Población, economía y sociedad en el siglo XVI

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Población, economía y sociedad en el siglo
XVI
[9.1] ¿Cómo estudiar este tema?
[9.2] Demografía
[9.3] Economía
TEMA
[9.4] Sociedad
TEMA 9 – Esquema
Sociedad
Economía
Demografía
Revueltas populares
Grupos marginados
Campesinado
Población urbana
Nobleza
Mercados
Manufacturas
Sector agrario
Migraciones
Mortalidad
Natalidad
Nupcialidad
Distribución
Población de la tierra
Cultivos
Hambre
Epidemias
Violencia
Mortalidad ordinaria
Finanzas
Redes comerciales
Propiedad de la tierras
Población, economía y sociedad en el siglo XVI
Historia universal de la Edad Moderna
Esquema
Historia universal de la Edad Moderna
Ideas clave
9.1. ¿Cómo estudiar este tema?
Para estudiar este tema, solo es necesario que leas las Ideas clave, ya que en ellas se
resume la información que necesitas saber, procedente del manual.
Sin embargo, si deseas ampliar información o clarificar algunos apartados, puedes
consultar los capítulos 10 y 11 (páginas 243–278) del manual de la asignatura:
Historia Moderna Universal de Alfredo Floristán (Coord.).
En esta unidad haremos un sucinto resumen de los datos más importantes y conocidos
sobre la población, la economía y la sociedad en la Europa del siglo XVI. Los
objetivos de este tema son los siguientes:
Conocer a grandes rasgos la cantidad de población y su distribución en Europa.
Conocer los principales datos demográficos de la época: nupcialidad, natalidad,
mortalidad y movimientos migratorios.
Conocer los rasgos fundamentales de la economía del siglo XVI.
Conocer la estructura social general de la Europa del XVI, así como las
características o particularidades de cada uno de los grupos que la integran.
9.2. Demografía
En general, el estudio histórico de la demografía y de la sociedad en su conjunto se
viene llevando a cabo, de manera cuidada y sistemática, desde el siglo XX. Por ello, es
preciso tener en cuenta que nuevas fuentes o un mejor análisis de las ya existentes
pueden cambiar la imagen que tenemos sobre la población y la sociedad en la Edad
Moderna. Esto ocurre, precisamente, por la mayor atención que ha recibido la historia
política y cultural por encima de los estudios demográficos, pero también por el tipo de
fuentes con las que contamos para llevar a cabo estos análisis.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Demografía
Población de la
Tierra
Natalidad
Hambre
Epidemias
Distribución de la
población
Mortalidad
Violencia
Mortalidad ordinaria
Nupcialidad
Migraciones
Fuentes:
1. Los recuentos de población o vecindarios: estos documentos se generaban
con el objetivo de llevar a cabo la recaudación de impuestos, por lo que su
contenido se encuentra bajo sospecha. Por un lado, no registraban toda la
población, sino solo la sujeta a las cargas fiscales, y por otro, como era de esperar,
había intentos de ocultar datos y personas para así evadir impuestos.
2. Los registros sacramentales: es la fuente más completa con la que contamos,
sin embargo presenta el inconveniente de que no serían obligatorios, y por tanto
habituales y periódicos, hasta 1563.
La población en la Tierra
La población mundial alcanzaba, en el siglo XVI, los 461 millones de personas, una
cifra que enmudece frente a los 6,775 mil millones que fueron registrados por el Banco
Mundial en 2009. Sin embargo, aunque la población fuera mucho menor a la actual,
todos los datos apuntan a una evolución positiva de la población mundial a lo largo del
XVI. De más a menos poblados:
Asia -> África -> Europa
La excepción la constituyó América, que a costa de las conquistas vio su población
drásticamente reducida.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Dentro de Europa, Francia era el país más poblado, seguido de Rusia y del
Imperio Turco. Éste último experimentó un fuerte incremento de población gracias a
la expansión territorial, pasando de 9 a 28 millones de habitantes. A continuación se
situarían Italia y Alemania, pero en rigor, durante el siglo XVI constituían espacios
políticos fragmentados y por tanto no se pueden situar al mismo nivel que otras
potencias. Les seguirían España y Portugal. Como puede verse, el hecho de contar
con menor número de población, no impidió que estos dos últimos estados se lanzaran
al mar y obtuvieran el monopolio del comercio ultramarino y de los territorios
descubiertos.
Por supuesto, a lo largo del siglo la evolución del crecimiento demográfico no fue
homogénea, pero sí se puede apreciar una ralentización en las últimas décadas.
La distribución de la población
En general, la población presenta un saldo negativo en las áreas urbanas, que se
suele paliar con el flujo migratorio que proviene del campo para buscar fortuna en
la ciudad.
A la cabeza de la red urbana europea, se situaba París, seguida de Nápoles,
Milán, Venecia y Granada. En conjunto, las ciudades italianas comenzaron el siglo
en cabeza, por detrás de la capital francesa, pero fueron perdiendo importancia a
favor de las ciudades del noroeste de Europa, a donde se va desplazando el eje
económico a lo largo de la centuria.
Finalmente, podemos destacar cómo las ciudades que experimentaron un mayor
crecimiento en el XVI fueron aquéllas que poseían puertos atlánticos o que
ostentaban la capitalidad de algún Estado.
Nupcialidad
En contra de lo que se creyó durante años, e incluso siglos, los nuevos datos han
revelado que en Europa occidental existía un importante número de mujeres que no
llegaban a casarse, y que aquellas que contraían matrimonio solían hacerlo en torno
a los 25 años o incluso más tarde. Por el contrario, en el resto del mundo las mujeres
solían casarse poco después de haber pasado la pubertad.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
De todas maneras, los datos nunca presentan un panorama homogéneo. Así, entre la
alta sociedad, las mujeres solían contraer matrimonio antes de los 25. Del mismo
modo, si adoptamos una perspectiva comparativa, veremos cómo por ejemplo, entre
la población en general, en Inglaterra se casan después de haber cumplido los 26,
mientras que en España lo hacen entre los 20 y los 22 años.
Natalidad
Durante el siglo XVI, Europa registra una alta tasa de natalidad: 35 a 45 niños por
cada mil habitantes al año. ¿Qué factores inciden sobre estos datos?
1. No utilizar métodos anticonceptivos: aunque se conocían algunos, su uso
estaba restringido generalmente al ámbito de la prostitución o las relaciones
ilícitas.
2. Los preceptos religiosos que restringían las prácticas sexuales: nos referimos
sobre todo a los establecidos periodos de abstinencia, como la Cuaresma.
3. Otros factores de difícil medición: las prácticas del amamantamiento o el
estrés producido por situaciones de crisis, como pestes o hambrunas.
Mortalidad
Habitualmente, al hablar de la Edad Moderna se suele contraponer a la alta natalidad
una alta mortalidad, protagonizada principalmente por episodios periódicos de
sobremortalidad; es decir, crisis que conllevan una reducción drástica de la
población. Sin embargo, es inadecuado aplicar este esquema a la generalidad europea,
ya que los estudios más recientes han puesto de manifiesto las fuertes diferencias
registradas entre distintas sociedades.
A pesar de ello, sí que podemos señalar los principales factores que incidían sobre la
tasa de mortalidad:
El hambre
Aunque no parece que la muerte por inanición fuese frecuente, lo que sí está claro es
que el hambre constituía una clara preocupación para los hombres del XVI. De hecho,
algunos prestigiosos historiadores han sostenido que las hambrunas eran la causa de
las sobremortalidades más típicas. Sin embargo, como suele ocurrir, también en este
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
caso las matizaciones son necesarias. Parece que las hambrunas solamente eran
habituales en regiones dedicadas al monocultivo cerealista y,
por añadidura, mal comunicadas. Además, solían venir
acompañadas por epidemias, que conllevaban la consiguiente
delimitación
de
cordones
sanitarios,
para
poder
ser
contrarrestadas. Como en un círculo cerrado, este cordón cortaba
el comercio con el exterior y podía producir subidas en el precio
de los alimentos más básicos.
Las epidemias
La reina de las epidemias del siglo XVI seguía siendo la peste, igual que ya ocurriera en
la Edad Media. De hecho, desde su reaparición en Europa occidental en 1347, la
peste fue una visitante habitual hasta 1719, fecha en la que se registra el último brote
de gravedad, en Marsella.
En el XVI, los brotes más graves se produjeron en 1522, 1564, 1580, 1586 y
1599.
No obstante, es muy difícil para el historiador distinguir entre la verdadera peste y la
pestilencia, nombre con el que se designaban muchas otras epidemias, entre las
que también fueron habituales el tifus y la viruela. En todo caso, las pérdidas
ocasionadas por estas enfermedades podían llegar a alcanzar un tercio de la
población afectada. La principal causa de este alto impacto reside en la incapacidad
de la medicina de la época, para hacer frente a estas epidemias. En general, los
remedios más habituales para tratarla eran la tríaca magna y otras pócimas, pero
desde luego el más efectivo era huir del lugar donde se hubiera declarado la
enfermedad. A pesar de ello, sí existieron algunos remedios útiles para tratar los
síntomas, y se establecieron medidas preventivas, entre las cuales la más
destacada era la delimitación de cordones sanitarios, pero había otras:
“Oro para no reparar en costa ninguna que se ofrezca. Fuego para
quemar ropas y casas, que ningún rastro quede. Castigo público y
grande para quien quebrare las leyes y orden que se les diere en la defensa
y cura de estas enfermedades”.
Médico Luis Mercado
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
En principio, estas medidas preventivas eran dictadas y controladas por las
autoridades locales, pero con el tiempo las autoridades centrales se implicaron
cada vez más en la tarea. Gracias a esta implicación se aplicaron medidas más
amplias como exigir una patente de sanidad a los buques que llegasen a puerto, o
controlar el tráfico terrestre.
La violencia
El siglo XVI registró una disminución del duelo, del recurso a la venganza y de los
enfrentamientos entre banderías nobiliarias, pero al mismo tiempo, contempló el
crecimiento de los ejércitos y, por tanto, un aumento de la violencia asociada a sus
actividades.
Entre las batallas más sangrientas podríamos citar Lepanto o la toma de
Tenochtitlán, pero los efectos de la presencia del ejército se hacían notar también
entre las poblaciones no combatientes. La concentración de las tropas en muy malas
condiciones de higiene, era suficiente para la aparición y propagación de
enfermedades infeccionas, como la disentería, el tifus y la sífilis. Además, su sola
presencia representaba un saqueo de las reservas alimenticias de la zona, además
de significar una alteración de la vida cotidiana. Finalmente, fueron habituales los
grandes saqueos de ciudades, motivados generalmente por el impago de su soldada.
Los más conocidos fueron el saqueo de Roma en 1527 y el de Amberes en 1576.
La mortalidad ordinaria
Llamamos mortalidad ordinaria a la que se produce habitualmente en las distintas
poblaciones, es decir, que no se debe a factores externos o repentinos, sino a las
circunstancias ya existentes en la zona y entre la población. Este tipo de mortalidad ha
sido mejor estudiada en Inglaterra. Allí la esperanza de vida, en la segunda mitad
del XVI, rondaba los 40 años; las tres cuartas partes de los nacidos llegaban a
cumplir diez años y únicamente un 9,3% de las mujeres moría al dar a luz. Como
contrapunto, podemos tomar el caso de Ginebra, donde la mortalidad infantil era
mucho más grave: un 50% de las defunciones correspondía a niños menores de 10
años.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
A nivel general se suele hablar de una esperanza de vida al nacer de entre 25 y 35
años, y de una mortalidad infantil de entre 150-350 por mil. No obstante, como
en el caso anterior, las diferencias de una zona a otra pueden ser notables. Los
factores que suelen incidir sobre estos datos son la atención que se puede prestar al
infante, las costumbres de amamantamiento y la calidad de la alimentación
sustitutoria que se puede ofrecer al niño. En cuanto a la esperanza de vida
general, una vez traspasado el umbral de los 20 años, se suele situar en los 60 años.
Las principales causas de mortalidad ordinaria eran las infecciones, las malas
condiciones higiénicas y el agua contaminada o no potable.
Las migraciones
Se puede hablar de varios tipos de movimientos migratorios:
1. Migraciones estacionales: por ejemplo la trashumancia o las que se deben a la
necesidad temporal de jornaleros debido a los trabajos agrícolas.
2. Migraciones “profesionales”: aquellas que se deben al ejercicio de una
profesión itinerante, (canteros, juglares…)
3. Nomadismo o seminomadismo: movimientos protagonizados por grupos
nómadas, entre los cuales, destacaban los vagabundos.
4. Migraciones estructurales: la migración desde las montañas a las riberas del
Mediterráneo, en busca de mejores condiciones de vida; o la migración del campo a
la ciudad. Se llaman estructurales porque afectan a la estructura demográfica
de las zonas que los acogen, y en segundo lugar porque colaboran a la difusión
de conocimientos y pautas de conducta, sobre todo cuando se produce el retorno a
sus lugares de origen.
5. Migraciones religiosas: a causa del cuius regio eius religio fueron muchos
los que abandonaron sus lugares de origen en busca de la tolerancia religiosa. Los
judíos se vieron especialmente afectados.
6. Migraciones a raíz de los descubrimientos: lógicamente fueron España y
Portugal los estados más afectados por este tipo de migraciones. A modo de
ejemplo, unas 250.000 personas partieron de Sevilla, rumbo a América.
7. El comercio de esclavos: por un lado, la guerra en el Mediterráneo proveyó de
galeotes a las galeras, lo que ya suponía un flujo esclavista, pero el más importante
fue el que afectó a los esclavos negros subsaharianos. Estos fueron trasladados
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
a Europa, a las islas atlánticas y a Santo Tomé, pero también a la América española
(75.000) y a Brasil (50.000).
9.3. Economía
Sector agrario
El sector agrario era el más importante y dentro del mismo, lo era el cultivo del
cereal. Sin embargo, es preciso también señalar los cambios y acciones que se llevaron
a cabo respecto al cultivo del campo, durante esta época.
En primer lugar, se puso en marcha una tendencia a la recolonización interior, es
decir, al cultivo de tierras baldías o que presentaban ciertas dificultades para el
asentamiento. Este fenómeno especialmente motivado por el aumento de la
demanda y de los precios, se produjo gracias tanto a capital público como
privado.
En segundo lugar, se contempla a lo largo y ancho de Europa una mejora de las
técnicas de cultivo, en aras de una mayor productividad:
Se implementaron cambios en el sistema de rotación de la tierra:
ejemplo Países Bajos. Allí se alargaban las fases de rotación y se eliminaba el
barbecho. También se practicaba la plantación sucesiva de especies que
requerían distintos cuidados y nutrientes, para evitar el agotamiento del suelo.
Este tipo de agricultura permitía además la ganadería extensiva.
Se mejoró el utillaje.
Se potenciaron ciertos cultivos y se introdujeron algunos nuevos, muchos
procedentes de América. En estos momentos se produce la expansión del cultivo
de la caña de azúcar en las islas atlánticas y en el continente americano, al
tiempo que en Europa se introduce el cultivo de productos como el tabaco, el
chocolate o el maíz.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Finalmente, no se puede dar una imagen suficientemente nítida del sector agrario en
los comienzos de la Edad Moderna, sin tener en cuenta los sistemas de propiedad de
la tierra. En este sentido, los historiadores destacan la importancia de las
propiedades de la Iglesia, aunque también señalan su desigual evolución. En general,
dentro de los países católicos, la Iglesia adquirió nuevas propiedades gracias a
las donaciones, mientras que en los países reformados, las perdió debido a la
expropiación generalizada. A pesar de ello, también hubo expropiaciones, aunque
más limitadas, dentro de países de confesión católica.
Como es lógico, la nobleza no se quedaba atrás en cuanto a la posesión de tierras,
aunque este régimen de propiedad debe ser puesto en perspectiva. Los señores debían
respetar, en algunos casos, derechos de propiedad anteriores, e incluso
posteriores, a la constitución del señorío; pero, además, algunos vasallos podían
acceder a la propiedad de la tierra en unas condiciones que les acercaban a la categoría
de cuasipropietarios. Por otra parte, los señores siempre podían encontrar la
forma de ampliar sus derechos, como ocurría en Polonia, donde existían las corveas,
es decir, el trabajo forzoso de los vasallos, muchas veces gratuito y otras pagado a
bajo precio.
Por el contrario, en Europa occidental las corveas casi habían desaparecido, aunque
el señor contaba con otras ventajas, como la reserva señorial, tierras reservadas al
cultivo del señor, pero también este derecho fue perdiendo importancia, limitándose,
en muchos casos, a un pequeño huerto. Por su parte, el campesino podía acceder al
cultivo de las tierras del señor mediante un régimen de tenencia, que le
proporcionaba estabilidad, ya que el derecho que adquiría sobre le cultivo de la tierra
podía ser heredado o vendido por él mismo. En los lugares donde predominaba este
sistema, los pagos al señor solían ser
en dinero y no en especie, lo que a la
larga
nobles,
traería
problemas
debido
a
la
para
los
erosión
monetaria.
En cambio, en otros territorios, como
en la Italia meridional o en el Sur
de Castilla, el señor tenía la total disposición de la tierra, en virtud del ejercicio
de la práctica del mayorazgo, y no cedía el derecho al cultivo de modo estable a
cambio de un pago, sino que arrendaba las tierras.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Manufacturas
El primer lugar entre las manufacturas lo ocupaban los metales, como el cobre o el
plomo. De hecho la creciente demanda llevó a los mineros a cavar galerías cada vez
más profundas, para satisfacer las necesidades comerciales. Para ello, se
introdujeron nuevas técnicas de extracción y manufactura, entre ellas, los altos
hornos, aplicados a las fraguas de producción de hierro.
Por supuesto, estos no eran los únicos metales deseados, habría que añadir los
metales preciosos que, desde el descubrimiento de América, parecían afluir sin
freno a la Península Ibérica. El metal más importado fue el oro, procedente del nuevo
continente, primero durante el llamado ciclo de oro de las Antillas y luego con la
conquista de tierra firme. Pero a la larga, fue la plata el metal más codiciado, ya
que los avances técnicos en su extracción, como una mejor ventilación y drenaje de
las galerías, suponían un claro ahorro y por tanto, un mayor beneficio. Además, el
descubrimiento de los grandes depósitos de mercurio de Huancavelica en Perú,
un elemento vital para la amalgama de la plata.
Por detrás de la minería y la manufactura de los metales, encontramos también
diversas actividades orientadas al consumo inmediato de los productos procesados,
como los molinos, los lagares o las tahonas, por citar algunos. Asimismo, no se
puede olvidar tampoco la industria textil, que poseía una amplia clientela y que no
estaba sujeta a gremios ni ordenanzas. En este campo también se introdujeron
mejoras técnicas como el uso del batán, del huso de rueda o de la máquina
para hacer calceta, que economizaban la producción de los tejidos.
Habría que añadir también la recién aparecida industria de la imprenta, gracias a la
invención de la imprenta de tipos móviles por parte de Johannes Gutemberg. Los
impresores se difundieron por toda Europa, creando una red libraría cada vez mayor,
que contaba con sus grandes centros en París y en Amberes.
Finalmente, debemos hablar de la construcción naval, que gracias a los
descubrimientos, el comercio ultramarino y la guerra marítima, concentró los
mayores avances técnicos de la obra, así como una gran cantidad de mano de
obra y capital. La primera fase estaría representada por la galera, tremendamente
útil en el Mediterráneo, pero se vería ensombrecida primero por la carabela, más
útil para la navegación oceánica, y después por el galeón, mucho mejor preparado
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
no solo para la navegación en ultramar, sino también para la carga de mercancías y, lo
más importante, para hacer frente a los ataques de corsarios y piratas.
Mercados
Para hablar del mercado en la Edad Moderna, es preciso resaltar el conjunto de
elementos que hacen posibles unas actividades comerciales cada vez más complejas e
internacionales: los caminos, los medios de transporte (barcos, carretas, mulas…),
las ferias, los mercados locales, la moneda, los sistemas contables, el correo,
las medidas de seguridad en los caminos o las relaciones diplomáticas, entre
otros.
1. La circulación de mercancías
Existían mercados locales, los semanales y las ferias. Estas últimas solían
celebrarse una o dos veces al año, y reunían a una gran cantidad de comerciantes, sin
embargo, también presentaban importantes inconvenientes como el coste de
trasladar las mercancías a gran distancia y el tener que ajustar las negociaciones a las
fechas de celebración de cada feria. Por ello, ganaron cada vez más importancia las
lonjas, un lugar de intercambio diario, donde cualquier cosa de valor podía ser
cambiada por otra. Asimismo, este es el momento en que comienzan a desarrollarse y a
ganar cada vez más importancia las bolsas, donde se negociaba con productos y
capitales, no olvidemos que la moneda era en sí misma una mercancía. La más
importante era la bolsa de Amberes, fundada en 1460.
En cuanto a las rutas comerciales, si a comienzos del XVI el Mediterráneo aún
revestía una gran importancia, los descubrimientos de nuevos territorios y rutas
desplazaron el protagonismo comercial hacia las rutas oceánicas. En este aspecto, es
preciso destacar que, para quien podía permitírselo, el transporte marítimo era más
beneficioso, ya que se podía trasladar una gran cantidad de productos a un coste
razonable. Por el contrario, el transporte terrestre solo era usado para grandes
mercancías o importantes cantidades de productos cuando las distancias eran
cortas, o cuando el valor de la mercancía compensaba los inconvenientes (es el
caso de las especias, las sedas y otros productos orientales).
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Por tanto, se puede decir sin temor a equivocarse, que el eje económico mundial se
había desplazado hacia el océano Atlántico, que en principio se hallaba
monopolizado por España y Portugal, y bajo el reinado de Felipe II, bajo una
misma monarquía.
Instituciones que controlaban este monopolio:
-
La Casa da Inda e da Guiné en Lisboa: comercio de especias y productos
exóticos.
-
La Casa de Contratación de Sevilla: comercio con el continente
americano.
Pero como ya hemos mencionado en otras ocasiones, el resto de las potencias
europeas no iba a permitir durante mucho tiempo la existencia de este monopolio.
Principalmente los franceses, holandeses e ingleses harán todo lo posible por
dañar el comercio hispano-portugués, cosa que lograrán al poder ofrecer en Europa
productos mucho más competitivos, debido a su menor precio. Lógicamente, en la
mayor parte de los casos estos productos eran fruto de saqueos en las colonias y de las
actividades de los corsarios, aunque con el tiempo, algunas de estas potencias
lograron crear colonias propias en lo que antes era dominio exclusivo de España y
Portugal.
Así, con el tiempo los verdaderos beneficiarios de las nuevas riquezas fueron otros.
Los mercaderes, italianos primero, y alemanes después, lograron explotar mucho
mejor que españoles y portugueses, las ventajas que comportaba el comercio de los
productos coloniales. Además, los mercaderes se harán cada vez más fuertes, cuando
decidan unir fuerzas y crear compañías, como hicieron en Londres, al crear la
Moscovy Company.
Así con un nuevo desplazamiento de los beneficios comerciales, Amberes acabó
convirtiéndose en el primer núcleo comercial y financiero en Europa, aunque su
liderazgo también tenía fecha de caducidad. La posición de Amberes se vio dañada por
las dificultades que se presentaron en el sur de Alemania y con el comercio del
Báltico, lo que hizo que perdiera importancia como centro económico a fines del XVI.
Ámsterdam vendría entonces a ocupar su lugar.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Pero, ¿cuáles eran los productos más comerciados? ¿y de dónde provenían?
Origen de los productos comerciados
Ofrece: productos agrícolas, cueros, oro y plata.
América
Demanda: esclavos africanos y productos
manufacturados.
Báltico
Extremo Oriente
Ofrece: brea, hierro, madera, lino, trigo y arenques.
Demanda: pocas manufacturas, vino, sal y plata.
Ofrece: especias, seda y otros productos exóticos.
Demanda: plata.
Como puede verse, la plata era el producto más codiciado, por lo que circuló por todo
el circuito económico mundial.
2. Finanzas
Como decíamos antes, la moneda era una mercancía más y por tanto, susceptible de ser
comerciada. Por ello, y para desarrollar un sistema económico cada vez más
complejo, aparecieron nuevos instrumentos financieros y se potenció el uso de
otros ya existentes: letras de cambio, crédito o bancos. El crédito entre
particulares solía mantenerse dentro de las prácticas tradicionales, intentando
siempre diferenciarse de la usura para evitar las críticas de la Iglesia. Sin embargo, el
crédito de los estados se presentaba más complejo. Dado que las monarquías, algunas
extensas y dispersas, necesitaban pagar cantidades en lugares remotos, crearon nuevas
figuras, como los juros en la hacienda de los Austrias; la aparición de la deuda
pública remunerada a un 10% de interés; y los asientos, que se encargaban de
transferir capital, cambiar moneda y prestar dinero. Asimismo, perfeccionaron los
sistemas contables.
Obviamente, en el centro de este sistema seguían encontrándose los usureros, los
cambistas y en ocasiones, auténticos banqueros, como los Fugger.
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Historia universal de la Edad Moderna
9.4. Sociedad
Nobleza
La nobleza se puede definir como una clase terrateniente de origen militar, que, en
la Edad Moderna, representaba en torno al 1 y el 2% de la población. Sin embargo,
no se trataba de un grupo homogéneo, ya que dentro del mismo existían diferencias
económicas y sociales. Por ello, suele hablarse de alta y baja nobleza. Normalmente
la diferencia residía en si solo se poseía un señorío jurisdiccional o además un
título. A lo largo del XVI, lo habitual era que casi todos los nobles que ostentaran un
título, poseyesen también un señorío; sin embargo, podía haber señores
jurisdiccionales sin título nobiliario. Por último existían propietarios rurales o
urbanos,
que
no
poseían
señoríos,
y
que
eran
llamados
caballeros
o
gentileshombres.
En realidad, la mayoría de los títulos nobiliarios fueron concedidos por los reyes, y
no tenían por tanto un origen medieval, es decir, que no procedían necesariamente de
la nobleza militar. Por supuesto, si el ennoblecimiento se producía era gracias a que
existían personas que vivían como nobles, sin serlo, y que por sus servicios o
contactos podían llegar a adquirir un título. Sine embargo, mientras que la condición
nobiliaria era heredada por todos los hijos, no ocurría lo mismo con el título. En
todos los países influidos por el Derecho Romano, únicamente el primogénito
heredaba el título, aunque el resto de los hijos recibían la denominación de
caballeros. En cuanto a la transmisión de la propiedad, la preeminencia del
primogénito no estaba tan extendida. Por ejemplo, en los estados germanos y
eslavos, la propiedad era repartida por igual entre los varones, de ahí la extrema
fragmentación política de dichos territorios.
Los señoríos constituían la base de la riqueza nobiliaria, y también de una parte
considerable de su poder, ya que dentro del señorío, los señores constituían la
autoridad pública, la judicial y el nombramiento de las autoridades locales.
En cuanto a la explotación de las tierras, estas solían ser cedidas a los campesinos
para su explotación, a cambio de rentas fijas o bien, de una parte de la cosecha. No
obstante, solía existir una reserva señorial, cuya cosecha era propiedad íntegra del
señor, aunque su explotación solía llevarse a cabo por mano de obra campesina,
en muchos casos forzada.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
En tanto que autoridad dentro de su señorío, el señor contaba con medios de
coerción económica sobre los campesinos:
Poseían el monopolio de medios técnicos. Ejemplo: los molinos o las herrerías.
Cobraban impuestos sobre las vías de comunicación.
Poseían preferencia para vender sus productos.
Poseían derechos exclusivos de caza y pesca.
Cobraban derechos sobre las ventas y las transmisiones de herencias.
Pero ser noble conllevaba también muchos gastos, como mantener distintos palacios y
residencias o proveer de buenas dotes a sus hijas. Por tanto, no es extraño que a
fines del XVI, muchas casas nobiliarias estuvieran endeudadas. A pesar de ello,
contaban con una importante ventaja, no podían ser encarcelados por deudas.
Este era, solamente uno de los privilegios de los que gozaban, entre los cuales
también podemos señalar las concesiones de cargos lucrativos en la administración
civil, o que se les concediera la privatización de ciertos impuestos. No quiere decir
que todas las familias nobiliarias escaparan a la ruina pero, en cualquier caso, aquellas
casas que cayeron, dejaron paso a otras nuevas.
Población urbana
Entre los habitantes que poblaban las ciudades, podemos distinguir tres grandes
grupos sociales:
Una
minoría burguesa
Una mayoría de artesanos
Un gran número de criados y trabajadores
no cualificados
Habría que añadir dentro de este esquema a los grupos marginados, pero de ellos
hablaremos más tarde.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Las ciudades eran gobernadas por familias que vivían de las rentas de la propiedad
o del capital, y cuyos miembros eran llamados “burgueses honrados”, una condición
seminobiliaria y hereditaria. Aunque se suele incluir dentro de este grupo
únicamente a los comerciantes, no se puede olvidar el peso de los graduados
universitarios, que vivían del ejercicio de su profesión o quienes lograban obtener un
puesto dentro de la burocracia. Había sin embargo una importante diferencia entre
todos estos “burgueses”, y es que, mientras que las profesiones liberales no eran
consideradas un obstáculo para el ennoblecimiento, sí lo era el ejercicio del
comercio. Por oposición, los comerciantes se enorgullecieron cada vez más de su
experiencia práctica, y por ello, cuidaban especialmente la formación de sus hijos.
Los financieros eran comerciantes al por mayor, que no solo negociaban con
dinero, sino también con otros productos de alto valor. Eran, por decirlo así,
comerciantes-banqueros. Esto no quiere decir que la especulación fuese su única
actividad económica, por ejemplo, sabemos que los Médicis o los Fugger se
interesaron también por la industria textil; pero, en general, la burguesía del XVI era
en su mayoría comerciante o financiera, y mostraba poco interés por la
industria. Esta solía estar en manos de los artesanos especializados, constituidos
en gremios.
Los gremios o corporaciones se encargaban de:
Reglamentar la formación profesional, mediante el aprendizaje.
Organizar las condiciones de trabajo, fabricación y venta de productos.
La especialización fue en aumento y a lo largo del XVI surgieron cada vez más
gremios. Por ejemplo, fue el momento en que aparecieron las corporaciones de
impresores y libreros. Pero también existían cofradías de diversos oficios,
también llamadas gremios amalgamados, en ciudades que no contaban con
suficiente población y para permitir una mayor especialización.
Dentro de los gremios existían maestros y aprendices, pero ¿cómo se accedía a la
condición de maestro agremiado? En teoría, era necesario superar un examen de
maestría pero, con el tiempo, el proceso se convirtió en un mecanismo de selección
económica y social, ya que para hacer el examen había que correr con importantes
gastos, de los que los hijos y yernos de los maestros solían estar exentos, por lo
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
menos en parte. Existían además otro tipo de restricciones, no se admitía ni a hijos
ilegítimos ni a miembros de ciertos grupos étnicos y religiosos.
Además, aunque hemos hablado del gobierno de las ciudades por parte de la
burguesía, en algunos lugares de Europa, los gremios estaban directamente
relacionados con los gobiernos del municipio. Por ejemplo, en Londres el cabeza
del municipio debía pertenecer a uno de los doce gremios mayores. Sin embargo, a lo
largo del siglo, se fue produciendo una disminución del papel de los artesanos, a
favor del de los nobles. Así, en Italia por ejemplo, comerciantes y artesanos fueron
marginados del gobierno de las ciudades.
Por supuesto, no se debe olvidar que, por debajo de los gremios, existía un gran
número de trabajadores no cualificados y que solían ser denominados de forma
despectiva, ganapanes.
Campesinado
Los campesinos formaban el 80% de la población
europea. En su mayoría no eran propietarios, sino
que cultivaban las tierras mediante un régimen de
tenencia o arrendamiento, lo que implicaba que
debían pagar una renta, y por tanto debían ya una
parte de la cosecha antes incluso de haberla
plantado. Además, cualquier campesino, propietario o no, debía contribuir con una
décima parte (diezmo) de su producción a la manutención del clero.
En el caso de los no propietarios, lo mejor que les podía ocurrir era tener un
contrato de larga duración, perpetuo y hereditario, que les garantizase una
mínima estabilidad. En estos casos, se les solían ceder tierras no cultivadas, a
cambio del pago de un canon, y del reconocimiento de la autoridad del señor por
parte de quien comparara o heredara el contrato. En otras palabras, se trataba del
disfrute en usufructo de las tierras cedidas.
Otro tipo de contrato, menos favorable, era el arrendamiento. En este caso, el
campesino alquilaba la tierra y debía correr con todos los gastos de explotación,
además de tener que hacer frente a una mayor inestabilidad. El último tipo de
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
contrato sería el de aparcería, el propietario corría con parte de los gastos de
explotación, a cambio de una parte de la producción.
Por supuesto, el campesino no contaba únicamente con el cultivo de la tierra, sino
también con una serie de propiedades comunales de las que hacer uso. Este era el
caso de montes, prados y marismas, que eran propiedad de las parroquias. Incluso
las propiedades individuales podían estar sometidas al derecho comunal del
espigueo, es decir al derecho a buscar grano en las tierras ya cosechadas, lo que
permitía la alimentación del ganado de los campesinos pobres. Sin embargo, las
propiedades comunales se vieron cada vez más limitadas a causa de las exigencias
de los campesinos ricos, los señores y los burgueses.
Los campesinos ricos, más o menos el 5% de la población campesina, se erguían
como intermediarios del señor jurisdiccional, poseían ganado y podían permitirse
contratar mano de obra para el cultivo de sus tierras. Por detrás de ellos, habría un
25% de campesinos medios, es decir independientes y no sujetos al señorío, y por
último un 60 o 70% de campesinos dependientes. Aunque por detrás de estos, aún
podríamos situar a los jornaleros y mozos de labranza que no contaban con una
tierra propia o cedida que cultivar.
Grupos marginados
Según los datos de que disponemos, alrededor de un 10% de la población europea
en el siglo XVI vivía en la pobreza. Sin embargo, aunque esta podía verse
incrementada
en
ocasiones
por
las
crisis
económicas, las guerras o las epidemias, parece
que el mayor factor que contribuyó al aumento de la
pobreza fue el progresivo deterioro del nivel de
vida a raíz de la subida de precios, en la segunda mitad
del siglo.
Hay que tener en cuenta además que la principal fuente de ingresos de una familia
la constituía el trabajo del cabeza de familia, por lo que su muerte o incapacidad
suponía en muchas ocasiones caer en la pobreza. Así, muchos mendigos suelen ser
viudas, enfermos o ancianos.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Por supuesto, existían instituciones religiosas encargadas de paliar el problema,
pero a lo largo del siglo XVI aparecieron nuevos modos de afrontar esta realidad. En
Países Bajos y Alemania existía la llamada “policía de pobres”, encargada de
ejercer y reglamentar la asistencia social mediante instituciones municipales, pero
también de “impulsar” a los pobres a trabajar, generalmente de manera forzada.
El pensamiento de fondo era que si uno no tenía trabajo, debía ser forzado a encontrar
uno para poder devolver a las instituciones asistenciales el coste de su manutención. El
sistema, aunque no exento de polémica, acabó extendiéndose a Francia, Italia y
España.
Pero la pobreza ocultaba otro problema. En las ciudades, aquellos pobres que no eran
controlados por una parroquia eran considerados vagabundos y se les rehuía
todavía más, esto se debe a que entre los pobres también se ocultaban los
delincuentes, a estos se les llamaba “falsos pobres”. Y es que la línea que separaba
a pobres de vagabundos y bandoleros era fina y difusa.
En esta situación, no resulta extraño que la legislación penal tuviera por costumbre
castigar a los individuos que no estaban integrados en ningún grupo, así como a los
forasteros.
Finalmente, entre los grupos marginados debemos destacar, precisamente, a los
bandoleros. Según la terminología italiana, bandolero era aquella persona que había
sido expulsada de la comunidad por las autoridades, que había sido proscrito
mediante un bando. En cambio, en la terminología castellana se utiliza a menudo la
palabra forajido, que no significa exactamente lo mismo, sino que se aplica a quien ha
abandonado su comunidad ya sea por propia voluntad o por decisión oficial.
No obstante, el bandolerismo también podía ser fruto de disputas familiares, e
incluso, un historiador de evidente prestigio, como Fernand Braudel, ha apuntado que
este fenómeno podría considerarse como una forma latente de los alzamientos
campesinos. En todo caso, y como puede verse, el fenómeno era más propio de
países mediterráneos.
Revueltas populares
Las revueltas no son un fenómeno nuevo, de hecho pueden verse como un
movimiento de larga duración, originado en las jacqueries de mediados del siglo
XIV. Durante el siglo XVI, las revueltas populares suelen deberse a una conjunción
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
de las crisis económicas con las ideologías religiosas. Así por ejemplo las ligadas
a los movimientos milenaristas o la llamada guerra de los campesinos alemanes.
Estas revueltas radicales fundaban sus exigencias en la igualdad del género
humano y por tanto, solían organizarse en hermandades o germanías. Pero de poco
sirvieron las alusiones a la Biblia o a la moral, ya que casi todas las revueltas acabaron
con el triunfo de la nobleza y de los reyes. Sin embargo, también hay historiadores
que apuntan que las revueltas pudieron frenar los intentos de los señores de volver a
introducir la servidumbre.
Con la aparición de la Reforma protestante, muchas de estas protestas se mezclaron
con reivindicaciones religiosas, lo que unido al deterioro del nivel de vida, fue en
parte la causa de un recrudecimiento de las revueltas en el último decenio del
siglo.
TEMA 9 – Ideas clave
Historia universal de la Edad Moderna
Lo + recomendado
Lecciones magistrales
La vida cotidiana en el siglo XVI
En esta ocasión nos acercaremos a la vida cotidiana en la Europa del siglo XVI, y nos
aproximaremos a las ciudades, las costumbres y los problemas con los que la población,
y los distintos grupos sociales que la conformaban se enfrentaban cada día.
La lección magistral se encuentra disponible en el aula virtual
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Historia universal de la Edad Moderna
No dejes de leer…
El queso y los gusanos
GINZBURG, Carlo; El queso y los gusanos; Barcelona: Península; 2009.
Pocos historiadores han difundido la microhistoria como Carlo
Ginzburg. En este breve pero entretenido libro, el autor nos propone
acercarnos a la cosmovisión del mundo que tenía un molinero en el
siglo XVI.
Dentro de un tema lleno de datos y características sobre la población y la sociedad
como este, no hay mejor modo de complementar los datos que un libro como éste, que
nos acerca a la realidad histórica desde un punto de vista nuevo para muchos.
No dejes de ver…
Dance and Dance Music of the 16th Century
Año: 2011
Duración: 10 minutos.
En este breve vídeo, alumnos de la Universidad de Toronto recrean algunos de los
bailes más conocidos de la Europa del siglo XVI. Un breve acercamiento a la música y
las costumbres de la sociedad nobiliaria.
El vídeo está disponible en el aula virtual o en el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=bFKbkh6FIfU
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+ Información
A fondo
Poner en escena la cortesía
RUIZ-GÁLVEZ PRIEGO, Estrella; "Poner en escena la cortesía. Signos, gestos y modos
del arte de dar a conocer y del saber reconocer. (España, siglo XVI)” en Tonos digital:
Revista electrónica de estudios filológicos, no. 18 (2009).
En este artículo, la autora nos acerca a la comprensión del valor de los gestos en las
sociedades cortesanas de la España del siglo XVI.
El texto está disponible en el aula virtual o en el siguiente enlace:
http://www.tonosdigital.es/ojs/index.php/tonos/article/view/333/233
Marginados malagueños del siglo XVI
CABRILLANA CIEZAR, Nicolás; “Marginados malagueños del siglo XVI” en Jábega,
no. 91 (2002): 93-102.
En este artículo, el autor, a través del estudio de las fuentes documentales, analiza el
mundo de los marginados sociales en Málaga, durante el siglo XVI. Una interesante
aportación para el estudio de un sector poco conocido.
El texto está disponible en el aula virtual o en el siguiente enlace:
http://www.cedma.com/archivo/jabega_pdf/jabega91_93-102.pdf
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Historia universal de la Edad Moderna
Historia del vestido y de la moda
Versión virtual del libro Historia del vestido y de la moda de María de Perinat,
publicado en 1997. La autora licenciada en Bellas Artes y titulada en Diseño de la Moda,
se acerca a la historia de la indumentaria.
En este caso, enlazamos con el capítulo 3, dedicado a la indumentaria del siglo XVI.
El texto está disponible en el aula virtual o en el siguiente enlace:
Panorama político y social del siglo XVI: http://www.edym.com/CD-tex/01mod/cap010300.htm
La indumentaria española en Europa y su evolución fuera de España:
http://www.edym.com/CD-tex/01mod/cap01-0302.htm
Webgrafía
Arte Historia
Crecimiento demográfico
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1652.htm
Desigual reparto de efectivos
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1654.htm
Límites del crecimiento
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1653.htm
Estructuras familiares
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1655.htm
Economía y sociedad en el siglo XVI
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1651.htm
Sector primario
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1656.htm
TEMA 9 – + Información
Historia universal de la Edad Moderna
Los intercambios
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1666.htm
Instrumentos mercantiles
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1667.htm
Rutas comerciales
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1668.htm
Regímenes señoriales
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1687.htm
Tradición comunal y presión señorial
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1689.htm
La sociedad europea
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1675.htm
Tensiones y conflictos sociales
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1690.htm
Las clases privilegiadas
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1676.htm
Sectores urbanos
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1682.htm
Campesinado
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1686.htm
Mundo de la pobreza
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/1691.htm
Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en
el siglo XVI
Censo transcrito en el siglo XIX, directamente de los documentos originales, generados
en el siglo XVI. Una ojeada a este documento os ayudará a haceros una idea de cómo
son las fuentes disponibles para el estudio demográfico.
http://bib.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=4392
TEMA 9 – + Información
Historia universal de la Edad Moderna
Bibliografía
CARANDE, Ramón; Carlos V y sus banqueros. Barcelona: Crítica, 2000.
CLARK, Peter. The early modern town. London: Longman, 1976.
FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Manuel. Economía, sociedad y corona: ensayos históricos
sobre el siglo XVI. Madrid: Cultura Hispánica, 1963.
FLINN, Michael W. El Sistema demográfico europeo, 1500-1820. Barcelona: Crítica,
1989.
HUPPERT, George. Bourgeois et gentilshommes: la réussite sociale en France au XVIe
siècle. Paris: Flammarion, 1983.
KAMEN, Henry. The Iron century: social change in Europe, 1550-1660. London:
Weidenfeld and Nicolson, 1971.
LABATUT, Jean Pierre. Les noblesses européennes de la fin du XVe siècle a la fin du
XVIIIe siècle. Paris: PUF, 1978.
WALLERSTEIN,
Immanuel
Maurice.
The
Modern
world-system:
capitalist
agriculture and the origins of the European world-economy in the sixteenth century.
New York: Academic Press, 1974.
TEMA 9 – + Información
Historia universal de la Edad Moderna
Actividades
Prestamistas y banqueros en el siglo XVI
Acude a la biblioteca y haz uso de las bases de datos académicas disponibles por
internet, para elaborar un breve trabajo de investigación sobre el préstamo y los bancos
en la Europa del siglo XVI.
Recuerda que el préstamo era uno de los medios más utilizados por las monarquías
europeas, para hacer frente a los gastos que representaba su política exterior.
El enfoque es libre, por ejemplo puedes centrarte en el estudio de una familia de
banqueros como los Fugger o en el funcionamiento del préstamo a escala internacional.
No olvides citar las fuentes, cuando estás haciendo uso de ideas o palabras ajenas.
Extensión máxima: 4 páginas.
TEMA 9 – Actividades
Historia universal de la Edad Moderna
Test
1. ¿Cuál era el país más poblado de Europa?
A. Inglaterra.
B. Francia.
C. España.
D. Rusia.
2. ¿Cuál es la fuente más completa para el estudio de la población del siglo XVI?
A. Los registros sacramentales.
B. Los vecindarios.
C. Los registros de cuentas.
3. Todos los nobles poseían un título nobiliario y un señorío jurisdiccional.
A. Verdadero.
B. Falso.
4. ¿Qué producto procedente de América era el más demandado?
A. Oro.
B. Especias.
C. Mercurio.
D. Plata.
E. Cuero.
F. Tabaco.
5. Los campesinos siempre respondían ante un señor jurisdiccional.
A. Verdadero.
B. Falso.
6. ¿Qué manufacturas eran las más importantes?
A. Metales.
B. Textiles.
C. Libros.
D. Navíos.
TEMA 9 – Test
Historia universal de la Edad Moderna
7. ¿Qué eran las corveas?
A. Un tipo de contrato entre el señor y el campesino.
B. El trabajo forzado del campesino.
C. Un producto procedente de América.
D. Un instrumento financiero.
8. ¿Cómo se llamaba al gremio que reunía a artesanos de distintas especialidades?
A. Gremio amalgamado.
B. Corporación amalgamada.
C. Cofradía.
D. No existían gremios de ese tipo.
9. ¿En qué consistía el contrato de aparcería?
A. En la cesión de una tierra baldía de modo perpetuo y hereditario, a cambio de
una renta o parte de la cosecha.
B. En el arrendamiento de una tierra a cambio de una renta y corriendo el
campesino con todos los gastos de explotación.
C. En que el propietario de la tierra corre con parte de los gastos de explotación a
cambio de una parte de la cosecha.
D. En la posesión total de la tierra por parte del señor y en el trabajo forzado de los
campesinos.
10. ¿En qué se diferencian el bandolero y el forajido?
A. No se diferencian, son sinónimos.
B. En que el bandolero ha abandonado su comunidad de forma voluntaria.
C. En que el forajido es un proscrito y el bandolero no.
D. En que el forajido ha abandonado su comunidad por propia voluntad o por
decisión oficial.
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