Revista Chil en a de Der echo, Vol. 28 N" 2, pp. 263-270 (200 1), Sección Estud ios DERECHOS DEL CIGOTO DESDE UNA PERSPECTIVA BIOLÓGICA Y METAFÍSICA Dr . P. Eduardo Rodríguez Yunta , M. Id. Doct or en Biología, Fac ulta d de Medi cin a, P.U .C., Pro gr am a Estudi os Médi co s Hum aní sti cos, Cent ro del Cáncer INTROD UCCIÓN La cuesti ón ética que subyace en el centro de la controversia sobre el aborto está en la definición de persona con vista a det erminar el estado exi stencial del no nacido, si es o no persona hum ana t . Aunque una respuesta típica antiabortista a esta posición estarí a en favor del no nacido como ser humano de acuerdo a una perspectiva biol ógic a, la respuesta desarrollada aquí complementa la respuesta biológica al con siderar la noción de persona desarrollada en la metafísica gen ética de Fernando Rie102• EL CIGOTO COMO SER HUMANO DESDE UNA PERSPECTIVA BIOLÓGICA Desde el proceso de la fecundación, cuando el espermatozoide o célula germinal masculina penetra el óvulo o célul a germinal femenina formando la única célula del cigoto, la entidad biológica que emerge es un ser humano. Un "ser humano" es entendido aquí significando, primero, que el cigoto es concebido de padres humanos, de tal forma que pertenece a la misma especie que la de sus progenitores; y, segundo, que el cigoto, como entidad biológica, posee una con stitución gen ética hum ana que programa su estructura fisiológica y psicológica. El ser humano que resulta no es simplemente una masa de material org ánico, sino un ser cuyo desarrollo y funcion amiento se deriva de la preci sa programación y de las suces ivas operaciones de miles de genes que están presentes desde la fecundación. La independenci a biológica total nunc a se obtiene y el desarrollo es un proceso continuo en que el ser humano adquiere diversas ca pac ida des durante la vida. Para aquellos que quieran argumentar que el no nacido, particularmente dur ante el primer trimestre de gestación, no es ser humano integralmente porque no posee las características de autoconcienc ia, intuición, pensamiento, memoria, imaginación, y por tanto no merece de los I Par a un resum e n exce le nte de los tem as éticos y legales qu e aparece n e n la co ntrovers ia so bre el abor to, ver To m L. BEAUCIIAMP, "A bo rtio n,' e n Contempora ry Issues in Bioeth ics. eds . T . L. Beauchamp y LeRoy Walters (Belmo nt. CA: Wad sworth Publi sh ing ce., 1989), pp . 181- 87 . 2 Fernand o Ri elo es un fil ó sofo es pa ño l cuya meta fí si ca ge né tica e st á adquirien do con sid er able reconocimi ent o e n su paí s. El 29 de octubre de 1989 se le tributó un si mpos io en la Uni ver sid ad de Georget o wn, donde es pecialis tas prese ntaro n ar tícu los cubriendo las tres áreas de su trabajo, me tafísica, poesía y crítica liter aria, más tard e publicado e n un vo lume n bilin güe co nme mora tivo titul ado : Fernand o Rielo: Poeta y Fil ásofo/ Poet and Philosopher (Mad rid: E.F.R., 1991 ). 264 REVISTA CHILENA DE DERECHO [Vol. 28 derechos y protecciones que se dan al nacido , hay que decir que aunque tales características no están toda vía des arrolladas en el cigoto, están presentes los genes par a el desarroll o del cerebro, donde estas capacidades se encuentran. Desde un punto de vista biológico el principio generativo se encuentra en los gene s, de tal forma que el pro grama fisiológico y psicológico del ci goto es tá ya predeterminado por su con stitución gen ét ica de sde la fec undac ión, aunque en la determinación definiti va intervengan factores ambi entales. Más aún, despu és de la fecundaci ón no hay experimento científico que pueda desarrollarse con la intenci ón de determin ar cuándo el no nacido sería humano; cualquier momento que se usara como línea di visoria par a señalar el comienzo de una "humanid ad inte gral" -tanto si es cuando las célul as del embri ón dej an de ser tot ipot entes, o en el momento de la ac tivac ión cerebral, o cuando se dan los primeros movimientos o en el momento en que el fet o es viabl e- represent a un momento arbitrario sujeto a discu sión ". Existe el probl ema de que soc ialmente se ha cre ado una gran confu sión sobre el estatuto del embrión . Para di stanciar conceptualm ente el aborto y la se lección co n elimi nación de embriones de la muerte de un ser humano, se ha introducido la idea de que el embrión no es un individuo humano y además se ha realizado una clasificación entre embri ón y preembri ón para ju stificar la manipulación de los primeros 14 día s del desarrollo, cu and o se trata del mismo ser, con la únic a diferenci a en su est ado de desarrollo . Y esto cuando está demostr ado que el llam ado preembri ón posee su propi a información genética de se r se r hum ano , aunque necesite de la interacción con la madre para el desarrollo", Existe un gran interés en no definir al preembrión como ser hum ano porque está en juego toda la posibilidad de manipulación en los procesos de fecundación in vitro. El argumento que nie ga que el preembri ón sea ser hum ano está basado en los siguientes hechos biol ógicos: 1) La difi cultad del pro ceso de implantaci ón , crítico para el desarrollo; la divi sión celular del cigoto no siempre result a en un embrión, hay un alto porc ent aje que no se desarroll a por cau sa de fallo s en el proceso de impl ant aci ón . 2) El preembrión se encu entra en estado de dep endencia ge nética , necesit a de información externa para poder de sarrollarse ; las células del preembri ón poseen plena capacidad de desarrollo debido a que no está n diferenciadas y son capace s de desarrollarse tant o como células fetales como extraembrionales, dependiendo de información externa, de forma que no tod as las células se convierten en el embrión. 3) La posibilidad de form aci ón de gemelos ante s de la impl ant ación , lo que .niega la individualidad del preernbr i ón; de es ta manera se habla de que no se trata de un ser humano individual >, En cuanto al problema de la implantación , se sabe que una tercera parte de los preembriones no llegan a implantarse naturalmente6. La alta frecuencia de fallos en la implantaci ón se debe a la dificultad fisioló gic a del proceso o a que el preembrión es anorm al en algunos casos, pero no indica un cambio de estatuto. No hay ningún nexo lógico que permita decir que el preembrión es menos ser humano que el embrión porque haya un alto riesgo de eliminación . En el pasado los recién nacidos tenían un alto riesgo de probabilidad de muerte y no por ello er an con siderados menos se res humanos. El preembri ón y el embrión so n el mismo se r form ado en el proceso de la fecundación. En cuanto a la dependencia genética, es cierto que hay una dependencia par a el desarr oll o del embrión respecto de la madre, pero esta no es genética, ningún gen de la madre es añadido a los que ya tiene el embrión en formación . La incap acid ad par a crecer y desarrollarse indi ca que hay algunos factores que deben ser suministrados por el tejid o matern al para -' Ver L. C AfIlLL. "The Embryo and the Fetu s: New Mor al Cont e xts." Th eol og ical Studie s Vo l. 54 no.I , ( 1993) , pp. 127-1 34 . ~ Ver E. RODRíGUEZ, "E l Esta tuto del Pre embrión" , Ars Medi ca ( 1999) 1: 99- 108. 5 lbid. 6 Ver A. J. WII.COX, " Inci dence of Ea rly Loss of Pregn anc y," New Engla nd Journal 01 Medicine, 3 19 ( 1988 ): 189-194. 2001] RODRÍGUEZ : DERECHOS DEL CIGOTO 265 que el preembrión continue el desarrollo. El preembrión no puede desarrollarse sin la formación de la placenta, dado que esta establece conexiones funcionales que son críticas para que el preembrión sobreviva. Hay que añadir, además, que la influencia que tiene lugar entre el útero y el preembrión es recíproca. El proceso requiere la sincronía de actividades tanto del útero como del blastocisto (estado del preembrión en el momento de la implantación). Antes de la implantación el útero sufre cambios controlados por hormonas enviadas por los ovarios para facilitar la implantación; a su vez el blastocisto desarrolla moléculas adhesivas para unirse al útero y proteinasas para invadir la pared del útero y formar la placenta? De aquí en adelante la placenta redirige funciones immunológicas, endocrinas y metabólicas maternales que dirigen los cambios necesarios en el útero para continuar la gestación y establecer una vasculatura híbrida en que los trofoblastos (células especializadas de la placenta) se encuentran en contacto directo con la sangre maternal para proveer nutrientes y gases" . Lo que esta evidencia científica refleja es la realidad del carácter relacional de la vida en que una entidad nunca puede estar completamente aislada por sí misma. El hecho de que el preembrión intervenga en la formación de la placenta indica que se trata de un ser con su propia información capaz de ejercer cambios en la madre. El primer proceso de diferenciación tiene lugar después del estado de mórula con la formación del blastocisto, que incluye la masa interna de células. destinada a ser el embrión, y el trofoectodermo, destinado a unirse a la pared del útero como tejido extraembrionario. En el desarrollo normal la formación de trofoblastos que forman la placenta está controlada por alelos que han sido marcados en el espermatozoide y cuya proliferación se mantiene por contacto con la masa interna celular, mientras que el desarrollo de los tejidos embrionarios depende fundamentalmente de alelos maternos marcados en el huevo". Los alelos de origen paterno y materno son marcados diferentemente y cumplen diversas funciones durante el desarrollo. Este proceso parece tener un componente epigenético (parte del cual consiste en la metilación del ADN) que marca el cromosoma, y un componente genético (la secuencia del ADN) que es modificado por la marca durante el desarrollo l0. A esta modificación química se la denomina "impronta genética" (o imprinting). Esto explica que para formar un nuevo ser humano se requiera de los complementos cromosómicos aportados por ambos padres y la imposibilidad de que estos provengan del mismo sexo. Este hecho impide que se desarrollen embriones por partenogénesis de un solo gameto. Ambos genomas, el materno y el paterno, deben estar presentes para que el embrión se desarrolle, algo que ocurre en la formación de un cigoto normal. En cuanto a la objeción de la totipotencialidad de las células del preembrión (poseen la potencialidad de formar todos los tejidos del cuerpo), hay que decir que la posibilidád de formación de gemelos no niega la individualidad del cigoto. Las células individuales del preembrión no pueden ser consideradas totipotentes en acto mientras estén integradas en el preernbrión; por sí mismas no constituyen una forma independiente de vida. Para que se den gemelos, una célula debe ser separada del resto y por lo tanto una nueva entidad es formada. Esto puede ser considerado una forma inusual de reproducción asexual. El término individuo no es sinónimo de indivisible. El preembrión constituye un individuo formado por células totipotentes porque constituye una unidad integrada en estructura y función. Si una de las células se separa, esta también constituye una unidad integral en sí misma y por tanto es un nuevo individuo. La relación próxima que existe al comienzo de la vida constituye una forma especial de relación fisiológica que cambiará a través del desarrollo. Lo que esta evidencia demuestra es que durante las primeras divisiones la información para dirigir el desarrollo 7 Ver J . C . CROSS, Z . WERB, and S. J. F1SHER, "Implantation and the Placenta: Key Pieces of the Development Puzzle ." Science, 266 (1994): 1508-1518, pp . 1510-1513 . K [bid.. pp . 1514-1516. 9 Ver D. P. 8ARLOW, "Gametic Imprinting in Marnrnals." Science , 270 (1995) : 1610-1613 . lO lbid., p. 1611. 266 REVISTA C HILEN A DE DER ECHO [Vol. 28 completo está presente en cada célula, así como en el preembrión entero. Biol ógic ament e, la totipotencialid ad se pierde a ca usa de un proce so de metil ación que sil encia ciertos genes en cada célula que se diferencia. Este proceso de metil ación está controlado por gene s que ya están pre sent es en el cigoto!' . Más aún, se ha demostrado que la forma ción de ge melos puede ocurrir también más tarde dur ante el desarrollo, dos o tres meses despu és de la fecund ación, así que algunas células del embrión son tod avía totipotentes en este estada' {. En resumen , no hay razón para con siderar al cigoto com o una entidad diferente del embrión . Es un hecho que se form a una vida humana con una única con stitución genética en el proce so de la fecund ación. El huevo fecund ado es un individuo humano único con 46 cromoso mas diferent es en conjunto de los que se encu entr an en el padre y en la .madre y con el suficiente suplemento de moléculas morfo genéti cas para controlar el comienzo del desarrollo. Ningún otro hecho biológico del desarroll o se puede decir que sea el mome nto del co mienzo de un nuevo ser. La singularidad de la fecundaci ón reside en el hecho de que requi ere la unión de dos entid ades, las células germinales, que pertenencen a dos seres diferentes, el padre y la madre , las cuales por sí misma s no tienen el poder de dirigir el crec imiento y la diferen ciación, pero sí cuando están unidas. La implantación solamente señala la suficiente estabilidad como para garantizar el desarrollo. Toda vida de cualquier ser viviente parte de una célul a. La célula es la unid ad de la vida; ¿cómo no habría de ser así también en el ser humano? Cualqu ier especi e entre los seres vivo s est á definida por su constitución genética o genoma; tambi én , por tanto, el ser humano, cuyo genoma completo se hall a pre sente en el cigoto. EL PROBLEMA FILOSÓF ICO Y TEOLÓGICO Al definir al ser humano como per son a entramos en el campo filosófico. Existe el probl ema de que al haber la filo sofía defin ido al ser humano como per sona por sus ca racterísticas , naturalmente la tendenci a es a buscar cuándo aparecen estas características biológicamente y así determinar cuándo se da el estatuto de persona en el desarrollo. Está cl aro que el conc ept o de person a hum ana es una con strucción conc eptual con mucha s valencias. Vari as han sido las definiciones que se han dado acerca de lo que es el ser humano, lo que denota la dificultad de encasillarlo de una form a racional. Cito como significativas las siguientes : para Platón, el ser humano es animal sociable, capaz de ciencia l 3 . Para Ari stóteles, el ser hum ano es animal racional y está con stituido por alma y cuerpo; el alm a es principio de las funciones nutriti va, sensitiva, la mental y el movimiento del cuerpo !". Para Santo Tom ás, la inteligencia es el con stitutivo esencial que define a la persona, siendo esta con siderada como una unidad substancial de alma y cuerpo'>, Para Descartes, el ser humano es un ser con conciencia inmed iata, un ser con pensarnientc l". Para Kant , es fin en sí mismo , no puede ser adoptado únicamente como medio !", Para Wittgenstein, es un animal simbólico, capaz de crear lengu aje! ". Si tomamos, por ejemplo, la definic ión de persona humana que ha dominado por siglos de ser un ser racional, nos encontramos que el filosofo puede tomar di versas vías de interpret ación para definir el momento en que el ser humano adquiere el estatuto de persona, lo que reflej a la ambigüedad de las defin icione s: la naturale za del ser hum ano es racional y está presente desde el principio, aunque no sea visible; a los 14 día s, cu ando se forma el rudimen- Ve r A. E . H. EMERY', Elements of Medical Geneti cs (New York : Chu rch ill Livingston e, 1983). p. 103. Ver K. D AW SO N. Emb ryo Expe rime ntation (New Yo rk: Cambridge Univ er sit y Pre ss, 1990 ): p. 58: y K. L. M aa RE. TlIe De vel oping Hum an (Philade lphia : W. B. Sunders Co., 1982), p. 133. 13 Defin iciones. 415 a. 14 De anima. 11 ,1 ,412 A 29 . 43 -44: 11, 412 B 13-15 . 15 11 Sentencias. d. l . q. 2, a. 4. 16 Meditaciones. 11. 17 Fundament aci án de la Metafísica de las Costumbres , 11. 11 12 2001] RODRÍGUEZ: DERECHOS DEL CIGOTO 267 to del sistema nerv ioso; a los dos meses, cuando apare ce el primer registro de actividad eléctrica ce rebra l por medio de un electroencefalograma; a los ci nco meses, cuando el ce rebro posee el sustrato necesario para rea lizar funcio nes co mo las se nsaciones, la memoria, o el .aprendizaje: un cierto tiempo después del nacimiento, cuando el niño adq uiere conciencia de su propia existe ncia; a los siete año s, cuando se dice que el niño adq uiere uso de razó n. También se justifica el aborto eugenésico po r razones genéticas por medio de la filosofía. Para alg unos autores, e l feto es titu lar de un derecho firme a la vida so lo si posee la pote ncia lidad de co nvertirse en un ser autoconsciente, ca paz de autodeter mi nació n y de libre actuación , cosa que no se da en num erosas enfe rmeda des gen éticas!", Las definic iones filosóficas al ser red uctivas confunden, porque se defi ne al ser humano por una de sus características y dependiendo de cuándo en el desarrollo aparece la misma, tenemos que el momento de l desarrollo en que pasa a ser persona humana, depende de la definición que se dé , de la característica elegida para defi nir a la persona humana. De esta manera cae mos en el abs urdo de que el co ncepto de persona humana es arbitrario. Esta arb itrariedad da paso al per misiv ismo mora l y a la ca ntidad de abusos que se permiten co n el no nacido. La personi ficación de l ser hum ano no puede ser algo que se adq uiere durante el desarro llo, sino algo co nsti tut ivo al ser hu mano. Otra dificu ltad es de origen teológico; par a las religiones el estatuto del embrión depende de la animación. Se da una animación de origen divino que hace al ser humano ser persona y es to es algo añadido en el desarrollo; el momento de esta animación es arbi trario, dependiendo de la escue la teo lógica de pensamiento. Se dice que "si el embrión posee un alma , pasa de una vida bio lógica a una vida hum an a o per son al y todo lo que atente co ntra su integridad es co nsiderado un crimen ; si es inani mado, la prohibición subsi ste, hay que res petar la vida concedida por Dios, pero la fa lta es me nos grave'?" , Esta menor gravedad pue de llevar a alg unos a justif icarse en su elección por el aborto si no hay una claridad sobre la animación o no de l embrión. La Iglesia católica es la única que respeta al embrión como una persona humana desde la concepción o formación de l cigoto, y esto ha sido un hecho relativamente reciente>' . En las demás rel igio nes hay diver sas corrientes de interpre tac ión-t. Para ciertos musul manes transc urre n 40 días antes de que el embrión reciba el espíri tu ; par a otros pasan 120 días; esto lleva a que algunos acep ten el abor to antes de los 40, días. Los judíos admiten la practica de l d iagnóstico pre natal y el abo rto también antes del día 40, y en genera l muchas familias busc an la opinión de l rabino, que es el que decide. Los cristianos protestantes estiman que cada caso es particular y que es la pareja la que debe decidir. En cuanto al budismo, lo esencial es ev itar el sufrimiento; para el Dalai Lama "el aborto está permitido tratándose de una madre en cinta que arriesgaría su vida durante el parto o que daría a luz un hijo co n un grave imped imento. EL CIGOTO y LA PERSONA DESDE UNA PE RSPECTIVA METAFíS[CA Rielo nos da una definición de persona hu mana que resuelve el prob lema que se ha dado en las definiciones históricas de defi nir al ser humano por sus características, lo cua l lleva a una lista inter minab le: an ima l racional , social, ca paz de hacer cie ncia, con co nciencia, capaz Essay 0 11 Man, 11 . Ver H. LILlE. " Aborto Eu gen ésic o". en Biotecn ologta )' Derecho. Perspect ivas ell Der echo Comparado. ed. C. M. Rome o Ca sab an a (Cá ted ra de Der ech o y Genoma Hum an o. Universid ad de Deu st o , Bilbao y Editori al Co rnares , Granada . 199 8). p. 188. 20 Ver FRYDMA N. R.• Dieu, la M édiclne et l' embryon (P aris, [997). 21 El Magisterio ha aseg urado que la vida huma na es sagrada a ca usa de qu e desde e l comie nzo inte rvie ne la acci ón creadora de Dios. Ver PAPA P{O X II. Encíc lica Humani Generis : AAS 42 (1950) 575 . PAPA JUAN XX III. Encícli ca Mat er et Magistra, m: AAA 53 , ( 1961) . 447. PAPA PABLO VI, Encícl ica Professi o Fidei: AAS 60 (1968) 4 36 . 18 19 26 8 REVISTA C HILE NA DE DERECHO [Vol. 28 de hacer objetos arti ficia les, comunitario, capaz de cre ar rel acione s de producci ón , simbó lico, etc. Para Rielo, metafísic amente hablando-", es claro que si hemos de definir a la pers on a, no podemos hacerlo recurriendo a la per son a en sí misma o a algún as pec to de la misma. Si elegimos lo primero, ten emos una definición tautol ógic a que care ce de informaci ón . Si ace ptamos lo segundo, hemos reducido a la per sona solo a un a de sus propied ade s o ca pac idades . Est as dimanan de al go más pro fundo que con stituye esencialmente la per sona. Y es que el se r hum ano es + que sí mismo. ¿De dónde, si no, le viene la ca paci da d de superarse, de ava nzar , de cre cer, sino de es e "+ que sí mismo "? Algo hay en la per son a que es irreduc tible a ser manipul ada por leyes físic as y químicas: est e "al go" es lo que hace a la pe rsona " más qu e materi a."¿Qué es ; en definitiva, este "s er + que " materia, psicología, mor al, sí mismo? Qui zás la respuest a esté en la afirmación de que la per sona es un "es píritu enc arn ad o" . Pero ¿en qu é con si ste la noc ión de espíritu ? ¿Cuá l es su co nstitutivo? ¿Có mo evitar qu e sea una noci ón tautológica y quede, por tanto, "bien form ad a"? ¿Cómo de fender se del materi ali sm o reduccion ista, en que si no decimos algo más, el espíritu ser ía resultado de la evoluci ón de la materia al ig ua l que cu alqu ier otro as pecto del ser human o, todo surgi do de la programaci ón del cigoto al unirse óvulo y es permatozo ide? . Si la pe rsona human a no puede definirse por un a pseudorrel ac ión tauto lógi ca , ni por algo inferior a su co nstitutivo esencial , debe ser defin ida en orden a algo tran scend ente que sa tis fa ga su aperturidad tra nsbio l ógica, ética, soc ial. .. Esta ape rturidad no pued e se r satisfecha, si no en rel ación con un Alt er tran scend ens que , creándole y form ánd ole , in habita co n su div ina presencia su con stitución profunda. El Géne si s da una defini ción transcendental del ser humano revel and o qu e és te es " ima gen y semeja nza " del Ser Di vino . Si esto es así , el Ser Di vino le está co nstituyendo ontológ ica mente; esto es, inh abita con stitutivam ente form ánd ole a su "ima ge n y semejanza". Este hecho está confirmado por Cri sto cuando interpela a los judíos: "¿ No está escrito en vuestra ley : Yo he dicho dio ses sois?" (Ju an lO, 34). Cri sto, sie ndo únic a Di vinidad con el Padre y el Espíritu Santo , nos llama dio ses. Rielo interpreta esta fra se del Evangelio como que hay un act o de Dios en cada uno de los seres humanos que nos con stituye como per son as; esta es la presencia constitutiva. Ya la Escolástica habl ab a de los modos de presenc ia divin a-"; sin emb argo, esto s modo s de prese ncia no definen al ser humano, ante s de recibir la llamada "gracia santifica nte" recib ida por el bauti smo , com o ser personal; e sto es , no hay distinción en ord en a es tos mod os de. presencia div ina entre una per son a sin bautismo y una piedra o un árbo l. Sin embargo, la divina pre sencia con stitutiva form ante de la per son a define al ser hum ano desde el mism o proceso de la fecundación , esto es , antes de pert enecer a ninguna reli gión . Ha de ser en la fec undación o form aci ón del ci goto porque la presencia de Dios es con stitut iva al se r hum ano y por tanto está ahí mientras haya ser hum ano. Y es precisamente es ta divin a pre senci a con stitut iva la que posibilita al ser humano para recibir la graci a sa ntifica nte, cosa qu e es imposibl e a un árbol o a un cab all o-" . E sta divina presen ci a co nstitutiva hace del se r hum ano " perso na". Ver S. BOUKH ARI, Dios. la Genética y el Embrió n (2000) . Fe rnando Riel o dis ting ue met afísica de on tología : co n e l co nce pto de met a física se sig ni fica la rea lidad abso luta ad-intra de las per son as div inas en las propi as personas di vinas y por las pro pias per son as di vinas; co n el con cept o de onto logía. la real idad mi-extra de las perso nas di vin as en la persona hu man a por las propias perso nas div inas. Par a un es tudio de la metafísi ca y de la es truc tura antro po lóg ica de l ser hum an o segú n Fe rna ndo Riel o. ver " Hac ia un a Nueva Co nce pc ió n Met afísica de l Se r" y "Concepció n Ge né tica de lo que no es e l Sujeto Abso luto" pu bli cad as e n ¿Existe una Filosofía Españolu? y e n Raíces y Valores Histór icos del Pensamiento Españo l (E .F.R.. Cons tantina , Sevilla. 1988 y 1990 res pec tiva me nte) . Y F. RIELO. Tratam iento Sicoé tico en la Educació n (E .F.R .. Nue va York . 199 6). 24 S ANTO TOMÁS en la Suma Teológica ye n Sen t. Id. 37 q .1a.2 d istingu e tres grados de prese nc ia de Di os e n las cr iaturas : a) De inm en sidad. comú n a tod as las cr iaturas (po r ese ncia. por presen ci a. por poten c ia); b) sus ta ncia l (inhab itac ió n de Dio s e n e l alma por la gracia); e ) De uni ón o per son al (unió n hip ost ática ). 25 La grac ia del Baut ismo tien e la propied ad de acti var la presen c ia cos ntit utiva de for ma que se empre nda el ca mino de la sa ntida d a la qu e no s llama C ris to; sa nt idad qu e e n últ im o términ o es uni ón ple na co n Él. lo qu e no pu ede darse en un no bauti zad o . 22 23 2001] RODRÍGUEZ: DERECHOS DEL CIGOTO 269 La divina pre sencia con stitutiva, formante del espíritu humano enc arnado, sea cual sea el es tadio biol ógic o en que esta "ca rne" se encuent re, hace que el ser humano sea "persona", la mism a per sona de sde la fecundación del óvulo por el espermatozoide, que en estado de feto , niñez, juventud, vejez. Si se quitara est a definición de per sona, neces aria desde la fecundación, habría que acudir a definiciones puramente convencionales, que cambiarían según los movimientos de los intereses. Basta la promulgación de una ley convencional par a que "e sto que no se sa be qu é es" sea considerado a partir de ahora como per sona. Nad a más lejos de la realidad . Este convencionali smo " legista" dej a abierta la puerta a la deshumaniz ación; más aún, a la desp er son alización ; por tanto, " todo está permitido a la con vencion alid ad legista ": el aborto, la eut anasia. Dado que la divina pre sen cia con stituti va del sujeto absoluto en el es píritu de la per sona humana invalid a cualquier concepción identitátic a de persona, no hay razón ontol ógica para mantener que la di vina presencia con stituti va ocurra en cu alquier momento despu és de la fecundac ión, después del punto en que el cigoto es formado como entidad gen éti ca única . De esta forma , la ciencia y la ontología (así como el Magi sterio-") concuerdan en qu e es en la fecundación que el ser humano es constituido como persona. El carácter cambi ante de la convencionalidad legi sta hace que la génesis de la persona humana pueda dar se , según la utilidad o interés, en cualquier momento: ¿por qué no poner la personalización de la cría hum ana a los 9 años y su despersonalizaci ón a los 80 ? De esta form a, eleva do a las más altas regiones de la ontología, el ser humano desde la fecundaci ón es tá es tructurado para rel acion arse tran scendentalmenie - impl ícita o expl ícitamente- con Dios. Esta constitu ción ontológica-fili al hace a la per sona humana abierta y ont ológ icamente coloqui al con Dio s, qui en se estable ce , además, como el ún ico modelo antropológic o, epi stemológico y ético del se r hurnano -". IMPLICACIONES MORALES - CONCLUSIONES La noción de divina presencia const itutiva provee una nueva óptic a genuina para consider ar la naturaleza de per sona. Desde este punto de vista las nociones tradici onales de per son a - aut oconciencia, racionalidad , aut onomía, habilidad lingüístic a comunicativa, capacidad moral- representan propi ed ades pertenecientes a la naturaleza cre ada de persona humana que, formada por la di vina pre senci a con stitutiva del suj eto absoluto, y aparte de imp ediment os naturales, se manifiestan en los diferentes estados del desarrollo. Es pre cisamente esta divin a pre sen cia con stitutiv a en el cigoto desde que la fecundac ión ha tenido lugar - y no las propiedades lingü ísticas-cognitivas-volicionales- que la persona se con stituye ontológicamente.". Este hecho hace al ser humano persona abierta a la vida , a la nue va vida que adviene y con la cual le liga una relaci ón estrecha: paternidad/maternidad-filiación. Si el hombre y la mujer se definen por su aperturidad ontológica, el acto por el cual se verifica la generación tiene que estar genéticamente abierto a la vid a. Su imposibilitación o interrupción con stituyen un desorden gen ético. Desde esta perspectiva, todo s los argumentos presentados en favor del abo rto -a con secuencia de violación o incesto , o del deseo de evitar el nacim iento de un ser deformado o imp edido, o de con sideraciones personales deb ido a cargas físicas, emocionale s o económicas ge neradas a cau sa de lle var a término el proceso de gestación o por ser el 2fi Ver PAPA pro XII , Encíclica Human i Generis: AAS 42 (1950) 575 . PAPA JUAN XXIII, Encíclica Mater et Magistra, 111 : AA A 53 , (19 61 ), 447. Pap a Pablo VI, Enc íclica Professio Fidei : AAS 60 (196 8) 43 6. 27 F. RIELO, Hacia 11//(/ Illlel'a concepci án metafísica del ser . p. 132; para la cu estión epistemológic a ver ibid ., pp. 132- 36; para la cues tión ética ver "C oncep ción ge nética de lo que no es el suje to abso luto", pp. 130-134. 28 Esto es en co ntra de aq uellos qu e, co mo Mary Anne Warren, co nsideran que la ause ncia de tales crit er ios j ust ifica e l abo rto; ve r WARR EN, "The Moral and Legal Status of Abortion .' The Monist , vo l. 57 , N" I (Janu ary 197 3); y Michael TOOLEY, qui en. ade más, co ns idera e l inf anticid io j ustifica ble; ver To o LEY, " In Defen se of Abortion and lnfunticid e.' en The Problem 01 Abo rtion, ed. Joel Feinberg (Be lmo nt, CA: Wadswor th Publi shing Co.• 19 84 ). 270 REVISTA C HILEN A DE DERECHO [Vol. 28 embri ón o feto port ador de en fermedades genéticas- no tienen ju stificación moral. Debido a que la úni ca form a de separar el feto del vientre de la madre antes de su viabilidad es destruyénd olo. el derecho del no nacido a su propia vida debe ser con sid erado por encim a del de recho de la madre a su propio cuerpo-". El no nacido debería -independientemente de su estado de desarrollo- ser sujeto de derechos al igual que lo es el recién nacido o el adulto, y debería de proporcionársele mayor protecci ón dada su mayor debilidad y vuln erabilidad. Podríamos añadir toda una lista de derechos debidos al cigoto por ser persona humana: derech o a la vida, a desarrollarse y ser implantado, a no ser sometido a rie sgo s innecesarios co mo la con gelaci ón , a no ser sometido a prácticas de investigación si no es par a su propi o provecho, a se r respetado y protegido, a no ser dañado, a terapia y prevenc ión si aparece alguna malformación o enfermedad dur ante el desarrollo, a un ambiente materno sa ludable. La magnitud del daño que es pro vocado al abortar un feto, es mayor qu e cu alquier otro daño que pudiera infli gir se en el adulto, dado que el valor de la vida es mayor en el no nacido por ser priv ado de su futuro, que incluye su experiencia, proyectos, actividades-", y debido a que es completament e indefenso. De la misma forma que hay leye s que prot egen al reci én nacid o, . debería de haber leye s que protegiesen al no nacido>'. 29 Ver Ba ru ch BRODY, "T he Mo rality o f Abort ion ," e n Ab ortion and th e San ctity of Human Lif e : A Phil os oph icul Vie\l' (C ambrid ge, MA: MIT Pre ss , 1975) . En est e artícul o Brody da una det allada respu e sta a la defen sa de Judith Jar vis Thomas del derecho de la mujer embarazad a a su cu erp o qu e ca nce la cu alqui er po sibl e derech o qu e e l fe to pudi era ten er ; ve r su " A Defen se of Ab ort ion ,' Ph ilosoph y and Publ ic Affa irs , vo l. 1 ( 197 1): 47-66. .10 Ver Don MARQU IS, " Why ab or tion is Inm or al ," The Journ al of Ph ilosop hy , vo l. 86 , N° 4 (a bri l 1989). .11 Ken MARTYN, "T ec hno logica l Advances and Roe v. Wade: Th e Need to Rethin k Abor tio n Law," e n VeLA La w Re vie w 29,5-6 (j unio-agosto 19 82): 1194- 12 15.