Canta, alma mía, la grandeza del Señor Un ejemplo de esta mezcla

“Auteuil News” – En direct du chapitre – 10 juillet 2012
Canta, alma mía, la grandeza del Señor
Desde el comienzo del capítulo, estáis leyendo periódicamente que la
liturgia está siendo una auténtica fuente de comunión, una experiencia
fantástica, bella, profunda y que ayuda a rezar. La capilla se convierte en un
arco iris de ritmos, colores e instrumentos, gracias a la expresión de
nuestras culturas, que regalan la voz a nuestros pueblos con lo mejor que
ellos tienen.
Sin duda esta era la misión que sr Diana le había confiado al equipo de
liturgia en el comienzo del capítulo: ayudar a entrar en la oración.
Hoy hemos dedicado un poco más de tiempo a compartir con vosotros el
trabajo de este equipo, compuesto por tres hermanas de tres continentes
diferentes: Geeta de la India, Viviane de Burkina Faso y Jurgita de
Lituania. Isabelle, francesa, se unirá pronto.
Un ejemplo de esta mezcla de culturas
En la apertura de la vigilia del pasado sábado, en el
lucernario (rito inicial caracterizado por la alabanza a
Cristo resucitado, sol naciente en nuestras vidas) resonaron
las campanillas y los cantos de la India. La noche se
iluminó gracias a una procesión formada por hermanas que
portaban entre sus manos pequeñas lámparas, y se fueron
dirigiendo hacia el altar desde
diferentes esquinas de la capilla. Diana inició la marcha
llevando una lámpara india bastante grande.
Otro momento muy significativo en medio de la
vigilia nos lo ofreció la liturgia brasileña. En el altar, el
Evangelio fue colocado en una cesta de mimbre
adornada con un paño, hierbas verdes y flores. En el momento de la
proclamación del Evangelio, una hermana se dirigió
hacia la Palabra que estaba en el altar, la tomó entre las
manos y bailó con ella, al ritmo de una canción que
anunciaba su llegada cantada en portugués. Luego, se la
fue dando a diferentes hermanas de
diversas provincias, que la fueron
honrando a su manera antes de pasarla
a la siguiente, finalmente llegó a Diana, quien proclamó
la lectura. Al final de la misma, se reanudó la cadena,
significando la transmisión de la Buena Noticia, hasta que
la Palabra fue depositada de nuevo sobre el altar.
La hermana Viviane, responsable del equipo, comparte su
experiencia
La misión del equipo de liturgia es esencialmente "favorecer el
encuentro" Un encuentro con Aquel que nos ha reunido. A través de
canciones y textos, nuestra comisión quiere ayudar a la comunidad
internacional del capítulo general a vivir con la mayor intimidad posible con
el Señor. Un momento como el capítulo general pide que nos enraicemos en
Dios, para escuchar y ver lo que quiere para nuestra familia religiosa en
nuestro hoy.
Nos ha sido por tanto confiada la preparación, todos los días, de
Laudes- Eucaristía, Vísperas, la oración al inicio de la mañana en la sala
capitular, Completas y las ceremonias de los grandes momentos que marcan
el capítulo general. En nuestros preparativos, nos aseguramos de que no
falte en lo posible la profundidad y la dimensión internacional.
A través de esta misión, experimento una vez más la primacía de Dios
en nuestra vida religiosa de la Asunción: "Sólo Dios". Las bellas liturgias
preparadas, celebradas y vividas, me hacen entrar en este misterio del Dios
Trino, Dios comunión. Esta dimensión internacional e intercultural de
nuestra liturgia, en está tiempo de capítulo general, es una oportunidad para
mí de comunicar los gozos y las tristezas de nuestros respectivos pueblos.
Estoy contenta con esta experiencia y doy gracias a Dios. Quiero terminar
con un canto: "Dar gloria a nuestro Dios. Él es el que hace maravillas, él
está presente en medio de nosotros, ahora y siempre”
La hermana Geeta, de la India nos dice
Me siento muy feliz de estar en la Casa Madre durante el capítulo
general. Me alegra poder ayudar a los miembros del capítulo a través del
servicio en el equipo de liturgia.
Es una alegría para mí estar en este equipo, tan internacional (aunque
a veces no entiendo el idioma). Estoy tratando de aprender escuchando,
ajustándome y comprendiendo las diferencias, la diversidad y la creatividad.
Nuestra liturgia es muy bella y plena de significado gracias a sus diversas
expresiones y ritos.
Está siendo una experiencia muy rica de trabajo en-con una
comunidad internacional: hay mucho que compartir, mucho que comunicar,
mucho que comprender. El "inter" se
convierte en una realidad y una belleza.
Experimento la comunión entre nosotros.
Estamos cada vez más cerca las unas de
las
otras,
compartiendo nuestras
experiencias, nuestras alegrías, nuestras
ilusiones y nuestras preocupaciones.
Hemos tomado el trabajo a
nosotras encomendado con pasión y
responsabilidad.
Compartir de la hermana Jurgita, de Europa del Norte
El servicio en el equipo de liturgia es una alegría y un desafío,
estamos teniendo muchos momentos de risas. El hecho de ser, no solo de
países diferentes, sino también de continentes distintos, a veces provoca
discusiones interesantes y emotivas sobre todo, cuando llega el momento de
pensar en los símbolos … no nos peleamos, pero mi oración sí que se ve
enriquecida con los temas que van surgiendo y nunca me había planteado
hasta ahora.
A pesar del ritmo frenético que mantenemos desde el principio del
capítulo, con los papeles, textos, notas y cantos en todas las lenguas
posibles, poco a poco la liturgia empezó a parecerme como los dibujos de
aquel calidoscopio que recibí como regalo para mi sexto cumpleaños, donde
al girar el ¨chisme¨ no solo se cambiaban los ornamentos de colores, sino
también, la musiquita japonesa. La dimensión internacional, la belleza de la
música expresada con diferentes matices y ¨feelings¨ de diversas culturas, se
abrazan, junto con la alabanza, la acción de gracias y la súplica, a todo lo
que se vive día a día en el capítulo.
Lo bonito, a pesar de que muchas cosas se nos escapan en la
organización y preparación, es tener el objetivo principal de volver los ojos
hacia Dios en todo momento, cuando la congregación entera vive una gracia
especial a través de este encuentro en comunión con todas las hermanas y
los amigos de la Asunción; me está ayudando a tener una mirada
transcendente y esperanzada, a descubrir que Dios participa y está en todo y
en todos. Me encanta cantar … mucho… pero ahora me descubro cantando
hasta cuando duermo, pero que no me pregunten en qué lengua porque ya no
distingo, solo sé que canto a Dios.
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Foto del día
De delante hacia atrás: Geeta, Viviane y Jurgita, animando la oración de
inicio de la sesión
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