LOS PERSONAJES EN LCBA • En LCBA todos los personajes visibles en escena son mujeres porque es sobre su situación social y moral sobre lo que trata la obra, y la ausencia de varones acentúa, por contraste, el conflicto que genera la represión de los instintos naturales del sexo y la maternidad. De ahí la importancia que cobran personajes masculinos que aparecen sólo como aludidos (principalmente Pepe el Romano, pero también Enrique Humanes, los segadores…) • Por el escenario desfilan mujeres de clase social, edad, formas de vida, sensibilidad y sentimientos de todo tipo. Pero la sombra del hombre gravita constantemente sobre la escena. • El personaje femenino se aborda desde la perspectiva de la soledad y de la ausencia: la mujer sin varón , sus frustraciones, sus deseos y su realidad. • 1. 2. 3. 4. La visión del hombre que se desprende de la lectura de la obra es la que nos transmiten estas mujeres: El hombre es un ser deseado y necesario para alcanzar la felicidad y para vivir con alegría. Dotado de enorme fuerza y amigo de la violencia. El hombre tiene un fuerte instinto que le inclina al amor y al erotismo. El hombre somete a la mujer en el matrimonio. • Los personajes de LCBA son figuras representativas que encarnan ideas universales, pero a la vez son seres individualizados, con rasgos que les otorgan una realidad humana concreta. • Así, Bernarda sería la representación de las convenciones sociales: en ella se encarnan la importancia de las apariencias. . Ejerce el papel de represora de las mujeres en general y del sexo en particular. • • • • Su función más sobresaliente es la detentar el poder . Representa también el orgullo de casta, la rígida división de clases sociales. Detrás de esa máscara intuimos a una mujer que tuvo un corazón pero a quien el miedo ha convertido en un monstruo. Las hijas tienen en común el deseo de vivir libremente el amor, pero representan una escala de actitudes. Todas ellas viven entre la reclusión impuesta y el deseo del mundo exterior. Todas están más o menos obsesionadas por lo erótico. Todas son personajes más o menos estáticos frente al dinamismo de su madre. Son figuras individualizadas, más o menos borrosas en unos casos; fuertemente diseñados en otros, sobre todo Adela. Todas coinciden en la necesidad de amar y la búsqueda de varón, pero con diferencias: -Angustias (39 años): la única que tiene posibilidades de escapar es la más resignada -Magdalena (30 años) y Amelia (27 años) : se quejan de su situación, sueñan con otro tipo de vida, pero son incapaces de dar un paso para lograrla. • • • • • -Martirio ( 24 años) se caracteriza principalmente por un resentimiento que la lleva a la vileza. -Adela (20 años) , finalmente, representa la juventud, la belleza, una fuerza natural que se opone sin remedio al poder de la madre. Su rebeldía será trágica: su suicidio es la liberación desesperada, la única salida. María Josefa, la madre de Bernarda, es un personaje crucial en la obra: su función es la de proclamar la verdad. Además, en su desvarío, profetiza que el final de todas será desastroso. Ello le otorga un carácter de personaje de tragedia clásica y hace que tenga una gran dimensión lírica. Poncia, por su parte, representa el conflicto entre la fidelidad y el rencor que genera la sumisión. Es un personaje central en el desarrollo de la trama porque es quien habla con todas en secreto y se aprovecha de ello para mantener su posición de privilegio en la casa a pesar de las distancias. • Es el único personaje que introduce en la obra algún elemento cómico, haciendo también así de contrapunto a la rigidez de Bernarda. • Aparte de otros personaje secundarios (como Prudencia o la criada), merece la pena destacar la figura de Pepe el Romano, un personaje que no aparece en escena pero que desempeña una función clave en la trama: él es el objeto del deseo. El hecho de que no aparezca en escena es fundamental en la creación del personaje: así se convierte, como dice María Josefa, en “un gigante”. • En La casa de Bernarda Alba hemos de distinguir , por lo tanto, entre personajes visibles (que aparecen en escena), personajes invisibles y personajes aludidos. • A su vez , entre los personajes visibles distinguimos entre protagonistas y secundarios. Llamamos protagonistas a aquellos personajes cuya actuación influye en el desarrollo de la acción dramática. Los personajes secundarios aparecen esporádicamente o cumplen una misión dramática muy concreta Consideramos a los segadores como personaje colectivo, pues no se alude a ellos individualmente sino como grupo o coro para poner de manifiesto la frustración y el deseo de amar y de ser libres de las mujeres encerradas en la casa. • • • • • • • • • • Visibles Protagonistas Bernarda Poncia Angustias Magdalena Amelia Martirio Adela MªJosefa • • • • • • • • • • Secundarios Criada Mendiga Prudencia Muchacha Mujeres (1ª, 2ª, 3ª, 4ª) Invisibles Pepe el Romano La hija de la Librada Los segadores (personaje colectivo) • • • • • • Aludidos Antonio Mª Benavides Enrique Humanes Paca la Roseta Adelaida Mujer de las lentejuelas • Don Arturo (notario) • El hombre de los encajes • Evaristo el colorín • • • • • Entre los personajes visibles se establecen cuatro formas fundamentales de relación: -Relaciones entre señora y criadas: odio y clasismo Las relaciones entre Bernarda y las criadas están dominadas por el odio y el resentimiento de clase. -Relaciones entre la madre y las hijas Están presididas por el autoritarismo y la rigidez de una educación que condena a las hijas a obedecer sin cuestionar las órdenes maternas. Este autoritarismo se ejerce desde el peso de la tradición y de la moral: Bernarda manda y las hijas obedecen. Esta educación se basa en el miedo y en la negación de la libertad. -Relaciones entre las hermanas Las relaciones entre las hermanas están presididas por el odio y la envidia. -Relación entre Bernarda y sus vecinas: miedo y odio • Las vecinas del pueblo temen a Bernarda por su carácter orgulloso y altivo. Su rigidez moral y su orgullo de casta impiden unas relaciones cordiales. El temor deriva hacia un odio mutuo que se expresa mediante insultos en ausencia del personaje implicado. Guardan las apariencias; pero las vecinas insultan a Bernarda en sus apartes y, por su lado, Bernarda las insulta cuando ya se han marchado de su casa. Sólo hay una vecina, Prudencia, que mantiene un trato afectuoso con Bernarda. • Para caracterizar a los personajes García Lorca emplea diversas técnicas: Caracterización indirecta • A través del diálogo , un personaje nos adelanta información sobre otro personaje – siempre que no haya aparecido antes en escena- o nos ayuda a completar el juicio que nos habíamos formado del personaje aludido. • • • • Así , por ejemplo, conocemos a Bernarda antes de que salga a escena : el diálogo inicial de las criadas nos presenta a una Bernarda autoritaria y dominante. Pero también los apartes de las vecinas y las conversaciones de las hijas sirven para caracterizarla. La caracterización indirecta se aplica también a otros personajes. Autodefinición de los personajes En otras ocasiones el personaje habla acerca de sí mismo. Caracterización por la acción y el diálogo Lógicamente, conocemos a los personajes por su actuación y comportamiento en la obra y por sus palabras. La actuación inflexible y rígida de Bernarda contrasta con la actitud sumisa de sus hijas y de las criadas. Magdalena y Amelia prácticamente se resignan a su suerte. Angustias vive ficticiamente feliz por su proyecto matrimonial. Adela se mueve por su impulso amoroso y expresa su deseo de liberarse del yugo materno. • Martirio, acomplejada , se debate hipócritamente entre su pasión amorosa y su aparente moralidad. • Poncia, ambigua y esquiva, va de su papel de “tentadora” (habla de los hombres a las hijas) al juego de sus alusiones a Bernarda: quiere descubrir la situación de la casa para no mancharse, para no ver afectada su honra, pero teme a Bernarda; sus temores y su odio le impiden hablar con claridad. • Mª Josefa actúa dentro de una “locura lúcida” (“ve” la realidad y habla verazmente, pero no es escuchada) • El lenguaje se emplea también con intención caracterizadora e identificadora. Recuérdense por ejemplo, los insultos y vulgarismos de Poncia; el lenguaje conminativo de Bernarda; o el uso de un lenguaje surrealista y simbólico en las intervenciones de Mª Josefa. Caracterización por los movimientos escénicos • Resulta clarificador analizar el movimiento de los personajes en escena. Un dramaturgo como Lorca, que domina la técnica teatral y conoce los entresijos del escenario, mueve a sus personajes de manera que sus movimientos correspondan a su personalidad y función dramática. De esta manera, la coordinación entre gestos, movimientos, tonos de voz, contenido y expresión de las palabras, y actitud del personaje es absoluta. • Los movimientos físicos de Bernarda son vigorosos y violentos: da golpes en el suelo con su bastón para imponer su autoridad, arroja al suelo el abanico de Adela, golpea a Angustias con el bastón por haber espiado a los hombres, borra violentamente el maquillaje de Angustias, golpea a Martirio con el bastón por haber escondido el retrato de Pepe , intenta golpear a Adela , pero ésta le hace frente… • El dinamismo de Bernarda se ve contrarrestado por el estatismo de sus hijas que permanecen casi siempre sentadas, en actitud de espera. Ello nos remite, nuevamente, a una sensación de monotonía: permanecen sentadas al comenzar el segundo y el tercer acto; en la escena de los segadores van sentándose a la vez que se lamentan resignadas. Adela.- (Sentándose) ¡Ay quién pudiera también salir a los campos! Magdalena.- (Sentándose) ¡Cada clase tiene que hacer lo suyo! Martirio.- (Sentándose) ¡Así es! Amelia.- (Sentándose) ¡Ay! (Acto II) Este estatismo y los movimientos delicados de las mujeres contribuyen a dotar a la obra de un ritmo lento, que provoca – una vez más- la sensación de que presenciamos unas vidas apagadas, sombrías,mortecinas…¡siluetas fotográficas! Caracterización por los objetos • Cuatro de los personajes poseen objetos propios significativos: Bernarda, su bastón; Adela, un abanico de flores y un traje verde; Angustias, el retrato de Pepe el Romano; Mª Josefa, las flores en el pelo y la oveja. • El bastón de Bernarda simboliza el poder , la autoridad. Se sirve de él para imponer silencio y para golpear a sus hijas. Por eso, cuando Adela se enfrenta a su madre y rompe el bastón, proclama su victoria sobre la autoridad materna. • El abanico redondo con flores y el vestido verde de Adela son signos de su rebeldía, de su oposición a las normas emanadas del poder autoritario. • El retrato de Pepe el Romano simboliza el deseo y la frustración de las hermanas: pertenece a Angustias, quien, en realidad, “ha perdido” ya al Romano; Martirio lo esconde porque ella no puede aspirar a conseguir el original. • • Las flores en la cabeza y en el pecho con que aparece ataviada Mª Josefa en el primer acto son también signos de rebeldía, de libertad y de amor. La oveja que lleva en sus brazos en el tercer acto alude al instinto maternal de las mujeres frustrado por la imposibilidad de conocer varón. • Finalmente, parece que algunos de los nombres que eligió el autor participan en la caracterización de los personajes: Bernarda (oso fuerte) el apellido Alba (blanca, en alusión a las apariencias), Angustias , Martirio, Magdalena, Poncia (en alusión quizás a su papel de personaje presuntamente imparcial que no imparte justicia)… •