815198. . Pleno. Quinta Época. Informes. Informe 1949, Pág. 110. DELITO ESENCIALMENTE MILITAR, HOMICIDIO COMETIDO POR UN MILITAR EN ACTOS DEL SERVICIO. Quedó acreditado en autos que tanto el acusado como el ofendido sean soldados del 5o. batallón de infantería, y formaban parte de la partida destacada en el Puerto Loreto, del Territorio Sur de la Baja California, cuando el primero disparó su rifle reglamentario sobre el segundo, dentro del cuartel en que se encontraban, por lo que es indudable el carácter militar de ambos. El artículo 13 de la Constitución General de la República previene que subsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra la disciplina militar, y en el artículo 57 del Código Militar, en su fracción I, se consideran como de tal carácter, los especificados en el libro segundo del mismo ordenamiento, y en su fracción II, se estiman con el mismo carácter, los del orden común o federal cuando en su comisión haya concurrido cualquiera de las circunstancias que en la misma se expresan, siendo la primera de ellas, la de que fueren cometidos por militares en los momentos de estar en servicio, o con motivo de actos del mismo servicio. En el caso, según lo manifestó el capitán, comandante de la compañía, en los momentos en que el soldado acusado disparó su rifle reglamentario sobre el soldado que resultó muerto, se encontraban todos los componentes de la compañía que comandaba dedicados a la limpieza de sus armas, porque en ese mismo día se habían llevado a cabo prácticas reglamentarias de tiro, cumpliendo las órdenes verbales que en ese mismo sentido les había dado. En el inciso a) de la fracción II del artículo 57 del Código de Justicia Militar, como antes se indicó, se consideran como delitos contra la disciplina militar los del orden común, entre los que figura el de homicidio, cuando hubieren sido sometidos por militares, en los momentos de estar en servicio o con motivo de actos del mismo servicio, y en el artículo 37 del Reglamento para el Servicio Interior de los Cuerpos de Tropas se consideran como actos del servicio los que ejecuten los militares aislados o colectivamente, en cumplimiento de órdenes que reciban o en el desempeño de las funciones que les competen, según categoría y de acuerdo con las leyes, reglamentos y disposiciones del ejército. El artículo 38 del propio reglamento clasifica los servicios militares, como de "armas, económicos y especiales" y en el artículo 39 se considera como servicio de armas, entre otros, la instrucción técnica y tácita de las tropas con armas. El acto que ejecutaban tanto el acusado como el ofendido, en los momentos en que concurrieron los hechos de autos, era un servicio de armas, ya que según el artículo 38 del reglamento en cuestión, tienen tal carácter los que requieren en alguna forme el empleo de ellas, pues la limpieza de los rifles reglamentaria, era la consecuencia obligada del mismo servicio de armas que consistió en las prácticas de tiro que forman parte de la instrucción técnica de las tropas con armas. En tal virtud, el referido delito de homicidio está comprendido en el inciso a) de la fracción II del artículo 57 del Código de Justicia Militar, por haberlo ejecutado el soldado acusado en los momentos en que estaba en servicio de armas, y por lo tanto, la competencia para el conocimiento del mismo radica, en forma clara, en la autoridades judiciales del fuero militar. Competencia 142/47. Suscitada entre el Juez Militar de la Plaza de Mazatlán y el Juez de Primera Instancia de Santa Rosalía, Territorio Sur de la Baja California. 7 de junio de 1949. Unanimidad de quince votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-