Villalobos: un genio del siglo XX A pesar de que Heitor Villalobos es el compositor brasileño más representativo y admirado en el mundo, resulta poco interpretado y conocido en su propio país natal. Desde joven tuvo contacto con la música folklórica de su país, sobre todo con los choros, un género típicamente brasileño surgido a finales del siglo XIX. Le fascinaba la facilidad con que se mezclaba este estilo con cualquier género de la música moderna. V iajó a París en los años veinte en donde se hizo amigo de Edgar Varese, uno de los compositores de la avangarde internacional y a partir de este momento toda su obra la desarrolló entre estos dos polos: la música folklórica y la moderna. Criticado por los folkloristas como un compositor "extranjerizante", y a la vez desechado por los modernistas por utilizar aires folklóricos en su música, Villalobos, una personalidad artística fuerte, se convirtió en uno de los clásicos del siglo XX. El capítulo que más marcó su carrera musical fue el haber realizado como violonchelista una gira de conciertos musicales por todo el Brasil, viaje que se prolongó durante 7 años. Casado con la pianista Lucília Guimaraes, durante esta megagira ofreció infinidad de conciertos y a la vez escribía música. Brasil posee una enorme variedad de culturas que van desde las influencias indígenas, pasando por la cultura de los músicos de color, rematando con numerosísimas colonias de orientales y mezclas de todo con todo; en este país se produce una rica gama de matices musicales. Villalobos realizó en la legendaria gira un aprendizaje fantástico, pudo percibir como nadie la música brasileña en toda su dimensión. City Life • Julio Otra admiración recurrente del compositor fue Johann Sebastian Bach, el máximo exponente de la música barroca. En las "Bachianas", que son quizás las piezas más conocidas de Villalobos, logra combinar tres influencias hasta entonces imposibles de mezclar: la belleza melódica de Johann Sebastian Bach con la riqueza rítmica de la música folklórica del noreste de Brasil y el estilo avandgarde. Esta propuesta artística le ganó al compositor muchos amigos en Europa a donde viajaba frecuentemente desde el año 1923, pero en su propio país fue tachado como un autor "extranjerizante", quien trataba a folklore desde el punto de vista occidental y también fue criticado por ser demasiado modernista. Amigo del famoso director Leopold Stokowski y del pianista Artur Rubinstein, en plena segunda guerra mundial viajó por vez primera a Estados Unidos, y a partir del año 1944 visita y trabaja frecuentemente en este país, recibiendo reconocimientos y continuos encargos de obras musicales. Nacido en un pueblito cerca de Río de Janeiro, Villalobos se dio a conocer en el mundo entero, excepto en su propio país, en donde de una u otra manera no lograba penetrar en las grillas musicales locales. Viviendo en Brasil pero viajando constantemente a los Estados Unidos, se convirtió en una especie de enigma en su propia patria. MOZARTEUM • En cuanto a la cantidad de obra, es quizás el autor musical más prolífico de todo el siglo XX, era proverbial su capacidad de trabajo creativo, los intérpretes no tenían tiempo para interpretar todas las obras que surgían de la pluma del compositor. Por la inmensidad de su obra, Brasil hasta la fecha no cuenta con la edición completa de sus composiciones y tampoco realizó grabaciones de todas sus obras. Gravemente enfermo de cáncer, el compositor sobrevivió once largos años a su enfermedad, aceleró el ya de por sí intenso ritmo de trabajo y produjo una inusual cantidad de partituras —escribió incluso desde la cama del hospital— y a pesar de su condición de salud dirigió y presentó su obra hasta diez días antes de su muerte. Cuando se supo de su enfermedad, el gobierno de Brasil proponía construirle un museo y el se opuso tajantemente. "¡Cómo!, si todavía estoy vivo, toquen mi música en lugar de hacerme museos." exclamó indignado. Murió la tarde de 17 de noviembre de 1959. [email protected]. • Julio • City Life