CURADO DEL HORMIGON EN PAVIMENTO Porqué, cuándo y

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CURADO DEL HORMIGON EN PAVIMENTO
Porqué, cuándo y cómo debe realizarse
El correcto curado del hormigón es fundamental para lograr un pavimento
resistente, durable y de bajo costo de conservación, es decir, de buen
comportamiento en servicio.
Es
necesario
para
asegurar
la
hidratación
del
cemento
y
consecuentemente el endurecimiento del hormigón y el mejoramiento de
sus propiedades básicas de resistencia e inalterabilidad de volumen y
durabilidad, bajo la acción de los agentes climáticos.
El curado debe materializarse lo antes posibles después de las operaciones
de terminación superficial, pues el mejoramiento de las propiedades
citadas del hormigón es muy rápido durante su primera edad.
En resumen, el curado consiste en mantener al hormigón en determinadas
condiciones, seguramente controladas, durante un lapso dado.
La condición primaria es el mantenimiento en el hormigón de un contenido
mínimo de humedad. Como condición complementaria el hormigón debe
ser mantenido a una temperatura razonable constante. También es
importante, durante este período, evitar impactos y vibraciones, en las
cercanías del pavimento, que puedan afectarlo.
El tiempo de curado depende de varios factores, siendo las más
importantes: el método adoptado, la temperatura a que tiene lugar el
curado, la velocidad de hidratación del cemento y la disponibilidad de
suficiente humedad. En términos generales cuanto más prolongado es el
periodo de curado, mejores son los resultados logrados. El periodo mínimo
recomendado es de siete días, utilizando cemento portland normal.
El hormigón puede mantener el contenido de agua necesario para su
curado, mediante dos métodos: 1) suplementando la humedad del
hormigón por inundación, aspersión o cubrimiento de la superficie del
pavimento con un material humedecido, y 2) cubriendo esta superficie,
para impedir las pérdidas de humedad por evaporación, con papeles
impermeables, láminas de polietileno o regando un compuesto líquido
especial que forme una película o membrana impermeable.
La inundación requiere la construcción de tierra en el perímetro del
pavimento, de modo de confinar el agua de curado en esa zona y evitar su
pérdida. Este método de curado es muy efectivo para prevenir la pérdida
de agua y mantener una temperatura constante en el hormigón.
El uso de este método tan efectivo está cayendo en desuso,
exclusivamente por razones económicas, derivadas de la mayor necesidad
de mano de obra.
La aspersión o rociado continuo de agua, puede obtenerse mediante picos
especiales que distribuyen el líquido en forma constante y finalmente
pulverizado, sobre las superficies vistas del hormigón. Si la aspersión no
es continua, se corre el riesgo de someter al hormigón a ciclos de
humedecimiento y secado con la consecuente producción de fisuras y
grietas.
Las desventajas de este sistema con su costo relativamente alto y la
necesidad de una supervisión muy cuidadosa.
Las cubiertas de materiales humedecidos, como tierra, arena, paja o
pasto, no se usan con la amplitud de otros sistemas por los altos costos
que involucran los materiales y la mano de obra requeridos. Además
alguno de estos materiales pueden manchar la superficie del hormigón.
El espesor mínimo de la cubierta de tierra o arena debe ser de 5 cm y
tratándose de paja o pasto de 15 cm. Está cubierta debe mantenerse
continuamente húmeda.
El curado de este tipo puede realizarse más eficientemente con una estera
o arpillera de algodón u otro textil, humedecidos. Estos textiles reflejan la
luz y pueden ser previamente tratados para resistir el fuego y la
putrefacción.
Este sistema, utilizando arpillera humedecida, ha sido muy empleado en el
país, para el curado inicial, seguido por el de inundación, previa
construcción de pequeños diques de tierra.
Debe mantenerse sobre la superficie del hormigón una visible película de
humedad durante el periodo de curado.
La cubierta de papel impermeable es un medio eficiente para retener la
humedad y ofrecer la significativa ventaja de eliminar la necesidad de
riegos periódicos.
Las láminas de papel deben tener el mayor ancho posible y sus bordes
deben solaparse en la medida adecuada (45 cm) para impermeabilizar
efectivamente la superficie que cubre. Es también importante usar un
papel de color claro y que no manche al hormigón.
Las láminas de polietileno proveen un buen sistema de curado. No deben
ser transparentes porque ello facilitará la absorción del calor y daría lugar
a la producción de fisuras en el hormigón. Una de las ventajas de estas
láminas, cuando su espesor es el adecuado, es la de poder utilizarlas
varias veces. Debe cuidarse de no adherir las láminas a la superficie del
hormigón, pues ello trae como consecuencia la producción de superficies
excesivamente lisas e inconvenientes para el frenado de los vehículos con
los rodados neumáticos.
Los compuestos para la formación de una membrana o película superficial
impermeable, correctamente aplicados, ofrecen uno de los sistemas mas
fáciles para el curado del pavimento. Pueden ser aplicados mediante
equipos accionados manual o mecánicamente. Debe cuidarse que la
superficie sea efectivamente cubierta con la cantidad especificada del
compuesto, para lograr un curado efectivo.
Una sola aplicación del compuesto puede ser eficiente, sin embargo, en
caso de duda, especialmente cuando se lo aplica manualmente, para
lograr un seguro cubrimiento de la superficie del hormigón, se
recomiendan dos aplicaciones. La segunda aplicación debe efectuarse en
ángulo recto con respecto a la primera. Los compuestos pigmentados de
blanco permiten obtener los mejores resultados al facilitar la distinción de
las superficies cubiertas.
La selección de un procedimiento de curado en una obra determinada, es
fundamentalmente un problema económico.
Idealmente el mejor procedimiento es el de costo más bajo, que presente
el mínimo de interferencias con las demás operaciones que deben
realizarse en el obrador y de los mejores resultados bajo las condiciones
climáticas de ampliación.
El hormigón puede ser curado con éxito con temperaturas muy variables,
pero deben adoptarse algunas precauciones en épocas de temperaturas
extremas.
Temperaturas inferiores a 4°C reducen considerablemente la velocidad de
endurecimiento del hormigón. Estas temperaturas de congelación
interrumpen el proceso de hidratación del cemento y pueden causar un
daño permanente si el hormigón es penetrado por la helada. Con
temperaturas extremadamente bajas, los agregados de las mezclas
deberán calentarse de modo que el hormigón pueda ser vaciado a
temperaturas superiores a 10°C. La temperatura debe ser mantenida
durante todo el periodo de curado, protegiendo al hormigón con cubiertas
aislantes de algodón, o abrigos temporarios y calor artificial. Al finalizar el
período de curado deben retirarse las protecciones establecidas cuidando
que la temperatura en el hormigón no descienda más de 22°C en un lapso
de 24 h.
La protección establecida no debe retirarse antes que el hormigón haya
alcanzado una resistencia a la comprensión de 100 kg/cm2.
En este estado los poros del hormigón no contienen suficiente agua para
producir daño al hormigón por congelación.
Cuando se emplee calor artificial, es importante mantener el hormigón
constantemente húmedo. El proceso de calentamiento localizado que
cause agrietamiento.
También debe adoptarse precauciones especiales cuando el vaciado del
hormigón ocurra bajo condiciones climáticas que puedan elevar la
temperatura del hormigón por arriba de 21°C. La rápida evaporación de la
humedad produce apreciables cambios volumétricos y el agrietamiento del
hormigón semiplástico. Con tiempo extremadamente caluroso los
agregados de la mezcla deben ser previamente enfriados. En este caso la
pérdida de humedad por evaporación debe prevenirse, levantando toldos,
barreras contra el viento y rociando agua en forma de niebla.
Debe cuidarse especialmente el curado de los bordes o juntas del
pavimento. Estructuralmente éstas son las partes más solicitadas del
pavimento y un curado pobre e ineficiente acentuará cualquier falla del
pavimento. Cuando se emplea la membrana o película impermeable para
el curado, durante su aplicación se protegerán las partes verticales de las
juntas, para asegurar que el material de sellado adhiera a las mismas.
Esta protección no debe interferir con el curado apropiado de la superficie
de la losa en las vecindades de la junta.
Siempre que no existan circunstancias especiales, no es aconsejable
acelerara el proceso del curado. El periodo de curado puede acortarse
agregando un aditivo especial (por ej. cloruro de calcio) al cemento
portland normal o usando un cemento de alta resistencia inicial. Esta
aceleración del curado es necesaria cuando un pavimento, o su superficie
separada, debe ser rápidamente habilitada al tránsito, o durante tiempo
frío. El lapso de curado debe ser establecido previamente ensayando
probetas preparadas y mantenidas en las condiciones previstas para las
obras.
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