З¼ - Página Siete

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21 03-07-11 MIRADAS20110703DOM
Página SIETE Domingo 3 de julio de 2011 /1
MIRADAS
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
Viaje al CORAZÓN
L A
BOLIVIA
de
21
R E V I S T A
1
Bolpebra
Donde empieza la patria
Crónica de un viaje a la frontera trinacional, donde un valeroso grupo de colonos, contra
todas las adversidades, tiene
esperanza en un mejor futuro.
Dos pobladores
pobladores de la localilocalidad limítro
limítrofe con Brasil
Brasil y PePerú, en el pórtico de su casa
sobre
sobre pilares
pilares de madera
madera
22-23 03-07-11 MIRADAS20110703DOM
22
2
MIRADAS
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
Viajar es
crecer
C
on el viaje a
Bolpebra del
equipo conformado por
Benjamín
Chávez, escritor y periodista;Manuel Seoane, fotógrafo; y Robin Mamani,
investigador social comienza el
proyecto denominado “Viaje al
Corazón de Bolivia”, de Página
Siete y de Naciones Unidas, que
tiene como ambicioso objetivo
delinear un retrato del país en los
inicios de este siglo XXI.
Durante 25 semanas, tres equipos –incluido el que estuvo en
Bolpebra- recorrerán el país, pero evitando las capitales de departamento y ciudades intermedias, para conocer cómo es la vida
en las localidades que apenas figuran en el mapa.
Los reportajes y los registros fotográficos del recorrido serán publicados por la revista “Miradas”,
aunque las filmaciones y grabaciones que se realicen serán accesibles tanto en el sitio web del periódico, como en los de Naciones
Unidas, en los blogs de los fotógrafos, en los de los corresponsales viajeros y en todos los sitios
web y blogs que quieran adherirse al proyecto. Al finalizar el periplo, se espera publicar un libro,
pero también contar con un rico
material que posibilite una serie
de exposiciones itinerantes.
Viajar es crecer. Invitamos a ustedes, amables lectores, a realizar
un recorrido que, al final, tenga
como positivo resultado el beneficio de conocer más al fantástico
país en el que nos tocó nacer.
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
Un grupo de chuquisaqueños, potosinos y tarijeños llegó al punto limítrofe en 1992. Muchos
de ellos se fueron a Cobija. Cinco militares resguardan el hito 48, donde “empieza la patria”.
NOS HAN DADO LA TIERRA
Polonia viuda de Cruz es una chuquisaqueña
de 61 años que, animada por la esperanza de
una vida mejor, emigró a Bolpebra junto a sus
tres hijos pequeños. Había enviudado poco
tiempo antes en Villa Charcas, su pueblo, y se
animó a hacer el viaje con su cuñada, un grupo de paisanos, algunos potosinos y varios
tarijeños de la región de Bermejo.
Tigres, pumas y serpientes eran las mayores amenazas para los pioneros de Bolpebra,
recuerda doña Polonia, y renace el temor en
su mirada. “Cuando llegamos -explica-, había que construir las casas y yo, sola con mis
hijitos, no tenía quién me haga una casa para
vivir. Entonces me hice un toldo de plástico y
ahí pasábamos las noches. Yo no dormía. Tenía miedo del tigre y de otros animales del
monte. Se escuchaba toda clase de ruidos
muy cerca. Yo pasaba las noches sentada cuidando a mis hijos porque pensaba que si venía el tigre sería lo primero que me robaría.
Me conseguí un palo largo y tenía un machete. Con esto voy a luchar, pensaba. Al atardecer encendía fuego alrededor del toldo. Les
hacía dormir a mis hijos y yo me quedaba
despierta y los cuidaba sentada en un tronco.
El sueño me vencía también y muchas veces
desperté asustada, pues me había quedado
dormida agarrando mi machete”.
“Así pasé un tiempo -continúa narrando
esta mujer menudita y de voz apagada-, hasta que un día, cuando ya todos los otros vecinos tenían sus casas, el comandante del
puesto militar mandó a los soldados para
que me hicieran una a mí. ‘Ustedes son soldados que tienen que ayudar a la gente -les
BOLIVIA
de
Editor: Marco Zelaya.
Redactora: Amancaya Finkel.
Diseño: Edmundo Morales y Marcelo Mamani.
Viaje al corazón de Bolivia es un
proyecto conjunto de Página Siete y
Naciones Unidas.
Equipos de Viaje:
Verde: Benjamín Chávez (cronista),
Manuel Seoane (fotógrafo) y Robin
Mamani (investigador social). Rojo: Álex
Ayala (cronista), Juan Gabriel Estellano
(fotógrafo) y Daniel Platt (investigador
social). Azul: Liliana Carrillo (cronista),
Noelia Zelaya (fotógrafa) y Tania Sossa
(investigadora social).
Robert Brockmann - Centro de Información de NNUU (CINU)
Oswaldo Candia - Programa Conjunto Ventana de Paz
Jacques Duhaime - Oficina de Objetivos de Desarrollo del Milenio
Gabriel Mariaca
y Armando Urioste
MIRADAS
23
3
Junto a doña Polonia llegaron a
Bolpebra otras 50 personas .
Hoy, quedan pocos de aquel grupo.
Historias
de frontera
Benjamín Chávez,periodista
Manuel Seoane, fotógrafo
Robin Mamani, investigador social
“
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
Bolpebra
Viaje al CORAZÓN
DIRECTOR: Raúl Peñaranda Undurraga
Jefe de Redacción: Cándido Tancara Castillo
Jefe de Informaciones: Martín Zelaya Sánchez
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
Atardecer en el río Acre.
Niños de Bolpebra. Son los hijos de
los colonos que quedan.
dijo-, así se sirve a la patria’. Entonces han
cortado madera y me han hecho esta casa”
(recorre con la mirada las paredes y el techo).
Son dos habitaciones elevadas sobre estacas.
Una, la más pequeña, es el dormitorio y la
otra hace de cocina, comedor y depósito de
comestibles, frascos de remedios para la tos
y un par de muebles sin uso. Como el techo es
de calamina, el calor es intenso, algo que no
parece importarle demasiado a Chavelo, un
viejo gato blanco de motas amarillas que se
enseñorea por los tablones del piso. La casa
de doña Polonia tiene dos puertas. La primera se abre a la calle principal de Bolpebra y la
otra, la trasera, comunica con un pequeño
corral de patos y gallinas.
Doña Polonia recuerda cómo abrieron el
monte para erigir el pueblo. Tumbaron los
árboles, chaquearon la hierba y abrieron
una senda. Ella crió chanchos e incluso llegó
a tener unas pocas cabezas de ganado vacuno. “Ahora ya no tengo -se lamenta-, a mis
vaquitas las mató el tigre”.
Junto a ella llegaron, hace ya casi 20 años,
otras 50 personas entre adultos y niños.
Hoy, quedan pocos de aquel grupo. Además
de ella, están don Basilio Tolaba y don Nicolaides Cazón con sus respectivas familias.
La mayoría ha regresado a su tierra o se han
ido a Cobija. “Es que las condiciones aquí
no mejoran”, explica don Nicolaides, uno
de los primeros líderes.
Nicolaides Cazón Huallpa es de Cotagaita
en la provincia Nor Chichas. “La tierra de la
Chaskañawi”, agrega sonriendo, como si
realmente la conociese y le guardara mucho
cariño. A sus 52 años y tras casi 20 de vivir en
Bolpebra mantiene su optimismo. “Decidimos venirnos porque nos dijeron que ésta era
una buena tierra. Y sí es, el calor es bueno para la salud, porque como dice el refrán: ‘Donde entra el sol no entra el doctor’”, afirma parado en una esquina bajo el sol del mediodía
y apenas cubierto por una gorra ploma.
Recuerda que, tras pasar una noche en
Brasil, cruzaron en una volqueta el día 23 de
septiembre. “Antonio Marinho, un brasileño que conocía muy bien la zona, fue nuestro guía. Con él exploramos el monte buscando el sitio para establecernos. Marinho
era muy bueno, nos ayudó mucho. Como no
éramos de la región, fue él quien nos enseñó
qué frutas se podían comer, qué plantas servían, cómo debíamos cuidarnos de los animales y muchas otras cosas”.
Doña Polonia también demuestra su gratitud hacia los vecinos brasileños. “Nos hacen favores, nos invitan, siempre nos colaboran, bien buena es la gente de Brasil. Hasta carne, hasta yuca nos regalan a veces”. Se
refiere a los habitantes de Asís, ciudad que
está frente a Bolpebra, en la margen opuesta
del río Acre. Una ciudad que tiene calles asfaltadas, alumbrado público, supermercado, restaurantes, hotel, banco, agua potable
y muchas otras cosas. Una población que,
cuando arribaron los primeros habitantes
de Bolpebra, era apenas un caserío sin luz y
muy poca gente. “Ñaparí (la población fronteriza del lado peruano) también era chiquitito. Y cómo ahora tiene todo”, suspira
doña Polonia y es claro que no puede explicarse por qué Bolpebra no alcanza hasta hoy
unas condiciones mínimas de vida, ella que
ha visto abrirse diferencias abismales entre
las tres poblaciones.
“Luego de construir las casas, abrimos la
senda para que Bolivia tenga un camino hasta aquí, porque antes de eso sólo se podía venir por vía fluvial por el río Acre. Pero eso en
tiempo de lluvia cuando el río es navegable.
CONTINÚA EN LA PÁGINA 4
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MIRADAS
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
Viajar es
crecer
C
on el viaje a
Bolpebra del
equipo conformado por
Benjamín
Chávez, escritor y periodista;Manuel Seoane, fotógrafo; y Robin Mamani,
investigador social comienza el
proyecto denominado “Viaje al
Corazón de Bolivia”, de Página
Siete y de Naciones Unidas, que
tiene como ambicioso objetivo
delinear un retrato del país en los
inicios de este siglo XXI.
Durante 25 semanas, tres equipos –incluido el que estuvo en
Bolpebra- recorrerán el país, pero evitando las capitales de departamento y ciudades intermedias, para conocer cómo es la vida
en las localidades que apenas figuran en el mapa.
Los reportajes y los registros fotográficos del recorrido serán publicados por la revista “Miradas”,
aunque las filmaciones y grabaciones que se realicen serán accesibles tanto en el sitio web del periódico, como en los de Naciones
Unidas, en los blogs de los fotógrafos, en los de los corresponsales viajeros y en todos los sitios
web y blogs que quieran adherirse al proyecto. Al finalizar el periplo, se espera publicar un libro,
pero también contar con un rico
material que posibilite una serie
de exposiciones itinerantes.
Viajar es crecer. Invitamos a ustedes, amables lectores, a realizar
un recorrido que, al final, tenga
como positivo resultado el beneficio de conocer más al fantástico
país en el que nos tocó nacer.
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
Un grupo de chuquisaqueños, potosinos y tarijeños llegó al punto limítrofe en 1992. Muchos
de ellos se fueron a Cobija. Cinco militares resguardan el hito 48, donde “empieza la patria”.
NOS HAN DADO LA TIERRA
Polonia viuda de Cruz es una chuquisaqueña
de 61 años que, animada por la esperanza de
una vida mejor, emigró a Bolpebra junto a sus
tres hijos pequeños. Había enviudado poco
tiempo antes en Villa Charcas, su pueblo, y se
animó a hacer el viaje con su cuñada, un grupo de paisanos, algunos potosinos y varios
tarijeños de la región de Bermejo.
Tigres, pumas y serpientes eran las mayores amenazas para los pioneros de Bolpebra,
recuerda doña Polonia, y renace el temor en
su mirada. “Cuando llegamos -explica-, había que construir las casas y yo, sola con mis
hijitos, no tenía quién me haga una casa para
vivir. Entonces me hice un toldo de plástico y
ahí pasábamos las noches. Yo no dormía. Tenía miedo del tigre y de otros animales del
monte. Se escuchaba toda clase de ruidos
muy cerca. Yo pasaba las noches sentada cuidando a mis hijos porque pensaba que si venía el tigre sería lo primero que me robaría.
Me conseguí un palo largo y tenía un machete. Con esto voy a luchar, pensaba. Al atardecer encendía fuego alrededor del toldo. Les
hacía dormir a mis hijos y yo me quedaba
despierta y los cuidaba sentada en un tronco.
El sueño me vencía también y muchas veces
desperté asustada, pues me había quedado
dormida agarrando mi machete”.
“Así pasé un tiempo -continúa narrando
esta mujer menudita y de voz apagada-, hasta que un día, cuando ya todos los otros vecinos tenían sus casas, el comandante del
puesto militar mandó a los soldados para
que me hicieran una a mí. ‘Ustedes son soldados que tienen que ayudar a la gente -les
BOLIVIA
de
Editor: Marco Zelaya.
Redactora: Amancaya Finkel.
Diseño: Edmundo Morales y Marcelo Mamani.
Viaje al corazón de Bolivia es un
proyecto conjunto de Página Siete y
Naciones Unidas.
Equipos de Viaje:
Verde: Benjamín Chávez (cronista),
Manuel Seoane (fotógrafo) y Robin
Mamani (investigador social). Rojo: Álex
Ayala (cronista), Juan Gabriel Estellano
(fotógrafo) y Daniel Platt (investigador
social). Azul: Liliana Carrillo (cronista),
Noelia Zelaya (fotógrafa) y Tania Sossa
(investigadora social).
Robert Brockmann - Centro de Información de NNUU (CINU)
Oswaldo Candia - Programa Conjunto Ventana de Paz
Jacques Duhaime - Oficina de Objetivos de Desarrollo del Milenio
Gabriel Mariaca
y Armando Urioste
MIRADAS
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Junto a doña Polonia llegaron a
Bolpebra otras 50 personas .
Hoy, quedan pocos de aquel grupo.
Historias
de frontera
Benjamín Chávez,periodista
Manuel Seoane, fotógrafo
Robin Mamani, investigador social
“
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
Bolpebra
Viaje al CORAZÓN
DIRECTOR: Raúl Peñaranda Undurraga
Jefe de Redacción: Cándido Tancara Castillo
Jefe de Informaciones: Martín Zelaya Sánchez
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
Atardecer en el río Acre.
Niños de Bolpebra. Son los hijos de
los colonos que quedan.
dijo-, así se sirve a la patria’. Entonces han
cortado madera y me han hecho esta casa”
(recorre con la mirada las paredes y el techo).
Son dos habitaciones elevadas sobre estacas.
Una, la más pequeña, es el dormitorio y la
otra hace de cocina, comedor y depósito de
comestibles, frascos de remedios para la tos
y un par de muebles sin uso. Como el techo es
de calamina, el calor es intenso, algo que no
parece importarle demasiado a Chavelo, un
viejo gato blanco de motas amarillas que se
enseñorea por los tablones del piso. La casa
de doña Polonia tiene dos puertas. La primera se abre a la calle principal de Bolpebra y la
otra, la trasera, comunica con un pequeño
corral de patos y gallinas.
Doña Polonia recuerda cómo abrieron el
monte para erigir el pueblo. Tumbaron los
árboles, chaquearon la hierba y abrieron
una senda. Ella crió chanchos e incluso llegó
a tener unas pocas cabezas de ganado vacuno. “Ahora ya no tengo -se lamenta-, a mis
vaquitas las mató el tigre”.
Junto a ella llegaron, hace ya casi 20 años,
otras 50 personas entre adultos y niños.
Hoy, quedan pocos de aquel grupo. Además
de ella, están don Basilio Tolaba y don Nicolaides Cazón con sus respectivas familias.
La mayoría ha regresado a su tierra o se han
ido a Cobija. “Es que las condiciones aquí
no mejoran”, explica don Nicolaides, uno
de los primeros líderes.
Nicolaides Cazón Huallpa es de Cotagaita
en la provincia Nor Chichas. “La tierra de la
Chaskañawi”, agrega sonriendo, como si
realmente la conociese y le guardara mucho
cariño. A sus 52 años y tras casi 20 de vivir en
Bolpebra mantiene su optimismo. “Decidimos venirnos porque nos dijeron que ésta era
una buena tierra. Y sí es, el calor es bueno para la salud, porque como dice el refrán: ‘Donde entra el sol no entra el doctor’”, afirma parado en una esquina bajo el sol del mediodía
y apenas cubierto por una gorra ploma.
Recuerda que, tras pasar una noche en
Brasil, cruzaron en una volqueta el día 23 de
septiembre. “Antonio Marinho, un brasileño que conocía muy bien la zona, fue nuestro guía. Con él exploramos el monte buscando el sitio para establecernos. Marinho
era muy bueno, nos ayudó mucho. Como no
éramos de la región, fue él quien nos enseñó
qué frutas se podían comer, qué plantas servían, cómo debíamos cuidarnos de los animales y muchas otras cosas”.
Doña Polonia también demuestra su gratitud hacia los vecinos brasileños. “Nos hacen favores, nos invitan, siempre nos colaboran, bien buena es la gente de Brasil. Hasta carne, hasta yuca nos regalan a veces”. Se
refiere a los habitantes de Asís, ciudad que
está frente a Bolpebra, en la margen opuesta
del río Acre. Una ciudad que tiene calles asfaltadas, alumbrado público, supermercado, restaurantes, hotel, banco, agua potable
y muchas otras cosas. Una población que,
cuando arribaron los primeros habitantes
de Bolpebra, era apenas un caserío sin luz y
muy poca gente. “Ñaparí (la población fronteriza del lado peruano) también era chiquitito. Y cómo ahora tiene todo”, suspira
doña Polonia y es claro que no puede explicarse por qué Bolpebra no alcanza hasta hoy
unas condiciones mínimas de vida, ella que
ha visto abrirse diferencias abismales entre
las tres poblaciones.
“Luego de construir las casas, abrimos la
senda para que Bolivia tenga un camino hasta aquí, porque antes de eso sólo se podía venir por vía fluvial por el río Acre. Pero eso en
tiempo de lluvia cuando el río es navegable.
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MIRADAS
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
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Página SIETE
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
“
VIENE DE LA PÁGINA 3
ble. Con apenas un plano y una brújula nos
internamos al monte virgen. ¡En 27 días hicimos 66 kilómetros a machete! Acampábamos en medio del monte y montábamos
guardia para protegernos de los animales.
Luego, el Batallón Sexto de Ingenieros hizo
20 kilómetros y el municipio hizo otros diez
con maquinaria alquilada del Perú”, rememora.
Esa brecha abierta con esfuerzo heroico
por los vecinos de Bolpebra es hoy un deplorable camino (120 kilómetros hasta Cobija),
de una sola vía y casi sin mantenimiento, por
donde transitan motocicletas y algunos vehículos cuyas huellas se hunden en el suelo
arcilloso. Los puentes fueron hechos hace
mucho tiempo con gruesos troncos que ya
cumplieron su vida útil. Al respecto, doña
Polonia se pregunta con un tono de frustración: “¿Cómo esos puentes (de concreto) no
salen hasta ahorita? Los que tenemos son de
madera y ya se han podrido. Ya los he visto
quebrados”.
A la altura de Nohaya, la población más
cercana a Bolpebra, hay un puente de concreto recién construido que está en funcionamiento desde hace un par de meses. A lo
largo de la ruta existen otros tres más que
datan de tiempo atrás, pero los puentes de
madera todavía son muchos y casi todos ya
están rotos o rajados.
Don Nicolaides, doña Polonia y la mayoría
de las diez familias que habitan Bolpebra pasan el día cultivando algunos productos (yuca, frejol) en escasa cantidad, apenas para su
subsistencia. “Aquí, ¿de dónde va a sacar dinerito? No hay de dónde. Me crío mis gallinitas, así nomás nos estamos. Aquí uno sufre,
no hay nada, ni para comer casi. Ni para venderse alguito”, se lamenta doña Polonia.
LA ISLA DEL TESORO
Son las ocho de la mañana de un día de junio
de 2011. Toda la noche se escuchó una dulce
vertiente de lentejuelas y escamas. El arrullo
propio de la selva y el río. Dos gallos cesan el
canto con el que han inaugurado el día. Decenas de pájaros aún les hacen coro con sus
estudiantes. “Por ejemplo hay uno (un pueblo) que se llama Dolores ¿Y eso qué significa? Dolor. O sea que ahí se sufre. No hay nada. No hay dónde comprar nada, es puro
monte. Dolor es”.
La profesora Emilia Pacheco de Cazón,
directora del colegio, es la esposa de don
Nicolaides. Ella también tiene su propia
historia del arribo a Bolpebra. Y es que
cuando salió de su tierra estaba embarazada de nueve meses. Sentada en su pequeña
oficina, donde cuelga un letrero de cartulina verde que dice “Mi corazón es de Pando”,
recuerda que la noche de San Juan de 1992 se
distrajo un momento del largo y penoso viaje desde el sur del país viendo las fogatas
que la gente hacía. “A las 11 de la noche me vinieron los dolores del parto y nació mi hijo
ya en tierra pandina. Al día siguiente, a las
ocho de la mañana, cruzamos la frontera del
Brasil pues en ese entonces no había otro
modo de llegar hasta aquí”. Y aunque su
hijo, que hoy estudia ingeniería petrolera en
Sucre, no nació en Bolpebra, fue el primer
bebé cuyo llanto se escuchó de este lado de
la triple frontera.
Quien sí nació en Bolpebra es Eliane Tolaba Cruz. Tiene 13 años y cursa el octavo grado, el último que ofrece la escuela del pueblo.
Muy pocas personas son oriundas de Bolpebra (la última niña que nació en Bolpebra se
llama Mila y nació hace un año. Era de Yaminahua, una comunidad vecina, nos dice la
auxiliar de enfermera de la posta sanitaria).
A Eliane le gusta leer. Hace un par de días terminó un libro que contaba la aventura de una
El hito 48, que demarca la frontera
con Perú y Brasil.
multicolores voces y los omnipresentes insectos vuelan zumbadores y presurosos a sus
diminutos destinos apremiantes.
En la Unidad Educativa Bolpebra suena la
campana. Es un decir, pues ésta no es sino
un aro de camión colgado con alambre de un
arco de mojones, cuyo badajo es un pedal de
bicicleta. Un par de toques certeros dados
por un niño reúne a los alumnos. Son 11 los
que llegan puntuales. La directora, visiblemente preocupada mirando el cielo encapotado exclama: “¡falta más de la mitad!”.
La escuela es una explanada cuadrada de
ladrillo cercada por una pared amarilla. Hay
tres aulas que funcionan de multigrados.
Clavado en una de las columnas que sostienen un pequeño techo de calamina a manera
de tribuna un letrero revela: “Todo hombre
que trabaja, produce”.
Se inicia la jornada. Los niños entonan
una canción a capela cuyo estribillo repite:
“En esta zona, zona amazónica, está mi escuelita. Bolpebra, tú llegaste a ser lo que tus
hijos querían: Un gran centro”.
“Bolpebra es un pueblo bonito, hay otros
peores”, les dice el profesor que preside el
sencillo acto de iza de la bandera con el ánimo de impartir un poco de optimismo en los
Departamento: PANDO
Provincia: NICOLÁS SUAREZ
Sección Municipal: SEGUNDA SECCIÓN
BRA
BOLPEBRA
SIL
N
PA
DO
La paz
2001 2006
1.194 1.328
2007 2008 2009
1.340 1.351 1.365
Pobreza por el método de Necesidades Básicas Insatisfechas
1992 2001
Población Pobre
1.054 1.036
Población en Extrema Pobreza 942
437
Porcentaje de Poblacion Pobre 99,9 95,5
Los alumnos de la
escuela del
pueblo sólo
cursan hasta octavo
grado.
Doña Polonia, en su casa construida por los militares.
Pobreza por el método de Línea de ingreso (consumo)
2001
Incidencia de la línea de pobreza extrema
28,9
Beni
2010
1.379
1992
0,408
2001
0,572
2005
0,618
2004
Cobertura Neta Educación Primaria (%)
94,5%
Tasa de término a 8vo de Primaria (%)
57,3%
Cobertura Neta Educación Secundaria (%) 0,0%
Tasa de término a 4to de Secundaria (%)
0,0%
Número Edificios Escolares
12
Relación Alumno/Item
11
2005
111,3%
28,3%
13,0%
0,0%
13
13
2006
96,8%
58,3%
14,6%
0,0%
13
13
Índice de desarrollo humano municipal
Un taxista espera a una
cliente, que decidió trasladarse a Cobija. En Bolpebra
viven diez familias.
Educación
2007 2008
113,3% 122,3%
50,3% 42,2%
19,5% 19,6%
0,0% 28,2%
13
13
14
n.d.
Tasa de Mortalidad Infantil (por mil
nacidos vivos)
Cobertura de Agua Potable (%)
Cobertura de Servicio Sanitario (%)
2002
Cobertura de Vacuna Pentava65,9
lente (%)
Cobertura de Parto Institucional
21,7
(%)
familia que vivía en el monte. Hoy, ya se prestó otro de la biblioteca de la escuela (son los
libros de la Reforma Educativa). Se llama La
isla del tesoro y planea leerlo en el escaso
tiempo que dispone para ello, pues luego de
la escuela debe cocinar para su familia (vive
con sus padres y sus ocho hermanos), lavar
ropa y hacer las tareas que les da la profesora.
Cuando se le pregunta acerca de sus planes
para el futuro, Eliane dice que nunca pensó
en ello. No sabe qué hará el año que viene
cuando ya no vaya a la escuela. Simplemente
mira el verde horizonte y busca y busca una
respuesta en los árboles, las matas y enredaderas que se alzan tras el muro de la escuela.
Y es que ése fue siempre su mundo y le cuesta
imaginar cosas muy diferentes.
El municipio de Bolpebra, ubicado en la
segunda sección de la provincia Nicolás
Suárez, tiene 15 escuelas en sus 2.459 kilómetros cuadrados de extensión. Todas funcionan. Por ejemplo en Nohaya, la población más cercana a Bolpebra, la lección de
Guillermo Mamani, profesor chuquisaqueño de religión que trabaja como profesor de
aula, hoy ha mostrado a su media docena de
alumnos de varias edades la formación de
las palabras. Para ello ha elegido la sílaba tri
“de trigo y de trinacional”, nos refiere orgulloso de la pertinencia de sus contenidos.
Como en realidad su especialidad es la religión, siempre lleva consigo una Biblia que
ahora está sobre la mesa de la escuela, un
galpón de piso y techo de madera sin pare-
CONTINÚA EN LA PÁGINA 6
Género
Salud
Índice de desarrollo Humano
Población
Población Total
25
5
Cuando se le pregunta acerca de sus
planes para el futuro, Eliane dice que
nunca pensó en ello. Y es que ése fue
siempre su mundo y le cuesta imaginar
cosas muy diferentes.
Bolpebra
1992
1.129
MIRADAS
1992
2001
60,9
74,9
0,9
15,1
8,3
29,1
2003 2004
2004
Brecha de género en la Tasa de término a 8vo de
Primaria (%)
Brecha de género en la Tasa de término a
4to de Secundaria (%)
2005 2006
2007 2008 2009
67,5
105,0
133,3
97,4
97,7
88,6
73,5
26,7
41,9
32,6
26,2
19,3
14,7
14,9
2007 2008 2009
Cobertura de atención de enfermedades diarreicas
agudas en menores de 5 años (%)
Cobertura de atención de neumonías en menores de 1 año (%)
Porcentaje de mujeres en edad fértil con orientación
en planificación familiar
85,1
88,1
120,2
44,9
91,3
24,5
38,5
88,7
65,0
2005
2006
2007
2008
-69,89 -34,34
9,38
23,54
-41,20
0,00
0,00
20,28
0,00
0,00
Actividades económicas
Actividad económica principal: Agricultura, ganadería, caza, sivicultura y educación.
Estrategias productivas: Extracción de productos forestales, Servicios forestales de extracción de madera, Pesca fluvial.
Fuente:
(1) y (2) En base a datos del INE: www.ine.gob.bo
(3) En Base a UDAPE - 2006
(4) En base a datos del PNUD - Bolivia
(5) y (6) En base a datos del Ministerio de Educación: www.minedu.gob.bo
(6) en base a datos del Dossier Estadístico de UDAPE: www.udape.gob.bo
(7) En base a Datos de las fichas estadísticas de la Federación de Asociaciones Municipales: www.fam.bo
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MIRADAS
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
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Página SIETE
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Página SIETE
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ble. Con apenas un plano y una brújula nos
internamos al monte virgen. ¡En 27 días hicimos 66 kilómetros a machete! Acampábamos en medio del monte y montábamos
guardia para protegernos de los animales.
Luego, el Batallón Sexto de Ingenieros hizo
20 kilómetros y el municipio hizo otros diez
con maquinaria alquilada del Perú”, rememora.
Esa brecha abierta con esfuerzo heroico
por los vecinos de Bolpebra es hoy un deplorable camino (120 kilómetros hasta Cobija),
de una sola vía y casi sin mantenimiento, por
donde transitan motocicletas y algunos vehículos cuyas huellas se hunden en el suelo
arcilloso. Los puentes fueron hechos hace
mucho tiempo con gruesos troncos que ya
cumplieron su vida útil. Al respecto, doña
Polonia se pregunta con un tono de frustración: “¿Cómo esos puentes (de concreto) no
salen hasta ahorita? Los que tenemos son de
madera y ya se han podrido. Ya los he visto
quebrados”.
A la altura de Nohaya, la población más
cercana a Bolpebra, hay un puente de concreto recién construido que está en funcionamiento desde hace un par de meses. A lo
largo de la ruta existen otros tres más que
datan de tiempo atrás, pero los puentes de
madera todavía son muchos y casi todos ya
están rotos o rajados.
Don Nicolaides, doña Polonia y la mayoría
de las diez familias que habitan Bolpebra pasan el día cultivando algunos productos (yuca, frejol) en escasa cantidad, apenas para su
subsistencia. “Aquí, ¿de dónde va a sacar dinerito? No hay de dónde. Me crío mis gallinitas, así nomás nos estamos. Aquí uno sufre,
no hay nada, ni para comer casi. Ni para venderse alguito”, se lamenta doña Polonia.
LA ISLA DEL TESORO
Son las ocho de la mañana de un día de junio
de 2011. Toda la noche se escuchó una dulce
vertiente de lentejuelas y escamas. El arrullo
propio de la selva y el río. Dos gallos cesan el
canto con el que han inaugurado el día. Decenas de pájaros aún les hacen coro con sus
estudiantes. “Por ejemplo hay uno (un pueblo) que se llama Dolores ¿Y eso qué significa? Dolor. O sea que ahí se sufre. No hay nada. No hay dónde comprar nada, es puro
monte. Dolor es”.
La profesora Emilia Pacheco de Cazón,
directora del colegio, es la esposa de don
Nicolaides. Ella también tiene su propia
historia del arribo a Bolpebra. Y es que
cuando salió de su tierra estaba embarazada de nueve meses. Sentada en su pequeña
oficina, donde cuelga un letrero de cartulina verde que dice “Mi corazón es de Pando”,
recuerda que la noche de San Juan de 1992 se
distrajo un momento del largo y penoso viaje desde el sur del país viendo las fogatas
que la gente hacía. “A las 11 de la noche me vinieron los dolores del parto y nació mi hijo
ya en tierra pandina. Al día siguiente, a las
ocho de la mañana, cruzamos la frontera del
Brasil pues en ese entonces no había otro
modo de llegar hasta aquí”. Y aunque su
hijo, que hoy estudia ingeniería petrolera en
Sucre, no nació en Bolpebra, fue el primer
bebé cuyo llanto se escuchó de este lado de
la triple frontera.
Quien sí nació en Bolpebra es Eliane Tolaba Cruz. Tiene 13 años y cursa el octavo grado, el último que ofrece la escuela del pueblo.
Muy pocas personas son oriundas de Bolpebra (la última niña que nació en Bolpebra se
llama Mila y nació hace un año. Era de Yaminahua, una comunidad vecina, nos dice la
auxiliar de enfermera de la posta sanitaria).
A Eliane le gusta leer. Hace un par de días terminó un libro que contaba la aventura de una
El hito 48, que demarca la frontera
con Perú y Brasil.
multicolores voces y los omnipresentes insectos vuelan zumbadores y presurosos a sus
diminutos destinos apremiantes.
En la Unidad Educativa Bolpebra suena la
campana. Es un decir, pues ésta no es sino
un aro de camión colgado con alambre de un
arco de mojones, cuyo badajo es un pedal de
bicicleta. Un par de toques certeros dados
por un niño reúne a los alumnos. Son 11 los
que llegan puntuales. La directora, visiblemente preocupada mirando el cielo encapotado exclama: “¡falta más de la mitad!”.
La escuela es una explanada cuadrada de
ladrillo cercada por una pared amarilla. Hay
tres aulas que funcionan de multigrados.
Clavado en una de las columnas que sostienen un pequeño techo de calamina a manera
de tribuna un letrero revela: “Todo hombre
que trabaja, produce”.
Se inicia la jornada. Los niños entonan
una canción a capela cuyo estribillo repite:
“En esta zona, zona amazónica, está mi escuelita. Bolpebra, tú llegaste a ser lo que tus
hijos querían: Un gran centro”.
“Bolpebra es un pueblo bonito, hay otros
peores”, les dice el profesor que preside el
sencillo acto de iza de la bandera con el ánimo de impartir un poco de optimismo en los
Departamento: PANDO
Provincia: NICOLÁS SUAREZ
Sección Municipal: SEGUNDA SECCIÓN
BRA
BOLPEBRA
SIL
N
PA
DO
La paz
2001 2006
1.194 1.328
2007 2008 2009
1.340 1.351 1.365
Pobreza por el método de Necesidades Básicas Insatisfechas
1992 2001
Población Pobre
1.054 1.036
Población en Extrema Pobreza 942
437
Porcentaje de Poblacion Pobre 99,9 95,5
Los alumnos de la
escuela del
pueblo sólo
cursan hasta octavo
grado.
Doña Polonia, en su casa construida por los militares.
Pobreza por el método de Línea de ingreso (consumo)
2001
Incidencia de la línea de pobreza extrema
28,9
Beni
2010
1.379
1992
0,408
2001
0,572
2005
0,618
2004
Cobertura Neta Educación Primaria (%)
94,5%
Tasa de término a 8vo de Primaria (%)
57,3%
Cobertura Neta Educación Secundaria (%) 0,0%
Tasa de término a 4to de Secundaria (%)
0,0%
Número Edificios Escolares
12
Relación Alumno/Item
11
2005
111,3%
28,3%
13,0%
0,0%
13
13
2006
96,8%
58,3%
14,6%
0,0%
13
13
Índice de desarrollo humano municipal
Un taxista espera a una
cliente, que decidió trasladarse a Cobija. En Bolpebra
viven diez familias.
Educación
2007 2008
113,3% 122,3%
50,3% 42,2%
19,5% 19,6%
0,0% 28,2%
13
13
14
n.d.
Tasa de Mortalidad Infantil (por mil
nacidos vivos)
Cobertura de Agua Potable (%)
Cobertura de Servicio Sanitario (%)
2002
Cobertura de Vacuna Pentava65,9
lente (%)
Cobertura de Parto Institucional
21,7
(%)
familia que vivía en el monte. Hoy, ya se prestó otro de la biblioteca de la escuela (son los
libros de la Reforma Educativa). Se llama La
isla del tesoro y planea leerlo en el escaso
tiempo que dispone para ello, pues luego de
la escuela debe cocinar para su familia (vive
con sus padres y sus ocho hermanos), lavar
ropa y hacer las tareas que les da la profesora.
Cuando se le pregunta acerca de sus planes
para el futuro, Eliane dice que nunca pensó
en ello. No sabe qué hará el año que viene
cuando ya no vaya a la escuela. Simplemente
mira el verde horizonte y busca y busca una
respuesta en los árboles, las matas y enredaderas que se alzan tras el muro de la escuela.
Y es que ése fue siempre su mundo y le cuesta
imaginar cosas muy diferentes.
El municipio de Bolpebra, ubicado en la
segunda sección de la provincia Nicolás
Suárez, tiene 15 escuelas en sus 2.459 kilómetros cuadrados de extensión. Todas funcionan. Por ejemplo en Nohaya, la población más cercana a Bolpebra, la lección de
Guillermo Mamani, profesor chuquisaqueño de religión que trabaja como profesor de
aula, hoy ha mostrado a su media docena de
alumnos de varias edades la formación de
las palabras. Para ello ha elegido la sílaba tri
“de trigo y de trinacional”, nos refiere orgulloso de la pertinencia de sus contenidos.
Como en realidad su especialidad es la religión, siempre lleva consigo una Biblia que
ahora está sobre la mesa de la escuela, un
galpón de piso y techo de madera sin pare-
CONTINÚA EN LA PÁGINA 6
Género
Salud
Índice de desarrollo Humano
Población
Población Total
25
5
Cuando se le pregunta acerca de sus
planes para el futuro, Eliane dice que
nunca pensó en ello. Y es que ése fue
siempre su mundo y le cuesta imaginar
cosas muy diferentes.
Bolpebra
1992
1.129
MIRADAS
1992
2001
60,9
74,9
0,9
15,1
8,3
29,1
2003 2004
2004
Brecha de género en la Tasa de término a 8vo de
Primaria (%)
Brecha de género en la Tasa de término a
4to de Secundaria (%)
2005 2006
2007 2008 2009
67,5
105,0
133,3
97,4
97,7
88,6
73,5
26,7
41,9
32,6
26,2
19,3
14,7
14,9
2007 2008 2009
Cobertura de atención de enfermedades diarreicas
agudas en menores de 5 años (%)
Cobertura de atención de neumonías en menores de 1 año (%)
Porcentaje de mujeres en edad fértil con orientación
en planificación familiar
85,1
88,1
120,2
44,9
91,3
24,5
38,5
88,7
65,0
2005
2006
2007
2008
-69,89 -34,34
9,38
23,54
-41,20
0,00
0,00
20,28
0,00
0,00
Actividades económicas
Actividad económica principal: Agricultura, ganadería, caza, sivicultura y educación.
Estrategias productivas: Extracción de productos forestales, Servicios forestales de extracción de madera, Pesca fluvial.
Fuente:
(1) y (2) En base a datos del INE: www.ine.gob.bo
(3) En Base a UDAPE - 2006
(4) En base a datos del PNUD - Bolivia
(5) y (6) En base a datos del Ministerio de Educación: www.minedu.gob.bo
(6) en base a datos del Dossier Estadístico de UDAPE: www.udape.gob.bo
(7) En base a Datos de las fichas estadísticas de la Federación de Asociaciones Municipales: www.fam.bo
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6
MIRADAS
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
MIRADAS
El puesto
de las fuerzas del orden. Casi
sin ninguna
novedad en
el apacible
pueblo.
LOS EQUIPOS
La casa de
doña Polonia, al igual
que las de
los otros
colonos, tiene sólo dos
ambientes.
Verde
Jornada deportiva en la escuela, bajo el ardiente sol. Ya están acostumbrados.
Rumbo a la triple fronter
a.
frontera.
Un camino abierto a machemachetazos
tazos por los colonos.
VIENE DE LA PÁGINA 5
des, abierta en el libro de Oseas, capítulo 2
versículo 1: “Y los hijos de Israel serán tan
numerosos como la arena del mar, que no
puede contarse ni medirse”.
LOS GUARDIANES
DEL HITO 48
En el principio fue el puesto militar avanzado. En 1992, cuando los primeros pobladores llegaron a aquel recóndito paraje del
país, cuya naturaleza está perfectamente
expresada en un letrero que se conserva en
la fachada del cuartel y que dice “Aquí empieza la patria”, el comandante del puesto
era el subteniente Chavarría al mando de
tres soldados acomodados como mejor podían en un pahuichi. Los colonos llegaron
con don Tunchi, director de Reforma Agraria; Vidal Lozano, juez agrario, y un topógrafo de nombre Sócrates.
Desde entonces las cosas han cambiado
un poco. En el puesto avanzado hay un soldado más y el pahuichi es ahora una construcción nueva. Comando, cuadra, cocina y
“
Manuel
Seoane,
fotógrafo.
“Me recluté en el Batallón Colorados,
pero de ahí nomás sin decirnos nada
nos trajeron aquí. No volvimos a ver a
nuestras familias. A veces hablamos
por celular”, dice el soldado Roly.
otros ambientes.
Los soldados pasan el día carpiendo la
maleza, manteniendo abierta la senda hacia
la confluencia de los ríos Yaverí y Acre, el
verdadero punto tripartito, pues es una de
las vías que la gente utiliza para cruzar a Brasil o a Perú cuando necesita comprar algo. A
veces cazan un chancho de monte para cocinarlo o para hacerlo charque. Idean sistemas de recolección de agua de lluvia mediante tubos de plástico y recipientes para
tener agua para beber. Todos ellos son paceños. De los cuatro que están ahora, Roly, el
de la franca sonrisa, es de Palos Blancos.
Benjamín
Chávez,
escritor y
periodista.
Vladimir, el más pequeño, es de El Alto y
Henry y Cristian son de la ciudad.
“Me recluté en el Batallón Colorados, pero
de ahí nomás sin decirnos nada nos trajeron
aquí. No volvimos a ver a nuestras familias. A
veces hablamos por celular (hay señal de ENTEL). Ahora estamos haciendo los reportes al
comando también por celular, porque la antena de radio se arruinó”, afirma Roly, y nos
muestra las partes esparcidas sobre el pasto
del patio convertido en un taller de reparación. Es una empresa complicada que ya les
está tomando varios días, pues ninguno de
ellos posee conocimientos de electrónica.
El futuro de la localidad fronteriza.
Pero sus padres emigran.
A Eliane Tolaba Cruz, de 13 años, le gusta
mucho leer.
“Pero aquí se aprende todo”, remata Roly
muy sonriente y sin dejar de aplastar mosquitos en sus piernas que, al igual que las de sus
camaradas, están plagadas de picaduras.
El hito 48, punto que marca la confluencia
de los tres países (Bolivia, Brasil y Perú), está en los predios del cuartel. A golpes de machete los soldados se abren paso por la pequeña pendiente donde se yergue la estructura metálica pintada de rojo con base en
amarillo y verde. Diez metros más atrás se
abre un acantilado de 30 metros sobre el río
Yaverí. Desde allí, semioculta por la maleza,
puede verse cómo una lancha de motor con
tres pescadores brasileños se interna río
arriba y justo en frente se detienen y lanzan
su red. Los soldados, casi unos niños, les
gritan engrosando la voz y con el ceño fruncido desde lo alto del barranco: “¡Hey!, pssst ¡qué pasa!” y blanden los machetes. Pero
los pescadores ni se inmutan y, dada la riqueza de la poza que han elegido para su faena, en un instante elevan la red llena de peces agonizantes. “Pendejos”, exclaman los
soldados y retornan a su ejercicio de carpir
maleza.
Cuando la rutina vuelve al pueblo bajo el
sopor de un día como cualquier otro, se escucha el llanto de un niño recién nacido. Es
la hija de Freddy Cruz Cuestas. Aunque nació la semana pasada en Cobija, su padre la
trajo a Bolpebra para que crezca en este rincón del país. Freddy sueña con obtener permiso para poder dedicarse a la ganadería o
al comercio de madera y dice que seguirá luchando para conseguirlo, así como también
la mejora del camino. Una necesidad vital.
Por ese mismo camino, doña Elsa de Benito, una señora de vestido blanco y gruesos
lentes negros, ha decidido marcharse para
siempre. Las durísimas condiciones de vida
han minado su fortaleza y la última inundación sufrida terminó por quebrantarla. Lentamente cierra con candado su puerta de
madera verde. Frente a su casa hace una pequeña fogata y espera hasta que sus últimos
recuerdos, algunos papeles y pequeños objetos, queden reducidos a cenizas. Luego
sube al automóvil que ha contratado para
llevar sus escasas pertenencias y, tras una
estela de humo, se aleja para siempre de Bolpebra.
Robin
Mamani,
investigador social.
Rojo
Álex Ayala,
periodista.
Juan Gabriel Estellano,
fotógrafo.
Daniel Platt,
investigador social.
Azul
Liliana Carrillo,
periodista.
Noelia Zelaya,
fotógrafa.
Tania Sossa,
investigadora social.
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MIRADAS
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Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
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VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
MIRADAS
El puesto
de las fuerzas del orden. Casi
sin ninguna
novedad en
el apacible
pueblo.
LOS EQUIPOS
La casa de
doña Polonia, al igual
que las de
los otros
colonos, tiene sólo dos
ambientes.
Verde
Jornada deportiva en la escuela, bajo el ardiente sol. Ya están acostumbrados.
Rumbo a la triple fronter
a.
frontera.
Un camino abierto a machemachetazos
tazos por los colonos.
VIENE DE LA PÁGINA 5
des, abierta en el libro de Oseas, capítulo 2
versículo 1: “Y los hijos de Israel serán tan
numerosos como la arena del mar, que no
puede contarse ni medirse”.
LOS GUARDIANES
DEL HITO 48
En el principio fue el puesto militar avanzado. En 1992, cuando los primeros pobladores llegaron a aquel recóndito paraje del
país, cuya naturaleza está perfectamente
expresada en un letrero que se conserva en
la fachada del cuartel y que dice “Aquí empieza la patria”, el comandante del puesto
era el subteniente Chavarría al mando de
tres soldados acomodados como mejor podían en un pahuichi. Los colonos llegaron
con don Tunchi, director de Reforma Agraria; Vidal Lozano, juez agrario, y un topógrafo de nombre Sócrates.
Desde entonces las cosas han cambiado
un poco. En el puesto avanzado hay un soldado más y el pahuichi es ahora una construcción nueva. Comando, cuadra, cocina y
“
Manuel
Seoane,
fotógrafo.
“Me recluté en el Batallón Colorados,
pero de ahí nomás sin decirnos nada
nos trajeron aquí. No volvimos a ver a
nuestras familias. A veces hablamos
por celular”, dice el soldado Roly.
otros ambientes.
Los soldados pasan el día carpiendo la
maleza, manteniendo abierta la senda hacia
la confluencia de los ríos Yaverí y Acre, el
verdadero punto tripartito, pues es una de
las vías que la gente utiliza para cruzar a Brasil o a Perú cuando necesita comprar algo. A
veces cazan un chancho de monte para cocinarlo o para hacerlo charque. Idean sistemas de recolección de agua de lluvia mediante tubos de plástico y recipientes para
tener agua para beber. Todos ellos son paceños. De los cuatro que están ahora, Roly, el
de la franca sonrisa, es de Palos Blancos.
Benjamín
Chávez,
escritor y
periodista.
Vladimir, el más pequeño, es de El Alto y
Henry y Cristian son de la ciudad.
“Me recluté en el Batallón Colorados, pero
de ahí nomás sin decirnos nada nos trajeron
aquí. No volvimos a ver a nuestras familias. A
veces hablamos por celular (hay señal de ENTEL). Ahora estamos haciendo los reportes al
comando también por celular, porque la antena de radio se arruinó”, afirma Roly, y nos
muestra las partes esparcidas sobre el pasto
del patio convertido en un taller de reparación. Es una empresa complicada que ya les
está tomando varios días, pues ninguno de
ellos posee conocimientos de electrónica.
El futuro de la localidad fronteriza.
Pero sus padres emigran.
A Eliane Tolaba Cruz, de 13 años, le gusta
mucho leer.
“Pero aquí se aprende todo”, remata Roly
muy sonriente y sin dejar de aplastar mosquitos en sus piernas que, al igual que las de sus
camaradas, están plagadas de picaduras.
El hito 48, punto que marca la confluencia
de los tres países (Bolivia, Brasil y Perú), está en los predios del cuartel. A golpes de machete los soldados se abren paso por la pequeña pendiente donde se yergue la estructura metálica pintada de rojo con base en
amarillo y verde. Diez metros más atrás se
abre un acantilado de 30 metros sobre el río
Yaverí. Desde allí, semioculta por la maleza,
puede verse cómo una lancha de motor con
tres pescadores brasileños se interna río
arriba y justo en frente se detienen y lanzan
su red. Los soldados, casi unos niños, les
gritan engrosando la voz y con el ceño fruncido desde lo alto del barranco: “¡Hey!, pssst ¡qué pasa!” y blanden los machetes. Pero
los pescadores ni se inmutan y, dada la riqueza de la poza que han elegido para su faena, en un instante elevan la red llena de peces agonizantes. “Pendejos”, exclaman los
soldados y retornan a su ejercicio de carpir
maleza.
Cuando la rutina vuelve al pueblo bajo el
sopor de un día como cualquier otro, se escucha el llanto de un niño recién nacido. Es
la hija de Freddy Cruz Cuestas. Aunque nació la semana pasada en Cobija, su padre la
trajo a Bolpebra para que crezca en este rincón del país. Freddy sueña con obtener permiso para poder dedicarse a la ganadería o
al comercio de madera y dice que seguirá luchando para conseguirlo, así como también
la mejora del camino. Una necesidad vital.
Por ese mismo camino, doña Elsa de Benito, una señora de vestido blanco y gruesos
lentes negros, ha decidido marcharse para
siempre. Las durísimas condiciones de vida
han minado su fortaleza y la última inundación sufrida terminó por quebrantarla. Lentamente cierra con candado su puerta de
madera verde. Frente a su casa hace una pequeña fogata y espera hasta que sus últimos
recuerdos, algunos papeles y pequeños objetos, queden reducidos a cenizas. Luego
sube al automóvil que ha contratado para
llevar sus escasas pertenencias y, tras una
estela de humo, se aleja para siempre de Bolpebra.
Robin
Mamani,
investigador social.
Rojo
Álex Ayala,
periodista.
Juan Gabriel Estellano,
fotógrafo.
Daniel Platt,
investigador social.
Azul
Liliana Carrillo,
periodista.
Noelia Zelaya,
fotógrafa.
Tania Sossa,
investigadora social.
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MIRADAS
VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA
Domingo 3 de julio de 2011
Página SIETE
El río Acre
Demarca fronteras: primero entre Perú
y Brasil y después entre este último
país y Bolivia. Tiene 1.190 km y es un
afluente del río brasileño Purus.
L
La plaza
de las tres
fronteras
a plaza de Bolpebra es inmensa. Bautizada como plaza de
las tres fronteras ostenta pulcras veredas de cerámica roja
que confluyen en el centro, donde se
yergue una construcción circular de
techo de palma y columnas de madera
tallada que simulan un trenzado. Tiene 50 bancas, cada una con capacidad
para cuatro personas, más del doble de
la cantidad de personas que habitan en
la comunidad. Quizás por eso se la ve
siempre vacía y a algunos de sus bancos les han crecido enredaderas.
La plaza no está en la calle principal,
que al igual que todas las demás no tiene
nombre, sino al sur, en la margen opuesta del río Acre, como marcando la espalda del pueblo, poco antes de que el monte alto y tupido vuelva a dominar el paisaje y marque el límite de un hábitat relativamente seguro.
Son los niños quienes más la visitan en
los atardeceres. Allí
juegan a la pelota o
conversan un momento luego de haberse refrescado en el
río.
A pesar de que no
hay luz en Bolpebra, a
la plaza no llega el tendido eléctrico que recorre la calle principal. Una docena de
postes viejos que sostienen inútiles cables negros. Único recuerdo de la vez que, gracias a un convenio con Perú, se hizo ese tendido para
dotar de energía eléctrica al pueblo. Sucedió en 1998, pero tras poco más de un
año el servicio se interrumpió ante la falta de pago de las facturas por parte de los
vecinos, a quienes les resultaba oneroso
cancelar por el mínimo requerido en el
convenio y que excedía en más de la mitad lo consumido por ellos.
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