49° ca, no transmitirían, pues, los impulsos a las células y fibras

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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
49°
ca, no transmitirían, pues, los impulsos a las células y fibras centrípetas
con las que se relacionan (fibras centrípetas del nervio óptico, de la
•cintilla olfatoria y del eje bulbo-espinal), sino que se limitarían a permitir la comunicación nerviosa con estas células y fibras centrípetas de las
otras centrífugas, cuyo papel hasta ahora era desconocido (fibras centrífugas del nervio óptico y de la cintilla olfatoria y descendente de Marchi
o rubro-espinales de la
medula).
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Detallaré la aplicaA'
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de mi hipótesis a
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SENTIDO ÓPTICO.—En
la retina (fig. 2), la coFig. 2.
municación (inducción
o corriente) se establecería entre las ramificaciones descendentes de los
espongioblastos (B'l, células que reciben fibras centrífugas (a), y las ramificaciones ascendentes de las células ganglionares (C), que emiten fibras
centrípetas (ó). El espongioblasto sería la «última neurona centrífuga»,
y la célula ganglionar sería la «primera neurona centrípeta». La célula
bipolar (D') cuya expansión inferior, también ramificada, viene a interponerse entre aquellas dos ramificaciones, sería la «célula interpuesta»,
cuya función (realizada por cambios amboidicos o tal vez por cambios
de signo) sería determinada por el influjo de la célula receptora. Las células de cono (A ) y de bastón serían las «células receptoras específicas».
Las fibras nerviosas centrífugas o positivas serían indiferentes, pero
las centrípetas o negativas serían específicas; quiero decir que irían a
parar a centros cerebrales determinados, cada cual para un color. La
primera célula centrípeta podría poseer neurofibrillas de todas clases;
pero las correspondientes a un determinado color ocuparían las mismas
dendritas y se relacionarían con las conectoras de igual carácter, es decir,
correspondientes a los conos excitables por el mismo color. De este
modo, la excitación específica de los conos provocaría la actuación de la
correspondiente conectara y, por tanto, la comunicación entre las células
centrífugas indiferentes y la «correspondiente» centrípeta específica. En
cuanto a las bipolares para bastón, por aplicarse no sobre las ramas,
sino sobre el cuerpo de la primera célula centrípeta, poseedora de toda
suerte de neurofibrillas específicas, influiría sobre todas por igual, produciendo por esta razón la sensación de luz blanca.
Nada tiene de particular que el nervio óptico contenga muchas más
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