21 03-07-11 MIRADAS20110703DOM Página SIETE Domingo 3 de julio de 2011 /1 MIRADAS Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Viaje al CORAZÓN L A BOLIVIA de 21 R E V I S T A 1 Bolpebra Donde empieza la patria Crónica de un viaje a la frontera trinacional, donde un valeroso grupo de colonos, contra todas las adversidades, tiene esperanza en un mejor futuro. Dos pobladores pobladores de la localilocalidad limítro limítrofe con Brasil Brasil y PePerú, en el pórtico de su casa sobre sobre pilares pilares de madera madera 22-23 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 22 2 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Viajar es crecer C on el viaje a Bolpebra del equipo conformado por Benjamín Chávez, escritor y periodista;Manuel Seoane, fotógrafo; y Robin Mamani, investigador social comienza el proyecto denominado “Viaje al Corazón de Bolivia”, de Página Siete y de Naciones Unidas, que tiene como ambicioso objetivo delinear un retrato del país en los inicios de este siglo XXI. Durante 25 semanas, tres equipos –incluido el que estuvo en Bolpebra- recorrerán el país, pero evitando las capitales de departamento y ciudades intermedias, para conocer cómo es la vida en las localidades que apenas figuran en el mapa. Los reportajes y los registros fotográficos del recorrido serán publicados por la revista “Miradas”, aunque las filmaciones y grabaciones que se realicen serán accesibles tanto en el sitio web del periódico, como en los de Naciones Unidas, en los blogs de los fotógrafos, en los de los corresponsales viajeros y en todos los sitios web y blogs que quieran adherirse al proyecto. Al finalizar el periplo, se espera publicar un libro, pero también contar con un rico material que posibilite una serie de exposiciones itinerantes. Viajar es crecer. Invitamos a ustedes, amables lectores, a realizar un recorrido que, al final, tenga como positivo resultado el beneficio de conocer más al fantástico país en el que nos tocó nacer. Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Un grupo de chuquisaqueños, potosinos y tarijeños llegó al punto limítrofe en 1992. Muchos de ellos se fueron a Cobija. Cinco militares resguardan el hito 48, donde “empieza la patria”. NOS HAN DADO LA TIERRA Polonia viuda de Cruz es una chuquisaqueña de 61 años que, animada por la esperanza de una vida mejor, emigró a Bolpebra junto a sus tres hijos pequeños. Había enviudado poco tiempo antes en Villa Charcas, su pueblo, y se animó a hacer el viaje con su cuñada, un grupo de paisanos, algunos potosinos y varios tarijeños de la región de Bermejo. Tigres, pumas y serpientes eran las mayores amenazas para los pioneros de Bolpebra, recuerda doña Polonia, y renace el temor en su mirada. “Cuando llegamos -explica-, había que construir las casas y yo, sola con mis hijitos, no tenía quién me haga una casa para vivir. Entonces me hice un toldo de plástico y ahí pasábamos las noches. Yo no dormía. Tenía miedo del tigre y de otros animales del monte. Se escuchaba toda clase de ruidos muy cerca. Yo pasaba las noches sentada cuidando a mis hijos porque pensaba que si venía el tigre sería lo primero que me robaría. Me conseguí un palo largo y tenía un machete. Con esto voy a luchar, pensaba. Al atardecer encendía fuego alrededor del toldo. Les hacía dormir a mis hijos y yo me quedaba despierta y los cuidaba sentada en un tronco. El sueño me vencía también y muchas veces desperté asustada, pues me había quedado dormida agarrando mi machete”. “Así pasé un tiempo -continúa narrando esta mujer menudita y de voz apagada-, hasta que un día, cuando ya todos los otros vecinos tenían sus casas, el comandante del puesto militar mandó a los soldados para que me hicieran una a mí. ‘Ustedes son soldados que tienen que ayudar a la gente -les BOLIVIA de Editor: Marco Zelaya. Redactora: Amancaya Finkel. Diseño: Edmundo Morales y Marcelo Mamani. Viaje al corazón de Bolivia es un proyecto conjunto de Página Siete y Naciones Unidas. Equipos de Viaje: Verde: Benjamín Chávez (cronista), Manuel Seoane (fotógrafo) y Robin Mamani (investigador social). Rojo: Álex Ayala (cronista), Juan Gabriel Estellano (fotógrafo) y Daniel Platt (investigador social). Azul: Liliana Carrillo (cronista), Noelia Zelaya (fotógrafa) y Tania Sossa (investigadora social). Robert Brockmann - Centro de Información de NNUU (CINU) Oswaldo Candia - Programa Conjunto Ventana de Paz Jacques Duhaime - Oficina de Objetivos de Desarrollo del Milenio Gabriel Mariaca y Armando Urioste MIRADAS 23 3 Junto a doña Polonia llegaron a Bolpebra otras 50 personas . Hoy, quedan pocos de aquel grupo. Historias de frontera Benjamín Chávez,periodista Manuel Seoane, fotógrafo Robin Mamani, investigador social “ VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Bolpebra Viaje al CORAZÓN DIRECTOR: Raúl Peñaranda Undurraga Jefe de Redacción: Cándido Tancara Castillo Jefe de Informaciones: Martín Zelaya Sánchez Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Atardecer en el río Acre. Niños de Bolpebra. Son los hijos de los colonos que quedan. dijo-, así se sirve a la patria’. Entonces han cortado madera y me han hecho esta casa” (recorre con la mirada las paredes y el techo). Son dos habitaciones elevadas sobre estacas. Una, la más pequeña, es el dormitorio y la otra hace de cocina, comedor y depósito de comestibles, frascos de remedios para la tos y un par de muebles sin uso. Como el techo es de calamina, el calor es intenso, algo que no parece importarle demasiado a Chavelo, un viejo gato blanco de motas amarillas que se enseñorea por los tablones del piso. La casa de doña Polonia tiene dos puertas. La primera se abre a la calle principal de Bolpebra y la otra, la trasera, comunica con un pequeño corral de patos y gallinas. Doña Polonia recuerda cómo abrieron el monte para erigir el pueblo. Tumbaron los árboles, chaquearon la hierba y abrieron una senda. Ella crió chanchos e incluso llegó a tener unas pocas cabezas de ganado vacuno. “Ahora ya no tengo -se lamenta-, a mis vaquitas las mató el tigre”. Junto a ella llegaron, hace ya casi 20 años, otras 50 personas entre adultos y niños. Hoy, quedan pocos de aquel grupo. Además de ella, están don Basilio Tolaba y don Nicolaides Cazón con sus respectivas familias. La mayoría ha regresado a su tierra o se han ido a Cobija. “Es que las condiciones aquí no mejoran”, explica don Nicolaides, uno de los primeros líderes. Nicolaides Cazón Huallpa es de Cotagaita en la provincia Nor Chichas. “La tierra de la Chaskañawi”, agrega sonriendo, como si realmente la conociese y le guardara mucho cariño. A sus 52 años y tras casi 20 de vivir en Bolpebra mantiene su optimismo. “Decidimos venirnos porque nos dijeron que ésta era una buena tierra. Y sí es, el calor es bueno para la salud, porque como dice el refrán: ‘Donde entra el sol no entra el doctor’”, afirma parado en una esquina bajo el sol del mediodía y apenas cubierto por una gorra ploma. Recuerda que, tras pasar una noche en Brasil, cruzaron en una volqueta el día 23 de septiembre. “Antonio Marinho, un brasileño que conocía muy bien la zona, fue nuestro guía. Con él exploramos el monte buscando el sitio para establecernos. Marinho era muy bueno, nos ayudó mucho. Como no éramos de la región, fue él quien nos enseñó qué frutas se podían comer, qué plantas servían, cómo debíamos cuidarnos de los animales y muchas otras cosas”. Doña Polonia también demuestra su gratitud hacia los vecinos brasileños. “Nos hacen favores, nos invitan, siempre nos colaboran, bien buena es la gente de Brasil. Hasta carne, hasta yuca nos regalan a veces”. Se refiere a los habitantes de Asís, ciudad que está frente a Bolpebra, en la margen opuesta del río Acre. Una ciudad que tiene calles asfaltadas, alumbrado público, supermercado, restaurantes, hotel, banco, agua potable y muchas otras cosas. Una población que, cuando arribaron los primeros habitantes de Bolpebra, era apenas un caserío sin luz y muy poca gente. “Ñaparí (la población fronteriza del lado peruano) también era chiquitito. Y cómo ahora tiene todo”, suspira doña Polonia y es claro que no puede explicarse por qué Bolpebra no alcanza hasta hoy unas condiciones mínimas de vida, ella que ha visto abrirse diferencias abismales entre las tres poblaciones. “Luego de construir las casas, abrimos la senda para que Bolivia tenga un camino hasta aquí, porque antes de eso sólo se podía venir por vía fluvial por el río Acre. Pero eso en tiempo de lluvia cuando el río es navegable. CONTINÚA EN LA PÁGINA 4 22-23 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 22 2 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Viajar es crecer C on el viaje a Bolpebra del equipo conformado por Benjamín Chávez, escritor y periodista;Manuel Seoane, fotógrafo; y Robin Mamani, investigador social comienza el proyecto denominado “Viaje al Corazón de Bolivia”, de Página Siete y de Naciones Unidas, que tiene como ambicioso objetivo delinear un retrato del país en los inicios de este siglo XXI. Durante 25 semanas, tres equipos –incluido el que estuvo en Bolpebra- recorrerán el país, pero evitando las capitales de departamento y ciudades intermedias, para conocer cómo es la vida en las localidades que apenas figuran en el mapa. Los reportajes y los registros fotográficos del recorrido serán publicados por la revista “Miradas”, aunque las filmaciones y grabaciones que se realicen serán accesibles tanto en el sitio web del periódico, como en los de Naciones Unidas, en los blogs de los fotógrafos, en los de los corresponsales viajeros y en todos los sitios web y blogs que quieran adherirse al proyecto. Al finalizar el periplo, se espera publicar un libro, pero también contar con un rico material que posibilite una serie de exposiciones itinerantes. Viajar es crecer. Invitamos a ustedes, amables lectores, a realizar un recorrido que, al final, tenga como positivo resultado el beneficio de conocer más al fantástico país en el que nos tocó nacer. Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Un grupo de chuquisaqueños, potosinos y tarijeños llegó al punto limítrofe en 1992. Muchos de ellos se fueron a Cobija. Cinco militares resguardan el hito 48, donde “empieza la patria”. NOS HAN DADO LA TIERRA Polonia viuda de Cruz es una chuquisaqueña de 61 años que, animada por la esperanza de una vida mejor, emigró a Bolpebra junto a sus tres hijos pequeños. Había enviudado poco tiempo antes en Villa Charcas, su pueblo, y se animó a hacer el viaje con su cuñada, un grupo de paisanos, algunos potosinos y varios tarijeños de la región de Bermejo. Tigres, pumas y serpientes eran las mayores amenazas para los pioneros de Bolpebra, recuerda doña Polonia, y renace el temor en su mirada. “Cuando llegamos -explica-, había que construir las casas y yo, sola con mis hijitos, no tenía quién me haga una casa para vivir. Entonces me hice un toldo de plástico y ahí pasábamos las noches. Yo no dormía. Tenía miedo del tigre y de otros animales del monte. Se escuchaba toda clase de ruidos muy cerca. Yo pasaba las noches sentada cuidando a mis hijos porque pensaba que si venía el tigre sería lo primero que me robaría. Me conseguí un palo largo y tenía un machete. Con esto voy a luchar, pensaba. Al atardecer encendía fuego alrededor del toldo. Les hacía dormir a mis hijos y yo me quedaba despierta y los cuidaba sentada en un tronco. El sueño me vencía también y muchas veces desperté asustada, pues me había quedado dormida agarrando mi machete”. “Así pasé un tiempo -continúa narrando esta mujer menudita y de voz apagada-, hasta que un día, cuando ya todos los otros vecinos tenían sus casas, el comandante del puesto militar mandó a los soldados para que me hicieran una a mí. ‘Ustedes son soldados que tienen que ayudar a la gente -les BOLIVIA de Editor: Marco Zelaya. Redactora: Amancaya Finkel. Diseño: Edmundo Morales y Marcelo Mamani. Viaje al corazón de Bolivia es un proyecto conjunto de Página Siete y Naciones Unidas. Equipos de Viaje: Verde: Benjamín Chávez (cronista), Manuel Seoane (fotógrafo) y Robin Mamani (investigador social). Rojo: Álex Ayala (cronista), Juan Gabriel Estellano (fotógrafo) y Daniel Platt (investigador social). Azul: Liliana Carrillo (cronista), Noelia Zelaya (fotógrafa) y Tania Sossa (investigadora social). Robert Brockmann - Centro de Información de NNUU (CINU) Oswaldo Candia - Programa Conjunto Ventana de Paz Jacques Duhaime - Oficina de Objetivos de Desarrollo del Milenio Gabriel Mariaca y Armando Urioste MIRADAS 23 3 Junto a doña Polonia llegaron a Bolpebra otras 50 personas . Hoy, quedan pocos de aquel grupo. Historias de frontera Benjamín Chávez,periodista Manuel Seoane, fotógrafo Robin Mamani, investigador social “ VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Bolpebra Viaje al CORAZÓN DIRECTOR: Raúl Peñaranda Undurraga Jefe de Redacción: Cándido Tancara Castillo Jefe de Informaciones: Martín Zelaya Sánchez Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Atardecer en el río Acre. Niños de Bolpebra. Son los hijos de los colonos que quedan. dijo-, así se sirve a la patria’. Entonces han cortado madera y me han hecho esta casa” (recorre con la mirada las paredes y el techo). Son dos habitaciones elevadas sobre estacas. Una, la más pequeña, es el dormitorio y la otra hace de cocina, comedor y depósito de comestibles, frascos de remedios para la tos y un par de muebles sin uso. Como el techo es de calamina, el calor es intenso, algo que no parece importarle demasiado a Chavelo, un viejo gato blanco de motas amarillas que se enseñorea por los tablones del piso. La casa de doña Polonia tiene dos puertas. La primera se abre a la calle principal de Bolpebra y la otra, la trasera, comunica con un pequeño corral de patos y gallinas. Doña Polonia recuerda cómo abrieron el monte para erigir el pueblo. Tumbaron los árboles, chaquearon la hierba y abrieron una senda. Ella crió chanchos e incluso llegó a tener unas pocas cabezas de ganado vacuno. “Ahora ya no tengo -se lamenta-, a mis vaquitas las mató el tigre”. Junto a ella llegaron, hace ya casi 20 años, otras 50 personas entre adultos y niños. Hoy, quedan pocos de aquel grupo. Además de ella, están don Basilio Tolaba y don Nicolaides Cazón con sus respectivas familias. La mayoría ha regresado a su tierra o se han ido a Cobija. “Es que las condiciones aquí no mejoran”, explica don Nicolaides, uno de los primeros líderes. Nicolaides Cazón Huallpa es de Cotagaita en la provincia Nor Chichas. “La tierra de la Chaskañawi”, agrega sonriendo, como si realmente la conociese y le guardara mucho cariño. A sus 52 años y tras casi 20 de vivir en Bolpebra mantiene su optimismo. “Decidimos venirnos porque nos dijeron que ésta era una buena tierra. Y sí es, el calor es bueno para la salud, porque como dice el refrán: ‘Donde entra el sol no entra el doctor’”, afirma parado en una esquina bajo el sol del mediodía y apenas cubierto por una gorra ploma. Recuerda que, tras pasar una noche en Brasil, cruzaron en una volqueta el día 23 de septiembre. “Antonio Marinho, un brasileño que conocía muy bien la zona, fue nuestro guía. Con él exploramos el monte buscando el sitio para establecernos. Marinho era muy bueno, nos ayudó mucho. Como no éramos de la región, fue él quien nos enseñó qué frutas se podían comer, qué plantas servían, cómo debíamos cuidarnos de los animales y muchas otras cosas”. Doña Polonia también demuestra su gratitud hacia los vecinos brasileños. “Nos hacen favores, nos invitan, siempre nos colaboran, bien buena es la gente de Brasil. Hasta carne, hasta yuca nos regalan a veces”. Se refiere a los habitantes de Asís, ciudad que está frente a Bolpebra, en la margen opuesta del río Acre. Una ciudad que tiene calles asfaltadas, alumbrado público, supermercado, restaurantes, hotel, banco, agua potable y muchas otras cosas. Una población que, cuando arribaron los primeros habitantes de Bolpebra, era apenas un caserío sin luz y muy poca gente. “Ñaparí (la población fronteriza del lado peruano) también era chiquitito. Y cómo ahora tiene todo”, suspira doña Polonia y es claro que no puede explicarse por qué Bolpebra no alcanza hasta hoy unas condiciones mínimas de vida, ella que ha visto abrirse diferencias abismales entre las tres poblaciones. “Luego de construir las casas, abrimos la senda para que Bolivia tenga un camino hasta aquí, porque antes de eso sólo se podía venir por vía fluvial por el río Acre. Pero eso en tiempo de lluvia cuando el río es navegable. CONTINÚA EN LA PÁGINA 4 24-25 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 24 4 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE “ VIENE DE LA PÁGINA 3 ble. Con apenas un plano y una brújula nos internamos al monte virgen. ¡En 27 días hicimos 66 kilómetros a machete! Acampábamos en medio del monte y montábamos guardia para protegernos de los animales. Luego, el Batallón Sexto de Ingenieros hizo 20 kilómetros y el municipio hizo otros diez con maquinaria alquilada del Perú”, rememora. Esa brecha abierta con esfuerzo heroico por los vecinos de Bolpebra es hoy un deplorable camino (120 kilómetros hasta Cobija), de una sola vía y casi sin mantenimiento, por donde transitan motocicletas y algunos vehículos cuyas huellas se hunden en el suelo arcilloso. Los puentes fueron hechos hace mucho tiempo con gruesos troncos que ya cumplieron su vida útil. Al respecto, doña Polonia se pregunta con un tono de frustración: “¿Cómo esos puentes (de concreto) no salen hasta ahorita? Los que tenemos son de madera y ya se han podrido. Ya los he visto quebrados”. A la altura de Nohaya, la población más cercana a Bolpebra, hay un puente de concreto recién construido que está en funcionamiento desde hace un par de meses. A lo largo de la ruta existen otros tres más que datan de tiempo atrás, pero los puentes de madera todavía son muchos y casi todos ya están rotos o rajados. Don Nicolaides, doña Polonia y la mayoría de las diez familias que habitan Bolpebra pasan el día cultivando algunos productos (yuca, frejol) en escasa cantidad, apenas para su subsistencia. “Aquí, ¿de dónde va a sacar dinerito? No hay de dónde. Me crío mis gallinitas, así nomás nos estamos. Aquí uno sufre, no hay nada, ni para comer casi. Ni para venderse alguito”, se lamenta doña Polonia. LA ISLA DEL TESORO Son las ocho de la mañana de un día de junio de 2011. Toda la noche se escuchó una dulce vertiente de lentejuelas y escamas. El arrullo propio de la selva y el río. Dos gallos cesan el canto con el que han inaugurado el día. Decenas de pájaros aún les hacen coro con sus estudiantes. “Por ejemplo hay uno (un pueblo) que se llama Dolores ¿Y eso qué significa? Dolor. O sea que ahí se sufre. No hay nada. No hay dónde comprar nada, es puro monte. Dolor es”. La profesora Emilia Pacheco de Cazón, directora del colegio, es la esposa de don Nicolaides. Ella también tiene su propia historia del arribo a Bolpebra. Y es que cuando salió de su tierra estaba embarazada de nueve meses. Sentada en su pequeña oficina, donde cuelga un letrero de cartulina verde que dice “Mi corazón es de Pando”, recuerda que la noche de San Juan de 1992 se distrajo un momento del largo y penoso viaje desde el sur del país viendo las fogatas que la gente hacía. “A las 11 de la noche me vinieron los dolores del parto y nació mi hijo ya en tierra pandina. Al día siguiente, a las ocho de la mañana, cruzamos la frontera del Brasil pues en ese entonces no había otro modo de llegar hasta aquí”. Y aunque su hijo, que hoy estudia ingeniería petrolera en Sucre, no nació en Bolpebra, fue el primer bebé cuyo llanto se escuchó de este lado de la triple frontera. Quien sí nació en Bolpebra es Eliane Tolaba Cruz. Tiene 13 años y cursa el octavo grado, el último que ofrece la escuela del pueblo. Muy pocas personas son oriundas de Bolpebra (la última niña que nació en Bolpebra se llama Mila y nació hace un año. Era de Yaminahua, una comunidad vecina, nos dice la auxiliar de enfermera de la posta sanitaria). A Eliane le gusta leer. Hace un par de días terminó un libro que contaba la aventura de una El hito 48, que demarca la frontera con Perú y Brasil. multicolores voces y los omnipresentes insectos vuelan zumbadores y presurosos a sus diminutos destinos apremiantes. En la Unidad Educativa Bolpebra suena la campana. Es un decir, pues ésta no es sino un aro de camión colgado con alambre de un arco de mojones, cuyo badajo es un pedal de bicicleta. Un par de toques certeros dados por un niño reúne a los alumnos. Son 11 los que llegan puntuales. La directora, visiblemente preocupada mirando el cielo encapotado exclama: “¡falta más de la mitad!”. La escuela es una explanada cuadrada de ladrillo cercada por una pared amarilla. Hay tres aulas que funcionan de multigrados. Clavado en una de las columnas que sostienen un pequeño techo de calamina a manera de tribuna un letrero revela: “Todo hombre que trabaja, produce”. Se inicia la jornada. Los niños entonan una canción a capela cuyo estribillo repite: “En esta zona, zona amazónica, está mi escuelita. Bolpebra, tú llegaste a ser lo que tus hijos querían: Un gran centro”. “Bolpebra es un pueblo bonito, hay otros peores”, les dice el profesor que preside el sencillo acto de iza de la bandera con el ánimo de impartir un poco de optimismo en los Departamento: PANDO Provincia: NICOLÁS SUAREZ Sección Municipal: SEGUNDA SECCIÓN BRA BOLPEBRA SIL N PA DO La paz 2001 2006 1.194 1.328 2007 2008 2009 1.340 1.351 1.365 Pobreza por el método de Necesidades Básicas Insatisfechas 1992 2001 Población Pobre 1.054 1.036 Población en Extrema Pobreza 942 437 Porcentaje de Poblacion Pobre 99,9 95,5 Los alumnos de la escuela del pueblo sólo cursan hasta octavo grado. Doña Polonia, en su casa construida por los militares. Pobreza por el método de Línea de ingreso (consumo) 2001 Incidencia de la línea de pobreza extrema 28,9 Beni 2010 1.379 1992 0,408 2001 0,572 2005 0,618 2004 Cobertura Neta Educación Primaria (%) 94,5% Tasa de término a 8vo de Primaria (%) 57,3% Cobertura Neta Educación Secundaria (%) 0,0% Tasa de término a 4to de Secundaria (%) 0,0% Número Edificios Escolares 12 Relación Alumno/Item 11 2005 111,3% 28,3% 13,0% 0,0% 13 13 2006 96,8% 58,3% 14,6% 0,0% 13 13 Índice de desarrollo humano municipal Un taxista espera a una cliente, que decidió trasladarse a Cobija. En Bolpebra viven diez familias. Educación 2007 2008 113,3% 122,3% 50,3% 42,2% 19,5% 19,6% 0,0% 28,2% 13 13 14 n.d. Tasa de Mortalidad Infantil (por mil nacidos vivos) Cobertura de Agua Potable (%) Cobertura de Servicio Sanitario (%) 2002 Cobertura de Vacuna Pentava65,9 lente (%) Cobertura de Parto Institucional 21,7 (%) familia que vivía en el monte. Hoy, ya se prestó otro de la biblioteca de la escuela (son los libros de la Reforma Educativa). Se llama La isla del tesoro y planea leerlo en el escaso tiempo que dispone para ello, pues luego de la escuela debe cocinar para su familia (vive con sus padres y sus ocho hermanos), lavar ropa y hacer las tareas que les da la profesora. Cuando se le pregunta acerca de sus planes para el futuro, Eliane dice que nunca pensó en ello. No sabe qué hará el año que viene cuando ya no vaya a la escuela. Simplemente mira el verde horizonte y busca y busca una respuesta en los árboles, las matas y enredaderas que se alzan tras el muro de la escuela. Y es que ése fue siempre su mundo y le cuesta imaginar cosas muy diferentes. El municipio de Bolpebra, ubicado en la segunda sección de la provincia Nicolás Suárez, tiene 15 escuelas en sus 2.459 kilómetros cuadrados de extensión. Todas funcionan. Por ejemplo en Nohaya, la población más cercana a Bolpebra, la lección de Guillermo Mamani, profesor chuquisaqueño de religión que trabaja como profesor de aula, hoy ha mostrado a su media docena de alumnos de varias edades la formación de las palabras. Para ello ha elegido la sílaba tri “de trigo y de trinacional”, nos refiere orgulloso de la pertinencia de sus contenidos. Como en realidad su especialidad es la religión, siempre lleva consigo una Biblia que ahora está sobre la mesa de la escuela, un galpón de piso y techo de madera sin pare- CONTINÚA EN LA PÁGINA 6 Género Salud Índice de desarrollo Humano Población Población Total 25 5 Cuando se le pregunta acerca de sus planes para el futuro, Eliane dice que nunca pensó en ello. Y es que ése fue siempre su mundo y le cuesta imaginar cosas muy diferentes. Bolpebra 1992 1.129 MIRADAS 1992 2001 60,9 74,9 0,9 15,1 8,3 29,1 2003 2004 2004 Brecha de género en la Tasa de término a 8vo de Primaria (%) Brecha de género en la Tasa de término a 4to de Secundaria (%) 2005 2006 2007 2008 2009 67,5 105,0 133,3 97,4 97,7 88,6 73,5 26,7 41,9 32,6 26,2 19,3 14,7 14,9 2007 2008 2009 Cobertura de atención de enfermedades diarreicas agudas en menores de 5 años (%) Cobertura de atención de neumonías en menores de 1 año (%) Porcentaje de mujeres en edad fértil con orientación en planificación familiar 85,1 88,1 120,2 44,9 91,3 24,5 38,5 88,7 65,0 2005 2006 2007 2008 -69,89 -34,34 9,38 23,54 -41,20 0,00 0,00 20,28 0,00 0,00 Actividades económicas Actividad económica principal: Agricultura, ganadería, caza, sivicultura y educación. Estrategias productivas: Extracción de productos forestales, Servicios forestales de extracción de madera, Pesca fluvial. Fuente: (1) y (2) En base a datos del INE: www.ine.gob.bo (3) En Base a UDAPE - 2006 (4) En base a datos del PNUD - Bolivia (5) y (6) En base a datos del Ministerio de Educación: www.minedu.gob.bo (6) en base a datos del Dossier Estadístico de UDAPE: www.udape.gob.bo (7) En base a Datos de las fichas estadísticas de la Federación de Asociaciones Municipales: www.fam.bo 24-25 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 24 4 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE “ VIENE DE LA PÁGINA 3 ble. Con apenas un plano y una brújula nos internamos al monte virgen. ¡En 27 días hicimos 66 kilómetros a machete! Acampábamos en medio del monte y montábamos guardia para protegernos de los animales. Luego, el Batallón Sexto de Ingenieros hizo 20 kilómetros y el municipio hizo otros diez con maquinaria alquilada del Perú”, rememora. Esa brecha abierta con esfuerzo heroico por los vecinos de Bolpebra es hoy un deplorable camino (120 kilómetros hasta Cobija), de una sola vía y casi sin mantenimiento, por donde transitan motocicletas y algunos vehículos cuyas huellas se hunden en el suelo arcilloso. Los puentes fueron hechos hace mucho tiempo con gruesos troncos que ya cumplieron su vida útil. Al respecto, doña Polonia se pregunta con un tono de frustración: “¿Cómo esos puentes (de concreto) no salen hasta ahorita? Los que tenemos son de madera y ya se han podrido. Ya los he visto quebrados”. A la altura de Nohaya, la población más cercana a Bolpebra, hay un puente de concreto recién construido que está en funcionamiento desde hace un par de meses. A lo largo de la ruta existen otros tres más que datan de tiempo atrás, pero los puentes de madera todavía son muchos y casi todos ya están rotos o rajados. Don Nicolaides, doña Polonia y la mayoría de las diez familias que habitan Bolpebra pasan el día cultivando algunos productos (yuca, frejol) en escasa cantidad, apenas para su subsistencia. “Aquí, ¿de dónde va a sacar dinerito? No hay de dónde. Me crío mis gallinitas, así nomás nos estamos. Aquí uno sufre, no hay nada, ni para comer casi. Ni para venderse alguito”, se lamenta doña Polonia. LA ISLA DEL TESORO Son las ocho de la mañana de un día de junio de 2011. Toda la noche se escuchó una dulce vertiente de lentejuelas y escamas. El arrullo propio de la selva y el río. Dos gallos cesan el canto con el que han inaugurado el día. Decenas de pájaros aún les hacen coro con sus estudiantes. “Por ejemplo hay uno (un pueblo) que se llama Dolores ¿Y eso qué significa? Dolor. O sea que ahí se sufre. No hay nada. No hay dónde comprar nada, es puro monte. Dolor es”. La profesora Emilia Pacheco de Cazón, directora del colegio, es la esposa de don Nicolaides. Ella también tiene su propia historia del arribo a Bolpebra. Y es que cuando salió de su tierra estaba embarazada de nueve meses. Sentada en su pequeña oficina, donde cuelga un letrero de cartulina verde que dice “Mi corazón es de Pando”, recuerda que la noche de San Juan de 1992 se distrajo un momento del largo y penoso viaje desde el sur del país viendo las fogatas que la gente hacía. “A las 11 de la noche me vinieron los dolores del parto y nació mi hijo ya en tierra pandina. Al día siguiente, a las ocho de la mañana, cruzamos la frontera del Brasil pues en ese entonces no había otro modo de llegar hasta aquí”. Y aunque su hijo, que hoy estudia ingeniería petrolera en Sucre, no nació en Bolpebra, fue el primer bebé cuyo llanto se escuchó de este lado de la triple frontera. Quien sí nació en Bolpebra es Eliane Tolaba Cruz. Tiene 13 años y cursa el octavo grado, el último que ofrece la escuela del pueblo. Muy pocas personas son oriundas de Bolpebra (la última niña que nació en Bolpebra se llama Mila y nació hace un año. Era de Yaminahua, una comunidad vecina, nos dice la auxiliar de enfermera de la posta sanitaria). A Eliane le gusta leer. Hace un par de días terminó un libro que contaba la aventura de una El hito 48, que demarca la frontera con Perú y Brasil. multicolores voces y los omnipresentes insectos vuelan zumbadores y presurosos a sus diminutos destinos apremiantes. En la Unidad Educativa Bolpebra suena la campana. Es un decir, pues ésta no es sino un aro de camión colgado con alambre de un arco de mojones, cuyo badajo es un pedal de bicicleta. Un par de toques certeros dados por un niño reúne a los alumnos. Son 11 los que llegan puntuales. La directora, visiblemente preocupada mirando el cielo encapotado exclama: “¡falta más de la mitad!”. La escuela es una explanada cuadrada de ladrillo cercada por una pared amarilla. Hay tres aulas que funcionan de multigrados. Clavado en una de las columnas que sostienen un pequeño techo de calamina a manera de tribuna un letrero revela: “Todo hombre que trabaja, produce”. Se inicia la jornada. Los niños entonan una canción a capela cuyo estribillo repite: “En esta zona, zona amazónica, está mi escuelita. Bolpebra, tú llegaste a ser lo que tus hijos querían: Un gran centro”. “Bolpebra es un pueblo bonito, hay otros peores”, les dice el profesor que preside el sencillo acto de iza de la bandera con el ánimo de impartir un poco de optimismo en los Departamento: PANDO Provincia: NICOLÁS SUAREZ Sección Municipal: SEGUNDA SECCIÓN BRA BOLPEBRA SIL N PA DO La paz 2001 2006 1.194 1.328 2007 2008 2009 1.340 1.351 1.365 Pobreza por el método de Necesidades Básicas Insatisfechas 1992 2001 Población Pobre 1.054 1.036 Población en Extrema Pobreza 942 437 Porcentaje de Poblacion Pobre 99,9 95,5 Los alumnos de la escuela del pueblo sólo cursan hasta octavo grado. Doña Polonia, en su casa construida por los militares. Pobreza por el método de Línea de ingreso (consumo) 2001 Incidencia de la línea de pobreza extrema 28,9 Beni 2010 1.379 1992 0,408 2001 0,572 2005 0,618 2004 Cobertura Neta Educación Primaria (%) 94,5% Tasa de término a 8vo de Primaria (%) 57,3% Cobertura Neta Educación Secundaria (%) 0,0% Tasa de término a 4to de Secundaria (%) 0,0% Número Edificios Escolares 12 Relación Alumno/Item 11 2005 111,3% 28,3% 13,0% 0,0% 13 13 2006 96,8% 58,3% 14,6% 0,0% 13 13 Índice de desarrollo humano municipal Un taxista espera a una cliente, que decidió trasladarse a Cobija. En Bolpebra viven diez familias. Educación 2007 2008 113,3% 122,3% 50,3% 42,2% 19,5% 19,6% 0,0% 28,2% 13 13 14 n.d. Tasa de Mortalidad Infantil (por mil nacidos vivos) Cobertura de Agua Potable (%) Cobertura de Servicio Sanitario (%) 2002 Cobertura de Vacuna Pentava65,9 lente (%) Cobertura de Parto Institucional 21,7 (%) familia que vivía en el monte. Hoy, ya se prestó otro de la biblioteca de la escuela (son los libros de la Reforma Educativa). Se llama La isla del tesoro y planea leerlo en el escaso tiempo que dispone para ello, pues luego de la escuela debe cocinar para su familia (vive con sus padres y sus ocho hermanos), lavar ropa y hacer las tareas que les da la profesora. Cuando se le pregunta acerca de sus planes para el futuro, Eliane dice que nunca pensó en ello. No sabe qué hará el año que viene cuando ya no vaya a la escuela. Simplemente mira el verde horizonte y busca y busca una respuesta en los árboles, las matas y enredaderas que se alzan tras el muro de la escuela. Y es que ése fue siempre su mundo y le cuesta imaginar cosas muy diferentes. El municipio de Bolpebra, ubicado en la segunda sección de la provincia Nicolás Suárez, tiene 15 escuelas en sus 2.459 kilómetros cuadrados de extensión. Todas funcionan. Por ejemplo en Nohaya, la población más cercana a Bolpebra, la lección de Guillermo Mamani, profesor chuquisaqueño de religión que trabaja como profesor de aula, hoy ha mostrado a su media docena de alumnos de varias edades la formación de las palabras. Para ello ha elegido la sílaba tri “de trigo y de trinacional”, nos refiere orgulloso de la pertinencia de sus contenidos. Como en realidad su especialidad es la religión, siempre lleva consigo una Biblia que ahora está sobre la mesa de la escuela, un galpón de piso y techo de madera sin pare- CONTINÚA EN LA PÁGINA 6 Género Salud Índice de desarrollo Humano Población Población Total 25 5 Cuando se le pregunta acerca de sus planes para el futuro, Eliane dice que nunca pensó en ello. Y es que ése fue siempre su mundo y le cuesta imaginar cosas muy diferentes. Bolpebra 1992 1.129 MIRADAS 1992 2001 60,9 74,9 0,9 15,1 8,3 29,1 2003 2004 2004 Brecha de género en la Tasa de término a 8vo de Primaria (%) Brecha de género en la Tasa de término a 4to de Secundaria (%) 2005 2006 2007 2008 2009 67,5 105,0 133,3 97,4 97,7 88,6 73,5 26,7 41,9 32,6 26,2 19,3 14,7 14,9 2007 2008 2009 Cobertura de atención de enfermedades diarreicas agudas en menores de 5 años (%) Cobertura de atención de neumonías en menores de 1 año (%) Porcentaje de mujeres en edad fértil con orientación en planificación familiar 85,1 88,1 120,2 44,9 91,3 24,5 38,5 88,7 65,0 2005 2006 2007 2008 -69,89 -34,34 9,38 23,54 -41,20 0,00 0,00 20,28 0,00 0,00 Actividades económicas Actividad económica principal: Agricultura, ganadería, caza, sivicultura y educación. Estrategias productivas: Extracción de productos forestales, Servicios forestales de extracción de madera, Pesca fluvial. Fuente: (1) y (2) En base a datos del INE: www.ine.gob.bo (3) En Base a UDAPE - 2006 (4) En base a datos del PNUD - Bolivia (5) y (6) En base a datos del Ministerio de Educación: www.minedu.gob.bo (6) en base a datos del Dossier Estadístico de UDAPE: www.udape.gob.bo (7) En base a Datos de las fichas estadísticas de la Federación de Asociaciones Municipales: www.fam.bo 26-27 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 26 6 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA MIRADAS El puesto de las fuerzas del orden. Casi sin ninguna novedad en el apacible pueblo. LOS EQUIPOS La casa de doña Polonia, al igual que las de los otros colonos, tiene sólo dos ambientes. Verde Jornada deportiva en la escuela, bajo el ardiente sol. Ya están acostumbrados. Rumbo a la triple fronter a. frontera. Un camino abierto a machemachetazos tazos por los colonos. VIENE DE LA PÁGINA 5 des, abierta en el libro de Oseas, capítulo 2 versículo 1: “Y los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no puede contarse ni medirse”. LOS GUARDIANES DEL HITO 48 En el principio fue el puesto militar avanzado. En 1992, cuando los primeros pobladores llegaron a aquel recóndito paraje del país, cuya naturaleza está perfectamente expresada en un letrero que se conserva en la fachada del cuartel y que dice “Aquí empieza la patria”, el comandante del puesto era el subteniente Chavarría al mando de tres soldados acomodados como mejor podían en un pahuichi. Los colonos llegaron con don Tunchi, director de Reforma Agraria; Vidal Lozano, juez agrario, y un topógrafo de nombre Sócrates. Desde entonces las cosas han cambiado un poco. En el puesto avanzado hay un soldado más y el pahuichi es ahora una construcción nueva. Comando, cuadra, cocina y “ Manuel Seoane, fotógrafo. “Me recluté en el Batallón Colorados, pero de ahí nomás sin decirnos nada nos trajeron aquí. No volvimos a ver a nuestras familias. A veces hablamos por celular”, dice el soldado Roly. otros ambientes. Los soldados pasan el día carpiendo la maleza, manteniendo abierta la senda hacia la confluencia de los ríos Yaverí y Acre, el verdadero punto tripartito, pues es una de las vías que la gente utiliza para cruzar a Brasil o a Perú cuando necesita comprar algo. A veces cazan un chancho de monte para cocinarlo o para hacerlo charque. Idean sistemas de recolección de agua de lluvia mediante tubos de plástico y recipientes para tener agua para beber. Todos ellos son paceños. De los cuatro que están ahora, Roly, el de la franca sonrisa, es de Palos Blancos. Benjamín Chávez, escritor y periodista. Vladimir, el más pequeño, es de El Alto y Henry y Cristian son de la ciudad. “Me recluté en el Batallón Colorados, pero de ahí nomás sin decirnos nada nos trajeron aquí. No volvimos a ver a nuestras familias. A veces hablamos por celular (hay señal de ENTEL). Ahora estamos haciendo los reportes al comando también por celular, porque la antena de radio se arruinó”, afirma Roly, y nos muestra las partes esparcidas sobre el pasto del patio convertido en un taller de reparación. Es una empresa complicada que ya les está tomando varios días, pues ninguno de ellos posee conocimientos de electrónica. El futuro de la localidad fronteriza. Pero sus padres emigran. A Eliane Tolaba Cruz, de 13 años, le gusta mucho leer. “Pero aquí se aprende todo”, remata Roly muy sonriente y sin dejar de aplastar mosquitos en sus piernas que, al igual que las de sus camaradas, están plagadas de picaduras. El hito 48, punto que marca la confluencia de los tres países (Bolivia, Brasil y Perú), está en los predios del cuartel. A golpes de machete los soldados se abren paso por la pequeña pendiente donde se yergue la estructura metálica pintada de rojo con base en amarillo y verde. Diez metros más atrás se abre un acantilado de 30 metros sobre el río Yaverí. Desde allí, semioculta por la maleza, puede verse cómo una lancha de motor con tres pescadores brasileños se interna río arriba y justo en frente se detienen y lanzan su red. Los soldados, casi unos niños, les gritan engrosando la voz y con el ceño fruncido desde lo alto del barranco: “¡Hey!, pssst ¡qué pasa!” y blanden los machetes. Pero los pescadores ni se inmutan y, dada la riqueza de la poza que han elegido para su faena, en un instante elevan la red llena de peces agonizantes. “Pendejos”, exclaman los soldados y retornan a su ejercicio de carpir maleza. Cuando la rutina vuelve al pueblo bajo el sopor de un día como cualquier otro, se escucha el llanto de un niño recién nacido. Es la hija de Freddy Cruz Cuestas. Aunque nació la semana pasada en Cobija, su padre la trajo a Bolpebra para que crezca en este rincón del país. Freddy sueña con obtener permiso para poder dedicarse a la ganadería o al comercio de madera y dice que seguirá luchando para conseguirlo, así como también la mejora del camino. Una necesidad vital. Por ese mismo camino, doña Elsa de Benito, una señora de vestido blanco y gruesos lentes negros, ha decidido marcharse para siempre. Las durísimas condiciones de vida han minado su fortaleza y la última inundación sufrida terminó por quebrantarla. Lentamente cierra con candado su puerta de madera verde. Frente a su casa hace una pequeña fogata y espera hasta que sus últimos recuerdos, algunos papeles y pequeños objetos, queden reducidos a cenizas. Luego sube al automóvil que ha contratado para llevar sus escasas pertenencias y, tras una estela de humo, se aleja para siempre de Bolpebra. Robin Mamani, investigador social. Rojo Álex Ayala, periodista. Juan Gabriel Estellano, fotógrafo. Daniel Platt, investigador social. Azul Liliana Carrillo, periodista. Noelia Zelaya, fotógrafa. Tania Sossa, investigadora social. 27 7 26-27 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 26 6 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA MIRADAS El puesto de las fuerzas del orden. Casi sin ninguna novedad en el apacible pueblo. LOS EQUIPOS La casa de doña Polonia, al igual que las de los otros colonos, tiene sólo dos ambientes. Verde Jornada deportiva en la escuela, bajo el ardiente sol. Ya están acostumbrados. Rumbo a la triple fronter a. frontera. Un camino abierto a machemachetazos tazos por los colonos. VIENE DE LA PÁGINA 5 des, abierta en el libro de Oseas, capítulo 2 versículo 1: “Y los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no puede contarse ni medirse”. LOS GUARDIANES DEL HITO 48 En el principio fue el puesto militar avanzado. En 1992, cuando los primeros pobladores llegaron a aquel recóndito paraje del país, cuya naturaleza está perfectamente expresada en un letrero que se conserva en la fachada del cuartel y que dice “Aquí empieza la patria”, el comandante del puesto era el subteniente Chavarría al mando de tres soldados acomodados como mejor podían en un pahuichi. Los colonos llegaron con don Tunchi, director de Reforma Agraria; Vidal Lozano, juez agrario, y un topógrafo de nombre Sócrates. Desde entonces las cosas han cambiado un poco. En el puesto avanzado hay un soldado más y el pahuichi es ahora una construcción nueva. Comando, cuadra, cocina y “ Manuel Seoane, fotógrafo. “Me recluté en el Batallón Colorados, pero de ahí nomás sin decirnos nada nos trajeron aquí. No volvimos a ver a nuestras familias. A veces hablamos por celular”, dice el soldado Roly. otros ambientes. Los soldados pasan el día carpiendo la maleza, manteniendo abierta la senda hacia la confluencia de los ríos Yaverí y Acre, el verdadero punto tripartito, pues es una de las vías que la gente utiliza para cruzar a Brasil o a Perú cuando necesita comprar algo. A veces cazan un chancho de monte para cocinarlo o para hacerlo charque. Idean sistemas de recolección de agua de lluvia mediante tubos de plástico y recipientes para tener agua para beber. Todos ellos son paceños. De los cuatro que están ahora, Roly, el de la franca sonrisa, es de Palos Blancos. Benjamín Chávez, escritor y periodista. Vladimir, el más pequeño, es de El Alto y Henry y Cristian son de la ciudad. “Me recluté en el Batallón Colorados, pero de ahí nomás sin decirnos nada nos trajeron aquí. No volvimos a ver a nuestras familias. A veces hablamos por celular (hay señal de ENTEL). Ahora estamos haciendo los reportes al comando también por celular, porque la antena de radio se arruinó”, afirma Roly, y nos muestra las partes esparcidas sobre el pasto del patio convertido en un taller de reparación. Es una empresa complicada que ya les está tomando varios días, pues ninguno de ellos posee conocimientos de electrónica. El futuro de la localidad fronteriza. Pero sus padres emigran. A Eliane Tolaba Cruz, de 13 años, le gusta mucho leer. “Pero aquí se aprende todo”, remata Roly muy sonriente y sin dejar de aplastar mosquitos en sus piernas que, al igual que las de sus camaradas, están plagadas de picaduras. El hito 48, punto que marca la confluencia de los tres países (Bolivia, Brasil y Perú), está en los predios del cuartel. A golpes de machete los soldados se abren paso por la pequeña pendiente donde se yergue la estructura metálica pintada de rojo con base en amarillo y verde. Diez metros más atrás se abre un acantilado de 30 metros sobre el río Yaverí. Desde allí, semioculta por la maleza, puede verse cómo una lancha de motor con tres pescadores brasileños se interna río arriba y justo en frente se detienen y lanzan su red. Los soldados, casi unos niños, les gritan engrosando la voz y con el ceño fruncido desde lo alto del barranco: “¡Hey!, pssst ¡qué pasa!” y blanden los machetes. Pero los pescadores ni se inmutan y, dada la riqueza de la poza que han elegido para su faena, en un instante elevan la red llena de peces agonizantes. “Pendejos”, exclaman los soldados y retornan a su ejercicio de carpir maleza. Cuando la rutina vuelve al pueblo bajo el sopor de un día como cualquier otro, se escucha el llanto de un niño recién nacido. Es la hija de Freddy Cruz Cuestas. Aunque nació la semana pasada en Cobija, su padre la trajo a Bolpebra para que crezca en este rincón del país. Freddy sueña con obtener permiso para poder dedicarse a la ganadería o al comercio de madera y dice que seguirá luchando para conseguirlo, así como también la mejora del camino. Una necesidad vital. Por ese mismo camino, doña Elsa de Benito, una señora de vestido blanco y gruesos lentes negros, ha decidido marcharse para siempre. Las durísimas condiciones de vida han minado su fortaleza y la última inundación sufrida terminó por quebrantarla. Lentamente cierra con candado su puerta de madera verde. Frente a su casa hace una pequeña fogata y espera hasta que sus últimos recuerdos, algunos papeles y pequeños objetos, queden reducidos a cenizas. Luego sube al automóvil que ha contratado para llevar sus escasas pertenencias y, tras una estela de humo, se aleja para siempre de Bolpebra. Robin Mamani, investigador social. Rojo Álex Ayala, periodista. Juan Gabriel Estellano, fotógrafo. Daniel Platt, investigador social. Azul Liliana Carrillo, periodista. Noelia Zelaya, fotógrafa. Tania Sossa, investigadora social. 27 7 28 03-07-11 MIRADAS20110703DOM 28 8 MIRADAS VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA Domingo 3 de julio de 2011 Página SIETE El río Acre Demarca fronteras: primero entre Perú y Brasil y después entre este último país y Bolivia. Tiene 1.190 km y es un afluente del río brasileño Purus. L La plaza de las tres fronteras a plaza de Bolpebra es inmensa. Bautizada como plaza de las tres fronteras ostenta pulcras veredas de cerámica roja que confluyen en el centro, donde se yergue una construcción circular de techo de palma y columnas de madera tallada que simulan un trenzado. Tiene 50 bancas, cada una con capacidad para cuatro personas, más del doble de la cantidad de personas que habitan en la comunidad. Quizás por eso se la ve siempre vacía y a algunos de sus bancos les han crecido enredaderas. La plaza no está en la calle principal, que al igual que todas las demás no tiene nombre, sino al sur, en la margen opuesta del río Acre, como marcando la espalda del pueblo, poco antes de que el monte alto y tupido vuelva a dominar el paisaje y marque el límite de un hábitat relativamente seguro. Son los niños quienes más la visitan en los atardeceres. Allí juegan a la pelota o conversan un momento luego de haberse refrescado en el río. A pesar de que no hay luz en Bolpebra, a la plaza no llega el tendido eléctrico que recorre la calle principal. Una docena de postes viejos que sostienen inútiles cables negros. Único recuerdo de la vez que, gracias a un convenio con Perú, se hizo ese tendido para dotar de energía eléctrica al pueblo. Sucedió en 1998, pero tras poco más de un año el servicio se interrumpió ante la falta de pago de las facturas por parte de los vecinos, a quienes les resultaba oneroso cancelar por el mínimo requerido en el convenio y que excedía en más de la mitad lo consumido por ellos.