27 de octubre de 2015 Nota Informativa “Carcinogenicidad por consumo de Carne Roja y Carne Procesada” Antecedentes La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) es una agencia intergubernamental localizada en Lyon, Francia y forma parte de la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas. La IARC se creó en mayo de 1965, a iniciativa de Francia, y en la actualidad está integrada por 25 países (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, EUA, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, India, Irlanda, Japón, Marruecos, Noruega, Países Bajos, Catar, República de Corea, Rusia, España, Suecia, Suiza y Turquía) Su misión es dirigir y coordinar las investigaciones sobre las causas del cáncer, también se encarga de los estudios epidemiológicos sobre la incidencia de esta enfermedad a nivel mundial y es responsable de la elaboración de monografías sobre los riesgos cancerígenos para humanos. La IARC ha generado una clasificación con base en la correlación entre el consumo de una sustancia y la prevalencia de algún tipo de cáncer. A continuación se presenta la clasificación de la IARC: Grupo 1: Cancerígeno para humanos. Grupo 2A: Probablemente cancerígeno para humanos. Grupo 2B: Posiblemente cancerígeno para humanos. Grupo 3: No clasificable como cancerígeno para humanos. Grupo 4: Probablemente no cancerígeno para humanos Problemática El día 26 de octubre de 2015 fue publicado en The Lancet la monografía de la IARC respecto de los efectos carcinogénicos del consumo de carne roja y carne procesada en humanos. En esta publicación un grupo de investigadores de la IARC revisó 800 estudios epidemiológicos previamente publicados creando un meta-análisis, es decir un estudio de estudios. Resultados La publicación presenta tres resultados principales que se describen a continuación: 1) La carne procesada (la carne que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado, u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. Pudiendo ser carne de cerdo o carne de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre), se ubica dentro del grupo 1 de la IARC. 2) La carne roja (toda la carne muscular de los mamíferos, incluyendo carne de res, ternera, cerdo, oveja, caballo, y cordero), se ubica dentro del grupo 2A. 3) El consumo de 50 gramos de carne procesada diariamente eleva en un18% la probabilidad de padecer cáncer colorrectal y el consumo de 100 gramos diarios de carne roja eleva en un 17% la probabilidad de sufrir este padecimiento. Consideraciones Para garantizar la seguridad alimentaria, el Gobierno de la República trabaja de manera coordinada entre la SAGARPA, a través del SENASICA, y la Secretaria de Salud, a través de la COFEPRIS, para cuidar la salud de la población. El sistema de inocuidad alimentaria en México, está compuesto por dos procesos complementarios de gestión de calidad y de riesgos. a) El SENASICA garantiza la calidad en el proceso primario de producción ganadera a través del Sistema de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC), que supervisa la aplicación de buenas prácticas en la alimentación y crianza del animal. El SRRC tiene la finalidad de reducir los peligros de contaminación física, química y microbiológica. b) La COFEPRIS es la encargada del procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos a través del programa de vigilancia sanitaria permanente con el que se da cumplimiento a la NOM-251SSA1-2009. Esta NOM revisa los procesos de: Recepción de materias primas y material de envase y/o empaque Fabricación Almacenamiento y distribución Rechazos (en caso de que el producto se encuentre fuera de especificación) Equipo e instrumentos para el control de las fases de producción Limpieza Control de plagas Capacitación del personal En México, la industria cárnica representa cerca del 15% de la producción de la industria alimentaria, por lo que la COFEPRIS dentro de su programa de vigilancia permanente realiza visitas de verificación a los establecimientos dedicados a estas actividades. Durante el periodo 2014-2015, la COFEPRIS realizó 608 visitas a plantas procesadoras de cárnicos, 27,769 a puntos de venta de cárnicos y 2,350 inspecciones a tiendas de autoservicio. Como resultado de estas visitas la COFEPRIS, en conjunto con el Sistema Federal Sanitario, logró el aseguramiento y destrucción de casi 32 toneladas de productos que no se encontraban dentro de especificaciones. Se constató mediante las inspecciones que el 83% de los establecimientos cumple con las Buenas Prácticas de Higiene. Para asegurar la seguridad de los productos cárnicos y embutidos consumidos en México, durante el periodo 2014-2015 la COFEPRIS tomó 10,629 muestras de estos productos. Si bien a estas muestras no se les hicieron pruebas para detectar nitritos y nitratos de sodio y potasio, la COFEPRIS ya está empleando pruebas para identificar estos compuestos. Adicionalmente, la COFEPRIS incentiva el cumplimiento de las buenas prácticas mediante el otorgamiento del Certificado de Buenas Prácticas Sanitaria. Debido a este esfuerzo interinstitucional, al día de hoy México se ha convertido en un ejemplo, no solo a nivel regional sino a nivel mundial en materia de inocuidad alimentaria En materia alimentaria, todos los alimentos constituyen fuentes de nutrimentos requeridos por el cuerpo, la carne roja, en el marco de una dieta balanceada, constituye una valiosa fuente de proteínas, por lo que consumida con moderación no representa un riesgo para la salud. La producción nacional de carne de res y cerdo ascendió en el 2014 a 3.03 millones de toneladas y las importaciones en el mismo año ascendieron a 0.74 millones de toneladas. Lo anterior, se traduce en un consumo promedio per cápita de carne roja (res y cerdo) en México de 82 gramos diarios lo que representa un 18% por ciento por debajo del consumo promedio de los estudios analizados. Respecto de las investigaciones de donde se desprenden los resultados de este documento es importante señalar que únicamente se encontró evidencia concluyente en 41 (5%) estudios de cohorte sobre la existencia de una correlación positiva entre un alto consumo de carne procesada y el cáncer colorrectal. Estos 41 estudios fueron realizados en diversos países de Europa, así como en Australia, Japón y EUA, es decir, ninguno se llevó a cabo en México. Por lo tanto, la publicación de la IARC no presenta evidencia científica concluyente en estudios realizados a la población mexicana. Si bien es cierto que el estudio vincula el consumo de carne roja con el cáncer colorrectal, al clasificar la carne roja en el grupo 2A, el mismo estudio presenta contradicciones al señalar que no se encontró una asociación clara en diversos estudios considerados de alta calidad por lo que pueden existir otros factores causales de cáncer. En relación a los nitritos y nitratos de sodio y potasio mencionados en el estudio, éstos se denominan “sales de curado” y se usan en la elaboración de productos cárnicos con el fin de evitar el ataque de bacterias. Adicionalmente, éstos se emplean como acentuador del aroma, conservador, agente de retención de color y coadyuvante de color. En México la regulación de dichas sustancias químicas permite el uso hasta una concentración máxima de 156 partes por millón (0.156 g/Kg de carne). Es importante mencionar que está regulación, El Acuerdo por el que se determinan las sustancias permitidas, prohibidas o restringidas en la elaboración de alimentos (El Acuerdo), está en congruencia con las mejores prácticas internacionales, incluido el Codex Alimentarius, que es la referencia internacional en materia de alimentos Por otra parte, el estudio señala que los procesos a los que son sometidos los embutidos para su cocción, tales como el ahumado y el curado, pueden resultar en la formación de hidrocarburos aromáticos policíclicos. Estos compuestos también han demostrado un poder carcinogénico por lo que las autoridades sanitarias deberán enfatizar que en los procesos de elaboración no deberán emplearse precursores de estos compuestos ni productos que den como resultado la formación de estos contaminantes. En una comparación de los datos epidemiológicos sobre cáncer de colon entre México y Estados Unidos se observa lo siguiente: En México, durante 2013, se presentaron alrededor de 6, 400 casos, de los cuales 4,100 resultaron en defunciones, es decir una tasa de mortalidad del 64%. En Estados Unidos, durante 2011, se presentaron 134,784 casos de cáncer de colon, con una tasa de mortalidad de 38% de los casos, es decir 51,516 defunciones. Este análisis comparativo es relevante al complementarlo con la comparación entre el consumo de carne roja per cápita en ambos países. En México el consumo de carne roja (res y cerdo) ronda los 29.6kgs. por año mientras que en Estados Unidos el consumo per cápita asciende a 119.4 kgs. por año. Por lo que no se observa una relación positiva consistente asociada al consumo de carne roja y la prevalencia y mortandad de cáncer de colon. Para contextualizar el impacto del cáncer de colon, es importante mencionar que durante 2013 se presentaron aproximadamente 128,000 casos de cáncer en México. De estos casos reportados el cáncer de colon representa el 5%. Por otra parte, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición (ENSANUT) 2012 la ingesta de embutidos en habitantes mexicanos es la siguiente: • Adulto : 21 g/persona/día • Escolares: 18g/persona/día El estudio de la IARC consideró un consumo medio de 50 g/persona/día para incrementar el riesgo por consumo de embutidos. Esto significa un 55% menos de la porción analizada en el estudio. Finalmente, la publicación del IARC hace mención a que la evidencia de consumo de carne roja y algún tipo de cáncer es limitada, no concluyente y no permite descartar otros factores asociados o atribuibles a la presencia de cáncer. Con relación a los productos procesados y la presencia de cáncer, aunque hay evidencia de una asociación positiva, otros factores deben ser estudiados para precisar con mayor certeza el papel de los contaminantes en los embutidos y la aparición de cáncer. Dado lo mencionado con anterioridad, se resaltan los siguientes mensajes: 1. La carne es segura y una buena fuente de proteínas. 2. La Organización Mundial de la Salud ratifica la importancia de llevar una alimentación balanceada. 3. La SAGARPA y SALUD garantizan a través del sistema de inocuidad alimentaria mexicano que en los procesos de elaboración de carne procesada, elaborada domésticamente o importada, se utilicen sustancias que no representen un riesgo para la salud. 4. El estudio de la IARC hace hincapié en la necesidad de seguir investigando sobre la asociación entre el consumo de carne roja y la presencia de cáncer para fortalecer las conclusiones del mismo estudio.