embargo – cuenta corriente - Superintendencia Financiera de

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EMBARGO – CUENTA CORRIENTE – CUENTA DE AHORROS
Concepto 2006058664-001 del 30 de octubre de 2006.
Síntesis: Una vez la entidad financiera reciba la orden de embargo emitida por la
autoridad de cobro coactivo, lo primero que debe hacer para cumplir eficazmente la
medida cautelar es congelar los recursos existentes en las cuentas bancarias del deudor,
inmovilizándolos. Si el deudor nada hace para el levantamiento del embargo dentro de los
términos previstos para el efecto, la entidad vigilada no tiene otra alternativa que acudir
de inmediato a la consignación de los dineros embargados en la cuenta que le indique la
entidad ejecutante. Sobre si la congelación en la cuenta bancaria se refiere a las cuentas
de ahorro o la cuenta corriente bancaria es válido concluir que la expresión “cuenta
bancaria” comprende tanto la “cuenta corriente bancaria”, que es una operación
exclusiva de los bancos, así como las “cuentas de ahorro”, que es un producto de los
establecimientos de crédito en general, dentro de los cuales están también los bancos.
«(…) mediante la cual consulta, previa la exposición correspondiente, los aspectos que a
continuación se transcriben:
“¿Las entidades que han embargado sumas de dinero depositados en cuentas bancarias
deben mantener congelados tales recursos en las cuentas del deudor o, por el contrario,
deben consignar tales dineros en la cuenta indicada por la entidad embargante?
“¿El texto literal del inciso 5º del artículo 837-1 del Estatuto Tributario, adicionado
mediante el artículo 9° de la Ley 1066 del 29 de julio de 2006, permite para efectos de la
congelación de dineros en las cuentas bancarias del deudor, diferenciar entre cuentas de
ahorro y cuentas corriente?”
Al respecto, me permito manifestarle lo siguiente:
1. Alcance de nuestra competencia frente a la consulta.
Como primera medida es preciso observar que el tema consultado tiene que ver la
interpretación de normas contenidas en el Estatuto tributario, función que, como Usted bien
sabe, es de competencia de la DIAN. No obstante, sus interrogantes también se orientan a
obtener claridad sobre la forma como las entidades vigiladas por esta Superintendencia
deben cumplir las órdenes de embargo proferidas por las autoridades de cobro coactivo,
para lo cual resulta relevante determinar cuándo hay lugar a la congelación de los recursos
en la “cuenta bancaria del deudor”, cuándo deben consignarse en la cuenta de la entidad
embargante, y la procedencia de distinguir para el efecto entre “cuenta ahorro” y “cuenta
corriente”.
Por tal motivo nuestra solución al problema jurídico planteado tiene el alcance del artículo
25 del Código Contencioso Administrativo, lo cual quiere decir que en la medida esta
respuesta no tiene carácter vinculante para ningún efecto, sólo servirá para brindar
elementos de juicio adicionales para propiciar una posición uniforme sobre el particular.
2. Instrucciones de esta Superintendencia para el cumplimiento de embargos.
La Superintendencia Bancaria, hoy Superintendencia Financiera, en ejercicio de las
funciones de control y vigilancia que le confiere el literal a), numeral 3 del artículo 326, del
Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, ha instruido a sus instituciones vigiladas sobre la
forma como deben dar cumplimiento a las órdenes de embargo, independiente de si
provienen de jueces de carácter ordinario o de la jurisdicción de cobro coactivo. Es así
como el numeral 1.6 del Capítulo Cuarto del Título Segundo de la Circular Básica Jurídica
(Circular Externa 007 de 1995), señaló que:
“c. Procedimiento
De acuerdo con lo dispuesto en el Decreto 2282 de 1989, artículo 1°,
numerales 4 y 11, por medio de los cuales se modificaron los artículos 681,
numerales 4 y 11 del Código de Procedimiento Civil y 1387 del Código de
Comercio, los establecimientos de crédito deben observar el siguiente
procedimiento a efectos de dar cumplimiento a las órdenes de embargo de las
sumas depositadas en cuenta corriente y cuenta de ahorros cuando su cuantía
no esté cobijada por el beneficio de inembargabilidad:
1.) Afectación de la cuenta. Al recibo por parte del establecimiento del oficio
del Juez en que se le notifique la orden de embargar lo depositado en la cuenta
corriente, debe el establecimiento afectar la cuenta por el valor
correspondiente según los registros que presente la misma en la fecha y hora
de recibo de la respectiva comunicación. "Para este efecto, el banco anotará
en la tarjeta del depositante la hora y la fecha de recibo de la orden de
embargo" (artículo 1387 del Código de Comercio)
2) Información sobre la cuantía afectada. El establecimiento de crédito deberá
entregar al portador del oficio un volante en el que conste la cuantía del saldo
afectado por la orden, con la indicación de que la mención es provisional. Con
la recepción del oficio queda consumado el embargo.
3) Término para consignar las sumas embargadas. Dentro de los tres días
siguientes al de la comunicación del embargo, el establecimiento deberá
consignar las sumas retenidas en la cuenta de depósitos judiciales e informará
al Juzgado en forma definitiva sobre la cuantía total de la suma embargada,
enviándole el recibo en el que conste que dicho valor se encuentra a su
disposición en la "cuenta de depósitos judiciales", que al efecto se constituya
en el Banco Popular o en cualquiera de las otras de las entidades que en
defecto de aquél se encuentran autorizadas para recibir depósitos de esta
naturaleza, conforme a lo preceptuado en el artículo 242, numeral 4 del
Estatuto Orgánico del Sistema Financiero.
4) Procedimiento sobre las cantidades depositadas con posterioridad a la
orden de embargo. En caso de que el saldo existente en la cuenta corriente en
la fecha y hora en que se comunique la orden de embargo sea inferior a la
cuantía señalada en el oficio, quedarán afectadas con dicha orden las
cantidades depositadas con posterioridad hasta que sea cubierto el límite
establecido en ella. Procederá además el banco en este evento a dar
cumplimiento en lo pertinente, a lo dispuesto en el subnumeral anterior.
En cuanto al valor de los cheques que se encuentren en las diligencias del
canje, deben distinguirse las siguientes hipótesis:
Cheques recibidos al cobro: Hasta tanto sean confirmados por el banco
librado, el valor de los cheques no quedará cobijado por la orden de embargo,
pero sigue pesando sobre su monto, como es elemental, el mandato del articulo
1387 del Código de Comercio, sobre el embargo de las sumas que se depositen
luego de notificada la orden, en caso de insuficiencia de un saldo existente en
la cuenta al recibo de la misma para cubrir su cuantía
Cheques negociados en propiedad: si como operación complementaria al
encargo de cobrar un cheque el banco concede al consignante un préstamo
pagadero con el producto del titulo una vez sea este satisfecho, la suma
mutuada, en cuanto es de propiedad del cliente del establecimiento, quedará
afectada en lo correspondiente por la orden de embargo”.
Si bien es cierto el procedimiento descrito tiene como propósito asegurar el cumplimiento
eficaz de las órdenes de embargo de los jueces, mediante la inmovilización inmediata de los
recursos afectados con esa medida cautelar, impidiendo de esta manera que el deudor
disponga de ellos en perjuicio de la entidad ejecutante, ello no significa que las entidades
vigiladas dejen de observar los trámites especiales que rigen el cumplimiento de los
embargos ordenados por las autoridades administrativas de cobro coactivo, como son los
prescritos en los artículos 837-1, adicionado por el artículo 9º de la Ley 1066 de 2006, y
839-1, del Estatuto Tributario (en adelante ET).
3. Disposiciones especiales que regulan los embargos a cuentas bancarias.
A efectos de absolver los interrogantes de la consulta conviene transcribir las citadas
disposiciones del ET, así:
“Artículo 837-1. Adicionado por el artículo 9º de la Ley 1066 de 2006. Límite
de inembargabilidad. Para efecto de los embargos a cuentas de ahorro,
librados por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales dentro de los
procesos administrativos de cobro que esta adelante contra personas
naturales, el límite de inembargabilidad es de veinticinco (25) salarios
mínimos legales mensuales vigentes, depositados en la cuenta de ahorros más
antigua de la cual sea titular el contribuyente.
En el caso de procesos que se adelanten contra personas jurídicas no existe
límite de inembargabilidad.
“No serán susceptibles de medidas cautelares por parte de la DIAN los bienes
inmuebles afectados con patrimonio de familia inembargable”.
No obstante no existir límite de inembargabilidad, estos recursos no podrán
utilizarse por la entidad ejecutora hasta tanto quede plenamente demostrada la
acreencia a su favor, con fallo judicial debidamente ejecutoriado o por
vencimiento de los términos legales de que dispone el ejecutado para ejercer
las acciones judiciales procedentes.
Los recursos que sean embargados permanecerán congelados en la cuenta
bancaria del deudor hasta tanto sea admitida la demanda o el ejecutado
garantice el pago del 100% del valor en discusión, mediante caución bancaria
o de compañías de seguros. En ambos casos, la entidad ejecutora debe
proceder inmediatamente, de oficio o a petición de parte, a ordenar el
desembargo.
La caución prestada u ofrecida por el ejecutado conforme con el párrafo
anterior, deberá ser aceptada por la entidad”.
Artículo 839-1. Adicionado por el artículo 86 de la Ley 6ª
para algunos embargos.
DE
1992. Trámite
(…).
2. El embargo de saldos bancarios, depósitos de ahorro, títulos de contenido
crediticio y de los demás valores de que sea titular o beneficiario el
contribuyente, depositados en establecimientos bancarios, crediticios,
financieros o similares, en cualquiera de sus oficinas o agencias en todo el país
se comunicará a la entidad o quedará consumado con la recepción del oficio.
Al recibirse la comunicación, la suma retenida deberá ser consignada al día
hábil siguiente en la cuenta de depósitos que se señale, o deberá informarse de
la no existencia de sumas de dinero depositadas en dicha entidad”.
3. Nuestra opinión.
Del análisis de las normas que acabamos de transcribir, esta Delegatura estima pertinente
destacar dos conclusiones:
Primera: el nuevo artículo 837-1 del ET, adicionado por el 9º de la Ley 1066 de 2006,
regula dos temas sustánciales que antes no contemplaba dicho régimen. Tales son a saber:
a) los límites de inembargabilidad de las cuentas de ahorro de personas naturales, la
exclusión de dicho beneficio de inembargabilidad para las cuentas de ahorro de personas
jurídicas y la imposibilidad de que las medidas cautelares recaigan sobre bienes inmuebles
afectados con el patrimonio de familia; y b) la “congelación” de los recursos embargados
en las “cuentas bancarias” del deudor, hasta que se den los presupuestos normativos para
obtener la orden de desembargo.
Como puede observarse, la nueva disposición incorporó un tratamiento especial al que
deben sujetarse las entidades financieras para cumplir los embargos ordenados por la
autoridades de cobro coactivo, cuando ellos recaigan sobre recursos o depósitos existentes
en “cuentas de ahorro” o “cuentas bancarias” a nombre del deudor. En ese sentido, lo que
interpretamos del mandato contenido en el inciso cuarto del artículo 837-1, adicionado por
la Ley 1066 de 2006, es que los recursos objeto de la medida cautelar deben permanecer
congelados en las cuentas donde se encuentren depositados, ya sea que se trate de una
cuenta bancaria corriente o de una cuenta de ahorro, de las que sea titular el deudor de la
entidad ejecutante en el proceso de cobro coactivo. De otra parte, dicha congelación de los
depósitos debe mantenerse, según lo impone la norma en estudio, hasta tanto sea admitida
la demanda o el ejecutado garantice el pago del 100% del valor en discusión, mediante
caución bancaria o de compañías de seguros, aceptada por la entidad.
Como corolario de lo anteriormente expuesto podemos afirmar que desde la expedición de
la precitada ley, la inmovilización de los recursos embargados en las cuentas bancarias por
disposición del funcionario de cobro coactivo, hoy es factible mediante su congelación por
parte de la entidad financiera, hasta tanto el deudor hace uso de cualquiera de las
alternativas de desembargo que le confiere la ley. Con este nuevo procedimiento creemos
que el legislador busca que la actividad económica del deudor ejecutado no se vea
injustamente afectada mientras la Jurisdicción Contencioso Administrativa resuelve la
controversia sobre la legalidad del acto que origina la acreencia, o se aviene a garantizar el
pago total de la suma embargada mediante los instrumentos de garantía que le permite la
ley.
Segunda: el artículo 839-1 del Estatuto Tributario (adicionado por la Ley 6º de 1992),
consagra el trámite que debe dársele a algunos embargos. Es así como en el numeral 2 se
reglamenta lo referente a los embargos de los saldos bancarios, depósitos de ahorro, títulos
de contenido crediticio y de los demás valores de que sea titular o beneficiario el
contribuyente, depositados en establecimientos bancarios, crediticios, financieros o
similares, señalando que queda consumado con la recepción del oficio y que al recibirse la
comunicación, la suma retenida deberá ser consignada al día hábil siguiente en la cuenta
de depósitos que se señale, o deberá informarse de la no existencia de sumas de dinero
depositadas en dicha entidad.
Pues bien: una interpretación exegética y descontextualizada de las dos disposiciones
anteriores podrían llevar a la conclusión, en nuestra opinión equivocada, que en ellas el
legislador previó un tratamiento para los embargos de los depósitos en “cuentas de ahorro”
(artículo 837-1), y otro diferente para el de los recursos en “cuentas bancarias” o de los
“saldos bancarios” y “depósitos de ahorro” (artículo 839-1, numeral 2), en una evidente
contradicción.
También podría afirmarse, no sin incurrir en confusión, que el procedimiento descrito en el
artículo 839-1 del ET, fue derogado tácitamente por la disposición posterior que incorporó
la Ley 1066 de 2006 en el artículo 837-1 del mismo Estatuto, en la medida en que adicionó
un nuevo trámite para el cumplimiento de los embargos de los recursos del deudor.
Sin embargo, en opinión de esta Superintendencia dichos preceptos deben ser interpretados
armónicamente, esto es, integrando las operaciones que constituyen las operaciones pasivas
de los establecimientos de crédito, así como los procedimientos que las vigiladas deben
observar para cumplir de manera eficaz las órdenes de embargo de las autoridades de cobro
coactivo, sin perjuicio de que se respeten los derechos que la ley le otorga al deudor para
procurar el levantamiento de la medida cautelar. No es válida entonces una interpretación
conforme a la cual el legislador hizo abstracción de un efecto útil de los mecanismos
concebidos para el cumplimiento de las órdenes de embargo de los depósitos de que
dispone el deudor en las cuentas de las entidades financieras, así como tampoco consultaría
el sentido teleológico de las normas si interpretáramos que subsisten tramites diferentes
para cumplir el mismo objetivo, pero en este caso en desmedro de los derechos e intereses
legítimos de los deudores, siendo que precisamente están tutelados por el ordenamiento
tributario, a través de las posibilidades de desembargo preceptuadas en el inciso cuarto del
artículo 837-1.
Es así como desde nuestro punto de vista tales normas, antes que oponerse o incorporar
tratamientos de embargos diferentes para una u otra cuenta, se complementan
perfectamente para asegurar que la medida cautelar de embargo se cumpla con eficiencia
por parte de la institución financiera. Esta finalidad se logra cuando los dineros de los
cuales es titular el deudor se inmovilizan para impedir que salgan de su patrimonio. Por
consiguiente, la congelación preliminar de los dineros en las cuentas bancarias, ya sea que
se trate de cuenta de ahorro o de cuenta corriente bancaria, mientras se dan los presupuestos
normativos para su desembargo, corresponde al nuevo trámite previsto por el legislador
para el embargo de los depósitos bancarios del deudor en los procesos de cobro coactivo.
En esta misma línea del análisis se infiere, por consiguiente, que el trámite para los
embargos de los saldos bancarios (en cuenta corriente bancaria, cuenta de ahorro, entre
otros conceptos, que sigue vigente en el numeral 2 del artículo 839-1, únicamente tiene
aplicación cuando dentro de los plazos correspondientes no se hayan configurado los
supuestos necesarios para obtener el levantamiento de la medida cautelar, conforme a lo
dispuesto por el inciso cuarto del artículo 837-1, adicionado por el artículo 9º de la Ley
1066. En estos casos no queda duda que la obligación de los bancos o entidades financieras,
es proceder a consignar inmediatamente los recursos embargados en la cuenta de depósitos
que le haya señalado la autoridad de cobro coactivo, previo el agotamiento de las etapas
que le fija la ley.
Recapitulando, pues, lo anteriormente dicho, tan pronto la entidad financiera reciba la
orden de embargo emitida por la autoridad de cobro coactivo, lo primero que debe hacer
para cumplir eficazmente la medida cautelar es congelar los recursos existentes en las
cuentas bancarias del deudor, esto es, inmovilizarlos, ante lo cual el cliente sujeto de la
medida cautelar puede operar los mecanismos de desembargo que le confiere la ley. Por el
contrario, si el deudor nada hace para el levantamiento del embargo dentro de los términos
previstos para el efecto, la entidad vigilada no tiene otra alternativa que acudir de
inmediato a la consignación de los dineros embargados en la cuenta que le indique la
entidad ejecutante.
Un argumento adicional para sustentar aún más la interpretación expuesta tiene que ver con
la inquietud sobre si la congelación en la cuenta bancaria se refiere a las cuentas de ahorro
o la cuenta corriente bancaria. Nuestra opinión al respecto es la de que en ese tópico el
legislador no hizo ninguna distinción y, por lo tanto, en aplicación del principio de
interpretación contenido en el artículo 27 del Código Civil, donde el legislador no distingue
no le es dable distinguir al intérprete.
En este orden de ideas es válido concluir que la expresión “cuenta bancaria” comprende
tanto la “cuenta corriente bancaria”, que es una operación exclusiva de los bancos, así como
las “cuentas de ahorro”, que es un producto de los establecimientos de crédito en general,
dentro de los cuales están también los bancos. Con todo, no podemos perder de vista que en
el argot financiero el concepto de “cuenta bancaria” se entiende referido especialmente al
producto derivado del contrato “cuenta corriente bancaria”, aunque en su acepción genérica
se extiende a cualquier tipo de depósitos efectuados en un establecimiento de crédito.
Consideramos por lo tanto que para el cumplimiento de los embargos ordenados por la
jurisdicción de cobro coactivo, las entidades vigiladas por esta Superintendencia no pueden
entrar a diferenciar si la medida cautelar debe afectar sólo la “cuenta de ahorro” o la
“cuenta corriente”, a menos que la autoridad competente haya hecho distinción expresa
sobre uno u otro producto. Siendo ello así, entendemos que los bancos deben proceder al
congelamiento inmediato de los recursos disponibles a favor del deudor en cualquiera de
las cuentas de las que es titular, por el monto que se determine en el acto administrativo de
embargo.
(…).»
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