INHABILIDAD PARA SER PARLAMENTARIO BOLETÍN 8905-07

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INHABILIDAD PARA SER PARLAMENTARIO
BOLETÍN 8905-07
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA
Reforma constitucional, que modifica Art.57 de la Constitución Política de
la República, agregando una nueva causal de inhabilidad relativa, para ser
candidato a Diputado o Senador
INICIATIVA
Moción de los diputados Sras. Muñoz y Sepúlveda, y Sres. Accorsi, Alinco,
Araya, Ascencio, Browne, Gutiérrez , Monsalve y Robles
ORIGEN
Cámara de Diputados
COMISIÓN
De Constitución, Legislación y Justicia
INGRESO
29 de abril de 2013
ARTICULADO
Artículo único, que modifica el artículo 57 de la Constitución Política de la
República
II. OPINIÓN EJECUTIVA DE LYD
Se propone establecer expresamente como inhabilidad para ser parlamentario, la circunstancia de haber sido
condenado a pena aflictiva; pero ello no es necesario, dado el hecho de que una persona condena a dicha
pena pierde su calidad de ciudadano, y por consecuencia, no es elegible como diputado ni como senador.
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III. CONTENIDO DEL PROYECTO DE LEY
Establecer una nueva inhabilidad para ser diputado o senador, consistente en haber sido condenado a pena
aflictiva [igual o superior a 3 años y un día de presidio o reclusión].
IV. COMENTARIOS DE MÉRITO EN GENERAL
La “nueva” inhabilidad que se propone establecer en la Constitución Política de la República (CPR), para
impedir que sea candidato quien hubiere sido condenado a pena aflictiva, ya existe en el texto constitucional.
Así se desprende claramente del artículo 13 de la CPR en relación con los artículos 48, respecto de los
diputados, y 50, respecto de los senadores. En efecto, el artículo 13 exige dos requisitos para ser ciudadano,
uno positivo y otro negativo: haber cumplido los 18 años y no haber sido condenado a pena aflictiva.
Se entiende por pena aflictiva, según el artículo 37 del Código Penal, todas las de crímenes (las de presidio o
reclusión mayores en cualquiera de sus grados, esto es, iguales o superiores a 5 años y un día), y respecto
de las penas de simples delitos, las de presidio, reclusión, confinamiento, extrañamiento y relegación en sus
grados máximos. Todas estas penas que son o bien privativas de libertad (presidio y reclusión) o restrictivas
de libertad (las demás recién señaladas), duran en su grado máximo de 3 años y un día a 5 años.
Otras sanciones penales, como las inhabilitaciones, suspensiones e inhabilidades, en cualquiera de sus
grados, no tienen el carácter de pena aflictiva.
Ahora bien, tanto para ser elegido diputado como senador se requiere, entre otros requisitos, ser ciudadano
con derecho a sufragio; y conforme al artículo 17 N°2 de la CPR la calidad de ciudadano se pierde
por condena a pena aflictiva. Luego, la persona condenada a una pena que tenga ese carácter no es
elegible como diputado o senador1. No se justifica, entonces, establecer nuevamente la misma causal
como inhabilidad para ser candidato en el artículo 57 de la CPR, pues la inhabilidades de dicho precepto
1
Resulta discutible (según Silva Bascuñán) si la suspensión de la calidad de ciudadano con derecho a sufragio por hallarse la persona
acusada por delito que merezca pena aflictiva (artículo 16 N° de la CPR), inhabilita o no para ser candidato a diputado o senador. Con todo, puede
sostenerse que la persona que está con su ciudadanía suspendida no podría inscribirse como candidato, o si fuere acusada con posterioridad y antes
de la elección, no podría ser elegida; pero después de elegida, suspendería el ejercicio de la función parlamentaria (según Silva Bascuñán, Tomo VI,
pág.334). En este último caso, la sentencia absolutoria o su equivalente, haría recobrar el ejercicio del cargo, y la sentencia condenatoria produciría la
cesación por causa sobreviniente (artículo 60, inciso séptimo de la CPR).
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se refieren a eventuales conflictos de poder entre ciertos cargos públicos (ministros, intendentes, jueces,
etcétera) y los parlamentarios.
En el caso en que el diputado ya hubiera sido elegido y estaba en posesión del cargo, la condena a pena
aflictiva produce también la cesación en el cargo, pues el inciso séptimo del artículo 60 de la CPR establece
que cesarán en sus cargos los diputados que durante su ejercicio, perdieren algún requisito de elegibilidad,
como es el caso de la calidad de ciudadano.
Los fundamentos del proyecto de reforma constitucional
La moción señala entre sus fundamentos la situación creada por la designación, como Segundo
Vicepresidente de la Cámara, del diputado Pedro Velásquez Seguel, condenado a 300 días de presidio por
fraude al fisco.
Al parecer, los autores de la moción no reparan en que la pena señalada no tiene carácter aflictivo, pues
corresponde a presidio o reclusión menores en sus grados mínimos, que se extienden desde los 61 a los
540 días. Ello dista mucho de constituir pena aflictiva (igual o superior a 3 años y un día).
Si bien la moción cita los artículos 13, 48 y 50 de la CPR, sus autores no arriban a la conclusión antes
indicada, es decir, que no es necesario establecer la misma inhabilidad, en forma expresa, en el artículo
57, ya que éste contiene inhabilidades surgidas de la incompatibilidad entre cargos públicos. La calidad de
ciudadano, en cambio, es un requisito de elegibilidad, y previo a cualquiera otra consideración (excepto la
nacionalidad chilena, que es previa a la ciudadanía)2.
Condena a pena aflictiva
Los autores de la moción observan, acertadamente, la diferencia que existe entre la inhabilidad que ellos
proponen (no haber sido condenado a pena aflictiva), con el hecho de hallarse acusado por delito que
merezca pena aflictiva. El primer caso acarrea la privación de la calidad de ciudadano con derecho a
sufragio, mientras que el segundo solo la suspende.
La condena a pena aflictiva emana en la dictación de una sentencia que impone, a una persona determinada,
una pena de presidio o reclusión igual o superior a 3 años y un día, independientemente de la pena que
2
Adicionalmente, se inserta como APÉNDICE la moción íntegra, con todos sus fundamentación.
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estuviere asignada al delito por el cual se la condena. Puede, entonces, darse el caso en que la pena legal
pudiera ser de presidio mayor, pero por la aplicación de atenuantes se aplicara la de presidio menor; a la
inversa, aunque es menos probable, también se puede dar la hipótesis de que la pena asignada al delito
sea inferior y por efecto de agravantes se imponga al responsable una pena de carácter aflictivo.
Hallarse una persona acusada por delito que merezca pena aflictiva pero sin estar condenada, es una
situación distinta, puesto que en este caso se desconoce la pena que en definitiva pudiere corresponderle
al acusado (que hasta podría ser absuelto), y el único dato objetivo disponible es la pena asignada al delito;
pero, igualmente, se puede dar la situación en que se impone una pena inferior a la aflictiva a partir de una
pena de presidio mayor que la ley asigne al delito; todo ello por la aplicación de circunstancias atenuantes
de responsabilidad penal, o por no tener el condenado la calidad de autor, sino de cómplice o encubridor,
lo que también acarrea grados de penalidad rebajados.
Ahora bien, la pregunta de fondo radica en determinar si la pena aflictiva es un estándar suficiente para
impedir que una persona llegue a tener la calidad de parlamentario, o si la existencia debería ser mayor
(cualquier sanción penal, incluso 61 días), o menor (solo penas de crimen, esto es, de presidio mayor o
superiores a 5 años).
La reacción social que se hizo sentir ante el nombramiento de diputado Pedro Velásquez Seguel como
Segundo Vicepresidente de la Cámara, y que fue compartida por muchos de sus colegas o tal vez todos
(y prueba de ello es el presente proyecto de ley), da una base para plantearse la necesidad de discutir
un nuevo umbral mínimo para postular a estos cargos de representación popular. Como se ha visto, las
sensibilidades no son unánimes y en el caso que fundamenta la moción, no se hizo mayor cuestión de la
elección del Diputado Velásquez sino que se objetó su elección como Segundo Vicepresidente.
En este caso en particular, también cabe notar que el delito por el cual se impuso la condena (a una pena
baja, de 300 días) fue el de fraude al fisco, lo que genera una segunda serie de consideraciones sobre la
idoneidad del parlamentario.
De manera tal que se podrían considerar dos variables para estudiar un límite mínimo de idoneidad moral
a quienes postularan a cargos de parlamentarios: por un lado, se podría estudiar la gravedad de la pena,
y por otro, la naturaleza del delito, ya que no sería lo mismo un delito común de hurto o un delito de acción
privada, que un delito contra los intereses del Estado o de las municipalidades.
Pero tampoco puede omitirse la consideración de que si a una persona ya se le impuso una sanción por
haber delinquido, resulta discutible, desde otro punto de vista, que se le siga penalizando con consecuencias
posteriores a una sanción que ya habría cumplido.
Aquí se deja abierta la posibilidad de estudiar una modificación, sin hacer por ahora un planteamiento
específico sobre el particular.
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Los jurados.
Por mera precisión histórica, cabe señalar que según el artículo 42 del Código Penal relativo a los derechos
políticos, cuya pérdida suele imponerse como pena accesoria, cuando la ley así lo ordena, son: “la capacidad
para ser ciudadano elector, la capacidad para obtener cargos de elección popular y la capacidad para ser
jurado”. Y agrega que “el que ha sido privado de ellos sólo puede ser rehabilitado en su ejercicio en la forma
prescrita por la Constitución”.
Respecto de la calidad de jurado que se menciona en la norma transcrita, ella debe entenderse en relación
a la Constitución Política de 1833, que estaba vigente cuando se entró a regir el Código Penal en 1874. Con
arreglo a dicha Constitución, existían los jurados para fallar en asuntos de abuso de la libertad de expresión.
Su artículo 12 establecía que la Constitución asegura a todos los habitantes de la República: 7º La libertad
de publicar sus opiniones por la imprenta, sin censura previa, i el derecho de no poder ser condenado por
el abuso de esta libertad, sino en virtud de un juicio en que se califique previamente el abuso por jurados, i
se siga i sentencie la causa con arreglo a la lei3.
De esta facultad, para ser jurado, se privaba a ciertos condenados por aplicación de la pena accesoria de
pérdida de derechos políticos.
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Ortografía de la época.
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V. TEXTO DEL PROYECTO DE LEY
Artículo único: Incorporase en el siguiente número 11) nuevo en el artículo 57, del siguiente tenor: 11)
Las personas que hubieran sido condenados14 a pena aflictiva25.
APÉNDICE
Reforma constitucional, que modifica el artículo 57 de la
Constitución Política de la República, agregando una nueva
causal de inhabilidad relativa para ser candidato a Diputado o
Senador
Boletín N° 8905-07
FUNDAMENTOS:
1.- Las inhabilidades para ser elegido Diputado o Senador prescrito en el artículo 57 constituyen
una especie dentro del género de las prohibiciones parlamentarias, tal y como lo indica el TC en su
sentencia 1357, al señalar: “Finalidad de las prohibiciones parlamentarias. La institución de las
prohibiciones parlamentarias, tiene en general y de acuerdo a las normas constitucionales respectivas,
4
Debería usarse la forma femenina –condenadas- para concordar con “personas”.
5
El artículo 57 quedaría con la siguiente redacción:
Artículo 57.- No pueden ser candidatos a diputados ni a senadores:
1) Los Ministros de Estado;
2) Los intendentes, los gobernadores, los alcaldes, los consejeros regionales, los concejales y los subsecretarios;
3) Los miembros del Consejo del Banco Central;
4) Los magistrados de los tribunales superiores de justicia y los jueces de letras;
5) Los miembros del Tribunal Constitucional, del Tribunal Calificador de Elecciones y de los tribunales electorales regionales;
6) El Contralor General de la República;
7) Las personas que desempeñan un cargo directivo de naturaleza gremial o vecinal;
8) Las personas naturales y los gerentes o administradores de personas jurídicas que celebren o caucionen contratos con el Estado;
9) El Fiscal Nacional, los fiscales regionales y los fiscales adjuntos del Ministerio Público;
10) Los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, el General Director de Carabineros, el Director General de la Policía de
Investigaciones y los oficiales pertenecientes a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, y
11) Las personas que hubieran sido condenadas a pena aflictiva.
Las inhabilidades establecidas en este artículo serán aplicables a quienes hubieren tenido las calidades o cargos antes mencionados dentro del año
inmediatamente anterior a la elección; excepto respecto de las personas mencionadas en los números 7) y 8), las que no deberán reunir esas condiciones al momento de inscribir su candidatura y de las indicadas en el número 9), respecto de las cuales el plazo de la inhabilidad será de los dos años
inmediatamente anteriores a la elección. Si no fueren elegidos en una elección no podrán volver al mismo cargo ni ser designado para cargos análogos
a los que desempeñaron hasta un año después del acto electoral.
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la trascendental finalidad de cautelar y asegurar la independencia global de los diputados y senadores,
tanto respecto del Poder Político cuanto de los diferentes grupos de presión, sean económicos o
sociales, y de preservar la respetabilidad y la dignidad del cargo de parlamentario, para lo cual establece
una primera especie, las inhabilidades parlamentarias, que constituyen un conjunto de prohibiciones
de elección y de ejecución de actos determinados respecto de quienes aspiran a un cargo de diputado
o senador o lo están ejerciendo, inhabilidades que pueden ser absolutas, si consisten en la falta de
alguno de los requisitos que la Constitución señala para ser elegido diputado (artículo 48) o senador
(artículo so), y relativas, si afectan las candidaturas y el ejercicio del cargo parlamentario. Estas últimas
pueden ser, a su vez, preexistentes (artículo 97), si impiden ser candidatos a parlamentarios, y
sobrevinientes (artículo 6o), si determinan la cesación en el cargo de diputado o senador.
2.- Las inhabilidades prescritas en el artículo 57 de la CPR, buscan, prevenir que ciertas personas
en razón de sus investiduras o circunstancias, puedan ser candidatos al cargo de Senador o Diputado,
mientras dure dicha circunstancia que impide su elegibilidad, como una expresión patente de un derecho
político, como es optar a ser elegido a un cargo de representación popular. Se trata pues, de una causal
de carácter relativo, ya que es esencialmente temporal.
3.- Por ser causales que limitan el ejercicio de derechos políticos deben estar claramente tipificadas
en la constitución, deben aplicarse restrictivamente, excluyéndose su aplicación e interpretación por
analogía, así lo ha dicho el Tribunal Constitución en diversas sentencias al referirse a estos temas, en
efecto, el Tribunal Constitucional ha señalado:
•
Interpretación restrictiva. El artículo 54 (57) inciso 1 CPR constituye una prohibición, la que,
como tal, debe interpretarse restrictivamente con sujeción exacta al precepto constitucional que
la contiene (STC 67, c. 7).
•
Interpretación restrictiva de las prohibiciones parlamentarias. La aplicación de estas normas es prohibitiva por tratarse de normas de derecho estricto y, por tanto, las causales deben
limitarse a las expresamente contempladas en la Constitución y no pueden aplicarse otras por
analogía, similitud o extensión (STC 433, c. 38) (En el mismo sentido, STC 67, c. 7; STC 19o, c.
lo; STC 375, c. 69; STC 1357, c. ti).
Legislación sobre nuevos requisitos de elegibilidad de parlamentarios. Por el mismo fundamento de aplicación restrictiva de las prohibiciones parlamentarias, no corresponde al legislador imponer requisitos de elegibilidad, ya que la falta de éstos sería causal de prohibición de
ejercicio del cargo, y estas causales son taxativas e indicadas expresamente por la Constitución
(STC 433, c. 41).
•
4.- Hemos dicho que las inhabilidades relativas o preventivas del artículo 57 de la CPR, tendrán
duración limitada en el tiempo, mientras subsista la circunstancia que la provoca. Es por ello, que la idea
matriz de esta reforma, se refiere a que aquellas personas –sobre todos funcionarios públicos- que han
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sido condenados a pena aflictiva, no puedan optar a ser candidato a Diputado o Senador, mientras este
en vigor su responsabilidad penal. Por ello se busca agregar una nueva causal al artículo 57, a fin de
evitar que personas que estén afectados por la mencionada causal puedan aspirar a ocupar un cargo
de tan alta investidura como es el cargo de Diputado o Senador.
5.- Al respecto, es necesario mencionar que la opinión pública, expresada a través de diversos
medios de comunicación, ha planteado, a partir de la designación del Segundo Vicepresidente de esta
rama de Poder Legislativo, nombramiento recaído en la persona del diputado Pedro Velásquez Seguel,
quien fuera declarado culpable como autor del delito de fraude al fisco y condenado a una pena de
30o días de presidio, la necesidad de modificar la Constitución Política de la República, en materia de
requisitos para ser parlamentario, estableciendo la inhabilidad de aquellas personas condenadas a pena
aflictiva. Estos hechos han puesto en evidencia la imperiosa urgencia de evitar que puedan representar
al pueblo en el poder legislativo, personas que han infringido el ordenamiento jurídico penal.
6.- Con todo, no puede tratarse de cualquiera pena o sanción que afecte al aspirante a Diputado o
Senador, debe tratarse de una pena aflictiva, para así guardar coherencia con las normas que establecen
prohibiciones absolutas previstas en el artículo 48 y 5o de la Constitución, esto es la falta de un requisito
para ser Diputado o Senador respectivamente, y entre ellos el más importante, ser ciudadano con
derecho a sufragio. La norma del artículo 13 de la CPR se encarga de definir quienes son ciudadanos,
y establece entre otros requisitos el no haber sido condenado a pena aflictiva, en efecto el mencionado
artículo 13 señala: “Artículo 13.- ciudadanos los chilenos 24.10.198o que hayan cumplido dieciocho años
de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de ciudadano otorga los
derechos de sufragio, de optar a cargos de elección popular y !os demás que la Constitución o la ley
confieran.
7.-
Queda de manifiesto que el estándar de gravedad que pide la CPR, es la pena aflictiva,
considerando que penas más bajas, no son suficiente razón para limitar el ejercicio de derechos
políticos, que son el eje de una democracia moderna. Es necesario precisar, que el estándar que pide la
constitución, se refiere a la pena efectivamente aplicada, esto es considerar la pena en concreto y no en
abstracto, ya que el artículo 13 al regular la ciudadanía utiliza la expresión “Condenado a pena aflictiva”,
y no “condenado por delito que merezca pena aflictiva”.
8-. Es importante elevar las exigencias para aquellas personas que aspiran a ser Diputado o Senador,
sólo de este modo se prestigiará el poder legislativo, y se asegurará que quienes son candidatos sean
personas probas y no tengan responsabilidades penas pendientes que deban purgar.
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