Alcohol El alcohol es una de las drogas más consumidas en nuestra sociedad, muchas personas acompañan sus actividades sociales con el alcohol y es aceptado como un acompañamiento placentero de las relaciones y los encuentros sociales. Esta percepción del alcohol ha contribuido a extender su consumo, no sólo entre los adultos, sino también entre los jóvenes y los adolescentes, que se inician en edades muy tempranas. A pesar de que un uso moderado de alcohol (1 ó 2 vasos diarios en las comidas), pudiera ser beneficioso para la salud de algunas personas, para otras sus hábitos y patrones de consumo pueden llevarles a tener verdaderos problemas, tanto para el propio afectado como para el entorno en el que vive (problemas de salud, malos tratos, accidentes de tráfico y laborales, alcoholismo, etc...). Parece que la sociedad actual está tomando conciencia del alcohol como una droga más, que afecta gravemente a la salud. Se intenta evitar el inicio precoz del consumo por parte de los jóvenes y aumentar el control sobre la publicidad que pudiera incidir en un consumo abusivo del mismo. El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol (CH3CH2OH), éste es un depresor del sistema nervioso central, es decir, adormece progresivamente las funciones cerebrales y sensoriales. En ocasiones se confunde erróneamente con un estimulante, ya que en un primer momento produce euforia y desinhibición conductual. Esto se debe a que primero afecta a los centros cerebrales responsables del autocontrol, lo que conduce a que nos dejemos llevar por los efectos del consumo de esta sustancia. Las bebidas alcohólicas se pueden clasificar en dos grupos según el proceso de elaboración: las bebidas fermentadas y las bebidas destiladas. Las bebidas fermentadas (cerveza, sidra, vino, etc.) proceden de la fermentación natural de los azúcares contenidos en diferentes frutas usadas para la elaboración del producto alcohólico (uvas, manzanas...). La concentración de etanol en estas bebidas se encuentra entre un 2% y un 6% en las cervezas de destilación natural y productos similares y entre un 10% y un 20% en los vinos y otros productos similares. Las bebidas destiladas (vodka, whisky, ron, ginebra, tequila, aguardientes, etc.) proceden de la depuración y destilación de las bebidas fermentadas, de esta forma se obtienen mayores concentraciones de alcohol, llegando a tener una concentración de etanol entre un 35% y un 60%, dependiendo de la bebida. Cuadro resumen de los efectos del consumo de alcohol Estados / Fases Estado de sobriedad Estado de euforia Concentración en sangre Efectos y manifestaciones Conducta aparentemente normal. No se observan síntomas de un consumo de alcohol, únicamente serían detectables con pruebas específicas o análisis clínicos. Ligera euforia, aumento de la sociabilidad, se relaciona más con las personas, aumento de la autoestima y disminuye la inhibición social. La capacidad de atención, la de enjuiciamiento y el control disminuyen. Se produce bajo rendimiento en los test. 0,01 - 0,05 mg/dl. 0,03-0,12 mg/dl. Estado de excitación 0,069-0,25 mg/dl. Estado de confusión 0,18-0,30mg/dl. Inestabilidad emocional (pasan de las risas al llanto). Disminución de las inhibiciones (posibilidad de hacer cosas sin sentido). Disminución de la atención (estar en otro mundo, estar ido). Pérdida del juicio crítico. Alteración de la memoria y de la comprensión (lagunas de memoria). Menor respuesta a los estímulos sensoriales y baja capacidad de reacción (peligro al conducir). Ligera descoordinación muscular (movimientos incontrolables al andar). Desorientación y confusión mental. Mareos. Alteraciones en la percepción del color, de las formas y del movimiento. Disminución del umbral del dolor y exageración en la manifestación de los sentimientos (tanto de cariño, como violentos). Alteración del equilibrio (marcha insegura) y descoordinación muscular. Habla pastosa. Estado de estupor 0,27-0,40 mg/dl. Estado de coma 0,35-0,50 mg/dl. Estado de muerte +0,45 mg/dl. Apatía (no tener ganas de nada). Inercia (dejarse llevar). Incapacidad y descoordinación muscular (movimientos muy lentos y descoordinados) Incapacidad de caminar y permanecer de pie. Vómitos e incontinencia esfinteriana. Estado alterado de la consciencia. Estupor (no saber dónde se encuentra). Sueño. Inconsciencia completa. Estado anestésico y coma. Incontinencia de orina y heces. Depresión y abolición de los reflejos (sin reflejos o muy afectados). Hipotermia (bajada de temperatura corporal). Problemas en la respiración y en la circulación. Muerte por parálisis respiratoria ¿Qué riesgos provoca? Dependencia El alcohol produce dependencia tanto física como psicológica; al ser una sustancia depresora del sistema nervioso central, el tiempo necesario para desarrollar dependencia física es muy breve. Las personas se inician en el consumo paulatinamente, pero llega un momento en el que no pueden prescindir del consumo de bebidas alcohólicas. Trastornos del sistema nervioso central El alcohol afecta directamente al sistema nervioso produciendo daño cerebral, amnesia y pérdida de memoria, también puede provocar psicosis y demencias provocadas por un consumo continuado y abusivo. Se producen alteraciones de sueño, haciendo que el dormir sea de una forma discontinua, con periodos de despertar y agitación a lo largo de la noche. También afecta a la respiración, provocando periodos de baja ventilación. Problemas hepáticos La ingesta de alcohol, aunque no sea de forma abusiva y continuada, provoca la acumulación de grasa en el hígado, provocada por la metabolización del etanol en este órgano, que puede llegar a ocasionar complicaciones hepáticas e incluso cirrosis. Problemas hematológicos o de la sangre El consumo de alcohol produce un déficit en el sistema inmunitario, lo que provoca mayor número de infecciones, también suelen aparecer mayor número de anemias en las personas alcohólicas. Problemas gastrointestinales El consumo de alcohol puede provocar gastritis y úlceras de estómago, al ser un irritante de las paredes gastrointestinales. También puede provocar estreñimiento o diarreas porque se ve afectada la motilidad y la secreción intestinal. Problemas sexuales y reproductores Aunque en un principio parezca que aumenta el deseo sexual, el consumo abusivo de alcohol provoca una alteración en los órganos reproductores que puede ocasionar impotencia en los hombres y alteración en la regla o la menstruación en la mujer, que puede llegar incluso a la esterilidad. Problemas en los embarazos El consumo de alcohol en mujeres embarazadas va a afectar directamente al desarrollo del feto, provocando un síndrome alcohólico fetal que puede generar malformaciones en el feto, daño en el sistema nervioso central, retraso del desarrollo y bajo peso al nacer, además de afectar al sistema inmunitario del feto, lo que provocará que sea más propenso a las infecciones. Consejos para padres Qué podemos hacer: 1. Primero hay que darles un buen ejemplo, si nuestros hijos nos ven beber, aprenderán este comportamiento, sobre todo no es conveniente que nosotros abusemos en el consumo de alcohol. 2. Procura dar a los niños zumos y refrescos que no contengan alcohol, esto hará que los niños se acostumbren desde pequeños a este tipo de bebidas. 3. Debemos ser críticos ante la publicidad de bebidas alcohólicas que aparecen en los medios de comunicación y enseñar a nuestros hijos a verlas de una manera constructiva sin caer en los mitos que de esta publicidad se derivan. 4. Debemos enseñar a nuestros hijos a resolver los problemas que les surjan de una forma adecuada y que no vean el consumo de alcohol como la forma de resolver u olvidar sus problemas. 5. Dialogar con los hijos y mantener conversaciones claras y sin tabúes sobre el alcoholismo es una buena forma de prevenir el futuro consumo o los problemas derivados del mismo. 6. Hacer ver a nuestros hijos y enseñarles a tratar a los alcohólicos como enfermos y que sepan que es un problema que se puede tratar e incluso animarles a ayudar a personas que tengan esta problemática. Qué NO debemos hacer: 1. Utilizar cualquier celebración o acontecimiento para consumir alcohol delante de nuestros hijos. 2. Animar a los niños a tomar alcohol, aunque sea en un momento puntual, con algún motivo festivo o intencionado. 3. Asociar la diversión y el ocio con el consumo del alcohol. 4. Ser permisivo y dejar pasar episodios de embriaguez o borracheras, en vez de dialogar con los hijos después de alguno de estos episodios. 5. Tratar despectivamente a los alcohólicos sin comprender este problema como una enfermedad. 6. No querer hablar del consumo del alcohol o del alcoholismo o hacerlo de una forma autoritaria. 7. Consumir habitualmente alcohol o aparecer borrachos en casa. Consejos para educadores Tanto la educación formal (centro escolar), como la no formal (asociaciones, centros jóvenes...) ocupan un lugar privilegiado para poder poner en marcha actuaciones de prevención del consumo de alcohol entre los más jóvenes, pero antes de iniciar cualquier actividad o programa preventivo lee estas sugerencias que te proponemos. Sugerencias preventivas: Existen tres campos básicos sobre los que incidir en un programa de prevención: la información, las actitudes y las habilidades sociales. 1. LA INFORMACIÓN La información es básica, pero no es suficiente. En muchas ocasiones las personas que consumen alcohol tiene una buena información sobre esta sustancia y cómo afecta a su organismo pero, a pesar de todo, continúan consumiendo. No seas alarmista. La información que se ofrezca a los jóvenes no debe ser alarmista, sobre todo en el alcohol, ya que la sociedad les da otra información que se contradice. Testimonios de afectados El hacer intervenir a personas que han tenido un problema de consumo como testimonio ante los jóvenes, no es la intervención más adecuada, proporciona una información ambigua, pueden entender que se puede salir del problema fácilmente y de esta forma no darle importancia al riesgo que corren. Además se debe tender a tratar de modo normalizado el alcoholismo como cualquier otra enfermedad. Responder las dudas y cuestiones de los alumnos. Hay que tener siempre en cuenta que la mejor información es la que da respuesta a los planteamientos y las dudas de los chicos y chicas con los que trabajes. 2. LA IMPORTANCIA DE LAS ACTITUDES Trabaja sobre las actitudes y creencias del consumo, fomentando una actitud positiva del no consumo y de los beneficios de un estilo de vida saludable. De esta forma se podrá actuar de una manera más efectiva sobre la conducta. 3. LAS HABILIDADES SOCIALES Éste es un tema imprescindible en cualquier programa de prevención. De esta forma darás herramientas a los chicos y chicas para hacer frente a la presión de grupo, favorecer la asertividad (ponerse en el lugar del otro) y poder defender sus ideas y opiniones frente a los ofrecimientos de consumo. Fases a trabajar en un tema de drogodependencias Para poder trabajar un tema de drogodependencias con jóvenes y adolescentes proponemos una serie de fases que sirvan como orientación y guión y que puedan ser útiles; estas fases deben tratarse a lo largo de diferentes momentos y de forma continuada durante al menos 3-4 años seguidos, ya que una vez superada una fase conviene trabajar la siguiente, de forma que se complete la información, los conocimientos y las actitudes conseguidas en la fase anterior: Fase 1ª: Proporcionar: Información básica del funcionamiento corporal y de cómo cuidarlo. Precauciones que se deben seguir en casa sobre el uso de medicamentos y otras sustancias que pueden ser dañinas. Algunos conocimientos elementales sobre las drogas y los daños que producen. Saber qué profesionales se relacionan con la salud. Saber quién puede ayudar cuando tienen preguntas o dudas. Cómo: Comunicando las impresiones y dudas sobre enfermedades y consumo de medicamentos. Siguiendo las normas de seguridad elementales. Definiendo cuándo y cómo buscar ayuda de los adultos y de profesionales. Para: Reconocer y valorar el cuerpo y la singularidad propia. Crear actitudes acerca del uso de las drogas. Dar respuesta eficaz a la publicidad y presión hacia el consumo de sustancias tóxicas. Fase 2ª: Proporcionar: Información más detallada sobre el funcionamiento del cuerpo y sus cuidados. Conocer los tipos de medicamentos, drogas legales e ilegales, efectos y riesgos asociados. Saber los aspectos generales de las leyes sobre uso de drogas legales e ilegales. Conocer quién puede ayudar cuando se tienen preguntas o dudas. Saber los riesgos de la manipulación de jeringuillas, rulos y agujas usadas. Cómo: Identificando riesgos. Enseñando estrategias para enfrentarse con la influencia de los compañeros. Comunicándose con los adultos. Sabiendo tomar decisiones y fomentando la asertividad en situaciones relacionadas con el uso de drogas. Ayudando para poder dar y recibir ayuda. Informando sobre las precauciones básicas en el uso de medicamentos. Para: Valorar correctamente a uno mismo y a los demás. Crear actitudes y creencias adecuadas sobre las drogas y las personas que usan o abusan de ellas. Responder a la publicidad y tratamiento que hacen los medios de comunicación sobre alcohol, tabaco y drogas legales. Responsabilizarse de uno mismo y de la propia conducta. Fase 3ª: Proporcionar: Información sobre drogas legales e ilegales, sus efectos y riesgos para la salud. Conocer conceptos y terminología básica: uso, abuso, adicción, tolerancia, dependencia, sobredosis, síndrome de abstinencia, etc. Conocer las clases de drogas según sus efectos. Informar de las Leyes sobre drogas. Relacionar el abuso de drogas y deporte. Conocer los efectos de los distintos niveles de ingesta de alcohol. Conocer los diferentes organismos locales y nacionales que pueden proporcionar ayuda y consejo. Cómo: Identificando los riesgos para la salud. Aprendiendo a comunicarse con los compañeros, los padres y los profesionales. Tomando decisiones adecuadas y fomentando la asertividad en situaciones de uso inadecuado de drogas. Sabiendo dar la ayuda adecuada cuando es necesario (por ejemplo, cómo atender a un accidentado). Para: Adecuar las actitudes y creencias sobre las drogas y sus consumidores en los distintos grupos sociales. Solventar el impacto de los medios de comunicación y publicidad sobre las opiniones de los jóvenes. Implantar actitudes realistas hacia las drogas y las leyes sobre drogas. Reconocerse a uno mismo y el papel que representa, y asumir la responsabilidad del comportamiento propio. Asumir la responsabilidad sobre la seguridad propia y de los demás. Fase 4ª: Proporcionar: Información sobre las drogas, incluyendo su estatuto legal y sus efectos. Consecuencias personales, sociales, económicas, físicas y psicológicas del abuso de drogas. Patrones de uso de drogas y su impacto sobre la comunidad. Daños que ocasiona cada droga, la mezcla de drogas, y su uso en determinadas situaciones. Cómo: Reconociendo y valorando situaciones de riesgo. Tomando decisiones adecuadas y fomentando la asertividad en situaciones de uso de drogas. Manejando los conflictos y canalizando adecuadamente conductas agresivas. Facilitando información para aconsejar a los compañeros sobre el uso de drogas. Dando la ayuda e información adecuada en distintas situaciones. Para: Superar y no ceder ante las influencias sociales y culturales sobre los jóvenes. Promocionar actitudes adecuadas hacia las drogas, sus consumidores y los que abusan de ellas, y hacia las leyes sobre drogas. Conocer y cumplir las leyes sobre venta de alcohol y de tabaco. Fomentar la responsabilidad individual sobre el propio comportamiento. Legislación 1. CÓDIGO PENAL En la legislación española, respecto al alcohol se pueden aplicar los siguientes artículos del código penal (Ley orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del código penal): CAPITULO IV. De los delitos contra la seguridad del tráfico. Artículo 379. El que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas, será castigado con la pena de arresto de ocho a doce fines de semana o multa de tres a ocho meses y, en cualquier caso, privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, respectivamente, por tiempo superior a uno y hasta cuatro años. Artículo 380. El conductor que, requerido por el agente de la autoridad, se negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de los hechos descritos en el artículo anterior, será castigado como autor de un delito de desobediencia grave, previsto en el artículo 556 de este Código. 2. REGLAMENTO GENERAL DE CIRCULACIÓN Donde describe las tasas permitidas de alcohol en sangre de los conductores. Reglamento General de Circulación R.D. 13/1992 de 17 de enero, modificado por el R.D. 2282/1998 de 16 de octubre. Artículo 20. Tasas de alcohol en sangre y aire espirado. 1. No podrá circular por las vías objeto de la legislación sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, el conductor de vehículos con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro, o de alcohol en aire espirado superior a 0,25 miligramos por litro. Cuando se trate de vehículos destinados al transporte de mercancías con un peso máximo autorizado superior a 3.500 kilogramos, vehículos destinados al transporte de viajeros de más de nueve plazas, o de servicio público, al escolar o de menores, al de mercancías peligrosas o de servicio de urgencia o transportes especiales, los conductores no podrán hacerlo con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,3, gramos por litro, o de alcohol en aire espirado superior a 0,15 miligramos por litro. Los conductores de cualquier vehículo no podrán superar la tasa de alcohol en sangre de 0,3 gramos por litro, ni de alcohol en aire respirado de 0,15 miligramos por litro, durante los dos años siguientes a la obtención del permiso o licencia que les habilita para conducir. A estos efectos, sólo se computará la antigüedad de la licencia de conducción cuando se trate de la conducción de vehículos para los que sea suficiente dicha licencia. 3. LEGISLACIÓN AUTONÓMICA Cada comunidad autónoma regula la edad mínima permitida para la venta y el suministro de alcohol. En la Comunidad Autónoma de La Rioja es a partir de 18 años, según el Artículo 36 de la Ley 5/2001 de 17 de octubre sobre drogodependencias y otras adicciones. Artículo 36. Limitaciones en la venta y suministro de bebidas alcohólicas 1. No se permitirá la venta ni el suministro de bebidas alcohólicas a los menores de dieciocho años.