LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA: César, Salustio, Tito Livio y Tácito La historia es el género en prosa más importante de la literatura romana por el número, calidad y variedad de autores y de obras. Para los romanos, nacionalistas y tradicionalistas e imperialistas, el cultivo de la historia rebasaba el marco meramente literario y lo utilizaron como instrumento político, ya fuera para justificar su supremacía sobre los demás pueblos (como Tito Livio), para destacar el protagonismo de las familias dominantes, para criticar a la nobleza romana (como hace Salustio), para defender la propia actuación política (como Cèsar), o para criticar a un régimen político (que es lo que hizo Tácito). Emplearon para ello no sólo la presentación de los hechos, sino también la manifestación de sus opiniones: de manera directa, mediante intervenciones en primera persona, o indirecta, mediante discursos puestos en boca de sus protagonistas. En una palabra, predomina el tipo de historiador comprometido políticamente. Desde los últimos años del siglo III a.C. hasta el fin de la República, Roma contó con numerosos historiadores. Los primeros recibieron el nombre de Analistas. Estos escribieron en griego, basándose en documentos públicos y privados. Los textos legales más famosos eran los de la Ley de las XII Tablas mientras que los documentos privados procedían de los archivos particulares de las familias nobles. Toda esta documentación era poco fiable. Según Tito Livio, la historia de Roma, en su época más antigua, se basa más en relatos legendarios que en documentos auténticos de hechos acaecidos. Para estos primeros autores sólo interesa la historia de Roma. La Historia es una escuela de civismo y un instrumento de gobierno; tiene una doble función: educativa y propagandística de los ideales y metas de la civilización romana. Tras una etapa de transición, aparecen los cuatro grandes historiadores latinos: César , Salustio, Tito Livio y Tácito. Época de la República. Julio César (101-44 a. C.) César desempeñó un papel protagonista en la historia política y militar de su tiempo. Constituyó con Craso y Pompeyo un trío de líderes políticos, conocido como "primer triunvirato" que dominó en Roma hasta que César se enfrentó al Senado y provocó la primera guerra civil. César derrotó al ejército del Senado mandado por Pompeyo. Convertido en dictador, acabó asesinado en el Senado en los Idus de Marzo del 44 a. C. Se conservan dos obras de César: los “comentarios” sobre el desarrollo de la conquista de las Galias ( De bello Gallico) en ocho libros y los que escribió sobre la guerra civil contra Pompeyo y el Senado ( De bello civili) en tres libros. Basados en sus propios informes de campaña, los primeros son una exaltación de su papel en la conquista y los segundos, una justificación de su actuación en la guerra civil. Alterna las narraciones de batallas y las lecciones de estrategia militar con la exposición de su pensamiento político. Su estilo es sencillo y transparente, sus formas de expresión son simples y elegantes. Intercala discursos en sus relatos y utiliza el estilo indirecto para reproducir el pensamiento pero no las palabras textuales del orador. Recurre al estilo directo cuando desea dar a la narración un tono más intenso y patético. Sus dos obras principales evidencian su carácter político y propagandístico. Los “comentarios” constituyen una fuente , aun subjetiva, para conocer ese periodo tan turbulento de la historia de Roma. Literiamente el autor consiguió aunar precisión y elegancia, compensando la aridez del tema con la inteligencia con que está planteado. Salustio (87-35 a.C.) Tuvo una vida política muy agitada, siempre en el bando popular. Fue uno de los más cercanos colaboradores de César durante la guerra civil. Tras la muerte del dictador se retiró de la política y dedicó su otium a escribir obras de historia. Salustio es el creador de la Historia como género literario. Escribió varias monografías históricas. Se conservan íntegras dos: La conjuración de Catilina y La guerra de Yugurta. En la primera analiza el intento de golpe de Estado protagonizado por Catilina el año del consulado de Cicerón (63 a.C.). En la segunda narra la guerra de Roma contra Yugurta, rey de Numidia, en el norte de África. Salustio tuvo como modelo al historiador griego Tucídides. Domina los resortes de la retórica greco-romana y tiene un estilo muy personal: aborda la narración bélica, la descripción geográfica, el retrato psicológico, el análisis político, la reflexión moral o la confección de discursos; todo ello en un tono algo arcaico, de frases breves construidas frecuentemente en forma de paralelismo, reforzados por la yuxtaposición y la concisión. Época del imperio Tito Livio (59 a.C.- 17 d. C.) Cursó estudios de gramática, retórica y filosofía en Roma. Perteneció al círculo de escritores próximos a Mecenas (como Virgilio y Horacio). La obra de su vida fue una historia general de Roma en 142 libros que abarcaba desde la fundación de la ciudad hasta la época de Augusto. Se la conoce con el título de Ab urbe condita y estaba repartida en tomos de diez libros (Décadas). Se ha conservado sólo en parte: época monárquica y los primeros siglos de la República, segunda guerra púnica y conquista de Macedonia. Las fuentes de Livio son esencialmente las obras de sus predecesores, pero éstas pasan por el esquema central que preside su obra: Roma ha de justificar con sus virtudes la gloria de su destino.su propósito general es ético y didáctico: es el deber de la Historia decir la verdad de forma elaborada y literaria. Esta obra monumental enseguida adquirió la consideración de clásica y su influencia ha sido enorme desde la Edad Media hasta la Revolución Francesa. En ella late un hondo patriotismo y una seguridad en el destino superior de Roma. No hay que olvidar que ésa era la base de la regeneración social y moral que Augusto pretendía y a la que el círculo de Mecenas servía. Tácito. ( 55-120 d.c.) Representa el renacimiento del género histórico a finales del siglo I y pricipios del II d.C. Nacido en la Galia Narbonense, inició su carrera política de la mano de su suegro Agrícola. Durante el “reinado” de Nerón y Trajano se dedica de lleno a poner por escrito su visión crítica del nuevo régimen imperial. Murió iniciado ya el "reinado" de Adriano. Tácito dejó escrita la historia del siglo I d. C. en dos obras que han llegado incompletas: los Annales, en 16 libros, que abarcan desde la muerte de Augusto hasta la de Nerón (año 68); y las Historiae, en 14 libros, desde el 69 d. C. hasta el final de la dinastía Flavia (90 d.C.).en ambas obras alternó la narración de los acontecimientos internos con la de los externos. Tácito enfocó su búsqueda hacia la historia inmediatamente anterior. Historiador riguroso, mantenía un claro distanciamiento crítico hacia el régimen al que había servido. Para él el objetivo de la Historia es de carácter moral. Se trata de salvar del olvido las virtudes y rechazar los vicios. Su lengua y estilo son originales. Lleva al límite la concisión de los elementos de la frase. Su estilo, lleno de vivacidad y dramatismo es, pues, hermético y conceptista. Su capacidad retórica era excepcional. Su obra es una de las más cercanas a la sensibilidad actual, tanto desde el punto de vista historiográfico como literario.