Crítica a la concepción del atraso en América Latina

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Crítica a la concepción del atraso en América Latina durante el siglo
XIX y XX por parte de la historiografía norteamericana
Abraham Gad Lozano Ortega
“No past experience, however rich, and no historical research,
however thorough, can save the living generation the creative task
of finding their own answers and shaping their own future.”
Alexander Gerschenkron.
Resumen
El presente ensayo tiene como finalidad realizar una crítica a la concepción historiográfica
norteamericana al desarrollo de los países latinoamericanos. Dicha crítica se fundamenta en
la hipótesis que los economistas históricos han construido su análisis a partir de una especie
de “americentrismo” con ánimo de categorizar y construir relaciones gracias al empleo de
enfoques neo institucionalistas y llegar a conclusiones realizando ejercicios de comparación
en los ámbitos político económico y social. El autor cita las apreciaciones que se hacen sobre
la escuela estructuralista en la introducción de “Como se rezago América Latina” de
Stephen Haber y plantea algunas debilidades presentes en dicho pasaje. Finalmente, a partir
de la descripción de las ideas de Gershenkron y Mc Closkey propone apreciar el fenómeno
del atraso económico desde una perspectiva mucho más amplia y la incorporación de
nuevos elementos que permitan una compresión más acabada y comprometida con la
realidad del problema.1
Abstract.
This essay aims to critique the concept of American historiography on the development of
Latin American countries. This review is based on the assumption that historical economists
Abraham Gad Lozano Ortega nació en México D.F. Trabajo junto con el Dr. José Ayala en su obra póstuma
“Fundamentos Institucionales del Mercado”. Editado por la UNAM. Es Maestro en Economía por la
Facultad de Economía por la UNAM y actualmente cursa el Doctorado de Historia Económica con el
proyecto “La concepción histórica del atraso en América Latina por parte de la escuela institucionalista y
cuantitivista norteamericana. Un enfoque crítico”. Abraham Gad Lozano Ortega, Mar Mediterráneo 186208 Col. Popotla. Tel. 2465019. E-mail: [email protected]
1
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have built their analysis from a "americentrism" with the intention of categorizing and build
relationships through the use of neo institutionalist approaches and make conclusions
through comparison exercises in political, economic and social enviroments. The author
cites the assessments made to the structuralist school in the introduction of "Como se rezago
America Latina" by Stephen Haber and raises some weak points in the passage. Finally,
from the description of McCloskey and Gershenkron´s ideas proposes to appreciate the
phenomenon of economic backwardness from a much broader perspective and
incorporating new elements in order to achieve a more completeand commited
understanding to the reality of the problem
Introducción
El análisis de los elementos que puedan explicar el actual atraso económico de los
países subdesarrollados ha sido objeto de especial interés por parte de diversos autores. Tal
ejercicio intelectual ha resultado en explicaciones sobre las causas de la persistencia del
atraso, que no son convergentes. En efecto, existe un debate vivo al respecto, pues no hay
un consenso acerca de las variables consideradas determinantes en la dinámica de
crecimiento de estas economías. No obstante, tal diversidad de visiones ha originado las
reflexiones hasta ahora existentes y ha enriquecido nuestra perspectiva sobre el fenómeno
del atraso. El objetivo de este ensayo es situarse en una posición crítica a los enfoques que
estudian el rezago económico en América Latina sitúando a la historia económica de los
Estados Unidos como punto inicial y preponderante de comparación y que pertenecen a la
Escuela neoinstitucionalista y cuantitivista.
Expondremos a continuación las conclusiones de algunos estudiosos representativos
de estas escuelas enfocados al problema histórico del atraso en los países latinoamericanos
para inmediatamente someterlos al escrutinio de algunos de sus condiscípulos de tal forma
que pueda plantearse un ejercicio de discusión que nos permitirá al final exponer algunas
cuestiones útiles para el desarrollo de nuevas rutas dentro del estudio del atraso.
El orden político e institucional como explicación del atraso.
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Es necesario destacar el planteamiento de North, Summerhill y Weingast según el
cual, el crecimiento económico ha estado determinado por el orden político -institucional
que influye de manera crucial en el desarrollo de los mercados, lo cual repercutirá de
acuerdo a su lógica, en el crecimiento económico. Para ellos, la razón del atraso en América
Latina se encuentra en que el orden político ha cooptado el desarrollo del mercado
generando condiciones que obstaculizan un correcto funcionamiento para su desarrollo
óptimo. Dichos autores refieren que: " nuestros principios de orden político ayudan a
explicar las diferencias que, entre la Norteamérica británica e Hispanoamérica emergieron
tras la independencia".2 En su ensayo defienden la hipótesis según la cual, el crecimiento
económico requiere de un orden político así como una variedad de incentivos que resulten
positivos a la actividad productiva y a la de los emprendedores. Considerando que se desea
un orden consensuado se requiere que el Estado mantenga un compromiso con las
situaciones políticas y los derechos de los individuos. Los ciudadanos deben de estar
acuerdo en que sus instituciones políticas son necesarias y al mismo tiempo estar dispuestos
a vivir bajo las decisiones que ellas toman, pero al mismo tiempo dotarse de los recursos
necesarios para defenderse del abuso de los políticos. Esto es, las sociedades tienen éxito
cuando limitan el alcance de las decisiones políticas, es decir, cuando se convierten en
vigilantes del Estado que los representa. Cuando los derechos de los ciudadanos sobre los
activos en el sistema económico no están claramente especificados, los individuos realizan
gastos a veces mayores al valor del mismo activo para conseguirlos. El Estado por su parte
debe defender los derechos de los ciudadanos del oportunismo político. Si está ausente, los
individuos se abstendrán de invertir lo suficiente en actividades productivas, y destinarán
sus recursos para protegerse de los demás o del mismo Estado.3
En su ensayo los historiadores económicos establecen que el origen histórico del
desempeño distinto entre Estados Unidos y los países recién formados de las colonias
españolas se explica básicamente porque la colonia inglesa y española dieron diferente trato
político y diseño institucional a las regiones colonizadas. Por ejemplo, de acuerdo a los
autores la corona española ubicó a los derechos de propiedad dentro de un sistema de
2North
Douglas Cecil, Summerhill William & Weingast Barry, Desorden y Cambio Económico:
Latinoamérica vs. Norte América, Barcelona, España, en Revista Instituciones y Desarrollo Nº 12-13
Institut Internacional de Governabilitat de Catalunya, 1992, p.51.
3 Op cit., p.49.
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privilegios que tenía como origen las buenas relaciones personales y de negocios con la
corona.4 Mientras que el imperio británico, consecuencia del movimiento bélico
denominado la “Revolución Gloriosa” de 1689, le daba especial importancia al
reforzamiento de los derechos de propiedad por medio de un sistema de transmisión de
títulos amparado por el sistema judicial. Para los autores. éstas y otras diferencias,
derivarían en el orden político que reviste en los países desarrollados y que está ausente en
los países de América Latina. La economía del imperio español de ese tiempo no sería muy
diferente a las condiciones actuales de los países latinoamericano que lo habían
conformado.5
En resumen, la corona española gobernó a sus colonias para incrementar los
beneficios a corto plazo, realizando un trade-off de las condiciones para el crecimiento
económico de largo plazo, por ejemplo, las fuertes medidas de política aduanal para
asegurar que la mayor cantidad de oro y plata llegara a España impidieron el desarrollo de
rutas marítimas internas, el desarrollo del comercio interno y de mercados especializados,
así también, la falta de especificidad y de los derechos de propiedad causó con frecuencia
que grandes extensiones de tierra no pudieran ser vendidas a los individuos más
"indicados” hacia la trayectoria de crecimiento. Por el contrario, las colonias británicas
tenían como forma de gobierno, la asamblea representativa y un sistema judicial
independiente, lo que protegía los derechos individuales y controlaba la producción de
manera que pudieron formarse sistemas "florecientes" de intercambio en el imperio. Así,
estas deficiencias estructurales impidieron a Latinoamérica tener un ritmo de crecimiento
económico a la par de su vecino americano. 6
“El privilegio en el Antiguo régimen ayudaba al acceso de propiedad y riqueza, pero funcionaba un
derecho que restringía la arbitrariedad del privilegio. El derecho indiano es una construcción histórica ad
hoc a esta tensión”. Ibarra Antonio, ”Orden, desorden y atraso: el acertijo latinoamericano de la originaria
inestabilidad política y el tormentoso cambio institucional, a propósito del bicentenario” en Revista
Uruguaya de Historía Económica, Año 1 No. 1 Uruguay. Noviembre de 2011.pp.103-110.
5 Ibídem, p.50.
6 Habría que reflexionar también acerca de la calidad de las instituciones respecto a otro tipo de parámetros
por ejemplo, los éticos. En el mismo ensayo estos historiadores económicos se refieren a la condición
censurable de la esclavitud, la cual estaba refrendada por el sistema de mercado y el arreglo institucional
británico. Una vez obtenida su independencia, los Estados Unidos mantendrían intacto el régimen
esclavista en los Estados del sur, lo que permitió, admiten los autores, cierto impulso al el crecimiento
económico durante las décadas siguientes. Cabría preguntarse entonces, hasta qué punto, la pertinencia
del sistema de mercado y de un arreglo institucional ejemplar pueden permitirse prácticas y políticas tan
deleznables como el racismo, el colonialismo y el autoritarismo político.
4
110
Haber y la divergencia entre la historiografía norteamericana y la latinoamericana.
Por su parte, en la introducción del libro “Cómo se rezagó la América Latina” el
historiador económico, Stephen Haber plantea que la llamada economía del crecimiento
tuvo su origen en los trabajos de un "grupo extraordinario de investigadores" que utilizaron
una gran cantidad de recursos de tipo cuantitativo para abordar el problema de la medición
de la productividad, la contabilidad nacional y los factores que influyen en el crecimiento
en el largo plazo. Para Haber estos esfuerzos resultaron “exitosos” y se demostró sin lugar
a dudas "el poder" de las técnicas cuantitativas con gran cantidad de datos empíricos en
demostrar las teorías de cambio económico. Haber nos señala que el propósito de colocar a
Estados Unidos como punto medular, era mostrar algunas lecciones extraídas de su historia
económica que podrían aprovechar otros países en su proceso de crecimiento. Enarbola su
historiografía económica que “superaría a las interpretaciones tradicionales” para enfocarse
en tres áreas de investigación interconectadas: a) La medición de los factores de crecimiento
de Estados Unidos en el largo plazo, incluyendo los cambios del stock de capital, la fuerza
de trabajo, salarios, la nutrición, la escolaridad y las tasas de natalidad y mortalidad de su
país. b) La relación directa de avances tecnológicos e institucionales en el crecimiento
económico. (En ese sentido Haber señala que los historiadores lograron demostrar el efecto
de estas variables en el desarrollo económico de Estados Unidos gracias a sus "poderosos
instrumentos analíticos). Finalmente, c) El estudio del cambio institucional (En esa área de
estudio Haber comparo la situación de ciertos países que lograron desarrollar ámbitos
institucionales favorables al crecimiento económico mientras que otros no lo lograron).
En la lectura del texto Haber parece lamentarse que en “la revolución de los enfoques
y los métodos” de la
historiografía económica no participaron
historiadores
latinoamericanos. Concluye por tanto que la disciplina en esa región había gestado "un
cuerpo fáctico y metodológico más débil". Tampoco se logró colocar al enfoque
(neo)institucionalista en el lugar central que tuvo en la historiografía norteamericana, ni
muncho menos se le adjudica el papel crucial que tiene en el crecimiento económico. Haber
señala además el abandono de la labor académica por parte de muchos economistas
latinoamericanos que estudiaron en universidades británicas y estadounidenses al retornar
111
a sus países de origen. Lo que significó para él un freno en el desarrollo de la nueva historia
económica en la mayoría de los países de América Latina. También afirma que la falta de
infraestructura tecnológica le presentó un serio impedimento para la formalización del
estudio historiográfico en América Latina por el alto costo que representaba la adquisición
de equipo de cómputo. 7
Los economistas latinoamericanos abordarían al problema histórico del crecimiento
desde otra perspectiva, alejado del enfoque neoclásico y el aspecto cuantitativo para
dirigirse a una concepción propia influida por el marxismo, autores como Gerschenkron, la
llamada escuela estructuralista impulsada por Hans Singer y Raul Prebish y la teoría de
dependencia..8 Haber es incapaz de mantener una distancia profesional hacia esta
autonomía de pensamiento, al tratar de cuestionar la historiografía latinoamericana expone
las principales razones de las que ésta se fundamenta para cuestionar severamente el rumbo
de los países latinoamericanos frente al papel que juega los Estados Unidos en los ámbitos
económico y político a escala global.
En su empeño de criticar sin concesión a la historiografía latinoamericana Haber
comete errores de uniformidad y congruencia. Por ejemplo cuestiona la influencia
perniciosa que crea el capital extranjero hacia los países subdesarrollados (un elemento
clave en la teoría de la dependencia en países como México Argentina), pero reconoce que
es una posibilidad viable en países más pequeños.9 Además hace uso de observaciones que
bien pueden encajar perfectamente para cuestionar las teorías que él defiende. Para Haber
los dependentistas por motivos ideológicos y políticos intentaban a toda costa que su teoría
fuera la correcta, por lo que la perspectiva que subyacía a la historiografía latinoamericana
creaba reglas laxas de prueba y argumentación que toleraban la "especificaciones implícitas
e incompletas de las hipótesis, el razonamiento tautológico y la presentación selectiva de los
datos".10 En otra parte del texto señala sin pudor algo que también podría concluirse partir
de la lectura del artículo de North Weingast y Summerhill
11
" lo que existe es eterno; las
relaciones sociales de la actualidad se proyectan hacia el pasado como si siempre hubieran
Haber Stephen, El crecimiento económico y la historiografía económica de la América Latina en Cómo se
rezago la América Latina : ensayos sobre las historias económicas de Brasil y México, 1800-1914, México,
FCE,1999, p.17.
8 Op cit, p.18.
9 Op cit, p.28.
10 Ibíd, p.25.
11 North, Summerhill & Weingast, op cit. p.51
7
112
existido y lo que realmente ocurrió en la historia desaparece...".12 Finalmente, en la última
parte de su texto llega a una conclusión contradictoria al cuerpo de todo el texto al comentar
sobre los aspectos estructurales de Brasil, que al ser distintos al de los Estados Unidos hacen
infructuoso proponer un modelo de desarrollo semejante y se reconoce que esto implicaría
"construir una realidad contra fáctica históricamente imposible".13
Cuestiones a considerar.
Las reflexiones de la economista Deirdre McCloskey acerca de los alcances reales que
puede tener la historia económica para el estudio del atraso económico nos ofrecen una serie
de elementos que nos permiten entender las pretensiones de la escuela neoinstitucionalista
y la cuantitativa para evaluar el desempeño económico de la América Latina . Si bien se
puede fundamentar que se atrapa parte de la verdad en un trabajo cientifico, cual red que
atrapa buena parte de un banco de peces, no puede esperarse que dicha red pesque a todo
el cardumen de una sola vez. Habrá otras que serán más efectivas atrapando mayor cantidad
de peces o diseñadas especialmente para capturar los tipos especiales de peces escurridizos
a las primeras redes. Estas redes están trenzadas por la corriente epistemológica del
modernismo, en las cuales Mc Closkey considera se conduce a la ciencia económica a un
empeño en vano por predecir y controlar.14
Bajo tal empeño, McCloskey nos recuerda a las agencias de consultorias, las cuales
se hacen ricas por dar consejos a los que buscan volverse ricos (el dilema americano).15 Esta
fijación por el posicionamiento y la riqueza podría explicar también una especie de
Ib, p.30.
Ib, p.38.
14 “The common claim that prediction is the defining feature of a real science, and that economics posseses
the feature feature, is equally open to doubt. It is a cliché among philosophers and historians of science,
for instance, that one of the most successful of all scientific thoeires, the theory of evolution, has no
predictions in the normal sense, and is therefore unfalsifiable by prediction. It is at least suggestive of
something odd in prediction as a criterion for useful economics that Darwin´s theory was inspired by
classical economics , a system as it happens erroneous in most of the predictions it made.” in Mc Closkey
Donald. N, “The Rethoric of Economics “, Nashville, US, in Journal of Economic Literature. Vol. XXI , June
1983,p. 487.
15 McCloskey, Donald [Deirdre]:The Limits of Expertise If you´re so smart, Why ain´t You Rich? en
Bourgeois Dignity. Why Economics Can´t Explain The Modern World, Chicago, Chicago University Press.
(1994).p.399.
12
13
113
proyección interpersonal que tienen algunos economistas históricos de los Estados Unidos
con las naciones latinas. De tal forma el análisis histórico-económico neoinstitucionalista
sobre crecimiento económico cae en una especie de “tipificación” de los sujetos a estudio,
en este caso a los Estado-Nación, se les categorizaría a nivel de individuos. Esto implica que
en vez de realizar la descripción y el estudio de los complejos sistemas y procesos que
entraña un país formado por millones de personas, el intrincado proceso histórico quedaría
simplificado cual experiencia de vida. En tal caso, sería posible hacer un análisis tipomorfo
de la falla que se señala como lo hace un psicólogo o un médico y realizar una serie de
prescripciones a los Estados para que puedan superar la condición indeseable que los ha
afectado desde hace tiempo y recuperar su retorno a la “salud”, el bienestar económico. Se
consideraría así que el éxito o fracaso de una nación se puede explicar porque se tomaron o
no cierto conjunto de decisiones. Se observa el recorrer histórico de una país con la
horizontalidad de la vida de una persona y de esta manera se le puede someter a juicio
comparando su proceder, en una similar trayectoria temporal, con la de sus vecinos más o
menos prósperos.16
Por su parte, el economista Jeffrey Williamson considera que la situación de los
llamados países del tercer mundo no ha sido peor a la que tuvieron que atravesar en su
momento histórico los países del primer mundo en sus primeras etapas de crecimiento.
Incluso resalta el hecho que en términos comparativos estos países en la actualidad,
Latinoamérica incluida, han tomado mejores decisiones en cuanto al desarrollo económico
que las que establecieron los países primermundistas en circunstancias históricas similares.
A su vez, McCloskey ofrece datos que encajan perfectamente con las afirmaciones de
Williamson. México, por ejemplo tuvo una capacidad muy cercana a la de su vecino
americano para cuadriplicar su producto per cápita en poco menos de un siglo. (Ver
CUADRO 1). 17
Williamson Jeffrey G., How tough are times in the third world? en Mc Closkey, Donald [Deirdre]. (1993)
editor:Second thoughts:myths and morals of U.S. economic history / ed. by Donald N. McCloskey.Oxford
University Press. pp.11-18. p.51.
17
114
CUADRO 1.-La ruta histórico económica de algunas naciones: producto per cápita
de ricos y pobres en 1900 y 1987 (en dólares según el poder adquisitivo en 1980).
Ricos
1900
1987
Factor de
Estados Unidos
$2911
$13550
crecimiento
4.6
Francia
1600
9475
5.9
677
6756
14.4
549
4143
7.5
1284
3302
2.6
India
378
662
1.8
México
649
2667
4.1
Nuevos ricos
Japón
En proceso de enriquecerse
Corea del Sur
Nuevos Pobres
Argentina
Pobres
Fuente: Elaboración propia con datos de McCloskey, Deirdre,
“1066 and a Wave of
Gadgets: The Achievements of British Worth” in Penelope Gouk, ed., Wellsprings of
Achievement: Cultural and Economics Dynamics in Early Modern England and Japan ,
Aldershot, Great Britain, Varioum , 1995. p.131.
Desde esta perspectiva, la labor que han realizado los países de Latinoamérica en
materia de crecimiento no se califica desde el punto de vista de la diferencia con el vecino
desarrollado, de la ausencia de políticas o instituciones, sino más bien, de un espacio
temporal distinto, quizás hasta mejor posicionado dentro de la senda del desarrollo.
Ilustrados por la experiencia de sus antecesores, de las cuestiones a resolver y las políticas a
115
emplear, se desdibuja esa causalidad pretendida de fracaso económico por lección no
aprendida que nos recuerda a la parábola del hijo pródigo.
Conclusiones.
A lo largo del presente ensayo se han descrito los textos de economistas que
pretenden mediante la teorización explicar la historia del crecimiento económico en
América Latina utilizando el recurso de la comparación y a Estados Unidos como modelo.
Estamos de acuerdo con el mérito que tienen los trabajos en su propuesta de análisis para
tratar explicar el fenómeno del atraso de una región económica respecto a otras, pero
carecemos y debemos señalar que este tipo de investigaciones también carecen de los
elementos que nos permitan llegar a conclusiones definitivas. Cada trabajo teórico es una
especie de mapa que permite recorrer ciertos senderos para encontrar ciertos destinos, pero
no es posible, sobre todo en cuanto a lo que se refiere a la historia económica, suponer que
nuestro mapa es el mejor trazado y el más eficiente para encontrar todos los destinos. Será
improbable hallar el hilo negro que nos ayude explicar el rumbo histórico de los
acontecimientos, como dice McCloskey y debemos estar dotados de la modestia intelectual
necesaria para entendernos como filósofos sociales, no como ingenieros, que apenas pueden
intentar explicarse la historia.
Los ejercicios de sistematización y pronóstico muchas veces serán infructuosos y
hasta peligrosos. Recordemos que la retórica y la perspectiva empleadas en el desarrollo de
cualquier trabajo científico son limitadas. El análisis de North Sumerhill y Weisgant no es
más que una interpretación histórica para el análisis del atraso y no puede considerarse más
allá que una obra consistente con una teoría particular sujeta a discusión. Podemos
considerarlo como un trabajo valioso en ideas y conceptos, pero después de repasar
brevemente a distintos autores como Williamson, Mc Closkey y a Gerschekron nos queda
claro que la descripción y explicación del atraso económico es una labor ardua que no nos
permite conformarnos con retóricas concluyentes o determinísticas. Para algunos el trabajo
de North y sus colegas, es una herramienta notable para el análisis del desarrollo, para otros
116
es simplemente una reflexión interesante que nos aporta algunos elementos útiles en la
discusión, en tanto que para otros más, los aspectos institucionales son menos importantes
que la dotación inicial de factores.
Incluso hay quien señalaría al mencionado artículo como una cita de aspectos
institucionales circunstanciales que no puede pretender explicar por si solo el desempeño
económico distinto de Estados Unidos frente a otros países. A fin de cuentas, solamente se
adoptaron formas institucionales que se habían heredado de la corona británica las cuales
pudieron adaptarse a las nuevas circunstancias políticas. Es innegable que además de los
esfuerzos de sistematización y pronóstico que revisten algunos enfoques historiográficos
hay elementos cruciales para explicar el atraso que escapan a los modelos y fundamentos
propuestos por los neoinstitucionalistas. Se podría argumentar por ejemplo, desde una
perspectiva histórica que cuando Francia dejo de ser una amenaza y se volvió un aliado
estratégico para Estados Unidos fue tan determinante en su triunfo económico, como para
México le presentó un fuerte obstáculo los constantes ataques de potencias extranjeras y la
pérdida de más de la mitad de su territorio en sus primeros años como nación
independiente.18 Lo cual, resulta un interesante planteamiento histórico a la teoría de la
dependencia que tanto denosta Haber.
Finalmente, cabría preguntarse si los trabajos aquí mencionados y que destacan la
prosperidad lograda por parte de los países primermundistas gracias a sus arreglos
institucionales no ha dejado afuera otros elementos importantes para explicar su ejemplar
desempeño económico. Desde su aparición, la escuela institucionalista ha pretendido
fundamentar la importancia de las instituciones en el desarrollo. Este intento realizado en
el campo de la historia económica, se traslada en el trabajo de estos historiadores al intentar
explicar la superioridad económica de Estados Unidos frente a Latinoamérica y muchos
trabajos similares han aparecido en los últimos años. Sin embargo, la retórica en la que se
envuelven ha omitido (con excepción de trabajos como el de Fogel) la descripción de
arreglos institucionales, igualmente válidos, pero más cuestionables, como el colonialismo,
la esclavitud, el imperialismo financiero o la autocracia del Estado como la que presenta en
la actualidad China, que parecen haber contribuido también al crecimiento económico de
algunos y al atraso de otros. El estudio de estos aspectos institucionales poco acreditados
18
North Douglas Cecil, Summerhill William & Weingast Barry, Op cit, p.29.
117
permitiría ampliar su perspectiva al enfoque neo institucionalista y ayudaría a ofrecernos
una visión más amplia y apropiada del crecimiento económico. Un buen trabajo histórico
debe procurar la captura más amplia posible de los elementos que intervienen en un hecho.
Igual que en la construcción de un templo que se realiza como un modo de acercarnos a la
Providencia, son importantes para su construcción los sentimientos más elevados y
sublimes, como la honestidad, la fe y la solidaridad, pero también los más censurables como
la explotación, la mentira y el fanatismo están presentes en la construcción de este puente
hacia la salvación. En el caso del desarrollo económico seguramente también intervendrán
elementos de distinto tipo. Quedarnos con la parte luminosa de la historia, en nuestro caso
de la historia económica, representa una forma velada, sesgada y explicitamente errónea de
encontrar la verdad sobre los hechos.
Bibliografía

Gerschenkron, Alexander. Atraso económico e industrialización, Ariel, Barcelona,
1973.p.40.

Haber Stephen, El crecimiento económico y la historiografía económica de la
América Latina en Como se rezago la América Latina : ensayos sobre las historias
económicas de Brasil y México, 1800-1914, México, FCE,1999, pp. 9-46.

McCloskey, Deirdre, Si eres tan listo : la narrativa de los expertos en economía,
Madrid, Alianza Editorial, 1993, pp.45-58.

McCloskey, Deirdre. La retorica de la economía, Madrid, Alianza Editorial, 1990.

McCloskey, Donald [Deirdre]. editor:
Second thoughts :myths and morals of
U.S. economic history / ed. by Donald N. McCloskey
.Oxford University Press.
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en Bourgeois Dignity. Why Economics Can´t Explain The Modern World, Chicago,
Chicago University Press,1994,pp.393-406.
Hemerografía

North Douglas Cecil, Summerhill William & Weingast Barry, “Desorden y Cambio
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Catalunya, 1992, pp. 9-59.
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McCloskey, Deirdre, “1066 and a Wave of Gadgets: The Achievements of British
Worth” in Penelope Gouk, ed., Wellsprings of Achievement: Cultural and
Economics Dynamics in Early Modern England and Japan , Aldershot, Great Britain,
Varioum , 1995. p.131.

Mc Closkey Donald. N, “The Rethoric of Economics “, Nashville, US, in Journal of
Economic Literature. Vol. XXI , June 1983 pp.481-517.
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