Discurso Carlos Conde - Universidad Politécnica de Madrid

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Discurso de Carlos Conde
Rector de la UPM
Como fácilmente comprenderán, en este acto que formaliza el relevo al frente del rectorado de
esta universidad son muchos los sentimientos y emociones que conviven en mi cabeza.
Déjenme por ello que comience agradeciéndoles a todos ustedes que nos acompañen en
estos momentos. A cambio de la amabilidad que me dispensan, intentaré no robarles mucho
tiempo aunque, como es lógico, si quisiera compartir algunas de las sensaciones que ahora
tengo.
Empezando por el terreno de lo más personal, les aseguro que valoro enormemente el honor
que representa haber obtenido el respaldo de esta universidad. Por ello, en primer lugar quiero
trasladar mi agradecimiento más sincero a todos los miembros de la comunidad universitaria
por su participación en el proceso electoral.
A las personas que me ayudasteis durante la campaña, os agradezco vuestra implicación, pues
sabéis que habéis sido esenciales para poder concretar y transmitir nuestro programa.
Disculpad que no os cite uno a uno pues sería una lista demasiado extensa para un acto como
este. Pero estad seguros que a todos os llevo en mi corazón.
A los estudiantes, personal de administración y servicios y al personal docente e investigador
que me otorgaron su voto, les agradezco sinceramente su confianza en el proyecto con el que
concurrí a las elecciones, y les garantizo que me propongo desarrollarlo pese a los escenarios
cambiantes que se están produciendo en los últimos tiempos.
A los que optaron por otras alternativas, también quiero felicitarles por haber propiciado la
discusión y análisis de otras propuestas, como corresponde en una institución universitaria. De
manera muy especial, permítanme transmitir mi respeto y felicitación a los profesores Cisneros
y Maldonado por el alto apoyo que recibieron sus propuestas. Mi agradecimiento por haber
realizado planteamientos alternativos para la consideración de las personas que formamos esta
universidad.
Y, ¡cómo no! un entrañable agradecimiento para mi familia y los muchos amigos ajenos a la
universidad que, como siempre, estuvieron ahí, transmitiéndome ánimo con su cariño, y
serenidad con sus conversaciones, convirtiéndose en una especie de sanedrín sobre la actitud
personal con la que encaré el proceso electoral.
Pero aún mayor que la sensación de gratitud por el honor que representa ser Rector de esta
Universidad, es el sentimiento de responsabilidad que me transmite acceder a este cargo.
Créanme que ello me hace valorar aún más, si cabe, la labor que desarrollaron los cinco
rectores que, durante los 41 años de vida de esta universidad me precedieron en este puesto:
los profesores D. Pío García-Escudero, D. José Luis Ramos, D. Rafael Portaencasa, D.
Saturnino de la Plaza y D. Javier Uceda. Todos ellos han contribuido a que la UPM sea hoy la
universidad que somos. Muestra del reconocimiento de la comunidad universitaria a su labor,
son los retratos de los cuatro primeros que adornan las paredes de este Paraninfo, a los que se
unirá el del Rector Uceda en un futuro.
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Permítanme en este punto tener un cariñoso recuerdo para el profesor Rafael Portaencasa, al
que su delicado estado de salud le impide estar acompañándonos como seguramente hubiese
sido su deseo.
Desde la creación de la Universidad Politécnica de Madrid en 1.971, integrándose en ella las
Escuelas del ámbito de la Ingeniería y Arquitectura entonces existentes, y a las que
posteriormente se sumaron los Centros que imparten estudios de Informática y de Ciencias del
Deporte, hemos pasado por muy diferentes momentos. El buen hacer de todas las personas
que han trabajado en nuestros Centros, la alta calidad de nuestros estudiantes y su excelente
desarrollo profesional ulterior, así como la intensa colaboración con otras instituciones y
entidades del ámbito empresarial, de la educación superior y de la investigación, han
contribuido a formar una universidad reconocida en el ámbito nacional e internacional.
Manteniendo siempre el espíritu inicial de vinculación con el ejercicio de la profesión de
Ingeniero y Arquitecto, la UPM ha sabido abrirse a nuevos escenarios y adaptarse a los
cambios que se han producido en las décadas pasadas. Institucionalmente hemos cambiado
mucho y hemos aprendido también mucho. Por ello, sabemos cómo afrontar el futuro por
complicado que se pueda vislumbrar.
Si bien desde 1975 he sido testigo de esta evolución, he tenido la fortuna de poder vivirla en
primera línea durante los últimos ocho años, integrado en los equipos de gobierno del Rector
Uceda. De él, del Rector Uceda ,¿qué les puedo contar que no haya sido dicho ya en los
distintos actos que en su honor han sido realizados? Nos deja un poco huérfanos, pues a nadie
se le escapa su pasión por la UPM, su extraordinaria visión del sistema universitario español,
su apuesta decidida por modernizar la universidad, impulsando la actividad docente e
investigadora tanto en los ámbitos clásicos de la tecnología como en otros emergentes, o su
apuesta decidida por internacionalizar esta institución que ha dirigido durante sus dos
mandatos. Si a ello se le suman sus extraordinarias dotes de liderazgo, su habilidad para
enfocar los problemas desde sus distintas facetas, su comprensión para integrar opiniones y su
gran capacidad de trabajo, tendrán probablemente las líneas maestras de un magnífico Rector
Magnífico de Universidad.
Pero, querido Javier, quienes hemos tenido la suerte de trabajar más directamente contigo,
sabemos que a ello se le debe sumar tu gran humanidad, el interés que siempre has
manifestado por lo universitario y por las personas que conforman la universidad, y tu
exigencia hacia el trabajo, que combinas con el respaldo de cuantos te hemos acompañado en
estos ocho años.
Al integrarme en tus equipos rectorales, me diste, además, la oportunidad de conocer y
colaborar con excelentes personas, de un alto nivel profesional y de una calidad humana
excepcional. A ti, rector Uceda, y al resto de los miembros de tus equipos, así como a sus
colaboradores, quiero trasladaros también mi más sincero agradecimiento, por vuestro trabajo
en el progreso de la Universidad Politécnica de Madrid y por la amistad con la que me habéis
honrado en estos últimos años.
Señora Presidenta, la actividad de toda nuestra comunidad universitaria ha mantenido a la
Politécnica de hoy como la universidad española que más recursos capta a través de sus
actividades de cooperación con el sector empresarial, y en la obtención de proyectos de
investigación vinculados a los Programas Marco europeos.
En los últimos años hemos desarrollado el Parque Científico – Tecnológico, integrando en él
Grupos, Centros e Institutos de Investigación. El Parque se está mostrando como un
instrumento extremadamente eficaz para proyectar la Universidad en distintos rincones del
planeta. En él se investiga en la vanguardia de distintas tecnologías aplicadas a campos muy
diversos como el sector aeroespacial, la automoción, la optoelectrónica, la domótica, la
supercomputación, los nuevos materiales, la biotecnología o la ingeniería biomédica, por citar
sólo algunos. Muchos de estos Centros han sido creados con la participación y el apoyo de
otras entidades, en lo que es un nuevo marco de cooperación entre diferentes instituciones.
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La alta participación de muchos profesores de la UPM en la red de Institutos Madrileños de
Estudios Avanzados (IMDEA), o la obtención de dos reconocimientos como Campus de
Excelencia Internacional, uno propio y otro conjuntamente con la Universidad Complutense,
son sólo dos muestras que avalan el intenso esfuerzo realizado para fomentar y apoyar las
tareas investigadoras que realiza nuestro personal.
En los próximos años nos proponemos reforzar esta actividad, impulsando además, mediante
alianzas con instituciones extranjeras, la apertura de Centros conjuntos, ya sea en nuestras
instalaciones ya sea en otros países. Dos ejemplos de ello son el que próximamente se abrirá,
junto con la UPC y la Universidad de Shanghai, en el ámbito de la Ingeniería de Materiales o el
que para la mejora de biocombustibles se está proyectando en Campinhas, en colaboración
con la universidad de dicha ciudad y con Repsol.
Asimismo, está previsto el inicio de nuevas iniciativas científico-tecnológicas que aglutinen a un
alto número de personas de ésta y otras universidades. Entre ellas, destaca la denominada
“Ciudad del Futuro”, que persigue agrupar a investigadores de distintas disciplinas en torno a la
evolución de las ciudades desde el punto de vista demográfico, social, urbanístico,
arquitectónico y tecnológico.
Las actividades de investigación también se han visto impregnadas de nuestro espíritu
politécnico, en el que es fundamental la colaboración con el sector empresarial, siendo
creciente año a año el número de patentes desarrolladas por el personal de esta universidad y
el de empresas de base tecnológica creadas en los últimos años dentro de nuestro programa
de fomento del emprendimiento. Creo que este tipo de actividades, en las que estamos a la
cabeza de las universidades españolas, son de alto interés social y, aún más, en los tiempos
actuales, por lo que su impulso también continuará siendo objetivo de esta Universidad.
El esfuerzo investigador ha ido acompañado también de una amplia transformación de la
docencia. Así, la Universidad Politécnica de Madrid, de forma similar a lo sucedido en las
demás universidades españolas, ha transformado profundamente su oferta académica,
adaptándola a las directrices del Espacio Europeo de Educación Superior. Se han implantado
nuevas titulaciones oficiales de Grado y Máster con una alta demanda que cubre la oferta de
plazas realizadas. Y en lo referente al doctorado, se ha producido una reducción en el número
de programas ofertados, lo que ha permitido incrementar la eficiencia de los mismos,
aumentándose un 22% el número de las tesis defendidas en 2011, con respecto a las que se
presentaron cuatro años antes.
Pero es esta una reforma aún inacabada pues, además de faltar aún la implantación de los
últimos cursos en los grados y la extinción de los planes de estudios anteriores, todavía tiene
pendiente el desarrollo de las titulaciones de Máster que habilitarán para el ejercicio profesional
de la Ingeniería y la Arquitectura, y la puesta en marcha de una Escuela Doctoral, por citar tan
sólo algunos de las tareas a acometer en esta nueva etapa.
Debe señalarse además, que la transformación docente no se ha restringido a los aspectos
relativos a la oferta académica. También se ha realizado en las formas de enseñar y de
aprender, persiguiendo el incremento continuo de la calidad de nuestros procesos formativos.
Los cambios metodológicos iniciados en la docencia son de un calado análogo al producido en
la ordenación de los planes de estudios. Prueba de ello es la mejora en los resultados
académicos que ha tenido lugar en los últimos años, en paralelo a la implantación de los
nuevos grados. El apoyo a la actividad docente, que no siempre ha sabido reconocerse como
debiera, también será objeto de atención preferente en el futuro próximo.
Perseguimos, en resumen, ofertar a nuestros estudiantes la mejor de las formaciones posibles,
para que, en esta época llena de incertidumbres, tengan las mejores oportunidades para su
desarrollo personal y profesional. Y en ello, la participación en los procesos formativos de
profesionales que desarrollan su labor en la empresa es esencial para esta universidad.
La Universidad Politécnica de Madrid, con el apoyo de la Consejería de Educación, y de la
ACAP, también ha sido pionera entre las universidades públicas españolas en la acreditación
internacional de titulaciones universitarias a través de la agencia de acreditación
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norteamericana ABET. El convencimiento y apoyo personal que mostré como vicerrector en la
conveniencia de estos procesos, se ha consolidado y me propongo iniciar la extensión este tipo
de acreditaciones a la totalidad de las titulaciones de esta universidad.
También hemos avanzado mucho en la modernización de los procedimientos de administración
y gestión, así como en la mejora continua de los servicios que presta la universidad. La
implicación de nuestro personal de administración y servicios en el apoyo a las actividades
docentes e investigadoras se ha venido desarrollando con una excelente profesionalidad y una
alta dedicación. Pero nuevamente, se trata de una reforma empezada y aún no finalizada, que
deberá impulsarse en los próximos años, para culminar procesos tales como la administración
electrónica o la implantación de sistemas de contabilidad analítica. En esa búsqueda de una
mayor eficiencia será esencial el trabajo de nuestro Personal de Administración y Servicios.
Asimismo, en el sector de los estudiantes ha habido cambios notables que se intensificarán en
los años venideros. De los 40.000 estudiantes que cursan titulaciones oficiales en la
Universidad, cerca de 36.000 están inscritos en titulaciones de grado, estando cursando el
resto estudios de Máster y Doctorado. Este reparto previsiblemente se verá modificado en los
próximos años con la implantación de las titulaciones oficiales de Máster que habiliten para el
ejercicio profesional de la Ingeniería y de la Arquitectura, y que conllevará un rápido incremento
de los estudiantes de postgrado.
Nuestros estudiantes saben que, buscando su mejor formación, somos una universidad
exigente. Esto, junto con la dificultad inherente a nuestras disciplinas, hace que a pesar de la
mejora producida en los últimos años, aún considere altas las tasas de fracaso escolar.
Institucionalmente, soy consciente de que debemos realizar cuantos esfuerzos estén en
nuestras manos para mejorar esa eficiencia sin renunciar a la buena formación de nuestros
alumnos. Pero, como sucede en titulaciones de Ingeniería y Arquitectura ofertadas en otras
universidades, debe reconocerse que aún son pocos los estudiantes que logran superar en un
solo año todas las materias que configuran cada curso de nuestros planes de estudio.
En síntesis, creo que la Comunidad de Madrid tiene un sistema universitario de alta calidad y
que esta Universidad ha venido contribuyendo a ello con su actividad pasada. La propuesta
que recoge el plan de actuación que me propongo desarrollar en los próximos años persigue
profundizar en los aspectos anteriores, realizando la necesaria adaptación al nuevo marco
económico y social en el que hoy nos desenvolvemos. En cualquier caso, queremos contribuir
al progreso social a través de lo que sabemos hacer: proporcionar formación universitaria de
alto nivel a los ciudadanos y desarrollar actividades de investigación y transferencia
tecnológica.
Para ello, es esencial continuar contando con un apoyo decidido de nuestras autoridades y con
la cooperación y respaldo de las entidades que con nosotros colaboran, profundizando en un
nuevo modelo de relación con empresas e instituciones, fortaleza tradicional de la UPM, y en
el que, siguiendo el ejemplo de algunos de los Centros de Investigación a los que antes me
refería, se sustituya la colaboración puntual en proyectos concretos por el establecimiento de
alianzas estratégicas más estables.
Soy consciente de la preocupante situación económica que atraviesa nuestro país y de la
austeridad necesaria en los próximos años. Pero debiéramos evitar las salidas fáciles, basadas
en el “resistir y aguantar el temporal”, pues perderíamos ocasiones para ser competitivos en el
marco global en el que desde hace tiempo estamos.
No me corresponde a mí hablar en nombre de los rectores de las universidades españolas, ni
es éste el momento adecuado para ello. Pero todos somos conscientes de la preocupación
creciente que existe en el seno de nuestras comunidades universitarias. Asumimos la
austeridad económica como inevitable. Pero deberíamos esforzarnos en que ésta no
menoscabe el servicio universitario público. Como señala el comunicado que la CRUE emitió a
comienzos de mayo, los universitarios creemos en la importancia del diálogo entre autoridades
y representantes universitarios para abordar estas reformas. Por la influencia que puede tener
en nuestras actividades, especialmente importante debe ser el diálogo en torno a dos temas
que se me antojan espinosos: el incremento de tasas que se está planteando y la incidencia
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que en los recursos humanos pueden tener las medidas recogidas en Real Decreto-Ley
14/2012.
Junto a los ajustes de tipo económico, como señalaba recientemente la rectora presidenta de la
CRUE, es inquietante el daño a la reputación de las universidades que algunos mensajes
simplistas y erróneos pueden transmitir a la Sociedad. Las universidades no somos el
problema. Podemos y debemos ser parte importante de la solución.
En esta línea me resultaron especialmente interesantes las palabras que, a comienzos de este
mes, dirigía el Presidente del Grupo Santander, D. Emilio Botín, a los rectores de universidad.
En ellas, tras hacer una reflexión sobre el panorama económico español, decía:
“España tiene la oportunidad de dar un gran paso en el desarrollo de un modelo productivo que
se apoye en mayor medida en: la ciencia, la tecnología, el talento, el conocimiento, la
innovación y el emprendimiento.
Necesitamos que la universidad lidere este proceso y estoy convencido de que lo lograréis.
Porque no hay nada más ajeno al talante universitario que la resignación y el conformismo. Y
nada le es más propio, que el afán por descubrir y la actitud permanente de formar, de
transmitir, de innovar y de emprender.” (Fin de la cita)
En línea con lo anterior, esta Universidad, como estoy seguro que sucede en las demás
universidades españolas, pretende continuar con los criterios de racionalidad, transparencia e
incrementar su eficiencia. Entre otras medidas, tal cual se recoge en el plan programático con
el que concurrí a las elecciones, abordaremos en los próximos años una simplificación de
nuestras clásicas estructuras internas, continuado la aproximación de Centros ya iniciada en
años pasados y haciéndola extensiva a las estructuras departamentales. En efecto, hace años
que ya se rompió en la mayoría de las Escuelas y Facultades de la Politécnica la identificación
biunívoca entre Centro – Titulación – Profesión, siendo muchos los Centros de la UPM en los
que se imparte más de una titulación, y habiendo un alto número de titulaciones que son
impartidas por profesorado de diferentes Centros.
En todo caso, autoridades civiles y académicas, personal universitario y estudiantes, queridos
amigos, permítanme que finalice esta intervención agradeciendo nuevamente su presencia y
recordando el título de un libro escrito por Diego Medrano que sintetiza bien el estado de ánimo
con el que encaro la etapa que se inicia en esta Universidad y que es el siguiente:
“Dejemos el pesimismo para tiempos mejores”
Muchas gracias por su atención.
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