Santo Domingo de la Calzada: ingeniero y guía del Camino

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Artículos: Cultura
IX Centenario del Santo
Santo Domingo de la
Calzada: ingeniero y
guía del Camino
En el año en el que se celebra el noveno centenario de la muerte de Santo
Domingo de la Calzada y el Año Jubilar
Calceatense, se presenta el libro “Santo
Domingo de la Calzada: ingeniero y
guía del Camino” en el que su autor,
Arturo Calvo Espiga, decano de la
Universidad de Teología de Vitoria y
profundo conocedor de su vida, obra y
milagros, nos ofrece una visión nueva
del Santo. El autor navega por el difícil
mar de biografías existentes hasta el
momento y, realizando un minucioso
análisis de los datos históricos, pone
en “entredicho” algunas de las teorías
comúnmente aceptadas. En este artículo intentaremos explicar algunos de los
datos más relevantes aportados por el
autor y, al mismo tiempo, esbozaremos
algunos de las obras más importantes
del santo patrón de los ingenieros técnicos de obras públicas.
NURIA YAGÜES PÉREZ
58 · C i mb r a · ABRIL - MAYO - JUNIO 2010
Bajo las coordenadas de luz, horizonte y camino, en primer lugar, el autor de este libro nos sitúa
en la Edad Media, momento en el que la peregrinación a Santiago de Compostela se populariza, en
donde el peregrino carente por completo de medios
irrumpe con fuerza en un escenario cambiante, en
una época en la que progresivamente van avanzando los reinos cristianos sobre las tierras ocupadas por los musulmanes. Tiempos también en los
que surgen movimientos laicos de vida espiritual
caracterizados por una firma voluntad de pobreza y
de vivencia e interpretación literal del Evangelio. Y,
en este contexto histórico es donde hay que entender la vida de Santo Domingo de la Calzada, ese
eremita que desarrolló su obra en un desierto,
entre los confines entre Castilla y Navarra.
Y, una vez situados en ese momento histórico,
el autor de este libro indaga sobre el origen, infancia y juventud del Santo, haciendo alusión a las discrepancias entre los muy diversos biógrafos sobre
su lugar de nacimiento. Aunque el autor de este
libro afirma que, en los últimos tiempos, la idea más
compartida es que Domingo García nació en la villa
de Viloria de Rioja (Burgos).
Se nos muestra, también al joven Domingo que,
en sus primeros años vida se dedicó, en compañía
de los pastores jornaleros de su familia, a cuidar
del rebaño de sus padres, Jimeno y Orodulces,
quienes después de algún tiempo, le enviaron a
estudiar con los monjes benedictinos, al
Monasterio de Valvanera. A la muerte de su padre
regresó a su casa natal, y cuando con el tiempo
quiso abrazar la vida monástica, no fue aceptado
en Valvanera, ni después en otros monasterios
importantes de la época, como San Millán de la
Cogolla.
DOMINGO SE RETIRA AL DESIERTO
Este rechazo de la vida monástica es lo que le
lleva a retirarse a un desierto –hoy ciudad de Santo
Domingo de la Calzada- para llevar una vida contemplativa. Tampoco parecen ponerse de acuerdo
los biógrafos en este dato, aunque no falta quien
asegura que ese lugar no es otro que aquel en el
que después construyera Iglesia, puente, hospital y
calzada para atención de los peregrinos. González
de Tejada, su biógrafo más importante, se acoge a
esta teoría.
Otro dato sostenido tradicionalmente es el
supuesto encuentro entre Domingo García y San
Gregorio Ostiense, Obispo de Ostia, acontecimiento que, según narran sus biógrafos tradicionales,
marcó su vocación y su forma definitiva de vida,
encuentro relatado como sobrenatural. Ayudando
Domingo al Obispo en su labor de predicación, fue
Una de las nueve tablas de Santo Domingo
(Interior de la capilla de la catedral de Santo
Domingo de la Calzada).
cuando éste le ordenó presbítero al Santo de La
Calzada, según han afirmado algunos de sus biógrafos, dato que en este libro se desmiente, debido
a que no existen datos históricos que avalen que
por tierras riojanas pasase ningún titular de Ostia.
El autor de este libro incide en que la insistencia
de la tradición en ofrecernos una imagen de Santo
Domingo sacerdote o eremita, ha sido la que más
ha impedido el reconocimiento de su obra como
pionera de la santidad laical en el entorno de la historiografía europea.
Pero, lo que sí que es cierto, es que Santo
Domingo de la Calzada fue un maestro albañil, un
constructor, un pontífice, un hacedor de puentes,
un doctor ingeniero... como diríamos en nuestra
terminología contemporánea. Pero también fue un
profundo y ferviente servidor del mensaje de
Jesucrito y por ello se dedicó al servicio de los
peregrinos, de los pobres...
SERVICIO A LOS POBRES Y PEREGRINOS
Todo un capítulo de este libro se dedica a la
labor del Santo al servicio de los pobres y los peregrinos. Sin duda lo más urgente era asegurar el
tránsito del caminante y para ello, su primer labor
fue la de desmontar espesura y maleza para trazar
un camino diáfano y lo más cómodo posible, infundando seguridad vial y tranquilidad al caminante.
Todo ello gracias al prodigio de una hoz.
Su segunda gran obra, la construcción de un
puente que facilitase el paso del río Oja, trave- >>
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En el último capítulo del libro, se habla de la última gran obra de Santo Domingo, la construcción
de la primitiva iglesia de San Salvador y de la construcción de su propio sepulcro, cerca de ella. Una
vez hecho, lo dedicó como depósito de grano con
el que sustentar a los pobres.
El auge de peregrinación compostelana coincide con los últimos años de la vida del Santo.
Cuando en el siglo XII, la peregrinación a
Compostela está totalmente consolidada. Según
una viva tradición secular, el 12 de mayo de 1109
muere Santo Domingo.
Y, aunque no es propósito de este libro, relatar
los milagros del Santo, sí que, en el anexo final,
nos encontramos con una breve narración de los
más conocidos. Sin entrar a valorar la veracidad de
ALFONSO VI APOYA AL SANTO
ellos, tal vez, la admiración de los fieles y devotos
También comprobaremos, a lo largo de este
de la obra de Santo Domingo de la Calzada han
libro, que fue decisivo el apoyo que le ofreció el rey
podido transmitir, de forma extraordinaAlfonso VI. Visitó a Santo Domingo y le
ria, los testimonios que hoy nos han lleanimó a seguir con sus obras de ingegado. Pero, no cabe duda, que su obra
niería y labor humanitaria, favoreciendo
está totalmente enraizada en el
la donación de terrenos. Pero, aun así,
Santo Domingo
Evangelio,
toda su obra fue realizada con discrede la Calzada
ción y sencillez, y así se constata en un
realizó toda su
capítulo entero de este libro. “Nos hallaEL PRIMER LAICO EUROPEO
mos con un Domingo que, sin olvidar la
En cualquier caso, no cabe duda,
obra con
que
la obra de Santo Domingo de la
mejora y construcción de caminos y
distinción y
Calzada, no sólo por la notoriedad que
puentes, atiende a peregrinos y a enfersencillez
le dio al Camino, sino por su propia e
mos”.
intrínseca entidad, valor y envergadura,
Posiblemente, un viejo palacio de los
“puede ser calificada con toda propieReyes de Navarra, fue el que utilizó
dad como la del primer laico europeo
Santo Domingo para construir otra de
moderno (Calvo, 1991).”
sus grandes obras: el albergue de perePara terminar, sólo cabe advertir al
grinos. De nuevo aparecen la hoz milalector que, a pesar de que en este libro se realiza
grera que mueve a los pobladores de la Ayuela, a
un riguroso estudio con especial espíritu crítico
prestar ayuda para su construcción. Cuando con el
sobre la vida y obra de Santo Domingo de la
tiempo desapareció la práctica peregrina, los calceCalzada, su lectura resulta extraordinariamente
atenses mantuvieron este hospital que el Santo
amena, tanto para el iniciado como para el que se
fundara acogiendo a pobres, adaptándolo y constiacerque por primera vez al conocimiento de una de
tuyendo una Fundación de Beneficiencia Privada,
las figuras más relevantes de la España medieval,
probablemente, la primera institución de este tipo
considerado santo para el mundo cristiano, porque
más antigua, no sólo en España, sino también en
como tal así lo ha declarado la Iglesia, y santo uniEuropa.
versal, porque también lo es toda persona de espeVista la documentación existente, el servicio que
cial virtud y ejemplo.
se daba a los peregrinos en el Albergue del Santo
El Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras
hay que entenderlo más como el equivalente al que
Públicas, que ha patrocinado la edición de este
prestaban los monasterios. El peregrino disponía
libro “Santo Domingo de la Calzada: ingeniero y
de cama y ropa de abrigo, e incluso algunos salían
guía en el Camino”, quiere, en el noveno centenavestidos y calzados. También disponía de una huerrio de la muerte de su patrón, rendirle un homenata y campo de los que obtener alimento y vituallas.
je e invitar a su lectura, que nos acerca a la vida
Y, también es cierto, que tuvo sus dificultades y recide este hombre, que por su ejemplo de vida se le
bió alguna zancadilla e incomprensión de sus vecihizo santo y que se dedicó en cuerpo y alma a su
nos. Es decir, que el Santo también tuvo que ventrabajo, con el único fin de dar servicio a los
cer a diario muchísimas dificultades para beneficiar
demás.
a pobres, caminantes, peregrinos o indigentes.
sía incómoda y peligrosa para los peregrinos y
caminantes, ha sido referente indiscutible para los
Ingenieros Técnicos de Obras Públicas.
Varios milagros espectaculares rodean la construcción de este primer puente de madera que,
luego, fue reconstruido en piedra –aunque es discutido por algunos de sus biógrafos, si éste segundo puente es ya obra de San Juan de Ortega-.
Pero este hombre no sólo conocía los secretos
de la construcción, era también “enfermero, médico, cocinero, albañil y arquitecto”, porque como
relata Fray Justo Pérez de Urbel, uno de los biógrafos más conocidos, “la ermita primera se convirtió
en una espaciosa alberguería”.
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