Crecimiento Económico en El Salvador Alexander Monge‐Naranjo y Andrés Rodríguez‐Clare Pennsylvania State University Documento en Proceso de Revisión Índice de contenidos 1. Introducción y Resumen ............................................................................................. 4 2. Crecimiento en El Salvador: Algunas generalidades ................................................ 19 Ingreso relativo y convergencia condicionada .......................................................... 28 3. Descomposición Sectorial de la Productividad Laboral ........................................... 36 Aspectos metodológicos .......................................................................................... 36 Resultados ................................................................................................................. 39 Análisis detallado de sectores clave .......................................................................... 45 Exportaciones Tradicionales .............................................................................. 46 Agricultura ......................................................................................................... 47 Turismo .............................................................................................................. 50 Textiles y Maquila en general ............................................................................ 50 4. Exportaciones e Inversión Externa Directa............................................................... 58 Productos étnicos y nostálgicos ............................................................................... 71 Inversion Extranjera Directa .................................................................................... 73 Exportaciones de servicios ....................................................................................... 75 5. El Clima de Negocios y de Inversión en El Salvador ............................................... 76 6. Instituciones y políticas de apoyo a la productividad e innovación.......................... 91 7. Acumulación de destrezas y habilidades .................................................................. 99 8. Una política para la repatriación de salvadoreños .................................................. 109 9. Referencias .............................................................................................................. 112 1 Índice de Gráficos Grafico I: Tasa de Crecimiento del PIB real agregado: 1991-2007. ............................................. 21 Gráfico II: Crecimiento del PIB per capita en El Salvador y países relacionados ........................ 22 Gráfico III. Tasa de Inversión en Capital Físico ........................................................................... 24 Gráfico IV: Porcentaje de Familias pobres en El Salvador: 1991-2006 ........................................ 27 Gráfico V. Ingreso per capita de El Salvador relativo a países relacionados ............................... 30 Grafico VI. Ingreso per capita de El Salvador relativo a Centroamérica y Panamá...................... 30 Gráfico VII. Productividad Total de Factores de América Latina, Asia y Europa Occidental, Relativa a EE.UU. ......................................................................................................................... 35 Gráfico VIII: Productividad laboral en el sector agrícola ............................................................. 48 Gráfico IX: Presupuesto del gobierno en apoyo a la agricultura, 2001-2008................................ 49 Gráfico X. El Salvador: Crecimiento de las exportaciones de maquila, 1991-2007 ..................... 56 Gráfico XI. El Salvador: Empleo en las exportaciones de maquila, 1991-2007 ........................... 56 Grafico XII. El Salvador: Exportaciones tradicionales, no tradicionales y maquila, 1990-2007 .. 61 Gráfico XIII. El Salvador: Indice de Herfindahl de las exportaciones por código SAC, 8 dígitos, 1997-2007. ..................................................................................................................................... 71 Gráfico XIV. El Salvador: Inversión Externa Directa como % del PIB, 1999-2007 .................... 73 Grafico XV: Índice de Reformas para El Salvador y America Latina .......................................... 78 Gráfico XVI: El Salvador: Tipo de Cambio Real bilateral con varios países, 1999-2007 ............ 89 Gráfico XVII. Tasa de analfabetismo estimada y proyectada en El Salvador y otros países para la población entre 15 y 24 años, 1970-2015 .................................................................................... 101 2 Índice de Tablas Tabla I. El Salvador: Productividad Laboral: Cambio Porcentual Anual por Sector ................... 39 Tabla II. El Salvador: PIB por trabajador según rama de actividad económica ........................... 41 Tabla III. El Salvador: Contribución sectorial al crecimiento en la productividad laboral ........... 42 Tabla IV. El Salvador: Distribución sectorial de trabajo............................................................... 43 Tabla V. El Salvador: Descomposición del crecimiento de la productividad: análisis sectorial... 44 Tabla VI. Costa Rica: Descomposición del crecimiento de la productividad: análisis sectorial... 44 Tabla VII: Evolucion Exportaciones y Empleo en IMANE, varios países, 2000-2006 ................ 53 Tabla VIII. El Salvador: Valor agregado nacional como fracción de exportaciones totales y por trabajador. ...................................................................................................................................... 57 Tabla IX. El Salvador: Crecimiento Exportaciones No tradicionales, 1997-2007 ........................ 62 Tabla X: El Salvador: Descomposición del Crecimiento de las Exportaciones ............................ 64 (sin maquila), 1997-2007............................................................................................................... 64 Tabla XI. Descomposición crecimiento exportaciones, 1995 – 2004, SITC (rev. 3). ................... 68 Tabla XII. Número de productos exportados, varios países, 1995 y 2004, ................................... 69 Tabla XIII. Descomposición crecimiento exportaciones, 1997-2006 ........................................... 70 Tabla XIV Posición relativa y puntaje en los doce pilares de Competitividad Global ................. 83 Tabla XV Los seis factores más problemáticos para hacer negocios ............................................ 83 Tabla XVI. Información por país de las facilidades para emprender un negocio ........................ 84 3 1. Introducción y Resumen Al igual que el grueso de países Latinoamericanos, los últimos veinte años han sido un período de profundas transformaciones para El Salvador. Lo distintivo del caso salvadoreño está no sólo en obstáculos que el país ha tenido que enfrentar, sino también en la profundidad y velocidad de sus reformas. En efecto, aunado a la reconciliación civil y la democratización, la economía del país ha logrado grados de estabilidad macroeconómica y de liberalización económica y de apertura internacional que consistentemente han hecho que El Salvador se considere un fiel seguidor del “Consenso de Washington.” Sin embargo, a pesar de su amplitud y profundidad, las reformas no han tenido el impacto esperado en términos de crecimiento económico. El Salvador sigue creciendo a una tasa muy lenta, y como veremos más abajo, está perdiendo terreno. Parte del bajo crecimiento observado en El Salvador es atribuido a la mala suerte. Durante los últimos años El Salvador ha sufrido shocks negativos que han afectado a casi todos sus sectores productivos. Terremotos y huracanes castigaron al país y sus daños no han sido enteramente recuperados. De 1998 a 2004, el precio del café pasó de $3.2/kg a $1.5/kg, lo cual equivale a una caída del 52% de las exportaciones de café. Durante ese mismo período, el precio del azúcar disminuyó de $0.27 a $0.15, lo que equivale a una caída de 46% de las exportaciones de azúcar. Las exportaciones de camarón y langostino simplemente colapsaron por problemas ambientales fuera del control del país. El algodón estuvo a punto de desaparecer de la canasta de productos de El Salvador. Encima de todo esto, China parece arrebatar algunos de los sectores claves en la industria de la maquila. Todos estos son shocks importantes que harían tambalear a 4 la economía de cualquier país. Sin embargo, creemos que aparte de la mala suerte, El Salvador tiene un problema serio de crecimiento que quizás puede ser revertido con buenas políticas. En este trabajo presentamos nuestra visión acerca de los principales problemas que enfrenta la economía salvadoreña para crecer. Nuestro trabajo se enmarca en la serie de investigaciones que se han hecho a lo largo de los últimos años (vg. Edwards 2003, Hausmann y Rodrik 2005) sobre El Salvador, y al igual que dichos estudios, después de examinar distintas fuentes de información, los autores presentamos un dictamen y proponemos los lineamientos generales para una estrategia futura de política económica que no sólo haga el crecimiento más rápido, sino también sostenido. En este trabajo enfrentamos la tarea de buscar y arrojar alguna luz sobre las causas del pobre desempeño de la economía salvadoreña, y proponer políticas para revertirlo. Insistimos en que esta es una tarea formidable, pues el desarrollo económico es un objetivo muy escurridizo. Si bien la ciencia económica ha dado pasos importantes en entender mejor el comportamiento de ciertos agentes y mercados, las fluctuaciones económicas y las amplias diferencias internacionales en los niveles de productividad siguen sin entenderse a profundidad. No existe por tanto un solo modelo al que podamos recurrir y resolver los problemas en El Salvador. A partir de esta confesión de ignorancia, nuestra estrategia fue examinar datos, aplicar distintas metodologías, entrevistar funcionarios, observadores y empresarios, e ir achicando el conjunto de posibles explicaciones. A partir de las conclusiones de esta etapa, pasamos a una discusión de políticas que podrían ser efectivas para acelerar el crecimiento. 5 Como explicaremos en detalle, nuestra visión general es que las limitantes al crecimiento en El Salvador son muchas y muy complejas. No creemos que exista un único “O-Ring” o talón de Aquiles en la economía salvadoreña y quizás para ningún otro país subdesarrollado.1 De hecho, históricamente, ha sido sumamente difícil para un país subdesarrollado el lograr generar todas las condiciones necesarias para acelerar –y sostener – su tasa de crecimiento y alcanzar el desarrollo.2 Más aún, recurrentemente, se ponen de moda paradigmas centrados en unos pocos aspectos que han prometido eliminar la pobreza en el mundo, sólo para ser descartados tras años de fracaso y frustración. 3 Contrario a estudios anteriores, no creemos en “silver bullets”, i.e. la posibilidad o deseabilidad de identificar dos o tres “binding constraints” principales (billetes de cien dólares tirados en el suelo) y subsecuentemente proponer mejoras en dos o tres dimensiones claves que alcancen para “desencadenar a Prometeo.” Cuando las debilidades son muchas y están interrelacionadas, como creemos es el caso en El Salvador, las “binding constraints” pueden no ser identificables a partir de comportamientos anómalos de precios, sean estos explícitos o implícitos. Por ejemplo, debilidades conjuntas en la adopción de tecnología y en la formación de capital humano pueden pasar desapercibidas pues en equilibrio se observa un “skill-premium” nulo o bajo. Aún más importante, el relajar una de dichas “constraints” puede no ser productivo a menos que (muchas) otras también sean relajadas. Por ejemplo, eliminar barreras a la 1 El O-ring fue el componente minúsculo que al fallar dio lugar a la explosión del transbordador Discovery. Michael Kremer en 1993 popularizó la visión que el desarrollo económico puede verse obstaculizada por un único –y quizás a primer vista insignificante—cuello de botella. Michael Kremer, "The O-Ring theory of economic development," Quarterly Journal of Economics 108 (1993):551-575. Véase también Jones 2007. 2 Véase el entretenido pero frustrante anecdotario de Easterly 2001. 3 En este respecto véase también Easterly, quien explicar los fundamentos y las razones que dieron lugar al fracaso a los modelos de desarrollo impulsados por los organismos multilaterales desde 1950. 6 adopción de tecnología avanzada puede no tener ningún impacto positivo a menos que se eliminen las barreras –y hasta se estimule directamente—la formación del capital humano necesario para operar dichas tecnologías. Tal y como lo insinúan los ejemplos anteriores, nuestra visión general es que El Salvador está muy lejos de estar efectivamente integrada a los mercados mundiales de conocimiento, ideas y tecnología. A pesar de estar muy integrada en los mercados internacionales de bienes y servicios, capital y hasta en algún grado en el mercado internacional de trabajadores, el conocimiento productivo que continuamente se produce y se renueva en el mundo, y que día a día se implementa en el diseño y producción de bienes y servicios, no fluye hacia El Salvador en los volúmenes necesarios para generar crecimiento. Estimamos que El Salvador, dadas las condiciones actuales, no constituye un destino atractivo para los factores rivales (con costo de oportunidad) y no rivales (sin costo de oportunidad, pero quizás sí de uso) que conllevan el conocimiento productivo y la tecnología. Por lo tanto, en este trabajo abogamos por una estrategia de crecimiento diseñada alrededor de la atracción del conocimiento y la tecnología que ya se encuentren disponibles en países desarrollados y aquella que se vaya a generar a futuro. Antes que todo, resulta fundamental aclarar que ni la falta de atracción de conocimiento tecnológico es un O-ring, ni tampoco una política de promoción efectiva de conocimiento y tecnología es un “silver bullet.” De hecho, lograr hacer que un país sea un destino atractivo para la tecnología y conocimientos mundiales es una tarea sumamente difícil y compleja, que requiere infraestructura física adecuada, producción y renovación de capital humano propicios, un clima favorable de negocios, instituciones legales 7 competentes y creíbles, etc. y la cual puede ser dada al traste por una multitud de factores. Nótese que hablamos de condiciones necesarias, no suficientes. Aunque El Salvador se embarque en un programa bien diseñado y bien ejecutado de promoción tecnológica y productiva, es siempre posible que alguna de sus debilidades frustre el despegue económico. Nuestra visión es que si el país no se embarca en una estrategia agresiva de promoción y actualización tecnológica, tendrá posibilidades muy limitadas de alcanzar un crecimiento económico fuerte y sostenido. Un ejemplo que nos corrobora esta visión, y que por demás es muy importante para la economía salvadoreña, es el comportamiento del sector agrícola. Nuestra lectura de lo que ha pasado en El Salvador en los últimos años nos indica que por muchos años el sector agrícola no fue objeto de la atención debida, y en consecuencia entró en declive, especialmente después de los shocks negativos mencionados arriba. Sin embargo, la presente administración volvió a enfocarse en las necesidades productivas de ese sector. Esto es sumamente importante porque, como mostraremos en detalle más abajo, aun con el descuido que había venido sufriendo hasta hace poco, la agricultura es el sector que contribuye más al crecimiento de la productividad laboral agregada del país. Un aspecto que resulta fundamental en nuestra propuesta es la formación de destrezas y de habilidades en la fuerza laboral. Este es un aspecto que encontramos sumamente débil en la economía salvadoreña, no sólo en cuanto al stock de trabajadores calificados, sino al flujo de nuevos trabajadores calificados en cada período. Más aún, creemos que la débil formación es generalizada a casi todos los niveles de trabajadores, tal y como lo confirmaran distintos empresarios en nuestras entrevistas durante nuestra visita a El Salvador. Creemos que la incapacidad del país en producir pronta y 8 eficientemente distintos tipos de trabajadores contribuye en gran medida a que clusters y sectores de empresas no se expandan y desarrollen, y más aún, no nazcan en primer lugar, o no se instalen en El Salvador y en su lugar escojan a otros países para sus operaciones. El Salvador no puede pretender insertarse efectivamente en el mercado mundial de conocimiento y tecnología a menos que produzca trabajadores capacitados en hacer uso productivo de ellos. Pensamos que para lograr lo último se requiere que El Salvador ponga en marcha programas mucho más amplios y agresivos que los existentes (por ejemplo, INSAFORP), que si bien parecen bien administrados, parecen quedarse cortos de las necesidades del sector productivos, a tal punto que nos fueron descritos por un empresario como un “snack”. En este sentido, proponemos que se implementen programas de aprendizaje, educación vocacional y entrenamiento intra-empresa como los llevados a cabo en Corea del Sur y en Irlanda. La capacidad de atraer y absorber tecnología y otro conocimiento productivo no termina en las destrezas de los trabajadores, sino que requieren de actitudes, aptitudes, destrezas y habilidades empresariales, incluida la predisposición al riesgo. Por ejemplo, embarcarse en la producción de un bien nunca antes producido en El Salvador, requiere no solo el conocimiento tecnológico para administrar los procesos de producción correctamente, sino también las habilidades necesarias para poder llevar a buen término todos los papeleos legales, conseguir los trabajadores idóneos, obtener los materiales y bienes intermedios, y posteriormente administrar el mercadeo, fijación de precios y distribución del producto. Claramente, aunque ya se haya hecho con anterioridad, la conducción de una empresa es un proceso sumamente complejo, donde muchas cosas pueden fallar y por lo tanto, donde constantemente se está expuesto a riesgos. La 9 situación se puede tornar mucho más complicada si estamos considerando un bien nuevo, pues más que riesgo el empresario enfrenta incertidumbre, i.e. una situación donde ni siquiera se puede cuantificar confiablemente los peligros y las oportunidades. Peor aún si estamos pensando en mercados internacionales, donde el conocimiento de las convenciones, patrones culturales y actores clave en esos mercados puede resultar fundamental para llevar a buen término las transacciones comerciales de la empresa. Estas consideraciones son fundamentales para entender los retos que enfrenta hoy en día la economía de El Salvador. Al igual que la gran mayoría de países Latinoamericanos, a partir de 1980s, El Salvador cambió de una estrategia de integración regional y de industrialización por substitución de importaciones a una estrategia de apertura comercial, facilitada recientemente por acuerdos comerciales importantes. En este contexto, y al igual que muchos países que han liberalizado su economía, El Salvador ha terminado exportando bienes nuevos, i.e. que sólo recientemente han empezado a producir. También, al igual que otros países subdesarrollados, El Salvador ha terminado exportando bienes que produce casi exclusivamente para exportar. Esto no deja de ser un logro interesante, pues resulta mucho más difícil que para el caso de las empresas de países desarrollados, que típicamente desarrollan un bien internamente antes de exportarlo. Quizás las dificultades descritas para exportar, incluyendo la falta de una base doméstica para la experimentación, y las externalidades positivas de descubrimiento de mercado que hacen que la tasa social de retorno de explorar mercados sea mayor que la tasa privada, han justificado la creación de instituciones facilitadoras para las exportaciones en la gran mayoría de los países. Igualmente, se han creado instituciones 10 facilitadoras de la inversión extranjera directa. Respectivamente, dichas instituciones en El Salvador son EXPORTA y PROESA. Existen otras instituciones como BMI, FONDEPRO y FOEX diseñadas para financiar y apoyar la actividad empresarial del país. Al igual que INSAFORP, con la información que recabamos, quedamos con la impresión que, grosso modo, estas instituciones están muy bien administradas, y alcanzan los objetivos y metas con que fueron definidos. Nos llamó la atención positivamente el grado de compromiso expresado en el hecho que la Vicepresidenta de la República tiene como recargo la presidencia de PROESA. También quedamos sumamente optimistas con el proyecto alrededor de la empresa de mantenimiento aeronáutico AEROMAN, la cual vislumbramos como potencialmente el equivalente a INTEL en Costa Rica, i.e. un punto de partida para la formación de un cluster y un punto de referencia para otras multinacionales de tecnología avanzada. Durante nuestra entrevista con las autoridades de PROESA, también nos quedó la grata impresión de que existe una buena coordinación de PROESA con INSAFORP y universidades e institutos tecnológicos. Dicha buena impresión fue confirmada (con una única excepción) por los empresarios con los cuales tuvimos oportunidad de entrevistarnos durante nuestra visita a El Salvador. Sin embargo, estamos convencidos que el accionar conjunto de dichas instituciones es limitado. De partida, si bien consideramos loable el apoyo a la pequeña y mediana empresa, creemos que instituciones como FONDEPRO deben abocarse a financiar y apoyar empresas que sean productivas, no necesariamente pequeñas, si es que se pretende que lleguen a hacer diferencia. En efecto, empresas pequeñas que logren concretar proyectos altamente productivos, eventualmente llegarán a crecer. Más aún, empresas medianas o grandes pueden concebir proyectos de altísimo valor social. En 11 ambos casos, la exclusividad a sólo empresas pequeñas impediría que FONDEPRO cumpliera un rol de favorecer al crecimiento de la productividad agregada de El Salvador. En los casos de EXPORTA y PROESA, más allá de proyectos específicos, no se vislumbra capacidad para generar clusters de empresas a un nivel que llegue a hacer una verdadera diferencia en la economía salvadoreña. Quizás esto se deba al hecho que ambas instituciones son relativamente jóvenes, y que sólo con el tiempo, el aprendizaje institucional pueda dar lugar a impactos de mayor envergadura. Quizás las limitantes percibidas se deban a debilidades de la economía salvadoreña, como por ejemplo, seguridad, capacitación laboral e infraestructura, que están fuera del control. Si fuese así, reforzaría aún más nuestra visión que El Salvador necesita políticas más agresivas y que conjuntamente ataquen los limitantes a la actividad empresarial, tanto doméstica como internacional. En general, El Salvador ha carecido de una red de políticas e instituciones que permitan solventar los problemas que se presentan en la expansión de sectores económicos nacientes. Esta es una carencia que El Salvador comparte con muchos otros países de la región Latinoamericana. En términos generales, estos problemas adquieren distintas formas. En algunos casos el problema consiste en trabas burocráticas o ausencia de regulaciones necesarias para poder insertarse en los exigentes mercados internacionales. En otros casos el problema es la ausencia de infraestructura adecuada (ej. red de frío y condiciones de transporte para alimentos) u otros insumos (ej., logística, moldes, plásticos) claves para el sector que no son suplidos por el mercado por la existencia de altos costos fijos. Pero tal vez el problema más serio es el de la carencia de trabajadores con los conocimientos específicos requeridos por las empresas y la ausencia 12 de políticas e instituciones que permitan solventar este problema en el corto y mediano plazo. A la par de las políticas “horizontales” de apoyo a la productividad (ej., promoción de exportaciones con EXPORA, capacitación laboral a través de INSAFORP), se requiere de un fuerte impulso de políticas “verticales” de apoyo a sectores particulares. Aquí siempre surge la preocupación de que esto implica “picking winners,” pero esta crítica sería válida solo si la propuesta consistiera en escoger algunos sectores que a nivel mundial parecen muy dinámicos y exhiben altos niveles tecnológicos, como nanotecnología, biotecnología y software. Esa no es la forma como pensamos que se puede llevar a cabo esta estrategia de políticas de apoyo verticales. La idea más bien es darse cuenta de que los sectores existentes que ya tienen niveles importantes de exportaciones enfrentan obstáculos a su expansión pero también tienen el conocimiento para poder descubrir cuáles son esos obstáculos y proponer acciones para superarlos (ver Rodríguez-Clare, 2007). Se trata entonces de establecer un proceso mediante el cual el sector privado organizado por sectores o clústeres proponga estrategias para solventar sus problemas específicos, y el Estado decida cuáles de estas iniciativas tienen la seriedad y promesa necesarias para recibir su apoyo. No se trata, por supuesto, de que los sectores propongan subsidios o incentivos fiscales, sino de iniciativas concretas que podrían incluir inversión en infraestructura, mejoras en regulación, generación de recurso humano especializado, fortalecimiento de las universidades nacionales, creación de laboratorios, apertura de mercados extranjeros, atracción de inversiones clave para su desarrollo, etc. Dado el conocimiento que ha adquirido sobre los sectores nacientes en el país, PROESA podría 13 constituirse en una institución clave en este proceso. Asimismo, los sectores de aeronáutica y de alimentos nostálgicos podrían recibir atención especial para iniciar este tipo de estrategias sectoriales. Un segundo componente de nuestras conclusiones es que a diferencia de otros investigadores (vg. Hausmann y Rodrik 2004), nosotros no consideramos que El Salvador sea un caso ejemplar de las políticas abogadas por el Consenso de Washington. Por el contrario, consideramos que aunque menores que en el resto de Centroamérica, aún persisten importantes trabas al buen funcionamiento de los mercados. Las trabas más notables, son el problema generalizado de inseguridad y violencia, el cual, entre otras, genera un muy serio problema de apropiación y desconfianza. Por otro lado, percibimos un muy alto grado de incertidumbre y desconfianza sobre las instituciones del estado y las políticas del gobierno. Aunque quizás menos notables que en Costa Rica y Nicaragua, en El Salvador todavía persisten problemas de infraestructura. Probablemente el faltante más trascendental es con respecto a infraestructura de puertos necesaria para el comercio exterior. En efecto, una queja generalizada entre los empresarios entrevistados es en los atrasos en la construcción del puerto de La Unión, y en la necesidad de usar puertos guatemaltecos y hondureños para la exportación e importación de bienes con el resto del mundo. Los problemas de infraestructura van mucho más allá. A pesar de ser un país pequeño, El Salvador tiene importantes secciones de su territorio y de su población que se encuentran fragmentadas debido a la mala calidad o inexistencia de carreteras. La 14 construcción de la Longitudinal Norte será instrumental para la inserción de los habitantes de las zonas rurales del norte en la economía salvadoreña. Sin embargo, otros problemas persisten. Por un lado, el servicio de agua potable no es continuo ni generalizado. Por otro lado, el país no ha llevado a cabo las inversiones necesarias para aprovechar su potencial hidroeléctrico. Al día de hoy, el suministro de energía eléctrica se constituye en una interrogante importante para invertir en un país que genera su electricidad en gran parte a partir de hidrocarburos. Finalmente, en El Salvador persisten serios problemas en la cobertura y calidad de la salud, nutrición y educación básicas. Estas son pilares fundamentales dentro de las políticas del paradigma del consenso de Washington para el funcionamiento eficiente de los mercados. Lejos de considerarlo un alumno graduado con honores del Consenso de Washington, el cual correctamente se frustra por no recibir los dividendos de su esfuerzo, consideramos que El Salvador es un estudiante con materias pendientes muy importantes, y que dichas falencias, en parte, pueden explicar la falta de crecimiento. Pero, como dejamos claro arriba, nuestra visión es que El Salvador, si es que pretende alcanzar la senda de un crecimiento sostenido, debe ir mucho más allá de las políticas del Consenso de Washington y promover activamente la adopción y absorción de conocimientos y tecnología. Al igual que cualquier otro país, la economía de El Salvador tiene aspectos idiosincrásicos que merecen ser considerados para el estudio de su crecimiento económico. En el caso de El Salvador, estos rasgos especiales son de suma importancia. En primer término, todavía está reciente la pacificación después de casi dos décadas de conflicto civil armado. Las manifestaciones de este fenómeno son vastas, e incluyen: (i) 15 incertidumbre sobre las políticas de un eventual gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), (ii) una masa importante de salvadoreños desplazados a otros países, principalmente Estados Unidos de América, (iii) polarización en las creencias de la población. Muy aunado al conflicto armado, está el hecho que una proporción la población de emigrantes salvadoreños (o con ligamen muy cercano a El Salvador) se constituyen en una significativa y sostenida de entradas de capital, las cuales, obviamente, repercuten en el comportamiento de dos precios fundamentales para el crecimiento a corto y a mediano plazo: las tasas de interés y el tipo de cambio real. Finalmente, a partir del 2001, El Salvador formalmente abandona su moneda, el colón, y adopta el dólar americano como moneda de curso legal. Con dicha medida, El Salvador renuncia a la conducción de política monetaria y limita su flexibilidad en política monetaria. Estas características especiales de la economía salvadoreña implican limitantes en la conducción de la política económica en busca del crecimiento. Por ejemplo, la evidencia empírica sugiere que una sub-valuación real de la moneda parece ser favorable para el crecimiento (véase Rodrik 2008). La dolarización implica que El Salvador no puede hacer uso de una devaluación real para aumentar el crecimiento, y nosotros no consideramos oportuno en estos momentos contemplar la reversión al colón, pues los costos de dicha reversión compensarían con creces cualquier ganancia posible. De esta manera, El Salvador está obligado a enfocarse en políticas que directamente impacten su productividad y eficiencia, y la acumulación de capital físico y humano. Dicha disciplina, a largo plazo, puede ser lo más saludable, pues evita la tentación de sacrificar estabilidad por crecimiento, y terminar sin alcanzar ni una ni el otro. 16 Estas características especiales no sólo implican limitantes, sino también oportunidades para el crecimiento de El Salvador. Un caso de altísima importancia para el país lo constituye la población emigrante (principalmente en EE.UU.) y los subsecuentes flujos de remesas familiares. Tal y como es ampliamente discutido, las remesas son muy significativas en la economía salvadoreña, rondando un 17% del PIB, y se constituyen en un rubro básico para el financiamiento de las importaciones. Esto ha hecho que se piense en las remesas como una fuente de “Enfermedad Holandesa” que baja el tipo de cambio real, encarece la mano de obra y los bienes y servicios locales, y frena e impide el crecimiento de las exportaciones. Por otro lado, tal y como demostramos en el modelo del apéndice, la opción de emigrar como trabajador no calificado a EE.UU. reduce los incentivos de acumular habilidades empresariales y por lo tanto deprimir el crecimiento del país. La contraparte, sin embargo, es que la población emigrante salvadoreña en EE.UU. constituye una fuente de oportunidades de crecimiento. Un caso concreto son las exportaciones de bienes “nostálgicos.” Tal y como discutimos en detalle, estas exportaciones se han disparado vertiginosamente en los últimos años, y creemos que existe todavía mucho espacio para su crecimiento. Más aún, dichos mercados pueden ser utilizados de trampolín para acceder al mercado de consumidores Latinos y en general en EE.UU., pues los conocimientos de mercados (consumidores, reguladores, intermediarios, convenciones, etc.) que se adquieren, por ejemplo, para vender pupusas a los salvadoreños en Washington D.C., pueden ser útiles para vender muchos otros bienes a muchos otros consumidores en muchas otras ciudades y países. Otra ventana de oportunidad que abre la población salvadoreña en EE.UU. es la posible repatriación de trabajadores calificados. En principio, es más fácil atraer 17 salvadoreños o individuos con vínculos familiares en El Salvador, que nacionales de otros países. Por lo tanto, una política que logre atraer a salvadoreños entrenados con conocimientos tecnológicos y de mercados, incluyendo habilidades lingüísticas que hoy en día son escasas en el país, lograría ampliar la angosta base empresarial y de habilidades del país. Consideramos que El Salvador tiene mucho margen por hacer en este campo. Nuestro trabajo prosigue de la siguiente manera. En la sección dos revisamos las generalidades del crecimiento en El Salvador, y argumentamos que el problema de falta de crecimiento es muy grave a la luz de la comparación de países relacionados, pues encontramos que en lugar de avanzar, el país pierde terreno en términos relativos. En la sección tres descomponemos el crecimiento de la productividad laboral entre los sectores de la economía y separamos el crecimiento de la productividad por cada sector y las ganancias o pérdidas de productividad agregada debidas a reasignaciones entre sectores. Posteriormente, analizamos el detalle del comportamiento de sectores clave, como la maquila, el sector agrícola, turismo y pesca. En la sección cuatro analizamos el comportamiento de las exportaciones, dándole énfasis a la participación de las exportaciones nuevas como métrica del grado de “self-discovery” en la economía salvadoreña. Interesantemente, encontramos que contrario a los resultados de Hausmann y Rodrik (2004), la economía salvadoreña parece exhibir un grado de self-discovery que no es demeritorio, principalmente a la luz de las experiencias de países relacionados. Una vez analizadas las principales características del crecimiento en El Salvador procedemos a analizar sus limitantes. Primero, en la sección cinco, analizamos el clima de negocios y de inversión en El Salvador y lo comparamos con países relacionados y 18 países considerados líderes mundiales. Es precisamente en esta sección donde argumentamos que El Salvador tiene tareas pendientes muy importantes antes de poder graduarse del Consenso de Washington. Posteriormente, en la sección seis, estudiamos la acumulación de destrezas productivas en El Salvador y lo comparamos con las instituciones de países que han sido exitosos en la atracción y absorción de conocimientos y tecnologías extranjeras, y que a partir de eso han logrado desarrollarse. En la sección siete discutimos las instituciones de soporte a la innovación empresarial y expresamos nuestra visión de cómo deberían diseñarse y conducirse dichas instituciones. Finalmente, en la sección ocho discutimos las oportunidades de política que se abren con la presencia masiva de salvadoreños en EE.UU., y lo comparamos con las políticas adoptadas por otros países. 4 2. Crecimiento en El Salvador: Algunas generalidades El bajo ritmo de crecimiento en El Salvador desde mediados de los 90s ha sido objeto de estudio y debate desde hace varios años. El pobre desempeño de la economía salvadoreña resulta particularmente sorprendente por la percepción de que el país adoptó amplias y profundas reformas estructurales en esa década. Es común escuchar el argumento que las “pruebas básicas” que se pueden realizar para diagnosticar una economía estancada no muestran ningún problema agudo: el país tiene condiciones que son de moderadas a buenas en una serie de indicadores básicos, como estabilidad 4 En trabajo independiente a este estudio, los autores estudian teóricamente el impacto de la emigración de empresarios y trabajadores sobre el crecimiento de un país y el impacto de políticas que logren atraer destrezas y habilidades de país más avanzados, incluyendo, aquellos en los emigrantes del país. 19 macroeconómica, calidad de instituciones, infraestructura, educación, acceso a crédito, etc. En efecto, en el 2003 Sebastián Edwards proyectaba que, dada la amplitud y profundidad de las reformas que había llevado a cabo El Salvador, “la economía estará bien posicionada para crecer a un ritmo rápido, una vez [cambiasen] las condiciones económicas mundiales.” Como argumentaremos a brevedad, las condiciones económicas cambiaron, y El Salvador siguió creciendo a una tasa modesta. 20 Grafico I: Tasa de Crecimiento del PIB real agregado: 1991-2007. Tasa de Crecimiento del PIB real, 1991 - 2007 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 9 19 6 97 (r ) 19 98 19 99 20 00 20 01 20 02 20 03 20 0 20 4 05 (p ) 20 06 (p ) 20 07 (p ) 8.0% 7.0% 6.0% 5.0% 4.0% 3.0% 2.0% 1.0% 0.0% El problema que el bajo crecimiento no se revertía empezó a notarse más gravemente a mediados de los 90s. Como muestra el gráfico I, la tasa de crecimiento del PIB real cayó de 6.2% en promedio durante el período 1990 – 95, a menos de 2% en 1996. La recuperación del 1997, cuando la tasa de crecimiento aumentó a 4.2%, fue pasajera; la expansión de la economía más bien comenzó a caer en forma continua, aproximadamente medio punto porcentual por año, hasta llegar de nuevo a menos de 2% en el 2001, y en los tres años siguientes el crecimiento se mantuvo alrededor del 2%. Así, aunque durante algunos años se pudo mantener la ilusión de que el problema de bajo crecimiento era algo temporal, causado por la crisis internacional, o la recesión en los EE.UU., o el Huracán Mitch, o los terremotos, esa ilusión se fue desvaneciendo poco a poco. En el año 2004 ya el país contaba con un período de 5 años en que crecía a no más de 2.3%, y para el 2005 ya eran 6 años en que no crecía a más de 3.4%. La recuperación de los años recientes podría ser motivo de aliento, dar lugar a la esperanza que, por fin, las reformas están surtiendo los efectos esperados. Sin embargo, lo cierto es que esta recuperación es poca cosa si se compara con el auge que han 21 experimentado países relacionados a El Salvador y la región latinoamericana en general durante este período. El gráfico II compara el crecimiento del producto per capita de El Salvador con el crecimiento de países relacionados, a saber, los otros países Centroamericanos y Panamá (promediados de acuerdo a sus respectivas poblaciones), los principales países socios comerciales (promediados por volumen de comercio con El Salvador en 2006) y los principales países destino de exportaciones salvadoreñas (ponderadas de acuerdo a su participación en 2006), y EE.UU., el principal socio comercial de El Salvador y el líder tecnológico y comercial del mundo. Gráfico II: Crecimiento del PIB per capita en El Salvador y países relacionados Tasas de Crecimiento de El Salvador y países relacionados 4 El Salvador CA y P 3.5 SociosComerciales DestinosExportacion Tasa Crecimiento producto per capita 3 EE.UU 2.5 2 1.5 1 0.5 0 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 -0.5 Año Como puede verse, la desaceleración del 2001 observada en El Salvador es compartida por los países relacionados. Nótese sin embargo, que antes y después, la tasa de crecimiento en El Salvador está consistentemente por debajo. En efecto, el mundo en general observaba un período de rápido crecimiento en el 2004, y El Salvador permanecía 22 estancado. Fue sólo en el 2006 y el 2007 que el crecimiento se acelera, pero a una tasa muy por debajo de la observada por países cercanos como Honduras y Costa Rica, donde las tasas de crecimiento per capita superaban el umbral del 4% anual. Es precisamente en el año 2004 que Ricardo Hausmann y Dani Rodrik elaboran un influyente estudio aplicando la metodología --que junto con Andrés Velasco estaban contemporáneamente proponiendo -- llamada Growth Diagnostics (ver Hausmann et. al., 2005). Hausmann y Rodrik (HR) arguyen que El Salvador no padece problemas de insuficiencia en el crédito (las tasas de interés activas son bajas, y el acceso al crédito internacional es relativamente bueno), ni problemas de inversión en capital humano y físico (según ellos, la educación y la infraestructura son aceptables). Su análisis conllevaba a la conclusión que la economía salvadoreña ofrecía una baja tasa de retorno privado, y que eso explicaba las bajas tasas de de inversión. Por ejemplo, el gráfico III la inversión como porcentaje del PIB aumento de 13% a 20% de 1990 al 95, pero luego cayó de nuevo al 15% en 1996, y se ha mantenido estable alrededor del 16% de ahí en adelante, muy por debajo de las tasas observadas en economías crecientes como China, o países relacionados, como Honduras, que están creciendo a una tasa más rápida que El Salvador.5 5 De acuerdo a la Penn World Table, version 6.2. la tasa de inversión en El Salvador es aun más baja, no llegando ni al 10%, muy por debajo a las tasas en China, Honduras, y Estados Unidos. 23 Gráfico III. Tasa de Inversión en Capital Físico Tasa de Inversion, 1990 - 2006 0.25 0.2 0.15 0.1 0.05 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 0 ¿Qué puede explicar una baja tasa de retorno privado a la inversión en capital humano y físico? Por una parte, altos impuestos, sean estos implícitos o explícitos. Por otro lado, externalidades positivas que no son capturadas por el inversionista. Luego de desechar el primer problema, HR concluyeron que el principal problema (o binding constraint) era la existencia de externalidades, en particular la no internalización por parte de los empresarios de los beneficios sociales asociados al descubrimiento de nuevas actividades en las cuales el país tenga ventaja comparativa y por lo tanto pueda exportador. En efecto, HR proclamaban que el problema del bajo rendimiento privado de la inversión se podía deber a problemas de coordinación que impidieran que surgieran nuevos sectores exitosos en el país. Más abajo examinaremos la hipótesis que un bajo grado de “auto-descubrimiento” es la limitante al crecimiento económico y pondremos serias dudas a las conclusiones de HR. Más aún, en este trabajo vamos a argumentar que las reformas en El Salvador no han sido tan amplias ni tan profundas como popularmente se cree, y más bien el país 24 tiene mucho trecho por recorrer en ese sentido, y que si lo hiciere, quizás, lograría acelerar su tasa de crecimiento. Por otro lado, creemos que el acertijo del bajo crecimiento merece revisarse, pues se basa en datos que, como veremos a continuación, tienen serios problemas de medición, y que hace sospechar que el crecimiento efectivo está subestimado, quizás muy seriamente. En efecto, la encuesta de hogares muestra una tasa de crecimiento de la población ocupada (empleo) del 2.8% anual de 1990 a 2005. El Banco Central de Reserva para ese período estima una tasa de crecimiento del PIB de 3.8%, lo cual arroja una tasa de crecimiento de la productividad laboral de alrededor de 1% anual. Esta tasa es baja si se compara con países económicamente exitosos como Chile, China e Irlanda, pero cerca del promedio latinoamericano. Sin embargo, estos cálculos están basados en un dato seriamente equivocado sobre la población total, pues el censo realizado en el 2007 encontró que la población era 18.3% menor a la estimada, muy probablemente debido a que la emigración hacia los EE.UU. ha continuado por muchos años sin ser debidamente detectada por las cifras demográficas. El ajuste más natural a estos cálculos, si bien bastante crudo, es asumir que la población ocupada es también 18.3% menor que la estimada. Nótese que esto es sin duda alguna este porcentaje debería ser aún mayor, pues la fracción de trabajadores activos dentro de los emigrantes es mayor que la fracción de trabajadores dentro de la población en general.6 En todo caso, prorrateando la disminución de la fuerza laboral, tendríamos que la tasa de crecimiento del empleo sería solo 1.4%, arrojando una tasa de crecimiento 6 De hecho, de acuerdo al censo, el 48% de la población en El Salvador es masculina, lo cual es un balance que en el caso salvadoreño apunta a la emigración, dada la mayor incidencia de emigración que normalmente se observa. 25 del PIB por trabajador de un mucho más significativo 2.3% anual, que es mucho más alta de la que se ha dado en la región y en América Latina. Queremos insistir en que nosotros tomamos estos cálculos sólo como un indicio sugestivo de que hay una subestimación en el crecimiento, y que no tenemos manera de tener estimaciones confiables del crecimiento reciente en El Salvador hasta que el Banco Central de Reserva corrija sus estimaciones. Las principales razones de nuestra prudencia antes de anunciar que no hay un acertijo de crecimiento para el país son dos. Primero, tal y como nos indicaron dos personeros del Banco Central, cambios en la población total pueden afectar las estimaciones del PIB total. Segundo, no tenemos una manera confiable de asignar en el tiempo los cambios en la población, y en específico, en la fuerza laboral. Por lo tanto, no podemos indicar los años en los cuales los sesgos de medición fueron más acentuados. Por ejemplo, no podemos indicar si el mayor crecimiento se dio en la primera o en la segunda parte de los 1990s. No obstante, existe evidencia independiente, i.e. basada en indicadores que no están basados en el PIB por trabajador, que hace sospechar que el crecimiento efectivamente ha sido mayor al estimado por los datos del Banco Central. Quizás el indicador más importante, no sólo por su relevancia directa sino también por su disponibilidad, es la evolución de la pobreza. El gráfico IV, el cual se muestra a continuación, muestra que porcentaje de familias pobres cayó a la mitad, al pasar de un 60% en 1991 hasta un aproximado de 30% en el 2006. 26 Gráfico IV: Porcentaje de Familias pobres en El Salvador: 1991-2006 Porcentaje de familias pobres 70 60 50 40 30 20 10 0 Aunado al problema de medición del crecimiento del PIB, la reducción en la pobreza puede estar siendo gobernada por las remesas de los emigrantes salvadoreños. Independientemente de sus determinantes, bajo cualquier estándar, y a menos que sea inducida por un cambio en la metodología de medición, esta es una caída vertiginosa en la tasa de pobreza de cualquier país. Desde luego, el combate a la pobreza se compara muy favorablemente con lo que ha ocurrido en la región latinoamericana. Por ejemplo, el porcentaje de familias pobres en México cayó de 36% a 32% del 1992 al 2003 de acuerdo a datos de la CEPAL. Para la región Latinoamericana como un todo, la caída es de un 41% a un 36% en el período 1990 – 2002 (CEPAL). En resumen, una mirada más cercana al crecimiento económico de El Salvador deja un sabor agridulce. Por un lado, el repunte observado es muy poca cosa comparado con el resto del mundo, y en particular con respecto a los países más cercanos a El Salvador. Por otro lado, el crecimiento puede ser mayor al que se ha venido creyendo, tanto por problemas de medición, como por la caída efectiva de la pobreza. 27 Ingreso relativo y convergencia condicionada La teoría dominante de crecimiento en economía es la de convergencia condicionada (condicional convergente) y nos dice que en el largo plazo los países crecen a una tasa común, mientras que sus niveles de ingreso relativos difieren en razón de diferencias en instituciones, políticas, y condiciones geográficas. El crecimiento en el largo plazo del mundo se debe al avance de la frontera tecnológica mundial. Un país como el salvador toma el avance tecnológico mundial como exógeno, aunque para el mundo este puede ser endógeno o quasi-endógeno. Lo que sí es importante es que la frontera tecnológica se determina a nivel mundial, y las políticas y otras características en cada país determinan su nivel de ingreso en relación a los otros países. Para acelerar su crecimiento, un país subdesarrollado como El Salvador, deberá llevar a cabo políticas que lo acerquen a la frontera tecnológica mundial. Aunados a este acercamiento a la frontera, el país también vería acelerarse –y debería incentivar—una aceleración en su acumulación de capital físico y humano. Si bien los “determinantes país” pueden estar muy determinadas por condiciones geográficas, un país siempre puede mejorar su ingreso relativo mejorando sus instituciones y políticas y sus relaciones internacionales. Por ejemplo, China a finales de los 70s tenía un ingreso per capita que era aproximadamente un 4% del de EE.UU. Los cambios que se dieron en los 80s (zonas especiales para exportación, liberalización de precios agrícolas en el margen, libertad para operar empresas a nivel comunal) implicaron un mejoramiento enorme en los determinantes país, de tal forma que el nivel de ingreso relativo de largo plazo en China 28 parece haberse triplicado, al pasar del 4% en 1980 al 12% en el 2000. Más aún, se espera que China siga acortando terreno en los años venideros. Obviamente, el tránsito entre estos dos niveles a lo largo de un par de décadas explicar la vigorosa y aceleración en la tasa de crecimiento que hemos observado para China en estos años. Una forma de ver si las políticas implementadas en El Salvador llevan a acortar la brecha con los países desarrollados es comparando su ingreso per capita con el del líder mundial, EE.UU, que a su vez es el principal socio comercial de El Salvador. .su ingreso relativo. También es muy ilustrativo comparar el comportamiento de países que por su proximidad cultural, política, geográfica y económica, podrían proveer de algún benchmark para juzgar el desenvolvimiento de El Salvador. Para los años de 1950 a 2004, gráficos V y VI muestran los datos tomados de la PWT, v. 6.2. de ingreso per capita de El Salvador relativo al de EE.UU., al de los otros países Centroamericanos y Panamá (individualmente y promediados por sus poblaciones en 2006), al de los principales socios comerciales (promediados por volumen de comercio con El Salvador en 2006) incluyendo y excluyendo a EE.UU. y al de los principales países destino de exportaciones salvadoreñas (ponderadas de acuerdo a su participación en 2006). 29 Gráfico V. Ingreso per capita de El Salvador relativo a países relacionados Ingreso Relativo de El Salvador con países relacionados Ingreso per-capita relativo de El Salvador 1.3 1.1 0.9 EE.UU Socios Comerciales 0.7 CA y P Destinos Exportac. Soc.Com. No EE.UU. 0.5 0.3 0.1 1950 1960 1970 1980 1990 2000 Año Grafico VI. Ingreso per capita de El Salvador relativo a Centroamérica y Panamá Ingreso relativo de El Salvador con países Centroamericanos y Panamá Costa Rica 2.30 Guatemala Honduras 2.10 Nicaragua Ingreso per capita relativo de El Salvador Panama CA y P 1.90 1.70 1.50 1.30 1.10 0.90 0.70 0.50 1950 1960 1970 1980 1990 2000 Año 30 En primer término, observemos que desde 1950, El Salvador ha consistentemente perdido terreno, pues, con respecto a EE.UU, pasa de tener un ingreso per capita de 27.5% en 1950, a uno de sólo 13.5% en 2004. ¡Esta fracción es menos de la mitad! Notemos que al inicio de la muestra, durante los 1950s, El Salvador más bien empezó acortando distancias, pero inició su descenso secular en los 1960s. Relativo a los países líderes del mundo, estos datos hacen prever que las instituciones y políticas económicas salvadoreñas, más que ayudar al crecimiento han sido negativas, y sugieren que si El Salvador ha crecido en términos absolutos, es por que el mundo lo ha empujado. La preponderancia del comercio con EE.UU. hace que el ingreso relativo de El Salvador con los sus socios comerciales y los con los países destino de sus exportaciones, sean virtualmente paralelos al relativo a EE.UU. Si excluimos a este último del cálculo, observamos que las fluctuaciones del ingreso relativo de El Salvador son mucho más pronunciadas, y están grandemente determinadas por las fluctuaciones con respecto a los países Centroamericanos. Es importante notar que la brecha entre socios comerciales noEE.UU., que incluye China, y Centroamérica y Panamá, se esta ensanchando debido al vertiginoso crecimiento de China de los últimos veinte años. Podemos notar que El Salvador empieza por encima de Centroamérica y Panamá y de sus socios comerciales no-EE.UU. Pero desde el principio de la muestra empieza a perder terreno hasta el auge de 1974-1977. Para 1976 El Salvador parecía querer recuperar su posición en los 50s. Sin embargo, es partir de 1978 cuando, en gran parte por el conflicto armado, que el país inicio el colapso, del cual no ha logrado recuperarse hoy en día. El gráfico indica que El Salvador gana terreno con respecto a Centroamérica durante la primera mitad de los 90s. Sin embargo, tal y como lo muestra el gráfico VI, 31 esto se debe en gran parte al colapso de algunos de los otros países Centroamericanos, no tanto a los méritos del crecimiento económico salvadoreño. En efecto, desde mediados de los 80s, El Salvador ha ganado terreno con respecto a Guatemala, y a partir de los 90s (excepto en los últimos años) con respecto a Honduras y a Nicaragua. El gráfico muestra que la comparación con el promedio de Centroamérica y Panamá esconde diferencias muy marcadas en el comportamiento de los países, pues mientras El Salvador gana terreno con respecto a los países del Norte, i.e. Guatemala, Honduras y Nicaragua, está perdiendo terreno, muy marcadamente, con los países del Sur, i.e. Costa Rica y Panamá. El caso más sobresaliente es la comparación con Panamá, pues de tener un ingreso de 1.3 veces el ingreso panameño en 1950, los salvadoreños pasan a tener un ingreso de sólo 56% en el 2004. En términos acumulados, Panamá ha crecido más del doble que El Salvador, y esa diferencia sería aún más marcada si agregáramos los últimos tres años. Creemos que la consistencia y agresividad de la política panameña puede ser un ejemplo muy útil a considerar en El Salvador. Una manera de formalizar y disciplinar la discusión de convergencia condicionada, es a través de estimar los determinantes país es a con una regresión econométrica de crecimiento (cross-country growth regression). Tomemos por ejemplo el estudio de Loayza et. al. (2004). Comparando el desempeño de los distintos países con el desempeño en Chile (el país de mayor éxito en los 80s y 90s en la región) vemos que El Salvador tuvo una tasa de crecimiento inferior en aproximadamente 2 puntos porcentuales. Si El Salvador hubiese tenido condiciones “estructurales” (educación, finanzas, comercio, instituciones) como las de Chile, su menor ingreso inicial (en 1990 el ingreso per cápita en El Salvador era la mitad del de Chile) hubiese implicado una tasa de 32 crecimiento de 1.6 puntos porcentuales mayor. Pero las condiciones estructurales de El Salvador eran inferiores a las de Chile. Loayza et. al. (2004) estima que el impacto negativo de esta situación es de una tasa de crecimiento de 2.6 puntos porcentuales menos en Chile que en El Salvador. Esto implica que si estas condiciones se mantuviesen constantes, el ingreso per cápita en El Salvador en el largo plazo sería no la mitad, sino la cuarta parte del nivel en Chile. Esto nos dice que las condiciones estructurales de El Salvador no son para pensar que el país debería estar experimentando una mayor tasa de crecimiento de la que ha tenido recientemente. Esas condiciones no tan adversas como en otros países de la zona, pero quizás El Salvador tiene un nivel de ingreso que ya plenamente refleja esas condiciones, por lo que no es de esperar un crecimiento mayor que el de tendencia. Queremos cerrar esta sección señalando que es bien sabido que otros países en América Latina han sufrido de manera similar a El Salvador (véase, entre otros, Blyde y Fernández-Arias, 2007). Por ejemplo, Argentina, Perú, Guatemala y Nicaragua, también vieron sus ingresos relativos caer en 50%. Otros países vieron sus ingresos relativos bajar en alrededor de un 30% en este período: Costa Rica, Uruguay, Chile, Jamaica y Honduras. Esto lo que quiere decir es que los determinantes país en América Latina se habían deteriorado en forma importante. ¿Qué causó esta debacle? Esta es una pregunta de la mayor importancia y es motivo de debate. Una interpretación posible es que la adopción del esquema de sustitución de importaciones hizo que los países descuidaran la búsqueda de altos niveles de productividad en los sectores de ventaja comparativa, a la vez que el deterioro de la coyuntura macroeconómica generó alta inflación, incertidumbre y el colapso de la inversión en educación e infraestructura. Otra posibilidad es un cambio 33 en la naturaleza del avance tecnológico haga que a partir finales de 1970s, inversiones especializadas en habilidades y conocimientos sean más importantes para que puedan ser traducidas en productividad, y que los países latinoamericanos no se prepararon para esa forma de skill-biased technical change. Hacia finales de los 80s y en los 90s América Latina adoptó un conjunto de reformas estructurales que se suponían mejorarían sus determinantes país. Sin embargo, 13 países sufrieron una reducción en su ingreso relativo del 90 al 2000, incluidos Honduras, Nicaragua y Guatemala. Junto con otros 8 países (incluidos Costa Rica y Panamá), El Salvador logró escapar a esta nueva caída, aumentando su ingreso relativo ligeramente de 13.1 a 13.8. El mal desempeño relativo de la región es en buena medida por la pobre evolución de la PTF. De acuerdo al gráfico VII, tomado de CavalcantiFerreira et. al. (2006) la PTF en América Latina relativa a EE.UU. cayó de 90% a fines de los 70s a 60% en el 2000. 34 Gráfico VII. Productividad Total de Factores de América Latina, Asia y Europa Occidental, Relativa a EE.UU. 35 3. Descomposición Sectorial de la Productividad Laboral El crecimiento del PIB en ESV fue de 2.9% anual en el período 1997-2006. Con una tasa de crecimiento de la población ocupada de 3% anual, la tasa de crecimiento de la productividad laboral en este período fue ligeramente negativa. Una forma de arrojar un poco de luz sobre este pobre desempeño es a través de un análisis sectorial. Aspectos metodológicos Cuando tomamos en cuenta la dimensión sectorial, el crecimiento agregado en la productividad puede deberse tanto al crecimiento en la productividad de los distintos sectores como a la reasignación de factores desde sectores con baja hacia sectores con alta productividad. Nuestro objetivo es entender cuáles son los sectores que están contribuyendo con el crecimiento de la productividad y en qué medida la reasignación de factores está colaborando en este proceso. El análisis se realiza para la productividad laboral. Los datos de empleo por sector provienen de la Dirección General de Estadísticas y Censos de El Salvador (DIGESTEC) mientras que los datos de PIB vienen del Banco Central de El Salvador. Dado que las categorías de empleo por sector presentan un nivel mayor de desagregación que las correspondientes a los datos de producción, se procedió a agregarlas de manera tal de que se mantuviera la correspondencia con los datos del PIB. En particular, la categoría de “servicios varios” incluye servicios comunales, sociales, personales, domésticos y de gobierno. Además dado que no se cuenta con datos de empleo en algunas categorías menores, el dato de PIB a precios de mercado incluido 36 omite estas categorías. El análisis se realiza para el período 1997-2006, que dividimos en dos sub-períodos: 1997 - 2002, 2002-2006. Formalmente, el objetivo que buscamos con este ejercicio es calcular la fracción del crecimiento del PIB por trabajador que se debe al crecimiento en los distintos sectores – dada la distribución inicial del empleo entre los sectores – y la fracción que se debe a la reasignación del trabajo desde sectores con baja productividad hacia sectores con alta productividad laboral. Nótese que la productividad laboral en la economía como un todo es el promedio ponderado de las productividades laborales en los distintos sectores, donde la ponderación es la proporción de trabajo que utiliza cada sector. Formalmente, y = ∑ li yi , donde y es el PIB por trabajador, yi es el valor agregado por trabajador en el i sector i, y li es la proporción del total de trabajadores empleados en el sector i. Así, el cambio absoluto en el PIB por trabajador puede expresarse como: ∆y = ∑ ( ∆li ) yi + li ( ∆yi ) + ( ∆li )( ∆yi ) i Dividiendo por y ambos lados, obtenemos la expresión en términos de tasas de crecimiento: (1) y y ∆y y ∆y ∆y = ∑ ( ∆li ) i + li i i + ( ∆li ) i i y y y yi y yi i 37 El primer término en el lado derecho es el componente de crecimiento que proviene de la reasignación del trabajo entre sectores. Este término es conocido en la literatura como “shift share”. El segundo término es el componente de crecimiento asociado al incremento de la productividad en los distintos sectores, dada una distribución inicial del empleo, y dados los niveles iniciales de productividad sectorial en relación a la productividad promedio de la economía. El tercer término es un producto cruzado que surge de la interacción de estos dos componentes. Es necesario hacer algunas consideraciones sobre la validez de este análisis. En primer lugar, se asume que la reasignación del factor trabajo entre sectores no genera cambios en la productividad media de cada sector. De lo contrario, el cambio en yi que aparece en el segundo y el tercer término del lado derecho de la ecuación (1) estaría en parte explicado por la reasignación del trabajo, por lo que no se podría concluir que el primer término recoge todo el shift share. En la medida en que el capital también se reasigne entre sectores, la interpretación de éste último como shift share es más justificada.7 Otro supuesto implícito en este análisis es que el factor trabajo es homogéneo, pues de lo contrario podría suceder que la razón por la que el producto medio es mayor en un sector que en otro es que los trabajadores tienen distintos niveles de escolaridad. En este caso, podría interpretarse como shift share lo que en realidad es el 7 Considérese el caso de una reasignación del factor trabajo desde el sector agrícola al sector industrial, donde el producto medio (Y/L) es mayor. El producto medio del trabajo podría ser mayor en la industria simplemente porque usa una mayor proporción de capital, en cuyo caso el producto marginal podría ser igual en ambos sectores. En este contexto, una reasignación de trabajo desde agricultura hacia industria sin una reasignación del capital, no implicaría ningún shift share positivo, pero el primer término del lado derecho de la ecuación (*) sí sería positivo. Lo que ocurriría es que el producto medio en la industria decrecería, y esto sería capturado por el segundo y tercer términos del lado derecho de la ecuación (*). Sin embargo, si el capital también se reasigna desde agricultura hacia industria, entonces el producto medio de la industria no cambiaría en forma significativa, por lo que el componente de shift share en el segundo y tercer términos del lado derecho de la ecuación (*) sería insignificante, y el primer término sería entonces una buena aproximación al shift share total. 38 efecto de un aumento de la escolaridad que genera una reasignación de trabajo hacia los sectores más intensivos en el uso de capital humano. Finalmente, otra consideración importante en este análisis es que, a diferencia del ejercicio típico de contabilidad del crecimiento, en este caso no se supone una situación de equilibrio general donde el salario es igual al producto marginal del trabajo que es el mismo en todos los sectores. Resultados Es ilustrativo considerar por separado los distintos componentes que aparecen en la ecuación (1). En primer lugar, podemos calcular el crecimiento de la productividad (siempre debe leerse productividad laboral) en los distintos sectores. Aunque en la ecuación (1) estas tasas son de cambio porcentual en el período completo, aquí presentamos la tasa de crecimiento anual, pues esto facilita la comprensión. Tabla I. El Salvador: Productividad Laboral: Cambio Porcentual Anual por Sector Rama Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca Explotación de Minas y Canteras Industria Manufacturera Electricidad, Gas y Agua Construcción Comercio, Restaurantes y Hoteles Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones Servicios Financieros y Seguros Servicios varios PIB subtotal 1997-2002 3.02% -10.72% -1.11% 10.96% 3.97% -3.44% 4.23% -2.89% -3.69% -0.10% 2002-2006 1997-2006 2.32% 2.71% 10.01% -2.04% 2.59% 0.52% 5.09% 8.31% -6.53% -0.84% -0.46% -2.13% 0.90% 2.74% -0.62% -1.89% -2.47% -3.15% -0.01% -0.06% 39 Enfocándonos en la última columna, llama la atención la tasa negativa de crecimiento en el sector de servicios financieros y seguros. Esto resulta sorprendente porque después del sector de servicios varios, este es el sector más dinámico en términos de empleo, habiendo aumentado su tamaño en términos de contratación laboral en casi el doble, pasando de 62 mil trabajadores en 1997 a 115 mil en el 2006. Posiblemente, aquí estamos frente a un problema de datos de empleo o medición del valor agregado en este sector. Algo similar ocurre en varios sectores: el sector “construcción” mostró una tasa muy negativa de cambio en el período 2002-2006, justo cuando el sector se expandió de 136 mil a 181 mil empleos; el sector “comercio, restaurantes y hoteles” exhibió una tasa de -2.1% mientras que la contratación aumenta desde 508 mil hasta 803 mil empleados; el sector “servicios varios” mostró una tasa de crecimiento de -3.15% al tiempo que la contratación pasó de 367 mil a 524 mil empleados. Comparado con este comportamiento negativo en servicios, el sector agrícola muestra un crecimiento que parece aceptable, con un 2.7% anual en todo el periodo. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que este sector tenía en 1997 una productividad laboral sumamente baja. Como se muestra en el siguiente cuadro, este sector tenía por mucho la productividad más baja de la economía. Dadas estas condiciones sería de esperar que el sector mostrase una cierta convergencia hacia los niveles más altos en el resto de la economía, lo que implicaría tasas de crecimiento de la productividad mucho más altas. 40 Tabla II. El Salvador: PIB por trabajador según rama de actividad económica Rama Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca Explotación de Minas y Canteras Industria Manufacturera Electricidad, Gas y Agua Construcción Comercio, Restaurantes y Hoteles Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones Servicios Financieros y Seguros Servicios Varios PIB 1997 1643 17501 4524 2833 1902 2684 5507 3506 2097 2719 2002 2006 1906 2089 9927 14541 4278 4739 4766 5812 2311 1764 2253 2212 6776 7023 3027 2953 1737 1571 2705 2704 Si combinamos la tasa de crecimiento con la importancia de cada sector, podemos encontrar la contribución de cada sector al crecimiento de la economía agregada. En el siguiente cuadro muestra los resultados, con tasas totales (no anuales) de crecimiento para los distintos sectores multiplicado por la proporción de la fuerza de trabajo contratada por el sector a inicios de cada período. El sector que hace una mayor contribución al crecimiento total es la agricultura. Los sectores de “comercio, restaurantes y hoteles” y “servicios comunales, etc.” hacen contribuciones negativas importantes. Llama la atención que el sector de manufactura hace una contribución muy baja al crecimiento. Esta contribución es incluso negativa en el período 97 - 2002. 41 Tabla III. El Salvador: Contribución sectorial al crecimiento en la productividad laboral Rama Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca Explotación de Minas y Canteras Industria Manufacturera Electricidad, Gas y Agua Construcción Comercio, Restaurantes y Hoteles Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones Servicios Financieros y Seguros Servicios Varios Suma 1997-2002 2002-2006 1997-2006 4.23% 1.90% 5.13% -0.04% 0.07% -0.01% -0.88% 1.95% 0.75% 0.50% 0.10% 0.41% 1.43% -1.34% -0.49% -3.96% -0.52% -5.26% 1.07% 0.16% 1.23% -0.41% -0.10% -0.68% -3.05% -1.80% -4.88% -1.10% 0.40% -3.81% Nota: no son tasas anuales sino tasas totales para cada período. Pasamos ahora a analizar el primer componente del lado derecho de la ecuación (1), que captura la forma en que la reasignación de factores contribuye a aumentar la productividad agregada. Lo primero que debemos observar son las diferencias en la productividad entre sectores. Como vimos anteriormente, y de acuerdo con la experiencia internacional en países pobres, agricultura es el sector con una menor productividad, mientras que los sectores de “transporte, almacenamiento y comunicaciones” y “financieros y seguros” exhiben altas productividades. Es interesante notar que lo mismo sucede en Costa Rica durante los 60s, pero ya para fines de los 90s, la productividad laboral en todos los sectores es muy parecida. Estos resultados sugieren que la fuerza de trabajo debería reasignarse desde la agricultura hacia manufactura y ciertos servicios: deberíamos observar una disminución en la participación del sector agrícola en la contratación de trabajo y un aumento del 42 sector manufactura y de los sectores de servicios. Esto es lo que generalmente se observa en los países subdesarrollados que todavía se encuentran en un proceso de “urbanización” y es lo que sucedió en Costa Rica en los 70s y 80s de acuerdo a Rodríguez-Clare, Sáenz y Trejos (2003). Pues bien, en El Salvador observamos que efectivamente se reduce la participación del sector agrícola en la contratación de trabajo, pasando de 26% al 19% de 1997 al 2006. Por otro lado, en este período se observa una expansión del sector de “comercio, restaurantes y hoteles” desde 25% a 30% y también expansiones en los otros sectores de servicios (“financieros y seguros” y “servicios varios”). Sin embargo, el sector de manufactura no se expande, sino que incluso se contrae ligeramente, pasando de 16.1% a 15.8%, con una contracción fuerte del 2002 al 2006. Tabla IV. El Salvador: Distribución sectorial de trabajo Rama Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca Explotación de Minas y Canteras Industria Manufacturera Electricidad, Gas y Agua Construcción Comercio, Restaurantes y Hoteles Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones Servicios Financieros y Seguros Servicios Varios 1997 26.3% 0.1% 16.1% 0.7% 6.7% 24.6% 4.6% 3.0% 17.8% 2002 19.7% 0.1% 18.1% 0.4% 5.7% 28.7% 4.3% 4.1% 18.9% 2006 18.9% 0.1% 15.8% 0.4% 6.7% 29.9% 4.5% 4.3% 19.5% Podemos ahora finalmente presentar los resultados del ejercicio en forma resumida, lo cual hacemos en la Tabla V: 43 Tabla V. El Salvador: Descomposición del crecimiento de la productividad: análisis sectorial Crecmiento dada la composic. Sectorial Crec. cambio composición L (shif share) Productos cruzados (%) Tasa crecimiento productividad laboral 1997-2002 -2.23% 4.19% -2.48% -0.52% 2002-2006 2.38% -1.58% -0.85% 1997-2006 0.24% 2.43% -3.24% -0.05% -0.57% Nota: las tasas de crecimiento no son anualizadas sino que son tasas de cambio para todo el período La reasignación de factores desde agricultura hacia servicios es lo único que contribuye a un shift share positivo. El crecimiento de la productividad laboral al nivel sectorial ofrece una contribución muy baja en todo el período, sobre todo por el bajo crecimiento en servicios, lo cual más que compensa la contribución positiva de la agricultura. Resulta interesante, de nuevo, comparar estos resultados con los datos para Costa Rica, según Rodríguez-Clare, Sáenz y Trejos (2003), los cuales reproducimos en la tabla VI: Tabla VI. Costa Rica: Descomposición del crecimiento de la productividad: análisis sectorial 1963-73 1973-80 1980-84 1984-98 Crecmiento dada la composic. Sectorial 25.7% -0.9% -9.0% 5.7% Crec. cambio composición L (shif share) 12.1% 9.6% 0.7% 2.5% Productos cruzados (%) -2.5% -4.5% -0.2% -2.1% Tasa crecimiento productividad laboral 35.3% 4.1% -8.5% 6.1% Nota: las tasas de crecimiento no son anualizadas sino que son tasas de cambio para todo el período Tal y como habíamos mencionado anteriormente, la reasignación de factores fue un factor importante en el crecimiento de la productividad en Costa Rica en los 60s y 70s, pero dejó de serlo en los 80s y 90s, cuando ya el sector agrícola era pequeño y las diferencias en productividad entre sectores se habían casi eliminado. Sin embargo, en el 44 período 84-98 Costa Rica pudo crecer (aunque no mucho) por una contribución positiva del crecimiento de la productividad sectorial, lo cual no se está dando en El Salvador. En resumen, podemos decir que desde un punto de vista sectorial, el bajo crecimiento de la productividad en El Salvador se debe a la combinación de varios elementos: (1) baja tasa de crecimiento de la productividad laboral en casi todos los rubros, con excepción de agricultura, que es el único que tiene un aporte significativo al crecimiento de la productividad laboral en el período 1997 – 2006; (2) baja tasa de crecimiento de la agricultura en relación a lo esperado dado el bajo nivel de productividad observado en 1997 – la meta aquí debería ser una tasa de crecimiento de la productividad de 8% anual; (3) estancamiento en el tamaño del sector manufacturero, que debería crecer para absorber a los trabajadores que naturalmente van a salir de la agricultura; (4) expansión de sectores de baja productividad, especialmente “servicios varios”; y (5) expansión de sectores que exhiben tasas negativas de crecimiento, lo que genera un término de “productos cruzados” bastante negativo. Análisis detallado de sectores clave El Salvador ha sufrido una serie de golpes muy significativos a casi la totalidad de los sectores clave de su economía. Quizás el reflejo más claro de este hecho es que las exportaciones tradicionales bajaron de $426 millones en 1995 a $166 millones en el 2004. Algunos de estos shocks son muy importantes y fáciles de identificar, y aproximar su impacto agregado. Resulta ilustrativo estudiarlos en algún detalle. 45 Exportaciones Tradicionales En conjunto, las exportaciones tradicionales sufrieron shocks negativos muy significativos. Por ejemplo, de 1998 a 2004, el precio del café pasó de $3.2/kg a $1.5/kg. Mantenido constante el volumen exportado en este período (100 millones de kg), la pérdida equivaldría a $168 millones, i.e. el 52% del valor exportado de café en 1998, y casi el 7% de las exportaciones totales de ese año. Asimismo, durante ese mismo período, el precio del azúcar disminuyó de $0.27 a $0.15. Haciendo el mismo ejercicio de arriba, esta caída representaría una caída de $30 millones, o sea un de 46% del valor exportado en 1998 en azúcar. Finalmente, el colapso de las exportaciones de camarón y langostino representó otros $32MM. En conjunto, estos tres shocks redujeron el valor exportado en el año 2004 en $230 millones, un 9.4% del valor exportado en 1998. Afortunadamente muchos de estos shocks se han revertido, y más bien esperamos una expansión a futuro de las exportaciones tradicionales. Por ejemplo, . la caída de las exportaciones del café se ha revertido en los últimos años, gracias tanto a la recuperación del precio como al aumento del volumen exportado. Las exportaciones aumentaron en 50% del 2004 al 2007, y este fuerte crecimiento se ha mantenido en la primera mitad del 2008. Por otro lado, el tratado del libre comercio con EE.UU. (DR-CAFTA) resulta particularmente beneficioso para la producción y exportación de azúcar y etanol. Más aún, como procedemos a explicar, las políticas recientes de apoyo al sector agrícola tendrán un efecto positivo en la producción de este sector e impulsarán las exportaciones. 46 Agricultura Un factor importante en el bajo crecimiento de la economía salvadoreña es el comportamiento del sector agrícola. Medido por el empleo, este era tradicionalmente el sector más grande en el país. Como parte de la evolución normal de todo país subdesarrollado, se ha dado una contracción relativa del sector, pasando de absorber 27% del empleo en 1995 a 19% en el 2006. De esta forma, el sector agrícola ha pasado al segundo lugar, por debajo del sector de comercio, restaurantes y hoteles, que en el 2006 ya absorbía un 30% de la mano de obra. En todo caso, dado su gran tamaño, el comportamiento de este sector tiene un efecto importante en la economía. Y como se muestra en la figura siguiente, hay un estancamiento de la productividad laboral del 95 al 2001, pero luego se nota un repunte, aumentando más de 20% del 2001 al 2006. Además, el PIB agrícola fue el que más creció en el 2007; su crecimiento de 8.6% fue casi el doble del de la economía en su conjunto, que alcanzó un crecimiento de 4.7% en ese año. 47 Gráfico VIII: Productividad laboral en el sector agrícola Productividad Laboral en el Sector Agricola, 1995 - 2006 1.40 1.20 1.00 0.80 0.60 0.40 0.20 0.00 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Existen varias razones que explican el estancamiento de la agricultura en los años 90s. Entre ellas está el problema de las limitaciones en la tenencia de la tierra, la caída en los precios del café, el azúcar, y los granos básicos, y la desatención que tuvo el sector en esos años. La apertura comercial fue limitada en productos tradicionales, pero aún así provocó contracciones en sectores tradicionales sin que existieran las condiciones para el crecimiento de otras actividades agrícolas de exportación. La apuesta en esos años era por la manufactura, por lo que se le dio poca atención a resolver los problemas que limitaban el crecimiento de la agricultura. Este pesimismo y hasta desdén al sector agrícola es consistente con una visión que ha existido en América Latina por muchos años de que las actividades intensivas en recursos naturales no son propicias para el desarrollo económico, que más bien se da en asociación con las actividades industriales. Incluso existe la noción del resource curse, la maldición económica que cae en los países abundantes en recursos naturales. En los 90s parecía que mientras que América del Sur sufría este mal, los países de Centroamérica y algunos del Caribe podrían seguir a México en un desarrollo basado en la manufactura 48 intensiva en trabajo, integrado al mercado de los EE.UU. Lo irónico es que ha sucedido todo lo contrario: son precisamente los países abundantes en recursos naturales, y con sectores agrícolas pujantes (ej., Chile y Brasil) los que han crecido más, mientras que los países que le habían apostado a la manufactura han tenido que enfrentar la competencia de China, Vietnam y otros países de Asia, debilitando así sus posibilidades de crecimiento. Gráfico IX: Presupuesto del gobierno en apoyo a la agricultura, 2001-2008 Presupuesto ejecutado, agricultura (mil $) 70,000 60,000 50,000 ENA 40,000 CENTA 30,000 ISTA 20,000 MAG 10,000 0 2001/022002/032003/042004/052005/062006/072007/08 Nos parece que este panorama ha cambiado radicalmente durante el gobierno del Presidente Saca, que ha optado por aumentar significativamente la asignación de recursos a este sector, como se muestra en el gráfico IX. El esfuerzo más importante es en el Centro Nacional de Tecnificación Agrícola (CENTA), cuyo presupuesto se ha cuadruplicado, pasando de $5MM a $21MM del 2004 al 2007. La función principal del CENTA es generar, validad y difundir tecnología agrícola y forestal. En los últimos años el MAG y el CENTA han puesto especial atención a la diversificación, donde cabe destacar la atención especial que ha recibido el cultivo de frutas y hortalizas. 49 Turismo Un sector que potencialmente puede crecer mucho y en El Salvador es el sector turismo. El aumento en el número de turistas del 97 al 2006 (de 387 mil a 1.26 millones), combinado con un aumento en su estadía promedio (el número promedio de días aumentó de 2.5 a 6) y en su gasto promedio diario (de $77 a $94 diarios) ha implicado un crecimiento muy pronunciado en los ingresos por turismo, que pasaron de $75MM a $862MM en este período. Esto implica un aumento de los ingresos de turismo con respecto al PIB de 0.7% a 4.6% (datos de CORSATUR, Boletín 2006 ). La mayoría de estos turistas vienen de otros países de Centroamérica, especialmente Guatemala, arribando por vía terrestre, muchos para disfrutar de las playas, en especial en el Hotel Decameron, que se instaló recientemente y que ha lanzado una agresiva campaña de promoción de vacaciones todo incluido en Guatemala y Honduras. Los turistas provenientes de EE.UU. han aumentado también, pero en forma más leve, pasando de 123 mil en 1997 a 225 mil en el 2006, una tasa promedio anual de crecimiento de 6.9%. El número de habitaciones ha aumentado rápidamente, pasando de 2750 en 1997 a 6500 en el 2006. Textiles y Maquila en general La caída de las exportaciones tradicionales fue parcialmente compensaba con el auge de la maquila, que de 1990 al año 2002 había crecido de $81 millones a $1,873 millones. Por maquila entendemos aquí la producción que se da en regímenes especiales, donde los productores no pagan impuestos a la importación de los insumos, y en algunos 50 casos (Zona Franca) tampoco pagan impuestos a la renta y otros impuestos menores. Sin embargo, el boom de las exportaciones textiles de China ya en esos años empezaba a limitar la capacidad de expansión de la maquila en El Salvador. Peor aún, el final del Acuerdo Multifibras en el año 2005, que limitaba a través de cuotas las exportaciones de China a los EE.UU., ponía en peligro los casi 100,000 empleos en maquila en El Salvador. Este fue un nuevo golpe negativo que afectó las exportaciones en el país, que resultaba particularmente dañino en vista de que este era un sector en el que el país había puesto sus esperanzas en los 90s. Incluso se podría argumentar que el país le había apostado fuertemente a la manufactura, a tal punto que se debilitó notablemente la política de apoyo al sector agrícola. Es conveniente contextualizar el caso de El Salvador con lo que ha sucedido con la maquila en la región. El sistema de Zonas Francas y otros esquemas de subsidios a la maquila, se utilizan para sectores de manufactura, y la actividad predominante en Centroamérica y el Caribe ha sido tradicionalmente la de textiles y confección. La evolución de las exportaciones de maquila, o de la Industria Manufacturera de Exportación (IMANE), ha sido influida por las políticas que dieron origen a esta modalidad de producción, así como las preferencias arancelarias que ha dado EE.UU. a la región en estos rubros. De esta forma, la entrada en vigencia del TLC entre México y EE.UU. (NAFTA) y Canadá generó una fuerte aceleración en las exportaciones de IMANE de México, mientras que la región centroamericana y República Dominicana (región DR-CAFTA) sufren una desaceleración. Posteriormente viene la recesión en EE.UU. en los años 2001 y 2002, que afectó muy severamente las exportaciones mexicanas, mientras que la región DR-CAFTA se vio parcialmente compensada por la 51 extensión de las preferencias del NAFTA en textiles y confección a la región a través del CBTPA. Finalmente, la incorporación de China a la OMC y la entrada en vigencia del Acuerdo de Textiles y Vestido (ATV) viene a debilitar y casi eliminar las preferencias de que gozaba la región en el mercado norteamericano. Esta breve historia de la industria se puede constatar al ver la evolución de la participación de México, China, y los países del DR-CAFTA en las importaciones totales de vestido en los EE.UU., el componente más importante de las IMANE. Mexico aumentó su participación de menos de 4% a casi 14% de 1991 a 1999, mientras que DRCAFTA duplicó su participación, pasando del 7% al 14% de 1991 a 1997. El aumento en la participación de México fue resultado del aumento de las preferencias que recibió ese país en el mercado estadounidense con NAFTA, mientras que China sufrió una contracción de su participación en EE.UU. (del 18% al 14% entre el 93 y el 99). A partir del año 2000, sin embargo, a medida que se debilitaban las preferencias arancelarias por la entrada en vigencia del ATV, se revirtió la situación: China aumentó de nuevo su participación, llegando a 19% en el 2004, mientras que México vio su participación bajar a menos del 9%. Los países del DR-CAFTA también sufrieron una contracción, auque más leve que la de México. Los países del DR-CAFTA también experimentaron un auge en la primera parte de la década de los 90s, pero perdieron dinamismo en la medida en que las preferencias de México en EE.UU. se consolidaron con NAFTA, y luego con el boom de exportaciones Chinas y de otros países asiáticos (Indonesia, Vietnam, Camboya, India, Bangladesh, Sri Lanka) a los EE.UU. El siguiente cuadro muestra las tasas de crecimiento de las IMANE y el cambio absoluto en el empleo en este sector. 52 Tabla VII: Evolucion Exportaciones y Empleo en IMANE, varios países, 2000-2006 País Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua República Domicana DR-CAFTA México Tasa Anual Crecimiento 2000-2006 5.7% -0.1% 8.4% 3.2% 26.2% -0.8% 5.7% 3.5% Cambio Empleo, 2000 – 2006 14869 -2649 ..… 23615 43015 -47851 30999 -211039 Fuente: Padilla (2008) Nota: no hay datos de empleo en IMANE para Guatemala en el período 2000-2004 En la tabla VII. Podemos apreciar que República Dominicana y El Salvador fueron los países que sufrieron una mayor contracción. La diferencia en el comportamiento del IMANE en los países de la región se debe a múltiples factores. Uno de los más importantes es la importancia de textiles y vestido en la IMANE. Con el fin progresivo a partir del año 2000 de las cuotas que EE.UU. imponía a las importaciones desde China de estos rubros, la competencia se hizo feroz, y los países que dependían más de esta industria se vieron más afectados. La total eliminación de las cuotas en EE.UU. en el año 2005 dieron lugar a un aumento muy considerable de las exportaciones Chinas a ese mercado, aumentado su participación de 17% en el 2004 a casi 30% en el 2006 (Padilla, 2008). Eso explica en buena medida el hecho de que El Salvador fuera el segundo país con peor desempeño en el IMANE en el período 2000-2006, después de República Dominicana. En efecto, el sector textil-confección en El Salvador representaba el 93% de las exportaciones del IMANE, mientras que los porcentajes eran menores en los otros países: Nicaragua (85%), Guatemala (68%), Honduras (59%) y República 53 Dominicana (47%). Los otros componentes del IMANE, los sectores electrónico y de dispositivos médicos, han tenido un mucho mejor comportamiento (ver Padilla, 2008). Cabe también destacar el comportamiento muy favorable de la IMANE en Nicaragua, que es el único país de la región que ha logrado aumentar su participación en las importaciones de textiles y confección de EE.UU. Esto responde sin duda a los bajos salarios en ese país, que son casi la mitad de los que prevalecen en El Salvador, así como los TPL (Tariff Preference Levels) negociados por Nicaragua en el marco del DRCAFTA. Estos TPL le han dado a Nicaragua “ventajas adicionales de acceso al mercado de Estados Unidos, y de los cuales no se vieron beneficiados otros países de la subregión.11 Como resultado, en abril de 2007 Nicaragua había logrado atraer 295 millones de dólares en inversión para la IMANE textil y de confección.” (Padilla, 2008) Por supuesto que esto indirectamente afectó negativamente a los otros países que exportan ropa a los EE.UU., incluyendo a El Salvador. Al igual que los otros países de la región, El. Salvador ha cifrado sus esperanzas en el DR-CAFTA para levantar a la IMANE en la región. Los beneficios de este tratado consisten en permitir el uso de materia prima regional. El problema es que la región no ha logrado “la integración vertical de la cadena hilo-textil-confección, y hasta el momento no se observa en los países centroamericanos que estos sectores se encuentren en un proceso de reconversión productiva orientado a lograr flexibilidad en sus procesos y velocidad de surtido y cambios en la moda, necesarios para competir ventajosamente en el mercado internacional.” (Padilla, 2008) “El eslabón de componentes incluye el hilo y la tela por el lado de las fibras naturales, y a los petroquímicos por el lado de las fibras sintéticas. De hecho, si bien en los países de la subregión existen algunas empresas 54 textileras, buena parte de la tela proviene de Estados Unidos (debido a la existencia de programas preferenciales de parte de este país, mencionados anteriormente) o de países asiáticos, aun cuando se tenga que pagar aranceles. Por ejemplo, para el caso de El Salvador la industria textil nacional sólo suministra de 5% a 7% de la tela utilizada por los confeccionistas (Ministerio de Economía de El Salvador, 2004). Dado que la región de Asia produce sus propios insumos, tiene un mayor margen de apropiación de valor.” (Padilla, 2008) La pregunta es si los países del DR-CAFTA, y El Salvador en particular, van a poder aprovechar las nuevas circunstancias para revertir el deterioro que ha tenido la industria de textil y confección. Como se ilustra en la siguiente figura, la tasa de crecimiento de las exportaciones de maquila en El Salvador ha venido decreciendo en forma continua desde mediados de los 90s, llegando a tasas ligeramente negativas en el período 2004 al 2006. El crecimiento experimentado en el año 2007 y el comportamiento de las exportaciones en los primeros meses del 2008 indican que la industria ya tocó fondo, y que empieza nuevamente a crecer. Esto lo vemos también en los datos de empleo, que muestran una recuperación en el 2007. 55 Gráfico X. El Salvador: Crecimiento de las exportaciones de maquila, 1991-2007 Exportaciones Maquila, Tasa Crecimiento Anual 70.00% 60.00% 50.00% 40.00% 30.00% 20.00% 10.00% 0.00% -10.00% 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Gráfico XI. El Salvador: Empleo en las exportaciones de maquila, 1991-2007 Empleo Textiles y Confección, 2000 a 2007 95,000 90,000 85,000 80,000 75,000 70,000 65,000 60,000 55,000 50,000 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Existe la percepción que El Salvador ha logrado enfrentar la competencia Asiática a través de un movimiento hacia el “paquete completo,” y hacia rubros en donde el tiempo de respuesta es clave para la competitividad, lo cual es beneficiado por la proximidad geográfica del país con EE.UU. También hay un desplazamiento hacia otros sectores de la IMANE con la entrada de empresas extranjeras que vienen a manufacturar partes para automóviles. Una forma de verificar constatar si esto es cierto es examinando 56 la evolución del valor agregado nacional o exportaciones netas como porcentaje del valor exportado. Esta variable debería aumentar en la medida en que la industria deje de ser una simple maquila de ensamblaje, e incorpore materias primas nacionales, y mayor valor agregado por diseño o tecnología. En la tabla VIII siguiente mostramos que este porcentaje parece haberse elevado ligeramente en los últimos años, pasando de 28% en el 2001 a 35% en el 2006 y a 31% en el 2007. La tabla también muestra que el valor agregado nacional por trabajador ha mostrado un aumento muy significativo, pasando de 5.19 en el 2000 a 7.32 en el 2007, i.e. un aumento acumulado de 41%, mucho mayor a la inflación acumulada. Tabla VIII. El Salvador: Valor agregado nacional como fracción de exportaciones totales y por trabajador. VAN/Exportacione 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 28% 28% 27% 27% 24% 23% 35% 31% 5.19 4.83 5.22 5.44 5.01 5.14 8.13 7.32 s VAN/Empleo El movimiento hacia el paquete completo representa un reto importante en medio de un sector altamente dinámico con altos niveles de competencia. Un estudio reciente argumenta que “las comercializadoras de productos de marca han comenzado a establecer como un requisito para hacer el contrato que la compañía confeccionista de la subregión se encargue prácticamente de todos los eslabones de la cadena, incluyendo la distribución. Esto ofrece oportunidades para el empresario de la industria de la confección, pero no necesariamente le permite apropiarse de mayor valor y/o tener más 57 margen porque generalmente la empresa matriz a la cual le confecciona tiene tal poder de mercado que establece desde un principio cuál será el precio a pagar por el producto final. Los países de la subregión se encuentran en desventaja con respecto a los asiáticos porque en la mayoría de las ocasiones los primeros tienen que importar los insumos necesarios para ofrecer el paquete completo, de manera que aun cuando ofrezcan el paquete completo, la apropiación de mayor valor por el manejo de un mayor número de eslabones de la cadena no está garantizada. Ante esta situación, para sobrevivir y sobresalir en el competido mercado de la confección, los países de la subregión han tenido que enfocarse en nichos de mercado específicos, en donde el justo a tiempo y los resurtidos son la principal característica del contrato, como se analiza con mayor detalle más adelante.” (Padilla, 2008) Es en este contexto que se da la decisión de la textilera brasileña Pettenati de establecer una planta en El Salvador, con una inversión inicial de $110 millones. La inversión es fruto de un esfuerzo de varios años de PROESA por atraer una empresa de este tipo para consolidar la cadena de producción y facilitar el desarrollo del sector de textil y confección. El plantel empleará a unos 1,200 salvadoreños, produciendo telas de tejido circular sintético, que es la que se usa para ropa atlética, un mercado de alto crecimiento. 4. Exportaciones e Inversión Externa Directa En su diagnóstico de crecimiento para El Salvador, Hausmann y Rodrik (2005) concluyen que el cuello de botella en El Salvador es la falta de “auto-descubrimiento.” En un artículo anterior (Hausmann y Rodrik, 2003, HR), los autores argumentan que el 58 desarrollo está asociado al descubrimiento de los productos en que el país es altamente competitivo. A medida que esto ocurre, el país logra diversificar su oferta exportadora, y encuentra nichos de mercado que le permiten alcanzar mayores niveles de ingreso. Pero este proceso está plagado de imperfecciones. En particular, la existencia de derrames o spillovers de información hacen que los empresarios que “descubren” esos nichos (pioneros) no logren capturar el 100% de los beneficios asociados. De acuerdo a este argumento, los países exitosos implementan políticas que subsidian el “autodescubrimiento.” HR argumentan que el problema de El Salvador es que esto no ha ocurrido en la intensidad necesaria, lo que se ve reforzado por la apreciación real que sufrió la economía a mediados de los 90s, lo que redujo la rentabilidad de la innovación exportadora. Estas circunstancias llevarían a un nivel de auto-descubrimiento particularmente bajo. Hay que notar que la falta de diversificación de exportaciones sería particularmente dañina en El Salvador a raíz de los golpes negativos que han sufrido sus exportaciones tradicionales (principalmente café), así como la maquila, y que por lo tanto hacen deseable que el país se “reinventara” productivamente. La tesis de la importancia del “auto-descubrimiento” de Hausmann y Rodrik (2003) ha recibido mucha atención en instituciones como el Banco Mundial y el BID, pero no ha sido debidamente cotejada con los datos. Así, aunque la tesis es atractiva para muchos y controversial para otros, lo cierto es que hasta el momento no podemos tomarla como cierta. Un proyecto de investigación del BID realizó una serie de estudios de caso 59 sobre descubrimiento de nuevas actividades exportadoras en América Latina. Uno de los hallazgos más importantes fue que en muchos casos los pioneros lograron fórmulas para aprovecharse de su descubrimiento más allá de lo que ocurre en la teoría de HR. Por ejemplo, el pionero de los arándanos en Argentina montó un esquema para vender semillas y tecnología a otros empresarios que querían incorporarse a esta actividad. En otros casos las economías de escala permitían a las empresas evitar la competencia. Y en general se observaron pocos casos en los que esa competencia, asociada a la difusión de la idea hacia otros empresarios nacionales, llevara a reducciones apreciables en el precio de exportación. El punto no es que esto refute el modelo de HR: puede ser que los casos que observamos en la realidad sean precisamente los que no sufren de los problemas que señalan HR. Pero estos estudios muestran que existen varias razones por las que el autodescubrimiento no sería tan bajo incluso en ausencia de políticas para promoverlo. Como se mencionó anteriormente, el tipo de cambio real apreciado de El Salvador puede ser particularmente dañino para el auto-descubrimiento. Sin embargo, hay que notar que el gobierno mantiene un subsidio a las exportaciones no tradicionales destinadas fuera de Centroamérica de 6%. Esto compensaría parcialmente la apreciación cambiaria. En todo caso, una debilidad del análisis de HR es que la conclusión de que el cuello de botella es la falta de auto-descubrimiento se da por eliminación de las otras alternativas, pero ellos no proveen una forma directa de verificar esta hipótesis. El diagnóstico de crecimiento para El Salvador de Zeguarra y otros (2007) analiza este tema y concluye que no hay indicios claros de que este sea efectivamente un problema serio para El Salvador. Un indicador básico aquí es el comportamiento de las exportaciones no tradicionales (sin contar maquila). El gráfico XII muestra un alto dinamismo en el valor 60 de estas exportaciones, que aumentaron a una tasa anual del 9.8% en el período 19972007. Este comportamiento es inconsistente con la idea de que ha habido poca diversificación de las exportaciones en El Salvador. Conviene analizar qué hay detrás de este fenómeno. Grafico XII. El Salvador: Exportaciones tradicionales, no tradicionales y maquila, 1990-2007 Exportaciones 1990 ‐ 2007 2,500,000.0 2,000,000.0 1,500,000.0 Tradicionales No Tradicionales 1,000,000.0 Maquila 500,000.0 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 ‐ Algunos analistas han argumentado que este dinamismo de las exportaciones no tradicionales (sin maquila) no es tan especial porque el destino de estas exportaciones es mayoritariamente a Centroamérica. Pero lo cierto es que el porcentaje de las exportaciones no tradicionales que se destina a Centroamérica más bien ha ido disminuido de 76.3% a 62.6%. 61 Tabla IX. El Salvador: Crecimiento Exportaciones No tradicionales, 19972007 Concepto I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX. X. XI. XII. XIII. XIV. XV. XVI. XVII. Animales vivos y productos del reino animal Productos del Reino Vegetal Grasas y aceites animales y vegetales Productos de la industria alimentarias, bebidas, líquidos alcohólicos; tabaco y sus sucedaneos Productos minerals Productos de las industrias químicas Materias plásticas, caucho y sus manufacturas Pieles, cueros, talabartería y peletería Pasta de madera, papel y carton sus desechos, manufac. y aplicaciones Materias textiles y sus manufacturas Calzado y artículos análogos Perlas, piedras y metales preciosos Metales comunes y sus manufacturas Maquinas y aparatos; material eléctrico Equipos para venoclisis Otros productos Maquila Total sin I, II, III y XVII Tasa crecimiento 1997 - 2007 -21.7% Contribución -52.7% 87.5% 281.4% 58.1% 183.7% 37.2% 380.9% 11.6% 7.2% 16.7% 63.5% 183.3% 0.5% 16.8% 2.7% 71.7% 726.6% 225.0% 48.1% -100.0% 183.9% 70.4% 0.5% 1.5% 1.8% 22.6% 3.2% -0.1% 6.2% 146.5% 62 La tabla IX muestra que el crecimiento se ha dado sobre todo en industria alimentaria, productos de papel, materias plásticas, y metales y sus manufacturas. La última columna del cuadro calcula la contribución de cada rubro al crecimiento del total de exportaciones sin incluir los tres primeros rubros (que corresponden a agricultura) ni maquila. La industria alimentaria es la que más contribuyó, con 58.1 puntos porcentuales de un total de 146.5% de crecimiento de 1997 a 2007 Una forma de entender mejor el dinamismo de las exportaciones no tradicionales es a través de un ejercicio de descomposición que permite examinar la importancia de la diversificación. Este ejercicio lo hacemos para el período 1997 – 2007, con datos de la División de Comercio Exterior del Banco Central que clasifica las exportaciones (sin incluir maquila) de acuerdo al código SAC (Sistema Aduanero Centroamericano) a 8 dígitos. Esta es una clasificación lo suficientemente desagregada que permite estudiar la forma en que el país ha ido incorporando nuevos productos a su canasta exportadora. Por ejemplo, en el año 1997 el país no exportaba lomos de atún, mientras que en el año 2007 exportaba un valor total de casi $100 millones. Sin embargo, también sucedió que ciertos productos que se exportaban en el año inicial ya no se exportaban en el año 2007. El cuadro siguiente muestra los resultados para distintos períodos. La última columna muestra que en el período 1997 – 2007 la tasa de crecimiento de las exportaciones (sin maquila) fue de 58.8%. De este total, un 33.26% fue el resultado del incremento del valor exportado para bienes que se exportaban tanto en el año inicial como en el año final, mientras que un 38.50% fue resultado de la expansión de la canasta de bienes exportados (margen extensivo). Esto suma 71.76%, pero a eso hay que restarle un 12.92% asociado al cese de exportaciones de varios productos. Vemos que el aporte del margen extensivo 63 es muy significativo. Las otras columnas del cuadro hacen la misma descomposición para periodos más cortos. Podemos ver que el aporte del margen extensivo va creciendo en forma muy importante en los tres años posteriores al 2004. Tabla X: El Salvador: Descomposición del Crecimiento de las Exportaciones (sin maquila), 1997-2007 Inicio y final Nuevos Desaparecen Crecimiento 1997-2004 -11.98% 23.59% 10.86% 0.76% 1997-2005 2.99% 25.01% 11.53% 16.47% 1997-2006 23.96% 30.30% 13.60% 40.66% 1997-2007 33.26% 38.50% 12.92% 58.83% Usando1997 como año base, hay un total de 1518 “productos nuevos” en el 2007 (un producto nuevo es uno que tiene exportaciones nulas en el año base y positivas en el año final). La mayoría de estos productos no alcanzaron exportaciones significativas, pero 61 de ellos registraron valores exportados mayores al millón de dólares en el 2007. Los dos rubros más importantes fueron medicamentos y atún, ambos con exportaciones de $91 millones. Otros rubros importantes son: envases plásticos ($54MM), preparaciones alimenticias ($58MM) – incluyendo productos a base de cereales y arroz y quesos, y combustibles ($38MM). También se exportaron $17 millones en nuevos tipos de calzado, $14 millones en laminados de acero, hierro, y otros metales, así como $9 millones en productos eléctricos (conductores y cables) y $4 millones en teléfonos móviles. Las exportaciones de atún se deben a la instalación en el país de la empresa española CALVO, que ya ha invertido en el país $138 millones para exportar atún 64 principalmente a la Unión Europea, aunque también tienen en la mira al mercado norteamericano. La empresa tiene 1,500 empleados, más que todo mujeres. Es interesante notar que esta es una actividad con enormes economías de escala, por lo que el problema de los “spillovers” apuntado por Hausmann y Rodrik (2003) sería leve o inexistente. Otro caso interesante es el de los medicamentos. Existen 38 empresas que exportan a la región centroamericana, a República Dominicana y a México, aprovechando las condiciones favorables que tiene el país gracias a los acuerdos de libre comercio firmados en la última década. El auge exportador ha sido posible gracias a una fuerte inversión para expandir su capacidad instalada y para cumplir con los estándares internacionales sobre aspectos sanitarios, técnicos y de calidad. Recientemente la industria ha estado compitiendo exitosamente en licitaciones internacionales de compras públicas de medicamentos genéricos. Este es un caso interesante de “autodescubrimiento,” puesto que la industria no ha recibido mayor apoyo estatal, aparte del subsidio de 6% que reciben todas las exportaciones de productos no-tradicionales destinados fuera del área centroamericana. Estas exportaciones tienen un alto componente importado (compuestos activos para la elaboración de genéricos, excipientes, colorantes, envases de vidrio, etc.), pero el valor agregado nacional no es insignificante. La empresa pionera fue Laboratorios López, que hoy día emplea a casi 600 trabajadores relativamente calificados. Los empleados son operarios (en su mayoría mujeres) en el área de producción y empaque (con nivel de bachillerato), hasta algunos doctores en medicina y bastantes laboratoristas clínicos y licenciados en química y farmacia (graduados de la UES y de la Universidad Alberto Masferrer), así como ingenieros industriales (especialistas en procesos y logística). 65 En cuanto a las exportaciones de combustibles, estas son reexportaciones y subproductos de la refinería de Acajutla, principalmente aceites lubricantes y combustibles (gasoil y búnker), aprovechando los favorables diferenciales de precios que se presentan en mercados regionales (CA y Panamá) y extrarregionales (USA y México). De nuevo cabe preguntarse aquí cuál es el destino de estos productos nuevos. Considerando únicamente los bienes cuyas exportaciones eran de más de un millón de dólares en el 2007 y cero en 1997, resulta que un 62% se exportó a Centroamérica y Panamá, mientras que un 19% se exportó a España y un 10% a EE.UU. Para todas las exportaciones del 2007, Centroamérica y Panamá captan un 61%. Conviene también comparar la importancia del margen extensivo (importancia de productos nuevos) para el crecimiento de las exportaciones para distintos países. Brenton y Newfarmer (2007) realizan una descomposición del crecimiento de las exportaciones para 99 países en desarrollo con la clasificación SITC (revisión 3), que contiene 3078 productos, según los datos de comercio de COMTRADE de las Naciones Unidas. La descomposición permite ver no solo la importancia de bienes que aparecen y desaparecen de la canasta de bienes exportados, sino también la importancia de la expansión (y contracción) geográfica de las exportaciones. Los resultados indican que, en promedio, las exportaciones en los países en desarrollo crecen sobre todo gracias al margen intensivo, que mide la contribución al crecimiento de las exportaciones de bienes existentes (bienes que ya se exportaban en el año base) a mercados “viejos.” Esto es, por ejemplo, las exportaciones salvadoreñas de café a los EE.UU. Luego viene el aumento de las exportaciones asociado a la expansión geográfica de los productos existentes. Por ejemplo, El Salvador empieza a vender café en China. Y finalmente, con un porcentaje 66 relativamente bajo, está la contribución asociada a la exportación de nuevos productos. Así, el promedio para los 99 países en desarrollo que consideran Brenton y Newfarmer (2007), la contribución al crecimiento de las exportaciones del aumento del valor exportado de productos existentes a mercados existentes es de 81%, la expansión geográfica de productos existentes aporta un 18% del crecimiento, mientras que la aparición de productos nuevos aporta un 1%. En el cuadro siguiente se muestran los resultados de Brenton y Newfarmer (2007) para varios países, incluido El Salvador, para el período 1995 – 2004. Vemos que la columna de nuevos productos en general no alcanza cifras importantes. El porcentaje de El Salvador es bajo, con solamente un 2%. Aunque igual al que se observa para Guatemala, Honduras y Costa Rica, es menor que para Colombia, Nicaragua, Mexico, y mucho menor que para Brasil, India y China. 67 Tabla XI. Descomposición crecimiento exportaciones, 1995 – 2004, SITC (rev. 3). India Brazil China Colombia Dominican Republic Ecuador El Salvador Guatemala Honduras Indonesia Jamaica Nicaragua Peru Argentina Chile Costa Rica Mexico Panama Margen Nuevos Nuevos Intensivo destinos Productos Total 816% 882% 13479% 82% 31% 10% 29% 41% 53% 659% -5% 17% 91% 158% 324% 88% 2278% -23% 231% 346% 1696% 52% 8% 10% 6% 11% 9% 399% 2% 4% 63% 159% 92% 115% 146% 15% 8% 9% 19% 6% 3% 2% 2% 2% 2% 17% 1% 4% 3% 21% 3% 2% 4% 8% 1055% 1237% 15194% 140% 41% 23% 37% 55% 64% 1075% -2% 26% 158% 339% 418% 205% 2429% 1% Fuente: Brenton y Newfarmer (2007) Un problema con el análisis de Brenton y Newfarmer es que la clasificación de SITC es demasiado agregada para poder detectar la contribución del margen extensivo de nuevos productos. Esto es lo que explica la diferencia tan importante entre la contribución del margen extensivo según la clasificación SAC y SITC. Esto nos llevó a hacer nuestra propia descomposición con datos de COMTRADE para los años 1997 y 2006 pero con la clasificación HS (versión 96), que permite un mayor nivel de desagregación: mientras que SITC contiene 3,118 bienes, HS (versión 96) contiene 5,016 bienes. El cuadro siguiente muestra que el número de productos exportados es bajo en El Salvador, pero aumentó en forma considerable en el período. 68 Tabla XII. Número de productos exportados, varios países, 1995 y 2004, País 1997 2006 China Chile Colombia Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua 4,960 3,371 3,137 2,570 2,040 2,534 1,252 1,050 4,895 3,484 3,662 2,778 2,583 3,405 2,093 1,645 El cuadro siguiente muestra la descomposición del crecimiento, pero con el margen intensivo descompuesto en el crecimiento asociado con los productos cuyas exportaciones crecen, el decrecimiento asociado con los productos cuyas exportaciones decrecen, y el decrecimiento asociado con los productos que se dejan de exportar. La última columna muestra el crecimiento del total de las exportaciones para el período. Vemos que la tasa de crecimiento de las exportaciones en El Salvador fue muy baja en comparación con China, Chile, Colombia y Costa Rica. El cuadro muestra que el bajo crecimiento de las exportaciones se debe a que las exportaciones de productos con un desempeño favorable (primera columna) tienen un crecimiento bajo, mientas que las de productos con un desempeño desfavorable (segunda columna) exhiben una caída importante (la segunda más alta de la muestra), y lo mismo ocurre con la caída asociada a los bienes que se dejan de exportar (solo superada por Honduras y Nicaragua). El aporte asociado a la expansión geográfica (cuarta columna) y a los nuevos productos (quinta columna) es también bajo. Pero hay que notar que el 66% (=12/18) del crecimiento de las exportaciones en El Salvador está asociado a la introducción de nuevos productos. Esto hace difícil argumentar que el problema en El Salvador es uno de falta de autodescubrimiento: el problema es mucho más general, pues se refleja en bajo crecimiento 69 de los productos dinámicos (primera columna), así como caídas fuertes en ciertos productos, y la desaparición de varios productos importantes. Tabla XIII. Descomposición crecimiento exportaciones, 1997-2006 In percentages of total export growth, 1997 – 2006 China Chile Colombia Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Intensivo Intensivo crece decrece 436% 219% 206% 103% 62% 75% 71% 63% -17% -18% -34% -30% -35% -26% -38% -21% Nuevos Nuevos Desaparecen destinos productos Total -3% -10% -22% -17% -24% -18% -36% -35% 10% 5% 10% 3% 3% 1% 9% 5% 6% 15% 29% 30% 12% 7% 28% 5% 431% 210% 190% 89% 18% 39% 34% 17% Fuente: Elaboración propia con datos de las Naciones Unidas. Otra forma de ver la evolución de las exportaciones en El Salvador es a través del índice de concentración Herfindahl, es consiste en la suma de los cuadrados de la fracción de cada uno de los bienes con respecto al total exportado. Este índice mide el grado de concentración de las exportaciones, variando desde 0 (total diversificación) hacia 1 (total concentración en un solo producto). La figura siguiente muestra que las exportaciones en El Salvador se han diversificado sustancialmente, pasando el índice Herfindahl desde 0.15 hasta 0.02. Parte importante de este aumento en la diversificación se debe a la pérdida de importancia del café, pero también se debe al surgimiento de mayor número de bienes exportados. Recuérdese que el número de bienes exportados según el código SAC a 8 dígitos pasó de 2194 en 1997 a 2990 en 2007, mientras que según el Harmonized System (HS, 02) pasó de 2040 a 2583 del 97 al 2006. 70 Gráfico XIII. El Salvador: Indice de Herfindahl de las exportaciones por código SAC, 8 dígitos, 1997-2007. Índice Herfindahl para las exportaciones de El Salvador por código SAC (8 dígitos) 1997-2007 0.1600 0.1487 0.1400 Indice Hefinda 0.1200 0.1000 0.0735 0.0800 0.0600 0.0497 0.0562 0.0400 0.0197 0.0200 0.0154 0.0154 0.0162 2002 2003 2004 0.0203 0.0261 0.0211 0.0000 1997 1998 1999 2000 2001 2005 2006 2007 Año Productos étnicos y nostálgicos Un área importante de descubrimiento de alto dinamismo exportador y descubrimiento de nuevos productos es de la exportación de productos “étnicos” (tamales de elote, horchatas, pupusas, quesos, etc.) a los EE.UU. De acuerdo a la agencia de promoción de exportaciones de El Salvador, EXPORTA, estos son productos apetecidos por los 2 millones de salvadoreños en EE.UU. que, de acuerdo un estudio del BID/FOMIN, representan un mercado de $1,500 concentrado en unas pocas ciudades, con la ventaja adicional de que la competencia no es tan fuerte como en otras área, y el acceso al mercado está amparado por las reglas claras y estables del DR-CAFTA. Un estudio del BID/FOMIN muestra un crecimiento de $24.7 a $41.7 millones del 2002 al 2004, mostrando un muy fuerte dinamismo. Las exportaciones siguieron aumentando fuertemente en los años siguientes, pasando de $53 millones a $65 del 2005 al 2007, un 21% en solo dos años. A junio del 2008 ya se estaba exportando $56 millones. 71 Proyectando esto a todo el año, las exportaciones de productos étnicos llegarían a $112 millones, lo que implicaría un aumento de más del 400% en 6 años. Estos hallazgos terminan de consolidar nuestra visión sobre el gran dinamismo exportador de la industria alimenticia. Más aún, dado el mercado potencial de $1,500, existen oportunidades muy atractivas de crecimiento en este sector. Sin embargo, el potencial de exportación en esta área no se limita al mercado de salvadoreños en EE.UU. Esto debe verse más bien como una primera fase en el desarrollo de exportaciones masivas de productos alimenticios al mercado en general. A medida que los empresarios salvadoreños desarrollen las habilidades para producir alimentos de buen gusto, de alta calidad, y buena presentación, a medida que desarrollen fuertes lazos comerciales con compradores importantes en los EE.UU., a medida que entiendan y puedan satisfacer las distintas normas calidad e inocuidad asociadas a las exportaciones en los EE.UU., así también irán preparándose para explotar el mercado mucho más grande de alimentos en ese mercado. Por eso es que este sector no debe ser visto simplemente como una oportunidad para vender productos étnicos a salvadoreños en EE.UU. No se trata de vender pupusas y tamales de elote. Esa es más bien la oportunidad perfecta para implementar una a serie de iniciativas ambiciosas que conviertan al sector alimenticio en un sector altamente dinámico en el país. Creemos que El Salvador ha venido realizando muchas de las acciones necesarias para moverse en esa dirección. Sin embargo, como también explicamos más abajo, creemos que el país se está quedando corto, y puede hacer mucho más. 72 Inversion Extranjera Directa Al igual que la mayoría de los países de la región, la atracción de inversión extranjera directa (IED) ha sido uno de los pilares de la estrategia de desarrollo que han seguido los gobiernos de El Salvador desde inicios de los 90s. Sin embargo, como porcentaje del PIB, la IED se ha mantenido en un 2%, sin muestras de que exista una tendencia positiva. El auge observado en el 2007, cuando la IED aumentó a más de 7%, se debe a un hecho aislado, como a un hecho aislado: la compra del Banco Cuscatlán por Citibank. Los niveles observados de IED en El Salvador son menores que los observados en otros países de la región, como Costa Rica, Nicaragua y Honduras. Gráfico XIV. El Salvador: Inversión Externa Directa como % del PIB, 1999-2007 IED como porcentaje del PIB, 1999 - 2007 8.00% 6.00% 4.00% 2.00% 0.00% 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 A pesar de lo último, en los últimos años, el país ha tenido logros importantes, y que pueden marcar el camino para el futuro. Uno de estos logros es en el sector de electrónica, donde la empresa ancla es AVX Quiocera Industries (3 mil empleos). Recientemente se han instalado la empresa mexicana Arnecom, que fabrica arneses y cables para vehículos, con una inversión de 15 millones de dólares y la creación de 650 empleos directos (la compañía pretende llegar a 2,300 en dos años y medio), así como 73 Solution Motorola, dedicada a la reparación de tarjetas de celulares, aunque esta última es una inversión pequeña (inversión de $1.5MM, con 25 técnicos). En turismo también existe una inversión grande de la empresa colombiana Decameron, con un hotel de 200 habitaciones originalmente, que han expandido ya a 500 habitaciones. Como ya mencionamos anteriormente, consideramos que en el sector turismo hay un potencial importante de crecimiento, y ya esta empresa ha contribuido de manera importante al aumento en la llegada de turistas, especialmente desde Guatemala. Otro éxito que ya mencionamos como un descubrimiento, es la llegada de la empresa española CALVO que en el 2007 generó exportaciones en atún cercanas a los $100MM. En el sector textil y confección también ha tenido algunos éxitos recientes. Aparte de la empresa brasileña Pettenati (ver arriba), también han llegado Fruit of the Loom, George C. Moore, Sara Lee y Swisstex El Salvador. Esta última fue establecida por la suiza Pacific Development AG. Por su parte, Fruit of the loom y George C. Moore invirtieron 10 y 11 millones de dólares respectivamente. "Sólo en el sector textil, se esperan generar 2,460 empleos", dijo de Figueroa, de PROESA. Quizás el más notable de los éxitos recientes, es la llegada de la empresa canadiense ACTS, dedicada al mantenimiento de aviones. Esta empresa compró la empresa salvadoreña AEROMAN, que fue fundada por TACA en 1983 par dar mantenimiento a aviones de esa empresa. Posteriormente, AEROMAN creció y se independizó, dando también servicio a otras empresas. Ya para el 2006 tenía más de 1000 empleados. Precisamente en el 2006 la empresa canadiense ACTS (Air Canada Technical Services) compró una participación del 80% en AEROMAN en $44.7MM. 74 Al igual que personeros de PROESA, creemos que el país puede generar expandir su producción y crear un importante cluster alrededor de AEROMAN. Hoy en día existe un plan de expansión para ampliar la capacidad actual de reparar simultáneamente cuatro aviones (2007), a 16 aviones en 2013, a un ritmo de dos por año. (Actualmente, tienen un gran hangar en donde ellos atienden a cuatro aviones simultáneamente, pero las nuevas instalaciones están diseñadas para atender uno en forma separada y con un espacio mayor.) Se proyecta la necesidad de brindar nuevos servicios (por ejemplo, reparación de asientos), pero se espera que estos sean proporcionados por otras empresas que se instalen en el aeropuerto. El empleo de AEROMAN en 2007 alcanzó 1378 trabajadores. De estos el 70% son técnicos certificados en aeromantenimiento, 20% son ingenieros aeronáuticos y electrónicos, y 10% son administrativos. La proyección de AEROMAN es aumentar su escala de operaciones. Para este efecto, actualmente están capacitando y formando los técnicos con la Universidad Don Bosco, con la expectativa que para el 2012 se empleen 3,451 trabajadores. Sin embargo, conseguir este recurso humano es actualmente un reto importante para la empresa, y creemos que para cualquier empresa que requiere una oferta amplia de mano de obra calificada y especializada Exportaciones de servicios A finales de 2007 se diseñó la Ley de Servicios Internacionales, proyecto diseñado por el Ministerio de Economía y PROESA, con el fin de atraer empresas en el sector servicios. Bajo la ley, se crea la figura de “parques” y “centros” productores de servicios internacionales y se les otorga estatus de extra-territorialidad para efectos 75 tributarios. Con dicha ley, básicamente se extienden los incentivos de zona franca a las empresas productoras de servicios, y se hizo con el objetivo de atraer empresas en el área de centros de llamadas y atención al cliente (call centers), servicios a empresas de sectores de aeronáutica y marítimo, servicios de logística y back office, etc. Sin duda alguna, este es un proyecto interesante y que puede ayudar sortear cuellos de botella en estos sectores, y el tiempo transcurrido no permite evaluar el impacto efectivo de dicha iniciativa. Sin embargo, nuestra impresión es algunos de estos sectores, vg. call-centers, no han respondido con el vigor esperado. Creemos que esto se debe a las limitantes en la oferta de mano de obra que el país ofrece en estos sectores. El “mis-match” parece muy claro: los call-centers requieren trabajadores que hablen inglés, y la población de trabajadores que hablan inglés son pocos y generalmente tienen educación, conocimientos y habilidades que los hace acceder a trabajos mucho mejores que atender clientes frustrados. Argumentaremos que las limitantes en la formación de conocimientos y destrezas productivas en la población es quizás el problema central para el crecimiento del país. 5. El Clima de Negocios y de Inversión en El Salvador Una vez que ya repasamos el comportamiento de El Salvador en los últimos años, procedemos a examinar las políticas que pueden estar limitando su crecimiento. Como primer paso, en esta sección examinaremos el clima de negocios del país, y los incentivos a la inversión y al uso socialmente eficiente de los recursos. En particular, queremos examinar la visión popular El Salvador se ha constituido en un buen seguidor del consenso de Washington, y por lo tanto, su bajo crecimiento en 76 los últimos años es un acertijo para algunos (vg. Edwards 2003) o un contraejemplo para otros (vg. HR). En su lugar, creemos que El Salvador tiene aún mucho trecho por recorrer antes de alcanzar el ideal del Consenso, y por lo tanto no constituye ni un acertijo ni un contraejemplo. Aunque las políticas que proponemos en este trabajo están decididamente fuera del Consenso de Washington, creemos que acercarse a este, muy probablemente ayudaría a acelerar el crecimiento. Ciertamente, muy pronto después de los Acuerdos de Paz en 1990, El Salvador se abocó hacia medidas de apertura y liberalización tales como la apertura del sector de telecomunicaciones y electricidad, acompañados de privatizaciones de las empresas estatales en esos sectores, la reducción de los aranceles y la entrada al GATT, la desregulación del sector financiero. Más aún, el país ha consistentemente mantenido la disciplina fiscal y monetaria, al punto que el país dolariza oficialmente su economía en el 2001, y ya por varios años sus títulos de deuda han mantenido ser “investment grade” en los mercados financieros internacionales. Sin embargo, debemos evitar el grave error de confundir el impacto efectivo de las reformas de lo políticamente vistoso o “news worthy” de las mismas. Una reforma sobre un aspecto muy sensible de la identidad nacional, puede ocupar la atención nacional e internacional, a pesar que tenga un efecto menor en el funcionamiento de mercados (por ejemplo, cuando por fin se hace. una reforma de jure sobre algo que ya operaba de facto.) Eduardo Lora del BID, construyó para los países de América Latina, hacia finales de los 90s, un índice de reformas que tomaba en cuenta la reforma hecha en apertura comercial, desregulación financiera, privatizaciones, reforma tributaria, y reforma 77 laboral. El gráfico XV muestra el comportamiento del índice (a mayor número, mayor liberalización) para El Salvador y el promedio de los países latinoamericanos. Como puede verse, El Salvador no tiene ningún comportamiento excepcional algo. Más aun, El Salvador aparece como rezagado, y ha alcanzado al promedio de golpe en dos ocasiones, en 1993 y en 1999. Quizás el hacer reformas en bloque y súbitamente es lo que ha dado lugar a la sobreestimar lo reformador que efectivamente es el país. Grafico XV: Índice de Reformas para El Salvador y America Latina Indice de Reformas (Lora), El Salvador vs Promedio Regional 0.7 0.6 0.5 0.4 El Salvador 0.3 Regional average 0.2 0.1 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 0 Otro aspecto a tomar en cuenta es la diferencia entre el impacto esperado de las reformas y el impacto efectivo sobre el comportamiento de mercados. Esta ha sido otra fuente muy generosa, de frustraciones con respecto a las privatizaciones realizadas en America Latina durante los 90s, ya sea por mala ejecución o regulación o por vacíos institucionales y problemas de coordinación entre el sector privado y el público. El Salvador no es la excepción. En efecto, en El Salvador, la reforma del sector eléctrico no 78 ha redundado en una caída de la tarifa que pagan las empresas. Por el contrario, el costo de uso de electricidad ha aumentado, en gran parte por lo que parece ser un desaprovechamiento de la capacidad hidroeléctrica del país. El costo de las telecomunicaciones sí ha disminuido, y la variedad y calidad de los servicios ha aumentado, pero esto ha sido así en muchos otros países. Es difícil identificar el impacto de las reformas, pues, quizás esas mejoras en telecomunicaciones, al menos en parte, se hubiesen dado sin apertura, como ha sucedido en Costa Rica. En resumen, no consideramos que El Salvador sobresalga como reformador. Una manera más directa de aprender acerca de la cercanía de El Salvador al ideal del Consenso de Washington, es comparando su clima de negocios y de inversión con el de países cercanos cultural, histórica y económicamente, y con el de países que son inambiguamente considerados líderes mundiales y que por lo tanto pueden considerarse como un ejemplo a seguir. En las tablas XIV y XV reportamos los resultados más recientes del Global Competitiveness Report, producido por el Foro Económico Mundial, y en el cuadro 3 reportamos los resultados de Doing Business, producido por el Banco Mundial. En ambos casos, empresarios de todos los países responden a un conjunto homogéneo de las preguntas concernientes a la competitividad del país, los principales obstáculos para la conducción, expansión, creación y destrucción de negocios y de inversiones, en el país. El Global Competitiveness Report está dividido en doce pilares. Cada uno de esos pilares, a su vez, están compuestos por una multitud de preguntas de distinta índole. Para los efectos de situar a El Salvador a nivel global, la tabla XIV reporta el ranking y la puntuación obtenida por El Salvador en cada uno de los dos doce pilares, y luego los 79 compara con el obtenido por tres países de la región, Costa Rica, Honduras y República Dominicana, y dos países considerados líderes de competitividad, Irlanda y Corea del Sur. Como complemento, en la tabla XV reportamos los seis factores que los empresarios consideran más problemáticos dentro de cada país. El primer hallazgo relevante es que El Salvador efectivamente tiene grosso modo, un ranking relativamente alto en muchos de los pilares. Sin embargo, resaltan también algunos en los cuales el país se encuentra muy rezagado. Por ejemplo, en cuanto al funcionamiento de las instituciones, el primer pilar, El Salvador está prácticamente a la par de la mucho más pobre y subdesarrollada Honduras, su vecino inmediato, y muy distante de Costa Rica, y mucho más aún de Irlanda y de Corea del Sur. En efecto, en la Tabla XV, crimen y robot, burocracia estatal, corrupción y políticas inestables aparecen como cuatro de los seis principales factores problemáticos para hacer negocios. Las tablas también indican también otros importantes aspectos en los cuales El Salvador está bastante rezagado con respecto a Costa Rica, el líder del istmo, y con respecto a Irlanda y Corea del Sur, líderes mundiales, y más bien cercano a Honduras y República Dominicana. Entre estos destacan las variables de capital humano, i.e. la salud y educación primaria, educación superior y la capacitación, así como las variables empresariales, i.e. innovación, sofisticación empresarial y destrezas tecnológicas. Existe consenso entre los economistas que el todas y cada una de estas variables son críticas para la productividad y el crecimiento de los países. Nosotros, en particular, no vislumbramos posible el despegue económico de El Salvador antes de que el país haga muy enormes progresos en todas estas dimensiones. Precisamente, el punto central de nuestras propuestas de política está centrado en estas áreas. 80 Existen otros aspectos en los cuales el país aparece con una calificación mucho más aceptable, como lo son estabilidad macroeconómica, eficiencia en los mercados de bienes y servicios y laborales e infraestructura. Sin embargo, a partir de la información primaria, nuestras entrevistas y experiencia propia, mantenemos algunas reservas al respecto, especialmente con respecto a infraestructura y el funcionamiento del mercado laboral. Con respecto a infraestructura, creemos que persisten importantes cuellos de botella. Por ejemplo, no es sino hasta dentro de un año o dos que se proyecta que la Longitudinal Norte esté operando. Esto significa que durante todo este tiempo, sectores muy importantes del territorio y de la población del país no han estado bien integradas efectivamente al país. Por otro lado, la construcción del puerto de La Unión sigue atrasado, lo cual, entre otras cosas, traba las el flujo de bienes con el resto del mundo. Este problema fue resaltado por los empresarios salvadoreños en las entrevistas realizadas durante nuestra visita a San Salvador. Los empresarios resaltaban los atrasos, costos extra y sobre todo inseguridad generados por la necesidad de exportar e importar a través de puertos en Honduras o Guatemala. Otros problemas importantes de infraestructura están en la forma de subinversión en agua potable y generación de electricidad. En efecto, a partir de nuestra visita, pudimos atestiguar la existencia de un serio problema racionamiento de agua durante la mayor parte, en lo que parece ser vastas áreas del área metropolitana alrededor de San Salvador. También durante nuestra visita, estaba ardiente el debate sobre las tarifas eléctricas al sector empresarial. De lo que absorbimos de dicho debate nos quedaron dos cosas muy en claro. Primero, que El Salvador ha dejado rezagadas importantes 81 inversiones en la generación hidroeléctrica, lo cual hace que al día de hoy genere la mayor parte de su energía a partir de derivados de petróleo, haciendo la economía del país más vulnerable a las fluctuaciones en el precio internacional del crudo. Segundo, hay un serio problema de credibilidad y de estabilidad de políticas. Dicho problema fue ilustrado por el establecimiento de un subsidio a la electricidad muy oneroso para el fisco y la posterior eliminación del subsidio a las empresas. 82 Tabla XIV Posición relativa y puntaje en los doce pilares de Competitividad Global Aspecto/País Instituciones Infraestrucura Estabilidad Macroeconómica Salud y educación primaria Educación superior y capacitación Eficiencia en el mercado de bienes Eficiencia en el mercado laboral Sofisticación del mercado financiero Destrezas tecnológicas Tamaño del mercado Sofisticación empresarial Innovación Fuente: Global Competitiveness Report El Salvador 84 (3.6) 51 (4.0) 67 (4.9) 80 (5.3) 92 (3.4) 56 (4.3) 41 (4.5) 62 (4.4) 85 (2.9) 86 (3.1) 78 (3.9) 109 (2.7) Costa Rica 52 (4.2) 95 (2.7) 111 (4.1) 50 (5.7) 50 (4.2) 52 (4.4) 18 (4.9) 70 (4.2) 56 (3.3) 69 (3.3) 38 (4.5) 35 (3.6) Honduras Rep.Dominicana 89 (3.6) 107 (3.2) 75 (3.2) 79 (3.0) 71 (4.8) 91 (4.6) 92 (5.1) 102 (4.8) 96 (3.3) 99 (3.2) 87 (3.9) 100 (3.7) 61 (4.3) 86 (4.1) 81 (4.0) 108 (3.6) 98 (2.6) 64 (3.1) 94 (2.8) 63 (3.5) 84 (3.8) 87 (3.7) 101 (2.7) 106 (2.7) Irlanda Corea del Sur 18 (5.2) 26 (5.1) 49 (4.0) 16 (5.6) 21 (5.7) 8 (6.0) 16 (6.3) 27 (6.1) 21 (5.3) 6 (5.7) 4 (5.4) 16 (5.2) 19 (4.9) 24 (4.8) 5 (5.9) 27 (5.1) 25 (4.6) 7 (5.5) 46 (4.2) 11 (5.4) 22 (5.1) 9 (5.5) 19 (4.5) 8 (5.4) Tabla XV Los seis factores más problemáticos para hacer negocios Problema # El Salvador Costa Rica Burocracia estatal 1 Crimen y robo 2 Burocracia estatal Infraestructura 3 Educación trabajadores Inflación 4 Corrupción Políticas inestables 5 Acceso a financiamiento Corrupción 6 Políticas inestables Acceso a financiamiento Fuente: Global Competitiveness Report Honduras República Dominicana Irlanda Corea del Sur Burocracia estatal Corrupción Educación trabajadores Acceso a financiamiento Crimen y robo Regulaciones laborales Corrupción Acceso a financiamiento Tasas impositivas Regulaciones impositivas Políticas inestables Educación trabajadores Infraestructura Inflación Burocracia estatal Regulaciones laborales Ética laboral Regulaciones impositivas Políticas inestables Burocracia estatal Tasas impositivas Acceso a financiamiento Regulaciones laborales Inflación 83 Tabla XVI. Información por país de las facilidades para emprender un negocio Ranking Global y específicos Inicio de empresas # procedimientos Tiempo (días) Costo (% Ing. p.c.) Capital Min. (% I p.c.) Negociación de Licencias # procedimientos Tiempo (días) Costo (% Ing. p.c.) Empleo de Trabajadores Dificultad contratar Rigidez en horas Dificultad despedir Indice, Rig. Emple % Costos no salariales Costos Despido (# SalariosSemanales) Registro de propiedad # procedimientos Tiempo (días) Costo (% valor) Acceso al crédito Indice Derechos Legales Indice Info crediticia Cobertura Registro Púb (%) Cobertura Registro Priv. (%) Protección Inversionistas Ind. Revelacion Info Ind. Responsab. Director Ind. Demandas Accionistas Ind. Protec. Inversionista Pago de Impuestos # pagos Tiempo (horas) Impuesto a ganancias (%) Impuestos laborales + contribuciones (% salario) Otros impuestos (%) Imp.Totales (% ganancias) Comercio Internacional # documentos p. exportar Tiempo p. exportar (días) Costo exportar (US$/cont.) # documentos p. importar Tiempo p. importar (días) Costo importar (US$/cont.) Hacer cumplir contratos # procedimientos Tiempo (días) Costo (% deuda) Cierre de empresas Tiempo (años) Costo (% activos) Tasa de recuperacion (%) ElSalvador CostaRica Honduras Guatemala R.Dominicana Hong Kong Irlanda Chile 69 115 121 114 99 4 8 33 130 9 26 73.1 112.5 113 12 77 21.3 0.0 135 13 21 59.9 27.4 128 11 26 47.3 24.9 84 9 22 31.1 0.0 13 5 11 3.1 0.0 5 4 13 0.3 0.0 39 9 27 8.6 0.0 121 34 155 197.9 120 23 178 244.2 72 17 125 634.1 167 22 235 1,142.2 74 17 214 116.1 60 23 155 21.3 20 11 185 19.8 58 18 155 128.1 76 33 40 0 24 15 79 56 40 0 32 26 116 89 40 0 43 10 105 44 40 0 28 13 106 56 40 0 32 14 23 0 0 0 0 5 37 11 20 20 17 11 68 33 20 20 24 3 86 35 74 101 88 62 24 52 37 5 31 3.6 41 6 21 3.3 78 7 24 5.8 23 5 30 1.0 106 7 60 5.1 58 5 54 5.0 79 5 38 10.2 34 6 31 1.3 48 3 6 17.2 74.6 48 4 5 6.1 52.7 13 6 6 12.7 58.0 68 3 5 20.7 13.1 36 4 6 13.3 35.4 2 10 5 0.0 64.7 7 8 5 0.0 100.0 48 4 5 26.2 33.5 107 5 2 6 4.3 158 2 5 2 3.0 147 1 5 4 3.3 122 3 3 6 4.0 122 5 0 7 4.0 3 10 8 9 9.0 5 10 6 9 8.3 33 7 6 5 6.0 101 66 224 16.0 162 43 402 19.8 160 47 424 29.6 116 39 344 2.6 139 74 286 28.6 3 4 80 18.6 6 9 76 14.2 34 10 316 18.3 17.2 0.6 29.3 6.6 10.7 11.1 14.3 20.6 9.5 2.0 5.3 0.6 12.1 2.6 3.8 3.8 33.8 55.7 51.4 37.5 40.2 24.4 28.9 25.9 68 8 21 540 11 18 540 54 7 18 660 8 25 660 103 7 20 1.065 11 23 975 116 11 19 1.052 11 18 1.177 35 6 12 815 7 13 1.015 3 4 6 525 4 5 525 20 4 7 1.09 4 12 1.139 43 6 21 645 7 21 685 54 30 786 19.2 130 40 877 24.3 124 45 480 30.4 98 28 1.459 26.5 82 34 460 40.9 1 24 211 14.5 39 20 515 26.9 64 36 480 28.6 85 4.0 9 28.4 104 3.5 15 23.1 113 3.8 15 20.3 86 3.0 15 28.1 142 3.5 38 8.4 15 1.1 9 79.0 6 0.4 9 87.1 98 4.5 15 23.8 Fuente: Doing Business, The World Bank 84 La tabla XVI muestra resultados similares pero usando la encuesta de Doing Business. Aquí comparamos los resultados para El Salvador con Costa Rica, Honduras, Guatemala y Republica Dominicana como países cercanos, con Chile como líder latinoamericano y con Hong Kong e Irlanda como países líderes mundiales. Al igual que con el Global Competitiveness Report, El Salvador aparece relativamente bien en términos generales. De hecho, de acuerdo a esta encuesta, El Salvador aparece ranqueado de 69 en el mundo, mucho mejor que Costa Rica y los otros países en la región. Sin embargo, al igual que con la otra encuesta, hay áreas importantes donde el país muestra debilidades. Quizás el aspecto más notable es con respecto a la creación y destrucción de empresas y de empleos, los cuales parecen ser muy costosos, y por lo tanto, obstaculizan la reasignación eficiente de recursos y los incentivos a inversión. En estos aspectos, El Salvador aparece como muy comparable a Costa Rica, país que dista mucho de ser un dechado de virtudes por ese lado. Específicamente, notemos que el iniciar una empresa parece ser un tarea tan engorrosa en El Salvador como en Honduras y Guatemala, mucho más engorrosa y costos que en Costa Rica y República Dominicana, e incomparable con Chile, Hong Kong e Irlanda. Notemos también que también parecen haber obstáculos importantes al comercio internacional, lo cual es consistente con lo señalado arriba. Los días que requiere exportar está en línea con lo reportado por los países del área. Si bien supera en este aspecto a Honduras y Guatemala, El Salvador está muy por debajo de Costa Rica, y de nuevo, no ofrece comparación con los líderes mundiales. Un aspecto que la encuesta sugiere y que es compatible con lo indicado por los empresarios durante nuestras entrevistas, es la existencia de rigideces importantes para la 85 contratación de trabajadores. El aspecto más saliente es con respecto a lo costoso que es despedir a un trabajador, pues de acuerdo a al encuesta, esto conlleva un costo de 86 salarios semanales, lo cual sólo parece ser superado por Guatemala. Algo que no es capturado y que nos fue repetidamente mencionado por los empresarios, es la falta de una política de aprendizaje (apprenticeship), la cual permita flexibizar los salarios a trabajadores jóvenes e inexpertos, a la vez que provee los incentivos y condiciones necesarios para que los empleadores quieran invertir en capacitación y entrenamiento a sus empleados. Esto es un aspecto que retomaremos a brevedad. En resumen, es innegable que El Salvador ha tenido logros muy importantes con respecto a la apertura y liberalización de mercados, y que dichos logros han repercutido favorablemente en el funcionamiento de sus mercados. Sin embargo, persisten vulnerabilidades y debilidades importantes que, a nuestro juicio, son de un fuerte desmedro a la asignación eficiente de recursos, a la productividad agregada, y eventualmente, al crecimiento económico. Más aún, creemos que harían mal las autoridades de El Salvador si abandonaran sus esfuerzos de avanzar en estas dimensiones. Si bien estamos abogando por políticas mucho más agresivas que el Consenso de Washington, creemos que el primer paso es completar la materia, y acercarse a ese ideal. Queremos cerrar nuestra evaluación del clima de negocios y de inversión con un aspecto que revierte un interés especial en El Salvador: la dolarización. Nuestra opinión, al igual que la de muchos otros, es que a partir del 2001, cuando El Salvador oficialmente adoptó el dólar americano como moneda de curso legal, logró consagrar un clima de estabilidad macroeconómica y monetaria que, entre otros beneficios, es propicia para el crecimiento. A estas alturas, no queda ninguna duda que si bien la estabilidad macro no 86 asegura crecimiento, la falta de estabilidad fácilmente puede dar al traste con él. En el caso concreto de El Salvador, la reducción de la inflación y la tasa de interés activa representan una ganancia que no es para nada despreciable en su clima de negocios y de inversión. La dolarización viene a complementar la apertura comercial (que entre otras es consolidada por la entrada al GATT y subsecuentemente OMC y la entrada en vigencia de acuerdos comerciales con México, Canadá, Chile, EE.UU. y posiblemente la Comunidad Europea), la libertad para la entrada y salida de flujos de capital financieros, la ausencia de restricciones a la IED, y consolida la integración comercial y financiera con el resto del mundo. Adicionalmente, existen fuertes movimientos migratorios entre el país y los EE.UU. que sugieren integración también en el mercado laboral. Para muchos, sin embargo, esto representa una “camisa de fuerza” para la política económica del país que le impide adoptar medidas que en el corto se puedan usar como instrumentos de manejo de demanda agregada y de estabilización, y reducir la volatilidad. Específicamente, al adoptar la dolarización, el país no cuenta con la opción de una depreciación de su moneda. Esto limitante resulta aún más importante a la luz de literatura reciente que argumenta que una depreciación real ha sido en muchas ocasiones un componente clave en la aceleración del crecimiento, por periodos relativamente largos, en varios países (Hausmann, Prittchett y Rodrik, 2005, Rodrik, 2008). Ejemplos relevantes aquí son el éxito exportador de México luego de la crisis del tequila, el auge en Chile a partir de su crisis de inicios de los 80s y en Argentina a partir de la crisis del 2001. En El Salvador el tema cambiario ha generado amplia discusión, y algunos le achacan a la dolarización el hecho que el país haya experimentado una apreciación real 87 con respecto a Estados Unidos, la cual, presumiblemente, es una de las principales razones de una posible pérdida de competitividad del país y del estancamiento de sus exportaciones. Con el fin de examinar el comportamiento del tipo de cambio real en El Salvador, en el gráfico XVI, tomamos datos de índice de precios al consumidor de la base IFS del Fondo Monetario Internacional, y graficamos el tipo de cambio real bilateral de El Salvador con EE.UU. y otros socios comerciales. El tipo de cambio real lo definimos como la razón de precios, convertidos a la moneda nacional de El Salvador (colones durante 1999 y 2000; dólares americanos a partir del 2001) del país extranjero sobre los precios El Salvador. En cada caso, dicha razón es normalizada a ser igual a 1 en 1999. El gráfico también incluye el tipo de cambio real bilateral de El Salvador con EE.UU. en medido con precios al productor. En primer término, debemos notar que de 1999 a 2007, la apreciación real con respecto a EE.UU. es relativamente pequeña, alrededor del 5% con precios al consumidor, y mucho menor si se mide con precios al productor, menor al 1%. Por lo tanto, la fuente principal de la apreciación real se encuentra en los años previos a la dolarización, pues en esos años el mantenimiento de un tipo de cambio fijo se da en un contexto donde de niveles domésticos de inflación que, aunque bajos, eran mayores que los niveles internacionales. En segundo término, nótese que El Salvador experimenta más bien una depreciación real en relación a otros socios comerciales. El caso más sobresaliente es con la Comunidad Europea, el cual resulta de la apreciación del euro con respecto al dólar americano. Para El Salvador, este dato sugiere la importancia de acuerdo comercial en ciernes entre Centroamérica con la Comunidad Europea, que no sólo ampliaría el mercado de bienes, sino que ayudaría a estabilizar el tipo de cambio multilateral relevante 88 para el país. También nótese que El Salvador también experimenta una depreciación real con algunos de sus vecinos centroamericanos, más notablemente Guatemala, su segundo socio comercial. Gráfico XVI: El Salvador: Tipo de Cambio Real bilateral con varios países, 19992007 Tipo de Cambio Real Bilateral, El Salvador y varios países 1.3 EE.UU. Prod EE.UU. Cons Euro Area Costa Rica Honduras Guatemala 1.25 Valor relative a 1999 (1999=1) 1.2 Mexico 1.15 1.1 1.05 1 0.95 0.9 0.85 0.8 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Año Lo último conlleva a una tercera observación. Es muy probable que El Salvador hubiese experimentado una apreciación real aún si hubiese mantenido su propia moneda. En los últimos años, países como Costa Rica (y al parecer Guatemala) experimentaron importantes apreciaciones reales, las cuales fueron inducidas por entradas de capital, que a su vez estaban generadas por un auge en la inversión externa directa, así como entradas de portafolio inducidas por las bajas tasas de interés internacionales. No creemos que El Salvador hubiese escapado a estas fuerzas con haber mantenido al colón como moneda 89 nacional. Más aún, aparte de estas fuerzas, El Salvador también tiene el factor extra de las remeses internacionales que estarían con o sin dolarización, y las cuales son una fuerza hacia la apreciación real. De todas maneras, si bien le creemos a la evidencia que sugiere que una devaluación real hubiese sido un instrumento útil para el crecimiento, no creemos factible que al día de hoy, con revertir la dolarización se hacer factible una devaluación real, al menos una ordenada y conducente al crecimiento. De hecho, la inestabilidad real y percibida generada de revertir una política de esta envergadura, si bien podría generar una devaluación, esta sería por las razones equivocadas, pues estaría inducida por la fuga de capitales producto de la pérdida de confianza de los inversionistas en el país. Sobra decir que esto afectaría negativamente cualquier intento de crecimiento. El país claramente optó por ponerse la camisa de fuerza y obligarse a sí mismo a implementar políticas que conduzcan al crecimiento de la productividad. Creemos que esa es una estrategia correcta. Lo que hace falta, quizás, es mejor diseño y mayor agresividad en la implementación de dichas políticas. 90 6. Instituciones y políticas de apoyo a la productividad e innovación Dado que una devaluación real del está fuera del menú de opciones para inducir crecimiento económico, las políticas que directamente alienten y promuevan el crecimiento de la productividad resultan cruciales. Ya observamos que, aunque el país ha tenido logros importantes en lo que respecta al funcionamiento de sus mercados, todavía tiene retos importantes, y llamamos la atención para que se prosiga en el esfuerzo por subsanarlos. Ahora examinamos las instituciones y políticas que directamente promueven la productividad, a través de incentivar el acceso a nuevos mercados y tecnologías y a la innovación en general. En 2004, en el estudio predecesor a este, Hausmann y Rodrik argumentaron que el problema en El Salvador era el bajo nivel de auto-descubrimiento, que tal y como explicamos arriba, es el proceso mediante el cual un país explora los bienes que puede producir rentablemente. Con dicho dictamen, HR propusieron en el año 2004 una serie de políticas dirigidas a enfrentar estos problemas. Al parecer estas propuestas llegaron en un momento propicio, pues se hacían al momento en que llegaba un nuevo gobierno. Surgieron algunos nuevos programas (FONDEPRO), se le dio un impulso político importante a PROESA y a EXPORTA, pues la propia vicepresidenta asumió su presidencia, y se negoció un préstamo con el Banco Mundial para fondear algunas de estas iniciativas. Cuatro años después del estudio y su entusiasta acogida, encontramos que es muy poco lo que efectivamente se ha hecho. Llama particularmente la atención que los préstamos con el Banco Mundial no recibieron aprobación legislativa y el ejecutivo no 91 buscó mecanismos alternos para financiarlos. En todo caso, nosotros consideramos que el diagnóstico de HR estaba errado. Ellos llegan a su conclusión después de desechar alternativas, y no testean directamente la hipótesis de bajo auto-descubrimiento. Al contrario, nosotros indicamos que persisten serios problemas en el clima de negocios y de inversión, y demostramos que El Salvador no muestra una baja tasa de autodescubrimiento. A pesar de que el gobierno no respondió con políticas que incentivaran el auto-descubrimiento directamente (aparte del existente subsidio de 6% a las exportaciones no tradicionales), en una sección anterior mostramos que las exportaciones no tradicionales sin incluir maquila y el número de bienes exportados nuevos han crecido a tasas muy altas, y comparables con las de países donde no se puede acusar bajo autodescubrimiento. Aparte de los problemas señalados en el clima de negocios e inversión, nosotros creemos que las principales debilidades de la economía salvadoreña están en dos áreas vastas y complejas: la pasividad y timidez en las instituciones que promueven la productividad a través del avance tecnológico y la poca capacidad de formación de destrezas y habilidades en la mano de obra. En esta sección nos dedicamos a estudiar la promoción del conocimiento tecnológico, y en la siguiente, la muy relacionada tarea de la formación de trabajadores calificados. Para todos es claro que El Salvador se vería beneficiado si lograra atraer el conocimiento tecnológico que no tiene pero que sí está disponible en otros países más avanzados. Consecuentemente, el país ha activado una serie de incentivos a la IED. La estrategia de de El Salvador es la típica de un país en desarrollo, que consiste de un 92 paquete de incentivos fiscales asociados al régimen de Zona Franca, así como la acción de una agencia especializada en la atracción de IED. Un aspecto que queremos recalcar pues muchas veces se pasa de lado, es que si bien el esquema de Zona Franca puede servir de magneto a la IED, también puede introducir sesgos negativos a la generación de encadenamientos productivos y de derrames tecnológicos con las empresas nacionales. Esto se debe principalmente a que los incentivos facilitan la compra de insumos de fuentes extranjeras y generalmente mantienen las trabas para la compra de insumos locales. Con esto, se entorpece la inserción de las empresas nacionales en la cadena internacional de producción, y hace muy difícil que las transferencias y derrames tecnológicos se den, complicando el despegue tecnológico originado por la IED. PROESA es la agencia especializada para negociar y facilitar la instalación de empresas extranjeras. Inició labores en el año 2002. Esta agencia ha enfocado su trabajo en los siguientes sectores: electrónica, aeronáutica, software, automotriz, turismo, agroindustria, sector médico y recientemente también la atracción de empresas que se interesen por participar en la concesión del Puerto de la Unión. A pesar de parecer muy competentemente administrada y de tener el espaldarazo de ser dirigida por la Vicepresidenta de la República, nos quedó la impresión que el impacto de PROESA, por los momentos ha sido más bien limitado, como lo muestra la modesta tasa de IED observada en los últimos años. Un factor puede ser que es una institución relativamente joven, y que el oficio de intermediar con empresas extranjeras es muy complejo y toma tiempo el poder dominarlo. Por otra parte, parecen haber restricciones al nivel del gobierno, y que a PROESA no se le ha dado el poder necesario. Las operaciones de AEROMAN se ofrecen como una oportunidad para PROESA de ganar presencia y 93 credibilidad. Sin embargo, como argumentamos más abajo, las limitantes de otras instituciones como INSAFORP, pueden terminar siendo una limitante para la efectividad de PROESA. Es claro que la innovación no ha sido la prioridad de las últimas administraciones. Así lo indica el hecho que los recursos extra del Ministerio de Economía han sido destinados en mayor parte orientados a otras actividades como los Censos (económico, población, agropecuario y Encuesta de Ingresos y Gastos de Hogares para el nuevo IPC), y otros proyectos. De hecho, a partir de un proyecto de Pro-innova con FOMIN se planteaba crear un "Agente de Fomento Salvadoreño" en el sector alimentos, con un presupuesto de US$9.8 millones en menos de cinco años. Sin embargo, la Asamblea Legista no aprobó este empréstito, y el proyecto no se inició. En su lugar se creó el Fondo de Desarrollo Productivo (FONDEPRO) y a través de esa unidad, se planteaba ofrecer recursos. Sin embargo, en la práctica los fondos han sido muy limitados. Un sector que resaltamos en la sección de exportaciones e IED es el sector alimenticio pues parece ser un nicho en el que El Salvador podría posicionarse muy fuertemente. Nuestro argumento es que el país tiene mucho margen para expandirse en el mercado de salvadoreños en EE.UU. y que luego puede utilizar el posicionamiento en ese mercado como stepping-stone, para luego saltar al mercado de latinos y posteriormente al mercado americano en general. Sin embargo, el sector alimenticio es un buen ejemplo de un sector que requiere una fuerte dosis de colaboración entre el gobierno y el sector privado. Se necesitan universidades que puedan graduar técnicos e ingenieros en tecnología de alimentos de acuerdo al conocimiento y prácticas más modernas. Estas universidades también deben tener capacidad de brindar servicios de apoyo a las empresas del sector, con laboratorios, 94 control de calidad, investigaciones especiales, etc. Se requieren consultores que puedan trabajar con las empresas en implementar sistemas modernos de calidad, diseño y etiquetado, así como dar certificación de niveles de calidad ISO y HCCP. El país debe contar con un Sistema Nacional de Calidad que regule y supervise las certificaciones de consultores que a su vez certifican la calidad de las empresas. El punto es que hay muy fuertes externalidades porque los consumidores no solo se fijan en la marca, sino también en el país que produce los alimentos. Por ejemplo, si una empresa exporta productos en mal estado y se dan casos de intoxicaciones en EE.UU., eso generara una reacción negativa de consumidores y autoridades en contra no solo de la empresa culpable, sino de todas las demás empresas del sector en El Salvador.8 El Salvador viene trabajando desde hace varios años en fortalecer el sector alimenticio y desarrollar las capacidades para poder exportar en grandes cantidades a los EE.UU. En el año 2002 se lanzó el Programa Fortalecimiento de los Sistemas de Gestión de Calidad y Seguridad Alimentaria para las Pequeñas y Medianas Empresas, convenio No. ATN/MH-7082-ES–BID/FOMIN. El programa consisten en hacer conciencia en las empresas de la importancia de la calidad, capacitar consultores que puedan ofrecer servicios y certificaciones de calidad a las empresas, y subsidiar la realización de certificaciones ISO y HCCP en un número importante de PYMES. La revisión que se realizó en el 2004 reflejó atraso por debilidad de la unidad ejecutora (CONACYT), pero también encontró amplio y creciente interés por el programa así como el desarrollo de capacidades en la unidad ejecutora, consultores y empresas, por lo que sugirió que se extendiera el programa por un tiempo más. 8 Eso le ocurrió a Chile en 1990 con las uvas, lo cual se extendió a todas sus exportaciones de frutas y más recientemente a China, con sus exportaciones de alimentos. 95 Más recientemente se han seguido realizando esfuerzos conjuntos con el BID para lanzar un programa integral de fortalecimiento del sector alimenticio. El país ya cuenta con algunas bases importantes sobra las cuáles construir el tinglado de instituciones que se requiere. El CENTA (Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal) realiza investigación y difusión de tecnología en materia agropecuaria; la Universidad de El Salvador ofrece la carrera de ingeniería en alimentos; la Escuela Nacional de Agricultura (institución autónoma pública) contribuye a fortalecer la cadena de valor hacia atrás (materia prima); FUSADES tiene un laboratorio que ofrecen análisis microbiológico para control de los productos, y etiquetado; la UCA tiene el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la UCA. EXPORTA tiene una fuerte campaña de promoción de los productos alimenticios salvadoreños en los EE.UU., enfocándose en los estados de Maryland, Virginia, New York y New Jersey. También está el programa FRUTAL ES (IICA), FIAGRO (Fundación para la Innovación Tecnológica Agropecuaria) con su programa Agrinnova y Agroinvierta, y FONDEPRO, que ha financiado ya algunos proyectos de desarrollo tecnológico con pequeñas empresas en el sector alimenticio (aunque en cantidades pequeñas). Finalmente, ya está en operación el programa PROINNOVA, a cargo de FUSADES y con apoyo financiero del BID/FOMIN. Este programa está dirigido precisamente a promover la innovación en PYMEs del sector alimenticio, con miras a exportar productos étnicos a los EE.UU. Sin embargo, es evidente que falta muchísimo por hacer. Está fuera de los límites de este estudio detallar las carencias específicas del sistema. Precisamente el programa con el BID está orientado a establecer un plan maestro para fortalecer el sector alimenticio en los próximos años. Es suficiente aquí notar tres problemas evidentes. Primero, no hay la infraestructura en las universidades para producir el recurso humano 96 en las cantidades y calidades necesarias. La capacidad actual de la UES es insuficiente y el Departamento de Tecnología de Procesos y Sistemas de la UCA no tiene una especialización adecuada en alimentos. Segundo, hace falta un instituto de investigación y tecnología en alimentos que investigue sobre temas claves para la industria, apoye en capacitación en calidad e investigación, trabaje conjuntamente con las empresas, canalice las tesis estudiantiles hacia temas que interesan a las empresas, etc. Un ejemplo que puede ser interesante en El Salvador es el CITA en la Universidad de Costa Rica. Tercero, no existe todavía un clúster que articule a los diferentes actores asociados al sector alimenticio. Una de las recomendaciones principales de política que hacemos es precisamente asegurar que se defina este programa y que se le dediquen los recursos humanos, políticos y financieros necesarios para que se ejecute en forma rápida y efectiva. Este es un caso donde se puede y debe realizar una apuesta importante de recursos. No puede ser un programa más, que sufre los atrasos comunes de programas que se dejan a cargo de mandos medios, y que se atrasan por falta de financiamiento o falta de liderazgo. Debe tener la mayor atención de las autoridades más altas del gobierno y se requiere un esfuerzo consistente en el tiempo, en particular porque el desarrollo de capacidades humanas de alto nivel para este sector no se puede realizar en corto tiempo. Hay algunas acciones de corto plazo (mejora en condiciones de empleo de profesores, actualización de curriculum en coordinación con las empresas, equipamiento de laboratorios), pero hay otras acciones de más largo plazo, como el mejoramiento de las capacidades a nivel de las universidades, que requiere una fuerte inversión en programas de actualización para los profesores actuales así como becas para estudiar en el exterior para futuros profesores. 97 En lugar de apuestas fuertes que con alguna probabilidad hacer diferencia para el país como un todo, vemos que las instituciones del país parecen enfocarse en realizar una multitud de proyectos, que si bien son interesantes y socialmente deseables, no deberían distraer la atención y el esfuerzo central de las autoridades del más alto nivel. Por ejemplo, el proyecto turbococina, bonos de carbono y educación, tiene por objeto difundir el uso de las turbocinas en el país, las cuales permiten ahorra hasta un 95% de la leña que consumen la cocinas tradicionales de leña. Otro proyecto, es crear un laboratorio de Biomedicina, en donde se está apoyando a un científico salvadoreño (especialista en dicha área Dr. en Biología Molecular) con apoyo de FUSADES y otros inversionistas salvadoreños. Estos son proyectos que parecen de alta rentabilidad social, y por lo tanto deben ser realizados. Sin embargo, su realización jamás debe ser motivo para sentir que ya se está haciendo lo suficiente. Estos buenos proyectos no deben constituirse en obstáculos para que el país se tome en serio la necesidad de hacer apuestas grandes, que quizás sí puedan hacer mella en la economía a nivel agregado. 98 7. Acumulación de destrezas y habilidades Si bien es cierto que la tecnología es uno de los principales componentes de la productividad, también es cierto que la tecnología y cualquier otro conocimiento productivo requiere trabajadores con las destrezas y habilidades apropiadas para que dicha tecnología se traduzca en productividad. Por otro lado, aunque varíe la actividad económica, la productividad depende de las calificaciones de los trabajadores a todos los niveles, desde el gerente principal que decide el tipo de bien y la tecnología con que se produce, hasta el trabajador que pone el cierre final en el empaque. Es conceptualmente útil distinguir la formación de conocimiento tecnológico de la formación de habilidades y destrezas en los trabajadores. En el primero, muchas veces es importante el descubrimiento de conocimiento nuevo. Más aún, puede ser no rival, i.e. el uso por parte de uno no excluye el uso por parte de otro. Por otro lado, la formación de habilidades y destrezas pueden incluir conocimiento, que aun siendo viejo o tradicional, resulta costoso de aprender. Por ejemplo, volar un avión o preparar un plato de cocina, son actividades que pueden no haber variado en muchos años, pero que para poder hacerlo bien se requiere de mucho tiempo y esfuerzo. Más aún, esas destrezas y habilidades son rivales, en el sentido que si las habilidades de un piloto se usan para volar un avión, no se pueden usar para volar otro. La función de producción de habilidades y destrezas difiere de la del conocimiento tecnológico, y por lo tanto distinguirlos no sólo es conceptualmente correcto, sino que también fundamental en la búsqueda de las políticas acertadas para aumentar el crecimiento de un país. 99 Si bien es cierto, el conocimiento tecnológico no es rival, esto no significa que sea un recurso libre. En efecto, para poder transplantar o reproducir dicho conocimiento a veces requiere de inversiones costosas, pues dicho conocimiento puede estar embedded en bienes de capital o porque requiere ser programado o instalado. Por lo tanto, sólo va a valer la pena transplantar o reproducir dicho conocimiento en un país si es que están disponibles los factores que son complementarios, como empresarios, administradores, científicos y trabajadores que puedan hacer que dicho conocimiento sea productivo. Es precisamente en este aspecto que consideramos que la economía salvadoreña tiene una muy seria debilidad. Con la información estadística disponible, nuestra lectura de las noticias y trabajos relacionados y nuestras entrevistas con los empresarios y autoridades económicas de El Salvador, terminamos con la convicción que hay serios problemas en la capacidad de formar y difundir destrezas y pericias productivas en la población, y que este problema está a todos los niveles, tal y como ilustramos para el caso de la industria de alimentos. Más aún, el problema no es sólo con el stock existente de trabajadores al día de hoy, sino que también aplica con la capacidad de entrenar a las nuevas generaciones de trabajadores. 100 Gráfico XVII. Tasa de analfabetismo estimada y proyectada en El Salvador y otros países para la población entre 15 y 24 años, 1970-2015 Tasa de analfabetismo, población entre 15 y 24 años 40.0 35.0 El Salvador China Costa Rica México 30.0 Honduras 25.0 20.0 15.0 10.0 5.0 0.0 1970 1980 1990 1995 2000 2005 2010 2015 Año El gráfico XVII, construido con datos de UNESCO, es un reflejo de este problema. El gráfico muestra la fracción de individuos con edades entre 15 y 24 años que son analfabetas, i.e. que personas que no son capaces de leer o escribir una oración sencilla en su idioma natal. Si bien este indicador sólo refleja la cola inferior de la distribución y no indica si los individuos logran o no alcanzar algún nivel de escolaridad y a qué edad en su vida, este porcentaje muestra una cota inferior en el flujo de trabajadores que cada año entra a la fuerza laboral y que con mucha probabilidad no van a formar destrezas y habilidades más allá de las más básicas. Si una persona no alcanza el nivel más básico de escolaridad para la edad de 15 a 24 años de edad, muy difícilmente lo 101 va a lograr, y si lo hace, con contadas excepciones, logrará formar alguna pericia tecnológica sofisticada, pues los conocimientos generales obtenidos por escolaridad formal son fundamentales para poder conocer y llegar a dominar las habilidades y destrezas necesarias en una profesión o actividad específica. El gráfico sugiere que aún hoy en día, uno de cada diez nuevos trabajadores en El Salvador es iletrado. Esta es una tasa muy cercana a Honduras (y Guatemala y Nicaragua, no incluidos en el gráfico por simplicidad), y muy distante de Costa Rica, la cual históricamente ha estado a la vanguardia en la región. Nótese también que si bien la fracción ha caído consistentemente en el tiempo, El Salvador mantiene o ha aumentado su distancia con países como México y China, que inicialmente también estaban muy rezagados pero que sí han logrado acelerar su formación de capital humano. Similares resultados se obtienen si se miran y comparan otros indicadores de escolaridad, como años promedio de educación y tasas de participación en educación primaria y secundaria. Una de las recomendaciones de política que proponemos con mayor fuerza es continuar y aumentar los esfuerzos por incrementar la cantidad y calidad de la educación formal del país, pues si bien, los conocimientos adquiridos en la escuela pueden, en su mayoría, no ser directamente productivos, si son fundamentales para poder aprender las destrezas y habilidades que sí lo son. Algunos observadores, vg. Hausmann y Rodrik (2004), han argumentado que capital humano, no es una limitante en el crecimiento de El Salvador pues, si así fuera, se observaría un muy marcada pendiente en los salarios de los trabajadores en función de su nivel de educación. Interesantemente, el recién informe de la PNUD para el 2007-2008, encuentra que casi el 7% de los trabajadores está desempleado y que 43% está 102 subempleado, i.e., no usando sus destrezas y pericias adquiridas, y que más aún, trabajadores con mayores niveles de educación también tienen altas tasas de subempleo. Estos hallazgos podrían ser tomados como refuerzo de la visión de HR. Nosotros creemos que tal conclusión no sólo es errónea sino que es peligrosísima. La formación de destrezas y habilidades es una debilidad de la economía salvadoreña que limita su crecimiento, y lo que explica el subempleo en individuos de relativo alto nivel educativo son otras dos debilidades fundamentales del país. La primera es la ya explicada debilidad en la adopción tecnológica y la innovación. La escasez de empresas que requieran destrezas sofisticadas puede explicar por qué esas destrezas no son demandadas. Segundo, en El Salvador hay un proceso muy débil o inexistente de formación de habilidades productivas específicas a partir de los conocimientos adquiridos en las escuelas formales, y por lo tanto, años de escolaridad no necesariamente reflejan posesión de destrezas productivas. En efecto, nuestra lectura de las estadísticas indica que la educación vocacional y técnica es débil en el país. No estamos solos en esta percepción, la cual, entre otros, parece ser compartida por los gestores del Plan 2021, y acogido por las autoridades del gobierno. En dicho plan se enfatiza la educación técnica, con los llamados Megatecs, los cuales están distribuidos en distintas partes del territorio nacional y con vocaciones distintas, definidas por las actividades económicas de la región donde se ubican. El plan también se propone difundir el idioma inglés y llegar a convertirse en un país con una fuerza laboral bilingüe. Sin embargo, dicho programa está en ciernes, y sólo con el tiempo podremos valorar sus alcances. Al día de hoy, con lo hablado con empresarios y observadores en el país, nos quedó la impresión que todavía hay un amplio margen para 103 expandir la educación técnica secundaria. Escuchamos la preocupación por la falta de becas que les permitan a estudiantes capaces poder financiar sus estudios. Esto merece ser examinado con muchísima atención. También percibimos grandes debilidades en el entrenamiento y capacitación post y extra educación secundaria. La institución central de las actividades de capacitación y entrenamiento es el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (INSAFORP), el cual recolecta un gravamen de cada empresa y luego financia el entrenamiento y capacitación de sus trabajadores. De nuestra entrevista con los empresarios, quedamos con la impresión que ellos están satisfechos, y que dados los objetivos definidos de la institución, el INSAFORP, está bien administrado y cumple con esos objetivos. (Desafortunadamente no tuvimos oportunidad de conversar con trabajadores para contrastar su posición al respecto.) Un aspecto que llamó positivamente nuestra atención es que la totalidad de los programas de capacitación son impartidos por otras instituciones, i.e. son subcontratados, y también, que las empresas son las que escogen el programa de capacitación y entrenamiento a recibir. Sin embargo, quedamos convencidos que el aporte de INSAFORP es pequeño en la formación de destrezas productivas. En palabras de un empresario, el INSAFORP es un “snack.” Las razones son variadas. Los programas de entrenamiento y capacitación son de muy corta duración, y por lo tanto, no pueden cubrir áreas más avanzadas, pues el nivel de complejidad requiere más tiempo. Segundo, El Salvador no dispone de una oferta amplia de técnicos y científicos que puedan operar de instructores de programas más avanzados. Tercero, el INSAFORP enfrenta limitantes legales que limita los trabajadores que pueden recibir entrenamiento y capacitación y que a la larga también 104 limita el tipo e programas ofrecidos. De estas limitantes legales, la que nos parece más restrictiva es el hecho que, con excepciones muy calificadas, sólo se pueden utilizar los fondos que ya la empresa haya contribuido. Por lo tanto, una empresa no puede utilizar al INSAFORP para entrenar futuros posibles trabajadores, ni individuos pueden escoger alguno de los programas ofrecidos para capacitarse y luego buscar trabajo en algunas de esas empresas. El efecto final es que los programas terminan siendo muy limitados y sobre aspectos de poca monta, y no programas de uno, dos o tres años, los cuales son necesarios para llegar a dominar los fundamentos de un oficio técnico. En resumen, al igual que las otras instituciones pro productividad en El Salvador, el INSAFORP nos parece una institución bien administrada, pero en exceso limitada en sus operaciones. Una recomendación de política es expandir el rango de acción de INSAFORP, o crear otra institución mixta o subsidiar una privada, que se encargue de programas de formación más ambiciosos y sin necesariamente requerir que los trabajadores ya estén afiliados a alguna empresa, ni que la empresa sólo pueda enviar a los trabajadores para los cuales los fondos contribuidos ya cubran los costos. Dichas operaciones deben ser dirigidas conjuntamente por el sector privado y público y PROESA debe tener poder efectivo con el fin de promover las destrezas y habilidades requeridas por los clusters de empresas que se intente desarrollar. Creemos que la injerencia del gobierno en la forma de un programa de este tipo puede ayudar a resolver un problema de coordinación en la formación de una masa crítica de habilidades y destrezas que sean requeridas por sectores productivos emergentes en el país. Para ilustrar lo útil que puede ser esta propuesta, consideremos una empresa extranjera, con una tecnología avanzada que no está en el país. Supóngase que la empresa 105 está interesada en instalarse en el país, pero para que esto ocurra, es necesario contar con una oferta mínima de trabajadores competentes, los cuales no existen en el país. Es muy probable que la empresa no esté incentivada a financiar, al menos en su totalidad, la formación de habilidades y de destrezas, esto debido a la posible rotación de los trabajadores entrenados a otras empresas y a otros problemas de apropiación posterior (problemas de hold-up), como por ejemplo, subir las demandas salariales y apropiarse de un monto mayor del excedente productivo. Debido a esto, dicha empresa no se movería nunca a un país donde no esté formada ya la fuerza laboral necesaria. Sin embargo, es posible que el país como un todo se vería beneficiado de recibir a dicha empresa, en parte por los mayores salarios que pagaría, y, en parte por la posibilidad de consolidar un cluster de empresas nacionales y extranjeras alrededor de dicha empresa, y que dicho cluster aumente la productividad agregada del país. Si el país tuviese la capacidad de participar o subsidiar en la formación de destrezas y habilidades de sus propios trabajadores, es muy posible que se encuentre una posición en la cual tanto la empresa como el país como un todo ganen. De ser así, la empresa con ayuda del gobierno y otras instituciones del país, entrenarían trabajadores locales, y eventualmente el cluster se consolidaría en el país. Nótese que en el proceso, el conocimiento se transferiría de los extranjeros a los nacionales, y parte de este se podría difundir, quizás sobre el tiempo, a otras empresas y sectores de la economía. Creemos que un caso parecido al descrito anterior es el interés de AEROMAN de expandir sus actividades. Para el país esto se vislumbra como la oportunidad de crear un cluster de aeromantenimiento y reparación de aviones usando a AEROMAN como empresa ancla (al igual que INTEL y el cluster de equipos de microelectrónica y software 106 en Costa Rica). Sin embargo, para que esto se materialice, es necesario expandir la oferta laboral competente de técnicos en aeromantenimiento. Obviamente, de no ser posible generar esa oferta laboral, AEROMAN no se expandiría, al menos no en el país. Si bien es cierto que el problema de rotación ex-post a otras empresas es mucho menor para AEROMAN que para los call-centers, pueden existir otros problemas de abuso posterior, y aunque no es cien por ciento seguro, es posible que AEROMAN no invertiría en formar destrezas y habilidades de no existir algún tipo de participación del gobierno. De hecho, fuimos informados que AEROMAN, Ministerio de Economía y PROESA, buscaron la manera que INSAFORP cubra parte de una beca para técnico en aeromantenimiento. Al parecer, la colaboración de INSAFORP se dificultó, pues requiere aprobación de la Junta Directiva para entregar financiamiento por encima de los aportes de la empresa. Entendemos que ese mismo dilema se presentó para las empresas de call center, que requerían una masa de trabajadores bilingües, una inversión que sí está plagada de problemas de rotación ex post a la inversión. Tanto en el caso de AEROMAN como en el de los call centers, es la dificultad de la Junta Directiva de INSAFORP para proveer el financiamiento era poder demostrar si, respectivamente, formar técnicos en aeromantenimiento o volver a los trabajadores bilingües tiene una tasa de retorno mayor a la de los programas que ya se están financiando. Nuestra impresión es que sí, pero al igual que los personeros de PROESA, nos resultaría muy difícil poder documentarlo. Independientemente de este o el otro caso, es muy claro que ni a través de INSAFORP ni de ninguna otra institución, el país cuenta con mecanismos para participar activamente en la formación de destrezas y habilidades nuevas que puedan atraer a empresas extranjeras 107 y formar empresas nacionales, especialmente en actividades nuevas, que tengan el potencial de dar el golpe de timón que El Salvador requiere en su productividad. Por eso consideramos fundamental nuestra propuesta de expandir los objetivos y medios de INSAFORP o de crear institucionalidad nueva que lo complemente. Finalmente, queremos mencionar los programas formales de entrenamiento a nivel interno de las empresas y la figura del aprendizaje (apprenticeship). Al igual que en el resto de América Latina, dichas instituciones son muy débiles o simplemente inexistentes. Creemos que esta es una debilidad importante, debido a que mucho del conocimiento productivo o know-how, es “tácito”, y por lo tanto, para aprenderlo y dominarlo se requiere de interacción continua y persistente entre el receptor (aprendiz) con un trabajador experto que ya lo posea. Por lo tanto, este tipo de conocimiento requiere de la participación voluntaria y consciente de ambas partes. Una gran variedad de fricciones y fallas de mercado como restricciones de crédito, selección adversa, riesgo de abuso (ex post hold-up y acción escondida) y otros pueden dar lugar a que el nivel de transacciones a partir del cual se transfiere este tipo de conocimientos sea muy bajo. En estos casos, políticas como la flexibilización temporal de salarios mínimos y de despidos, así como el subsidio temporal de los programas de entrenamiento a trabajadores nuevos, si fuesen bien diseñados, podrían aumentar la tasa de crecimiento de un país al aumentar la tasa de formación de destrezas y habilidades y de transferencia de know-how. Creemos que para el caso de El Salvador, este tipo de esquemas puede ser una parte importante de sus políticas de crecimiento de la productividad, en especial en su política de atracción de empresas extranjeras. Es decir, no sólo proponemos que el gobierno tenga la capacidad de decidir si colabora en los programas de entrenamiento que 108 las empresas contraten con terceras instituciones, vg. AEROMAN con la Universidad Don Bosco, sino que también se estudie la posibilidad de subsidiar en la formación de trabajadores al nivel interno de las empresas. En particular, recomendamos el análisis de los esquemas utilizados por países como Corea del Sur y de Irlanda al respecto. 8. Una política para la repatriación de salvadoreños Durante nuestra visita a El Salvador y en nuestra lectura de documentos recientes sobre su economía, nos encontramos con una preocupación constante por el efecto de “Enfermedad Holandesa” de las transferencias. Nuestra visión es aunque las remesas están íntimamente ligadas a la apreciación real, estas no deben verse como un mal al cual haya que atacar. Más bien creemos que se debe buscar complementar dichas remesas con la transferencia de destrezas, habilidades y know-how, que la población salvadoreña haya adquirido en EE.UU. y que puede ser útil en ampliar la reducida base empresarial del país, especialmente en los sectores populares de donde los emigrantes provienen. Las remesas son el producto de esfuerzos ingentes y en algunos casos muy dolorosos de salvadoreños que buscaron mejores condiciones de vida, y que con enviar remesas a sus familiares buscan que éstos también vivan mejor. En este sentido, las remesas son las consecuencias dinámicas de la baja productividad de El Salvador, pues si el país hubiese sido más productivo, menos salvadoreños hubiesen emigrado. Si las remesas inducen a una apreciación real es por que están incrementando la demanda interna de bienes no-transables más que la oferta de éstos. Si las remesas fueran usadas 109 para financiar proyectos de inversión que aumenten la capacidad productiva de notransables, su precio relativo más bien disminuiría, y con eso, el tipo de cambio real caería. Por lo tanto, el impacto negativo de las remesas sobre el tipo de cambio real en el fondo se debe a un problema de baja productividad, pues al no haber proyectos rentables, las remesas son consumidas y no invertidas. También vale considerar que las remesas son recibidas en los sectores más populares del país. Como señalamos anteriormente, quizás han contribuido muy significativamente en la reducción de pobreza. Para un país con la dimensión de problema en crimen y violencia como El Salvador, las remesas quizás han ayudado a contener estos problemas, lo cual, entre otros beneficios, ha permitido que el clima de negocios y de inversión no se haya deteriorado aún más. En fin, creemos que mal haría el gobierno de El Salvador si buscara restringir las remesas, ya sea mediante impuestos, encajes u otros mecanismos. Para los efectos del crecimiento del producto interno del país, creemos que más bien los esfuerzos deben dirigirse hacia la atracción de los conocimientos productivos, tecnológicos y de mercados de salvadoreños o descendientes de salvadoreños que viven en EE.UU. En nuestra presentación en FUSADES se nos recalcó el hecho que la base empresarial de El Salvador es muy estrecha, y que un efecto de primer orden para el crecimiento del país sería el poder ensancharla. Creemos que el país tiene una oportunidad interesante si lograra atraer a muchos de los emigrantes salvadoreños. En muchos casos, estos son individuos que así como conocen la cultura y otros aspectos de El Salvador y que tienen familia y amigos ahí, también tienen contactos, conocimientos culturales y de mercados en EE.UU. que sólo 110 viviendo ahí se pueden lograr. Nuestra propuesta no es necesariamente buscar repatriar físicamente a las personas, sino lograr hacer uso de su know-how en las actividades productivas del país. Esto puede hacerse de muchas formas, como facilitando la importación de bienes desde El Salvador, facilitarles las creación de negocios o el establecimiento de unidades de producción, así como el retorno de ellos y sus familias al país. Recomendamos examinar las políticas implementadas para la atracción de sus nacionales, por otros países con una población emigrante importante, como Polonia e Irlanda. En ningún momento estamos proponiendo una política selectiva de repatriación, lo que proponemos es explorar la creación de un portal de negocios del gobierno de El Salvador con sus emigrantes. Al igual que EXPORTA coordina campañas de acercamiento de los productores salvadoreños con los consumidores salvadoreños en EE.UU., así creemos que el gobierno puede iniciar una campaña, dirigida a los salvadoreños que se hayan posicionado bien en EE.UU., ya sea como empresarios independientes o como trabajadores para explorar posibilidades de negocios. Al igual que PROESA tiene departamentos especializados a la atracción de call-centers y aeronáutica, también podría haber una sección especializada en los negocios de salvadoreños en el exterior. Para finalizar, es importante notar la relación entre los problemas discutidos en estas últimas dos secciones. Por un lado notamos una debilidad en la formación de habilidades específicas a sectores con alto potencial de crecimiento, y por otro lado notamos la gran cantidad de salvadoreños residentes en los EE.UU. que han podido acumular destrezas importantes. Es obvio que existe una oportunidad para ligar estas dos 111 dimensiones de la realidad salvadoreña, de modo que exista la posibilidad de atraer trabajadores nacionales residentes en los EE.UU. para que ayuden a solventar las necesidades laborales y de conocimiento que existen en el país. 9. Referencias Blyde, J. y Fernández-Arias, E. 2007. Why does Latin America grow more slowly. Banco Interamericano de Desarrollo. Brenton, P y Newfarmer, R. Marzo 2007. Watching more than the Discovery Channel: export cycles and diversification in development. Departamento de Comercio, Banco Mundial. Ferreira, P.; Pessoa, S.; y Veloso, F.. 2008. "The Evolution of International Output Differences (1970-2000): From Factors to Productivity," The B.E. Journal of Macroeconomics: Vol. 8 : Iss. 1 (Topics), Article 3. Easterly, W, 2001. The Elusive Quest for Growth: Economists' Adventures and Misadventures in the Tropics. The MIT Press. Edwards, S. Marzo 2003. 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