En Coyhaique, a catorce de Marzo del año dos mil dieciséis. VISTO Y OÍDO: Que, recurre de nulidad, el Defensor Privado, don Lorenzo Darío Avilés Rubilar, en la causa Rol Interno del Tribunal número O98-2015, Rol Único de Causa número 1500298130-8, del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Coyhaique, seguida por el delito de femicidio en grado de desarrollo de frustrado, en contra del acusado Joaquín Hernán Olavarría Torres. Recurso de nulidad que se interpone en contra de la sentencia definitiva, de fecha veintisiete de Enero del año dos mil dieciséis, dictada por los Jueces Titulares, don Pablo Andrés Freire Gavilán, que presidió, y don Sergio Gustavo Vásquez Parra y la Juez Suplente doña Ana María Barría Pérez, en Juicio Oral Ordinario, y por la que se le condenó, a la pena de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio, como autor del delito de femicidio, en grado de frustrado, en contra de su conviviente, perpetrado en la ciudad de Coyhaique, el 28 de Marzo del año 2015, más las accesorias de ley, con costas, sin penas sustitutivas, debiendo dar cumplimiento a la pena efectiva, a contar desde el día 27 de Marzo del año 2015. El recurrente invoca, como causal de nulidad, la contenida en el artículo 373, letra b), del Código Procesal Penal, esto es, la errónea aplicación del derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en relación a la disposición legal del artículo 390, en concordancia con el artículo 7, ambos del Código Penal, a cuyo efecto manifestó y solicitó en su recurso, que se “invalide la sentencia recurrida y el juicio oral, señalando el estado en que ha de quedar el procedimiento, ordenando la realización de un nuevo juicio ante un tribunal no inhabilitado, por haber incurrido el tribunal del grado inferior en causal de nulidad prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal.” Peticiones y fundamentos, que repite en estrado el abogado recurrente. Durante la vista de la causa, alegó, también y por el Ministerio Público, el abogado don Luis Soto Becerra y por la querellante, la abogada doña Beatriz Ramírez Díaz, quienes solicitaron el rechazo del recurso interpuesto. Y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, el recurrente, acerca de la causal invocada en su recurso, la fundamenta en que la calificación jurídica de los hechos acreditados en la sentencia es errónea, toda vez que se le otorga el carácter de femicidio en grado de frustrado, cuando conforme a la prueba rendida lo que correspondía era calificar los hechos como constitutivos de delito de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar, infringiendo las normas de derecho que expondrá seguidamente –lo que el recurrente obvia, según oportunamente se asentará-. El impugnador resume los hechos que el Tribunal tuvo por establecidos y la calificación jurídica que le dio a los mismos, agregando que en los fundamentos Décimo y Décimo Primero, los sentenciadores sostuvieron que arrojar un bloque de cemento sobre el rostro de una persona que está en el suelo, es por sí indicativa del ánimo del autor tendiente a lograr el deceso de la víctima, a pesar que la misma no se murió. Es decir, efectuó un análisis ex post, analizando los hechos desde el resultado. Sostuvo que dicha conclusión es errada desde la perpectiva jurídica, ya que para estar en casos de frustración, se requiere que la voluntad del autor no se haya consumado por causas que no dependan de su voluntad. En consecuencia, lo primero que corresponde determinar es la voluntad del agente, o dicho de otro modo el análisis ha de ser ex – ante, lo que se refuerza con el hecho de que la víctima haya permanecido tendida en el lugar de los hechos sangrando, frente a su representado y casi toda su vecindad, sin recibir atenciones médicas o de socorro durante a lo menos 30 minutos, y a pesar de ello no hubiera fallecido. Cita al efecto doctrina, concluyendo que en el caso de autos se encuentra probado que la voluntad de su representado era causarle lesiones a la víctima, pero en caso alguno darle muerte, ya que, sí esa hubiera sido su intención, él contaba con medios más idóneos y eficientes para lograr su objetivo, y así se demostró que su representado tenía un machete en su casa. Además, no se ha rendido prueba alguna que de cuenta de las intenciones previas, concluyendo que el Tribunal incurrió en una errónea aplicación del derecho. SEGUNDO: Que, por su parte, el representante del Ministerio Público citado, solicitó el rechazo del recurso intentado ya que, sostuvo, procesalmente es improcedente toda vez la causal intentada, en el que el presupuesto es que se dan por ciertos los hechos, ya que ellos no se atacan, citando al efecto los que el Tribunal tuvo por determinados en el fundamento Sexto, los que no podían sino ser calificados jurídicamente en la forma en que se hizo. Asimismo, es impropio hacer presente que la prueba rendida no daría cuenta de la voluntad que animó al acusado, ya que la causal invocada no es la idónea, voluntad o animus necandi que, en todo caso, el Tribunal tuvo por suficientemente acreditado. Por su parte, la parte querellante, representada como se dijo, expresó que el recurso debía ser rechazado, adhiriendo a los asertos y dichos del Ministerio Público, agregando que se determinó dicho ánimo, teniendo presente, además, que con anterioridad la víctima ya había sido amenazada de muerte, habiendo sido los medios empleados idóneos para ello, y que en su conducta hubo al menos dos lanzamientos con un pesado bloque de cemento, lo que fue afirmado por el médico, habiendo sido confirmado con los dichos de testigos que manifestaron que el acusado esperaba que se moviera la víctima para lanzarle el bloque, habiendo cerrado las rejas con llave y amenazando a un testigo para impedir que ayudara a la víctima. TERCERO: Que, ante todo, cabe hacer presente que el recurrente deduce su recurso de nulidad basado en la causal genérica del artículo 373 letra b), del Código Procesal Penal, esto es, cuando en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, aspecto, este último, acerca del cual el impugnador nada discurre, vale decir, el solo señalamiento de un error, en nada afecta la validez de una sentencia, éste, de concretarse, y si copulativamente, hubiera influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, sí lo hará. De esta manera, la anotada circunstancia ya es suficiente como para rechazar el recurso intentado; ya que, a mayor abundamiento, nunca cita en qué disposición legal se encuadrarían los hechos que ya fijó el Tribunal, como asimismo la probable pena que de la nueva calificación jurídica hubiere de resultar; así, los hechos establecidos por los sentenciadores, los que al no ser impugnados por la causal idónea, han de tenerse a firmes, no correspondiéndole ni teniendo competencia este Ilustrísimo Tribunal como para avocarse al estudio de su establecimiento y generación. CUARTO: Que, en todo caso, cabe reproducir, en esta parte, los hechos que fueron determinados y se tuvieron por acreditados por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, consignados en el basamento Sexto del fallo impugnado y que reza: “Que, el día 26 de Marzo de 2015, a las 19:00 horas aproximadamente, el imputado Joaquín Hernán Olavarría Torres y su conviviente, doña Amina Enelda Oyarzo Hernández, se encontraban en su domicilio ubicado en Pasaje Tres casa N° 4520 de Coyhaique, cuando, a raíz de una discusión, el imputado con ánimo homicida tomó a su conviviente por el cuello, que apretó, haciéndola hacer (sic) al suelo en el antejardín de la vivienda, donde acto seguido le lanzó trozos de cemento en la cabeza y rostro mientras ésta permanecía en el suelo inconsciente, manando sangre de sus heridas, impidiendo el imputado que los vecinos pudieran auxiliar a la víctima, ya que mantenía cerradas la reja del antejardín y el portón del inmueble, siendo finalmente atendida por personal del SAMU que llegó al lugar. Producto de estas agresiones, la víctima Amina Enelda Oyarzo Hernández sufrió TEC, múltiples lesiones contusas faciales, fractura malar derecha y mandibular, con secuela funcional por limitación de la apertura bucal, con dificultades para el habla y la masticación, además de secuelas estéticas, todas las que habrían resultado mortales de no mediar tratamiento médico oportuno, por las complicaciones del compromiso de consciencia o de las lesiones, que en cuanto a su naturaleza constituyen médicamente lesiones de carácter grave, con plazo de recuperación superior a treinta días.” Hechos que, conforme a lo razonado en el fundamento Décimo Sexto, de la sentencia recurrida, fueron determinados como constitutivos del delito de femicidio, tipificado y sancionado en el artículo 390 del Código Penal, en grado de frustrado. QUINTO: Que, en consecuencia, de la simple lectura de los hechos acreditados por el Tribunal, cuya sentencia se impugna, en relación a los fundamentos del recurso de nulidad impetrados por la defensa del sentenciado, no se observa cómo tales hechos podrían ser objeto de una calificación jurídica distinta a la concluida por el Tribunal, sin que ello no signifique entrar a una modificación de las proposiciones fácticas determinadas, circunstancia que no fue objeto ni causa del recurso deducido, antecedente que, de por sí ya amerita un rechazo de dicho libelo impugnatorio, toda vez que el medio impetrado por este interviniente para solicitar la anulación de la sentencia que le pone término, es un recurso de derecho estricto, limitado a las causales que determinadamente establece la ley, con motivos genéricos, como la sostenida, apareciendo los fundamentos del recurso no como un motivo genérico del artículo 373 letra b), sino más bien, constitutivo de un motivo absoluto de nulidad, de las contenidas en el artículo 374, del citado Código Procedimental. En efecto, las objeciones de la defensa, en este aspecto, dicen relación con una cuestión de determinación de hechos en base a pruebas y su valoración. SEXTO: Que, mención aparte, requiere el análisis de los considerandos Noveno a Décimo Sexto, ambos inclusive, de la sentencia recurrida en cuanto los sentenciadores, pormenorizada y fundadamente, con apoyo en la prueba producida, van estableciendo todos y cada uno de los requisitos del delito por el que dictaron condena, a saber, la intención homicida, el dolo de matar y circunstancia de ser la víctima la ex conviviente del agresor, cuya muerte no aconteció debido al oportuno e inmediato auxilio de vecinos y del equipo de atención de urgencia del Hospital Coyhaique y por las intervenciones quirúrgicas posteriores a que se la sometió en el mismo nosocomio. El perito Solari, meses después de los hechos, vislumbró una intención homicida en la agresión, los testigos, presenciales, así lo afirmaron, el peso y dimensiones de los elementos contundentes empleados en la agresión, testigos para prueba de resistencia de cemento, con al menos, doce kilos de peso, elevados a la altura del agresor y lanzados hacia la cabeza de la víctima, en al menos dos oportunidades, no podían sino confirmar la idea, intención y voluntad del acusado: dar muerte a la víctima, sin perjuicio del hecho de no permitir el auxilio inmediato a la agredida de parte de sus vecinos, de manera que, precisamente, a la luz de la prueba rendida en autos, no puede sino arribarse a la conclusión de que los sentenciadores establecieron los hechos de conformidad a la Ley y la calificación jurídica, de los mismos, no podía menos que ser que aquella a la que acertadamente arribó el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Coyhaique. Y TENIENDO PRESENTE, las disposiciones legales citadas y lo previsto en los artículos 352, 358, 372, 373 letra b), inciso segundo del artículo 376, inciso segundo del artículo 377, 382 y 384 del Código Procesal Penal, SE DECLARA SIN LUGAR Y SE RECHAZA el recurso de nulidad deducido por la defensa del sentenciado Joaquín Hernán Olavarría Torres, en contra de la sentencia dictada con fecha veintisiete de Enero del año dos mil dieciséis, mediante la cual se le condenó como autor del delito frustrado de femicidio, perpetrado en la ciudad de Coyhaique, el día veintiséis de Marzo del año dos mil quince, con las penas principales y accesorias que se consignan en lo resolutivo, pronunciada por los Jueces de la Sala Única del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Coyhaique, la que, en consecuencia, no es nula. Regístrese, notifíquese, dese a conocer a los intervinientes en el día y hora señalados y devuélvanse los antecedentes pertinentes. Redacción del Ministro Titular don Pedro Alejandro Castro Espinoza. Rol I.C. número: 27-2016.R.U.C. número: 1500298130-8.-