El objeto y su relación con el deseo en la obra de Freud Abstract En el camino a la realización de deseo es el objeto lo que está en juego, junto a la defensa primaria. La huella mnémica actúa junto a la pulsión. La versagung como desencadenante del enfermar en la neurosis. In the way to the desire accomplishment it is the object which is in game, next to the primary defense. The mnémica track acts next to the pulsión. Versagung like leading of becoming ill in the neurosis. Lic. Silvia Maioli Psicoanalista Profesora JTP Dpto. de Psicoanálisis Universidad .Kennedy El trabajo es un fragmento de un capítulo de la investigación para la Tesis Final correspondiente a la Maestría en Psicoanálisis de la U. Kennedy. En el camino a la realización del deseo vemos que se orienta hacia lo anhelado, algo relativamente distante e idealizado. Así se diferenciaría de la voluntad o del querer. La expresión “sich etwas wünschen”, que incluye desear más un pronombre reflexivo, es usado a menudo en la obra de Freud para referirse al campo de lo imaginario-onírico para formular un pedido que ha de ser realizado. El término deseo, indica una raíz indoeuropea en la cual se trataría de; circular, de andar buscando algo. Búsquedas de alimento o rastrear pistas en la guerra. Luego se derivan los sentidos a buscar-desear, amar, exigir, necesitar, algo parecido sucede en el antiguo índico y en latín. En antiguo alemán, unido a un tronco de diferentes palabras, ya designaba ambición y anhelo de algo. Esa búsqueda de algo será el objeto perdido, a través de su huella mnémica. En el Proyecto, Freud señala que: “Del estado de deseo (Wunsch) se sigue directamente una atracción hacia el objeto de deseo, respectivamente su huella mnémica; de la vivencia de dolor resulta una repulsión, una desinclinación a mantener investida la imagen mnémica hostil. Son estas la atracción de deseo (Wunsch) primaria y la defensa primaria” (pp.385-386) En la “Interpretación de los Sueños” esa vivencia queda asociada a una percepción y por lo tanto, a su huella mnémica, proceso éste referido a la necesidad pero del cual ya se adosa la pulsión como una moción (Regung) psíquica que “querrá investir de nuevo la imagen mnémica de aquella percepción y producir otra vez la percepción misma, vale decir, en verdad, restablecer la situación de la satisfacción primera” (pp.557-558). Ese será el estado primitivo del aparato psíquico en donde el desear terminaba en un alucinar, pero del cual queda la identidad perceptiva. Así el Deseo (Wunsch) se relaciona con una necesidad de re-encontrar el objeto cuyo contacto propicio será una vivencia re-evocada. Ese wunsch está en la esfera de la alucinación. Pero ese movimiento ya incluye a las representaciones, con las que hay una relación de contigüidad entre lo que es alucinado, deseado, y también pensado. Freud los menciona como sustitutos, indicaría un proceso en el cual las vivencias perceptivas, que relacionan el objeto con la satisfacción, deja marcas como trazo que luego serán “verificadas” por la realidad, esto sucede cuando el sujeto atribuye o no una cualidad de realidad a determinada percepción. Esta expresión pertenece a la esfera de lo idealizado, de lo anhelado y de lo onírico. En la palabra erfüllung hay una designación de un pedido que se concretó. Apela a la investidura al nivel de la imaginación y de la representación anheladas, diferenciándose del término befriedigung que alude más a la satisfacción pero en relación a la pulsión y designa algo que aplaca la inquietud del estado de necesidad., de inmediatez del cuerpo, a este tipo de vivencias. Mientras que erfüllung es un término que apela a la investidura a nivel de la imaginación y de la representación anhelada, el término Befriedigung apunta hacia vivencias en la inmediatez del cuerpo, como “estado de begierde” un momento de carencia intensa y el anhelar intenso por imágenes de “satisfacción” actuarán para lograr el apaciguamiento de la necesidad. Hasta ahora vimos un aparato psíquico primitivo que al incluir al cuerpo propio en determinadas imágenes, que son vivenciadas, queda la pulsión adherida a los representantes psíquicos. De aquí en adelante, lo representado e investido tendrá un lugar en el aparato, que no coincide con la memoria, y que marcan que la represión se constituyó como Identidad de Percepción primero, que pasa de ser signo a ser huella mnémica como una representación cosa posible luego de ser representada por la palabra. Las primeras Percepciones, que en si mismas, no conservan huella alguna de lo acontecido, es significativo el uso del plural, se referirá a neuronas de percepción como las que había mencionado anteriormente en el Proyecto como Sistemas de Neuronas “ω” y a las vías que a partir de ellas comienzan a entrar en acción al operar la represión. Es en la Carta 52 donde Freud define una Percepción que va a ser Signo por la articulación con lo originario por la asociación por simultaneidad. En ellas se realizará la 1ra. transcripción [Niederschrigt] diferenciándose de las anteriores por la influencia de las experiencias de dolor, satisfacción y también del monto libidinal que acompañará a los sucesivos traumas que denominamos como lo no ligado.. Pero Freud recién denomina Inconciente al lugar donde se realiza la 2da. Transcripción porque allí los signos de Percepción se convierten en huellas cuya particularidad es que se relacionan con un recuerdo de concepto que llamamos representación cosa. Serán vivencias modificadas por el recuerdo y la fantasía. Luego hay otro lugar en el cual se podría intentar la ligadura entre Representaciones Palabras por su referencia a las Representaciones Cosa y también al Deseo alucinatorio, se trata de la 3ra. Retranscripción, que aparece por primera vez con el nombre de Preconciente [Vorbewusst]. Entonces, la 3ra. Retranscripción supone una lógica más compleja que se dará a partir de la constitución de las huellas mnémicas, en tanto la represión actúa favoreciendo luego el recuerdo de concepto, es decir, de la instalación en el aparato de las primeras fantasías (pp.274-276) Aquí Freud insiste en que: 1 –Las representaciones se siguen unas a otras, en un orden sucesivo. 2 –Ubica que en la Frontera se produce la traducción del material psíquico 3 –Cada reescritura posterior inhibe a la anterior y desvía de ella el proceso excitatorio. 4 –Si una reescritura posterior falta, la excitación es tramitada según las leyes psicológicas que valían para el período psíquico anterior, y por los caminos de que entonces se disponía De este modo, la represión es un continuo inscripción-reinscripciónretranscripción de huellas anémicas que en su afán de buscar ligadura y junto al investimiento pulsional insistirán en diferentes formaciones del inconciente por las vías de retorno (de lo reprimido) características de la neurosis. Por esas condiciones, “eso” que quedó así “denegado” {Versagung} de la traducción, es aquello que clínicamente llamamos Represión. Se trata del excedente del desprendimiento de displacer que por su estado de no ligado se vuelve como una perturbación para el trabajo del pensar.(p.276) Se plantea aquí la naturaleza sexual del suceso (trauma) que sucumbe a la represión, considerándolo como una defensa patológica cuando los efectos retornan porque no lograron inhibir el desprendimiento de displacer originario y aparece en lo actual acompañado por un excedente libidinal. Conjuntamente ubica el origen de la compulsión en la cual esas mismas vivencias sexuales que produjeron placer y su reproducción, seguirá conectado a ese placer no inhibible. Esta sería la base de la compulsión. Cuando el material psíquico no pudo acceder a la traducción, Freud dice que quedó reprimido, es decir, operó la “versagung” como frustración y quedan privados-bloqueados, impedidos en su acceso y es una privación pulsional. Se trata de un objeto que padece una acción y es retirado. Adhiere más a una “interdicción” en referencia a la ley paterna y al tabú, algo que se opone a la moral y sufre un bloqueo, condición esencial de la neurosis. Esa “versagung” sería el desencadenante del enfermar psíquico actuando conjuntamente con la represión, no es una causa en sí misma, sino que su acción es más inmediata en la psique: remita a la pulsión a los lugares de fijación arcaicos a través de movimientos regresivos. Alude al estancamiento libidinal que nada tiene que ver con un estado de “decepción” (pp.291-296) En los “Estudios sobre la Histeria” Freud realiza una declaración interesante que corroboraría cuestiones ya mencionadas en el Proyecto expresa que: “Me declaro partidario de la opinión de que la <representación>, la imagen mnémica sola, sin excitación del aparato perceptivo, nunca alcanza el carácter de existencia objetiva, constitutivo de la alucinación, ni siguiera cuando esa imagen posee su vividez e intensidad máximas” (p. 200) Se trata del aparato de la percepción cuyo funcionamiento es más rápido en el sentido de que “restituye al estado anterior” es una excitación “retrocederte” y de la relación de éstas con las representaciones y los afectos. Esas representaciones deberán tener ciertas particularidades ya que Freud se refiere a los “afectos ideógenos”. Se tratará de afectos que perturban el equilibrio psíquico, afectos agudos, crónicos, siempre conllevan a un aumento de excitación que necesitará su descarga, la pena y la preocupación prolongada, la angustia llevan a un “estado de fatiga” en el que se dañan los procesos asociativos y el decurso de la representación. Por este motivo llega a extremos como la cólera y el terror que hacen “perder el sentido de las cosas” y además, en la en el terror está impedida la movilidad. Son ambos casos los que producen un desbordamiento del aparato y se necesitará de una descarga como el llanto o el grito para nivelarlo. Pero hay representaciones que admiten un afecto de ira por un ultraje se trataría de un impulso irracional de la voluntad, (pp. 216-218) es decir que la pulsión se expresa independiente. De este modo, lo percibido refiere como representación penosa en la versagung misma. En esta operación el deseo ya está incluido, a raíz de su efectividad en la defensa primaria Bibliografia Freud, S. “Proyecto de Psicología para Neurólogos” Edit. Amorrortu, 3ra. reimpresión, Buenos Aires,1992, pp. 385-386 Freud, S. “Carta 52” Edit. Amorrortu, 3ra. reimpresión, Buenos Aires,1992, pp. 274-280 Freud, S. “La Interpretación de los Sueños” Edit. Amorrortu, 5ta. Reimpresión, Buenos Aires,1993, pp.557-558 Freud, S. “Estudios sobre la Histeria”, Edit. Amorrortu, 3ra. reimpresión, Buenos Aires, 1992, p.200 y pp.216-218 Hanns, L. “Diccionario de Términos alemanes de Freud”, Grupo Editorial Lumen Lohlé, Buenos Aires, pp.291-296