162212. I.3o.C.962 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011, Pág. 1036. AUTOCONTRATACIÓN O CONTRATO CONSIGO MISMO, NATURALEZA JURÍDICA. La representación puede tener dos fuentes: la voluntad del representado, denominada representación voluntaria o la ley, denominada representación legal; la primera tiene su origen en un acto unilateral, por medio del cual se faculta a otro para que actúe en su nombre y representación; esa relación jurídica entre el representante y el representado se funda en un vínculo de confianza cuyo límite se encuentra en las facultades que le son conferidas y las instrucciones que el representado extiende al representante, y dentro de esos límites puede actuar este último. La representación crea la posibilidad de que una persona que actuó por sí y en representación de otra, o que represente a dos partes, concluya un contrato. Por regla general, las relaciones contractuales suponen un encuentro de voluntades diversas, distintas o antagónicas que llegan a un punto de equilibrio a fin de satisfacer una determinada necesidad; es esta última la que justifica el contrato como un acto de cooperación que permite la realización de una transacción de intereses diversos. También es cierto que nadie puede ser acreedor y deudor de sí mismo, porque si ello ocurriere se produciría la confusión y se extinguirían las obligaciones; sin embargo, puede ocurrir que una persona física pretenda un determinado fin lícito que puede ser satisfecho por una persona moral o física, de la que es representante o mandatario, en cuyo caso, dada la representación que tiene de esa persona física o moral, y además del ejercicio de su propio derecho, funja a la vez, como parte directa y como representante de la otra; como representante de ambas partes o como titular de dos patrimonios sometidos a regímenes jurídicos distintos. Es lo que la doctrina ha definido como la autocontratación o contrato consigo mismo. Es el acto jurídico que una persona celebra consigo misma y en el cual actúa a la vez como parte directa y como representante de la otra o como representante de ambas partes; y se encuentra presente en diversas instituciones reguladas por nuestro sistema jurídico, como por ejemplo: a) Si una persona actúa por sí y en representación de otra, ya sea una representación de tipo legal o convencional; esto es, el caso del padre que contrata para sí y también por el hijo; o, el del mandante representado por el mandatario con el mandatario por sí. b) Si una persona es representante (legal o voluntaria) de dos personas diferentes. c) Si una persona tiene dos patrimonios o fracciones de patrimonios sometidos a regímenes jurídicos distintos, y necesita precisar la condición jurídica de ciertos bienes. Es el caso del heredero al que se le concede la posesión provisoria de los bienes del desaparecido, y entre esos bienes hay algunos en que él es comunero. d) Respecto de los bienes del desaparecido, el heredero es usufructuario, y si quiere producir la partición de dichos bienes, deberá acudir al autocontrato. e) El del representante legal de una persona moral consigo mismo. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 544/2009. Rosa Guadalupe Galindo Palacio. 29 de abril de 2010. Mayoría de votos. Disidente: Víctor Francisco Mota Cienfuegos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis Evaristo Villegas. -1-