Ciudadano Dr. NELSON CARRASQUERO SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO Su Despacho.Honorable Secretario: Luego de saludarlo, la presente tiene por objeto darle respuesta a su comunicación Nº.00054, de fecha 22 de Enero de 2002, en la cual solicita nuestra opinión jurídica acerca de la inserción del Acta de Matrimonio de los Ciudadanos HUGO FAJARDO (venezolano) y TERESA DE FAJARDO (chilena) en los libros de registro civil. En este sentido, este Despacho emite el siguiente Dictamen Jurídico, cuyo objeto es determinar los siguientes aspectos: 1.- La competencia del Ejecutivo Regional en materia de inserción de actas en el Registro Civil. 2.- El procedimiento a seguirse para la inserción de las actas en el Registro Civil, en caso de ser emitidas por autoridades extranjeras. FUNDAMENTOS DE CARÁCTER LEGAL, DOCTRINARIO Y JURISPRUDENCIAL. Así pues, con el objeto de emitir un pronunciamiento jurídico integral acerca de la situación planteada por ese Despacho, es menester realizar un estudio hermenéutico ( a través de la interpretación clasificada por la doctrina como “usual”, “doctrinal”, “lógica” y “sistemática”) de las disposiciones legales existentes, efectuando un estudio de los siguientes aspectos: 1.- Celebración del matrimonio de venezolanos en el extranjero. 2.- Obligación de la remisión del Acta respectiva a la Primera Autoridad Civil del Municipio o Parroquia. 3.- Legalización de las actas por el Servicio Consular Venezolano. 4.- Inserción de las actas en el Registro Civil. Al respecto, el Código Civil Venezolano , en sus artículos 9, 11 y 103, establece la regulación marco para el análisis del caso en concreto objeto de la presente consulta, al señalar lo siguiente: Artículo 9: “Las leyes concernientes al estado y capacidad de las personas obligan a los venezolanos, aunque residan o tengan su domicilio en país extranjero.” Por su parte, el artículo 11, en cuanto a la forma de celebración de los actos jurídicos, estatuye que: “La forma y solemnidades de los actos jurídicos que se otorguen en el extranjero, aún los esenciales a su existencia, para que surtan efecto en Venezuela, se rigen por las leyes del lugar donde se hacen. Si la ley venezolana exige instrumento público o privado para su prueba, tal requisito deberá cumplirse....” (Subrayado nuestro). Tal prescripción es una manifestación del principio del “Locus Regit Actum”, el cual obliga a celebrar los actos y negocios jurídicos de los venezolanos en el extranjero, según las normas y formalidades del país de su celebración, lo cual tuvo que haberse cubierto en el caso en estudio para que dicho matrimonio surta efectos legales en nuestro país, pues tal condición es requisito sine cua non para la validez del acto o negocio jurídico en Venezuela. Sobre la forma y prueba de los actos, y como desarrollo o complemento del artículo 111 del Código Civil venezolano, antes transcrito, el artículo 37 de la Ley de Derecho Internacional Privado, señala que: “Los actos jurídicos, son válidos, en cuanto a la forma, si cumplen los requisitos en cualquiera de los siguientes ordenamientos jurídicos: 1.- El del lugar de celebración del acto; 2.- El que rige el contenido del acto; o 3.- El del domicilio de su otorgante o del domicilio común de sus otorgantes.” (Subrayado nuestro). Con esta disposición se amplia el “Locus Regit Actum”, abriendo paso al cumplimiento de otros requisitos para el sometimiento de las partes al ordenamiento jurídico, y para la validez misma del acto en referencia. Sobre estas normas del Derecho Internacional Privado, Juan María Rouvier, esgrime que el sistema venezolano de Derecho Internacional Privado, es esencialmente estatutario, contemplando: A.- El “Estatuto Personal” estableciendo que los venezolanos están siempre sometidos a las leyes patrias en lo relativo a su estado y capacidad para ejecutar ciertos actos, por lo cual tal y como lo apunta Isabel Grisanti Aveledo de Luigi, dicha persona sólo puede casarse en el exterior si, de acuerdo a la ley venezolana, es apta para contraer matrimonio y no existe ningún pedimento dirimente de los consagrados en nuestra legislación. B.- El “Estatuto llamado impropiamente Mixto”, referido a la forma externa de los actos. Siguiendo con el análisis, en lo que respecta al punto (2), el artículo 103 de Código Civil señala: “El venezolano que contrajere matrimonio en un país extranjero deberá remitir, dentro de los seis meses de haberse celebrado el matrimonio, a la Primera Autoridad Civil de la Parroquia o Municipio de su último domicilio en Venezuela, copia legalizada del acta de matrimonio, a los fines de la inserción y de las actuaciones ordenadas en el artículo 92.” Entendiéndose, en este caso, por “Domicilio”, el asiento principal de los negocios e intereses de una persona (Artículo 27 ejusdem). Asimismo, el Artículo 27 de la Ley Orgánica de Régimen Político del Estado Zulia, establece que los Prefectos son las primeras autoridades civiles y políticas de los Municipios en donde ejercen las funciones inherentes a su cargo, y el Artículo 34 ejusdem, refiere que en cada Parroquia habrá un Jefe Civil de libre elección y remoción del Prefecto del Municipio, siendo una de sus atribuciones llevar el registro del estado civil, de conformidad con lo dispuesto en las leyes y cuidar que las declaraciones de nacimientos, matrimonios y defunciones sean hechas conforme a lo previsto en el Código Civil (ver artículo 37, numeral 5 y 9). En lo que alude al plazo de remisión del acta (06 meses), la Doctrina (Isabel Grisanti Aveledo de Luigi) ha dejado pautado la conveniencia de aclarar que la omisión del acta legalizada del matrimonio celebrado en el extranjero, no afecta en forma alguna, la validez del matrimonio. Tal remisión y registro tiene como finalidad facilitar la prueba del vínculo conyugal en Venezuela. Sobre este particular, también la Jurisprudencia ha sido clara en establecer que no existe sanción alguna para el caso de no ser satisfecho el requisito de la inscripción de la partida de matrimonio otorgada en el extranjero, siendo el Artículo 103, una norma imperfecta, puesto que de su análisis semántico no se desprende que para la validez del negocio en Venezuela se requiere del cumplimiento de tal requisito de inserción durante el lapso de seis meses, contados a partir de la celebración del acto o negocio en el extranjero, a pesar de que en tal artículo se emplea el término “deberá”, patentizando una “obligación” más no una “potestad” del interesado. Así, el requisito que si condiciona la validez del matrimonio celebrado en el extranjero en nuestro país, es el expresado en el ya comentado artículo 37 de la Ley de Derecho Internacional Privado, y el artículo 11 del Código Civil venezolano. También se ha establecido jurisprudencialmente que el requisito de la inscripción sólo lo ordena el código Civil a fin d facilitarle a las partes, a sus descendientes y a los terceros, la prueba del vinculo matrimonial, el cual si es contraído válidamente en el territorio extranjero, tiene plena existencia, validez y eficacia en nuestro país, háyanse dichas actas inscritas o no en el registro correspondiente de Venezuela. En cuanto al punto 3 referido a la “Legalización de las actas por el Servicio Consular Venezolano”, es necesario realizar una revisión de las estipulaciones contenidas en la Ley Orgánica del Servicio Consular, la cual estipula en su artículo 11, lo siguiente: “Corresponde a los Cónsules: 29.- Legalizar las firmas de las autoridades locales, cuando lo exijan los interesados.”(subrayado nuestro). Y el artículo 50, señala a la letra de la Ley, lo siguiente: “Los Cónsules en los Puertos y lugares de su residencia, tienen la facultad de recibir toda especie de protestas y declaraciones que los capitanes, maestros, marineros, pasajeros y comerciantes, ciudadanos de la República de Venezuela o cualquier extranjero tengan por conveniente hacer ante ellos, sobre asuntos relativos a intereses radicales o que deben radicarse en el territorio de Venezuela, y las copias de estas actas firmadas por los cónsules y selladas con el sello consular, tendrán entera fe y crédito en todas las oficinas y Tribunales de la República... Además, están facultados, a falta de Ministros Diplomáticos de Venezuela, para legalizar los documentos expedidos por las autoridades locales, y asimismo, los autorizados por funcionarios diplomáticos o consulares de la república que tengan distinta jurisdicción, y los expedidos por autoridades venezolanas, después de comprobados estos últimos por el Ministro de Relaciones Exteriores de la República” (Subrayado nuestro). Además, el artículo 1933 del Código Civil Venezolano ratifica el requisito de la legalización, al señalar: “Los instrumentos privados no pueden registrarse, si la firma de los contratantes o la de aquél contra quien obran, no han sido autenticadas o comprobadas judicialmente. Las sentencias y actos ejecutados en país extranjero deben legalizarse debidamente” (Subrayado nuestro). Ahora bien, en atención a al fe que adquieren los documentos firmados por los Cónsules y con sello consular, el propio Código Civil, establece en su artículo 1357 que: “Instrumento público o auténtico es el que haya sido autorizado con las solemnidades legales por un registrador, por un Juez u otro funcionario o empleado público que tenga la facultad para darle fe pública, en el lugar donde el instrumento se haya autorizado” (Subrayado nuestro); todo lo cual corrobora el carácter de instrumento público que adquiere el acta de matrimonio legalizada por un Cónsul de Venezuela en el extranjero. Así pues, para cumplir con la legalización del “Acta de Matrimonio”, se deben llenar los siguientes requisitos: 1.- Presentación de copia certificada del acta de matrimonio ante el Consulado de Venezuela en Chile. 2.- Visado del Acta respectiva por el Cónsul de Venezuela en ese país. 3.- Legalización de la firma del funcionario que celebró el matrimonio, por parte del Cónsul de Venezuela en Chile, sin prejuzgar de ningún otro extremo de fondo ni de forma del documento. En lo que respecta al punto Nº 4 “Inserción de las actas en el Registro Civil”, se hace indispensable estudiar las prescripciones contenidas en el Código Civil Venezolano. Al efecto, el Código Civil, en su artículo 92 (disposición ésta a la cual remite el propio articulo 103, en comento), establece el requisito de remitir a la Primera Autoridad Civil de las Parroquias o Municipios a que corresponda el lugar de nacimiento de los cónyuges, copia del acta de matrimonio, para que sea insertada en el libro correspondiente, y anote el acta de nacimiento del cónyuge respectivo con la fecha del acta de matrimonio. Asimismo, la Primera Autoridad Civil de la Parroquia o Municipio, remitirá a su vez al Registrador Principal, una copia de las notas marginales que inserte, para que este funcionario verifique igual anotación en el duplicado de los libros de nacimiento que reposan en el archivo de la Oficina a su cargo. Este procedimiento, según el artículo 103 ejusdem, debe ser cumplido por la Primera Autoridad Civil, por expreso mandamiento de la citada disposición legal. Por otra parte, el Código Civil en su artículo 109, establece otro requisito a cumplirse por los contrayentes, si dicho matrimonio extranjero se domiciliare en Venezuela, supuesto éste distinto al contemplado en el artículo 103 ya analizado. Tal disposición ordena la presentación, dentro del primer año de su venida al país, a la Primera Autoridad Civil de la Parroquia o Municipio respectivo, de la copia legalizada del acta matrimonial para su inserción en los libros del Registro Civil. Sobre este requisito, también la Jurisprudencia patria ha establecido las siguientes acotaciones: 1.- El hecho que no se haya cumplido con lo dispuesto en el artículo 109 del Código Civil no impide al extranjero probar su matrimonio contraído en el extranjero con la copia certificada de la partida correspondiente, para que el matrimonio surta efectos civiles en Venezuela. 2.- La inscripción en nuestro Registro Civil de los matrimonios celebrados en el extranjero solo lo ordena nuestra legislación a fin de que sea lo más completo posible el registro de los actos del estado civil de los venezolanos; la falta de esa inserción no puede, por lo tanto, constituir base suficiente para negar la existencia de un matrimonio. 3.- La inscripción extemporánea en el Registro Civil del acta de matrimonio extranjero que se domiciliare en Venezuela y que pretende disolverse por divorcio, no está sancionada en el Derecho Positivo venezolano, por lo tanto, queda claro que en nuestra legislación no existe pena o sanción para el matrimonio extranjero que incumpla la obligación prevista en el artículo 109 del Código Civil. 4.- A todo lo largo del título IV del Código Civil, que trata de la institución del matrimonio, no se establece sanción alguna para el caso de que no fuese satisfecho el requisito del artículo 109 ejusdem; ni siquiera en el Capítulo X del referido título, que es especifico sobre las sanciones existe ninguna relativa al caso de omisión de la formalidad de registro en cuestión. Ni siquiera se ha establecido la pena pecuniaria prevista en otras legislaciones, como ocurre en el Código Civil italiano ( artículo 101) donde se establece para los infractores una multa de hasta cien liras. Es doctrina universal, además que las sanciones o penas son de derecho escrito, y en consecuencia, no le es permitido al juzgador aplicar éstas por deducción o analogía. Valen las mismas acotaciones anteriormente formuladas, para el Artículo 474 del Código Civil Venezolano, el cual señala que en el Registro de matrimonios, además de las actas de matrimonios correspondientes a la Parroquia o Municipio respectivo, extendidas o insertadas en conformidad con lo dispuesto en el título sobre el matrimonio, se insertarán las copias que se expresan en los artículos 103 y 109 del ya comentado Código. CONCLUSIONES 1.- La Secretaria General de Gobierno del Estado Zulia es incompetente para tramitar las inserciones de actas en el Registro Civil, siendo la Oficina competente, según el propio Código Civil, las Prefecturas o Jefaturas Civiles, hoy Intendencias de Seguridad Municipales o Parroquiales. 2.-Los requisitos que deben cubrirse de parte de los interesados, para dar cumplimiento a lo ordenado en el Código Civil, son los siguientes: Presentación de copia certificada del acta de matrimonio ante el Consulado de Venezuela en el país respectivo, en este caso especifico, Chile. Visado del acta respectiva por el Cónsul de Venezuela. Legalización de la firma del funcionario que celebró el matrimonio, por el Cónsul de Venezuela en Chile, sin prejuzgar de ningún otro extremo de fondo ni de forma del documento. Presentación del acta legalizada ante la Primera Autoridad Civil del Municipio o Parroquia del último domicilio del venezolano contrayente. Inserción del acta en el Registro Civil, lo cual conlleva la realización de los siguientes pasos: a.- Inserción del Acta de matrimonio en el Libro correspondiente de la Prefectura o Jefatura Civil, hoy Intendencia de Seguridad Municipal o Parroquial. b.- Anotación del acta de nacimiento del cónyuge respectivo con la fecha del acta de matrimonio. c.- Remisión de copia de notas marginales al Registro Principal, para que se verifique igual anotación en el duplicado de los libros de nacimiento. 3.- La falta de cumplimiento por parte de los interesados de los requisitos establecidos en el Código Civil ( artículos 103, 109 y 474 ejusdem) no afectan la validez y eficacia de los matrimonios celebrados en el extranjero. Los mismos son totalmente válidos si fueron celebrados cumpliendo con los requisitos y formalidades establecidas en nuestro Ordenamiento Jurídico. Sin otro particular al cual hacer referencia, se suscribe de usted, Atentamente, Dr. Néstor Luis Rincón Consultor Jurídico