Roj: STS 8609/2011 Órgano: Tribunal Supremo. Sala Especial Sede: Madrid Sección: 61 Nº de Recurso: 7/2011 Nº de Resolución: Fecha de Resolución: 20/12/2011 Procedimiento: ART. 61 LOPJ Ponente: GONZALO MOLINER TAMBORERO Tipo de Resolución: Sentencia Resumen: DEMANDA DE ERROR JUDICIAL CONTRA AUTO FIRME DICTADO POR LA SALA 1ª DEL TRIBUNAL SUPREMO. SE DESESTIMA. Encabezamiento SENTENCIA En la Villa de Madrid, a veinte de Diciembre de dos mil once. Antecedentes PRIMERO.- 1.- La presente demanda la ha presentado la entidad Altabix S.L. en solicitud de que se declare la concurrencia de error judicial en elAuto de fecha 25 de enero de 2011 dictado por la Sala 1ª de este Tribunalque inadmitió anterior demanda de error judicial formulada por la misma demandante frente alAuto de 13 de septiembre de 2010 dictado por el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Elcheen ejecución provisional de una sentencia anterior de dicho Juzgado mientras la misma se hallaba pendiente de recurso de apelación. 2.- El antecedente inmediato de este proceso se centra en el juicio civil ordinario nº 1174/2007 seguido contra la empresa precitada ante el Juzgado de Primera Instancia nº 5 de Elche en el que la misma fue condenada a reparar los vicios y defectos apreciados en la vivienda unifamiliar de los demandantes en su condición de empresa que había llevado a cabo la construcción de aquélla. La sentencia, dictada en 12 de diciembre de 2009, contenía el siguiente pronunciamiento: "...debo declarar y declaro la responsabilidad de la mercantil Altabix 2000 S.L. condenando a la misma a reparar los vicios y defectos que afectan a la vivienda unifamiliar recogidos en el informe técnico aportado a la demanda y que se detallan en: hundimiento del patio, grietas en tabiques medianeros de jardines, humedades en el sótano, salida de humos de la cocina, inexistencia de goterones, humedades en planta superior, descuelgue de carpinterías superiores, humedades en cocina y levantado de pavimento interior, incluyendo el concurso de los técnicos necesarios para llevar a cabo las obras de reparación y el coste de las licencias precisas para ello, así como el pago a la actora de la reparación efectuada por importe de 40.661'60 euros, intereses legales desde la interpelación judicial y costas causadas...". Dicha resolución fue recurrida por Altabix S.L. ante la Audiencia Provincial de Alicante, Sección con sede en Elche, y mientras se tramitaba la apelación la parte demandante solicitó del Juzgado la ejecución provisional de aquella sentencia mediante la oportuna presentación de la correspondiente demanda de ejecución. El Juzgado acordó dar lugar a la ejecución provisional solicitada entre cuyos pronunciamientos se decía: " ...requiérase a la mercantil ejecutada por mediación de su representación procesal para que en el término de un mes, contado desde la notificación de la presente resolución proceda a iniciar las obras necesarias para dar cumplimiento al fallo de la sentencia dictada en el juicio ordinario nº 1174/2007... bajo apercibimiento de que si no lo verifica se estará a lo dispuesto en la sentencia... Contra tal decisión ejecutoria formuló la entidad condenada demanda de oposición, habiéndose tramitado el correspondiente incidente que terminó porAuto de 13 de septiembre de 2010en el que se dispuso "que desestimando la oposición formulada... debo acordar y acuerdo seguir adelante con la ejecución despachada en el auto de trece de abril dos mil diez..." 3.- Este último Auto citado es frente al que se presentó la demanda de error judicial ante la Sala 1ª con el resultado que hemos señalado en el apartado 1 de esta resolución, y es contra el Auto de dicha Sala que inadmitió dicha demanda de error judicial contra el que se formula la actual pretensión declarativa de error judicial por la propia entidad afectada. SEGUNDO.- 1.- A la demanda de error judicial presentada ante esta Sala el demandante acompañó copia simple de la resolución contra la que se dirigía, así como de todas las resoluciones anteriores atinentes al caso. Pero no fue admitida a trámite inicialmente sino que por diligencia de ordenación del Secretario se concedió a la parte diez días para que subsanara determinados defectos en ella apreciados por el Secretario entre los que se señaló el de "no aportar certificación de la resolución a la que se imputa el error, fecha de notificación de la misma, y no acreditar haber efectuado el depósito de 300 euros". 2.- La parte demandante llevó a cabo la subsanación en el plazo concedido pero, con independencia de ello, recurrió en reposición contra la diligencia pidiendo su revocación por estimar que en los procesos por error judicial no es preceptiva la constitución de ningún depósito y que tampoco es preceptiva la aportación de un certificado cuando se aporta copia simple, salvo cuando la parte impugne el documento, fundándose en lo dispuesto al respecto en la Ley de Enjuiciamiento Civil. 3.- El recurso de reposición fue desestimado por Decreto del Sr. Secretario de esta Sala, pero considerando la parte que la referida resolución no estaba suficientemente motivada, y no se pronunciaba en ningún momento sobre la necesidad o no de constitución del depósito, presentó en Secretaría en 10 de junio de 2011 un escrito solicitando la subsanación de la falta de motivación y pidiendo una certificación que complementara la anterior, apoyándose para ello en elart. 293 de la LOPJ. A cuyo escrito se le respondió con un Decretomotivado y fundado, pero desestimatorio de las pretensiones en él conferidas. 4.- Ya señalada la vista para votación y fallo del presente incidente de ejecución, con fecha 16 de septiembre de 2011 presentó el mismo demandante ante esta Sala un escrito de reproducción de aquel recurso de reposición solicitando que la Sala se pronuncie sobre si en los procesos por error judicial ha de exigirse o no la constitución de depósito y sobre si es exigible o no la aportación de la certificación de la resolución recurrida, fundándose para ello en lo que al efecto prevé elartículo 454 bis de la LEC; añadiendo por otrosí que considera imperativo que el proceso por error se lleve a cabo por los trámites del juicio verbal con vista, alegando que el trámite que se le dió podrá conducir a una situación de nulidad por verse privadas las partes de las alegaciones finales. TERCERO.- A la presente demanda de error judicial se han opuesto tanto el Abogado del Estado como el Ministerio Fiscal que han solicitado su declaración de improcedencia por entender que no es posible apreciar la condición errónea de la misma a los efectos previstos en la Ley Orgánica del Poder Judicial; habiéndose pronunciado en el mismo sentido el informe precepto que emitió en su día la Sala que dictó la resolución tacha de errónea en este procedimiento. CUARTO.- Por providencia de 17 de noviembre de 2011 se señaló día para la vista del proceso que se celebró el día 15 de diciembre de 2011 en la que participaron el demandante junto con el Abogado del Estado y el Ministerio Fiscal en la que el demandante mantuvo sus tesis originales tanto en cuanto a la reposición de la providencia de subsanación como en cuanto a la existencia del error denunciado en su demanda; a lo que se opusieron tanto el Abogado del Estado como el Ministerio Fiscal. Siendo Ponente el Excmo. Sr.Gonzalo Moliner Tamborero , Fundamentos PRIMERO.- 1.- Alegadas por el demandante en estos autos dos cuestiones previas que ya fueron objeto de reposición por su parte y desestimadas por decisión del Secretario judicial, procede entrar a estudiar su contenido con anterioridad al estudio de lo que constituye el objeto propio de este proceso, en concreto en lo que se refiere a los defectos detectados en la presentación de la demanda y que fueron objeto de una exigencia de subsanación, referidos concretamente a la falta de depósito para poder admitir la demanda, a la exigencia de que la parte presentara certificación acreditativa de la resolución impugnada y de que acreditara la fecha de notificación de esta resolución. En relación con estos tres puntos el Secretario Judicial de esta Sala Especial exigió su subsanación por medio de Diligencia de Ordenación de 6 de mayo de 2011, y la parte, a la vez que cumplió con lo que se le requería, consignando el depósito y aportando la certificación requerida, recurrió sin éxito aquella decisión y, de conformidad con lo previsto para estos casos en elart. 454 bis de Ley de Enjuiciamiento Civil, reprodujo sus alegaciones al respecto ante esta Sala en el trámite previo a la vista y en la propia vista del juicio verbal. 2.- En relación o no con la exigencia de constituir un depósito para poder presentar una demanda de error judicial como la presente, el problema se concreta en la interpretación que haya de hacerse de lo dispuesto en elart. 293.1.c) de la Ley Orgánica del Poder Judicialcuando dispone que "el procedimiento para sustanciar la pretensión será el propio del recurso de revisión en materia civil...",lo que conlleva la necesidad de acudir a las reglas que rigen en juicio de revisión contenidas en losarts. 509 y sgs de la Ley de Enjuiciamiento Civilen las que, entre otras disposiciones reguladoras de dicho procedimiento se halla elart. 513 LECen el que se dispone que "para poder interponer la demanda de revisión será indispensable que a ella se acompañe documento justificativo de haberse depositado en el establecimiento destinado al efecto la cantidad de 300 euros". La interpretación que tradicionalmente ha hecho esta Sala del citado precepto orgánico es la de que la remisión que hace al procedimiento civil ha sido la de entender que aquella remisión alcanza a todas las reglas del procedimiento incluida la que hace referencia a la constitución del depósito como se desprende del hecho de que se haya reiteradamente condenado a la parte cuya demanda no prosperó, a la pérdida de dicho depósito - así puede verse en sentencias de esta Sala tan recientes como las de 23-2-2011 (A 61/11/2010 ) o de 31-11-2010 (A61/2/2010)-; por el contrario en alguna resolución de la Sala 1ª invocada por el demandante, en concreto en un Auto de 6-10-2009 (proceso 16/2009) y en una sentencia de 12-11-2009 (proceso 1/2007), ha entendido que la remisión que a la LEC se hace en elart. 293citado no lo es a toda la regulación del proceso de revisión sino sólo a su "sustanciación" o sea, sólo a los trámites posteriores a la presentación de la demanda y no a los anteriores entre los que se halla la exigencia de depósito. Esta Sala, en relación con esta cuestión concreta, sin perjuicio de considerar que la interpretación hecha en las resoluciones antes citadas por la Sala primera constituye una interpretación posible de aquel precepto orgánico fundamentalmente basada en la literalidad de lo que en el mismo se dice, entiende sin embargo que es más adecuada a sus previsiones la interpretación que del mismo ha hecho tradicionalmente esta Sala especial y se mantiene en la misma, fundada en las siguientes razones: a) También desde la mera literalidad delart. 293 LOPJse puede llegar a la conclusión de que no solo se remite el precepto a la mera sustanciación del proceso de revisión sino a todas las exigencias de su procedimiento, dentro de las que puede igualmente estimarse incluida la exigencia del depósito previo; b) Esta interpretación literal posible se complementa con una interpretación finalista del mismo, puesto que si la finalidad del depósito en todos los supuestos en los que es exigida se basa fundamentalmente en la necesidad de poner un freno inicial a procesos o recursos por el carácter especial o extraordinario de los mismos para evitar posibles demandas infundadas, no cabe duda que tanto el proceso de revisión como el de error judicial tienen esta misma condición de procesos especiales exigentes de un requisito previo de admisibilidad, concretado en la necesidad de constituir un depósito previo, puesto que tanto en uno como en otro caso se está poniendo en cuestión la acomodación a derecho de una resolución judicial firme y por lo tanto, en principio, inatacable, y por ello no es fácil aceptar que en un caso el legislador haya querido la constitución de un depósito previo y en el otro no, a pesar de remitirse en este segundo caso al régimen procesal de la revisión; c) Esta interpretación que aquí se defiende es la que mejor se acomoda a las previsiones delart. 3.1 del Código Civilen atención a la finalidad antes indicada, si se tienen en cuenta los antecedentes ya antes indicados de la interpretación hecha tradicionalmente no solo por esta Sala sino por todas las demás Salas de este Tribunal Supremo incluida la Sala 1ª con excepción de lo acordado en las dos resoluciones antes citadas, y las más recientes manifestaciones del legislador en esta materia si se tiene en cuenta la filosofía que, más allá de su contenido concreto se contiene en la reforma introducida en la Ley Orgánica del Poder Judicial por laLey Orgánica 1/2009que ha llevado tal exigencia no solo a los recursos extraordinarios sino incluso a determinados recursos interlocutorios, y al hecho de que en la recienteLey 37/2011, de 12 de octubre, reguladora de la jurisdicción social se haya previsto expresamente en suart. 236.2 que el proceso de error judicial ante la Sala 4ªdel Tribunal Supremo se tramite por la vía del juicio verbal civil "con las especialidades sobre depósitos, vistas y costas establecidas para la revisión" Por todo lo cual esta Sala estima que debe desestimarse la pretensión del actor relativa a la no exigencia de constituir depósito para demandar por error judicial, y por ello procede declarar conforme a derecho la exigencia de subsanación que en relación con ello se contuvo en la Diligencia de Ordenación cuestionada de 6 de mayo pasado. 3.- En cuanto a la exigencia de aportación de la certificación de la resolución impugnada así como la exigencia de acreditación de la fecha de notificación de la misma, la pretensión de reforma de aquella Diligencia de Ordenación en la que se le requirió de subsanación por la aportación por su parte de una copia simple tiene que ser aceptada porque tiene razón el recurrente. En efecto, el actor presentó como documentos 5 y 6 con su demanda de error, sendas copias tanto del Auto de la Sala 1ª que se impugnaba como de la diligencia de notificación, y debe estimarse que con ello cumplió con las exigencias legales en cuanto que la LEC en suart. 267permite de forma expresa y como regla general - al margen de las excepciones que para caos especiales se contemplan en elart. 266- que los documentos públicos puedan aportarse por copia simple, previendo que sólo haya que aportarse la certificación de los mismos cuando fueran impugnados. Ante esta previsión y, puesto que en el momento de su presentación aquellos documentos eran admisibles sin necesidad de subsanación, la pretensión del demandante formulada sobre este punto ha de ser estimada y dejada sin efecto por lo tanto la subsanación exigida en su día por al Diligencia de Ordenación inicial. SEGUNDO.- 1.- En cuanto a la pretensión de error judicial que constituye el objeto de las actuaciones la funda la parte demandante en el hecho de que la inadmisión por la Sala 1ª de su anterior demanda se basaba en entender que el allí demandante no había ejercitado la misma contra un Auto firme y definitivo como exige una interpretación finalista de losarts. 292 y sgs. de la Ley Orgánica del Poder Judicialy en concreto elart. 293 f) de dicha Leycuando dispone que "no procederá la declaración de error judicial contra la resolución judicial a la que se impute mientras no se hubieran agotado previamente los recursos previstos en el ordenamiento". La Sala entendió, en efecto, que la pendencia del recurso de apelación contra la sentencia que se ejecutaba llevaba a la imposibilidad de admitir una demanda de error que, por exigencia legal sólo cabe contra resoluciones firmes y definitivas, lo que no puede predicarse de un Auto dictado en ejecución provisional de una sentencia cuando ésta pende de un recurso de apelación que puede dejar sin efecto todo lo actuado en ejecución provisional. 2.- En su actual demanda la parte actora reconoce que aún siendo cierto que si se estimara el recurso de apelación contra la sentencia origen de todas estas actuaciones, podría quedar sin efecto el contenido sustancial del Auto despachando la ejecución y en tal sentido parece aceptar la decisión del Auto que discute, no obstante, sigue manteniendo el carácter erróneo del mismo en cuanto estima que aun cuando a partir de lo previsto al efecto en losarts. 533 y 534 de la Ley de Enjuiciamiento Civilpudiera aceptarse que en caso de estimarse la apelación llegara a dejar sin efecto todo lo actuado en la ejecución provisional que incluyera incluso los daños y perjuicios causados por dicha ejecución, entiende que a donde dicha restauración no alcanzaría sería a la condena en las costas de la ejecución contenida en el Auto en cuestión, con lo que podría verse perjudicado en cualquier caso por el importe de las costas abonadas como consecuencia del error. TERCERO.- 1.- Como se ha indicado, la demanda de error judicial que dio origen a las presentes actuaciones se halla motivada en el entendimiento de que el Auto de la Sala 1ª al que se imputa el error aplicó mal elart. 293.1,f) de LOPJpues aunque se aceptara que, como se dijo en dicho Auto, la pendencia del recurso de apelación contra la sentencia del Juzgado de Elche era una situación equivalente a la exigencia legal de que "no se hubieren agotado previamente los recursos previstos en el ordenamiento", ello pudiera ser cierto en relación con los daños y perjuicios derivados del auto de ejecución, pero no lo sería respecto del pronunciamiento sobre costas por cuanto respecto de dicha cuestión dicho auto debía considerarse firme a todos los efectos, tanto si el recurso de apelación contra la sentencia prosperaba como si no, puesto que en el supuesto de que prosperara y procediera la restitución de todos los daños y perjuicios causados por la ejecución provisional nunca alcanzaría esta restitución al pago de las costas en cuanto que en las condenas de hacer el alcance de la sentencia no tiene prevista la devolución de las costas causadas, de conformidad con lo que dispone enart. 534.2 de la LEC en contraposición con lo que dispone el apartado 1del mismo precepto cuando se trata de obligaciones de entregar sumas de dinero. 2.- Esta argumentación del demandante en las presentes actuaciones no puede aceptarse pues el hecho de que elapartado f) del art. 293.1disponga que sólo procederá admitir una demanda de error judicial cuando se hubieran agotado previamente todos los recursos previstos en el ordenamiento lo que quiere decir, y esto no solo siempre se ha interpretado así sino que no puede interpretarse de otra manera, es que este proceso de error, dada su trascendencia intrínseca, puesto que el reconocimiento de este tipo de error supone el reconocimiento de una vulneración del ordenamiento jurídico por parte de un órgano jurisdiccional, sólo procede cuando, utilizados todos los demás medios previstos en las leyes procesales no haya podido ser remediado el posible error. Esta no es la situación que se ha producido en el presente caso pues el presunto "error" de la Sala 1ª no puede sostenerse cuando resulta, y el propio demandante lo reconoce, que el Auto dictado en ejecución provisional de la sentencia pendiente de apelación, aun siendo formalmente firme, no podía considerarse definitivo puesto que materialmente pendía de lo que resolviera la Audiencia Provincial de Alicante en el recurso de apelación, ya que, si este recurso confirmaba la sentencia recurrida el auto quedaría consolidado, y si la revocaba lo que se produciría es una restitución al ahora demandante de todos los daños causados, por lo que no se puede decir que no hubiera remedio procesal previo para resolver la cuestión planteada, dado que lo resuelto en la ejecución pendía de lo que se resolviera en dicha apelación. Es cierto que en peor de los supuestos, en el caso de una sentencia revocatoria de la sentencia, parece que elart. 534.2 LECdejaría pendiente el tema de las costas de la ejecución, pero ante esta situación hipotética no puede sostenerse la existencia de un error, tanto más cuanto que, aun que se diera esa hipótesis, quedaría por interpretar si lo dispuesto en el precepto citado podía considerarse o no como definitivo pues no sería descabellada una interpretación que permitiera por razones de analogía la aplicación a tal supuesto de lo previsto en elapartado 1 del propio art. 534 LEC. Pero, en cualquier caso, aunque elart. 534.2 LECno permitiera la devolución de las costas derivadas de la ejecución ello no sería imputable a un error del Juez ni por asimilación a un error de la Sala 1ª sino a una previsión legal unida a la situación objetivamente producida que el Juez se limitó a aplicar y en cuya decisión acomodada a derecho no puede sostenerse la comisión de error alguno. 3.- La Sala 1ª en definitiva, aplicó de forma correcta lo dispuesto en elapartado f) del art. 293.1 de la LOPJcuando inadmitió la demanda que dio origen a las presentes actuaciones, en cuanto el Auto inicialmente imputado de erróneo ante dicha Sala era susceptible de modificación o confirmación por lo que resolviera la Audiencia Provincial y sobre una situación como ésta, fundados los posibles daños en una mera hipótesis, no es posible en modo alguno sostener la posibilidad de una demanda de error judicial. CUARTO.- Como argumentos añadidos a los anteriores cabe decir que la idoneidad de aquella resolución de inadmisión de la Sala 1ª deviene patente y por ello no estamos ante ningún supuesto posible de aceptación del error si partimos de la base de que, como han dicho reiteradas resoluciones de esta misma Sala en relación con las características que ha de reunir el error. Por todas en la STS dictada en 21 de febrero de 2011 (nº 15/209): (a), <<sólo un error craso, evidente y injustificado puede dar lugar a la declaración de error judicial, pues este procedimiento no es, en modo alguno, una nueva instancia en la que el recurrente pueda insistir, ante otro Tribunal, una vez más, en el criterio y posición que ya le fue desestimado y rechazado anteriormente>>; (b), <<el error judicial, considerado en elartículo 293 de la Ley Orgánica del Poder Judicialcomo consecuencia del mandato contenido en elartículo 121 de la Constitución, no se configura como una tercerainstancia ni como un claudicante recurso de casación, por lo que sólo cabe su apreciación cuando el correspondiente Tribunal de Justicia haya actuado abiertamente fuera de los cauces legales>>, no pudiendo ampararse en el mismo <<el ataque a conclusiones que no resulten ilógicas o irracionales>>; (c), <<el error judicial es la equivocación manifiesta y palmaria en la fijación de los hechos o en la interpretación o aplicación de la Ley>>; (d), <<el error judicial es el que deriva de la aplicación del derecho basada en normas inexistentes o entendidas fuera de todo sentido>> y <<ha de dimanar de una resolución injusta o equivocada, viciada de un error craso, patente, indubitado e incontestable, que haya provocado conclusiones fácticas o jurídicas ilógicas, irracionales, esperpénticas o absurdas, que rompan la armonía del orden jurídico>>; (e), <<no existir error judicial cuando el Tribunal mantiene un criterio racional y explicable dentro de las normas de la hermenéutica jurídica>>, <<ni cuando se trate de interpretaciones de la norma que, acertada o equivocadamente, obedezcan a un proceso lógico>>; (f), <<no toda posible equivocación es susceptible de calificarse como error judicial, sino que esta calificación ha de reservarse a supuestos especiales cualificados en los que se advierta una desatención del juzgador, por contradecir lo evidente o por incurrir en una aplicación del derecho fundada en normas inexistentes, pues el error judicial ha de ser, en definitiva, patente, indubitado e incontestable e, incluso, flagrante>>; y, (g), <<no es el desacierto lo que trata de corregir la declaración de error judicial, sino la desatención, la desidia o la falta de interés jurídico, conceptos introductores de un factor de desorden, originador del deber, a cargo del Estado, por indemnizar los daños causados directamente, sin necesidad de declarar la culpabilidad del juzgador>>. Nada semejante se puede predicar ni del Auto resolutorio de la oposición a la ejecución ni del Auto de la Sala 1ª aquí desistido. QUINTO.- Los argumentos anteriores conducen necesariamente a la desestimación de la demanda de error formulada por el demandante en las presentes actuaciones en cuando que al no poder apreciarse el mismo por no reunir las exigencias requeridas por losarts. 292 y sgs. de la Ley Orgánica del Poder Judicialtampoco puede aceptarse la indefensión contraria a las exigencias delart. 24de la Constitución que dicho demandante denunciaba; con la consecuencia obligada de imponerle las costas de este procedimiento por mandato expreso en tal sentido delart. 293.e) de la precitada Ley Orgánica. Fallo Se desestima la presente demanda por error judicial formulada por la empresa Altabix S.L., en las presentes actuaciones, y se condena a dicha empresa al pago de las costas causadas en el presente proceso. Todo ello previa desestimación de la pretensión incidental revocatoria de la decisión de que constituyera el oportuno depósito, pero con estimación de su pretensión igualmente incidental relativa a la validez de aportación de copia de la resolución impugnada y de su notificación. Notifíquese esta resolución a las partes y al Ministerio Fiscal. Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos D. Jose Carlos Divar Blanco D. Juan Saavedra Ruiz D. Angel Calderon Cerezo D. Gonzalo Moliner Tamborero D. Jose Manuel Sieira Miguez D. Aurelio Desdentado Bonete D. Mariano de Oro-Pulido Lopez D. Carlos Granados Perez D. Jesus Corbal Fernandez D. Jose Luis Calvo Cabello D. Alberto G. Jorge Barreiro D: Manuel Ramon Alarcon Caracuel D. Francisco Javier de Mendoza Fernandez D. Francisco Javier Arroyo Fiestas D. Jose Maria del Riego Valledor