PELEAS EN LA CUP POR ARTUR MAS

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POLITICA
Los del ‘no’ tajante frente a los del ‘sí’ más práctico
El futuro de Artur Mas está en manos de la militancia de la CUP, que este 27 de
diciembre decide en asamblea si la formación apoya o no su investidura y, por tanto, la
convocatoria el 10 de enero de unas nuevas elecciones. Desde Endavant, uno de los
grupos nucleares de CUP al que pertenece la diputada Anna Gabriel, se oponen a que
el presidente en funciones continúe en el cargo recordando que CDC está siendo
investigada por casos de corrupción. En Poble Lliure, el otro partido base de la CUP, que
apoya a Antonio Baños, son más favorables a avanzar cuanto antes hacia el
independentismo. El exdiputado David Fernàndez, referente en la formación, espoleaba
hace unas semanas la división interna; proponía el voto a favor de dos parlamentarios y
la abstención del resto para no detener el procés.
rtur Mas estará muy pendiente
este domingo, 27 de diciembre,
de lo que ocurra en la asamblea
de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), donde la militancia ha sido convocada para decidir sobre un eventual pacto con Junts pel Sí que pasaría por apoyar la
investidura del líder de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
Una decisión histórica que se tomará justo tres meses después de la celebración de
la elecciones del 27-S, apurando el plazo
para una eventual petición a la presidenta
del Parlament, Carme Forcadell, de la convocatoria de una sesión de investidura antes
de la fecha límite del 10 de enero. Porque
ese día, de no haber acuerdo entre las fuerzas independentistas, deberá anunciar unos
nuevos comicios que habrían de celebrarse
en el primer trimestre de 2016.
Endavant-OSAN (Organización Socialista
de Liberación Nacional) y Poble Lliure, los dos
sectores mayoritarios de la formación anticapitalista, permanecen enfrentados entre dos
posturas que podrían abrir una brecha en la
CUP tras la votación de este fin de semana;
ser consecuentes y no apoyar al líder de un
partido investigado por corrupción o asegurar
el ‘procés’ ahora que hay una mayoría inde14
S. RUIZ
A
Por V. M.
Fernàndez propone a la CUP darle dos votos a Mas.
En la asamblea
informativa de
noviembre se impuso
el ‘no’ a la investidura
de Mas
21 de diciembre de 2015–10 de enero de 2016. nº 1136
S. RUIZ
PELEAS EN LA CUP POR
ARTUR MAS
Poble Lliure, el sector que apoyó al independiente Baños para que liderara
pendentista en el Parlamento catalán.
Los primeros, cuyo origen se encuentra en
las zonas urbanas y se remonta al año 2000,
han manifestado que Artur Mas es “el eslabón de unión entre el proyecto de refundación de España y las aspiraciones de la mayoría de Cataluña a la soberanía”. “Sin Mas
de presidente se disolvería el discurso del independentismo como excusa para tapar la
corrupción y desaparecería el cordón sanitario que se ha construido a su alrededor con
los recortes” y los casos investigados, añaden en un comunicado donde también reivindican que la CUP ha propuesto “medidas de mínimos no sólo asumibles para la
mayoría de Junts pel Sí, sino también presentes y en su programa político”.
El comunicado lo hicieron público de cara a la asamblea convocada el 29 de noviembre para debatir las negociaciones con
Junts pel Sí y el sentido del voto de sus diputados en la investidura del presidente de
la Generalitat. En esa reunión, de carácter
informativo y no decisorio, participaron más
de 1.200 militantes y se impuso el no a Mas
con 823 votos, frente a 434 partidarios de
un sí condicionado, 139 de esperar a decidir después del 20-D y 574 a favor de unas
nuevas elecciones.
En la asamblea vinculante de este próximo
domingo cuatro escenarios se someterán a
la
S. RUIZ
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ra
la candidatura de la CUP el 27-S, es partidario de favorecer el proceso constituyente, mientras que Endavant, donde Anna Gabriel es su cabeza visible, se opone a la investidura de Mas.
votación -al cierre de esta edición, pendientes de su aprobación en una reunión del pasado sábado-; dos contemplan un Consejo
de presidencia liderado por Mas y otros dos
avocarían a la convocatoria de elecciones si
Junts pel Sí no propone otro candidato.
Anna Gabriel, portavoz de la CUP en el Parlament catalán y responsable con Antonio Baños de llevar las negociaciones de la formación anticapitalista con Jordi Turull, de CDC,
y Marta Rovira, de ERC, para la investidura, es
la cabeza visible de Endavant, el sector más
crítico con Artur Mas y el más consecuente
con su postura frente a la corrupción que, si
bien no ha tocado directamente al presidente
el funciones, afecta de lleno a su partido, CDC,
investigado en los tribunales de justicia. Como ella, los también diputados Gabriela Serra, Benet Salellas y Josep Manel Busqueta se
han manifestado en contra de dar sus votos a
Mas, si bien no militan en Endevant.
Frente a la postura de este sector está la de
Poble Lliure, grupo al que pertenece el diputado Albert Botran y que apoyó a Baños,
activista en la plataforma independentista
Súmate, para ser el número uno de la candidatura de la CUP en las elecciones catalanas celebradas el 27-S. Esta organización
se constituyó en noviembre de 2014 como
heredera de la tradición política del Movimiento de Defensa de la Tierra (MDT).
Abstención en las
generales
A diferencia de Convergència y ERC, la CUP
no ha concurrido a las elecciones generales
celebradas este pasado domingo. Sin embargo, sí han intervenido en campaña. Su lema:
“20-D Abstención!”
El Consejo Político de la formación decidió
no participar en estos estos comicios –nunca
lo había hecho–porque hacerlo era legitimar
“un marco político e institucional que encarna en sí mismo la negación de los derechos
nacionales, políticos y sociales de los Países
Catalanes”, declaraba la semana pasada en
rueda de prensa Natàlia Sànchez, miembro
del Secretariado Nacional, junto a los diputados Anna Gabriel, Albert Botran y Gabriela
Serra y al también miembro del Secretariado,
Xevi Generó.
Él fue quien contestó sobre la postura del
exdiputado de la CUP, Quim Arrufat, ante el
20D, quien dijo que si tuviera que votar lo haría por EnComúPodem, la marca de Pablo Iglesias en Cataluña. “Era una suposición y una
opinión personal”, declaró Generó, pidiendo
tener en cuenta que lo dijo cuando en una entrevista se le preguntó por un supuesto.
Más moderado, el sector considera que
“sustituir la batalla política actual para reivindicaciones reformistas sin perspectivas
estratégicas es hacer el juego al poder opresor”. Según ha explicado, hacerlo significa
“abandonar el apoyo a los objetivos actuales e inmediatos del independentismo -forzar la ruptura y construir la República Catalana- con la excusa de una hipotética mejora en la correlación de fuerzas en un futuro
inconcreto”, que considera un “engaño que
esconde posicionamientos políticamente inmovilistas”.
Poble Lliure es partidaria de aprovechar la
oportunidad histórica que se les presentó el
pasado mes de septiembre y emprender con
Junts pel Sí el proceso constituyente a cambio de imponer un paquete de políticas sociales que, parece, no sería un problema para Mas. No hacerlo implica, inevitablemente, ir a unas nuevas elecciones. Y unas nuevas elecciones no tendrían el carácter plebiscitario del 27-S para movilizar como entonces al electorado a favor de la independencia pero sí acusarían el desgaste por no
haber logrado avanzar en tres meses de negociaciones, por lo que temen que la mayoría secesionista en el Parlamento corra el
peligro de no volver a repetirse.
Por eso desde este sector celebraron el artículo que publicara en el diario Ara el ex-
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TRIBUNA
Por Miguel Ángel Aguilar
Paisaje para después del
escrutinio
E
l lector debe quedar advertido de que estas líneas se escriben el jueves día 17 aunque sólo aparezcan a su disposición el lunes 21. Es decir, cuando nada se sabe del resultado del escrutinio
electoral que de manera ejemplar como
sucede en nuestro país estará disponible
antes de las 24 horas. Las encuestas han
diferido en la estimación de las preferencias pero han sido coincidentes en registrar el alto porcentaje de indecisos, lo cual
ha añadido dosis de incertidumbre a los
pronósticos anticipados. A cuatro días vista
se considera un hecho
adquirido, como gusta
decir José Manuel Calvo, tanto la evaporación de cualquier mayoría absoluta como la
de aproximaciones a
los 175 escaños al modo de la UCD de Adolfo Suárez que pudieran
permitir un gobierno
asistido desde fuera con escaños complementarios de menor cuantía.
En definitiva, el paisaje para después del
escrutinio es de necesaria coalición capaz de sumar en alguna dirección. El juego político se presenta mucho más abierto. Se han recogido las cartas de la baraja y cuando los electores han procedido
a repartirlas estaban sentados a la mesa
nuevos jugadores con posibilidades reales de salirse con la suya. Todos los contendientes han evitado comprometer sus
alianzas pero de manera explícita y reiterada han excluido prestar sus escaños para la investidura del candidato del Partido
Popular, Mariano Rajoy. Cualquier aproximación al cabeza de lista pepero se ha
considerado contaminante. Tuvimos el
¡Maura, no! que dio paso a gobiernos con-
servadores bajo otras presidencias y tenemos el ¡Rajoy, no! instalado entre sus posibles aliados. El actual presidente en funciones se ha convertido en un imposible
lógico.
La cuestión es si puede conjeturarse algún acuerdo con un PP que incluyera el
descarte de Mariano Rajoy. Cobraría así
todo el sentido la terca decisión de nuestro registrador preferido de mantener a su
nombre la plaza del registro de Santa Pola. Sería un alivio para el erario público
liberado de atender las necesidades que
sobrevendrán a quien
se verá obligado a desalojar la residencia
presidencial de La
Moncloa. Tal vez de
manera previsora para
esa eventualidad en los
carteles de las calles
madrileñas figura también la número dos Soraya Sáenz de Santamaría en una foto de
primer plano que contrasta con la de su jefe al que se ve sentado a la mesa de despacho para componer
el cuadro y hacer bueno el lema de España en serio. Pero qué España en serio cabría de la mano de quien ha perdido toda credibilidad sosteniendo en su entorno toda clase de abusadores y cómo puede presentarse en público quien ha estado tratando de ampararse en el yo no he
sido o yo no sabía nada. La honradez personal es un supuesto de partida de los responsables políticos en activo pero sabemos que les incumbe también la honradez de cuantos forman parte de su entorno en el Gobierno y en el partido. Hagan
juego señores a partir de los escaños que
les haya conferido el electorado llamado
a las urnas el domingo y sepan que con
ustedes el país se la juega. Veremos. l
El día después
de la jornada
electoral es de
necesaria
coalición capaz
de sumar en
alguna dirección
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21 de diciembre de 2015–10 de enero de 2016. nº 1136
diputado de la CUP, David Fernàndez, después de la asamblea de noviembre. Titulado Salir de él, en él sugiere que la izquierda
anticapitalista ceda dos votos para desbloquear la investidura de Artur Mas como presidente a cambio de un “plan de choque real y concreto” en materia social para evitar
que se encalle el proceso soberanista.
Fernàndez, que ha reconocido las “tensiones y dificultades” en la negociación “en parte bien lógicas” puesto que entre los interlocutores se encuentran “dos proyectos tan antagónicos” como los de CDC y la CUP, asegura que unas elecciones en marzo “no es ninguna alternativa”. Por eso, considera conveniente “trazar la línea de un mínimo común
denominador” que permita el “desbloqueo del
bucle y el deshielo para pasar pantalla”.
Las reacciones a la propuesta del exdiputado han vuelto a evidenciar las dos almas
que conviven en la formación anticapitalista. El activista Pau Llonch, referente de Endavant, ha lamentado el criterio favorable a
Las reacciones a favor
y en contra de la
propuesta de David
Fernàndez evidencian
la división en la CUP
una investidura condicionada de Fernàndez
y a través de Twitter ha asegurado: “Lo han
conseguido, han conseguido destrozarnos”.
Por medio de la misma red social, Gabriela
Serra decía: “aquí no se mueve nadie. Ninguna individualidad por encima de la colectividad. El 27-D decidiremos”.
A su favor en cambio se han manifestado
el impulsor del manifiesto Crida Constituent,
David Caño, o el exalcalde de Argentona,
Eudald Calvo, partidarios como la cabeza
visible de la CUP durante la pasada legislatura en Cataluña de asegurarse el proceso
soberanista aunque para ello tengan permitir la presidencia de Mas.
En medio de este clima de división interna llegarán los militantes de la CUP a la cita del 27-D, manteniendo en vilo a un dirigente conservador como Artur Mas porque
la política asamblearia de una formación ajena será la que decida su destino. l