garcia - Red de Derecho Penal Internacional

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Derecho Penal Internacional:
“Los Principios de Validez Material de la Ley Penal como
Límites de la Jurisdicción Estatal”:
La regla de la libertad de jurisdicción no debe ser entendida
como una regla que permite la arbitrariedad, pues si bien ella
deja sometido a la discreción de cada Estado cuál será el
alcance de su jurisdicción material, el derecho de gentes exige
que entre el Estado regulador y el supuesto de hecho regulado
exista una conexión plena de sentido. Este punto de conexión
legitimante lo constituyen los llamados principios de validez
material de la ley penal.
Bajo la designación de validez material del derecho penal se
reúnen las reglas que regulan a qué materias o casos
(supuestos de hecho) se aplican las leyes penales internas de
un Estado determinado. Se trata aquí del alcance del poder
penal estatal, pues estos principios no sólo constituyen normas
de derecho penal, sino, además, presupuestos procesales
a) Principio de territorialidad.
Según este principio, punto de conexión es el lugar de comisión
del delito, de tal modo que la ley penal en un Estado se aplica a
los delitos cometidos en el territorio de ese Estado. Es un punto
de conexión universalmente reconocido, y suele derivárselo
directamente del concepto de soberanía, en especial de su faz
negativa que implica el reconocimiento de la potestad
territorial. De acuerdo a la teoría de la ubicuidad el principio de
territorialidad incluye dentro del concepto de comisión tanto el
lugar de realización de la acción como el de producción del
resultado típico.
b) Principio real o de defensa.
Según este principio, punto de conexión es el interés de un
Estado en la defensa de determinados bienes jurídicos contra
ataques o hechos que los ponen en peligro desde el extranjero.
La justificación de este punto de conexión radicaría en el hecho
de que esos bienes jurídicos concretos estarían bajo la
protección del Estado que invoca el principio.
c) Principio de la personalidad.
Esta regla toma como punto de conexión para la determinación
de la ley aplicable ciertos atributos personales del autor del
hecho –y entonces recibe la denominación de principio de la
personalidad activa– y otras veces de la víctima del delito –en
cuyo caso recibe el nombre de principio de la personalidad
pasiva–. Los atributos generalmente tenidos en cuenta como
punto de conexión suelen ser o bien la nacionalidad o bien el
domicilio. El principio de la personalidad activa es
universalmente aceptado, al menos para delitos graves. Este
principio sujeta al nacional de un Estado a la ley penal de ese
Estado, sin importar el lugar de comisión del hecho delictivo.
En muchos países este principio sigue en importancia al de
territorialidad. El lazo de sujeción del nacional a la ley de su
país es tan fuerte que ha llevado a aseverar que el nacional de
un país lleva el código penal de su Estado en su equipaje.
Desde esta perspectiva se suele exigir que el hecho esté
amenazado con pena en el lugar de su comisión, y que el
Estado con jurisdicción en el territorio en que fue cometido no
lo haya sometido ya a su potestad territorial. El principio de
personalidad pasiva parece también ser admitido por el
derecho de gentes, aunque está sometido a gran resistencia
por los países anglosajones, y en general es objeto de reservas.
d) Principio universal.
En general se reconoce que según el principio universal
cualquier Estado puede perseguir todos los delitos dirigidos
contra bienes jurídicos en cuya incolumidad todos los Estados
están interesados, y que, por lo tanto, son tenidos por delicta
Iuris Gentium, como lo son la piratería, el tráfico de mujeres,
de niños, de esclavos y de drogas.
e) Principio de representación.
Bajo esta denominación suelen comprenderse los casos en los
cuales un país que no tiene jurisdicción sobre el territorio en el
que se cometió el delito, somete al delincuente a su ley y a sus
tribunales al denegar la extradición o cuando consta que no
procederá la extradición, aunque genéricamente la permita el
hecho de que se trata. Además de ello, es requisito que el
supuesto autor se encuentre en el territorio del Estado que
aplica el principio. Funciona como la cara opuesta de la
extradición, o cuando no se la ha requerido. En el derecho
argentino funciona en principio sólo en el caso de denegación
de la extradición de un nacional, cuando el hecho
genéricamente es extraditable.__________________________________________________
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Fuente Original Post:
-García, Luis M, “Auxilio Judicial Internacional y Soberanía
Estatal” (“Problemas que plantean los principios de validez
material del derecho penal: jurisdicción concurrente y múltiple
persecución penal”). LA LEY. 1992- B, 928.- 
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