18 28-01-12 P720120128SAB 18 Página SIETE Sábado 28 de enero de 2012 [email protected] Opinión Frase célebre Máxima admirable: no hablar de las cosas hasta después que están hechas. Charles Montesquieu Economía de papel / Alberto Bonadona Cossío Restringida racionalidad económica C onsiderar que se encuentra en el centro del universo lo que a un grupo humano le rodea y que, a partir de esa visión o concepción, se explica el universo se denomina etnocentrismo. Si como muchos economistas algo similar se hace solamente que a partir de los conocimientos que la economía les da tal vez podría denominarse “cognocentrismo”. En el centro del conocimiento económico se encuentra la llamada racionalidad económica. Una forma simple de razonar que facilita escoger entre una cosa y otra o, como dicen los economistas, entre una canasta de bienes y otra. Muy útil cuando se trata del accionar humano individual en el mercado pero que no lleva necesariamente a las mejores respuestas económicas cuando de la sociedad se trata. Escoger el propio interés de acumular capital, por ejemplo, puede llevar a un ser humano a esclavizar a otros incluso dentro de relaciones capitalistas como Lectores Las sociedades requieren una concepción más amplia que la racionalidad económica puede brindar para entender los estados de escasez. las de hoy en día. Es cuestión de dejar al individuo libre de toda restricción tal como exige el libre mercado. Está bien que un individuo gane más que otro pero si lo hace a costa de la libertad de otro ya no me parece bueno. Si, como en la sociedad boliviana o cualquier otra latinoamericana, preservar lo que escogió un grupo por la posición que en un momento ocupa (conquistador, hacendado o gobernante de turno) signi- fica mantener la condición de extrema pobreza de otros grupos, tal decisión será “racional” para el grupo poderoso pero no lo es para el grupo sometido. ¿Cómo explicar, entonces, que este segundo grupo pudo ser económicamente irracional? Es tarea fácil pensar que la única racionalidad que rige el mundo es la económica y más fácil todavía pensar que es la que debe guiar al mundo entero. Un mundo simplista y superficial emerge de la aplicación de la “racionalidad económica” a todo lo que rodea a la especie humana. Incluso, llegado el momento, perfectamente induce a pensar que no son necesarias las otras ciencias o que el que renace cientista político fue un mal economista en su vida anterior, tal como hace Alejandro Mercado en su columna de La Razón. Y claro, su “cognocentrismo” lo lleva a creer que no ser economista es una desgracia. servidores públicos… 3) prestar declaraciones juradas de bienes y rentas antes, durante y después del ejercicio del cargo”. De manera concordante y aplicación de políticas tanto preventivas como sancionatorias, la Ley 004 “Marcelo Quiroga Santa Cruz” crea nuevos tipos penales vinculados con este tema, tales como la “Falsedad en las declaraciones juradas de bienes y rentas” y el “enriquecimiento ilícito”; y comparte la atribución de verificación entre la Contraloría General del Estado y el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción (la primera lo hará a pedido de parte y la segunda de oficio). Bajo este contexto, el art. 23 de la Ley especializada crea el Sistema Integrado de Información Anticorrupción y de Recuperación de Bienes del Estado (SIIARBE) mismo que tiene dentro de sus atribuciones la verifi- cación de oficio de las declaraciones juradas de bienes y rentas, vale decir, corroborar que el servidor o servidora pública incluya en las declaraciones juradas información veraz y razonable. Por esta razón desde mediados del año pasado el Ministerio de Transparencia viene trabajando en un plan piloto de verificación de declaraciones juradas y ex servidores públicos priorizados de acuerdo con indicadores, parámetros y criterios definidos previamente de conformidad a lo prescrito por norma; proyecto que es financiado por la UNODC mismo que concluirá en el mes de marzo de 2012. Con el propósito de predicar con el ejemplo, el Presidente, Vicepresidente y mi persona así como otras altas autoridades del Gobierno actual, nos hemos ofrecido voluntariamente para esta tarea de verificación de nuestras declaraciones juradas, Las sociedades requieren una concepción más amplia que la racionalidad económica puede brindar para entender los estados de escasez a los que están sometidos millones de habitantes de este mundo que no escogieron ese estado. Se encuentran allí porque se les negaron oportunidades que la preservación de los privilegios de los que controlan la vida política y económica se las negaron. Que existe quien escoge la pobreza como forma de redención, por supuesto, pero no son los millones de miserables que viven en el mundo. Privados de educación, salud y nutrición por generaciones no podrán salir de los círculos viciosos que la pobreza engendra. Son situaciones condicionadas por acontecimientos históricos que la sociedad tiende a preservar, particularmente, cuando se privilegia la concepción de la racionalidad económica como única. Alberto Bonadona Cossío es economista. CARTAS AL DIRECTOR Escríbenos a www.paginasiete.bo Aclaración de la ministra Nardi Suxo Señor Director: Con total sorpresa el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción, ha conocido el artículo de opinión titulado “En el gobierno hay poca Transparencia”, artículo escrito por el analista político Marcelo Vernoux, publicado en el Periódico Página Siete el miércoles 25 de enero de 2012, junto a una noticia cuya información está relacionada a declaraciones juradas. En el mencionado artículo se emiten apreciaciones subjetivas, sin ningún conocimiento sobre los esfuerzos que realiza el Estado Boliviano a través de nuestro Ministerio y otras instancias para garantizar una gestión pública transparente y de esta forma luchar de manera efectiva contra la corrupción. En ese sentido esta Cartera de Estado pone a conocimiento suyo las acciones concretas que se impulsan para transparentar esta gestión. De inicio debemos aclarar que las declaraciones juradas de bienes y rentas son una herramienta para transparentar la gestión pública y luchar contra la corrupción; la obligación de presentar declaraciones juradas se encuentra penalmente en el Código Penal desde 1838, cuyo incumplimiento incluso es sancionado penalmente en el Código Penal desde 1973. Lamentablemente ante la falta de verificación del contenido de las declaraciones juradas de bienes y rentas, éstas se convirtieron tan sólo en un requisito de forma para el ingreso a la administración pública y no así como lo que realmente debe ser, es decir, una herramienta efectiva proteccionista del patrimonio del Estado pues como un acto de transparencia, todo servidor y servidora pública debe declarar públicamente el patrimonio que tiene tanto al ingreso como a la salida de un cargo público, pues además este procedimiento, sirve para detectar presuntos delitos de corrupción. En este sentido la actual Constitución Política del Estado establece en su Art. 235 que “son obligaciones de las servidoras y razón por la cual, como autoridades estamos incluidas dentro de las 150 declaraciones juradas de servidores y ex servidores públicos a ser verificados. Esta política será implementada a partir de 2012 de manera anualizada y contará con la supervisión y fiscalización del Consejo Nacional de Lucha contra la Corrupción que tiene dentro de sus integrantes a las principales entidades especializadas de lucha contra la corrupción y a los representantes de la sociedad civil organizada como parte el Control Social. Como podrá advertir, éstas son las acciones contundentes y concretas que nos permiten afirmar que el Gobierno del presidente Evo Morales impulsa una Gestión Pública Transparente. Atentamente. Nardi Suxo Iturry Ministra de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción.