Energía nuclear y transferencia de tecnología

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Energía nucleoeléctrica
Energía nuclear
y transferencia de tecnología
por H J . Laue*
Para la mayoría de los países en desarrollóla energía nucleoeléctrica está por convertirse aún en un medio práctico de
producción de calor y electricidad. Por ello, en la asistencia
técnica prestada por el OIEA a estos países predomina
la transferencia de técnicas, basadas en las ciencias nucleares,
vinculadas a los radisótopos. Estas técnicas están desempeñando un valioso papel en el tratamiento de enfermedades, la erradicación de plagas, el aumento de la producción agrícola, la mejora de la calidad de los alimentos,
la evaluación y ordenación de los recursos hídricos y el
aumento de la eficiencia en materia de producción industrial.
Apenas existen dominios por la iniciativa del hombre en
los que la ciencia nuclear no tenga aplicación. Tales
técnicas pueden incorporarse provechosamente a los
programas nacionales en materia de agricultura, recursos
hídricos y sanidad, e investigación industrial. Ayudando
a la creación de cuadros de científicos, técnicos y
administradores familiarizados con los usos económicos
de la ciencia nuclear y con aptitudes para el manejo de la
radiación en condiciones de seguridad, su aplicación en
estas esferas puede considerarse como un primer paso
hacia la utilización de la energía nucleoeléctrica. Y ello
reviste aún mayor importancia para los treinta países
en desarrollo que ya han puesto en marcha reactores
de investigación.
Cabe, pues, hacer una distinción entre la transferencia
de tecnología nucleoeléctrica, que en la actualidad reciben
unos doce países en desarrollo, y la de técnicas basadas
en las ciencias nucleares, técnicas estas últimas que tienen
aplicaciones útiles en casi todos los países en desarrollo
restantes, que son más de 120.
Energía nucleoeléctrica
La escasez de energía es siempre un obstáculo en los
países en desarrollo para proseguir éste y para elevar el
nivel de vida. Se calcula que para finales de la década
de 1990 existirán en el conjunto de los países en desarrollo un mínimo de 12 a 15 ciudades con más de 10
millones de habitantes, por los que, cuando llegue el
año 2000, la mitad de la población mundial aproximadamente vivirá en zonas muy urbanizadas. Para hacer frente
al consiguiente aumento de la demanda de energía, los
países en desarrollo necesitarán disponer de sistemas de
abastecimiento de energía muy centralizados. Y, al ser
uno de los componentes de un sistema de suministro
* Director de la División de Energía Nucleoeléctrica del
Organismo. Este artículo está basado en una comunicación
presentada en el mes de noviembre por el Sr. Laue en la Segunda
Conferencia internacional sobre transferencia de tecnología
nuclear, celebrada en Buenos Aires.
OIEA BOLETÍN, VOL.24, n°4
optimado, la energía nucleoeléctrica brindaría a este respecto
una solución evidente.
Sin embargo, son hoy solamente 13 las centrales
nucleoeléctricas que éstan en funcionamiento en solo
siete países en desarrollo, con una capacidad total de
6200 MW(e). En estos siete países y en Cuba, México y
Filipinas se hallan en construcción otras 24 centrales, que
suman una capacidad de 16 000 MW(e) aproximadamente.
En alguno otros países, las centrales se encuentran en fase
de planificación (véase la Figura 1).
Como puede verse en la Figura 2, solo un 1,3% de la
electricidad total generada en los países en desarrollo se
obtiene de centrales nucleoeléctricas. Esta cifra contrasta
con la correspondiente a todo el mundo, que es del 9%.
En 1985, la aportación nuclear a la generación total de
electricidad en los países en desarrollo estará posiblemente
en torno al 4,4%, frente al 20% del mundo industrializado,
incluyendo los países con economía de planificación
centralizada.
Esto conlleva el que la dependencia de los países en
desarrollo con respecto al petróleo de importación irá
en aumento, con todas sus consecuencias. Para el año
2010, las necesidades de los países en desarrollo en
materia de petróleo podrían ser superiores a la demanda
mundial actual.
La generación nucleoeléctrica constituye una fuente
de energía competitiva desde el punto de vista técnico
y económico, e inmediatamente asequible a escala industrial.
¿Cuáles son las causas que limitan el crecimiento de la
energía nucleoeléctrica en los países en desarrollo? ¿Qué
papel debería desempeñar el OIAE con el fin de promover
en mayor medida la transferencia de tecnología nuclear
como requisito más importante para impulsar los usos
pacíficos de la energía nuclear en estos países?
La introducción de la energía nucleoeléctrica en un
país en desarrollo entraña problemas y consideraciones
de índole especial. Por esta razón, la experiencia adquirida
en materia de transferencia de tecnología en otras esferas
del desarrollo industrial es solo en parte aplicable. En
respuesta a estos problemas de tipo especial, el OIEA ha
publicado recientemente el volumen "Guidebook on the
introduction of nuclear power" (Num. 217 de la
Colección Informes Técnicos, 1982), que proporciona
información actualizada sobre la labor previa que es
necesaria para poner en marcha un programa núcleoeléctrico en un país en desarrollo.
Las complejidades técnicas y los especialísimos requisitos de seguridad que caracterizan a un programa
19
Energía nucleoeléctrica
M
E D Encargas/planeadas
13
^ 3 En construcción
participantes profundizar en el alcance, complejidad y
requisitos de un programa nucleoeléctrico. Hasta la
fecha han recibido capacitación más de mil participantes
procedentes de unos 45 países en desarrollo.
EZ3 En explotación
12 -
Una parte importante del programa de cooperación
técnica del OIEA destinado a los países en desarrollo
es la correspondiente a las becas que proporciona el
Organismo para capacitación "en el empleo" en proyectos
nucleoeléctricos en curso y ramas industriales afines. En
1981 el OIEA concedió 65 de estas becas.
11
10
llI
9-
¡i
iI
II
¡I
Además de esto, el OIEA ha organizado un número
cada vez mayor de misiones a Estados Miembros para
asesoramiento y asistencia en materia de planificación y
ejecución de actividades coordinadas de desarrollo y
capacitación de personal con destino a programas
nucleoeléctricos nacionales.
¡
i
nona.
Figura 1. Situación de los programas nucleoeléctricos
de los países en desarrollo en julio de 1982.
nuceloeléctrico, así como los costes económicos derivados
de una explotación sin plenas garantías, hacen que sea
primordial disponer de personal muy preparado al
comienzo del programa. Por lo general, un programa de
este tipo requiere un tiempo de maduración de 10 o más
años.
La experiencia ha demostrado que las deficiencias de
personal más graves no se han dado hasta la fecha en el
nivel de los científicos e ingenieros nucleares con formación académica, personal que se encuentra en abundancia.
Es más grave la escasez de ingenieros que posean
experiencia y formación práctica en proyectos de gran
envergadura, así como de técnicos y oficiales.
Los países que emprenden un programa nucleoeléctrico
tienen que crear también la infraestructura industrial
necesaria. Sin embargo, esta actividad tiene que planificarse directamente a la par del programa de desarrollo
industrial del país y a tenor de su oferta y demanda de
energía. Para la mayor parte de los países en desarrollo no r e ^ k
sulta posible desarrollar una tecnología muy compleja ateniéndose a unos plazos razonables y empleando únicamente recursos
nacionales. La adquisición de recursos de otros países
constituye el medio habitual para obtener una nueva
tecnología. Por lo general, esto hace preciso la intervención gubernamental para poder asegurar la continuidad
de la transferencia de tecnología, que normalmente se
efectúa mediante un acuerdo bilateral de cooperación. En
la actualidad es este, con mucho, el conducto más
importante para la transferencia de tecnologías nucleares.
Juntamente con el contrato comercial correspondiente a
las centrales nucleoeléctricas o a las instalaciones nucleares,
se conciertan acuerdos bilaterales intergubernamentales.
El contrato suele prever una estrecha cooperación técnica
y administrativa entre el comprador y el vendedor. Por lo
general, concertar estos complicados acuerdos directamente entre el país proveedor y el comprador resulta más
sencillo que a través de un tercero. Argentina y Brasil
constituyen destacados ejemplos de cooperación bilateral
fructífera para el desarrollo conjunto de la infraestructura^^
industrial necesaria para un programa nucleoeléctrico.
^^
Sin embargo, la experiencia indica claramente que los
países en desarrollo que se hallan en las primeras etapas
de un programa nucleoeléctrico necesitan una asistencia
amplísima que , normalmente, solo puede prestarse
mediante la cooperación multilateral de organizaciones
internacionales.
Con objeto de ofrecer a los países en desarrollo una
información más a fondo sobre la magnitud de las
necesidades de personal, el OIEA publicó en 1980 un
volumen informativo -titulado "Manpower development
for nuclear power" (Num. 200 de la Colección Informes
Técnicos)— en el que se examinan las necesidades de personal y el nivel de preparación de éste, así como las medidas
a emprender para satisfacerlas.
Por lo tanto, en la asistencia técnica del OIEA a sus
Estados Miembros se ha prestado atención creciente a
los estudios objetivos de planificación nucleoeléctrica y,
en particular, a las condiciones previas o requisitos de la
implantación de la energía nucleoeléctrica, así como a
la definición de estos requisitos para cada Estado Miembro*.
En 1975 el OIEA puso en marcha un conjunto de cursos de capacitación destinado a la transmisión de
experiencia en todos los aspectos de la planificación de
programas nucleoeléctricos, la ejecución de proyectos y
la explotación de centrales eléctricas. Estos cursos han
sido muy valiosos por cuanto han permitido a los
* Se hallará una discusión más amplia de la labor del
Organismo en esta esfera en el artículo de L.L. Bennett y cois. :
"Evaluación económica de la función de la energía nucleoeléctrica
en los países en desarrollo: tipos de ayuda que puede prestar el
Organismo", publicado en el Boletín del OIEA, Vol. 24, Num. 3
(sept. 1982).
20
OIEA BOLETÍN, VOL.24, n°4
Energía nucleoeléctrica
Argentina
(2 centrales)
1985
ESI Países industrializados
25
C U Países en desarrollo
E%i Total mundial
20
15
10
4.4
1.3
1980
1985
a)
Filipinas
(1 central)
b)
Figura 2. a) Proporción estimada de la electricidad generada por las centrales nucleares en la totalidad
de la producción eléctrica mundial,
b) Número estimado de reactores nucleares en explotación en los países en desarrollo.
Los proyectos de cooperación con el Organismo abarcan
también problemas más específicos, tales como los de
dimensión y estructura de las redes, aspectos económicos
y financieros, infraestructura de organización e industrial,
seguridad, garantía de calidad, y gestión de desechos
radioactivos. Para la prestación de asistencia, el OIEA
coopera muy frecuentemente con otras organizaciones
internacionales, como el PNUD, la UNESCO y el Banco
Mundial*.
Para desempeñar eficazmente sus tareas, el OIEA se ha
visto obligado a desarrollar primero los elementos
instrumentales con que evaluar las necesidades energéticas
en general, así como las de electricidad y las de energía
nucleoeléctrica, en relación con los planes de desarrollo
económico y con otros factores. Por supuesto, las necesidades futuras de energía nucleoeléctrica, y el papel que
corresponde a esta energía, solo pueden analizarse con
criterio realista dentro del marco de la situación futura
de la oferta y la demanda totales de cada país en particular.
Seguridad nuclear y gestión de desechos
Otro aspecto importante a considerar es la cooperación
internacional en materia de seguridad nuclear, ya que
cualquier accidente nuclear importante puede frenar
* Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD);
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Cultura (UNESCO); Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento (BIRF).
OIEA B O L E T Í N , V O L . 24, n° 4
seriamente la expansión del uso de la energía nucleoeléctrica.
Por lo tanto, la asistencia a los países en desarrollo en
materia de seguridad nuclear debe rebasar ampliamente
el marco de la mera transferencia de tecnología. En primer
lugar, es esencial, en los países que inician un programa
nucleoeléctrico, que el Gobierno establezca un órgano
reglamentador encargado de la totalidad de las actividades
gubernamentales de vigilancia y control con respecto a
cuantos problemas guarden relación con la seguridad y
la protección del medio ambiente durante las fases de
elección de emplazamiento, construcción, puesta en
servicio, explotación y clausura de las centrales nucleares
e instalaciones nucleares radicadas dentro de sus fronteras
nacionales.
Debido al carácter internacional de los problemas de
seguridad, los órganos internacionales facilitan ya a los
países en desarrollo una base muy valiosa para la
seguridad de las centrales nucleares. Por ejemplo, el
sistema de limitación de dosis de la CIPR* exige que no
se autorice ninguna práctica que entrañe exposición a
* Comisión Internacional de Protección Radiológica. La
CIPR, órgano de expertos independiente y no gubernamental,
se creó en 1928 para recomendar las dosis máximas de radiaciones
a las que podían someterse las personas en condiciones de
seguridad. Las recomendaciones de la CIPR vienen siendo
aceptadas umversalmente desde hace 50 años, tanto por los
órganos nacionales como internacionales que se ocupan de la
protección radiológica.
21
Energía nucleoeléctrica
radiaciones ionizantes, a menos que esa práctica produzca
un efecto neto positivo, y que ninguna exposición individual sobrepase determinados límites de radiación.
El Programa de normas de seguridad nuclear del OIEA
(Programma NUSS)* ha facilitado un conjunto internacionalmente aprobado de códigos de práctica y guías
de seguridad para las centrales con reactores térmicos en
materia de organización gubernamental, elección de
emplazamiento, diseño, explotación y garantía de calidad.
Estos documentos cumplen ya una función importante en
la transferencia de tecnología —inclusive la que refleja
los conocimientos de los expertos en materia de seguridadde los países desarrollados a los países en desarrollo,
puesto que aprovechan el asesoramiento de los más destacados expertos del mundo.
Los reglamentos para el transporte en condiciones de
seguridad de materiales radiactivos, que el OIEA elaboró
por primera vez en 1961, se utilizan hoy día en todo el
mundo. Estos reglamentos permiten el rápido intercambio
transnacional de toda clase de materiales radiactivos.
Estas normas de seguridad, junto con la información
suplementaria para su aplicación, representan un logro
considerable. Documentan claramente la política de
seguridad, sus requisitos principales y métodos comprobados de satisfacerlos. Las normas están a disposición de
todos los países.
Por otra parte, hay que admitir que las normas de
seguridad representan solo una parte de la tarea a realizar
en el campo de la normativa nuclear y radiológica. Un
país que se encuentre en las primeras etapas de un programa nucleoeléctrico tropieza con difíciles problemas
al enfrentarse con una tecnología sumamente compleja.
Por ello, el OIEA está ampliando sus servicios de asesoramiento para ayudar a resolver tales problemas. El
procedimiento generalmente adoptado consiste en
organizar misiones de seguridad compuestas de expertos
de competencia reconocida que visiten el país que
solicita asistencia. El objetivo es establecer un contacto
directo entre los expertos del país en desarrollo interesados
y los expertos de los países desarrollados, de modo que,
en estrecha cooperación puedan diagnosticar el problema,
concebir medidas apropiadas y aplicarlas.
Durante muchos años, se han organizado también
misiones para estudiar las cuestiones relativas al
emplazamiento de reactores -empezando por los de
investigación y siguiendo con los de potancia- en
países en desarrollo. En el momento actual, se están
organizando varias misiones de esta clase a fin de preparar
información relativa al emplazamiento destinada a los
proyectistas de las plantas, y de coadyuvar a la selección
del emplazamiento.
Se han organizado otras misiones para examinar la
construcción y puesta en servicio de centrales nucleares.
Más recientemente, se han creado equipos destinados a
examinar las cuestiones de seguridad operacional, a fin de
ayudar a los órganos de reglamentación de los países en
desarrollo a examinar la seguridad de explotación de la
planta con objeto de mantener, o incluso aumentar, el
* Véase el artículo del Sr. Andres en el suplemento del
Boletín del OIEA de septiembre de 1982, en el que se describe
el programa NUSS.
22
nivel de seguridad logrado en el momento de la puesta
en servicio de la misma.
Se han organizado también misiones para ayudar a
preparar planes de emergencia para las centrales nucleares.
Aunque la industria nuclear hace todo lo posible por
evitar accidentes, hay que organizar planes de emergencia
para mitigar sus posibles consecuencias, en el caso improbable de que se produzca uno de ellos.
Una de las cuestiones más importantes planteadas por
la opinion pública en los países industrializados ha sido
la evacuación en condiciones de seguridad de los desechos
radiactivos y, especialmente, de los de alta actividad. Ello
se debe en parte a la insuficiente atención prestada hasta
ahora a esta cuestión en los países industriales. Lo que
ahora se pide son pruebas tangibles de evacuación en
condiciones de seguridad, es decir, una demostración.
Por lo tanto, sería prudente que los países que deseen
implantar la energía nucleoeléctrica en su territorio
planifiquen las etapas iniciales de sus programas en lo
tocante a cuestiones tales como el almacenamiento de
combustible agotado, evacuación de desechos y clausura
de centrales. Los costos de estas actividades se incluirían *
en el precio de la electricidad.
^
El programa del Organismo en esta esfera, además de
brindar oportunidades para un intercambio de información,
comprende la compilación de datos e información, a fin
de facilitar orientación a todos los Estados Miembros
sobre todos los aspectos de la evacuación de desechos,
es decir los tecnológicos, los de reglamentación y los
ambientales. El trabajo se ha dividido en tres subcomponentes, a saber: manipulación y tratamiento de desechos
radiactivos, evacuación subterránea de desechos y de
aspectos ambientales de la energía nuclear.
Con respecto a los programas nucleoeléctricos de menor
envergadura de los países en desarrollo, parace que
merece la pena, tanto desde el punto de vista económico
como desde el punto de vista de las salvaguardias,
continuar las empresas cooperativas, como los centros
multinacionales del ciclo del combustible propuestos por
el OIEA. Sin embargo, aunque la viabilidad técnica de
tales centros parece fuera de toda duda, los problemas
que se plantean en torno a los necesarios arreglos
ú
internacionales siguen sin resolver.
Aspectos económicos y comerciales
Un problema específico de los países en desarrollo es
el abastecimiento de uranio. El OIEA, en cooperación
con la Agencia para la Energía Nuclear (AEN) de la
OCDE, ha identificado recientemente 35 países en desarrollo con buenas posibilidades de minería, pero con
actividades de exploración actualmente inadecuadas. De
los 17 países en desarrollo que han comunicado sus
recursos de uranio al OIEA, solamente ocho han iniciado
un programa nucleoeléctrico y solamente dos han
comunicado alguna producción de uranio en el momento
actual. En vista de la disminución continua de los precios
del uranio, que han pasado de unos 112 dólares EE.UU.
por kilogramo a menos de 40 dólares por kilogramo, para
entrega inmediata los países en desarrollo parecen tener
pocas esperanzas de atraer capital para nuevas actividades
de exploración de uranio y para su minería y tratamiento.
No obstante, el OIEA ha ayudado a más de 30 países en
OIEA B O L E T Í N , V O L . 2 4 , n° 4
Energía nucleoeléctrica
desarrollo a localizar y explotar recursos de uranio y a
mejorar los aspectos económicos y la eficacia de sus
operaciones de minería y tratamiento.
Debido a las grandes inversiones que los programas
nucleoeléctricos requieren, la financiación puede
constituir otro factor limitativo para los países en desarrollo. Sin embargo, las economías que se logran a largo
plazo en los costes de combustible gracias a tales programas,
deberían brindar un incentivo para resolver el problema
de hallar capital de inversión*.
Una estimación simplificada de la inversión total
necesaria para una central nuclear de 600 MW(e) es del
orden de 1000 a 1500 millones de dólares EE.UU. al
tipo de cambio cambio de 1982. Esta estimación se basa
en los costes de inversión de 1500 a 2500 dólares por
kWh de capacidad instalada. Los costes reales dependerán
de la infraestructura disponible, el coste de transición a un
voltaje más elevado y el coste de ampliación de transmisión
y distribución.
Está claro, pues la financiación de un programa núcleoeléctrico debe considerarse como un esfuerzo nacional
importante que requirere arreglos apropiados de financiación a largo plazo. No obstante, hay que reconocer que
el programa nucleoeléctrico no será sino de los diversos
programas de desarrollo que se disputarán los fondos de
inversión disponibles. Al considerar la energía nucleoeléctrica, los Gobiernos no deben excluir la posibilidad
de que, en el caso de un país determinado, otras opciones
y tecnologías resulten más apropiadas.
Otro factor importante que ha limitado la introducción
de la energía nucleoeléctrica en los países en desarrollo ha
sido la relativa escasez de reactores de pequeña y mediana
potencia. Una excepción la constituye el reactor de agua
a presión de 440 MW(e) de la Unión Soviética, que todavía
se construye y se exporta. Si se contase con centrales
todavía menores, de entre 200 y 400 MW(e), podrían
contribuir a satisfacer las necesidades de electricidad en
otros países en desarrollo con redes eléctricas pequeñas
y relativamente poco interconectadas.
Los estudios actuales indican que, con los elevados
precios actuales del petróleo, las centrales nucleares
podrían competir económicamente con las centrales
alimentadas por petróleo en capacidades de tan solo
200 MW(e), aproximadamente. En más, se está despertando ahora un nuevo interés por parte de los suministradores, que se ha traducido en algunos nuevos diseños en
la gama de 200—400 MW(e) y en diseños actualizados para
centrales de 600 MW(e).
Sin embargo, debe admitirse que "lanzarse" por el
camino nuclear con un reactor de poca potencia
supone aceptar prácticamente los mismos empeños de
alta tecnología —en cuanto a personal, infraestructura y
transferencia de tecnología— que habrían de asumirse
si el reactor fuera de gran potencia.
Este problema de los reactores de pequeña y mediana
potencia viene siendo, desde hace mucho tiempo, una
preocupación del OIEA. Aunque el Organismo está
* Véase el artículo del Sr. Rovani en la página 24 del presente
número del Boletín del OIEA.
OIEA BOLETÍN, VOL.24, n°4
dispuesto a ayudar a los Estados Miembros a evaluar hasta
qué punto les interesan los reactores de poca potencia,
ayudándoles a llevar a cabo estudios de planificacion.de
la energía y a realizar evaluaciones técnicas de los
diseños y componentes importantes, su Estatuto le prohibe
proporcionar la financiación. Refiriéndose a este problema
en la Conferencia internacional sobre la experiencia adquirida en la esfera nucleoeléctrica, celebrada en Viena en
1982, un Estado Miembro propuso la creación de un
proyecto de demostración de una pequeña central nuclear
financiado internacionalmente y coordinado por el OIEA.
Esto parece constituir un método interesante digno de
mayor examen.
Sin embargo, las restricciones al comercio nuclear son
también políticas. La transferencia de materiales nucleares,
equipo y tecnología de carácter delicado ha de basarse en
un sistema internacional de salvaguardias eficaz, merecedor
de aceptación y respeto universales. A este respecto, deben
mencionarse los trabajos del Comité para Asegurar los
Suministros (CAS) como un intento de crear un marco
para los suministros nucleares conforme a consideraciones
de no proliferación aceptadas mutuamente. Por ello, el
CAS está tratando de fomentar el comercio internacional
nuclear, elaborar mecanismos de apoyo mutuo en caso
de interrupciones de suministros, y contribuir a mantener
un régimen de no proliferación.
Técnicas basadas en las ciencias nucleares
La mayor parte del programa de transferencia de
tecnología del OIEA -financiado con propios recursos, del
PNUD y de determinados Estados Miembros- se refiere
a la aplicación de técnicas basadas en las ciencias nucleares
en los países en desarrollo. Dentro del marco de este
programa, el Organismo organizó en 1981 programas de
becas para unas 600 personas en diversos campos de las
técnicas nucleares e isotópicas. En el mismo año, se
facilitaron los servicios de unos 400 expertos para proyectos
en más de 60 Estados Miembros, así como equipo
especializado por valor de 10 millones de dólares EE.UU.
En un esfuerzo único dentro del sistema de las
Naciones Unidas, el Organismo ha desarrollado también
un programa sustancial de apoyo a las investigaciones de
institutos situados en unos 60 países distintos. Más de
tres cuartas partes de los fondos concedidos anualmente
se destinan a apoyar una serie de programas coordinados
de investigación. Aunque la gran mayoría de los temas
pertenecen al campo de la tecnología isotópica, existen
también programas importantes en esferas tales como la
radiobiología y la tecnología de reactores.
Hace más de un decenio, en un esfuerzo por facilitar
un método más integrado para la transferencia de
tecnología, el Organismo inició un Acuerdo de Cooperación
Regional en Asia y el Pacífico. Con ello ha sido posible
abordar de forma multidisciplinaria las necesidades de la
región. Este año se ha iniciado un proyecto de cooperación
técnica en gran escala que supondrá unos 12 millones de
dólares EE.UU. a lo largo de los próximos seis años. Casi
la mitad de esta suma será proporcionada por los propios
Estados Miembros. En vista de los resultados de este
programa en Asia y el Pacífico, el Organismo está
considerando la posible conveniencia de un programa
similar para los países latinoamericanos.
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