XI OLACEFS Corrupción: prevenir, identificar y sancionar Panamá, agosto de 2001 COLABORACIÓN DEL TRIBUNAL DE CUENTAS DE LA REPÚBLlCA ORIENTAL DEL URUGUAY I) Las huellas de la corrupción: las irregularidades.Las EFS están llamadas a desempeñar un papel muy activo en la lucha contra la corrupción administrativa. Dicho papel encuentra su razón de ser en las consecuencias nefastas que la corrupción tiene en la economía de los Estados y si se estudia el tema desde la óptica de países en vías de desarrollo el tema se torna más importante aún por la grave distorsión que representa en el manejo de los recursos públicos. Para poder combatirla eficazmente, el auditor debe estar consciente de la importancia de su papel y de los límites que la ley impone a su actuación. Aunque no es la finalidad de una auditoria detectar irregularidades, en el curso de su trabajo el auditor puede enfrentarse a ellas y debe actuar en consecuencia. El término irregularidades podemos definirlo como declaraciones incorrectas u omisiones intencionales de cifras o revelaciones en los estados financieros. Las irregularidades incluyen la presentación de información financiera fraudulenta para presentar estados financieros engañosos. Las mismas podrán incluir los siguientes actos: - Manipulación, falsificación o alteración de los registros contables o documentos soporte usados para preparar los estados financieros - Representación fraudulenta u omisión intencional de hechos, operaciones u otra información importante. - Aplicación indebida intencional de principios de contabilidad relacionados con cifras, clasificación, forma de presentación o revelación. La irregularidad es por tanto la huella visible que va dejando la corrupción en su accionar. Resulta por tanto relevante conocer los elementos constitutivos de la irregularidad que podemos clasificar en: a) elementos personales: encontraremos por lo menos dos, el corrompido (funcionario público) y la víctima (Estado). Un tercer elemento personal puede ser el corruptor que es quien obtiene una ganancia a través de la maniobra fraudulenta, puede existir o no, no es indispensable para configurar la irregularidad, pero puede desencadenarla. b) elementos de la conducta: puede consistir en una omisión material o falsa representación que tiene como finalidad el engaño, implica un abuso de confianza en tanto existe un derecho jurídico de la víctima (Estado) en confiar en el desempeño de sus funcionarios. c) elemento de consecuencia: existe un perjuicio real o riesgo de que un perjuicio se produzca para la víctima.- La diferencia entre la irregularidad y el error se encuentra en la intencionalidad de la conducta que constituye la base de la irregularidad. Debido a las características de las irregularidades, sobre todo las que implican falsificación y confabulación, aún una auditoría adecuadamente diseñada y ejecutada tal vez no detecte una irregularidad importante. Los procedimientos de auditoría que son efectivos para detectar una declaración incorrecta no intencional, tal vez no funcionen cuando la declaración incorrecta es intencional y se oculte a través de la confabulación entre varios funcionarios de la entidad auditada o entre funcionarios y terceros, es por ello que el auditor debe poder reconocer los posibles escenarios en que opera la corrupción administrativa para detectar sus indicios. II) Prevenir e identificar, dos momentos, un mismo fenómeno Tanto al utilizar uno como otro término nos estamos refiriendo a la "detección". El auditor detecta una situación que puede desembocar en una irregularidad, una falla en los procedimientos del organismo controlado que abre la puerta para el acaecimiento del ilícito, si bien este aún no se ha perpetrado. Cuando el auditor identifica, también está detectando una situación, pero la misma ya se produjo. Podríamos compararlo con dos fotos tomadas en el mismo lugar con los mismos protagonistas pero en diferentes momentos, cuando prevenimos nos encontramos en una etapa anterior en el tiempo, nos adelantamos a los hechos antes que se produzcan. Puede ocurrir asimismo en esta hipótesis que la irregularidad nunca llegara a producirse aún sin la intervención del auditor pero su labor en este campo no debe ser nunca pasiva, su rol siempre es activo. Para poder situarnos en el papel de "detectives de irregularidades" se debe comenzar a discriminar los posibles escenarios más proclives a su aparición. Una vez detectado el escenario, estamos en condiciones de afirmar que la irregularidad puede producirse si es que no ha ocurrido aun. A estos efectos debemos primeramente conocer las áreas de la Administración que resultan más vulnerables para el acaecimiento de irregularidades, conocer. los diferentes tipos de irregularidades que pueden detectarse y distinguir entre las actividades rutinarias y las no rutinarias de la entidad auditada; todos estos elementos obrarán como pistas para el auditor. a) Áreas de la Administración más proclive s a la irregularidad. Ha habido coincidencia en identificar algunas áreas del Gobierno que pueden ser susceptibles a la corrupción administrativa. Así por ejemplo: - Servicios públicos - Licitaciones y adquisiciones públicas - Recaudación de ingresos públicos (impuestos, aduanas) - Nombramiento de funcionarios públicos - Administración de gobiernos locales - Privatizaciones b) Tipos de irregularidades más frecuentes: Abuso de funciones.- Los funcionarios venden sus poderes discrecionales al mejor postor. Comisiones y obsequios ilegales.- Los funcionarios cobran un porcentaje sobre los contratos del Gobierno o reciben atenciones especiales por parte de las personas interesadas en obtener un beneficio. Evasión o fraude- Los particulares pagan para que funcionarios alteren las declaraciones de impuestos por ejemplo. Cohecho.- Los funcionarios exigen una cantidad de dinero para acelerar trámites o prevenir demoras. Nepotismo.- Los funcionarios reparten cargos entre parientes y amigos cercanos o contratan con sus allegados a través de empresas ficticias. c) Actividades rutinarias y no rutinarias.Entendemos por transacciones rutinarias aquellas que registran las transacciones diarias de una entidad Con el mundo externo. Generalmente presentan las siguientes características: - Son numerosas - Son recurrentes - Pueden medirse objetivamente - Requieren muy poco o ningún juicio para determinar el monto que se ha registrado . La repetición en el tiempo de las operaciones, si bien no garantiza que no ocurran irregularidades, dificulta su aparición, siempre que se cuente con un control interno efectivo. La Administración generalmente establece dicho control respecto al registro, procesamiento y emisión de informes de dichas transacciones. Las transacciones no rutinarias en cambio, son transacciones que por su materialidad o naturaleza, son extraordinarias. Presentan las siguientes características: - No son usuales en algún aspecto, ya sea por su naturaleza, como sería el caso de adquisiciones y ventas de bienes de uso, obtención de préstamos no operativos siempre que estas actividades no estén en el giro normal del organismo, o por el momento en que se producen, por ejemplo, adquisiciones programadas al final de un ejercicio. - Son relativamente pocas en frecuencia - Son difíciles de predecir - Requieren juicio para determinar su monto Las actividades no rutinarias por su naturaleza son aquellas que llaman la atención por no encontrarse dentro de las actividades normales del organismo. La naturaleza de las transacciones no rutinarias puede que dificulte a la Administración la implantación de un control interno efectivo con respecto a las mismas, como consecuencia el riesgo de que ocurran errores o irregularidades significativas es más alto. III) Un paso hacia la sanción de la corrupción, la evidencia.Normalmente el auditor tendrá diferentes tipos de evidencia proveniente de varias fuentes. La apreciación de tal evidencia es responsabilidad de las autoridades que correspondan. Sin embargo los equipos auditores responsables de los procesos iniciales deberán estar conscientes de cómo manejan la evidencia. Los equipos auditores deberán inmediatamente considerar y preparar documentación de modo de facilitar la posterior acción por quien corresponda. Cuando se sospecha la existencia de irregularidades, la evidencia debe recabarse de manera de facilitar la tarea de quien debe investigado ya sea en sede administrativa o judicial. La información recogida en forma inteligente se vuelve crucial, los auditores deben estar seguros de que sus opiniones no estén sesgadas por prejuicio acerca de las personas o hechos o por información "interna" proporcionada por partes interesadas. El auditor debe permanecer independiente y objetivo y considerar todas las posibles interpretaciones de los eventos. La detección de los escenarios proclives al acaecimiento de irregularidades puede determinar cambios en la auditoría misma ya que podría verse afectada en: - Enfoque y objetivos - Alcance y alcance de las pruebas - Estimación del tiempo - Número de auditores y su especialización - Preparación del informe Como se expresara., resulta esencial que se asegure que el auditor actúe con independencia, tal como lo preven las Normas de Auditoría de Aceptación General relativas a la persona del auditor. Conscientes de la importancia de este tema, las EFS participantes del XVI INCOSAI llevado a cabo en la ciudad de Montevideo (Uruguay) en 1998, sancionaron un Código de Ética que incluye una serie de normas relacionadas con las cualidades y capacidades del auditor, su buen juicio y criterio en la ejecución y desarrollo de su trabajo, necesarios para el correcto cumplimiento de su tarea. Este Código constituye una norma marco que incluye los postulados básicos que deberían ser adoptados por las EFS en caso de no poseer una norma reguladora en este sentido. IV) Sancionar, ¿cuál es el papel de las EFS? La responsabilidad de la EFS comienza y termina con el desempeño de las tareas que le competen en el ejercicio de su rol, tanto en su faz preventiva como de identificación de irregularidades. Una vez que el auditor detecta una irregularidad debe, en primer término, determinar en qué medida la misma afectará el desarrollo de la auditoría y cuantificarla, es decir determinar su monto. En este punto, la responsabilidad de la EFS abarca dos aspectos: - reunir la evidencia necesaria de que tal irregularidad ha ocurrido. - denunciar el hecho ante la justicia en caso de corresponder. Aquí adquiere especial relevancia el concepto de "evidencia", que tendrá diferente significado para el auditor que para el abogado, de ahí la necesidad de integrar los equipos auditores con especialistas en derecho toda vez que se detecten irregularidades importantes. En el caso de la auditoría financiera, la evidencia es usada para determinar si los estados contables se presentan con razonabilidad, lo que permite un alto nivel de seguridad en la emisión del dictamen por parte del auditor. En cambio, para el derecho, la evidencia tiene una finalidad diferente y es la de determinar la culpabilidad o inocencia de la parte involucrada, de ahí que ya no se hable de un alto grado de seguridad sino de una certeza tan clara y manifiesta que nadie pueda dudar de ella. Es por lo tanto, esta divergencia en el concepto de evidencia y en la finalidad que se persigue en uno y otro caso, lo que determina que lo que es evidencia de auditoría, no es equivalente a evidencia para el derecho. De allí que, a pesar de la evidencia que pueda producir la EFS muchas veces se llega a que exista irregularidad, que la misma ha sido detectada por la EFS pero el autor de la misma queda impune. V) Hacia la severización del castigo. El caso de Uruguay.Nuestro país ha legislado en materia de nuevas figuras delictivas vinculadas a la corrupción administrativa (creando tipos, perfeccionando otros y estableciendo el tratamiento punitivo de cada uno de ellos) en forma bastante posterior a la mayoría de los países de Latinoamérica, al punto que la ley 17.060 data de fines del año 1998. Para esta conducta existen a nuestro criterio básicamente dos explicaciones, a saber: - En primer lugar, existía y como se verá aún existe, cierto consenso entre los operadores del Derecho (especialmente en materia criminal) de que nuestro Código Penal de 1934, actualmente vigente, contemplaba en sus disposiciones todas las figuras delictivas que podían estar vinculadas a la práctica de la corrupción administrativa. Así por ejemplo, el Título IV del Código Penal denominado "Delitos contra la Administración Pública" tipifica una serie de conductas penalmente condenables, la mayoría de ellas a sujeto calificado: peculado, concusión, cohecho, soborno, fraude y conjunción del interés personal con el público, cuyos verbos nucleares amparan una amplia gama de conductas vinculadas a la corrupción administrativa. - En segundo lugar en Uruguay el fenómeno de la corrupción administrativa, como un flagelo importante, comenzó a sentirse en forma tardía respecto a otros países de la región cuando la globalización fue incrementando la "imaginación" para crear nuevas maniobras tendientes a menoscabar el Erario Público y la pequeña corruptela fue dando paso a realidades más complejas que no encuadraban en las disposiciones vigentes. En consecuencia, el legislador se vio en la necesidad a crear nuevos tipos, de severizar las sanciones de los ya existentes y de tratar de prevenir y erradicar desde sus orígenes las prácticas corruptas a través de la ratificación por ley 17.008 de fecha 25.9.98 de la Convención Interamericana contra la corrupción. La realidad confirmó que para nuestro legislador debía retocarse la normativa vigente, incrementando las penas como forma de persuadir a los agentes que potencialmente podían incurrir en conductas fraudulentas, (funcionarios públicos y particulares conexo s con los mismos) y estableciendo nuevas circunstancias agravante s de aquellas. Se complementó lo anterior con la creación de nuevas figuras para completar el espectro jurídico normativo que haría frente a las prácticas corruptas. A través de la Ley 17.060 se sustituyeron vanos artículos del Código Penal y se incorporaron a los mismos cuatro artículos creando dos nuevas figuras penalmente relevantes: 'el tráfico de influencias y la utilización indebida de información privilegiada. Veamos sintéticamente los cambios impuestos por la ley y operados en los delitos que ya legislaba el Código, aclarando que los mismos afectaron solamente la parte sancionatoria permaneciendo el aspecto conceptual incambiado: Concusión. - se incrementó la pena mínima de 6 meses a 12 de prisión y se duplica la pena máxima que preveía el Código elevándola a 6 años de penitenciería. Se agrega una multa y se mantiene la inhabilitación de 2 a 6 años par. ejercer cargos públicos. Cohecho simple. - La pena prevista en el código era solo de multa. La nueva ley castiga esta conducta con una pena de 3 meses de prisión a 3 años de penitenciaría., mantiene la imposición de una multa más inhabilitación especial de 2 a 4 años. Cohecho calificado.- El castigo de 6 a 24 meses de prisión originalmente prevista en el Código Penal fue elevado a un mínimo de 12 meses de prisión y un máximo de 6 años de penitenciaría, multa e inhabilitación especial de 2 a 6 años. Soborno.- Este delito conserva su tratamiento punitivo: quien indujere al funcionario a incurrir en los delitos de cohecha simple o cohecho calificado será castigado con la mitad a dos terceras partes de la pena principal establecida para dichos delitos. En este delito el legislador crea agravantes específicas de la conducta que, como tales, permiten elevar los guarismos sancionatorios. Fraude.- Como las anteriores figuras aquí también se asiste a una severización de la sanción, que pasó de 6 meses de prisión y 4 años de penitenciaría, a 12 y 6 respectivamente entre mínimos y máximos manteniéndose la inhabilitación y agregándose una multa. Conjunción del interés personal y del público.- Con leves modificaciones conceptuales, esta figura en cambio no es la excepción a la regla del legislador en cuanto a aumentar el quantum punitivo. El Código Penal preveía un castigo de multa mientras que la ley 17.060 incorpora la pena privativa de libertad: 6 meses de prisión a 3 años de penitenciaría, inhabilitación especial de 2 a 4 años y la imposición de una multa. Abuso de funciones en casos no previstos especialmente por la ley.- Esta figura residual preveía una pena de prisión cuyo guarismo era de 3 a 24 meses de prisión e inhabilitación especial de 2 a 6 años. La ley severizó el reproche penal ubicando el máximo sancionatorio en 3 años de penitenciaría, teniendo una inhabilitación de dos a cuatro años e incorpora como sanción una multa. Estas normas que Vienen de verse, se complementan con otros dos grupos de normas: a) La figura que castiga con pena de prisión de 13 a 18 meses la omisión de los funcionarios a denunciar delitos, en la que resulta un agravante el hecho de tratarse de los delitos que vienen de mencionarse; y la figura que sanciona con pena de 3 meses a 3 años la calumnia o simulación del delito. b) La creación por el legislador de dos nuevas figuras que se incorporan al Código Penal en el Título reservado a Delitos contra la Administración Pública. Ellas son: - Tráfico de influencias: este delito castiga con 3 meses de prisión a 4 años de penitenciaría a todo aquel que invocando influencias logre para sí o un tercero un provecho económico, o acepte una promesa para influir sobre un funcionario público. - Utilización de información privilegiada: 3 meses de prisión a 4 años de penitenciaria será. El castigo para aquel funcionario público que con el fin de obtener un provecho económico haga uso indebido de información que conoce en razón de su cargo. Además se prevé una multa e inhabilitación especial de 2 a 4 años. CONCLUSIONES 1) Las irregularidades son las huellas que va dejando la corrupción en su accionar, no siempre son visibles o fáciles de detectar pero el auditor debe estar consciente de los escenarios en que éstas encuentran terreno fértil para desarrollarse. 2) La recolección de evidencia constituye un paso fundamental hacia la sanción de conductas corruptas ya que es imposible que ésta exista sin aquélla. 3) La conducta del auditor gubernamental debe ser independiente en todo momento y en tal sentido ajustarse a los postulados del Código de Ética de la INTOSAI. 4) En nuestro país, resulta demasiado temprano para evaluar las consecuencias que trajo aparejado el incremento punitivo de las figuras delictivas ya existentes así como la creación de nuevos tipos, en cuanto a lograr persuadir a los eventuales sujetos activos de conjugar los verbos nucleares previstos en los tipos penales. Sin embargo, esta actitud del legislador denota una clara toma de conciencia cristalizada en la técnica jurídica de aumentar el castigo penal para quienes violen las normas anticorrupción. 4) Capacitar a los auditores para detectar los posibles escenarios en que se desarrollan las irregularidades conociendo las áreas de la Administración más proclives a ella, su tipología y las actividades no rutinarias de las entidades auditadas. 5) Ante la sospecha de situaciones irregulares el auditor debe efectuar los cambios necesarios en su auditoría para que la misma sea efectiva. A los efectos de un mejor manejo de la evidencia deberían integrarse los equipos con técnicos en Derecho. 6) Adoptar el Código de Ética de la INTOSAI como modelo de conducta para todos los auditores gubernamentales. 7) Fomentar entre los países miembros de OLACEFS el fluido intercambio de experiencias en el combate contra el flagelo de la corrupción administrativa, especialmente de los efectos que en realidades similares a la nuestra pudo haber causado la severización de las sanciones penalmente previstas para quienes incurran en conductas deshonestas vinculadas con el sector público.-