de la resurrección y con su triunfo nos asegura el nuestro. Una de las cosas que más
amenaza la libertad en nuestros ambientes es el miedo y la poca perspectiva de futuro, de Vida Eterna.
Sin la certeza de la resurrección vivimos esclavos del presente, con miedo a darnos a conocer como
somos, a perder la amistad, a que los otros esperen lo que no sabemos dar. Estamos rodeados de
miedos que no nos dejan ser libres.
Jesús, que es el Buen Pastor, sabe que todos los miedos nos esclavizan. Con Él que es el Buen Pastor
podemos salir y entrar, esto quiere decir, podemos darnos a conocer, mostrar lo que vivimos, lo que
sufrimos, que los otros puedan ver nuestra debilidad, fragilidad y pecado, porque Él nos muestra el camino
para salir de ahí. Como dice el Salmo: “Él nos saca a espacio abierto, porque nos ama”.
Ojalá Señor que Tú Palabra cale hoy tan profundamente en nuestro interior, que podamos derribar todos
los miedos! Ojalá nos abramos a la fuerza de tu Resurrección. Ojalá ese túnel deje de ser túnel y sea tu
luz la que nos guie! Ojalá Señor nos dejemos tomar de la mano por Ti y Contigo salir y entrar de las
situaciones más difíciles creyendo que Tu vences todo el mal.
Señor, Tú que eres nuestro Pastor, ayúdanos a vivir afirmando nuestra vida en Ti: “Si no os afirmáis en Mi,
no seréis verdaderamente firmes” Danos un corazón que confíe plenamente en Ti; Señor que nos dejemos
quitar las cadenas que nos oprimen y que no nos dejan avanzar en la vida, en el amor, en las relaciones,
en la fe. Buen Pastor, estamos en tus manos! Danos la gracia de sentir esas manos suaves que nos llevan
a pastajes tranquilos. Que hagamos la experiencia de que eres el Buen Pastor y que Contigo nada nos
puede faltar.
Lunes: (Jn 10,11-18) “El Buen Pastor da la vida por las ovejas (…) Tengo, además, otras ovejas que no
son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharan mi voz, y habrá un solo rebaño y un
solo Pastor”. Señor, te agradecemos porque eres el Buen Pastor que da la vida por cada uno de nosotros.
Todos, Señor, necesitamos quien nos guíe, todos buscamos quién nos muestre el camino y Tú eres el
Buen Pastor que nos da la vida. Ayúdanos a acercarnos a Ti y pedir por los que no te conocen, por los que
viven fuera del redil. Danos un corazón misericordioso para salir contigo al encuentro de nuestro hermanos
que no tienen fe. Que te ayudemos en tu misión de atraer a todos hacia Ti.
Martes:
(Jn 10,22-30) “Mis ovejas escuchan mi voz, y Yo las conozco, y ellas me siguen y yo les doy
la vida eterna”. Señor, queremos ser de tus ovejas, de aquellas que escuchan tu voz, que te siguen por
tus mismos camino. Ayúdanos a seguirte Buen Pastor! Ayúdanos a decir Sí en todas las situaciones de la
vida. A veces, Buen Pastor, no sabemos escuchar Tu voz en el tumulto de los sentimientos, de las
vivencias. Hoy te pedimos: danos ese oído atento y delicado para escucharte, para oír cuando pronuncias
nuestro nombre.
Miércoles:
(Jn 12,44-50) “Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en Mí no camina en
tinieblas” Gracias, Señor, porque eres la luz. Es cierto, Señor, que a veces las tinieblas son tan espesas,
que no vemos los pasos que damos, a veces hasta pensamos que estamos parados o que retrocedemos.
Ven, Buen Pastor y que Tu luz sea la que nos guíe en este día y durante toda nuestra vida.
Jueves:
(Jn 13,16-20) “Os aseguro: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que
lo envía”. La lectura de hoy, nos habla del servicio, de ser como Tú, de lavar los pies, de seguirte. Buen
Pastor, que podamos vislumbrar tu presencia en nuestras opciones de hoy, que podamos dar la cara por
Ti y estar al servicio de nuestros hermanos. La lectura también anuncia la traición del amigo. Señor, ya
sabes que somos débiles y que no podemos asegurar que te vamos a ser fieles hasta el final, pero
sencillamente te pedimos la fuerza para que en nuestro corazón te defendamos y demos la vida por Ti
Viernes:
(Jn 14,1-6) “Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en Mí. En la
casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así ¿os habría dicho que voy a prepararos un sitio? ”.
Jesús, si somos sinceros Contigo muchas veces tiembla nuestro corazón, muchas veces dudamos de esta
realidad que nos hablas hoy: en la casa del Padre hay lugar para todos, pero a veces en las opciones
diarias vivimos sin esta perspectiva, pensamos solo en lo que vemos, no recordamos que somos
peregrinos en esta tierra. Jesús, Buen Pastor, que en los vaivenes de la vida podamos escuchar Tu voz y
vivir con la consciencia de que Tú tienes un lugar para nosotros y para todas las personas que nos rodean.
Sábado:
(Jn 14,7-14) “Si me conocéis a Mi, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo
habéis visto”. Señor, que podamos vivir como personas que te conocemos. Líbranos de la indiferencia,
líbranos de la falta de fe, de la falta de confianza en Ti. Aumenta Señor en nosotros el amor y la certeza de
Tu presencia en lo que vivimos, sufrimos, lloramos, reímos. Señor, si no te conocemos totalmente abre
nuestros ojos. Te queremos conocer, amar y servir.
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